BIOGRAFIA DE JORGE CARRERA ANDRADE

Jorge Carrera Andrade fue un influyente poeta, ensayista y diplomático ecuatoriano,

reconocido por su profundo compromiso con la poesía y su dedicación a la promoción
de la cultura ecuatoriana en el ámbito internacional. Nacido el 18 de septiembre de
1903 en Quito, Ecuador, y fallecido el 7 de noviembre de 1978 en la misma ciudad, su
vida estuvo marcada por una pasión constante por las letras y el arte.

Carrera Andrade se graduó de abogado en la Universidad Central de Quito, pero su

verdadera vocación estaba en la poesía. Desde joven, demostró un interés ferviente
por la literatura y comenzó a escribir poesía influenciado por autores como Rubén
Darío y César Vallejo. Su estilo literario evolucionó con el tiempo, pero siempre
mantuvo una sensibilidad profunda hacia la naturaleza y la condición humana.

A lo largo de su vida, Carrera Andrade ocupó diversos cargos diplomáticos en

representación de Ecuador. Sus viajes y estancias en diferentes países, como
Colombia, Chile, Estados Unidos, España y Portugal, enriquecieron su perspectiva
cultural y literaria. Su labor diplomática también le permitió establecer conexiones
con otros escritores y artistas internacionales, contribuyendo a la difusión de la
cultura ecuatoriana en el extranjero.

En su obra poética, Carrera Andrade exploró temas que iban desde la naturaleza y la
belleza de su país hasta la búsqueda de la identidad nacional y la reflexión sobre la
vida y la muerte. Sus versos eran elogiados por su evocadora belleza y su capacidad
para capturar la esencia de los lugares y las emociones.

Entre sus obras más destacadas se encuentran "Las manos del día" (1937), "La
guirnalda del silencio" (1940), "Derrotero del Hombre" (1953) y "Poemas de la tierra
mía" (1965). Además de su producción poética, también incursionó en el ensayo, la
crítica literaria y la traducción.

Jorge Carrera Andrade dejó un legado duradero en la literatura ecuatoriana y

latinoamericana. Su poesía sigue siendo objeto de estudio y admiración, y su
contribución a la cultura y la diplomacia ecuatoriana es ampliamente reconocida. Su
vida y obra reflejan un profundo amor por su país y un compromiso inquebrantable
con la expresión artística y literaria.