El primero es la dependencia del deseo de la madre y de la primera simbolización de esta, es decir, el niño depende de la madre ya que esta sacia sus necesidades por simple decisión de hacerlo, lo cual lleva a fijar en ella el símbolo de lo que es una madre, lo que significa ser madre. Mediante esto el niño enlaza el deseo de la madre con la dependencia en él. Esto no habla únicamente de la búsqueda del niño de afecto y cariño ni sus necesidades, sino de la incógnita existente respecto a lo que busca y desea la madre, que obtiene, es otras palabras, el deseo del niño es el deseo del deseo de la madre, no busca el objeto, busca el deseo, debido a la coexistencia de ambos en el mundo simbólico. Este tiempo puede definirse como "ser o no ser" En el segundo explica el vínculo entre lo imaginario, el falo, y el padre en lo real, siendo el falo una incógnita aplicable para el deseo buscado, metafóricamente representado por el padre. El vínculo entre el niño y el falo se encuentra por medio de la madre, ya que este representa el objeto de deseo de la madre. En la lógica del niño este se cuestiona acerca de lo que desea la madre, y al buscar este deseo ajeno busca que característica en él es ese objeto de deseo, de esta manera podrá obtener el deseo del deseo de la madre. Articulando la idea del deseo no dentro del niño, sino dentro de la madre. No es que el padre priva al niño de su objeto de deseo que es la madre, sino que el padre priva a la madre del objeto de su deseo (especialmente el objeto fálico). La limitación del deseo es el tema expuesto por Lacan, destacando que en el mundo significante no se puede desear ilimitadamente, siendo explicado como que la castración recae ahora sobre la madre, en donde se le priva de algo que no tiene, destacando la lógica de que solo se puede desear aquello que no se tiene. Y como en la lógica esta implícito que hay quienes no lo tienen, este deseo buscado con la madre se asocia al falo. Este tiempo puede definirse como "tener o no tener" El tercer momento es explicado como el trascendental para la salida del complejo de Edipo. En este el padre es el elemento de la relación que carga con el falo, es decir, el padre tiene el objeto de deseo de la madre. El padre niega o no tener el falo, en cuanto a tenerlo tiene que mostrarlo, es decir, el padre tiene aquello que la madre quiere, el cual no debe negar otorgar, ya que no es un todopoderoso, no es el otro, ni omnipotente. En este último momento entra la identificación con el padre.