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EL LIBRO DEL Carlo d’Agostino modelismo en plastico Carlo d’Agostino EL LIBRO DEL MODELISMO EN PLASTICO Editorial De Vecchi, $. A. — Barcelona Traduccion y adaptacion de Camilo Busquets i Vilanova. © Editorial De Vecchi, S.A., 1981 Deposito Legal: B. 30.276-1981 / ISBN: 84-315-2256-9 Emograph. 8. A. ‘Almirante Oquendo, 1. Barcelona-20 Impreso en Espana — Prinied in Spain Editorial De Vecchi, §. A. — Balmes, 247, Barcelona-6 Prologo El plastimodelismo es una de las ramas mas jévenes del modelismo, Al mismo tiempo no es precisamente una de las ms conocidas ya que por estar formada, casi exclu- sivamente por modelistas estaticos, las mas de las veces trabajan ignoradamente en sus respectivos talleres. Ello ha facilitado el hecho de que, pese a que sus practicantes sean legién y posean gran cantidad de modelos —hay colecciones que Megan a mas del medio millar de pie- zas—, siempre hayan quedado un tanto en el anonimato. Otro punto que ha influido notablemente en ello, ha sido la falta de exposiciones y concursos sobre este tema especifico. Asi como en el extranjero son considerables las muestras que se organizan periddicamente, en nuestro pais, no lo son en absoluto; como exposicién de cierta importancia sélo se celebra una al afio y atin ésta no es demasiado concurrida, ya que niicleos importantes de modelistas estén muy alejados —geogréficamente hablan- do— de la ciudad que la acoge y cobija. Es por ello que algunas veces hemos podido ver modelos de plastico ex- puestos, pero casi siempre junto con otros tipos de mo- delos (de los considerados como «clisicos»). Es por todo ello que, si bien muy conocido a nivel de comercios y mercado, el plastimodelismo en nuestro pais no es muy conocido como muestra de la construccién de modelos 5 de gran calidad, aun incorporados a dioramas, decora- ciones, etc. Este libro quiere llamar la atencién de todos en gene- ral; de los modelistas —los plastimodelistas— para que perseveren y no desfallezcan en su aficién; de los ya ini- ciados, para que sigan en su camino y leguen a alcanzar la perfeccién, y finalmente, para que todo el publico, que es en general desconocedor de este apasionante mundo, pueda enterarse y comprender que un modelo en plastico es mucho mas de lo que aparenta, no es simplemente una serie de piezas encoladas segin un orden preestablecido, sino que es el fruto de los estudios, sinsabores y habi- lidad de una persona muy paciente, que ha dedicado lar- gas horas para averiguar cémo era un medio determinado —las més de las veces por ser militar, cuando no miste- rioso si algo reservado—, sus principales caracteristicas, sus modificaciones, sus distintos teatros de operaciones, sus pinturas y camuflajes; en una palabra, todo cuanto tiene que ver con el medio en cuestién. Todo ello consi- derando que muchas veces esta formando parte de una decoracién, y que ésta, por si misma, ha vuelto a exigir més documentacién y por tanto nuevos estudios. Se han dado determinados casos en los que modelistas aficionados, cuando han podido exponer sus conocimien- tos, han superado a profesionales de la materia; tal vez una de las causas sea que el modelista, al estudiar por devocién, lo puede hacer mas profundamente que el profe- sional que, en algunos casos, puede que lo haga por simple obligacién. Sirva esta obra pues de rendido homenaje hacia todas aquellas personas que han hecho del modelismo la meta suprema de sus esfuerzos, que por ella se sacrifican mu- chas veces y deben abstenerse incluso de su propio des- canso corporal. Y para aquellos otros que atin no lo 6 practican, para que sigan sus inclinaciones y perseveren, aun cuantlo algunas veces ello les acarree sinsabores; cuando lleguen al final del camino podran percatarse de que, si bien largo y arduo, ha valido la pena seguir por la senda. Queda atin un recuerdo para otro grupo de humanos, aquellos que no nos comprenden; para ellos sélo nos cabe tener un sentimiento, el de que si son incapaces de com- prender y admirar el especial cardcter e idiosincrasia que es necesario tener para llegar a ser un modelista y, por tanto, no podran serlo jamés, no se inmiscuyan —por lo menos— en aquello que no ensienden y de lo que no pre- cisan, pues sin ellos sera tal vez un mundo andrquico, pero feliz. Camm. Busovets 1 ViLanova Sumario rPROLOGO egal we an InrRopuccioN. . we UN Poco DE r1sToRIA La EscaLA . UTENSILIOS Y HERRAMIENTAS . Cuchillo Sepa Hoja de afeitar 2 Pinzas . deca: Limas Papel de lija en seco y de esme Tijeras . ie Alfileres al agua Gomas eldsticas y pinzas de tender ropa Cinta adhesiva .” Punzn, Siemans : Maquina de perforar | Regla metalica . Otros materiales PEGAMENTOS, MASILLAS, PINTURAS . Pegamentos Masilla . Pinturas. Pinceles Disolventes CONSTRUYAMOS EL MODELO ‘Aviones Buques. | Oyu Medios militares . . Figuras militares ©) Otros modelos . ae LA pocustentacton f CoLoract6x y acapapo E ‘Aviones Buques . Medios militares Figuritas . | Pintura a pistola | Distitivos INSIGNIA LAS DECALS (CALCOMANEAS) . EFECTO REALiDAD ete ELABORACIONES Y MODIFICACTONES EL prorama «Vacuum ForMuD»: MoDELOS aL vacto . EL PLASTIMODELISMO EN ESPASA Aseelacién Espafiola de Modclismo Estético’ LEMS Espaia ¢ (The International’ Plastié Modeiters Federacién Espafiola de Modelismo | Las Expostcroxes . TaBLas . Conctusisy Apéxprce 1 Avexoice TI Avexpice TIT Avéxoice 1V Avepice V APENDICE VI 10 123 132 137 143 147 148. 130 156 164 179 192 2 216 219 219 21 222 230 240 242 244 245 248 254 255 Introduccion E! primer modelo en plastico realizado, es a menudo: solo un recuerdo; un lejano recuerdo del que ya no nos acordamos ni del tipo ni del género. Por mi parte, me de- dico al plastimodelismo desde hace bastantes afios, tanto en Io que respecta a la construccién, como a su organi- zacion o divulgacién. ‘A pesar de los afios transcurridos y dedicados a montar y acoplar minisculos fragmentos de plistico, a describir cémo se monta un modelo c a concretar la diferencia existente entre un «U.S, Olive drab» y un «verde oliva», esta actividad ofrece una gran fascinacién y atractivo, incluso para un «chalado» como el que suscribe. Un nuevo Kit, un sistema de construccién distinto al usual, un pega- mento de especiales caracteristicas, son ain capaces de despertar mi interés, un inter: tener inalterado en este modesto trabajo. He intentado, dentro de les limites de lo posible, ser itil al neéfito y recordar al experto cualquier detalle inte- resante, Ha sido un esfuerzo placentero y espero que este placer se transmita también a los lectores. También sé que los «supermodelistas» estén siempre prestos a corre- gir errores de medio milimetro 0 descubrir nuevas tona- lidades cromaticas, aterrorizaido de esa forma a los mo- delistas normales, que no prestan atenci6n a estos detalles és que he procurado man- rv y montan su modelo tal y como viene indicado por la f4- brica. Estoy convencido de que, en definitiva, el mode- lismo, el plastimodelismo, no solo es una ciencia exacta, sino también una forma placentera de invertir algunas horas en una actividad interesante, en muy diversos as- Pectos: técnico, cientifico e histérico. Asi pues, no drama- ticemos en exceso. No vayamos a observar un modelo con microscopio y regla de célculo, sino que intentemos comprender el significado histérico y técnico que repre- senta y realicémoslo honestamente y con sinceridad. Perfecto acabado que puede obtenerse con habilidad y paciencia, Kekicule aleman Sdkfz. 324/3, «Pumar, Francia 1344" (Mod. Feo. lavales), Tengo la obligacién, al llegar a este punto, de agradec todas las cblaboraciones que me han sido prestadas y que tanto me han ayudado en el largo trabajo de elaboracién de este libro. A los socios del Centro de Trieste del IPMS yen particular a Stefano Toscano y Giulio Mellini, Valerio Dorio, las Juntas Directivas del IMPS y CMPR; las firm: comerciales: «Il Giocatolo», «Gi-Effe-Ci», «AirFix», «He- ller», «Revell Plastics GmbH», sin cuya valiosa contribu: cin no habria podido disponer de todo cuanto ha sido necesario para la redaccién de este libro. A todos mi mas expresivo agradecimiento. Un poco de historia Hablar de «historia» del plastimodelismo, 0 modelismo en plastico, si asi se prefiere, puede parecer audaz 0 como m{nimo propenso a sobrevalorar la importancia de este sencillo hobby. Sin embargo, es suficiente dar una ojeada a cualquier tienda de juguetes 0 modelismo, para apre- ciar que tal diversién abarca aspectos muy notables, no sélo desde el punto de vista técnico sino también y sobre todo comercial. Decenas y decenas de cajas de montaje, accesorios, pinturas, utillajes especificos; toda una industria a nivel mundial gira en torno al plastimodelismo y constituye uno de sus aspectos més caracteristicos. Existen empresas que son verdaderos especialistas —en Italia o en el extranjero—, en la produccién de ca- jas de montaje en plistico, precisan de profundos estu- dios ¢ investigaciones para obtener un buen modelo; es decir, fabricado con el plastico dptimo, poco frégil, que pueda ser ensamblado por el modelista, con pocas herra- mientas y que permita un buen montaje de todo el con- junto. También es muy importante la investigacién histé- rica para la produccién de un modelo determinado: deben consultarse disefios, planos y esquemas del original; cen- tenares de fotografias y cuando sea posible, técnicos de la fabrica interesada deberdn desplazarse a museos 0 colec- 14 ciones particulares, para estudiar el original y tomar me- didas de cada detalle preciso, Es todo un trabajo de preparacién que permitira después a los expertos matri ceros llegar al molde definitivo, a través de diversos proto- tipos de madera en distintos tamaiios. Particular atencién debe ponerse en el troceado del modelo en sus distintas partes, que seran ensambladas posteriormente por el modelista; se trata de dividir el modelo en diversas partes, de tal modo que el posterior montaje pueda ser efectuado sin excesivos problemas y sin que la estructura del modelo se resienta, No es un trabajo facil, pero puede conducir a resultados verda- deramente excepcionales. A este respecto debemos afirmar que en los ultimos afios casi todas las fabricas han lo- grado aleanzar una preparacion realmente notable, El plastimodelismo consiste en la reproduccién de mo- delos mediante equipos de montaje realizados en mate- riales sintéticos (en la practica generalmente poliestireno). Puede decirse que nacié hacia los afios cincuenta, cuando en Italia también comenzaron a difundirse estos kits especiales; no se trataba de nada excepcional, pero ya se podia ver en embrién cudl seria el futuro de esta intere- sante y aglutinante actividad, que ha Ilevado en afios sucesivos a ulteriores y continuos perfeccionamientos. Fueron timidas tentativas, pero no por esto menos validas; cada kit estaba formado por un niimero no exce- sivo de piezas y las indicaciones sobre su construccién, esquema de colores y acabado eran, a menudo, aproxi- madas. Sin embargo, esto no impidié que el plastimode- lismo comenzase a difundirse, primero entre la gente jo- en afios sucesivos, entre los apasionados del mode- lismo, que poco a poco fueron descubriendo que el kit permitia también la realizacién de modelos de alto nivel técnico, 15 Cuando el plastimodelismo no estaba atin difundido, quien desea ba reprodicir cualquier modelo, debia realzarlg en maderay este os ef easo de este Douglas DC con colores de Atala, tl como El creciente interés de los modelistas y la continua de- manda de modelos, determiné que la produccién se orien- tase inicialmente hacia las méquinas que protagonizaron la Segunda Guerra Mundial, suceso relativamente reciente que habfa condicionado la vida de millones de personas de todas las edades. En particular fueron, apareciendo modelos de aviones («Spitfire», «Me-109», « por el pegamento usado), Su uso permitira efectuar uniones perfectas sin excesivos problemas. Cinta adhesiva En la practica tiene las mismas funciones y utilidades que las gomas elisticas y que las pinzas, con la diferen- cia de que puede ser usada bajo especiales condiciones, 47 © con piezas dificilmente unibles por el sistema de las gomas 0 pinzas de ropa. Es utilisima también en el en- mascarado, como ya veremos més adelante en el capitu: Jo reservado al pintado; y también en el ensamblado de las distintas partes del modelo, antes del definitivo en- colado, para comprobar que todas las uniones y juntas sean perfectas. Punzén Tiene la misma funcién que la maquina de agujerear, con la diferencia de que puede ser usado sin particulares Y costosos accesorios; un simple clavo, alfiler o similar, de tamaiio un tanto grande, insertado a un soporte de madera (muy util para este uso, nos resultara el mango de un destornillador ya en desuso) seré mas que sufi ciente. En ciertos casos podré ser calentado, antes de usarlo, en la Hama de una vela, mechero, etc, a fin de agujerear més facilmente el plastico; en particular esto deberdi hacerse para simular impactos de metralla sobre la coraza de un carro de combate o sobre el fuselaje de un avién, o para abrir camino a determinados elementos (antenas, palos de buques, caftones, etc.). Sierra Del tipo de marqueteria o similar, puede parecer a primera vista como de inttil valor, pero también puede ser necesaria en algunos casos, como por ejemplo para cortar determinadas piezas del modelo destinadas a ser elaboradas (el caso més tipico: la capota de un caza, construida en una pieza con el fuselaje, para dejarla abierta y construir su interior), o bien para modificar la linea de un carro de combate o de un camién, cortando 48 a determinadas partes. Se usa generalmente empleando las hojas o pelos mas finos —el tipo para metales— y con mucha atencién para evitar la posibilidad de rotura, Una gota de aceite o saliva puesta sobre el dentado, podra ser muy titil para evitar este inconveniente. Maquina de perforar Hemos nombrado primero el punzén como util susti- tutivo de la maquina de perforar, pero si podemos, siem- pre sera mejor hacer uso de esta herramienta, a ser po- sible del tipo eléctrico con pinzas intercambiables. Son miiltiples sus aplicaciones cada vez que debamos efec- tuar un agujero en el modelo en partes muy delicadas como son las alas de los aviones, cubiertas, palos, ver- gas, ete., y en los distintos modelos, donde deben ser insertadas piezas determinadas y pueda ser necesario do- tarlas de un apoyo o alojamiento. En los comercios es- pecializados, es posible encontrar méquinas de perforar expresamente hechas para su uso en modelismo o plasti- modelismo. Regla metélica Para cortar determinadas piezas, o para usos adecua- dos con alguno de los elementos necesarios para el aca- bado del modelo, seré mejor utilizar este accesorio que Permitira efectuar cortes sin desviaciones; se puede ad- quirir en cualquier comercio de titiles de dibujo a pr no excesivos y correspondientes a su tipo y calidad, Otros materiales Hemos visto hasta ahora los utiles o herramientas 49 aconsejables para la construccién de un modelo en plis- tico, pero aparte de éstos, hay distintos materiales que intervienen en la construccién o en el acabado del mode- Jo, materiales que pueden formar parte de la normal do- tacién de cualquier casa o que seré menester adquirir- los para un fin determinado, Mondadientes. Aparte de su propio uso, son utilisimos para sostener determinadas piezas en su fase de pinta- do; el método més clasico es fijar el mondadientes a la pieza mediante una fijacién adecuada (agujeros, ranuras, eteétera) y fijar el otro extremo a un soporte estable y conveniente. Al quedar la pieza en alto sin tocar a nin- gin sitio, podremos pintarla sin problemas y podra se- carse perfectamente. Plomo. Bajo la forma de pesos de los usados para la pesca (de muy facil adquisicién), sirve para contrapesar un modelo de avidn con tren triciclo, de modo que no caiga de cola, o también para hacer un poco pesado y mas real un carro de combate u otro vehiculo militar. Util también, insertado bajo la base, para mantener en pie un soldadito o cualquier otra figura civil o militar. Hilo metélico. Debe ser lo suficientemente fino y se emplea generalmente para reproducir los tirantes (rios tras) de Jos aviones, distintas antenas en segin qué mo- delos y obenques y cabos en los modelos navales: Cueniagotas. Preferiblemente del tipo de cristal. Seré oportuno para este propésito echar una ojada al boti- quin familiar; el de cualquier medicamento que duerma casi olvidado, tal vez ya caducado puede sernos itil. Es 50 | | indispensable para las mezclas de colores en su justa cantidad y para afiadir el disolvente a las pinturas. Paiiuelos de papel, En cualquier fase de la realizacién del modelo, sea durante el montaje o en el pintado, e conveniente tener a mano pafiuelos de papel de celulosa © retales de los mismos para cualquier uso eventual o para secar cualquier salpicadura o derrame de pintura, Tul. Se usa el adecuado cuando es necesario repro- ducir, por ejemplo redes, redes de camutflaje, cubiertas para automéviles, 0 cualquir efecto determinado en la realidad que, reducido a escala, deba asemejarse a la tra- ma de este especial tejido, por ejemplo, la reja del radia- dor de un automévil. Junto a estos materiales que podemos considerar como icos> en su empleo, podemos citar otros, también comunes, que en cada caso particular serén utilizados sin poder especificar exactamente su empleo; sera la in- ventiva del modelista la que sugerira el cémo y en qué utilizarlos. Sélo para poner un ejemplo podemos citar al- gunas capsulas de medicamentos, que parecen hechas ex profeso para reproducir radomes de radar y similares; finos hilos recubiertos de plistico, como son los eléctri cos, pueden ser particularmente adaptados para reprodu- cir cabos, cuerdas, cables, conducciones eléctricas, etc., segtin el tipo y las dimensiones del modelo; trozos de un vulgar vaso de plistico, pueden resultar utilizables para realizar unos detalles especiales del modelo, que no vengan reproducidos Es toda una gama de materiales, en la que unos ser- virdn, otros serdn indtiles, y que seria muy largo enume- rar; sera la experiencia la que aconsejara lo mejor para 51 cada modelista; lo importante es tener siempre presente que en el modelismo nada es imposible y que también las situaciones més diversas pueden encontrar la corres- pondiente solucién. 52 Pegamentos, masillas, pinturas Gran parte del trabajo relativo a Ja realizacién de un modelo en plastico consiste en la preparacién del mismo para su masillado, pintado y posterior coloreado, De lo tiltimo ya hablaremos en el capitulo destinado a la coloracién y acabado; en este momento deseamos hacer un epilogo de todo cuanto es necesario desde el punto de vista del material. No olvidemos obviamente toda la parte inicial relativa al ensamblado del modelo, donde el pegamento encuentra su utilizacién exclusiva. La moderna ciencia ha encontrado la explicacién de la adhesividad de un pegamento, diciendo que por medio de reacciones se crean unas especies de uniones quimi. cas entre las distintas piezas que deberdn unirse, y usan el adhesive adecuado; en el modelismo plistico donde se estan usando las resinas poliestirénicas— se ha adop- tado un adhesive de composicién quimica cuya funcién es la de adherir las piezas a pegar mediante una cierta di- solucién, En nuestro caso se usa un disolvente, tipo tri- cloroetileno, que disuelve la parte a la que toca; en la siguiente fase de secado, esta disolucién de ambas piezas realiza, una perfecta union y adhesion entre las piezas. 53 Pegamentos Los pegamentos actualmente disponibles en el comer- cio, son del tipo Iiquido y del tipo semiliquido en tu- bitos. Pegamento liquido. Casi siempre viene contenido en una botellita de cristal, en cuyo tapén va incorporado un pequefio pincel con el cual se reparte el pegamento so- bre las piezas a unir; sirve para todos los tipos de mode- los y tiene un fuerte poder adhesivo. Su tnico inconve- nte viene determinado por su rapido secado; para piezas de grandes dimensiones no puede ser utilizado por- que el secado tiene lugar antes de haber legado a un las partes que deben encolarse. Es en cambio muy cémodo su uso, ya que con el pin- celito puede ser distribuido sobre todas las piezas sin problemas particulares; es preciso hacer hincapié en no colocar demasiado pegamento, ya que las manchas y so- bras del mismo son muy dificiles de limpiar de la super- ficie del modelo; en este caso sera mejor esperar que el pegamento haya secado y luego rascarlo con una lima © lija. Pegamento en tubo, Las caracteristicas de adhesividad son las mismas que para el pegamento liquido. Esta con- tenido en un pequefio tubo cerrado por la boca de salida por medio de un alfiler, que actiia como tapén. En casi todos los casos el tubito dispone de su propio tapén de plastico, el cual acaba siendo inoperante una vez se ha abierto el tubo, Dado que el tiempo de secado es mayor que el del pe- gamento liquido esta siendo empleado para los modelos de grandes dimensiones, para no tener problemas de se- 34 cado prematuro antes de la unién de las distintas partes. Por otra parte, con ayuda de un mondadientes o un al- filer, puede ser facilmente colocado en determinados Iu- gares del modelo a los que seria dificil Hegar con el pin- celito del pegamento liquido. También con el empleo de este pegamento debe te- nerse precaucién, a fin de evitar las manchas 0 excesos, que siempre ocasionan problemas para obtener un buen acabado del modelo, Otros pegamentos. De algunos de ellos ya hemos ha- blado al citar los pegamentos especificos para los mode- los de plastico; pero hay partes muy delicadas (como los ojos de buey de los buques, las ventanillas de un automé- vil o de un tren, las carlingas de los aviones, etc.), sobre las que una sola gota de pegamento, o simplemente sus vapores, pueden causar un dafio irreparable. En estos casos es preferible adoptar un pegamento del tipo «adhe- sivo universal» 0 mejor atin pegamentos epoxy de dos componentes.* Masilla Una vez ensamblado el modelo en todos y cada uno de sus componentes, y antes de pasar al pintado debemos preparar toda la pieza para tenerla dispuesta para la par- * , Hoy en dia podemos usar con muy buenos resultados, los pegafhentos monocomponentes. tipo anacrobico de secado instan- tdneo (Loctite, Super Glue, C-100, etc.). Las tinicas advertencias precisas para usar estos pegamentos son: mucho cuidado ya que hos pueden dejar los dedos pegados entre si y mucho cuidado con los ojos, ya que el liquide es un disolvente de Ia mucosa ocular. 55 te final del trabajo. Siempre el mejor modelo tendré al- guna fisura o alguna imperfeccién que esconder, por no citar los modelos sometidos a especiales modificaciones cuya operacién de preparado es total y absolutamente in- dispensable, Para este uso, viene siendo utilizada la Hamada mas lla, un material que sujeto a un rapido secado, permite rellenar fisuras, agujeros e imperfecciones de modo cé- modo y rapido, La masilla para modelos en plistico es una masilla es- pecial, con especiales componentes, que se encuentra en el mercado en barritas o tubitos, Es producida por em- presas especializadas, en muchos casos por las propias fabricas de los kits, y de ella nos podemos fiar del modo mas absoluto porque ha sido estudiada propia y exclusi vamente para este preciso uso, Sera cuestién de la habi lidad del modelista de su gusto personal orientarse ha- cia una marea de masilla en vez de otra, Pinturas Sobre los colores mas adecuados y verdaderos, sobre cémo escoger los distintos colores para los distintos tipos de modelos (en las reproducciones del mundo real, como es nuestro caso, este aspecto es particularmente impor- tante) y sobre la técnica de la pintura, ya hablaremos més a fondo en su propio capitulo; veamos ahora cémo distinguen los distintos esmaltes para los modelos en plistico y de qué materiales deberemos disponer para emplearlos, Ante todo veamos lo que debemos saber sobre colores ya que nos seré titil para comprender bien este sector tan importante en la realizacién del modelo. El color no es otra cosa que una sensacién fisiolégica 56 dada a nuestro ojo por ondas luminosas, que tienen diver- sa longitud de onda, segin la tonalidad del color que las refleje. Cualquier percepcién de color puede darse a par- tir de la mezcla de tres tonos principales, seguin el méto- do colorimétrico RYB (Red, Yellow, Blue) que corres- ponden a nuestros rojo, amarillo y azul. Mezclando opor- tunamente estos colores —Ilamados por ello fundamen- tales— se pueden obtener todos los colores del espectro y sobre todo las distintas tonalidades entre cllos. Mezclando entre si los colores, se obtienen otras gra- duaciones; del rojo y amarillo se obtiene naranja, del amarillo y azul, verde, ete. Esta posibilidad de poder variar la tonalidad y colora- cién segun la proporcién de la mezcla es particularmente importante en el modelismo plistico pues, aunque exis- ten en el mercado muchisimos colores ya listos para su uso, con los colores especiales (el verde USA para vehicu- los militares de la segunda guerra mundial, el amarillo del Afrika Korps, etc.) es muy probable que el modelista se encuentre tarde 0 temprano frente a la necesidad de crear un color nuevo, no incluido en Jas cartas de colores comerciales Para el modelismo y exclusivamente para él, pueden obtenerse pinturas especiales, denominadas un tanto i propiamente «esmaltes», que pueden aplicarse a la su- perficie que se desee mediante el clasico pincel, con spray © pistola. Estin subdivididos en diversos tipos, por lo que a su acabado respecta: brillante («gloss»), semi-mate 0 satinado («semi-gloss») y mates («matt» o «flat») segtin la mayor o menor reflexién que ofrezcan a los rayos lu- minosos. Es légico que mientras los brillantes ofrecen un brillo a nivel de espejo, los mates tienen un brillo to- talmente nulo; el tipo semimate esta en el término medio. Estos diversos tipos de pintura son empleados en re- 37 lacién con el modelo a pintar; es un aspecto particular- mente importante por cuanto la exacta coloracién en sus tonos y sobre todo el tipo de pintura empleado es deter- minante para la buena presencia y realidad del modelo. En general, casi todos los modelos de tipo militar se ca- racterizan por sus tonos mates; soldados y figuras usan normalmente tonos semimates, mientras que los modelos de automéviles, motos y otros medios civiles, estan, por lo general, pintados con pinturas del tipo brillante. Existe toda una casuistica relativa al justo empleo de estas pinturas, de la cual ya nos ocuparemos cuando nos refiramos a la coloracién y acabado de modo més espe- cifico; ahora debe bastar conocer estas diferenciacion que son fundamentales para obtener el éxito apetecido. Las pinturas son adquiribles en el comercio especiali- zado, en pequefios botes metalicos 0 botellitas de cristal, incluso en forma de spray en envases adecuados; no son particularmente caros pero siempre sera oportuno tener- los en un lugar adecuado y sobre todo cerrar bien el bo- tecito o la botellita, y si es el caso del spray, vaciar el conducto de salida (un simple soplo con el bote cabeza abajo, es més que suficiente) para evitar que se sequen inutilmente. Todas estas pinturas son con base sintética, por cuan- to los llamados «nitro» o sea a base de nitrocelulosa, aun siendo muy usados en modelismo en general, no son ade- cuados aqui porque corroen el plistico. Hay algunos modelistas que, muy habilmente, aun co- nociendo el riesgo que corren al usar pintura nitro, la usan, sea para poder obtener especiales efectos de mati- zado, sea porque con el sistema por pulverizacién —aer6- grafo o pistolita de pintar— obtienen mucho mejor re- sultado; para el nedfito sera mejor seguir las instruccio- nes indicadas en el envase, por cuanto si no, se corre el 58 peligro de obtener efectos decisivamente desastrosos y arruinar cl modelo sin posibilidad de recuperacién al- guna. Con respecto a las pinturas, podemos afiadir que se encuentran en los comercios especializados, unos botes de spray que contienen un barniz matizador especial para su uso en modelismo y se utilizan para cubrir la pieza, una vez acabada, Son particularmente stiles porque per- miten convertir en mate un modelo que ha resultado, al final del pintado, demasiado brillante, y son éptimos para cubrir el todo incluyendo las distintas «decals» e insig- jas colocadas sobre el modelo, dandole asf el toque final. Aunque tal vez sea un poco caro, los resultados son mas que buenos, y si se considera que un solo spray es suficiente para varios modelos, el costo final no resulta demasiado excesivo. Pinceles Un exacto pintado del modelo depende de tres facto- res de la mayor importancia: habilidad del modelista, buena pintura y sobre todo pinceles de dptima calidad. Un modelista siempre puede mejorarse; la produccién industrial de las pinturas para modelos en plistico ha aleanzado una calidad mas que suficiente; a ello debe- mos afiadir un pincel bueno, sin lo cual no es posible conseguir unos buenos resultados. Los pinceles que debemos emplear son preferiblemen- te de pelo suave (tipo marta) como los usados para pin- tar a la acuarela por los artistas; deberemos tener a mano diversos tipos, ya sean normales —con punta re- donda—, o de espatula —con punta plana y rectangular—. Estan marcados con ntimeros (0, 1, 2, etc.) que van del mas pequefio al mayor; es obvio que emplearemos un 59 numero | cuando pintemos un avién a escala 1:72, un 3 si se trata de un modelo de buque a la misma escala, que tiene mayores dimensiones, y un 0 o menor si lo quere- mos para pintar pequefios detalles, Después de usarlos es necesario lavar los pinceles con el disolvente adecuado, después aclararlos con agua y ja- bén y colocarlos en posicién horizontal en un contenedor adecuado (basta con una cajita de cartén de suficiente longitud) Aun el mejor cuidado, no siempre basta para lavar al 100 % todo rastro de color, por tanto, cuando empleemos colores tipo metalizado —plata, bronce y similares— sera oportuno tener dos o tres pinceles sdlo para este exclu- sivo uso. Una adecuada manutencién de nuestro «parque de pinceles», todos ellos de optima calidad y algunos parti- cularmente costosos, nos permitiré hacerlos durar du- rante mucho tiempo y con mucha vida activa, y el costo sera amortizado con el tiempo, Disolventes Es absolutamente indispensable en la fase de pintado, Los podremos encontrar Gptimos, particularmente estu. diados para su determinado uso, El disolvente puede ser sustituido por el aguarrés comtin, que tiene un precio mas bajo, pero no es adecuado para diluir este tipo de pin- turas; s{ en cambio, no hay,contraindicaciones, para po- der usarlo como limpiapinceles o para quitar as man- chas de pintura de las manos 60 Construyamos el modelo Ahora que ya sabemos todo sobre colores, pinturas, masillas, herramientas y demas, henos aqui ante una caja de montaje, dispuestos a dejar transcurrir unas horas placenteramente; procuremos pues armarnos de pacien- cia, para no tirar todos los trastos por la ventana, La regla principal y casi Gnica antes de empezar a construir un modelo de plistico, es la de armarse de una sana y honesta paciencia; habilidad, técnica e inventiva son optimas prerrogativas del modelista, pero deben ir siempre unidas a una paciencia extrema, casi benedicti- na. Paciencia en la realizacién material del modelo tan bien hecha como sepamos; las mas de las veces construir un modelo de plastico, incluso los de escalas mayores, quiere decir rastrear piezas de pocos milimetros, aca- barlas, pintarlas y a menudo affadirles cualquier detalle que les falte. Ademés entre un encolado y otro, o entre una capa de pintura y otra, esperar pacientemente para estar del todo seguro de que todo esta ya seco, tal y como debe ser (para algunas pinturas, més de 12 horas). Se necesita paciencia, no sdlo para ensamblar las pie- zas mas verosimiles y diversas, sino también para saber esperar a que el «nacimiento» del modelo suceda segin lo previsto por el fabricante; cada pieza contiene un es- quema de montaje que, en la mayor parte de los casos, 61 Izquierda: La primera operacion a efectuar al abrir la caja, es comprobar fa presencia de todas las piezas, caleas, instrucctones, eicétera. Derecha: Bl kit estd constituido por un drbol de colada Hamado «sprue», al cual vienen sujetos los distintos elementos que lo forman; conviene separarlos con cuidado, evitando roturas 0 deformaciones, Cada kit estd compuesto por centenares de piezas; es conveniente Poner mucha atencién cuando abramos ta eaja, para evitar la pér- dida de alguna de eltas, es muy preciso y muy util para las diversas fases de en- samblaje y es, a menudo, oportuno para hacer crecer poco a poco nuestra «criatura», sin frenes{ y con aten- cién Una vez frente a frente con el kit, lo abriremos y vol caremos el contenido de Ia caja, sobre un papel recio o tela; si el modelo es muy grande, mejor emplearemos la tapa de una vulgar caja de zapatos o similar. Este sistema tiene dos motivos fundamentales; ante todo no perder piezas (ocurre a menudo encontrar piezas separadas de Ia raqueta o sprue) y ademas permite pro- ceder a un examen detenido de la completa construccién antes de pasar al montaje propiamente dicho. Una buena regla a seguir, ya sea para comprobar que todo esta correcto 0 para sentirse «maestro» y no tener dudas respecto a todas las piezas, es la de efectuar una especie de montaje «en seco», sin emplear cola o simila res, con el tinico efecto de ver con claridad las distintas fases de montado y examinar cémo resultaré el modelo una vez montado, Es evidente que es un sistema muy aproximado, de- pendiente también del modelo que estamos realizando; si es un avién podremos omitir los detalles internos y s6lo dar una ojeada general a la estructura; si es un bu- que podemos unir las partes del casco, para colocarle luego toda la superestructura. En determinados casos sera una operacién casi imposible, por ejemplo cuando nue: tro modelo sea una motocicleta a pequefia escala o un soldadito, para los cuales no es posible este premontaje, sin recurrir al pegamento Después de esta operacién de premontaje, serd con. veniente estudiar con detenimiento el esquema de mon- taje existente en todas las cajas; como habfamos indica- do, en general es muy preciso y permite al nedfito atre- 63 Un montaje en seco, con la ayuda de ta cinta adhesiva, permite iminar ef modelo y sus fases de construccién. verse con su primer modelo con una cierta garantia del resultado final. En raros casos el esquema de montaje puede tener pequefias diferencias (tal vez en el ultimo momento haya sido precisa alguna modificacién de m« de no reflejada en el esquema), pero se trata generalmen- te de casos excepcionales que hallaremos en kits realiza- dos por fabricas no demasiado especializadas. Después de estas operaciones preliminares y antes de proceder a ningin encolado, se deberén examinar todas y cada una de las piezas; imperfecciones, lineas de unién de molde (partages), fragmentos del sprue que deberdin 4 Be oo Rs ao Los esquemas de montaje pueden ser sencillos pero a ta vez com- ee eM TR SOT ae Paar eae Para modelos algo complicados, como éste «Skywagon» de Air- Fix, se incluyen esquemas de montaje que ayudardn al modelista en las distintas fases de la construccion. ser cortados por medio del citttex o de una simple cuchi- lla de afeitar, estando muy atentos en no cortar una parte de la pieza; un minimo de desatencién y podemos com- prometer, antes de empezar, todo nuestro trabajo. Hemos visto antes, cudles son los pegamentos que de- bemos usar para el ensamblaje; del tipo tubo si el mo- delo es de grandes dimensiones y Iiquido si el modelo es Pequefio, Procurando tener las manos siempre limpias, pone sobre las piezas la justa cantidad de pegamento (ni poco ni mucho) y se unen segiin lo previsto en el esquema de montaje; segun el tamafio de la pieza y su posicién se deberé dosificar Ia cantidad exacta de pegamento, No existen reglas particulares para esta fase de la construccién, excepto las que se refieren a los distintos modelos, como veremos mas adelante; es necesario tener sdlo una cierta atencién y sobre todo —no nos cansare- mos nunca de repetirlo— una buena dosis de paciencia. Gran parte de los modelos cuando estan sobre la ra queta de inyeccién son referenciados con un numero in- dicado también sobre el esquema de montaje; algunos Jo tienen grabado sobre cada pieza —sobre todo si son de grandes dimensiones—, otros, cada varias piezas, es- tando grabado sobre el vastago del sprue. De ahi se de- tiva que si cortamos todas las piezas como ya se ha in- dicado —y debemos hacerlo para poder realizar el pre- montaje— podremos tener dificultades para identificar- las, particularmente aquellas que son muy similares (1 mones, cafiones, derivas de los aviones, etc.) a menudo distintas sélo por minisculos detalles o simplemente por tener distinta mano (deriva derecha ¢ izquierda de un avi6n). Sera suficiente, antes de separarlas, identificarlas con una marca o mimero hecho con un lapiz, por su par- te interna, y el problema estara resuelto, Para las piezas Pequefias se aconseja colocarlas, con cuidado, directa- 68. En el comercio, aparte as €ajassnormaies, exis- ten ‘ambien modelos mds econémicos, como los «bits. terse: un soporte de cartén Sobre el cual esta. pegada tina protecciin de. pldstico transparente. que. contiene eh modeta Citestan ‘menos 5 aseguren fos misimos p- Timos resultados. Todos los kits presentan en el exterior de la caja una reproduccién fotografi ca del modelo; mientras que por los tados de ta caja © en su parte posterior se detattan ‘los esquemas. de pintado aconsejado y cuan- tos elementos puedan re- sultar tiles para una bue-~ na realizacion. Una perfecta reproduccién det avién inglés De Havilland D.H-10. mente sobre la hoja de instrucciones, prestando atencién a no confundirlas entre si No siempre las piezas, una vez unidas, quedan en la posicién deseada; por ello sera muy itil emplear cinta adhesiva o bien pinzas de la ropa (de madera; las moder- nas de plistico podrian resultar encoladas al propio tiempo al modelo y dejar restos antiestéticos); en tiltimo caso pueden usarse también las clisicas gomillas 0 ani- los de goma para oficina. En las uniones entre las distintas piezas, comprobar bien que la unién no deje el clasico «escaloncillo» —es decir, que las partes deben unirse en perfecta simetria, ya que este es un defecto de construccién muy dificil de corregir. 70 Para una secuencia légica de montaje, la hoja de ins- trucciones ‘numera las distintas fases, una a una; es 16- gico que, mientras estén encolandose las piezas de la fase 1, podemos tranquilamente dedicarnos a las previs- tas en la fase 2 0 a las de la fase 3, sin que esto comporte problemas; conviene Hamar la atencién en no seguir una concatenacién de elementos porque, aunque el pegamento que se usa, es de secado rapido —basta media hora o in- cluso menos para secar—, es mejor dejar reposar un con- junto encolado por un cierto perfodo de tiempo, incluso dos o tres horas, para estar total y absolutamente segu- ros de una perfecta union. Recordemos siempre que el plastimodelismo es, den- tro de determinados limites, una especie de «ciencia-exac- ta» para la cual no deben existir ni aproximaciones ni alardes de fantasia; mejor seré emplear media hora de mas en la realizacién de Ja estructura general que en- contrarse al fin del trabajo con un modelo retorcido en algun sitio o con piezas mal montadas. Si alguna vez ocurre montar una pieza equivocada, nada hay irreparable; si el pegamento no esta atin seco sera suficiente con desmontar las dos piezas y, una vez seco todo el pegamento, pulir las rebabas y repetir la ‘operacién; si el pegamento ya esta casi seco, una gota de diluyente o bien de pegamento Iiquido podra ayudar a se- parar las piezas sin excesivos dafios, y por tanto posibles de reparar. No insistir en el error y reparar lo antes posible; esta es una regla basica que deberd tenerse en cuenta siem- pre, y sobre todo, no contentarse con un buen montaje, cuando éste puede resultar 6ptimo. Los mejores resulta- dos se obtienen con la busqueda de una continua per- feccion. Un error, a menudo frecuente, en los principiantes (y n

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