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DE HisToRIA AMERICANA POR José R. MILLAN is Tnpector de Equclas do las Provinces do Buenos Aires 7 de Mendost, 13 "Be Sor de la Esouela Normal Popular de Mar del Piste Profesor de Historia Argentine y Americana ‘en el Colegio Nacional Almirante Brown (Adrogué) r LIBRERIA “DE LA*ROSA"” Almacartistas*y Distibuldores Exclusivos sae ea a Cae J. frujifo Velde? No. 21 - Tal. 30.86 CIUDAD TRUSLLO, 8.2 CIUDAD THUR, RB. 3 1? EDICION EDITORIAL KAPELUSZ ‘Moexo 872 Buenos Ames Todos los derechos reservados por (Copyright, 1927, by). Eprrortar Karezusz S.R.L.— Buenos Aires. Heeho ef depésito que marca lp ley 11.723, Publicado en 1927. » abril de 1944. Décimocuarta edi cién, primera reimpresién, septiembre de 1944; segunda ssimprestén, marzo de 1946; tercera reimpresién, oc- tubre de 1947; cuarta reimpresién, agoeto de 1948, Suinta reimpresién, febrero del Afio del Libertador General San Martin 1950, Décimocuarte edi AMERICA PRECOLOMBINA Cariroro L—Antigiiedad del hombre americano—Divisionés de la ‘istora “de “América-—Divisiin de. In historia’ (O) ded oe ie viedra (10) —Edad del bronce. Edad del inferro.—i chloe americanos (12) Castooi0 81 prinivo habitnte de América Cavfruro Wl—La Amériee indigena ances de su descubrimicnia « Cartrovo IV.—Visjes precelombinas . CaPtro1 V-—Europa en el siglo XV.—Sivuaci weasel tale XY ~ Corer suopcusties gréficomercantil (26).—Tres grandes inventos. (27)——Viajes ‘ae Titimos de Toe portugueses—Bartolomé Diaz, (28).—Vaseo de Ga- ma (29) Cariruio VI-—Cristébal Colén—Resefia biogrétien de CristShal Colén £90) 5 Cola ante los Reyes do Eapais (32).—Descubrimiento de CaristLo V—Los otras viajes de Colim—Tratads de Toreaills (38) Segundo viaje de Coléa (39)—Tereer viaje (4). visje (42) —Consecuencias del descubrimiento de América Cariruxo VIIL—BI nombre de América —Américo Vespucto .. Caniruzo IX—Deseubréméento del mar del Sur (45).—Descubsimiento del ooéano Pacifico. Vasco Néiiez de Balboa—Mar del Sur « Lectura: Los conquistedares espafcles ..... REPOBLICA ARGENTINA = ———— Caviruto X—Juan Dfaz de Solis: (49) —Hernando de lanes.— Bc tact ioe Gates enguite y-colonizacién (36) — te del itor (31) Contents dal Beré-“Cortente do Chic Eo afb at suiticas (58)—Virrainato (59).—Revolucién Independencia (G1)-—Vide conattuconal (68) a ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA Cerinuto X1—Territerfo—Aborigenes (78).—Deseubrimiento (74).— Cenauiss > eolonzacién (78)-—Revoluciia © independencn (75) Villa constitueional (85) eas. = LAS COLONIAS HISPANOAMERICANAS: whrato XXVIL—Organizecin de la vida coloniat americana.—Carke- ter de le obta colonial de Espana (250)—Las territorios colonize ddos-—Condieién social de los indins (251) Las encomiendas o re- perticiones da indios (252).—La mita (259).—Pray Bartolomé de Jas Casas.—Las Oxdenanas de Alfaro (254) —Las reduceio Las misiones (255).—Espulsién, de los Josuitas (251) —Organizacion politica, econdmiea y_adininistrativa (258). ~-Auroridades jadivieles. — Los cabildes (259). — Loe visreyes (260) aplianes generales Divisiones politieas de la Aruérica cotoniel,—La sociedac americana~La cultura colonial (265) +...+.« colonial ECTOS DEL AMBIENTE COLONIAL etruo XXVIL—La herencia—Pueblos y efudadce coloniales (268) E} progress colonial (259).—Navegacién y comercio.enlonisles (270) —Faportacién ¢ inporlsoibn eotonisles (271) —Iaduetrins co- lonisles (212) —Las bellas aries coloniales (273) - a. émnea colonial (275)—Periodigmo colonial (276) Diplomacia (277).—-Costumbres coloniales (278) PROCERES DE LA INDEPENDENCIA AMERIC Carino XXIX—Manuel Belgrano (281) —Mariano Moreno (282) Bernardino Rivadavia (283).—José de Sah Martin (284) —Justo José de Urquize (287).—Domingo Faustino Sarmiento. (288) — Jor ge Washington (289) -—Benjarnin Franklin (289).—Tomés Jéifer- s9n_ (290) —Mignel Hidalgo (290)—Ignacio Allende (291).—Jo- 8 Maria Morelos (291).—Perro ¥ (292) —José de la Riva Agiuro (282) —José Miguel Lanza (293)—Andrés Senta ‘Cruz (201) Bemarlo O'Higgins (294).—Manil Blanco Eneslada (296) Francisco de Paula Santander (296).—Francisco José de Celdas (297) Simin Bolivar (298).—Juan José Flores (299) —José An- tonio Béez (G00) —José Antonio do Sucre (301).—Fractunso Ri vera (302).—José Gervasio Attigas (308) ..-.+++ % Casitor XXX—Porvenir de América « 250: 281 305 AMERICA PROTECIENDO AL PROGRESO El Nuevo Mundo simboliza libertad, ilustracién, paz y prosperidad. L if AMERICA PRECOLOMBINA. ANTIGDEDAD DEL HOMBRE AMERICANO.—DIVISIONES DE LA Hisrorta DE AMERICA. Divisi6N DE LA HistortA.—El estudio de la vida del hombre, desde su origen hasta nuestros dias, comprende tes grandes divisiones: La Prehistoria, la Protohistoria y la Historia. La Prehistoric es Ia ciencia que se ocupa del hombre primitivo y de sus estados de cultura. El problema fun- damental para la prehistoria es la determinacién de la épo- | ca en que hizo su aparicién el hombre en nuestro planeta, y este hecho sélo puede determinarse por el hallazgo de restos 6scos, trozos de crdneos y de mandibulas, fosiliza- dos. Para ubicarlos cronolégicamente, la Prehistoria recu- re a la Geologia, ciencia que estudia las transformacio- nes gue ha sufrido la Tierra, y que trata, al mismo tiem. po, de establecer Ia duracién’ aproximada de esas trans formaciones. de formacién, ocasionado por seid ecstacy at: mosférieas y violentos cataclismos, hasta Megar a una wan tiva estahilizacién. ; Este largo perfoda, en el cual no ha habido sino mo- vimientos de elementos inorgénicos, ha sido designado con el nombr> de era arcaica. ae Evab DE LA Prepna.—Al anterior perfodo le signen: la cra primaria, en que aparece la vida vegetal y luego la animal; la era secundaria, caracteristica de los grandes reptiles, y Ia era tereiaria, en que hacen su aparicién los mamiferos, A ésta le sucede la era cuaternaria o era del hombre, que es donde comienza la prehistoria. El hombre, que desde el principio de su existencia co- nocié el uso del fuego, se caracteriza en su marcha cultural por la progresiva utilizacién de los elementos que le rodean y el uso preferente que ha hecho de determinado material, Jando con ello nombre a la época correspondiente, Asi, en sus primeros pasos por la Tierra, el hombre utiliza mucho, como material, Ja piedra, por lo que se denomina a ese perfodo edad de la piedra. Su rudimentatia industria se reducfa a la fabricacién de hachas y flechas de piedra, y a la de algunos objetos de hueso, asta y madera. En esta época primitiva el hombre tallaba risticamen- te Ja piedra, por cuya razén eva el nombre de edad de le piedra tallada o paleolitica *, y su protagonista, el de hombre paleolitico. bi A esta época sucede le edad de la piedra pulimenta- dao neolitica *, y a ella pextenece el hombre neolitico. En esta época el hombre realiza grandes progresos cullurales: perfecciona sus objetos de piedra y utiliza ya més el hueso, asta, madera, ete.; conoce la alfareria y usa objetos como adorno (caracoles, conchillas y semi- as). Ee de mayor cultura que su antecesor, el paleolitico, como Jo demuestran sus viviendas (palafitos), sus monu- mentos recordatorios (monticulos de tierra en donde en- erraban sus muertos), su industria, notablemcnte mejo- * Del griogo paliés, antigua, y lithos, pledra. * Del griege neos, nuevo, y lthos, piedra, 4 i 4 Puntas de flecha de piedra neoliticss. De La astigiedad del hombre en el Plata (F. Ameghino). rada y esmerada, y ciertos aspectos artisticos que denun: cian los dibujos de su incipiente alfarerfa, En muebas regiones de América que fueron habitadas por el hombre neolitico se han. encontrado estaciones 0 paraderos, especie de zalleres, donde se daba a la pi variadas formas, fabricdndose con ella armas, herramien tas, utensilios domésticos, adormos y hasta pequetios fd Jos y esculturas. No solamente vivid el hombre neolitico en ineccesibles | rocas y barrancos. La necesidad y el instinto de conserva: cién le Hevaron a construir edificios de forma redonda 0 cuadrangular, y aun recintos fortificados. Todavia se ven muchas ruinas prehistéricas, como las de Pueblo Pintado y Casas Grandes (México). A pesar del progreso industrial aleanzado por el hom: bre neolitico, no conocié la escritura, por cuya causa poco se sabe respecto a sus costumbies, gobierno y religion, Cuchillos de piedra neoliticos, De Ld antigitedad del hombre en ef Plata (F. Ameghino). —2— Epap DEL BRoNcE, EDAD DEL HIERRO.—Después de taucho tiempo el hombre Nega a utilizar la aleacién del cobre y el estafio para fabricar sus armas y demés objetos. denomindndose a ese perfodo: edad del bronce. Finalmen te llegamos a la edad del hierro, la que generalmente coin- cide con Ja aparicién de la escritura. Es necesario tener presente que esta evolucién no se produjo en forma simulténea en toda la humanidad. Aun en nuestros dias hay pueblos que no han aleanzado Ja edad del bronce, En lo que a América se refiere, a la legada de los es- pafioles ningtin pueblo habia alcanzado la edad del hievro Sélo unos pocos habfan Megado a la edad del bronce. entre los que podemos citar a los aztecas; en Méjico; los mayas, en Yucatén y regiones contiguas; los chibchas, en a meseta de Colombia; los quichuas, en el Peri; y los diaguitas, en el noroeste de la Argentina, que constituian los principales centros culturales americanos. Divist6n DE Los PUFBLOS AMERICANOS—Para_mejor comprender los diferentes tipos de cultura aleanzados por las poblaciones americanas, debemos hacer dos grandes divisiones: pueblos némadas y pueblos sedentarios, Se conove con él nombre de pueblos némadas a aque- Hos grapos humanos que, por vivir de la caza y de la pes ca, ambulan en una determinada regién en busca de luge res donde abundan estos elementos de subsistencia. Tal causa no les permite estabilizarse en un lugar, y su grado de cultura es tan inferior, que no eonocen el uso del vestido, cubriendo su cuerpo con las pieles de los ani. tmales que cazan, y s6lo por excepeién practican una agri- cultura radimentaria. Estos grupos habitan las regiones boscosas, o se esta- hlecen también a lo largo de los grandes rfos de las Ia- nuras. : -—B- Un ejemplo de pueblo némada Io tenemos en los gua- ranies. Hay pueblos que, por el contrario; han resuelto el problema de la alimentacién continuada en un lugar, y a éstos se les designa con el nombre de sedentarios, que son Jos que aseguran su subsistencia por medio de la agri- cultura. Obligados por sus cultivos a residir en el mismo sitio, g llegan al perfeccionamiento de la habitacién. La convivencia social més acentuada. origina en ellos un grado de evolucién aun mayor. Su aspecto exterior lo diferencia fundamentalmente del némada, desde que el sedentario usa vestidos’ y cons- truye habitaciones. El pueblo sedentario debia, pues, asegurarse el resul- tado de las cosechas, y para cllo necesitaba no sélo del terreno apto y del agua necesaria para el cultivo, sino tam: bién de Ja porcién de agua diaria para su propia subsis: tencia. El hombre primitivo ignoraba la existencia del agua en el subsuelo, y, por Jo tanto, el medio de conseguirla, _ Por otra parte, no utilizaba para el cultivo el agua de os grandes rios de le Ianura por falta de elementos para extraerla, Esto nos explica la razén de la existencia de los pri meros focos culturales en las regiones montafiosas, don- de cl agua corre permanentemente en arroyuelos, y donde el desnivel del terreno permite un continuo y proporcio- nado riego, ayudado a veces por excelentes obras de irri: gacién. : El siguiente esquema fijaré mejor cuanto terminamos “de decir respecto al primitivo habitante de América, se- mejante al habitante primitivo de las demds partes del mundo: SF TT RIT ie a= Pueblos némadas: Viven de la caza y de la peseas no tienen habitacién fije; andan desnudos o semidesnudos; no conocen la agricultura. "ueblos sedentarios: lucidas en piedra, madera o arcill iinaginacién produce caracteristic Durante el perfodo precolom! Ja transmisi6n de las ideas, que aa mismo tiempo que as creaciones esculty bino la vida de relaci es complemento ob Viven de lo que cultivan; se establecen en un sitio fijo; usan vestidos; su agricultura aleanza gran desarrollo; construyen viviendas, que agrupan en al- deas y pueblos. En todas las manifestaciones de la vida del hombre ticano sedentario so observan determinados progresos, aliendo entre ellos el cultivo de la tierra a hase de riego, la domesticacién de algunos animales, la fabrica. cin de vasijas de barro cocido, la casa de adobe, el uso Unas de barro neoliticas. del cole, bronee, plata y oro, el aprovechamiento de la Jena y fibras vegetales en la confeccién de vestidos y tti- les domésticos, los tintes, nuevos enseres, etc. El espiritu artistico empieza a despertarse, revelén- dose en los dibujos y disefiado de sus objetos de barro, __yestidos, armas y adornos; algunas formes de la Natura, Teze, como hombres, animales, Arboles, etc., son repro. Piotozrelias tomadas del natoral por el auton, on el Rinein de Atuel (San Rafach Mendose), de toda manifestacién de cultura, 8¢ por medio de signos 0 dibujos en las rocas (pictografias Pero el aborigen mas py cae no descifradas totalmente, con pinturas jeroglificas tra: zadas sobre una especie de papel preparado con corteza de Arboles 0 sobre tiras de piel de venado, cuyo conjunto cons titnyen cédices de gran valor arquealégico. : Constituida la familia, dié lugar a la primera oxga:” nizacién social, el clan, que se formé por el parentesco Wampum s6lo recurre a estos medios para comunicarse con sus se: mejantes; las relaciones individuales y sociales o entre las tribus y pueblos exigen otra forma més facil, de transmi- tir 0 con: las ideas, y es entonces cuando aparece el quipo usado en el Peri por los quickwas; el wampum, por los iroqueses, en Estados Uni- dos de Norteamérica, y una verdadera eseritura entre los mayas. eR a El guipw era un haz de cuerdas de varios colores; con diversos nud acuerdo respecto a como o de escritura. taba formado por larg: las de conchi lores, o era un cinturén lo, en el cual se aplicaban Jas conchillas, que formaban 0 dibujos disti iante los cuales se eo servaba la memoria de he chos importante. Los mayas compusieron calendarios y otras inscripeiones, todavia CRT Ruinag de Usmal (México). a de varias familias, bajo la autoridad de jefes civiles o mi. litares elegidos por el mismo clan. Més adelante, ya por'la naturaleza social del hombe, ya por necesidades materiales, fué impulsado a la socia. bilided, y la reunién de varios clanes constituyé la tribu, como Ia de varias tribus formé los grandes pueblos 0 con federaciones tribales, verdaderos Estados naciones, de los cuales la Confederacién azteca, el Imperio de ios In. cas y el de los Mayas son ejemplos palmarios. El éspiritu religioso, innato en el hombre, eres dioses y divinidades, o simples objetos de adoracién, a los cua- les se veneraba con idolatrfa, realizando grotescas cere. monias y pantomimas, u ofreciéndoles sacrificios humanos, s de varios ae El lugar del sacrificio fué substituido per el altar, y ésle, a su vez, por templos suntuosos, como el de Tiahna- naco, de los incas, y el de Palenque, de los aztecas, A pesar de los actos de erueldad con que ofrendahan aquellos pueblos a sus dioses, la historia ha comprobado que la religién fué civilizadora, pues foment6 cierta cul. ira intelectual. Divisionrs ne 1a Historia pe AMERICMe—Historia general de América es la narracién fiel y ordenada de ta Vida de la sociedad americana y de los hechos memora- bles ocurridos on sc suelo a través del tiempo. La milenaria existencia del hombre primitive de Amé- Hea, el descubrimiento del Nueva Mundo y la progresiva evolucién social y politica de sus pueblos es el conjunto de hechos que forman su historia. Tomando en cuenta estos hechos, el estudio de la his toria general de América abarca las siguientes épocas: 1° La época precolombina, que comprende la prehis- toria americana hasta el descubrimiento del Nuevo Mundo; 2° El descubrimiento, que abarca desde la llegads de Colén ¢ América hasta el descubrimiento del estrecho de Magal 3° La conguista, que comprende la toma de posesién de las tiervas desonbiertas y la lucha con el indio hasta las ptimeres fundaciones; 4° La organizacién colonial, a la cual corresponde la fundacign de pueblos de acuerdo con los requisitos estable- cidos, como también el régimen comercial de las colonias y le creacién de instituciones de justicia, del gobierno co- munal, de religién y de milicia; y 5° La revoluciér e independeneia, que abar las lu- chas de los pueblos smericanos por su emancipa A est Spocas de la historia general de América debe afiadirse el periodo de la historia constitucional, lapso_ comprendido desde la organizacién de las naciones ame: » rieanas sobre la base de una Constitucién, hasta nu TL. EL PRIMITIVO HABITANTE DE AMERICA Los descubridores y exploradores de las distintas re giones de América las encontraron pobladas por tribus de indigenas, cuyo grado de adelanto era muy diferente de unas a otras. Las mis atrasadas apenas habian aleanzado los pri meros rudimentos de Ia cultura; otras, organizadas en ciones, como México y Perd, rerelapan una. divilizacién avanzada. A pesar de la diferencia fisica de los tipos indigenas de América, de sus distintos estados sociales y de otras caracterfsticas, la totalidad o conjunto de las razas se di ferenciaba de los demés pueblos conocidos hasta entonces. Su origen étnico era, pues, completamente ignorado; zquién eta y de dénde procedia el indigena de América? dEra autéctono? Varias teorias y suposiciones, algunas de respetable base cientifica, y otras puramente imaginatives, asignan al hombre primitivo de América un origen exético. Por la gran analogia o semejanza fisica, como por otros vestigios, se cree qite proceda de la raza mogélica, que en remotisimos tiempos habria pasado a América por el estrecho de Béring. Hay quienes suponen que en leja- nos tiempos Hegaron a América emigraciones griegss 0 egipeias, por la semejanza de Jas inscripciones y jeroglf- ficos hallados en el Nuevo Mundo con la de aquellos pue- — 20 blos. Otros suponen que proceda de la Atléntida 0 de la Lemuria, supuestos continentes hundidos en el Atléntico y en el Pacifico, respectivamente, hace millones de afios, De la India, del Japén y de la Polinesia, también se hace Hegar a sus progenitores, Frente a esta disparidad de juicios, cabe mencionar ~ _ | teorfa de’ Ameghino, discutida por la critica moderna, | _ sobre el origen del hombre, éCuél serd la tesis verdadera? * Il. LA AMERICA INDIGENA ANTES DE su DESCUBRIMIENTO Al tiempo de sit descubrimiento, la poblacién indigena de América se hallaba espareida por todo el continente: desde ‘las costas del Atléntico al Pacifico, y desde el ocfa. no Artico al cabo de Hornos, en los valles, bosques y mon, - tafias vivian millones de indigenas. = Algunos rasgos caracterizaban su tipo fisico, sobresa- Jiendo el color cobrizo de la piel, fuerte cabello negro, pémulos prominentes, y en general facciones angulosa, Pero'no todas Jas razas o pueblos indigenas tenian la mis. ma constitucin fisica ni eran igualmente activas o fuer. tes; estas caracteristicas dependian, por lo general, de la regién que habitaban, de las necesidades materiales de la vida o del grado de cultura, Tampoco eran iguales en sus costumbres, y marcadas diferencias podian observarse entre el estado social avan. zado de unas pocas y el de las demds razas, jgenes del hombre americano, por Pav. River, Mé 2» Vase Los ori 2xieo, 1943, Teniendo en cuenta el grado de civil se encontraban los pueblos primitivos de des ‘grupos: los. pueblos sedentarios y los pueblos x das. oe Los pueblos sedentarios estaban constituidos en ~ daderas naciones, y organizados bajo un gobieino ~ tenian leyes, tribunales o consejos, ad- stracién piiblica y ejército; es de- cir, una completa organizacin y social. 3 Practicaron el cultivo de variados productos, a base ie riego, ve medio de acequias y canales; constrayeron asa: puentes y calzadas; trabaja- ron el oro, la plata y ol cobres fueron originales artifices de la alfareria, y_ sus telares produjeron verdaderas joyas. Bipiitsy rainanida ak fortalezas de piedra demuestran grandes conoci- mientos en eb arte de la construccion, y mucho més lo revela 1a notable ar- 2 — quitectura de sus soberbios palacios y Tipo de ra indigens | 8. ‘ an bastantes conocimientos en algunas cien: a. Poseyeron originales ideas sobre cosmogénia y teo= ea, Ma iad taojest Uae Bol its a tiete las antiguas tradiciones del pueblo quiché (Gua mala), comprendido dentro del imperio maya. En el Perd, millares de sacerdotes servian los suns sos templos; y sacerdotisas de sangre feal, las virgenes del | eer ae ABE —2- Sol, eran las carga 1 Sol, eran las encargedas de Ia conservacién del fuego sa- grado, , El gobiemo, de forma mondrquica, el emperador de un modo absoluto y des do ofa a los Consejos. De la civilizacién de los nos pueden todavia admirars era ejercido por spético, aun cuan- pueblos cultos precolombi- e las magnificas ruinas de Ruinas do un palseio maya, de Chishen lea (Yucatan). templos y palacios de bella arquitectura, restos de los im- perios inca, azteca y maya. Los pueblos némadas, constituidos en tribus, no tenfan residencia fija, y vagaban por los bosques 0 margenes de los tfos, en procnra del sustento diari Su industria principal Ia constituia la caza y la pes- ca, la dabricacién de armas, algin tosco tejido, poca al fareria y uno que otro pequefio cultivo. EI trabajo no les seducta, y de él se hacia cargo Ja mujer; pero, en cambio, el-espirita guerrero estaba fuer temente desarrollado, De norte a sur, encontramos infinidad de pueblos bar- baros, como los esquimales, los iroqueses, los caribes, los tupies, Jos guaranies, los araucanos, los fueguinos y. mu- chos otros, que habitaban, como los anteriores, en las sel- vas, en las margenes de los rios, en los valles y sierras, o a lo largo de costas maritimas y archipiélagos. # Iv. VIAJES PRECOLOMBINOS La Tierra fué concebida por los sabios antiguos como de forma cilindrica, cénica, discoidal, cibiea y aun esfé: rica; esta tiltima concepeién, cerca de 660 afios antes de Gristo, tuvo sus adeptos. No se sabe con cexteza quién fué el primero que corcibié la redondez de la ‘Yierra, aunque se supone que fué el sabio griego Pitégoras. Otros sabios aceptaron esas doctrinas, Iegando a su- poner que, a no ser tan extenso el océano Atléntico, nave- gando hacia occidente por el mismo grado de latitud po- dia hacerse un viaje desde las costas europeas hasta las de Asia. A las expediciones de los fenicios por el Atléntivo, realizadas unos mil affos antes de Cristo, sucedieron las de los cartagineses, que legaron hasta més allé de Ingla- terra, a la misteriosa isla de Thule *, tiltima tierra cono- cida iglos después, los osados navegantes escandinavos, Hamados vikingos, realizando sus temerarios viajes por el 2 Telas Shetland, feendia © costas de Noruege. TORE: ait 4 eeéano, Hegaron, en el afio 861, con sus ligeras embarca- ciones a Islandia, de la que Naddod fué descubridor: en el afio 983 Exico el Rojo leg a Groenlandia (tierra ver- de). Afios después, los escandinavos Hegaron « la penin- _ Sula del Labrador y 2 Ja isla de Terranova. Continuando sus expediciones, descubrieron nuevas tierras, Jas cuales llamaron Marklandia (Nueva Escocia), Vinlandia (costa oriental de Estados Unidos), y supieron de una tierra més al sur, llamada Grande Irlanda (aceso le Florida). En una de sus expediciones, estando acampados en una {értil regién de Vinlandia, fueron sorprendidos por Ja aparici6n de varias canoas construfdas de piel y tri- puladas por hombres de aspecto poco tranquilizador. Nada hicieron los noruegos por la colonizacién de las tierras descubiertas, a excepcién de Islandia, que en 1121 tenia ya su obispado y en 1280 pag6 diezmos a la iglesia catélica, A los viajes y descubrimientos hechos hasta entonces se sucedieron varios otros, entre ellos el de los nobles ve- necianos Nicolas y Antonio Zeno, en 1390, y posterior mente el de otros navegantes. + Pero esos descubrimientos no Mevaron a Europa el co- nocimiento del Nuevo Mundo, que permanerié ignorado hasta-su hallazgo por Colén. MERCANTIL.—TRES GRANDES INVENTOS.—VIAJES ‘TIMOS DE L03 PORTUGUESES. : Los antiguos, hasta la Edad Media, sélo tenian cimientos vagos e incompletos ac navegacién sélo les permitié conocer parcialmente pa, Asia y Africa, de modo que las mismas nacio Mediterréneo poco 0 nada sabian de las del norte ‘Srrusci6y Porfrica DE Europa aN Bt ster xv.— situacién politica de Europa, al finalizar el siglo XV, ba bia evolucionado en forma de que los diversos, peg Estados independientes, formados en las postrimerias d la Edad Media, tendian a agruparse en nacioné®* Comencto uRoroastiricd.—En cuanto al desarro- - Ho econémico, el comercio y las industrias prosperaron, a pesar del feudalismo y de las continuas guerras medie vales, especialmente en las naciones del Mediterréneo. Con el lejano Oriente se sostenfa un valioso intercam- bio comercial, que se efectuaba por trés distintas vias, dos maritimas y una terrestre; desde China, Japén, India, Ara- bia y Persia partian largas caravanas que conducian ar ticulos manufacturados, sedas, especias, tapices, piedras preciosas, perfumes, etc., a cambio de lanas y metales que entregaba Europa. aie El monopolio de este importante comercio, nico vinculo entre europeos ¥ asifticos, estaba acaparado por productos orientales a Expaia y Portugal, y- por via te- rrestre a los demas paises de Europa. i i sareinles exam lam Comercio europeaasiitico-—Por. tres distintas rates, e01 Er eeree de Oriente oat to marcados el Me “ran embarcedos en las flotas genovests y vorecianas. Fl Meditervdneo se vid asi surcado por les mumerosas flotaz comerciales de aquellas dos ciudades, que legarox f poseer tmnos cuatro mil barcos de variado tonelaje. ip i a de Cons- z Pronrnarh GrocniricomERcaNTiL.—La toma de | ; ‘ tantinopla por los tureos, en 1458, y le owupacisa del Asia Menor, planteé a Europa un problema de diffeil so- lucién. = 2 Venecia y. Génova, desde cuyos puertos se reexpedian los ién que hicieron los mah “nos al comercio europeo-asidtico, por razones reli se tradujo bien pronto en lucha a muerte. El dominio de-los tureos cerré todas Ias ciales, y Europa, que necesitaha de los prodi les, comprendié que la nica solucién del pr encontrar nuevas rutas de comunicacién entresu: y esos mercados. = ‘TRES GRANDES INVENTOS.—Tves inventos de t dental’ importancia para la humanidad facilitar: te Ja solucién del angustioso problema: el perfeccional to de la brijula, a fines del siglo XII, conocida por europeos desde principios; del mismo; la invencién Ja imprenta con caracteres movibles, y la invencion, pélvora. ar % Los chinos conoefan y utilizaban la propiedad aguja imanada de seftalar el norte magnético. Un Flavio Gioia, logré colocarla sobre un eje y dentro cajita —bussola, en italiano, y de ahi su nombre: bra Ia—, con lo que sé Solucionaban los problemaende la nas) vegacién durante la noche o en dias nublados, pues hasta” alli se habian guiado por el sol y las estrellas. La difusién de libros que contenian relatos de viajes, y entre ellos la desoripoién de los maravillosos paises vi- sitados por Marco Polo, asi como Ja publicacién de algu- nas cartas de navegacién, impulsaron eficazmente las ex ploraciones maritimas ya emprendidas. : El teicer invento, la pélvora, conocida en China antes de la eta cristiana, fué adaptada por los europeos a las necesidades de Ja guerra, dando origen a las armas de fuego. Estas constituyeron, durante la conquista de ‘Amé- “\ rica, tn elemento de gran importancia, mds por el efecto — 2B os, buian ante el estampido producido por deflagracién te ia pélvora. Visses manitimos DE Los PorTucuESEs.—Los prime- ros en husear la solucién del apremiante problema fueron Jos portugueses, quienes, desde 1419, exploraban las cos- tas de Africa, y habian Ilegado en 1485 hasta el grado 22 de latitud sur. Se particularizé en esta busqueda el prin- cipe don Enrique, Hamado “el Navegante”, de esa nacio- ocdano os maritimes y deseubrirmientos de los portugueses. nalidad, quien establecié en Sagres un centro de estudios y exploraviones geogréficas, E Cupo a los expertos marinos portugueses Ia gloria de e Ja ruta maritima entre Europa y Asia, enyo x sultado fué Ja reanudacién de las relaciones comercial terrumpidas ia afios, Baxrouomé Disz.—Este inteépido navegante. al man: 29 te6 el Africa, y después de largo viaje doblé, en 1487, extremidad meridional de este continente, a la que ldh Cabo Tormentoso, por las tempestades que en ella le sor prendieron; més jarde, Juan IT, rey de Portugal, substiw. tuy6 ese nombre por el de Cabo de Buena Esperanza. La oposicién de sus hombres impidié a Diaz continuar el viaje, viéndose obligado a emprender el regreso'a Por- tugal, adonde legé a fines de 1487, Vasco pe Gama.—tLa ruta « las Indias, deseubi a medias por Bartolomé Diaz, tuyo su_continuadory d afios més tarde, en el ya famoso na- vegante portugués Vasco de Gama, quien se hizo a la vela desde Lisboa, capitaneando tres nayes de escaso porte. Como su antecesor, costed el Africa, doblé el caho de Buena Espe- ranza en noviembre de 1497, navegs la costa oriental hasta casi legar a la Tinea equinoccial (ciudad de Melin- da), ¥ atraves6 el océano Indico en medio de una furiosa tempestad. Como la tripulacién se sintiera atemorizada ante la violencia de las olas, la animé con estas palabras: “Qué os asusta? {Es que el mar tiembla delante de nosotros!” El intrépido navegante cortinus su viaje, y el 20 de mayo de 1498 llegé a la tierra de las Indias (Calicut), tan ardientemente deseada. Entretanto, en el espacio intermedio, casi exacto, de estos dos grandes acontecimientos, habfa tenido lugar uno mucho mayor, el descubrimiento de América por el in- signe genovés Cristébal Colén. Vasco de Gema, — 30 — VIL CRISTOBAL COLON Con6 ante Los Reyes Caré.icos.—Drscu bE América, RuseNa srocririca pe CrtsrOsat Cou6n—Escasas y contradictorias noticias se tienen hasta hoy acerca de los primeros afios de Cristéhal Colén, acepténdose como muy probable su nacimiento en los alrededores’ de Génova, por el afio 1451. De humilde cuna, provenia de una fami- Tia cuyo jefe era car- dador de lana, y con los pocos conocimien- tos proporcionados por la escuela primaria y algunos otros sobre m temiticas, cosmografia y astronomia adquiri- dos en ciertas obras ac. esibles de la época, y fuertemente atraido Cristibal Colin, por la navegacién, ini ‘Sutee ts aster Sermaetide Puasa Comoonl 616 sus viajes, La lectu- een; ra de Imago Mundi, del cardenal Pedro de Aully, lo puso en contacto con ja teoria de Ia esfericidad de la Tierra, sustenteda en todos los centros cientificos de Ia época, y el relato viajes de Marco Polo, al Oriente clasico, en su li- i Jo indujeron a planear su arriesgada em- frees. De Ia primera de estas obras dedujo que navogan: lo hacia occidente se podia llegar a la riquisima y fabu- tosa regién de las Indias, descripta en # © ‘|e segunda de las obras nombradas, Por entonces Portugal era centro importantisimo de empresas mariti. mas, y hacia alli se dirigis el futuro descubridor de América; Iegs en 1470, y alli contrajo matrimonio con Felipa Moniz, hija de Bartolomé Pe. restrello, reputado navegante genovés al servicio de la marina portuguesa, Este matrimonio lo vinculé con los centros cientfficos'de la época, y especialmente los centt9s maritimos, en los que trataba fre. enentemente cou Tos que més sobresalian en viajes y explo. taciones atlanticas, Marea Polo: at Hy a Ceria maritima de Pablo~Toscanelli, sexin ume reconstru a2 Fl genial proyecto, tantos afios acariciado, se trans found para él en una evidente verdad al: conocer Ia opi- wién del fisico florentino Pablo Toseanelli, quien consi- deraba factible la travesia occidental para llegar alas Tndias, a cuyo efecto el ilustre fisico acompafiaba =u yes puests con Ja “carta maritima de Toscanelli” Decidido ya completamente, Colén ofreeié si proyer- to al rey de Portugal, Juan II, proponiéndole condiciones exageradas, las cuales, mas que el dictamen desfavorahle de ia junta a que lo sometié el monarca, fueron su rechazo (1483) Rotas las negociaciones con Ja corte portuguesa, po: © y apenudo, pero con gran perseverancia y fe inque vantable, el marino genovés volvié los ojos a Espafia, y a ella dirigié sus pasos. ¥ alli evs su magno proyectos engrandecido Inepe con.el desenbrimiento de’ un mundo. usa de CoLén ANTE Los REYES DR EspaNa.—Al legar Colin 1 la peninsula ihérica, los Reyes Catélicos Fernando de e Isabel de Castilla, soberanos de Espafia, soste- de : nian con los int Granada mma implac ble guerra, Animado pre por su gran espe ranza, Coldn ahd amistad con al personalidades, que no e6lo se convencie ron de Ia solidez del proyecto, sino que también le ofrecieron su apoyo ante los reyes. le puesto el proyecto a sus majestades, resolyieron someterlo fo de Aragén e Isebel de Castilla reyes se encontraban entonces en Cérduha, y ex: Eh ie peat Sih @ tuna junta de hombres entendidos en cosmoge que se hallaban en la corte, la que aconsejé esperar haat terminacién de la guerra para tomarlo en consideracién (1488). 4 Ante esas circunstancias, Colén resolvié ahandonar a Espafia, pero el-conocimiento casual que hizo en el. Con vento de La Rabida con fray Juan Péres, a qhien expuso. su proyecto, le dié nuevas y alentadoras esperanzas. Monasterio de La Rébida—En esta casa no sélo hhospitalidad eneontrs Colén. El prior del ‘conven 3 to fray Joan Pérex, confesor de la reine, influyé ante ia y consiguis que tomara bajo. su, protec: iin el proyecte del “marino genovés, Mediante su apoyo, intervinieron seguramente ante la veina fray Hernando de Talavera, fray Diego de Deza y fray Anwonio Marckena. Después de algunas vicisitudes, Colén logrs Ja aprobacién de su proyecto por los sobera. nos, quienes ordenaron le fuesen entregados tres barcos pata su empresa. Descuprimtento pe América.—La conquista del rei. uo de Granada, dltimo baluarte del abencerraje, habia de- iado sin recursos al tesoro espafiol, viéndose por ello im. posibilitade para costear los gastos de la expedicién. LS RAE ELLY 34 iy La real promes debia cumplirse, y la reina Isabel, en © im rasgo de sublime abnegacién, acepté las proposiciones Pee Colin, El 17 de abril de 1492 fivmé con él las “Capi- de Sania Pe”, por las que se otorgaba a Colén el titulo de Almirante de las tierras que descubriera y el ile virvey y gobernador general de las mismas. tulacior Después de ver no pacos iuconvenientes s carabelas, denominadas Sansa Ma- siguieron tres peq’ primer visje: Li La Pina y Le Santa Maria, cuales fueron tripuls rnte hombres en total. 2 Santa Marta, fué comandada por y les otras, respectivamente, por los herme ions y Vicente Yéfiez Pinzén, valientes me , a quienes conocié Colén duran- se vid el de la partida, 3 de agosto de 149: ar gg a= puerto de Palos Ileno de marineros y curiosos que fueron a despedir a los intrépidos nayegantes. Por la mafiana temprano se largaron amarras, se d plegaron Jas velas y las naves de Colén hicieron rumbo al occidente. Muchos percances y zozobras hubieron de sopor- ~ tar los expedicionarios desde los primers dias de nave- Partida de Colén, del puerto de Palos (3 de agosto de 1492). gacién, hasta que transcurridos més de dos meses, des- alentados por tan largo viaje, se amotinaron, exigiendo a Colén su inmediato regreso. Apaciguados los énimos por la palabra suave y firme de Colén, que sélo pidié tres dias de plazo, se prosiguio res esperanzas, pues la aparicion de al gunas aves y restos vegetales que flotaban en las aguas eran indicios seguros de que estaban préximos a alguna tierra. Volvié a reinar en los marinos gran alegria, y al po- sol el dia 11 de octubre, la tripulacién entoné el el viaje con mai nerse el ie, Salve Regina. Nadie durmié aquella noche, ansioso cada uno de ser el primero en yer Ja anhelada tierra cuand Negara la nueva autora. 3 Hacia les dos de la madmngada, desde la Pina que navegaba adelante, fué disparado un cafionazo, sefial de haberse visto tierra. 7 Al amanecer del dia 12 de octubre de 1492, el Nuevo Mundo quedaba descubierto. rae oe Se ETRE ARATE! Una costa hermosa, cubierta de vegetacién, aparecié ante los ojos de Colén, y la tripulacién salud6 alborozada el magno acontecimiento, entonando un himno en accién de gracias. i Colén desembarcé el mismo dia y tomé posesién de : la tierra descubierta, que era la isla Guanahant, a la que hautizé con el nombre de San Salvador; tenia la creencia de haber llegado al mar de las Indias orientales, encon- tréudose por Jo tanto préximo a Cathay (China) y Cipango (Japén), los paises de tesoros y maravillas que tanto le habian preocupado. Después de varios meses de permanencia, durante los cuales descubrié las islas de Haiti, Cuba, Concepeién y otras, Colén decidié volver a Espafia, para dar cuenta del resultado de su viaje. Regres6 con sélo dos naves, pues la Santa Maria naw: agé en la isla de Haith (La Espafiola), y con sus restos s¢ construyé el fuerte Navidad, en el cual quedaron treinta ¥ cuatro espafioles, a las érdenes de Diego de Arana, en perfecta armonia con los mangos aborigenes que la. habi aban, y que él lamé inidios, por creer que habia egado a Jas Indias. Durante la travesia, Colén tuvo que soportar muchas contrariedades, a causa de varias tormentas que le obliga- ron a echar anclas-en ell puerto de Lisboa, desde donde | envié a los reyes de Espaiia un correo, con la grata noticia — 38 — +1 éxito de Ia expedicién, El 15 de marzo de 1493 ontré cl puerto de Palos. “ernando e Isabel recibieron poco después @ con grandes honores y le colmaron de dis cba de su descubrimiento, Colén presents va- naturales de las tierras visitadas, animales, plantas y objetos de fabrieacién indigena. vil, LOS OTROS VIAJES DE COLON Mrvtapo ps ToRnestrtas—SECUNDO, TERCERO Y cUAWrO VlJES-CONSECUENCIAS DEL DESCUBRIMIENTO DE Aménica, ‘Trarano pe Tornesrtt.as.—Después del descubrimien- to del Cabo de Buena Esperanza, el pontifice reinante aseguré a Portugal el dominio de las tierras que descubriera en Tp sucesivo por la via maritima ya conocida. Por esta cireunstancia, el descubrimiento de América planteaba un conflicto de posesién entre las dos naciones descubridoras, y para evitarlo, el papa Alejandro VI de- termind, por una bula, que serfan del dominio de Portugal todas las tierras y mares hasta una Tinea imaginatia, tra- zada a 100 leguas al oeste de las Azores, de polo a polo. Las que e hallaran al ocoidente de esa linea pertenecerfan a Espaia. Esta demareacién no conformé a Juan Il, rey de Por- wugal, y la linea fué levada hasta 370 leguas al oeste de les Azores, 39 — Tal es el tratado de Tordesillas *, fechado en junio de_ 1494, y por él, Brasil fué tierra portuguesa, Lives anon om marag. os Tounnuias Eu lines pice) 38 polos debia separ fe do ole de los portugueres, sep el eiavado firmado en Tordesilas por lor representantes ds ember pebeh Secunpo vase DE CoLéx.—El 25 de septiembre de 1493, al frente de una expedicién compuesta de 17 cara- elas y unos 1.500 hombres, Colén emprendié su segundo viaje desde el puerto de Cédiz. Veniau en la expedicién varios sacerdotes, algunos gentileshombres y marinos de reconocida pericia, como Juan de Ja Cosa ¥ Juan Ponce de Leén; también formaron parte de ella muchos artesanos y aventureros avidos de ri- iquezas. ; ; = Con mejor suerte que en su primer viaje, descubri6, al mes de navegacién, una isla que llamé Dominica, y des- villa de la provineia de Valladolid. pués algunas otras, a las que dié el nombre de Marigalante, Guadalupe, Puerto Rico y Jamaica, Al llegar @ La Espafola, vié con sentimiento que el fuerte Navidad habia sido destraido y muertos sus colds doss deseando tributar un homenaje a su protectora, fun. 46 la primera ciudad del Nuevo Mundo en la misma isla, y le llamé Isabela. Después de varias exploraciones por el mar Caribe, regress a La Espanola, donde encontré el mayor desorden, Colin (1492-1804). habian producido reyertas armadas entre sus poblado- res, y las inclemencias del clima causaban muchos enfer- mos ¥ pérdidas de vidas. : Mientras esto ocurria, en Espafia sus enemigos Je acu- saban de supvestas ambiciones y de crueldades, como se to expusn Juan Aguado, enviado por los reyes para com: probar tales acusaciones. Ante ellas, Colén decidié partir, emprendiendo viaje de regreso a Ta peninsula én marzo de 1495, encargando del gobierno de la isla a su hermano Bartolomé. TercER viAge.—Las acusaciones calumniosas de que Colén habia sido objeto fueron desvirtuadas, y los reyes dispusieron la organizacién de una tercera expedici compuesta de seis naves. : a Muchas dificultades hubo que vencer para conseguir {a tripulacién necesaria, pero pudo al fin la flota darse a a vela, partiendo de Sanliicar de Barrameda, en mayo de 1498, ; Destle Jas Canarias, Colén envié tres cavabelas a La fiola, mientras él con las otras tres navegaba hacia el sudoeste. Soportando grandes contratiempos, llegé por fin a una isla que Hams Trinidad, y navegando més al sur descabri el delta del Orinoco; costed el golfo de Paria, y a la vista del Continente, cousideraba haber Megado a las costas del rico Oriente, descripto por Marco Polo, debido a los re- galos de oro y perlas que Je hacian los habitantes. 5 Desde la isla que Ham6é Margarita, por la abundancia de sus perlas, se dirigié a La Espafiola, encom gente sublevada en ansencia de Bartolomé Col en la fundacién de Santo Domingo. A Espafia habjan Wegado noticias de las tarbulenci que reinaban en la naciente colonia, por lo que el rey env a Francisco Bobadilla como gobernador de La Espafiola, con ampliag facultades para que averignase la verdad de la simacién. Este detuvo a Coldn y lo envié engrillado a Es- pafia, lo mismo que a sus hermanos. A su legada, Jos reyes y la nacién entera protestaron por la conducta injustificable de Bobadilla, disponiendo sus majestades Ja inmediata libertad del Almirante y sus hermanos, con restitueién de sus honores y privilegios, de que habfa.sido tan injustamente despojade (octubre de 1500). Cusnto viase.—El feliz éxito de los viajes de Vasoo de Gama y de Pedro Alvarez Cabral, al servieio de Porta. gal, estimularon al monarca espafiol a la continuacién de los descubrimientos, y Colén parti6 de Cadiz, al mando de cuatro naves, en meyo de 1502, con prohibicion de arti. bar a La Espatiola, gobernada por Nicolds Ovando, A pesar de la prohibicién, el mal estado de tno de sue havios y una furiosa tempestad obligaton a Colon a pedit “hospitalidad a Ovando, pero éite se la neg6, ordendndole el inmediato abandono de Ja isla. Mejorado el tiempo, partié hacia el sndoeste, y leva do por vientos contrarios, arribé a las costas de Hondures, navegando a su vista en una gran extension, hast Belo (istmo de PanamA). ‘ Sufriendo muchas privaciones, luchando con los vajes y las enfermedades, deshechas sus naves, Colén il por fin a Jamaica, y a la aventura de los expedicio 2 Hos s6lo esperaba un trégico fin, cuando aparevieron por otiente las carabelas enviadas por Ovando en su auntie. En septiembre de 1504,,enfermo y lleno de pesadum bre, Colén se embareé para Espafa, adonde llegé al mes siguiente 43 Al poco tiempo fallecié: 1a reina, circunstancia que Privé al Almirante de toda proteccién, Jo que aumient6 tos. sinsabores y desengafios del infortinado descubridor de América. é 5 "Lan pobre como habia vivido, casi abandonado, Cris tobal Colén falleci6 en Valladolid, el 20 de mayo de 1506, exclamando con “ferviente resignacion: -“ Seftor, encomiendo mi espirim”. [La navegacién cont6 con una amplia ruta para el tin | silo y las exploraciones; el comercio y la industria 6 acte: eentaron con los nuevos mercados y productos; las ch las naturales adquirieron un vasto campo de investiga: ciones; los nuevos paises descubiertos, como sts habitan: “tes y producciones, enriquecieron la Geografia. Para Es Pafia tuvo, ademés, importantes consecuencias’politieas feonémicas, derivadas del gobiemo, poblacién y adminis- tracién de las nuevas tierras, El ansiado camino a las Indias no tardaria en desu. brnse. vull. FL NOMBRE DE AMERICA Amico Vespucto.—Por una circunstancia errénea e injusta, el mundo descubierto por Colén se llama América, Entre los expedicionarios que Megaron a las nuevas tievras legs un floreutino Hamado Américo Vespucio, ra- dieado en Espaiia, en donde ejereia el comercio. Primero con Ojeda, en 1499, después con Lepe, y més tarde eon el portuigués Gonzalo Coelho, en 1501, realizé tres viajes, ya su regreso escribid el relato de los mismos, en los que habia actuado como pilote 0 cos- mégrafo, acempafiando esas des. cripciones de mapas y cartas geo. cas. Considerado como autor de los descubrimientos que alli relataba, se hizo comin llamar “Tierras de América” a las regiones en esos ma- pas representadas, y de abi el nom. Américo Vespucio. bre de América dado al Nuevo Mundo. Aun ciando Vespucio /ué el primero en afirmar que las Gerras deseubiertas eran un nuevo continente, contri- hayé con su silencio 2 una injusticia, impidiendo que el Nuevo Mundo se amara Colombia, como debié ser, co- mo acto de justicia a su ilustre descubridor. IX. - DESCUBRIMIENTO DEL MAR DEL. SUR Descusrumtento pet OcEANo Pacirico.—Vasco Ni Nez be Bat-noa.—A los viajes de Colon se sucedieron nu- meroses expediciones conquistadoras, que salian de puer- tos espafioles, y en una de éstas Ilegé al istmo de Panama el capitén Vasco Nitfiex de Balboa. Mar bez Sur.—En aquel punto, este conquistador tw: vo conocimiento, por los naturales, de la existencia de un pais muy rico, situado més al sur. Acompafiado de unos Pocos soldados y unos cuantos indios, atravesé el istmo, descubriendo, al fin de un viaje muy penoso, un inmense mar, al que Ilamé Mar del Sur, Penetrando en sus aguas, tom6 posesién de ellas en nombre del rey de Espafia (1513). - Este descubrimiento demostré que el Nuevo Mundo era un continente, rodeado por dos océanos*. LOS CONQUISTADORES ESPANOLES Lectura El descubrimiento de América fué conocido por toda Espata con avelerada rapider, y desde los primeros dias del Nuevo Mun. do, los puertos de Sanlicar de Barrameda, Huelva, Cédiz, Palos Sevillagevieron alejarse constantemente hacia les remotes tierrae + Balboa tyo un triste fin, Al poco tiempo de su descubrimiento fué acusado injustamente de reelidn y ajusticfado en la cuad do Acie tPeronsh aces descubie:tas por Colds, grandes y pequefas flotas de carabeles , Si cumplimiento de idesles y ambiciones que el valor o la codicig despertaran. {ii seldado de la Edad Media, el esforzado ceballero de aquel period en que se rendia eulto al valor no pudo permitir gus cu sspada enmoheciera colgada en Ja sala de armas del castilis fen, dal. Y alla marchan: a América Las blancas velas tendidas al viento, en un mar tranquilo, femejan bendadas de gaviotas reunidas en horas de pesce, jdh del barco! jQuién va! 7 En las peqtiefias cubiertas de Jas carabelas conversan animados grupos de hombres. Porten los unos ; los: otros, cota de malla y espada al cinto; lan distintes.profesion de vide pendenciers. No eacasean: entre aquella mulitid los pes, Senajes de arrogante apostura, cuya hidalguia revela arvuinada nobleza o, por lo menos, hazai é componen tan heterogénea triy y fe Entremezclan expresiones de firmeza y valor con alguna de ansiosa esperanza? {A quiénes conducen las pequefias carabelas de Blancas velas, stmejantes a handadas de ‘gaviolas? Son’ loc sefiores conquistadores espafioles y sus hombres: son los valevosos capitanes de la conguista espafiola y sus coldedos. De pie, solitario, en Ia pros de la capitane. vese a un percone. Je distinto, tendida la mirada al infiuito: ajeno parece su peusa. iniento al rudo vocerfo de aquellos hombres singulares, segin sus labios se mueven. Es otro conquistador. Es el sacerdote de la expedicién, que in- voca Ja proteccién de Dios para toda aquella temeraria gente de tar y para la obra de redencién espiritual que leva a las lejanae tienes, ignotas hasta ayer Noces recias o alegtes parten de los diyerses grapos con fee. nético entusiasmo, ol calor de_imaginagiones exaltades por los relatos oidos a los marinéros da Colénydé las maravillee y 43 quezas que encierra el Nuevo Mundo frallado’ en medio de los mares, Ningwoa idea sobre peligro o penalidad ensombrece el ros. tro de los audaces expedicionarios; todo es. promesa eyeia, to fe De Sart Bella, de corré voile (veln cuadrada), del bajo latin acurabus, de Je vor ariege arabe, c polahra berberises, son las varias ccnlogiee oe carabels, lege el ocas0, el suefiovde oro y deriqueza iguala genembres de tan diversa condicién, sunides s6lo pot al voce de un valor personal a toda prueba, Fo el alba de un claro dfa; una costa ge perfile a Ia vista de ae tripulantes que, mAs ansiosos que otras por llegar kanye? rugado, ptizrre!—arita el vigia desde lo alto de In cofe; en tanto las blancas velas, ye iluminadas por el sol, se aproximan a una Herra de gigantesca y secular vegetacién, Aun se oye el estentéreo ‘ifendo!” del timonel y ya estan prontos al desembarco los capi- ‘anes y soldedos de la conquista espaftole. Ja empresas que ana acometer son por todos consideradas ‘ails y aturales, por mas dificultades que oftencam ten st tents ode tno ocupa su plaza, dispuesto a jugarse la vida: con Tigre sais frente el grandioso escenario, en cuyas entraias el po ligt yace en todas partes, Anchurosos rfos que han de ser cruzados en débiles balsas: selvas impenetrables por todas partes, donde el vanene de (ery piste @ Ja garre de la fiera en acecho son mortales; paramos tic hospitslarioss treidores ciéuagas y tremedales que eepulieg pa revegmte al que en ellos aventura un paso; cerros estarpados 9 nevadas cordilleras; tierras yermas; climas inealubree y riguro- £or 5 '22 S6lo una parte del peligro: fieros adversarios: el flvg falez y vengativo, que a miriadas defiende tesonere ag, tierras; tan salvaje como le naturaleza que le rodea; tal ea el grandice, cceenatio donde la fe, la volunted y el valor de los conqeiciedoney cspafoles han de levantar un mundo de progteso y de evilisesren Cabiertos algunos eon do y en Ia diestra Ia dos arcabuees, y todo: corazas; embrazando otros el escu, al hombro de los soldados los pesa- iendo lanzas 0 armas blancas, em: yeaa a oiree en las virgenes selvas los primeros “truenos" de lac Tombardis‘medicrales “mien Tos valerosos conquistadotes afrontan los mil peligros ocultos, que no les infunden cl mes hece ian Ast se emprendié la conquista del Nuevo Mundo, con aque. lias modestas armas, esgrimides con arrojo temerario por loniree 8 quienes sobraba corazén. Se La imaginacion concitie el euadin eublime de vilor que ofre- viera Franciseo Pizarro al empezar ls eonquista del Peri, en uma playa inhospitalaria, cuanido.altivo, con la punta de st espada sata una raya de Oriente a Poniente y dice a sus vacilantes solda- dos: “Por aqui se va al Pers, a ser ri¢os: por acd, « Panaind, a ser pobres, Escoja o! que sea bien castellano lo que més bien Te es tavicre”. Sélo iguala a este geito el de Hernan Cortés, al contemplar impavido la destroceién de sus naves, quemadas por su orden, y al exclamar, ante el dhtimo resplandor de la fogata: “La suerte esta echada. No nos queda otto recurso que veneer si no queremos hombres de tal temple, pudo ser conqnietado ol Nue- v0 Mundo. 5 Al fuerte, que construyera Colén, en su primer viaje, 00 los ‘espojos de la Santa Maria, como simbolo de la conquista a em- jrenderse, svcediéronle muchos otros, levantados en costas © tic- rras mediterraneas; a las villas, pueblos y colonias, fundadas por mercedes reales, sucediéronles ciudades, capitales, més tarde, de grandes jurisdicciones politicas que se lamaron yirreinatos, go- hernaciones 0 intendencias; y por toda América el real pendon — de Castilla flamed gallardo como una inmense pagina de oro de la historia de la conquista espafiola. 4 Junto ,a los fuertes o las fortalezas; en los pueblos, villas, vo- Jonias y dindades; muchas veces en- la entrafia de Ia selva virgen, » a orillas de ‘caudalosos rios 0. rapidos torrenies; lo mismo en bi falda de cerros d2 roca viva que eu los valles foridos, levantabuse, el per: de 1a eapitana, Aquel humilde edificio, aq iglesias el pendén era la crvz, e1 més alto, LRM. ReVoLUCIGN & INDEPENDEN: Chowan. Jos Dist, on, Sousa conigiista de tier Nuevo~Mundo adquiria ya grandes propaxeione Portugal enyi6, ent el fio 1500, ion al de Pedro Alvarez Cal eC Como consecuencia de celos de a don Toa Hinz de propésito. n e portugue de hallar un-paso de comunicacién entre Mar del Sur, ya jerto por Balboa, en 1513. 9 Juan Diaz de jis salié de Espafia en octubre de 1515) partiendo Is Hotilla del puerto de Sankiicar. Recorrié con sus fies naves“las castas del Bra: enero de 1516 divisé un cabo, al que Mamé Sa Desde alli navegé hacia el oestes ante su vi una inmensa extensién de agua, sorprendiéndole a a sebor no fuera selado, por cuya causa la denom Dulce. % aproximarse a la costa, que cudierta por lozana ve getacié se ofrecia a su vista, fué Namado por lo: tantes con muestras amistosas, alas que atendié Soli Apenas pusieron pie en tierra él y seis compaieros, los indios guaranties los atacaron y dieron muerte, salvan- .élo un grumete, que siguid viviendo entre los indivs. La wipulacién de las naves, desalentada por el tragico fin de Solis, regress a Espafia, al mando del segundo jefe, Francisco Torres, quien Ievé la noticia del desgraciédo suceso, reagravado con la pérdida de una embarcacion, cuyos tripulantes quedaron abandonados en la isla de San- ta Catalina. Henvanpo, DE MAcaLLanrs, —Sbpastiin Dr ELCANO. —Fn 1519 salié de Fspafia una expedicién compuesta de cinco naves y 260 hombres, al mando de Hernando de Ma gala: Fste valiente marino, de origen poriugués, prestaba sus servicios en Espafia por disgustos que tuvo con el go bierno de Portugal. certo, al que bautiz6 con el nombre de ~ Monte San Ovidio. Hizo algunas ea jlaméndolo Rio de Sol al que habia perdido = costas del caudaloso estuario, Conti- nu6 su viaje en direccién al Hegar al puerto de San Juli Patagonia, donde se vié obligado a in- vernar por la proximidad de los frios. Durante su permanencia en esos sitios inhospitalarios tuvo que reprimir varios motines de la tripulacion, ae con la a : de muerte a sus promotores. ‘Antes de reanudar la expedicién, Magallanes env reconocimiento de la costa hacia el sur. La embarc naulragd, y la tripulacién, que logré, pie a San Julién.. (Con las enatro restanies emprefaié nuevatfente el Vi je, y el 1° de noviembre de 1520 descubrié el estrecho Al penetrar en el/estrecho, mt las embarcaciones, la San Antonio, se amotind a Espaiia, con lo que'la expedicién quedé reducida a tres raves, la Vitoria, la Trinidad y la Concepettn, ser del estrecho 46 lange y peligrasa, lerminarla pudo. Magailanes-gdmirar el mar. descibie! Balk Vand: ocfano. Pact uilided de sus sguas, desprovists de viveres: cont cchis islas: has) Pescubrimiento det estrecho de Magallanes. Las cinco naves que componten |a Motilla'de Magallanss: s= tleinebou Victoria, Trinidad, Concepetiny San tiago y San Antonio, perecié a m: Jos salvajes de la isla. Mactan, al ata

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