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Universidad americana del noreste

Actividad 4_ La crónica

Alexa Garcia

Comunicación escrita

Ingeniería industrial

2110129

19-10-23
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Índice
Introducción.......................................................................................................................................3
"El Vuelo de las Palabras"..................................................................................................................4
Conclusión.........................................................................................................................................6
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Introducción

A continuación hablare sobre una crónica basada en una anécdota que tuve con mi abuelo y se me

hace muy lindo recuerdo él nos cuenta cuando era joven y le apasionaba la literatura y escritura y un

día deambulando por su biblioteca encontré un bello verso en el que hablaba como un día caminando

por la calle escucho un fuerte impactó y resulta que iba a ser un accidente muy trágico e histórico y

vemos la perspectiva de cómo lo vivió

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"El Vuelo de las Palabras"

En una tarde de otoño, con las hojas doradas cayendo al ritmo de la brisa suave, me encontraba

absorto en la tarea de plasmar los fenómenos de la vida en palabras. No era una jornada como

cualquier otra, sino una oportunidad de explorar la frontera difusa entre lo ficticio y lo real a través

de mi experiencia literaria. Inspirado por el susurro del viento, decidí emprender un viaje, no físico,

sino a través del tejido de las palabras y las vivencias personales.

El reloj marcaba la hora en la que las sombras se alargaban en el cuarto, y las luces de la ciudad

comenzaban a parpadear tímidamente. En mi escritorio, con una taza de té humeante a mi lado,

comencé a recordar un suceso de mi infancia que se me antojaba un pretexto perfecto para explorar

la crónica literaria. Mi mente viajó atrás en el tiempo, hacia un rincón de mi memoria.

En aquel entonces, yo era un niña curiosa y soñadora , con el mundo entero por descubrir. La

biblioteca de mi abuelo, un lugar mágico lleno de volúmenes gastados por el tiempo, era mi refugio

secreto. Un día, mientras ojeaba un libro polvoriento, una carta cayó de sus páginas. Era un mensaje

de mi abuelo, un relato de un episodio misterioso que ocurrió en su juventud, en medio de un trágico

accidente llamado el trenazo . Una carta que conectaba nuestras vidas a través de la tinta y el papel.

Mi abuelo, un joven escritor en aquel entonces, describía con minuciosidad cómo se había

aventurado en una noche lluviosa ,caminaba por las calles de la ciudad. La atmósfera de la narración

estaba cargada de misterio, con el rugido del tren como banda sonora y los destellos de las

ambulancias como destellos de vida en medio de la oscuridad. Pero, más allá de la trama de

aventuras, lo que me impresionó fue su habilidad para mezclar la realidad con la imaginación,

transformando un hecho corriente en una historia mágica.

Me sumergí en la historia de mi abuelo, y en ese proceso, descubrí la magia de la escritura. Cada

palabra parecía un hechizo que creaba imágenes en mi mente, como si estuviera viendo el tren y
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sintiendo la lluvia en mi piel. La prosa describía las emociones de mi abuelo de una manera que iba

más allá de la mera narración de hechos; transmitía su asombro, su valentía y su pasión por la vida.

Mi abuelo me había enseñado que la escritura podía trascender lo mundano y lo real, que podía ser

una puerta hacia lo inexplorado. Así, en ese rincón de la biblioteca, sentí una chispa de inspiración

que cambiaría mi vida. Mi abuelo, ya fallecido, me legó su pasión por las palabras, y esa tarde de

otoño me encontré a mí mismo, escribiendo mi propia historia , explorando el espacio entre lo

ficticio y lo real, como él lo hizo en su juventud.

Las palabras se convirtieron en mi luz en la vida, guiándome a través de las aguas turbulentas de la

creatividad. Aprendí que una crónica literaria puede ser mucho más que una simple narración de

eventos; puede ser un puente entre generaciones, un portal hacia la imaginación y un eco de las

emociones humanas. Y mientras escribo esta crónica, en esta tarde de otoño, sé que mi abuelo sonríe

desde algún lugar en la eternidad, orgulloso de que su legado literario haya perdurado a través de mi

pluma.
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Conclusión

En esta crónica, he explorado el proceso creativo que me llevó a plasmar los fenómenos de la vida a

través de la relación de la escritura con la experiencia literaria, fusionando lo ficticio y lo real. A

través de mi vivencia personal, la historia de la carta de mi abuelo y su relato de juventud en medio

de una catástrofe histórica , he destacado la magia de la escritura para trascender lo cotidiano y

convertirse en un medio para explorar lo inexplorado. La escritura se convirtió en la luz en mi vida,

guiándome a través de las aguas de la creatividad y la expresión. Aprendí que una crónica literaria

puede ser más que una simple narración de eventos; puede ser un puente entre generaciones, una

puerta hacia la imaginación y un reflejo de las emociones humanas. La influencia de mi abuelo, a

pesar de su partida, perdura en mi escritura y me recuerda la importancia de preservar y transmitir

nuestras experiencias a través de las palabras. En resumen, esta crónica celebra la riqueza de la

escritura como una herramienta para dar vida a las vivencias personales y transformarlas en relatos

literarios que conectan a través del tiempo y el espacio. La escritura se convierte en un puente entre

lo ficticio y lo real, entre generaciones y entre los rincones más íntimos de nuestras mentes,

recordándonos que nuestras historias merecen ser contadas y compartidas.