Está en la página 1de 17

La cigarra y la hormiga.

Sergio Escalante González


La cigarra pasaba el verano contenta.

El sol brillaba, las flores olían muy bien


y hacía mucho calor.

Cantaba todo el tiempo


mientras su amiga la hormiga trabajaba

todo el día recogiendo comida.


La cigarra le dijo a la hormiga:

-¡Hola hormiga! ¡No trabajes tanto tiempo!


¡Descansa y escucha mi canción!-

La hormiga le contestó: - Perdóname, no puedo.


Estoy recogiendo alimento para el invierno.

Cigarra. ¿No recoges tu comida?-


La cigarra se rió y continuó cantando

sin escuchar a la hormiga.


Un día la cigarra se despertó y sintió frío,...

el invierno había llegado al campo.


Las hojas más bonitas cayeron de los árboles

y la nieve caía del cielo azul.


La pobre cigarra caminaba por el campo,

hambrienta y con frío.


Cuando vio la casa de la hormiga, llamó al timbre

y le pidió comida y una cama caliente donde dormir.


La hormiga abrió la puerta y le dijo:

-mientras tú cantabas feliz,


yo trabajaba todo el tiempo.

Cigarra, no te ayudaré.-
La hormiga cerró la puerta

y escuchó a la cigarra llorar desconsolada.


Sintió pena, abrió la puerta

y le cocinó una sopa caliente.


La cigarra feliz prometió a la hormiga

que trabajaría mucho el siguiente verano.

También podría gustarte