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Cátedra de investigación en Literatura Argentina de la EMAC

“Cátedra Libre Ricardo Piglia”

El rol de la mujer

En este pequeño ensayo intentaremos un recorrido por textos del siglo XIX que han dejado huella en la
tradición de la literatura argentina. Haremos una pintura, aunque parcial, del testimonio que estas
producciones nos dejaron acerca del imaginario de lo femenino en esos años. Comenzaremos con unos
pasajes del Facundo de Domingo Faustino Sarmiento:

“Un día vendrá; al fin, que lo resuelva; y la Esfinge Argentina, mitad mujer por lo cobarde, mitad tigre
por lo sanguinario (…)” i
En el mismo ensayo, página 30 del capítulo 1 leemos:
“(…) todas las industrias caseras las ejerce la mujer; sobre ella pesa casi todo el trabajo, y gracias si
algunos hombres se dedican a cultivar un poco de maíz (…)”
Para terminar con este autor, citaremos un pasaje de la página 43 del capítulo 3:
“(…) la mujer se encarga de todas las faenas domésticas y fabriles; el hombre queda desocupado, sin
goces, sin ideas, sin atenciones forzosas; el hogar doméstico le fastidia (…)”
En la primera cita Sarmiento colorea con un adjetivo la idea que la sociedad del 1800 poseía del
temperamento femenino: cobarde.
En la segunda y tercera cita, el autor nos deja plantado el rol de la mujer: es la que sostiene con el
cuerpo y el espíritu a ese, no siempre, hombre de acción decimonónico. Su ámbito es el doméstico, su
quehacer es la concreción de lo cotidiano.

En Lucio Mancilla y Los Siete Platos de Arroz Con Leche, encontramos un valor que se le da a la mujer a
través del estado virginal de sus genitales: “Manuelita, su hija, era casta y buena, y lo mejor de Buenos
Aires.”ii

En El Matadero, de Esteban Echeverría, Hay dos tipos de mujeres: Las “pobres mujeres” y las mujeres
feas y bestiales.
Las “pobres mujeres” son aquellas blancas y distinguidas, de “buenas familias”, que salen de la iglesia
resultando agraviadas por un espectáculo impuro: los cuerpos infames de las negras achureras. Las
mujeres negras que viven en la indigencia son lo opuesto a las pobres mujeres.

En el cuento La Novia del muerto, de Juana Manuela Gorritiiii, encontraremos el tópico de la mujer
hechizada que al perder a su amado cae en una locura fantasmagórica. Cabe destacar que Gorriti hace
uso de este recurso en otros cuentos como El guante negro, El lucero del manantial, y más. Nos
encontramos con mujeres que, de alguna manera, son transgresoras: faceta de vital importancia para un
personaje protagónico de ficción fantástica. ¿Qué transgreden éstas mujeres? Transgreden mandatos
que las ponen en lugares de fidelidad al patriarca, de sumisión hogareña, de castidad obligatoria.
Todos aquellos valores, tanto negativos como positivos, que fuimos encontrando en los textos de
Sarmiento, Mansilla y Echeverría, son puestos en jaque por los personajes femeninos de Gorriti.
El marco de la época rosista en los cuentos de Gorriti es necesario y fundamental para que estos
personajes femeninos puedan desobedecer al statu quo.
Es importante pensar en el destino de estas mujeres después de la desobediencia: el ostracismo
social es lo que las convierte en eso que está y no; en eso que es y no es; en eso que no pertenece al
aquí y ahora de los otros, y por eso se vuelve siniestro.
Cátedra de investigación en Literatura Argentina de la EMAC

Podemos ver, aún en este pequeño corpus de obras, cómo el siglo XIX en término de discusiones de
género presenta contrapuntos, siempre y cuando las voces disruptivas no sean olvidadas. En ese
sentido, escritoras y mujeres activas en lo político de la época como Juana Manuela Gorriti, Juana
Manso o Eduarda Mansilla, resultan imprescindibles.
i
Facundo, Civilización I Barbarie En Las Pampas Argentinas, Domingo F. Sarmiento, Editorial Hachette Y Cía, 1874 , Introducción,
página 13

ii
Lucio V. Mancilla, Los Siete Platos de Arroz Con Leche, Biblioteca Virtual Universal, Capítulo 2, página 5

iii
Juana Manuela Gorriti,Sueños y realidades, Penguin Clásicos 2018

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