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Fray que ir por el lado en que la razin gus ta de estar en peligro Gaston Bachelard ina provocativa maldicién china reza asf: “Que vivas en una época muy interesante!”, Nosotros que estamos navegando -0 chapoteando- en una de ellas, estamos en condiciones de com- prender Ia ironia de esas sabias palabras, Pero también, y abre vando en las mismas fuentes, podemos tomar la crisis por el la- do de 1a oportunidad y sus desafios, y no dejar que nos abrume su faceta de riesgo. El espacio conceptual de la modernidad se correspondia con la geometria euclideana, que se presentaba como tinica y sobe- ;na, Las coordenadas cartesianas ofrecian una grilla tranquil zadora, y la ciencia presentaba un universo mecénico, manipu- lable y predeeible. Un mundo domesticado y desencantado. El si- slo xX desperté del suetio absolutista con ei desarrollo de las geo- metrias no cuclidianas y fue conmovido por la proliferacién de nuevas y extraflas perspectivas El xxt requiere imperiosamente de otros escenarios donde sea posible desplegar la actividad subjetiva y la transformacién del mundo experiencial en un espacio multidimensional para Desist Nasnanon ander y actuar en este agitado e interesantisimo {que nos toca vivir. La légica de Ia simplicidad ha funcional y precisamos herramientas que nos 1 pensar de una manera no lineal, dar cuenta de las zjas constitutivas de nuestro modo de experimentarinos), in espacio cognitive earacterizado por las formacio- +s donde, por un lado, ef sujeto construye al objeto en. al y, por otro, el propio sujeto es construido con al medio ambiente natural y social. No na- no que devenimos tales en y a través del jue- perspectivas de la modernidad el sujeto se pre- ina sustancia pura, independiente, incorpérea ‘or =a la vez y paraddjicamente-, al modo de un ca- da en el cuerpo pero que misteriosamente es radi En la contemporaneidad estamos asistien- lucién epistemolégica” que ha Nevado a una radical del “mito objetivista” y que, eomo co- abrié la puerta para poner en tela de juicio sujoto”. Desde una mirada que parte de la vineula teraccién como formas basicas de la experiencia subjetividad no puede ser un carozo, una estructu- eo estable e independiente. Estamos dejando de 105 de sustancias, esencias o estructuras para jidez y variabilidad de la experiencia contempo- rénea que exige considerar la productividad, la actividad, la ia ereatividad. losofia de la escisidn ~caractoristica del pensamiento oc- cidental- se basa en una légiea de la pureza, la definicion abso- lta y la exclusién (el ser es). Desde esa mirada, la diversidad, la vaguedad, la heterogeneidad, son inconcebibles (el no ser no es). La diferencia remite siempre a la identidad, como desviacin © degradacién del “verdadero ser”. Esta versién monista del mun- do admite también una proliferacién dualista (materia/razén, ‘cuerpa/mente, Sujeto/objeto) a condicién de mantener las fronte- Pesan ta suse ras infranqueables, los compartimientos los polos de las dicotomias se define en tamina con su contrapartida; estamos £ clayente. La interaccién transforma. terpenctracién, ol vinculo instituyen’ nen eabida en los modelos de pensam: dualistas Las teorias psicol6gicas de visto afectadas, arrastradas, ¢ incluso han que das en sus posibilidades creativas ps de la filosofia de la escision y las eoncepcione rocimiento, incapaces de hacer Ingar Ge la experiencia humana del mundo que ho a desplegarse, expandirse y proliferar Las eoncepeione rizan por ser dindmicas, multidime nas de las noviones clave que las atr * Vineulos, sistemas abiertos y organizac ‘+ Dindmicas no lineales: emergencia, his + Juegos productores: de sentido, de subjot * Acontecimiento, azar e irreversibi Aujos y circulaciones. cespacios de posibilidad multidimensional. ‘Todas ellas est:in en ol centro de las nuevas formas de pen- sarsentir-actuar en un mundo sacudido por agitaciones diver- ssas, en el que parece que todo lo sélido se desvanece en el aire en una vertiginosa transformacién. Desde una perspectiva een- trada en la dindmiea vincular, el cambio como devenir, como mn, se ubica en el centro del espacio cognitivo, Esta- “disolucidn” de un mundo: el de la fisica clasica ¥ el del sujeto moderno. Ya a comienzos del siglo Xx se hicieran evidentes las fisuras del pensamiento atomista y esencialista. El Denise Nanawovtcn quiebre de la certidumbre en las ciencias duras fue recibido con alborozo en el mundo de las humanidades, pero la satisfaccidn dio paso al temor y la inquietud cuando Ilegé el turno de ajustar Jas cuentas con el sujeto. Con relacién a este punto, los humores las actitudes fueron muy diferentes. {Qué es eso de poner en de juicio nuestra identidad, nuestro eoncepto de experien- nuestra independeneia, nuestras caras creencias sobre noso- ismos? {Qué cosa extrafia es esa de cuestionar la idea de luna estructura psiquiea, de un earozo identitario, para pasar a snsar en términos de un escurridizo devenir estructurante o de inajes de transformacioné Los m se volvieron atronadores y nuevas barreras so levantaron: que el mundo eambie, vaya y pase, pero que nos arrastre junto con él eso es harina de otro costal. No en vano solemos recordar sélo una parte de la famosa frase de Herdcli- to que sostiene que “nunca nos bafiamos dos veces en el mismo pero se elude sistematicamente la continuacidn del sabio “y las almas se ica de basarse y sostener modelos ideales, arque- tipicos. La diferencia radiea exelusivamente en que los estru turalistas, en vez de tener una particula elemental, ubican fundamento en una estructura elemental, invariante, esencial y eterna. Estos modelos han sido muy eficaces al aplicarse en ‘ontextos relativamente estables y aislados, Los hombres mo- dernos trabajaron con ahinco para construir un mundo tal que sus productos mecdnieos resultasen funcionales: en el laborato- rio, en la fébrica, en las instituciones, fue generndose un Am- estabilizado a fuerza de estandarizar los parimetros am- ientales y sociales. Aislamos las maquinas con grandes c pos y estandarizamos la conducta, dad de tecnologias y dispositivos sociales que suelen ser mucho mais “duras” de lo que se acostumbra pensar habitualmente, a ensan ta sunseTvinAD pesar de no ser materiales. Munidos de un conocimiento que privilegia las explicaciones mecénicas, los hombres modernos construyeron un mundo donde ostaban incluidos ellos: mismos, 4 imagen y semejanza del modelo “ideal” que usaban para ex. plicarlo, De esta manera la experiencia del sujeto entré dentro dela maquina estandarizadora, La fami ca, ol ejército, son las instituciones encargadas de lante este proceso de estandarizacién y domesticacién del suje- to. Los modelos tedricos de la modernidad se han caracterizado por una restriccién profunda a explorar lo diverso, a dar cuenta de lo diferente, lo creativo, lo no domesticable, lo que se inscribe como acontecimiento y no puede fosilizarse en un modelo, o en tuna estructura, 0 en un pattern fj. Abrir nuestro pensamiento ereando espacios para lo informal ~como “no formal” y no como “sin forma’~ implica dar lugar a los cambios como verdaderas transformaciones y no como un despliegue de lo y es por lo tanto una perspectiva tanto cognitiva como ética. En las cien- cias duras la tarea esta en pleno auge. Nuevas perspectivas es- tan en expansién gestando modelos no lineales, complejos y ex- trasos. El mundo “de los ladrillitos clementales” se ha desmoro- nado al ritmo de las trompetas cusinticas. Todo el universo fisieo es visto hoy como una inmensa “red de interactiones” donde na da puede definirse de manera absolutamente independiente y cen el que se enseforea el “ofecto mariposa”, cuya version popu lr dice que cuando una mariposa aletea en el mar de la China puede “causar” un tornado en Nueva York, La transformacién conceptual que viene de la mano de una jverso como red o entramado de inde est comenzando a tallar con fuerza, Desde la rspeetiva elasica las interacciones resultaban invisi Deus Nananovs tenemos grandes dificultades para incorporar el pun- -a implicado en la metafora de la red y la mayoria de = personas siguen pensdndose como individuos aislados (par- as ntales) y no come parte de multiples redes de in clones: familiares, de amistad, laborales, recreativas (par- a un club), politieas (militar en un partido, votar, inte- >a), culturales (pertenecer a una institucién cultu- informativas (ser lectores 0 escritores 0 pro- ua medio de comunicacién), sin olvidar las re- as y de comunieacién que son el tejido conectivo undo de interacciones. Recién en las dltimas dé- -emolégico hacia la complejidad ha permitido zaramos a@ dar euenta de fa multidimensionalidad pasamos de las metéforas mecdnicas al pen- toma en cuenta las interacciones dind~ ido a gestarse una cultura que no piensa el uni- n reloj sino como “archipiélagos de orden en un mar ra de la complejidad. Los investigadores en = intelectuales “humanistas”, los profesio. iales, tienen todavia muchas dificultades sitimar los nuevos puntos de vista ligados a la compleji ones interactivas, puesto que no se han sacu- ‘axo metodolégico impuesto por la epistemologia empi- wwista. Para cortar el nudo gordiano es necesario des- ‘a creencia en un acceso privilegiado a una realidad de una subjetividad desencarnada, pu idual El conocimiento, desde la perspectiva pospositivista, no es el produeto de un sujeto radicalmente separado de la naturaleza sino el resultado de la interaccién global del hombre con el mun- do al que pertenece. El observador es hoy participe y creador del conocimiento. E! mundo en el que vivimos los humanos no es un mundo abstracto, un contexto pasivo, sino nuestra propia crea: cidn simbélico-vivencial. Sin embargo, que nuestras ideas del PexsaR LA SURIETHVIDAD mundo sean construceiones no quiere decir que el universo sea tun “objeto mental” sino que al conocer no podemos desconectar inuestras propias categorias de conocimiento, nuestra corporali- dad, nuestra historia, nuestras experiencias ¥ nuostras sensa- ciones. El mundo que construimos no de de nosotros humanos con su ambiente, del qu 5 Desde los enfoques de la complejidad, el mente un individuo, es decir, un atomo de células que forman un aparato me “unidad heterogénea” y abierta al intereambi una sumatoria de capacidades, propied: ‘elementales, es una organizacion emerge’ viene como tal en Ia trama relacional de piedades ya no estén en las cosas sino “en tercambio. Desde esta nueva mirada, tat ser, una sustancia, una estructura 0 una c fen las interacciones. Las nociones de hi fundamentales para la construccién de una nueva perspectiva transformadora de nuestra experiencia del mundo y de nosotros mismos. ¥ este cambio no sélo se da a ni tual sino que ilica también abrirnos a una nueva sensibilidad y a otras formas de actuar y de conocer, a otra ética y otra estética, ya ‘que desde la mirada compleja estas dimensiones son insepara- bles en el convivir humano, Estamos pasando de las ciencias de la conservacién a las de la creacién porque, aunque parezea pa- ‘radéjico a primera vista, la nocién de historia esta estrecha- mente ligada a la de creatividad en un universo evolutivo com- plejo. Liberadas del determinismo cldsico, las teorizaciones ac- tuales han dejado lugar a la diferencia como factor de creacién y eambio, de seleccién de rumbos. La historia no es mera repe tickén, ni despliegue de lo ya contenido en el pasado. El ruido, el azar, el otro, lo distinto, son las fuentes de nove- dad radical y vias para el aumento de-complejidad y no meros “efectos despreciables”. Esta transformacidn conceptual ha six SOSSSSSSSESAESURSVIEIUT Das NamMANOUICHE do ol producto del desplazamiento del foco conceptual desde los sistemas cerrados y cerca del equilibrio hacia los sistemas abier- tos evolutivas en didlogo multiforme con su ambiente. Desde es- wva conceptual el sujeto no es lo dado bioldgicamente, ‘quis pura sino que adviene y deviene en el inteream: en un medio social humano en un mundo complejo. Ahora bien, no debemos confundir el sujeto con la subjeti dad, Esta es la forma peculiar que adopta el vinculo humano- io en cada uno de nosotros, es el espacio de libertad y erea~ idad, el espacio de la ética. El sujeto no se caracteriza sola- snte por su subjetividad sino por ser al mismo tiempo capaz de decir, de convenir, de acordar en el seno de la comu- je praducir un imaginario comun y por tanto de construir idad, Lo que los positivistas llamaban el “mundo objetivo” compartida, un mundo simbdlico creado en Ia interaccién idimensional del sujeto con el mundo del que forma parte. ido en el que vivimos es un mundo humano, un mundo ‘élica, un mundo construido en nuestra interaecién con lo real, con lo que estd afuera del lenguaje, con el misterio que po- ne resistencia a nuestras reacciones y a ia vez es la condicién de lidad de las mismas. El enfoque de la complejidad se asienta sobre un conjunto de supuestos e hipétesis fundamentales, entre los que se desta can: a) Las partes de un sistema complejo sélo son “partes” por relacién a la organizacién global, que emerge de la interaccion. b) La unidad global no puede explicarse por sus c El sistema presenta interacciones facilitador transformaciones internas que lo hacen no totalizable. e) El sis- tema complejo surge de la dindmica de interacciones y la orga- nizacion se conserva a través de miiltiples ligaduras con el me- dio, del que se nutre y al que modifica, caracterizandose por po- seer tina autonomia relativa. Las ligaduras con el medio son la sin de posibilided para la libertad del sistema. La flexi- bilidad del sistema, su apertura regulada, le provee la posibili- Pensa ta SUBIETIVIOND dad de cambiar o de mantenerse en relacién con sus interaccio- nes eon sti ambiente, d) El contexto no es un dmbito separado e inerte sino el lugar de los intercambios y, a partir de allt, el uni- verso entero puede ser considerado una inmensa “red de inte- raceiones", donde nada puede definirse de manera absoluta- mente independiente. e) En todas aquellas situaciones en que se produzcan interacciones, sean positivas (sinérgicas) o nega- tivas (inhibidoras), o cuando intentemos pensar el cambio cua- litativo, no tiene sentido preguntarse por la causa de un acon- tecimiento, ya que no hay independencia ni posibilidad de su- ‘mar efectos sino transformacién. Sélo podemos preguntarnos por los factores coproducto- res que se rolacionan con la aparicién de la novedad. Este mo- do explicativo apunta més a la comprensién global que a la pre- diecién exacta y reconoce que ni isis puede agotar el fenémeno que es pensado desde una perspectiva compleja, La civilizacidn que ereyé en las cortezas definitivas, en el co- nocimiento absoluto y en el progreso permanente esta derrum- bindose y estan abriéndose paso nuevos modos de pensar, de sentir, de actuar y vivir en el mundo. El sujeto complejo ha pro- ducido un giro “recursivo” fundamental e irreversible. La trans- formacién que estamos viviendo implica pasar de la busqueda de certezas a la aceptacién de la incertidumbre, del destino fijado a la responsabilidad de la eleccidn, de las leyes de Ia historia a la funcién historizante, de una dniea perspectiva privilegiada al sesgo de la mirada. En el camino nos encontramos con nosotros mismos profundamente unidos al mundo en una interaccién compleja y multidimensional. Ese reencuentro del sujeto con su. mirada ha dejado al descubierto nuestras limitaciones y nues- tras posibilidades, ha eliminado las garantias tranquilizadoras y nos ha abierto las puertas al vértigo de la creacién. ¢Sabremos ‘aeoptar el desafio? 3 Nuevos paradigmas en el campo de la subjetividad* Grupa, 81, Boenes Aire, 2000 Dine Nes con eso, sino que ademés pretendia que estvieran ndamentadas, oo seo ea pac: uno Séeratesnos deb est repalit, cede entoncescargamas con 6 ido muchos postoee, do no ay dada de que en a eontemporaniad, trabajamos ies, Bn paticalar, nos enfrentamas con la entre ta cine ¥ sas sabre Toque dobe eis, tse hstradr fe que re adignna’ en su extraordinario texto La es te ence entificas de 1962. Por supuesto que ft no nae ene sci, yi queremos despuntar el endentiti podermos citar a mischos pensadores das antes que Khun ya habian plead algunas relovantes sobre el problema del soncimiento, que las pretensiones scrtics, augue a muchos ls sorprenda, fue Karl Pop- concimient, incluido el cientifin, era a afirmacién, Luego de i, todo su trabajo se centré en mostrar que la ciencia un tipo de actividad superior, que contaria con garantias i , Pues segtin Pop- per en la actividad cient ar las conjeturas falsas, de manera que nos vamos acercando asintéticamente ha- via la verdad (aunque sin aleanzarla nunca). Con esta estrata- gema Ia cuestidn de la verdad y el fundamento que habian sali- do por Ia puerta... entraron nuevamente por la ventana, ‘Todas las corrientes positivistas estan siempre enredadas ‘en una perspectiva del conocimiento que supone un objeto se arado en términos absolutos del mundo, al quo se conoce des- gen 0 representacién” no deformada. Esta porspcetiva repre- eentacionalista del conocimiento lleva en su sen0, Ilo de Troya, la bomba de tiempo de | dencia. Es decir, 1 idea de q cuando la imagen interna e: punto con la realidad externa. Estas coneepti dado en llamar “objetivistas”, “represeatacio vistas” y que se caracterizan porque separan ujeto y al objeto del conocimiento y supon. tuna representacién objetiva del mentando una caida estrepitosa cambios en los planteami nneos, asf como en las conc cién con el mundo. Desde fa c miento y del leaguaje, el obj fuera) v es “en at", ¥ el sujeto es un mero espejo ~por eso Richard te punto de vista “la filosofia como ol espe; Ahora bien, desde esta perspectiva, jeual tinieo que puede hacer es equivoca: torsionar, porque cualquier como una mancha o una rasgadura en un espejo, que produce deformaciones en la representacisn haciendo que sea menos isomérfica con el mundo. Le subjetividad del sujeto on la mo dernidad sélo fue pensada como una fuente de error, desde Francis Bacon en adelante. Lo paradijieo es que pare muchos fa modernidad comienza cuando Descartes inventé al sujeto, Asi fue, pero para aplostarlo a continuacién. Si uno hace una recapitulacién rapidisima y “salvaje” del movimiento eartesiano, puede decir que a través de la duda 61 legs a la certeza de que “piensa, luego existe”. Una vez que Ile- 6 a tener esta certeza de que “piensd, luego existe’, se dio cuenta de que necesitaba restituir Ia realidad al mundo, porque si no caeria en el solipsismo ~y eon el solipsismo se hace terro- © se “corresponde” punto a se han “positi- sta dol con subjetividad es Ee Dems Rincon ie, rismo verbal, pero no filosofia-. Entonces, habia que devolver- le alguna clase de entidad al mundo. Pero, jeuél? ,Qué cosas existen?, pens6 Descartes. Aquellas que se pueden ver claras y distintas, se contests, :Y cudles son las cosas que se pueden ver claras y distintas? Los objetos matematicos. Entonces lo que tiene entidad en el mundo son los objetos o las idealizaciones matematicas. Este movimiento cartesiano no hubiera tenido tanto éxito si de alguna manera no se entroncara con el desarrollo de la ci cia moderna, produciéndose un extraiio maridaje entre el racio- ismo cartesiano y el empirismo newtoniano. Isaac Newton aport6 una teoria en la que los instrumentos matemiticos, ade- mis de permitir la contemplacién de verdades ideales, pueden uunirse como lenguaje al proceso experimental. Siguiendo la vie- ja linea de Bacon segun la cual el “saber es poder”, Newton trodujo el lenguaje matemstico en un modelo experimental, liga- do al mundo féctico. Sin embargo, no se trata de la naturaleza “en vivo y en directo” sino del domesticado mundo féctico ence rrado entre las reducidas paredes del laboratorio. {Por qué 0 pa- ra qué esta restriccién, del mundo ~ancho y ajeno- al laborato: rio -limpio y ordenado-? Para que el sujeto no arruine todo con su subjetividad. El mundo del laboratorio no es un “micromun- do’, un mundo igual pero en miniatura, sino que este espacio ex- perimental es un mundo bizarro en el que entran sélo algunos rasgos del universo. Alli hay que hacer variaciones de una en tuna y de a poquito, y suponer ~gracias a la cldusula ceteris pa- ribus— que todo el resto del universo no se modifica mientras es- tamos haciendo el experimento. El experimento, entonces, es un procedimiento repetible, es tandarizado. Gracias a ello, no importa quién lo lleve a cabo, pues tendra siempre el mismo resultado, Sin duda, un sistema astuto para eliminar la subjetivided. (Excepto... del disefio, la planificacién y la eteacidn del experimento! Sin embargo, una vez puesta en marcha la maquinaria estan- darizadora, nadie tiene “obligacién de recordar” que no nacié en NUBvOS PARADIGNAS £¥ EL CAMO DE LA SUBHERROAD ni de un repollo. ¥ esto es justamente lo que los positi- vistas hacen: aprovechar ol resquicio y olvidarse del proceso crea. tivo y sélo tener en cuenta los dispositivos finales. El proceso de estandarizacién, una ver que estuvo suficientemente afiatado en toda la esfera social -capitalismo y educacin mediante, se vol- vi6 “natural” (con la invalorable y generosa colaboracién de lo fi- \6sofos representacionalistas). La idea de que las cosas “son as, porque siempre obtengo el mismo resultado cuando las mido con mis herramientas, y ~adems— cualquiera que lo haga llegard a la misma conclusién, est en el centro del “objetivismo” moderno. ‘Lo que importa no es que alguien las mide, sino que la “regla’ de la sociedad estandarizada permitié que se las midiera, y todos nos olvidamos de que hubo algtin momento en que no 32 las me- dia de esa manera, que atin hoy podemos inventar otras medidas y que en cualquier easo siempre habré seres humanos midiendo y ‘mediando para producir un conocimiento que no puede ser del ob Jjeto “en si” sino del mismo “a través de nosotros", pues para pro- ducirio tiene que haber un “acuerdo” social (ms'0 menos violen- to, més 0 menos representative, mas o menos explicito, mas 0 me- nos consciente). Bs interesante destacar que una de las primeras resoluciones que se tomaron luego de la Revolucién Francesa fue la poco roméntiea determinacién de crear un “sistema de pesos y medidas”. (Y recordemos, también, que los ingleses nunca acep- taron ese sistema, porque no tienen la menor intencién de permi- tir que otros les reglamenten el campo del conocimiento.) Parece xr que los campesinos no estaban tan motivades por las ideas de “libertad, igualdad, fraternidad” como por las de “una sola ley, una sola pesa y una sola medida” El tema es, entonces, que este mundo al que se ha llamado ob- jetivo es solamente un mundo posible, un mundo estandarizade ‘Un mundo en el que la subjetividad ocupa un sitio degradado. En cl siglo XIX aparecieron los romainticos, dispuestos a remediar es- te mal. Para ellos la subjetividad era creatividad, genio, fama y figura; la expresién mas digna de nuestra humanidad, ylucharon con bravura para hacerle lugar en esta cultura. Los roménticos, Denise Nasmasovret do y deshaciendo realidades permanentemente en distintos rit- » y también en relacién con ciertos nichos ecoldgicos donde \sotros estamos ubicados. El espacio de la modernidad es isé- indiferenciado, abstracto o independiente. Los espacios en std pensando actualmente no son idénticos en todas hay flujos, hay relaciones, hay interaccidn, hay .n formando, deformando, reformando y transfor 1s nuevos escenarios contemporsneos es posible pensar 's curvados sobre si mismos, reflexivos y complejos, a par- los cuales se hace intoligible una nueva perspectiva de la a construceién de los mundos humanos en un te a partir de interacciones que van conforman- ‘Sujeto y al mundo en un bucle sin fin.

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