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Asertividad 2
Asertividad 2
Técnicas de
entrenamiento en asertividad
La no aserción por pasividad muestra una falta de respeto hacia las propias
necesidades. En un inicio tomamos este camino para apaciguar a los demás
y el evitar conflictos a toda costa, pero a la larga lo que causa es sensación
de perder identidad, resentimiento hacia uno mismo y hacia los demás, y
decepción. Comportarse de este modo en una situación puede dar como
resultado una serie de consecuencias no deseables tanto para la persona que
está comportándose de manera no asertiva como para la persona con la que
está interactuando. La probabilidad de que la persona no asertiva satisfaga
sus necesidades o de que sean entendidas sus opiniones se encuentra
sustancialmente reducida debido a la falta de comunicación o a la
comunicación indirecta o incompleta.
Este tipo de conducta es la que nos lleva a defender los derechos personales
y a expresar nuestros pensamientos, sentimientos y opiniones de una manera
inapropiada, generalmente explosiva, y transgrede en la mayoría de casos los
derechos de las otras personas.
Las víctimas de las personas agresivas acaban, más tarde o más temprano,
por sentir resentimiento y por evitarlas. El objetivo habitual de la agresión
es la dominación de las otras personas. La victoria se asegura por medio
de la humillación y la degradación. Se trata en último término de que los
demás se hagan más débiles y menos capaces de expresar y defender sus
derechos y necesidades. La conducta agresiva es reflejo a menudo de una
conducta ambiciosa, que intenta conseguir los objetivos a cualquier precio,
incluso si eso supone transgredir las normas éticas y vulnerar los derechos de
los demás. La conducta agresiva puede traer como resultado a corto plazo
consecuencias favorables, como una expresión emocional satisfactoria, un
sentimiento de poder y la consecución de los objetivos deseados. No
obstante, pueden surgir sentimientos de culpa, una enérgica contraagresión
directa en forma de un ataque verbal o físico por parte de los demás o una
contraagresión indirecta bajo la forma de una réplica sarcástica o de una
mirada desafiante. Las consecuencias a largo plazo de este tipo de conductas
son siempre negativas.
Creencias que favorecen el comportamiento agresivo
Los derechos asertivos han sido elaborados para que todos tomemos
consciencia de que, como personas, nos merecemos una serie de cosas, las
cuales estamos en disposición de defender frente a los demás, para así
mantener nuestra identidad y nuestra autoestima positiva.
Ser educado
Enfadarse provoca confusión en uno mismo y hace que los demás vean al
individuo débil, histérico y con una baja credibilidad. Hay que recordar que se
deben tomar en consideración los puntos de vista de los demás y
comunicarles que se entiende su punto de vista. Negar o ser testarudo no
suele funcionar a largo plazo. Es mejor guardar la calma y educada, pero
firmemente, exponer la opinión propia.
Asertividad positiva
La aserción negativa
La aserción negativa tiene que ver con el hecho de que todos cometemos
errores. Con esta técnica hacemos primero una autocrítica real sobre
nosotros, lo cual generará en el otro una reacción menos agresiva cuando
posteriormente hagamos una crítica (observación constructiva) a nuestro
interlocutor, para seguir adelante con las propias reivindicaciones.
Asertividad empática
Asertividad confrontativa
Banco de niebla
Interrogación negativa