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Leer o no Leer…

Filosofar es quemar las naves, perderse, lanzarse a la búsqueda del silencio por
medio de las palabras […] el texto filosófico es: pie de partida; en él sólo puede
leerse la orden de marcha, irónica voz de milagro: «levántate —nadie lo hará por
ti— y anda».
Fernando Savater

Ser estudiante de filosofía implica la lectura de textos filosóficos. Nada nos debe privar
de la posibilidad de tener la experiencia de un acceso directo a los textos escritos por los
autores de la tradición filosófica. “Nadie lo hará por ti” afirma Savater. En el caso de los
textos medievales debemos enfrentarnos a fragmentos, porque la obra de Agustín, Boecio,
Roger Bacon o Alberto Magno nos podría llevar toda una vida de estudios. Parece
razonable leer al menos una pequeña selección. Los medievales llamaban a esto
Florilegium. Una antología con ejemplos de lectura y enseñanza que se reunían en un
volumen que circulaba entre los estudiantes del studium medieval, aquellos lugares en los
que se impartía la formación filosófica medieval. Leer textos filosóficos medievales es
una tarea difícil, sobre todo cuando se llega a la universidad con poca o ninguna
experiencia. Las lecturas parecen desalentadoras, el vocabulario confuso, y lleva mucho
tiempo comprender incluso la parte más pequeña de un pasaje. Incluso en tercer y cuarto
año, esta actividad parece fatigosa. Sin embargo, se tornará más fácil con el tiempo y la
práctica.

Leer toma su tiempo, lo que suena obvio, pero los textos filosóficos tienen poco que ver
con la lectura de obras narrativas, informativas o con la narrativa casi “audiovisual” del
best-seller. Se trata de una lectura conceptual con profundas repercusiones teóricas que
requiere precisión, voluntad, y una mente abierta al desafío que propone el texto. Los
textos filosóficos fueron escritos para develar argumentaciones que buscan estimular la
interpretación, el análisis, y la discusión. Por esto no entretienen, al contrario, intentan
cuestionar lo que parece evidente o rebatir lo que nos resulta familiar. Esto significa que
a veces se necesitará leer, releer, y quizá, leer de nuevo antes de tener certeza de nuestra
la comprensión de los problemas y conceptos a los que apuntan.

De hecho, nunca obtendremos una buena comprensión de un texto si solo lo leemos una
vez. Antes de empezar a leer, debemos asegurarnos de tener el tiempo, o al menos, los
pocos minutos con los que contamos para aprovechar el texto que necesitamos leer. El
“atracón” filosófico no existe, no es una serie -en 6 capítulos- que se acumula pasivamente
y se olvida al día siguiente. Una lectura apresurada a menudo nos dejará más confundidos
de lo que estábamos antes de comenzar, pero este puede ser el primer paso de nuestro
camino.

Antes de comenzar, tenga un bolígrafo o lápiz a mano, y un cuaderno o papel. Una vez
que haya desarrollado un método propio para tomar notas que se adapte a sus necesidades,
descubrirá que anotar y/o comentar el texto a medida que avanza en la lectura le ahorrará
tiempo y evitará confusiones cuando requiera hacer un seguimiento de los conceptos que
expone el texto. También es útil adquirir un contexto previo sobre lo que se está leyendo.
En las “Historia de la filosofía” y los “manuales” podrá obtener la información acerca de
cuándo se escribió el texto, a qué área de la Filosofía se orienta y la comunidad a la que
estaba dirigido. Tener una idea aproximada del contexto ayuda a ubicar las ideas en
relación con el panorama general. Los documentos historiográficos se recomiendan para
tener una perspectiva más amplia sobre los autores.
Empecemos por interrogar al texto

a. el ¿Qué?
¿Cuál es el enfoque?
¿Cuál es su argumento principal?
¿Qué está intentando de probar?

b. el ¿Por qué?
¿Por qué se ha escrito?
¿A qué/quién responde?

c. Y el ¿Cómo?
¿Cómo enseña los conceptos?
¿Cómo construye los argumentos?

Tenga en cuenta estas preguntas mientras lee, ya que formarán la base de sus comentarios
y anotaciones al texto. Vuelva a estas preguntas de vez en cuando y trate de asegurarse
de haberlas respondido. Esto mantendrá su lectura enfocada en los argumentos principales
del texto y aclarará su comprensión. El estilo del texto filosófico es único, puesto que
ofrece un diálogo interno. Los medievales son grandes teóricos de este diálogo consigo
mismo, el llamado verbum mentis que no es muy diferente a un debate filosófico de ida y
vuelta.

Los textos filosóficos muestran al autor en un duelo especulativo en el cual refuta o


defiende su propia teoría. El pensamiento filosófico no es sencillo, así que mientras está
leyendo no pierda la paciencia porque no entiende el texto en la primera lectura. A veces,
en lugar de quedarse en el mismo párrafo una y otra vez, es mejor seguir leyendo y volver
más tarde al principio. Terminar el texto y tener una imagen general puede aclarar
cualquier problema que haya tenido anteriormente.

¡Continuemos…ánimo!

¡No espere entenderlo todo!


No se detenga en las partes que encuentre confusas (habrá tiempo para esto más adelante)
Intente obtener una idea general de la argumentación presentada por el autor.
¿Qué ejemplos utiliza?
¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades?
¿Cómo defienden sus ideas?

En esta etapa, debería poder responder algunas de las preguntas iniciales y elaborar una
comprensión general de los problemas presentados.

Durante la segunda lectura…

Intente leer un poco más despacio (¡puede ser aburrido!)


¿Cómo ayuda cada sección del texto a responder las preguntas iniciales?
En este momento, vuelva sobre sus notas y profundice sobre ellas, elaborando este
esquema:

Argumentos: premisas (P) y la(s) conclusión(es) – (C)


A1, A2, A3
P1…
P2…
C…

Busque las objeciones en contra


OB1
OB2
OB3….

El autor puede ofrecer soluciones/razones para responder estas objeciones


S1
R2...

Señale las secciones relevantes. Elabore una breve nota explicando qué indican los puntos
clave de la lectura.

Sobre el contexto, tome nota de cualquier conexión con otra fuente/idea/teorías: Platón,
Aristóteles, etc.

Subraye las definiciones. Los filósofos son celebres por acuñar sus propios términos
D1
D2….

Marque los ejemplos. Los filósofos suelen usar ejemplos para aclarar lo que están
planteando. Es útil anotarlos como puntos de referencia para la discusión.
EJ1
EJ2

Resalte cualquier pregunta importante que plantee el autor, ya que esto lo ayudará a
realizar un seguimiento de hacia dónde se dirige el argumento.
P1
P2

¿Confundido? No pasa nada, marque los pasajes que no entiende e intente anotar por qué
le parece confuso.

?1?2?3?4?5…

Una vez elaboradas estas notas escriba sobre lo que acaba de leer, puede ser un breve
resumen. Esto no debería ser demasiado difícil si ha tomado notas precisas y si ha
respondido las preguntas clave. Un buen resumen le ayudará a comprobar que ha llegado
a consolidar su conocimiento del texto y le proporcionará un punto de referencia para sus
exámenes o trabajos.
Veamos un ejemplo, texto Introductorio de la Asignatura HFMYR I: Colación IV
(Buenaventura de Bagnoregio, Obras Completas III, BAC, pp. 252 ss.). He hecho una
selección de pasajes del texto para mostrar la estructura que se puede elaborar durante la
segunda lectura, mientras que para al primera he elaborado unas breves respuestas.
Podrán leer un resumen del texto en las Notas a la Introducción que representa la “última”
etapa de la lectura. No hay duda de que estas breves notas de lectura se pueden ampliar y
profundizar. Este es tan solo un ejemplo posible entre las diversas lecturas que puede
generar este texto.

Preguntas al texto (1mera lectura)

a. ¿Qué? Sobre el entendimiento humano y sobre los modos en que se obtiene el


conocimiento

¿Cuál es el enfoque? Basado en el creacionismo, afirma Buenaventura que el


entendimiento es una “luz natural”, nuestra primera “visión”, lo que explica las
“dificultades” de la filosofía y la forma en que ha sido enseñada por medio de 9 ciencias
y una décima llamada contemplación.
¿Cuál es su argumento principal? La luz natural se divide en tres: la verdad de los
signos-voces, la verdad de las cosas (o su esencia), la verdad de las costumbres (vida
individual y colectiva).
¿Qué está intentando de probar? El ser humano posee una capacidad natural que
le impulsa a conocer la verdad en cuanto es causa del ser de las cosas, razón del entender
y de la comunicación del pensamiento por medio del lenguaje y del orden en el vivir.

b. ¿Por qué? Los objetos del conocimiento son naturales, racionales o de la voluntad y es
necesario describir cómo se conocen y cuales son las disciplinas que nos ayudan a
conocerlos.

¿Por qué se ha escrito? Para mostrar la coincidencia entre el conocimiento que


alcanza el ser humano por medio de sus facultades naturales (entendimiento) y el
conocimiento divino. La finalidad es probar la convergencia entre conocimiento
especulativo y la décima arte: la contemplación.
¿A qué/quién responde? A la filosofía antigua que habla del “deseo natural” por
saber (cita a Aristóteles) y a la comunidad de estudiantes de la orden franciscana que
buscan realizar este deseo.

c. ¿Cómo? Divide la inclinación natural al conocimiento en 3 ramas y utiliza las


definiciones de las artes liberales.

¿Cómo enseña los conceptos? Por medio de los textos bíblicos ejemplifica cada
una de las formas del conocimiento, y luego recurre a la tradición filosófica para explicar
la lógica, la matemática, o la astronomía.
¿Cómo construye los argumentos? Ofrece primero una definición (luz natural, las
9 ciencias), luego cita ejemplos de como se desempeñan estas disciplinas.

Estructura del texto (2nda lectura & 3ra lectura)

Argumentos (A), premisas (P) y conclusión (C)


A1 La primera visión del alma es luz de la inteligencia dada por la naturaleza
A2 Los filósofos enseñaron nueve ciencias y prometieron enseñar la décima, esto es, la
contemplación
A3 Existe la verdad de las cosas, la verdad de los signos o voces, y la verdad de las
costumbres

P1 La verdad indica que nuestra mente es llevada por natural inclinación a la Verdad,
en cuanto que es "causa del ser, razón del entender y orden del vivir"
P2 La verdad se realiza de tres maneras: pertenece al conocimiento de las cosas que se
han de especular/reflexionar; o se efectúa en relación con la energía interpretativa, y así
es la verdad de las voces; o se efectúa en relación con la afectiva y motiva, y así es la
verdad de las cosas que se han de obrar.

C El alma quiere describir todo el mundo en sí misma

Objeciones (OB)

OB1 La consideración de los objetos en la naturaleza es en parte oculta y en parte


manifiesta
OB2 Las causas son ocultas, por ejemplo, por qué el fuego es cálido, por qué esta hierba
es cálida, otras veces de la cualidad y también de la cantidad e influencia de los cuerpos,
las cuales cosas a veces son manifiestas, otras veces ocultas.
OB3 La razón piensa elaborar en otro todo lo que tiene en sí, y hacer en sí cuanto hay
en otro

Soluciones (S)/Razones (R)

S1 Respecto de las diferencias ocultas de las quididades (esencias), su división se hace


de seis modos: en substancia y accidente, en universal y particular, en potencia y acto,
en uno y múltiple, en simple y compuesto, en causa y causado. Estas son seis luces que
disponen al alma para saber
R2 Todo lo que hay en el alma es por modo del concepto, por modo del asentimiento, o
por modo del afecto. Para indicar el concepto es la gramática; para determinar el
asentimiento es la lógica; para inclinar el afecto, la retórica.

Definiciones (D)

D1 Quididades (esencias)
D2 Luz natural: entendimiento
D3 Las ciencias: gramática, lógica, retórica, aritmética, música, geometría, astronomía,
filosofía natural o física, la filosofía primera (o de las quidades)

Ejemplos (EJ)

EJ1 El sol abrasa tres veces más los montes. Porque hay verdad de las cosas, verdad de
los signos o voces y verdad de las costumbres
EJ2 La causa del ser se atribuya al Padre; la razón del entender, al Hijo; el orden del
vivir, al Espíritu Santo
EJ3 Cita a Agustín de Hipona, Aristóteles, Salmos, Eclesiastés y el Génesis
Preguntas (P)

P1 La matemática, ciencia de la proporción y la cantidad, es ciertísima porque es patente


a los ojos

Pasajes confusos (¿?)

?1 La astrología es doble: por un parte trata de los cuerpos regulados por el movimiento,
que es la astronomía; la otra de su influencia, y esta es en parte segura y en parte
peligrosa, y es la astrología. Es peligrosa por los juicios que se siguen; y de esta proviene
la geomancia o la nigromancia y demás especies de adivinación

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