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NUEVOS DATOS PARA EL PERIODO DE CERÁMICA

INICIAL EN EL VALLE DE CASMA


Rosa Fung Pineda

En Marzo de 1968 cuando visité Tortugas, un El desgrasante abundante y tosco, de gra-


balneario ubicado más o menos a 20 km al nor- nos blancos y negros, incluye, ocasionalmente,
te de la ciudad de Casma, recogí algunos mate- piedrecillas de tamaños hasta de 3mm. Predo-
riales arqueológicos de un yacimiento sobre la minan los granos blancos, de cuarzo. Como
terraza marina que se levanta en el sector nor- hemos recuperado algunos trozos de cuarzo y
te de la Bahía. Este yacimiento con restos de siendo los granos angulares y subangulares en
estructuras de piedras angulares canteadas, se su mayoría derivados de este mineral, dedu-
estaba destruyendo para construir una casa. cimos que trituraron el cuarzo para utilizarlo
mezclado con la pasta. En uno que otro tiesto
De regreso a Lima, cuando estuvimos exa- afloran partículas de pirita, seguramente ellas
minando los tiestos, una vez limpios, descubri- vinieron integradas a la arcilla.
mos una sorprendente semejanza entre los de-
corados de Tortugas (Lam. II c, e; Fig. 1 a, c); La pasta es de color ciena claro a ciena os-
al par que, acompañados por el Dr. Donald E. curo, de contextura porosa, algunas veces la-
Thompson, recogimos en 1965 (lam. II a-b; fig. minar, pero no se desmenuza fácilmente. Muy
1 b, g) en una de las estructuras que él iden- pocos ejemplares de los sencillos muestran
tificó como C1 dentro de los sitios que con-
manchas oscuras.
juntamente con el Dr. Donald Collier estudió
durante 1956 (lam. I) y los de la primera fase La superficie interior, alisada con imple-
de cerámica inicial de Las Aldas. mento duro típicamente es irregular y un poco
La colección de cerámica de Tortugas áspera al tacto. Un buen número de fragmen-
constituye una sola unidad estilística. Consta tos, por otro lado, denota alisamiento con los
de 8 fragmentos decorados, 33 bordes de ollas, dedos o algo similar, flexible, que ha dejado
1 base aplanada de vasija y más de 150 piezas huellas filiformes, mientras que unos cuantos
que pertenecen a cuerpos de ollas (lam. II c-i; ofrecen un aspecto de haber sido raspados. El
figs. 1 a, c, d, f; 2-4). acabado de la superficie exterior se hizo em-
pleando un objeto firme que en casi todos los
Tanto los ejemplares decorados como los casos dejó visibles, líneas anchas y brillosas.
sencillos comparten las mismas características Aquel tratamiento ha sido denominado pebble
generales referentes al desgrasante, cualidad polished y fue reconocido por primera vez, en la
de la pasta y tratamiento de las superficies. cerámica inicial de Ancón (Willey y Corbett,

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1954:54). El color típico es el marrón rojizo. 99; Fig. 23 d-3). Empero, reconocemos que lo
En ciertas ocasiones esta superficie aparece que ocurrió en Las Aldas, no necesariamen-
manchada por defectos de la cocción y con te tuvo que ocurrir en Virú. De todos modos,
concentraciones de burbujitas. Usualmente el anteriormente habíamos postulado que el con-
exterior de los tiestos sencillos aparece tiznado junto de cerámica de los períodos Guañape
de hollín y el interior adherido de sustancias Temprano y Guañape medio aislado y descrito
quemadas, lo que prueba que la mayoría de los por Strong, Evans y Lilien (1952) pertenece al
fragmentos derivan de vasijas de cocina. Sin período de cerámica inicial anterior a la apa-
embargo un borde de olla y cuatro de los frag- rición del complejo Chavín en la zona (Fung,
mentos de cuerpos decorados (lam. II c-f; fig. Ms.: 206-216).
1 a, c-d, f) estaban ennegrecidos por el fuego
hecho que nos está demostrando que los reci- Los bordes de Virú que ilustramos perte-
pientes que emplearon para cocer los alimen- necen a dos tipos: Guañape Negro Sencillo
tos también fueron ornamentados. y Guañape Rojo Sencillo. A nuestro parecer,
ambos pueden ser considerados como uno solo.
El grosor de los tiestos sencillos varía entre La cerámica sencilla de Guañape se diferen-
3 a 10 ½ mm. Lo más frecuente es 5 mm, pero cia de la de Tortugas por el desgrasante que es
no es raro encontrar en un mismo fragmento de granos negros y blancos sin un predominio
espesores diferentes, por ejemplo 3 ½ y 4 ½; 5 notable de los últimos, incluido en una pasta
½ y 7 mm; 3 y 6 ½ mm; 5 y 9 mm. muy suave y friable y por las huellas del pulidor
apenas visible sobre la superficie exterior. En
La dureza en la escala de Mohs corresponde cuanto a los tipos de decorados características
entre 4 a 9, siendo 9 el más preponderante. Eso del Complejo Guañape: Listón presionado con
indica que es una cerámica muy consistente. los Dedos y Listón inciso (Lam. III) se desta-
can por su ausencia en la actual colección de
Las ollas sencillas tuvieron base aplanada, Tortugas, en cambio, el tipo punteado de Virú
a juzgar por las evidencias y labios redondea- (Strong, Evans, Lilien, 1952: 283-84) evoca
dos (fig. 2 a-c); plano-redondeados (fig. 2 f-g); conexiones estilísticas con el representativo
planos (fig. 2 h-m); perfilados (fig. 3 a-d) o con de Tortugas.
un leve y corto bisel exterior (fig. 3 c-g). Des-
tacan, pero no por su número puesto que son La otra colección en donde existen los
relativamente escasos en nuestra muestra, los discutidos bordes volteados hacia afuera per-
bordes de labios ligeramente volteados hacia tenece a la cerámica inicial de Huaca Prieta,
afuera (fig. 3 h-j). Semejante clase de bordes Chicama, excavada por el Dr. Junius Bird,
hemos identificado en la cerámica de los ni- (1948:26) quién generosamente puso a mi dis-
veles inferiores de Ancón excavada por el Dr. posición, para su revisión, la muestra que po-
Ramiro Matos Mendieta y que se halla de- see el “American Museum ofNatural History”
positada en el Museo de Universidad Mayor de Nueva York y, además, me ha brindado sus
San Marcos. También aparece en el complejo apuntes. Incluimos en esta publicación algu-
Guañape del valle de Virú (Strong, Evans y Li- nas ilustraciones (fig. 6A) que permitirán a los
lien, 1952): gracias a la gentileza de los Dres. lectores la oportunidad de hacer sus propias
Betty J. Meggers y Clifford Evans del Smithso- distinciones.
nian Institution pudimos examinar en 1968 la
muestra que se encuentra allí y ofrecer ahora De acuerdo a los puntos y la discusión
algunas ilustraciones para su comparación (fig. personal sostenida con el Dr. Junius Bird, se
5) haciendo la salvedad de que como el mate- desprende que el complejo de cerámica “pro-
rial fue excavado por niveles arbitrarios y luego Cupisnique” que incluye, principalmente, ollas
clasificado, en tipos porcentuales, método que de borde delgados, directos o volteados suave-
hemos criticado (Fung, Ms.:6), los bordes pue- mente hacia afuera, fue aislado en el sondeo 4
den pertenecer a más de una fase, como cree- de Huaca Prieta. Con el mencionado complejo
mos que es el caso del borde 15 de la lámina 5 vinieron asociados dos sellos, uno en forma de
que en Las Aldas recién se hace presente en la rodillo y otro plano, bien cubiertos de pintu-
tercera fase de la cerámica inicial (Fung, Ms.: ra roja; espejos de azabache, tabletas y tubos

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de rapé, de hueso y dos figurines de arcillas, gado de olla (fig. 1 e). Como yacieron sobre
modeladas sólidamente y en posición sentadas la superficie del sitio, expuesto al sol y al aire,
con trazos post-cocción de pigmento rojo. La están erosionados. Se distingue que la pasta
pasta de color rojizo, pobremente cocida, in- laminar, aunque no se desmorona, tiene abun-
cluye temperamento fino de granos blancos. dante desgrasante de granos toscos negros y
blancos, predominando los últimos. La super-
De tortugas poseemos un fragmento mode- ficie interior irregular fue suavizada con los de-
lado sólido, posiblemente de figurina, con resi- dos, apreciándose las hendiduras que dejaron.
duos de post-cocción de pigmento rojo en las
incisiones (Lam. II h). La fase 1 de la Cerámica Inicial de Las Al-
das está representada por un conjunto relativa-
Se conocen figurinas para el periodo de mente pequeño (Fung, Ms. 69-74). Contamos
Cerámica Inicial en Ancón (Strong, 1925: fig. con un total de 10 bordes de ollas (fig. 6B) dos
6) y en Las Aldas (Ishida et al, 1960: 103). de ellos delgados, ligeramente tornados hacia
Distinguidos americanistas, Strong, entre los fuera, pero cuyos labios sensiblemente se en-
primeros, Lathrap y otros (Strong, 1925: 154; cuentran muy erosionados, de allí que nos he-
Lanning, 1962: 594; Lathrap, 1966: 126) han mos sentido impedidos de ilustrarlos. Tortugas,
señalado sus vinculaciones históricas con las de por otra instancia, carece de golletes de bote-
Mesoamérica. Nosotros hemos argumentado en lla, pero puede ser que ampliando la colección,
contra tal conexión. (Fung, Ms.: 14-18). se reconozca a este tipo de recipiente. Las di-
ferencias de la fase 1 de Las Aldas comprome-
La figurina de Tortugas, en todo caso, esta- ten las huellas del pulidor sobre las superficies
ría relacionada con las de Las Aldas y los otros exteriores que no son ni tan marcadas ni tan
elementos. frecuentes como en Tortugas y se desconocen
hasta el momento las ollas decoradas. Ellas
Prosiguiendo con la descripción de la cerá- aparecerán mas tarde.
mica de Tortugas, le toca a los decorados res-
tantes. Un espécimen incluido dentro de dicha Fuera de la cerámica, un punto importante
categoría, en realidad consiste de un pedazo de de relación entre periodo de Cerámica Inicial
tierra cocida con una impronta de tejido llano de La Aldas y el de Tortugas representa la ocu-
(lam. II g). rrencia en ambos sitios de los trozos de cuarzo
y los escupitajos de corteza.
La decoración de la unidad de Tortugas se
basa en puntuaciones profundas más o menos Antes de continuar quisiéramos indicar
circulares o alargadas acompañadas, en un que entre los residuos alimenticios del sitio de
ejemplo, de una línea incisa, ancha, irregular Tortugas, reconocimos algunas pepas de lúcu-
(lam. II f; fig. 1f). Las puntuaciones petaloida- mas, restos de guayaba (?), calabaza, vértebras
les han sido efectuadas empujando un punzón de pescado, abundantes conchas y algunos
grueso y romo en ángulo agudo, resultando así huesos de mamíferos no identificados.
mucho más honda el área de la presión final
(Lám. II c, e; Fig. 1 a, c). La importancia de la sorprendente simili-
tud estilístico –decoración característica de
Excepto por el borde de una olla decorada, pasta, desgrasante, y acabado de las superficies
no sabemos qué otras formas produjeron. So- interiores– entre la cerámica de C1, Tortuga y
lamente podemos indicar que los demás tiestos la Aldas, radica en que nos permite desarrollar
derivaron de vasijas de cocina porque fueron ciertas hipótesis concernientes a la historia de
hallados ennegrecidos de hollín. Tres exhiben una serie de complejos arquitectónicos en el
un ángulo (fig.1 c, d, t) igual que los del C1 valle de Casma que hasta hoy permanecen sin
(fig. 1 b, g). fecharse.

La reducida muestra de C1, Casma, com- En 1962, el Dr. Donald Collier dio a cono-
prende, fuera de los 2 tiestos decorados, dos cer una secuencia para el valle de Casma en
fragmentos sencillos de cuerpo y un borde del- base de la clasificación de las colecciones de

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cerámica que fueron recuperadas a través de El Formativo Tardío en la cronología de


las colecciones de cerámica que fueron recu- Collier está representado por la cerámica del
peradas a través de las exploraciones y excava- estiló Patazca que es un Chavín derivado o
ciones que realizara cuatro años atrás (Collier, sea, un estilo que carece de los elementos es-
1969). Luego, el Dr. Donald E. Thompson, pecíficos Chavín (Collier, 1962: 413).
quien fue asistente del Dr. Collier, ordenó los
patrones de asentamiento de acuerdo a esa En la gran pirámide de Sechín Alto, Collier
cronología (Thompson,: 1962, 1964 a; 1964 encontró asociado a la estructura de adobes có-
b). Thompson nos indica la dificultad de seriar nicos, superpuesta a la de piedra, un 100% de
un cierto número de pirámides escalonadas, de cerámica del estilo Patazca (Collier, comunica-
caras paramentadas, en el área comprendida ción personal, 1966). Por otro lado, en sus exca-
entre el sur de de Costa Norte y el extremo vaciones dentro del perímetro del mismo sitio,
Norte de la Costa Central que abarca el valle obtuvo, al parecer, una estratigrafía invertida.
de Casma, debido a los siguientes factores: la Gualaño al que le asignó una fecha de 750 a.C.
ausencia o muy poca cantidad de tiestos su- fue ubicado después del estilo Cahuachuco con
perficiales asociados a las estructuras; otras ve- unos 1,200 a.C. (Collier, 1962: 412). Las data-
ces, la mezcla de cerámica tanto tardía como ciones de C14 posteriormente han contradicho
temprana y, por último, la recuperación de este orden estratigráfico, estableciendo un fe-
los sitios utilizándolos como comentarios que, chado de 690 a.C. para el estrato Cahuachuco
más tarde al ser excavados sin ningún interés y de 1,450 a.C. para el de Gualaño (Berger, et
científico, ha dado lugar a la dispersión de la al. 1965: 347). Aplicando el nuevo método de
fragmentería tardía en construcciones que ar- la Termoluminescencia a tiestos de la misma
quitectónicamente se las considera como tipos colección estratigráfica ha producido igual re-
tempranos (Thompson, 1962). sultado, en el sentido de que la cerámica de Ca-
huachuco es más joven que la Gualaño (Mazess
Debemos manifestar que las mencionadas y Zimmerman, 1966: 347-348).
interpretaciones temporales ocurrían en una
época cuando recién se comenzaba a definir la Cuando el Dr. Collier describió los estilos
Cerámica Inicial en el Perú y cuando aún pre- de cerámica casmeña, señalo la similitud del
valecía la opinión de que los edificios públicos estilo Gualaño con la última parte de Guañape
de carácter ceremonial fueron construidos re- Temprano (Collier, 1962: 413).
cién durante el período del Complejo Chavín
u Horizonte Temprano. La cerámica sencilla del estilo Gualaño es
delgada (3-8 mm), de color que va del negro
C1 es identificado como una de las diez pi- al rojo. La pasta es deleznable, exhibiendo un
rámides enigmáticas descritas por Thompson pobre control del fuego. La superficie interior
que se caracterizan por la notable escasez de está alisada toscamente o raspada y el exterior
tiestos. Se trata de una estructura de piedras exhibe las marcas del pulimento realizado con
angulares engastadas en barro, del sub tipo co- un instrumento duro. Las formas reconocidas
rridore. El plano de la pirámide es rectangular son ollas globulares pequeñas o medianas, de
y se levanta unos 8 a 16 m del suelo. En el abertura constreñida y bordes ligeramente en-
centro, a lo largo de la cima, hay una hendi- grosados con labio redondeado o angular. Se
dura que corresponde a los patios inferiores, encuentran vasijas de forma similar pero con
que a su vez, están flanqueados por cuartos los bordes levemente volteados hacia afuera.
y plataformas. C1, además, contiene algunas La decoración que es extremadamente rara
edificaciones de adobes cónicos igual que el gira alrededor de líneas incisas, áreas de pun-
monumental Sechín Alto (Thompson, 1962: tuaciones más o menos circulares y un filete o
265). apéndice inciso. Junto con Gualaño Sencillo
aparece una pequeña cantidad de alfarería ne-
Todas las diez pirámides han sido asignadas gra bruñida y fragmentos de alfarería roja que
al período denominado Formativo. El sub- tipo proceden de pequeñas vasijas globulares de
corridore perteneciente, según Thompson al boca estrecha, tazas globulares y tazas de bases
Formativo Tardío. planas (Collier, 1962: 413).

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Collier no ha ilustrado la cerámica del La concentración en el pequeño valle de


estilo Gualaño, pero teniendo en cuenta la Casma de un sistema de centros ceremoniales
cronología absoluta, la comparación y la des- con construcciones monumentales (Kosok,
cripción que nos ofrece, podemos proponer 1965: 215) que comprenden a una pirámide,
que estamos frente a un complejo de cerá- la de Sechín Alto, que sobrepasa en sus dimen-
mica inicial evidentemente relacionado con siones a la Huaca del Sol, producto del Estado
el Guañape, Huaca Prieta, Tortugas, C1, Las Mochica unos 1500 años después, descubre el
Aldas y Ancón. panorama de un proceso socio-político mu-
cho más amplio y complejo de lo que había-
Si la unidad cerámica del sitio de Tortugas mos supuesto para un periodo tan temprano
indica vinculaciones innegables con la fase en los Andes Centrales. El tratar de elucidarlo
1 de la cerámica inicial de Las Aldas y si los resulta fundamental para la comprensión del
dos fragmentos decorados de C1 se presentan surgimiento de las civilizaciones en el Nuevo
como homólogos a los del mismo tipo de Tor- Mundo.
tugas, resulta válido postular que la edificación
data, al menos, de ese periodo, y, si C1 posee
adobes cónicos superpuestos igual que Sechín
Alto y si los adobes cónicos se los diagnostica Reconocimientos
como elementos del complejo Chavín, tene- Estamos muy agradecidos a los Señores
mos en C1 una ocupación tardía por algunas Y.Miyazaki, Félix Caycho, Abraham Guillén y
de las gentes Chavín, situación idéntica a la Wilfredo Loayza por la generosa colaboración
de Las Aldas pero sin la asociación de adobes con los dibujos y las fotografías, del Arqº Car-
cónicos sino más bien de un gran pozo cere- los Williams León quien nos proporcionó el
monial circular (Fung, Ms.), estructura que mapa que acompaña al texto en donde ha sido
también ha sido descubierta en Sechín Alto y posible ubicar el sitio C1 gracias a la informa-
otros sitios (Fung y Williams, Ms; Fung, Ama- ción grafica del Dr. Collier. Igualmente agrade-
no y Miyazaki, Ms). cemos a los Dres. Junius Bird, Betty Meggers y
Clifford Evans.
En otra ocasión, hemos postulado las re-
laciones entre Guañape Medio y las fases 2 y El material de Tortugas y C1 se encuentra
3 de la Cerámica Inicial de Las Aldas, subra- depositado en el Museo de Arqueología y Etno-
yando que recién, por primera vez, durante logía de la Universidad Mayor de San Marcos.
este período se identifica una estructura de
tipo ceremonial en Virú, el Templo de Las
Llamas (Strong y Evans, 1952: 27-39; Fung,
Ms. 206-216). Estas relaciones apoyarían la Bibliografía
impresión original de Collier de la semejanza BERGER, R; G J. FERGUSON y W. F. LIBBY
estilística entre la cerámica de la última par- 1965 “UCLA Radiocarbon dates IV”, vol. 7 p.
te de Guañape Temprano y la del estilo Gua- 347. Published Annually by the American
laño que el encontró en Sechín Alto. Aquí Journal of Science. Yale University Press,
New Haven.
debemos anotar que con el estrato Gualaño,
las excavaciones no alcanzaron terreno cul- BIRD, Junius
turalmente estéril, por lo tanto, Sechín Alto 1948 “Preceramic cultures in Chicama and
Viru”. En: A Reappraisal of Peruvian Ar-
debió haberse empezado a construir antes, lo chaeology. Editado por Wendel C. Ben-
mismo que hemos propuesto para Las Aldas, nett. Memoirs of the Society for American
asumiendo que fue un centro ceremonial de- Archaeology, N° 4, pp. 21-28. Menasha.
pendiente de Sechín Alto (Fung, Ms.; Fung COLLIER, Donald
1969: 143-144). 1962 “Archaeological Investigation in the Cas-
ma Valley, Peru”. Separata: akten des 34
C1 y Tortugas, en consecuencia, formarían Internationalen Amerikanistenkongresses,
parte de este gran complejo de Sechín Alto- Wien 18. bis. Juli 1960. pp. 411-417.
Las Aldas. Horn-Wien.

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