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msj502 s1 Desarrollo Historico
msj502 s1 Desarrollo Historico
Desarrollo histórico y
aspectos psicosociales
de la familia
Para algunos autores, el origen etimológico de la palabra familia es muy incierto, algunos
sostienen que proviene de la voz latina fames que significa hambre; otros afirman que proviene
de la raíz latina famulus, que significa sirviente - esclavo doméstico. En un principio, la familia
agrupaba al conjunto de esclavos y criados propiedad de un solo hombre. En la estructura
original romana, la familia era regida por el pater, quien condensaba todos los poderes, incluidos el
de la vida y la muerte, no sólo sobre sus esclavos sino también sobre sus hijos.
La familia aparece como un grupo natural de individuos unidos por una doble
relación biológica:
Siguiendo a Lacan, en las especies animales, la función de los progenitores da lugar a una
serie de comportamientos instintivos, habitualmente muy complejos y diferentes a los instintos
familiares, los cuales han sido relacionados por investigadores más recientes con un instinto
original, llamado de inter-atracción (Masotta, O., 1978; en Lacan, J., 1978).
A lo largo de la historia han existido ciertos “hitos” que marcan el inicio de la familia como
tal y que pueden ayudar a entenderla en su conformación actual en cuanto a su estructura,
organización y evolución:
1) La separación de los roles destinados a los hombres y a las mujeres, o división sexual
del trabajo. Esta consistía en que los hombres cazaban para proveer a sus grupos, y las
mujeres cuidaban a las crías. Esto dio indicios de los primeros agrupamientos sociales.
2) El descubrimiento del fuego. Con este hito surge la idea de hogar, donde se reúnen
todos a comer alrededor del fuego y el abrigo, aparecen los horarios o los tiempos
específicos para comer. El fuego da la posibilidad de cocinar los alimentos, alumbrar en la
noche, defenderse de otros grupos o animales, dar abrigo y tener un poder antes impensado.
4) La emergencia del Lenguaje. Esto genera la posibilidad de crear reglas que se transmiten de
generación en generación, por primera vez en la historia existe la posibilidad de crear
un relativo orden transmisible, marcando la tradición y la moralidad.
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Lo que se entiende hoy por Familia pudo haberse constituido entre 2000 y 5000 Años atrás.
Una de las mayores consecuencias dice relación con la alta concentración urbana de la
población, por medio de un enorme proceso de migración desde las zonas rurales, esto
conllevó consigo:
c) Paralelamente a lo antes señalado comienzan a emerger los movimientos por los Derechos
de las Mujeres (por ejemplo, el derecho a voto, que en Chile fue aprobado en 1935 para
las elecciones municipales, y recién en 1949 para elecciones parlamentarias y
presidenciales). Con esto, lentamente van surgiendo posibilidades reales para el
trabajo femenino remunerado y calificado, lo cual conlleva inevitablemente a una
flexibilización de los roles femeninos y masculinos, que muy lentamente empiezan a ser
compartidos.
Los miembros de las familias llegan a unirse cada vez más entre sí por vínculos exclusivamente
emocionales, convirtiéndose de manera consecuente, en la única institución en que pueden
desarrollarse con confianza, esos lazos emocionales. Sin embargo, hay evidencias de la inestabilidad
y fragilidad de la familia contemporánea bajo la perspectiva de los procesos sociales e históricos
(Adolfi y Zwerling, 1985).
Por otra parte, la dinámica relacional entre marido y mujer ha tendido, en los últimos
años, a evolucionar de complementaria a simétrica, marcada por la aspiración a la igualdad de
derechos y obligaciones en los planos privados y públicos, por parte de las mujeres mayormente.
En el ámbito privado, la mujer que trabaja (esposa) ejerce una presión importante sobre la
relación marital tendiente a una unión más igualitaria y democrática (Andolfi, 1985).
Ya en la década de los 80, la Dra. Sawhill hace un análisis económico de las implicaciones
del trabajo maternal, el cual es aplicable aún luego de décadas de historia. Plantea que la
crianza de un niño es una ocupación de dedicación intensiva, que implica alimentarlo, vestirlo y
cambiarlo de ropa o pañales en múltiples ocasiones, vigilarlo, cantarle, hablarle, entretenerlo,
leerle cuentos u otros, jugar con él o ella, etc… Todo lo cual implica muchas horas por día. Sin
perjuicio de lo señalado por la Dra. Sawhill, en la sociedad contemporánea dicho trabajo de
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“dedicación intensiva” no es de manera dogmática adjudicado solo a uno de los padres, e incluso en
muchas ocasiones, cada vez más, delegado a terceras personas.
Sawhill sugiere que, a medida que aumenta el precio de este tiempo destinado a la
crianza, es decir, aumenta la renta potencial representada por el lapso requerido para la gestación
y la crianza, va disminuyendo la motivación para tener hijos y criar niños, como lo que ha venido
sucediendo hace muchos años en Europa y en los últimos tiempos en Chile (Censo, 2002, 2012).
La forma actual en que las sociedades han tendido a “contrarrestar” los efectos en la
Familia Tradicional producto de la incorporación al trabajo de la mujer versus la crianza y la
formación de la descendencia, tradicionalmente realizada en mayor medida por éstas, ha sido la
opción de reducir la cantidad de hijos dentro de la familia, es decir, el tamaño y conformación de
ésta, como también de retrasar la edad en que las mujeres se embarazan, e incluso optando por no
ser padres.
Para el Enfoque Cognitivista, la familia se entiende como parte del medio, donde se
refuerzan, inhiben o castigan los procesos mentales y conductuales de sus miembros, siendo uno de
los entes fundamentales de educación.
Todo tipo de relaciones a nivel general, y aún más en particular las relaciones
familiares, tienen una cierta estructura, organización y evolución (ciclos vitales), las cuales son
cambiantes. De acuerdo a Minuchin (1998), podemos puntuar en la observación de una Familia,
tanto en el contenido como en las posiciones de cada una de las personas dentro de la dinámica.
Dentro del Enfoque Sistémico, una definición clásica de Familia es la que aporta el Modelo
Estructural de Minuchin (1993): Sistema que opera a través de pautas transaccionales que
establecen de qué manera, cuándo y con quién relacionarse. Está organizada sobre la base del
apoyo, regulación, alimentación y socialización de sus miembros.
Posteriormente, Minuchin (1998) plantea una definición complementaria y amplia que hace
referencia a la Familia como una pequeña sociedad humana cuyos miembros están en contacto cara
a cara y tienen vínculos emocionales y una historia compartida.
La epistemología sistémica debe ser una herramienta que nos permita construir
correlaciones y recursividades entre los diferentes niveles de lo observable, donde cada uno de
estos niveles es autónomo e interdependiente a la vez (Jutorán, 1994).
Desde esta mirada, la familia es un sistema y, lo que es observable, son las interacciones
entre sus miembros y las regularidades que aparecen en sus secuencias de
comportamiento, es una totalidad organizada, donde sus partes o miembros se interconectan de
acuerdo a una pauta. En la familia, el comportamiento de cada miembro afecta la conducta del
otro y a su vez es afectada por el resto (Jutorán, 1994).
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La Familia como sistema está compuesta por subsistemas, donde cada subsistema: padres,
hermanos, pareja, etc., tiene funciones o roles y demandas específicas para sus miembros y un
desarrollo de habilidades interpersonales que lograr. Estos dos procesos se basan en la
no interferencia entre subsistemas, lo que alude al grado de permeabilidad de los límites o paso de
información entre los subsistemas o entre el sistema total y el entorno (Minuchin, 1998).
Continuando con la idea anterior, lo límites pueden ser claros, flexibles, permeables o
impermeables, lo cual implica diferentes consecuencias en su operar.
a) Los límites claros facilitan el ordenamiento del sistema e impiden que exista confusión
entre los subsistemas o entre el sistema total y el entorno. A modo de ejemplo,
los límites normativos (horarios, reglas, obligaciones, deberes, etc.) son impuestos por los
padres en la relación paterno/filial, y son a su vez estos mismos lo encargados de hacer
cumplir dichas normas (límites).
b) Los límites flexibles permiten la interacción entre subsistemas o entre el sistema total
y el entorno de forma propicia para la negociación, por ejemplo, cuando en ocasiones
el hijo mayor cuida a sus hermanos si la madre y el padre deben ausentarse; sin
embargo, cuando llegan a la casa, el hermano mayor “vuelve” a su rol de hijo.
1) Subsistema Conyugal: está compuesto por dos adultos que se unen con la intención
de constituir una familia, donde su relación se basa en la complementariedad y creación
de un sentido de pertenencia. A partir de la acomodación van configurando un espacio en
común, compartiendo actividades y significaciones mutuas.
2) Subsistema Parental: se constituye con el nacimiento del primer hijo, el cual crea un nuevo
subsistema el que permite acceder a ser padres sin interferir, idealmente, en el sistema
conyugal. Comienza a haber una diferenciación con respecto a la autoridad y los padres
están a cargo de la satisfacción de las necesidades afectivas y sociales del hijo.
Se estima que es uno de los subsistemas más complejos, ya que corresponde a los mismos
dos adultos de la pareja, pero convocados a acciones, lenguajes, emociones,
responsabilidades y conversaciones diferentes. Son ámbitos de existencia discontinuos y
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excluyentes.
La presencia de subsistemas de un sistema total, significa las partes del sistema que
se influyen mutuamente, las cuales pasan por períodos de cambio y estabilidad, que son autónomos
e interdependientes a la vez (Minuchin, 1998).
En todas las familias existen pautas que organizan la jerarquía del poder, las que permiten
definir la forma en que las familias toman decisiones y la manera en que controlan, regulan y
modulan la conducta de sus miembros (límites y fronteras).
Otro concepto central dentro de la noción de familia como un sistema o como un todo
organizado es el concepto de Control, originario de la Teoría General de Sistemas de Ludwig von
Bertalanffy y de la Cibernética, del matemático estadounidense Norbert Wiener. Este concepto
se basa en la característica básica del sistema vivo, es decir, como un sistema dinámico y estable a
la vez (Jutorán, 1998).
Walter Cannon, aplica en 1926 por primera vez este concepto de homeostasis (creado
originalmente en 1865 por Claude Bernard, quien es considerado el padre de la
fisiología), entendiéndolo como un mecanismo de autorregulación (mantener una condición interna
estable) de la red de interacciones recíprocas en que los diferentes componentes están en
equilibrio dinámico. Por lo tanto, la homeostasis define la estabilidad del sistema y cuando el
desequilibrio llega a ocurrir
(crisis), se activa una serie de mecanismos internos que actúan para restaurar el
equilibrio homeostático del sistema o familia (compensar los cambios del entorno); por ejemplo,
frente a la enfermedad de un miembro de la familia se produce un quiebre o crisis; sin
embargo, para reestablecer el equilibrio familiar (homeostasis) surge una reorganización de roles,
búsqueda de ayuda externa, etc. (Jutorán, 1994).
observables entre las distintas partes de un sistema. Por ejemplo, frente a una crisis matrimonial
o separación conyugal,
desde esta perspectiva, se hace imposible pensar en las disfuncionalidades o patologías de uno de
sus miembros, sino que más bien apunta a la organización de la relación que han establecido, se
enfoca en las características del sistema que se ha construido entre sus miembros.
Al patrón u organización que puede ser observado a lo largo de una dimensión espacial se le
llama “Estructura” y cuando se habla de estructura, nos referimos a las posiciones que cada
miembro ocupa en el sistema familiar. Dentro de la dimensión espacial se encuentran:
Las alianzas se entienden como una relación significativa entre dos personas en torno a
un tema común.
Las coaliciones son entendidas como la alianza que da cuenta de la unión de dos o
más personas contra un tercero.
Al patrón u organización que puede ser observado a lo largo de una dimensión temporal
se le llama “Proceso o Función” y cuando hablamos de proceso hablamos de interacciones. En la
dimensión temporal veremos secuencias de comportamiento repetitivos, la descripción de la
dinámica interaccional, que se refiere específicamente a:
Reglas: Qué hace cada uno de los miembros del sistema para mantenerse en el lugar en
que está.
La descripción del contexto en que se dan las interacciones repetitivas, las reglas, los
hábitos, las dinámicas familiares, incluyendo las alianzas, jerarquías, límites, coaliciones y
triangulaciones son de vital importancia a la hora de significar o definir, de una u otra manera, a
una familia. Por ejemplo, no es lo mismo aplicar u observar estos elementos en una familia
con seis hijos, de un nivel
socioeconómico bajo y rural, que hacerlo en una familia con un solo hijo y alto nivel socioeconómico.
Los Mitos Familiares son otro de los conceptos centrales, en el entendido de una familia
como sistema. Antonio Ferreira acuña este término en 1963 y plantea que en las interacciones
entre los miembros de un sistema, está presente un intercambio de mensajes comunicacionales, las
personas puntúan la secuencia de hechos de tal manera que su puntuación o distinción ubica a
los actores en distintos roles al interior del puzzle relacional (Ferreira, en Bagarozzi y Anderson,
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1996).
Las reglas familiares son metáforas acuñadas por el observador para describir las
redundancias que observa en las transacciones comunicacionales o pautas repetitivas de
conducta, por ejemplo; cuando la madre habla, el padre baja la vista, el hijo mira al padre y la
madre habla más fuerte.
Es así que el concepto de Mito Familiar se refiere a un conjunto de creencias que regulan
las conductas y crean reglas que son compartidas por todos los miembros de la familia respecto
de sus roles mutuos y de la naturaleza de su relación. Los mitos le dan identidad al sistema, en cuyo
nombre la familia inicia, mantiene y justifica muchas pautas interaccionales. Por ejemplo, frente a la
violencia intrafamiliar por parte del padre, el mito se puede referir a la creencia, bien sistematizada,
de que si el hombre es el proveedor en la casa, él es también quien manda.
Desde una mirada sistémica es de suma importancia entender el síntoma, señal o problema
familiar no como compuesto por partes y darle un nombre, sino ver el lugar que ocupa en la
relación, dentro del sistema familiar, ver su funcionalidad, donde ninguna acción es aislada,
sino que todas forman parte de una interacción organizada.
Para una adecuada comprensión, análisis y eventual tratamiento de una Familia, resulta
fundamental conocer el ciclo vital por el cual esta se encuentra atravesando. Esto nos sirve como
contexto y referencia para comprender el funcionamiento del sistema frente a las crisis de
adaptación o crisis normativas vivenciadas por éstos.
Erickson (1956), es uno de los teóricos del ciclo vital que desarrolló el modelo del ciclo
vital del individuo, basado en el modelo del desarrollo psicosexual de Freud. Su modelo
consideraba el impacto de la sociedad en el individuo y amplió el número de etapas a 8, con la idea
de incluir las fases del desarrollo adulto.
Erickson plantea que cada persona debe pasar por las 8 etapas, en donde se ven
enfrentados a un desafío, crisis o tarea madurativa particular. De acuerdo al grado de resolución
alcanzado en los temas particulares de cada etapa, este afecta la resolución de todas las siguientes.
Reuben Hill y Evelyn Duvall (1948) observaron que cada miembro de la Familia de
las distintas generaciones tiene sus propias tareas de desarrollo; además, observaron que el
resultado exitoso de las tareas de cada uno depende y contribuye al resultado exitoso de las tareas
de los otros.
Un paso siguiente en el desarrollo de las teorías del ciclo vital fue considerar que la
familia como un todo, tiene sus propias tareas de desarrollo. En 1950, Duvall describe y divide el
ciclo vital familiar en las siguientes etapas:
Matrimonio
Nacimiento
Crianza de los hijos
Salida de los hijos de la casa
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Jubilación
Muerte
Finalmente, por medio de la observación clínica, Duvall agrega que el ciclo vital del
individuo encaja perfecta y sincrónicamente con el ciclo de la vida familiar, lo cual es ampliamente
utilizado en el análisis familiar a partir de la década del 70.
Desde ahí en adelante el proceso evolutivo de la familia es visto como una transformación
visualizada en etapas y que cada período se hace distinguible de otro en tanto presentan
características propias, que a su vez implican una serie de demandas particulares sobre cada uno
de los miembros de la familia y sobre el sistema familiar como conjunto.
- El galanteo
- El matrimonio
- El nacimiento de los hijos
- El período intermedio del matrimonio
- La partida de los hijos
- El retiro y la vejez
3) Los Hijos: Pasar de ser pareja a ser padres, siendo las mismas personas, ser padres, tener y ser
hermanos, el orden de nacimiento de los hijos, la identificación sexual, los abuelos, etc.
5) El Período intermedio: Este incluye los llamados años medios de los padres, la preadolescencia,
la “crisis de los 40”, crisis de la pareja, a veces la separación de la pareja y sus consecuencias,
familias monoparentales, familias simultáneas y reconstituidas.
6) La Adolescencia: Implica rebeldía e identidad por parte de los hijos, lograr la autonomía,
construir un grupo de pares (amigos), contactarse con las drogas y la sexualidad, implica asumir
responsabilidades antes desconocidas, como también un período de revisión y negociación
de reglas (Padres e hijos en una nueva relación).
7) La Emancipación de los Hijos: Implica una mayor claridad en el panorama familiar, la elección
profesional de los hijos y la incorporación al trabajo y la vida social. Se caracteriza por el
comúnmente llamado “nido vacío” y del “nido atestado”, con la cercanía de la crisis de los 50
años, con un reajuste personal y de pareja y probablemente con tres generaciones
presentes (hijos, padres abuelos).
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Otro de los conceptos centrales para comprender y abordar a la familia como un todo
organizado (como un sistema) es el concepto de lealtad y lealtad invisible desarrollado por Iván
Boszormenyi-Nagy (1983).
Otro ejemplo es cuando los hijos e hijas intentan cumplir las expectativas perfeccionistas
de los padres, por el temor a ser “expulsados”, concreta o emocionalmente, del grupo familiar; por
temor a tener una vinculación laxa con ellos; por temor a la desaprobación de los mismos.
entre sí, las normas y reglas de relación en función de las demandas situacionales o de desarrollo.
La comunicación es otra dimensión posible de observar en una familia, desde este Modelo
Circumplejo se entiende como una dimensión que facilita el movimiento familiar entre los tipos de
familias y niveles de cohesión y estabilidad. Esta dimensión considera las destrezas para
escuchar, la empatía, la capacidad para hablar de sí mismo y de los otros, apertura y asertividad
familiar.
ESTRÉS
FAMILIAR
Las familias presentarían algunas conductas de afrontamiento como acciones directas para
reducir el número o la intensidad de las demandas; acciones directas para adquirir capacidades que
no estaban disponibles previamente; mantener ciertos recursos para ser utilizados cuando se
necesitan; y manejar las tensiones derivadas de la vida cotidiana.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Belart, A. y Ferrer, M. (1988). El ciclo de la vida, una visión sistémica de la familia. España: Editorial
Desclée De Brouwer.
Boszormenyi-Nagy, I. & Spark, C. (1983). Lealtades Invisibles. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
Jutorán, S. (1994). El proceso de las ideas sistémico-cibernéticas. Sistemas familiares. 10 (1). Buenos
Aires, Argentina.
Gedisa.
Olson, D.H., Sprenkle, D.H. y Russell, C.S. (1979). “Circumplex model of marital and family
systems, I: Cohesion and adaptability dimensions, family types, and clinical applications”.
Family Process,
18, 3-28.