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‘iealo oxigloal de tu edicién ingless: ADBAS AND POLITICS OF CHILEAN INDEPENDENCE, 1808-1833 Combridge University Press 1967 © Simon Colic EDITORIAL ANDRES BELLO ‘Av, Riewdo Lyon 946, Casilla 4256, Teléfono 40436, Santiago Toseripeién NE 46:79 Se terininé de imprimis asta it edicén ‘de 3.000 ejemplares on al mes de diciembre de 1977 Disesg GRANICO, Ane Male Mleyocwtes ily Henriques Ltda.” a ‘A set is Sere TE OT tte ais NE CHTTL SIMON COLLIER Escuets de Estudios Comparados Universidad de Essex IDEAS Y POLITICA DE LA INDEPENDENCIA CHILENA 1808 - 1833 ‘Traduccién de Carmen Cienfuegos W. & EDITORIAL ANDRES BELLO INDICE GENERAL PEEEACIO A LA EDICION CHILENA ABREVIATURAS oo. o.oo NOTA DEL EDITOR” PARTE 1 SURGIMIENTO Y DESARROLLO DE LA REVOLUCION 4, IRASHONDO DE LA REVOLUCION Chile « fines de la Colonia... Motivos de descontento eriallo EL pairiotismo crtollo .... Motivos de rupiura 1. La injtivacion de ideas nuevas 2, EL: MOVIMIENTO POR UN GOBIERNO ‘NACIONAL 1808-1810 . Los sucesos: 1808-1810" La disyuntiva constitucional Necesidades y apremios locales EL prograna criollo «1... La miscara de eraando VIT 3. LA “PATRIA VIEJA” 18101814 Los sucess: 1810-1814 El dlejamiento de Bspaha as posbilidades de resoncitain dura de José Miguel Carrera PARE IL LA IDEOLOGIA REVOLUCIONARIA .. 4. IDBAS POLITICAS FUNDAMENTALES |... » La formulacidn de la nueva ideotogta « + Los primeros. pric Tas formas ile gobierno... "5 EY coystitucionalisno y el equitibvio de odors 5 Los derechos naturales. Virtud ¢ instruccign TL ov Puontes de la teoria evolacionaria : Hmociones de ta Revotucié Tat -eficacia de leyes » constifuciones 5, LAS ACTITUDES REVOLUCIONARIAS ...., 154 57 169 169 175 gs dlsculpas por ef froaso ++ Ef clamor autiespatiol os... EL capefo del mecudo aiglosajsn « La contiencia de nacionatidad . .. To ideatizacién de la Araucante « Ef nteicanisin0 sev veneers PARTE IIL LOS ENSAYOS POLITICOS ......+ 6. BERNARDO O'HIGGINS 1817-1823 ...- Los sucesos:, 1817-1823 . ES Independencia» Tas Hens de O'Lgains Reformas progresistas ‘Monarquia 0 Repiiblica? «1... Sa veainen de O'Higgins: ws veredicro 7. JUAN EGANA 1823-1824 ncesos: 1823-1824 Lo stondlded, ha oltud 9 Ya costuibre’< Cémo incilcar moralidad . - Brencripciones.constitacionaies EI fracaso de la utopia de Egaiia . 8. PEDERALISMO ¥ LIBERALISMO 1824-1829 los inion 701829 Ef ambiente del lberalign Los orlgenes ‘det federalisnro Lop alministnacién Pisto eves 9. LA REACCION CONSERVADORA 1829-1833 Las suce§os: 1829-1833 sooo wee Tf dpcrine conceroedora HS Gaines febilina en aici Bi final ae la Revolucion <-. APENDICE I CAMBIO SOCIAL Y LIBERALISMO POPULAR La Revilucién y el Cambio Social « EL liberalismo popular... APENDICE 31 BL PLAN DE O'HTGGINS PARA UN IMPERTO AMERINDIO INDICE ONOMASTICO «2... .. 0005 INDICE ALFABETICO DE MATERTAS ... FUENTES BIBILIOGRAPICAS, Manuseritos .. cee Periddicos 7 revistas do te ép Libros, paifletos, arliculos PREFACIO A LA EDICION CHILENA oe Ia primera versiGn de este trabajo, ésctita, én el idldnna inglés, sali6, a fines del_aio 1967, editada’ por’ fas” presias. iniverltaras de Cambridge, Fue of résuliado de una large investigatién hisisrics lle- vada a cabo en Chile y. en Inglaterra’ entre los aos’ 1961" y- 1965. En aguella investigacién me piopuse Ja tarea de deseribir y ana. Jizas, de una manera cliaica e imparcial, el conjnto de idebs'y acti tudes politicas que se gener6 en Chile durante la época de’ la indepen dencia — época de enorme teascendercia en la historia chilena, puesto gue maicé In’ génesis de 1a-repdblica independiente y sobérana cya bhistorié posterior, dentro del panorama hispanoaseticano del sighs XIX, fue tan espectacular. Fl objetivo fundamental de este libro, que ahors sale traducido al idioma enstellano, puede reiusiisse coid la desert cidn y la presentacién de Jos rasgos inks si ele ica wolffick de, 19s "aetotes ‘eri! irate eI day c gale senda de su inatcha ascendente en raat ean “rRASTOMDO DH LA REYOLUCION autor de una interesentisima lista de reclamacion i ima is es que so hizo Hegar Tyoné de Gales on febrero de 1776. La quca qt en su Lata cca ‘una exposicién general de [os abusos educacionales smericenos. En muchas partes, y atin en ciudades principales, de, Antic Jos estudios, Universidades y colegias se fae ‘cate a fimora Por aborrar dinero, 0 por poce aplicactin, wo se ban to- ‘aio fos convenientes medios que previno SAM..... (No: ba ba- Bid} saa ones ojo insaiener para it sepmin ders fl etratamiento de jot Este punto extn inpatay Ta plead de VSI. por x mio no to remede quederd sane go ve jtcventud la’ mds ignorante, y en poco tewpo perdida entera- mente en aquellos palses la instruccién y ta poicia (1). Una condenacién implicita de Ja politier educational i debe vee, adds, en Ta numeroses tet necator ee formelon, Manuel de Salas y sus cogs acs es del perfodo co lonial, También se debe recordar que Chile estuvo hasta 1811 sin im- pena poriaent aunque cl jesuita bévaco Halmbausen (2) ha ix interned une pequetia méquina para sacar volantes y folletos ris- ts Bl Gabido de Santiago ho un esfcto pot cooregult lence 18 instalae una imprents; pero 1a Gorona remitié fh Audizncia Ja peticién redactada con este fin en 1789, sneer aoe el proyecto pasd al olvido (3), incidente que rememors aiios después pot lo menos un ditigente criollo, Juan Egafia (4) Las protestas por el aitato chileno en la esfera econSimica, igual- mente enérgicas, se analizacin pronto en otto contesto; pero un mo- fo 2 gue que probablemente tivo une impor todavia. mae jor fue Ja sospecha criella de que a los hispanoamericanos no se les gota otorgando derechos igual, Este ao afte en fa ia ir reclamaciomes peeparnda, probahlemente, por José Antonio. de Rojas, ea 1775, En imatetia de distineién, asevetaba Rojes, un cciollo tenia due pobat au conden serena wavs de ocho generacio- sj ee pide inn ae nos mie en esto cod os demés es- pafioles, asf de Ie Pentniula como los de fas Canatias” (5). Ademés, 2) “Carte que wo *, . p22 (2) Amanstegat Solar, Jewitae, pp. 358; Medina, Bibligeafia, pp. 3.18; Lawacnce $8, ‘Thompson, Peiting ia’ Colonial Hispanic Ameri lawree& Tromn, Ring i Coot Eis men ‘(lainden, Con (3) Aaunisegsi, Brecursoes I, pp, 2445. (4) Juan “Byasa, Bl chileno consolado. .. 1, Enis cna tag ames shoei, Mo. 2 Jan Bi » Rigo (1760196) Neda 'en Hime; nie rer de 1BI1 y de 1823;,Se- pa sn 82 Het dead Jum ese 18617, ear pii, GP Canta que un ebilene sevibis...", pe 219. 23 1 t DEAS ¥ POLITICA DE SA INDEPENDBNGIA CHILENA 1006105 Rojas afinmaba que los ctiollos debian pagar el doble por servicios prestadas en relacién con Ix adquisicién de titulos honotificos, ¢ ins faba a que éstos on general se distribuyetan mucho mis equitative mente de un extremo a otro del Imperio (1). Esta queja diffciimente puede considerarse de. poca monta, Como he tratado de dejar en cli 10, las distinciones honorificas desempefiaban un papel importante en In'vida de la Colonia y ocupaban un lugat elevado en In escala de tos _gtandes anhelos criolles. ‘Un ejemplo inis flagrante y grave cle discriminaci6n propeninsolar y anticiolla.se constataba en el sistema de nombrainiento para los al- tos cargos piblicos, Mas tarde, los criollos consideraron ésta una cas sa primordial de la revolucidn. En efecto, un petiédico chileno de los aiios 1820 culp6 del movimiento independentiste al.““trato brutal que Tos espaiioles duban a los americanos y la predileccién de aquel gobiet- no [espaol] « los natntales de su territorio para Jos cargos publicos de América” (2). Pruchas de “tato brutal” de ctiollos en, Chile an tes de Ja revolucidn hubo pocas; pero la prefereacia del gobierno, pe- ininsular por los espaioles al nombrar pata cargos pAblicos altos era fastante clata y visible para cualquier criollo con ambiciones politicas © peblics, Muesin muy patente de ia percepcién criolla de este he- tcho se dio en una presentacién @ In Cotona redacteda por wn distia- ‘gnido-abogado chileno, Alonso de Guamin: V.M, tiene en los vastos patses de Indias —eseribié, &l— rin chisimos jbvenes de grande jidelidad y prendas naturales, sofoca- ides todas en 18 propio sido por faltaries el saludable aire de la ‘esperanza; el triste ocio @ que estén condenados, les quita aun eb consuelo del movimiento, 9 solamente trakaja si isuaginacién en fens vagas y quiméricas, de suerte que los criollos vienen a ser tos enigmas del Estudo, paes no son extranjeros ai nactonales ai | uiembros de la repdblics. sin esperanza com bonor, sin patria 9 cous Lealtad (3). La exchusidn de los criollos debe tenesse, creo yo, por una de das cauusas principales de Ta tevolueién, Como fa sefelado Richasd Konetz kee, la exchusién deliberada de los eviollos nunca fue parte de Ta legis. Jncién del Tmpetio; no obstante, habia llegado a ser parte de la po- Vitica del gobierno imperial (4), Que ésta cra una politica imprevisora y erttda, fo comprendieisa vatios espafioles infeligentes durante el pe- tiodo de Carlos TEL, pero fas medidas propnestas para remediar esc (1) tid, p. 220, (2) Monitor Impatcial Ne 28, 14 de marzo. de 1828. {5) Gado en Villalobos Ry Tradielén y Reform, p- 102. (8) Keoneteke, op, 2341, 24, | | | “TRASFONDO DE LA RENOLUCION estado de cosas nunca fueron de largo alcance y no satisficieton la exi- gencia bésica de los cricllos: su admisién a fos altos cargos, ree algunos de bes histoviadores chilenos libetales del 3 exageraron el giado de exchusi6n, de los erollos de cargos publics, Aponns f-38° DRGGE Neg SF empl, que a fines den Goloni estaban on manos de chilenos vatios poestos importantes en |i burveracia colonial, aunque citar entre ellos al Gobernador Meteo de Toto y Zambrano —como hace Jaime Byzaguitre (1)—.¢s exteemar el-caso; al fin y al cabo, ef Conde-de la Conquista fuc producto de ireunstancias muy excepcionales, aparte de. que leyalimente a0 era na- ‘de nis que Gobetnador interno. Queda en pie el hecho de que los, puestos politigns sypetiores fueron monopolio virsal de fos espa peninsalatés, quien 10 Sn GE egpeaRavieda emind Mp qu os-atités en Chile en mejorar las condiciones locales. El desconten- to ctiallo por este hecho databa de mucho tiempo (2), y est claro que ea los peimetos afios del siglo XIX ya era muy marcado.. Cuando Wi- liam Shales y Richard Cleveland conversaron con faailias:ctiollas en Valparafso ‘en 1802, constataron que numerosos chilenos “parecian cemperat a resentisse de la abyecta condicién de vasallaje. en que los rmautenfan sus amos europeos, estando los puesios de honor y. pto- yecho exclusivamente en poder de europeos, con gran disgusto de los ctiollos” {3}, No sdlo a altos cargos en In administracién aspiraban bs vos —aue conegtan po Jo mene a west, san carpe imporiantes, a muestos resolntivos. Esto era el meoll _ inporin rs lle. de sa inex EL deseo de los ctiollos de aumentar su grado de participacién. Jas rateas de gobierno se intensifies por la tit eo ocsianes stro. gante y soberbia de los propios espaioles enrapeos. Fl marino estado- nnidense Capitén Amasa Delano advirtié, durante una visita a Chile a comienzos del siglo XIX, que los espafioles peninsufases con quienes se enconta6 “tenlanse por muy superfores a fos nicidos en Chile” (4), postu que diffclimente tba a inspirar gran simpatia cuando et giro de los acontecimientos dicta Ja supremacta a los ctiollas. Aunque es indiscatible que las relaciones entre criollos y euxopeos no fueron, ea genetel, sino ivy armoniosas en los atfos anteriores a 1310 (5), exis- ten uno 0 dos indicios de que los eriollos estuban ansiosos por teivin- dicar ses devechos. En el seno de las Ordenes tcligiosa, el sistema cdo Ia alternatiog (en virtad del cual -ocapaban los ministerios cot vamente criollos y espaitoles peninsulates) sc habla instituido oficial £2) Yee Wishes Ks Traicién y Reto, Yd los, Train Bel 1004, OC » Sint Dele A Newt of Voyages aid Tiel i the Nor seit Scuhetn Honispees (Boston, Mase, 1817), p- 291 None (3) Ver Cape 2p 203 w DEAS ¥ POLITICA DE LA TNDEPERDENCIA CLDLANS 158199 mente ya en 1622; peto dentro de la Orden Dominicana en Chile ese stems no ‘se implanté definitivamente hasta principios de la década 1790, a ralz de una prolongada controversia (1). Parece que también Jos. Franciscanos experimentaton en 1802 y 1893 un decidido inten- to chileno de ocupar ciertas posiciones elevadas en fa Ordea, intento aque provocd muchos altercades nada exvitativos (2). Pero quinis ten- za mayor pravedad que estos incidentes el hecho atestiguedo de que Ja competencia entre criollos y espafioles peninsulares caractetizé a ‘veces las actas del Cabildo de Santiago, En 1788, el Gobernador inte- tino de Chile estiné necesario anunciar su intenciéa de poner coto al “antiguo y sedicioso empetio que sostenfan algunos capitulares” en excluir de Ja funcién edilicia a los “individuos oriundos de Fspaiia, aunque estuviesen avecindadas en: la ciudad, i haber muchos de co- nocida distincién” (3). De nuevo en 1803, ef Cabildo de Santiago op so onétgica sesistencia a las tentativas del esesor letrado peninsular Pedro Diaz de Valdés de intervenir en las deliberaciones imernse de Ja corporacién. A poco, Diaz de Valdés se quejé del “cncono y aver sidn que le profesa el referida cabildo por Ja circunstancia o calidad de no ser ctiollo”, agregando que el propésito del Cabildo era ase- uray “que no haya en el cuerpo europeo alguno” (4), Estos antece- entes, dispetsos pero muy conocidos, indican claramente que la tiva- Hidad entre espafioles americanos y cnropeos disté de faltar en el Chi- fe colonial y, lo que es més significativo, que el Cabildo principal de la provincia ota cl que estaba més agudamente consciente de Ia injus- ticla de fa sityacin criolla, Se puede exagerar cl grado de percepcién cciolla del problema, pero es imitil negar que fa habia. EL PATRIOTISMO CRIOLLO ‘lox mativas de descantento criollo que he mencionado basta acu facron los inf distintamente vinculados con Tos cambios que ace- 116 fa revotucién, Por supuesio, existian ottos motives de des. contento, que empero cabe considetay més propiarmente paste de la vide notmal de la Colonia y que parecen guatdar anenos selacién con tf trasfonds prerrevolucionario: Ia obstinada aposicién cle los eriollos a cierios expediemtes fiscales de la Corona, pot ejemplo (5). Pero las Guejas y las uspiraciones implicites ya mencionadas patecen haberse (2) Amusitegai, Preeuesores 111, pp. 48.77, (2) Amuniegui, Preeursores 311, po. 57. (3) Tomis Aivarer de Acevedo al Noy, 23 de abril de 4788, ibid. pp, 945. (4) Silvestre Collar fa Audigscia de Chile, 5 de junio de 1808, refiiéndoss wa enta de Dir de Valdés fechada 12 de diciembre de 1803, ibid, p. 101. (5) Véwe Villalobos Ry Tradieidn y Refort, pp, 89-100. 26 "TRASFONDO DE LA REVOLUKION relacionado bastante de cerca con lo que debe estimatse uno de los ands sigsificativos de todos los t6picos en las postrimesias de fa Go- Tonia: ef desarrollo Jento_yero_seqiro de un sentimfento patristico chileno. Tniré Tox hamefoso® fatlores que toBdhjecon'a lv Thdepene gacién’de América Latina, escribié.una vez el historiador expaiiol Ra- fael Altamira, “la influencia sustanctal fue, sin deda, la formacién en cl seno de las sociedades coloniales, de la conciencia de su petso- nolidad nacional’ (1). El desareollo de una conciencia nacional es ati- bbuible en todas partes al efecto del tiempo y Ia gcogrefis. Los expa- fioleé que se establecieron en América eran en primer lugar espalio- Jes y en segundo lugar amerieanos. Mas sus descendientes fueron, ad: quitiendo mayor conciencia de su corigen smericauo; conf tiempo Jlegaron a ser en primer fogar ametieanos y en segundo tugat esbie fioles, aun sin dejar jamis de poner énfasis en su hispanidad, Hacia fines'del siglo. XVII, ‘ste proceso habia avanzado un tanto, hasta el punto de que consideraciones regionales desplazaban a veces cot sideraciones de. situacién social. EU historisdor jesuita Gomez de Vi daurte le reproché a la atistoccacia chilena que prefiriese casat a sus hijas con chilenos y no: con espafioles aun cuando éstos fuevan de tango superior al de sus sivales (2). El pattiotismo criollo estaba; pues, manifestindose bien concretaments, a pesar de lo cual Je documen- tacién adecuada sigue siendo exteemadamente dificil, Por ciertas vias, los espaiioles de Ia metr6poli percibieron antes que los cxiollos. mis- smos los peligros de este sentimiento “nacional”, y bien puede que es to fuese fo que Tlevd Ta politica de los ultimes Borbones, tendiente a acercat mas fas diversas unidades del Imperio, Como obsérvaran algin tempo antes Campomanes y Flotidablanca, ef “spiritw de independencia y atistoetacie” no se podia ertadicar simplemente cas- Ligands quienes lo profesabah. Lo.que se requeria eta una setie deliberada ee medidas pars unificar todo el Imperio e impeditles @ Jes dominios ameticanos apartarse de la madre patria: “aquellas pt vineias s¢ considetarfan como una parte esencial de In Monatquia, idee que actuslmente {1768] no esté tan arteigada como convinie- 12” (3), La culminacién de esta manera de pensar Ilegé con fos 1 nifiéstos y decretos de Ia Junta Central y el Consejo de Regencia cn 1809 y 1810, A esas aliuras, va era demasiado tarde. Tos origenes de un patriotismo local y distintamente chileno de- ben bascarse, sin duda, en un perfodo selativamente poco posterior a ‘GD Resumen histécicn de ln Independencia de la Amésicn Esvafole (Bue sos Aires, 1910), p. 18, Sobre este tema teatado en eeteral, ver Delainde, pp. 11-15, 38440, v Humphreys y Lynch, yp. 287-30. (2) Géinex de Videarie TT, pp. 2856, {3} “Diane de Manito y"Camponancs, 5 do maw de 768, Kone, wp, 457. aT DEAS ¥ POLITICA DE KA INDEPENDENCIA GHILENA 26051893 ta Conquista misma (1). El amor al suelo chileno y a sus muchas bellezas alcanzé su primera expresiOn clata on la Histdrica relactéw del Reyuo de Chile por el Padre Alonso “de Ovalle, publiceda en Roma en 1646, El fibro de Ovolle, para usar Jag palabras de, Jaime: year puitre, “no es una obra cientfiea de crudicién, sino él desshogo poé- tico de un corazén prefiado de nostalgia” (2). Mas, cualesquiera sean Jas primicias como ésta que se puedat hallar y analizer, fue en In se: gunda mitad del siglo XVIII cuando el pattiotismo cotrafable vine {ser una ciracteristica normal de los esctitos chilenos, La forma en que se expresaba se puede resamir en pocas frases: se defendia al ctictio contra las intromisiones exttanjerss; x ensalzaban y exbibian a configuracién fisica y el potenclal econéinico de Chiles, se mostra bba bajo otra uz mAs favorable el mundo del indio seaucano. ‘Diidas:intelectuales sobre la calidad y capacidad de los nativos de ‘América proyectaron Jan Comelins de Pauw y otros escritores entopeos. En Enropa siguié a la apaticién de la obra de Pauw una ppolémica prolongads y vehemente. También hubo, como eta de sex perar, una violenta reaccidn americana (3). Juan Ygnacio Molina (4) hizo pot Chile lo que el jesuita mexicano Clavigero por el nacionalis- ‘mo incipiente ‘de México (5). Molina fue implacable con de Pauw: fo acued de hacer un uso tendencioso de relatos de viajes, sobre:to- do los de Fréier y Ulloa; su obra —continuaba diciendo— era més “romance “gue disquisicién filosbfica”; de Pauwr —sogufa escamne- ciendo el ya encolerizado Molina—- n0 habta estado nonca en Amé- rica: y, en suma,“se tomé en referencia a América tantas-lbertades caat si hubiese estado escribiendo sobie 1a luna y sus’ habitantes” (6). El atraso de los criollos; sostenfa Molina, .n0..cta.debido a ineapact dad o inferioridad intrinsecas, sino simplemente @ falta de opor dades y educecién: Los ctiolles, eseribié, son en general talentosos y dleaaxan busi éxito en cualquiera ide los oficios 4 los cnales se aplican. Herian tait grandes progre- (i) Ver Mezs Villdobos, Concieacia politica, Cap. 6; Byzaguitee, Ideario yen, pp. 37213; Vilelobos It, Teadiciin y Refosina, p. 35. (2) Teeasio ¥ ruta, p. 38, {3} Sobre. las opiniones” de. Pauor en Recherches philosophiaues sur les Asnéricaias (BesHie, 1768), cf. Getbi, pp. 5889; 7 sobre In polémica eutopes americana, ibid, ‘pp. 9E254, 14) Jean Tpaacio Molina Goad, (17401829), jesvita; después de te ex pplsién desu. Orden, pasé el resto desu vida en Trlla, prineipalmente on Polonia e Imola; ator de lox mds belles y famosos relatos sobre el Chile del sislo XVI (5) Geibi, pp, 215264; Lis Gonzilez v Ganeiles, “EL optioime nacions- tista como feetor de In Independencia de Méieo”, en Estadios de Historiogratia Aavorieans (Covad de México, 1948), p. 171. 161 Molin, T, 9p, XV-RVIT. 28 [TRASPONDO DE BA EVOLUCION ses en las ciencias prictices como los ban hecho en ta metafisce, $i bviesen para estivralartas os misnios incentives que se en. cnentran en Exropa. No se insbuyen fécilmente en prefwicios, wi se-eonpecinen en retenerlos. Por ser, enpera, los libros ¢ i inmentos-cientificas muy escasos, 0 venderse a precio exorbi- tinte, sus telentos 0 no se desarrollo 0 se acupan ntegransen- te en bagatelas. También las costas de impreston son tan eleva- ddes-como para desalentar.el ejcrcicio literarie, por moto qe po- cos aspivan e reputarse de antares (1). Un veredicto similar pronuncié Gémez de Vidawere .(2), compar triota y contemporéneo de Molina, alabando la mentalidad criolla, Escribi6 que los chilenos cran “afables, humanos, amantes de Tos fo: asters... geserosos,... valerosos” (3). A pesar de desventajas educacionales paralizantes habia, sin em- bargo, chilenos.que conocian, entendian y criticaban [os sistemas new- toniano y cartesiano (4). La veaceién fremte a de Pauw no qued6.con- finada a los jesuites exiliados. También Manuel de Salas, abarcando en sirencomio a todos los habitantes de América, declaré a de Pauw totalmente ignorante de Ia realidad y adgjo enito prueba los nou bics de Franklin, Petalia y Molina, ageegaida; “zNo podremos imi- tarlos y mostrar que la falta fue de dectrina, no de aptitud?” (5). ‘Un tasgo distintivo mucho mds mareado que. esta defensa de la reputacién eviatla fue el elogio de las bellezas del suclo patrio. Asi, Moline pudo escribir que Chile es uno de los mejores paises de América, La ‘belleza de sn cielo, sa eltara constantencente Benigno y sw abumdante fertili ded, lo hacen stimamente grato como lugar de restdencias y cuan- 0.4 sus productos naturales puede. decirse, sin exageracién, que suo es ex ellas inferior « nitiguna otra porciéw det globo terrd. queo (6). Asi como de Ttatin se decfa que era et “vergel de Bucopa”, Chir Je eta “el vergel de Sudamérica” (7), Otros ings compartieron ests CH) Melina, 11, p. 318, (2) Felipe Gémer de Videuore (1739-1818), Despage de fa cxpulu de tos jesvltas pas6 algunos afios én Ttelia, pero regresé a Chile, probablemente en 1800. ) Gmer de Vidaure, 1, p. 290, (A) bid, p, 298. (5) Salas, Bscitos Tp, 608, . (6), Molina, I, p. 12. ‘a, (7) Wi, B. 1K: Gexbl (p, 740) Khana este aapeto det esctto de Moin ‘up move ‘sntiztento dlttaccamento a propyio paese, qualcoss, come un ek blonde e sninucioso. patittisma fisico”, 29

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