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Unidad III- Concepto de Historia. Categorías de la Historia.

La Historia y sus
Ciencias Auxiliares.
Tema 10: Conceptos elementales de la Historia. El hecho histórico. Los
sujetos de la Historia. La interrelación entre los aspectos de la vida social. El
marco conceptual. Más sobre el tiempo histórico. Más sobre el espacio
geográfico. Las fuentes de la historia. Fuentes Primarias y fuentes
secundarias.
I- Conceptos elementales de la Historia: el hecho y el sujeto histórico
A. El hecho histórico

La historia humana es el resultado de una multiplicidad de interpretaciones


construidas socialmente. El hecho histórico.

1. “Un hecho histórico es algo que ha sucedido en el pasado y que ha


dejado una huella en documentos que permite sea reconstruido por
el historiador.”
2. Los principios básicos de la Historia son dos:
a. el examen riguroso de las pruebas históricas, comprobadas por una
investigación imparcial libre de creencias “a priori” y de prejuicios; y
b. un método inductivo de razonamiento, de lo particular a lo general.
3. Implícitos en esos principios hay una teoría del conocimiento:

“El pasado existe independiente de la mente de los individuos y el historiador debe


ser capaz de representar el pasado objetivamente y con precisión.”

4. La verdad de una explicación histórica reside en su correspondencia con


los hechos.
5. El “noble sueño” de la profesión histórica consiste en la búsqueda de la
objetividad. Quitarse de encima todos los prejuicios y preconcepciones,
leer el material dejado por el pasado “en el contexto del día que lo
produjo”, mantener alejado el presente del pasado. Esos son principios
que deben guiar en todo momento al historiador.
6. Según John Bagnell Bury (1861-1927) “la historia es una ciencia, ni más
ni menos”. Una ciencia debido a su “minucioso método de análisis de las
fuentes” y a su “escrupulosamente exacta conformidad con los hechos”.
Único objetivo: presentar a sus lectores “la verdad sin mancha ni pintura”.
7. Para un grupo de historiadores utilizar el método histórico correcto es la
clave para revelar la verdad sobre el pasado.
Se compara la creación del conocimiento histórico con la construcción de
un edificio con ladrillos y mortero. Cada trabajo de investigación
publicado representa un ladrillo, sin preocuparse demasiado de cómo se
acabaría el edificio. En realidad, nadie podrá saber cómo acabará. El
edificio, al final, sería el resultado de la labor de incontables historiadores,
artesanos cualificados, eso es lo que son en definitiva los historiadores.
8. Con la información factual e irrefutable situada en el corazón de la
investigación histórica, el método de establecer la veracidad de las
pruebas se convirtió en algo esencial desde Ranke.
9. Los criterios para valorar los documentos comenzaron a mostrar sus
límites cuando los historiadores, entrado ya el siglo XX, expandieron su
foco de atención más allá de las elites gobernantes. La mayoría del
material documental había sido creado y guardado por las elites de la
sociedad y para reconstruir las vidas y experiencias de los de abajo, el
historiador debía encontrar otras fuentes y técnicas.
10. Se ampliaba el foco y se ampliaban las fuentes, y eso significaba que, en
la mayoría de las ocasiones, resultaba virtualmente imposible para
cualquier historiador moderno controlar y leer todas las fuentes
existentes sobre su investigación.
11. Surgió así el “relativismo”, la creencia de que la verdad absoluta es
inalcanzable y de que todas las afirmaciones sobre la historia están
conectadas con (o son relativas a) la posición de quienes las hacen.
12. Una de las primera manifestaciones de esa crítica a la objetividad la
abanderó el historiador norteamericano Charles A. Beard (1874-1948).
Para Beard, el historiador no podía ser un “espejo neutral” del pasado:
“Nosotros no adquirimos la mente neutral, sin color, porque declaremos
nuestra intención de hacerlo así. Lo que hacemos, más bien, es clarificar
la mente al admitir sus intereses y las normas culturales –intereses y
normas que controlarán, y estorbarán, la selección y organización de los
materiales históricos”.
13. La crítica relativista subió años más tarde de tono, y ganó en
profundidad, con la aparición del afamado e influyente libro What is
History? (¿Qué es la Historia?), publicado en 1961 por Edward Hallett
Carr (1892-1983).
Carr argumentó que un hecho pasado no llegaba a ser hecho histórico
hasta que no era aceptado como tal por los historiadores.
14. Desafió así la creencia de que la historia constituía simplemente una
materia de hechos objetivos y su obra resultó, y así fue utilizada por
generaciones posteriores, el ataque más enérgico surgido en el mundo
británico frente al empirismo y la “falsa objetividad”.
15. A decir de Carr y de muchos historiadores sociales de los años sesenta
y setenta, los hechos no se captan “objetivamente” por el observador, ya
que éste sólo ve aquello que está interesado por ver y sus intereses se
hallan condicionados por su vida entera.
16. Los hechos históricos, de acuerdo con Carr, proceden en buena medida
de testimonios personales, por lo que han sufrido otra refracción más al
pasar a través de la subjetividad del testigo o transmisor original.
En palabras de Carr, “los hechos de la historia nunca nos llegan a
nosotros en estado ´puro´, puesto que ni existen ni pueden existir en una
forma pura: siempre hay una refracción al pasar por la mente de quien
los recoge”.
De ahí procedía la definición de historia de Carr tantas veces
repetida: “un proceso continuo de interacción entre el historiador y los
hechos, un diálogo sin fin entre el presente y el pasado”.
17. La obra de Carr, tuvo respuesta de Geoffrey Elton en The Practice of
History. Ambas representaban muy bien esas posiciones acerca de la
objetividad y los hechos históricos.
Como ha señalado Richards Evans, “mientras Carr abanderaba una
aproximación sociológica al pasado, Elton declaraba que cualquier
trabajo histórico serio debería tener una espina dorsal narrativa de
acontecimientos políticos”.
Cómo se ve este aspecto hoy: las escuelas históricas.

B. Los sujetos de la Historia

En primer lugar:

1. Los sujetos de la historia son todos aquellos individuos que hacen los
procesos históricos.
2. Pueden ser no sólo los héroes nacionales, sino los grupos que
los respaldaron, sus sucesores y, sobre todo, todos los individuos que de
alguna manera influyeron en el destino actual de la historia en una
nación-cultura.
3. Todos tienen una serie de intereses económicos, políticos, sociales,
etcétera. Es decir, le dan vida, movimiento, dinámica, a las fases
históricas.

En segundo lugar:

4. La historia es un producto de los seres humanos -es producida


directamente por ellos-, y como tal más que un objeto.
5. La noción de sujeto se relaciona con los temas de la historiografía, esto
es, con unas parcelas de la realidad que se privilegian frente a otras,
precisamente, cuando pasan a formar parte de los libros de historia.
6. Incluso antes, cuando comienza una investigación, la selección del sujeto
se reconoce como una de las primeras fases del método histórico. Esta
acción, que parece casi mecánica, encierra un mecanismo que, de una
parte, silencia potenciales temas que podrían ser de interés pero que no
son explorados por los investigadores frente a otros que son tratados en
exceso.
En tercer lugar:
1. El sujeto hace referencia a los actores de la historia.
2. Muchas veces los amantes de la historia prestamos mucha atención a
los qués y a los porqués del pasado. Queremos saber con exactitud la
fecha de una batalla, las ciudades por las que pasó el ejército de tal país
o el número de votantes a favor o en contra de un determinado partido.
3. Asimismo, preocupa mucho contextualizar cada acontecimiento y
analizar las razones que se esconden detrás de ellos. Sin embargo, se
pasa por alto el hecho de que antes de un acontecimiento y de un motivo,
hay un actor, existe un quién.
II- El tiempo histórico
1. La Historia entiende la temporalidad como conciencia de ser humano,
primero como memoria histórica y posteriormente como conciencia
histórica.
Tener conciencia histórica es tener conciencia de la responsabilidad de
que debemos conocer el pasado para poder comprender el presente y
construir el futuro.
2. En el caso del tiempo, no debe confundirse la cronología con la
periodización. (el tiempo existe independientemente del hombre)

La cronología es objetiva y se aprende por memorización.


La periodización requiere de la comprensión de la subjetividad del
tiempo y de la arbitrariedad de las etapas históricas, según se
priorice un cambio histórico u otro.
3. El tiempo histórico es una macrocategoría analítica y un instrumento
cognitivo. Integra varios sistemas y subsistemas conceptuales. Las
tipologías de los conceptos temporales son diversas, algunos conceptos
son conocimientos específicos: cronología, década, periodización, ....
Otras son instrumentos conceptuales que sirven para acceder a otros
conocimientos históricos: revolución, ciclo, decadencia, ....
4. Los conceptos temporales actúan como organizadores cognitivos, tanto
en los acontecimientos de la vida cotidiana como en el proceso de
comprensión del conocimiento histórico.
5. El proceso de construcción de la estructura conceptual de la
temporalidad histórica debe tener en cuenta que:
a) el cambio y la continuidad, son conceptos fundamentales que dan
sentido al estudio de la historia, para explicar los procesos, por ejemplo,
de transición, evolución o revolución, crisis, ciclos, modernidad,
progreso o decadencia;
b) las categorías de la temporalidad humana y las relaciones que se
pueden establecer entre el pasado, el presente y el futuro, son claves en
el proceso de formación del pensamiento histórico y la conciencia
histórica.
6. Los individuos, las sociedades, las culturas cambian, pero siempre
existen elementos de continuidad que permiten enlazar y relacionar los
hechos, los personajes y las interpretaciones.
7. El binomio cambio-continuidad incluye a la vez otros conceptos, que a
veces se utilizan como sinónimos de cambio, pero que en realidad lo
matizan o lo complementan, como son evolución y revolución,
no es lo mismo la
crecimiento y desarrollo, transición y transformación, progreso, historia problema
que la histotria
modernidad y decadencia. discurso

8. Las relaciones entre el pasado, el presente y el futuro se han convertido


en el eje central de la reflexión histórica acerca del tiempo. Un autor,
Ferro llama la atención a que “el estudio de la historia sustituya la historia-
discurso por la historia-problema, que se establezcan interacciones
espaciales y temporales, de la micro a la macrohistoria.
9. Al trabajar el tiempo histórico el historiador emplea términos como:
a. larga duración: expresión para designar un nivel del tiempo
histórico correspondiente a aquellas estructuras de la sociedad cuya
estabilidad es muy grande en el tiempo -FES, presencia de
ideologías, límites geográficos determinados por accidentes
geográficos o divisiones político-administrativas. Dicho de otro modo,
procesos. Los procesos incluyen una determinada cantidad de
hechos históricos.
b. media duración: en esta el cambio es perceptible en reformas
económicas, procesos de cambio, fenómenos de transformación
profunda como revoluciones, contrarrevoluciones, hechos estos
todos coyunturales.
c. corta duración: hechos de la historia -acciones, sucesos,
acontecimientos-, eventuales o inmediatos medibles en horas, días o
semanas.
III- El espacio geográfico:
1. No hay espacio geográfico sin historia.
2. En la larga duración histórica -junto con la mediana y la corta duración una
construcción de los historiadores Lucien Fevbre, en su obra La terre et
l’evolution humaine, ampliada por Ferdinand Braudel en La Mediterranée et
le monde mediterraneen dans l’époque de Philippe II-, el escenario
geográfico se mueve al ritmo de un tiempo muy lento, en el cual las mínimas
transformaciones poseen un ritmo secular, e incluso milenario. Ese mundo
está condicionado por el medio físico, terrestre y marino, pero en él se dan
también otro tipo de invariantes, como pueden ser el hábitat, las formas
básicas de la producción económica y numerosos elementos de lo que
constituye la cultura material, sobre todo de las clases populares.
3. En la mediana duración histórica pueden observarse las transformaciones
seculares o de grupos de decenas de años, que definirían, por ejemplo,
aquello que en los libros de historia nos permite diferenciar la Edad Media de
la Edad Moderna, o el siglo XV del siglo XVI, y estaría constituida por las
transformaciones económicas, sociales, o las propias del mundo del
pensamiento y la cultura.
4. Espacio es poder.
IV- Las fuentes de la historia
1. El historiador no inventa cuanto describe o narra. Jamás puede llenar
ninguna de las múltiples lagunas históricas con hipótesis. El historiador
reconstruye el pasado a partir de una documentación a la que debe atenerse
según criterios científicos muy rigurosos.
2. La capacidad del historiador se mide precisamente por el rigor y la
inteligencia con que sabe hacer uso de la documentación disponible.
3. El conocimiento histórico es indirecto, depende de la información que el
investigador obtiene de las diversas fuentes históricas.
4. Por fuentes históricas se entiende toda huella dejada por la actividad
del ser humano, a través del tiempo. Todo aquello que permite
reconstruir los acontecimientos y formas de vida del pasado es
considerado dentro de la categoría de fuentes históricas.
5. Hay diversas clasificaciones de las fuentes empleadas por los historiadores.
Las más importantes son las siguientes, o mejor, la más importantes es la
combinación de ellas tres:
a. La que distingue entre fuentes primarias o directas y fuentes secundarias
o indirectas.
b. La que divide las fuentes escritas -las de mayor uso en la investigación
histórica-, y las fuentes no escritas -arqueológicas, icnográficas, orales-.
c. La que diferencia entre testimonios voluntarios y testimonios
involuntarios.
A- Las fuentes primarias
1. Las fuentes primarias son aquellas que se han desarrollado casi al
mismo tiempo que los eventos investigados. Constituyen
información de primera mano sobre acontecimientos históricos. Es
documentación escrita o no escrita de autores participantes o no en
los hechos de referencia. Eso sí, es requisito que el documento haya
sido elaborado en medio de los acontecimientos, en el período en
que estos ocurrieron o hasta un poco después.
2. La importancia de las fuentes primarias radica en la objetividad y la
confiabilidad que ofrecen al historiador dado encontrarse en relación
directa con el hecho histórico, sin haber sufrido modificaciones so
alteraciones.
3. La característica principal de cualquier fuente primaria es su originalidad
y autenticidad. También, en ocasiones, se les llama fuentes directas.
B- Las fuentes escritas y no escritas

1. Las fuentes escritas comprenden:


a. Actas
b. Testamentos.
c. Cartas
d. Diarios personales.
e. Notas periodísticas.
f. Memorias.
g. Autobiografías.
2. Las fuentes no escritas comprenden:
a. Pinturas.
b. Dibujos.
c. Esculturas.
d. Obras arquitectura.
e. Utensilios de todo tipo.
f. Materiales arqueológicos.
g. Fotografías.
h. Películas cinematográficas.
i. Videos.
j. Disquetes.
k. Memory flash.
l. Discos de vinilo.
m. Discos compactos.
n. Audiograbaciones.
o. Materiales de audio y video tomados de Internet.

Las fuentes secundarias:

1. Las fuentes secundarias son descripciones, interpretaciones o


comentarios acerca de las fuentes primarias, elaborados por individuos
que no participaron en los hechos.
2. Las fuentes secundarias o indirectas también pueden dividirse en escritas y
no escritas.
3. Todo trabajo histórico hace uso de estas fuentes pues es imposible
aproximarse o situar un acontecimiento histórico sin aprovechas el
conocimiento ya existente sobre el mismo.
4. Las fuentes secundarias comprenden:
a. Libros de texto de historia.
b. Comentarios sobre leyes o actas.
c. Enciclopedias.
d. Biografías.
e. Novelas.
f. Poesías, cuentos, piezas teatrales, y obras literarias en sentido general.
g. Fotomontajes.
h. Películas cinematográficas.
i. Videos.
j. Disquetes.
k. Memory flash.
l. Discos de vinilo.
m. Discos compactos.
n. Audiograbaciones.
o. Materiales de audio y video tomados de Internet.

Del inciso “g.” en adelante estas se consideran fuentes secundarias siempre que
comenten, interpreten y/o alteren una o varias fuentes primarias.

C. Las fuentes testimoniales voluntarias e involuntarias.


1. Las fuentes testimoniales voluntarias e involuntarias se refieren a la
intención con que fueron creadas tales fuentes.
2. Las fuentes testimoniales voluntarias son aquellas que fueron creadas
con el propósito deliberado de registrar un acontecimiento considerado
de importancia tal que se supone habrá de convertirse en objeto de
estudio de la historia.
3. Mientras, los testimonios involuntarios son aquellos creados con una
intención particular e incluso personal: correspondencia entre personajes
cuyas acciones de uno de ellos o de ambos, resultarán de trascendencia
futura.
D- Otras fuentes
1- Existen además otras clasificaciones:
a. Fuentes públicas o administrativas: su redacción responde a necesidades
estatales, legales o económicas. Su intención no es histórica ni literaria.
Entre ellas se hallan los libros de cuentas o económicos con datos de
tributos, distribución del gasto público o de una institución en particular,
inventarios, contratos, transacciones comerciales.
Los documentos de la Iglesia Católica son abundantes, dada la
antigüedad de esa institución en la historia universal, y su influencia, más
allá de lo religioso, en la vida económica, política, social, ideológica,
mental, en fin, cultural, de Occidente, y más allá.
Los documentos de la Iglesia Católica incluyen: cánones de concilios,
bulas papales, registros papales, archivos diocesanos, registros
parroquiales. Los registros parroquiales son de gran importancia para la
historia social y demográfica, único medio durante siglos para registrar
nacimientos, defunciones, casamientos, incluso el ingreso económico de
los feligreses obligados a dar el diezmo a la iglesia.
b. Fuentes privadas: son documentos personales, por lo general
correspondencia epistolar de personajes célebres o de individuos
comunes participantes en algún hecho histórico. Dado que carecen de
intencionalidad histórica en la mayoría de los casos, las fuentes privadas
poseen un aceptable grado de confiabilidad y veracidad. En esta
clasificación entran algunos testimonios de acontecimientos en los cuales
estuvieron involucrados sus autores.

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