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Rocas metamórficas

Mármol. Roca de grano fino a grueso compuesta esencialmente por carbonatos


(calcita y/o dolomita) metamórficos. Normalmente, los mármoles no presentan
foliación, debido a la ausencia o escasez de minerales planares. Su estructura es
variada, aunque abundan la masiva y bandeada, y su textura es típicamente
granoblástica. Su color es muy variado, desde blanco, gris, rosa a verde. Resultan
de la recristalización de rocas calizas de cualquier tipo, por lo que no pueden
observarse los componentes originales como bioclastos, oolitos, etc. Los
mármoles no deben confundirse con calizas esparíticas sedimentarias, que sí
presentan los componentes originales, aunque más o menos modificados por los
procesos diagenéticos. De hecho, gran parte de las rocas que comercialmente se
conocen con el nombre de mármol, son rocas carbonatadas sedimentarias.

Esquisto. Roca pelítica de grano medio a grueso y con foliación marcada (en este
caso de denomina esquistosidad). Los granos minerales pueden distinguirse a
simple vista (en contra de las filitas y pizarras). Los componentes más abundantes
son moscovita, biotita, plagioclasas sódicas, clorita, granates, polimorfos del
silicato de aluminio (andalucita, silimanita, distena), etc. A veces pueden tener
altas concentraciones de grafito, por lo que toman un color oscuro (al igual que las
pizarras y filitas).

Corneana. Roca no esquistosa desarrollada por metamorfismo de contacto sobre


rocas originariamente pelíticas. La composición mineral es muy similar a la de los
esquistos, aunque presentan algunas diferencias mineralógicas, como cordierita y
andalucita. La textura es granoblástica, la estructura generalmente masiva masiva
y la fábrica no orientada. Cuando una roca metamórfica es de contacto suele ser
adjetivada con el término “corneánico/a”, independientemente que su composición
sea o no pelítica (e.g., mármoles corneánicos).

Gneiss. Rocas cuarzofeldespática de grano grueso a medio, con foliación menos


marcada que en los esquistos debido a la menor proporción de filosilicatos
(esencialmente moscovita y/o biotita). Para definir una roca como gneiss debe
contener más de un 20 % de feldespatos. Su origen es diverso, pudiendo derivar
tanto de rocas ígneas (ortogneisses) como sedimentarias (paragneisses); algunos
gneisses se producen en condiciones de alto grado por fusión parcial de esquistos
u otros gneises, denominándose gneises migmatíticos.
Serpentinita. Roca compuesta esencialmente por minerales del grupo de la
serpentina (antigorita, crisoltilo, lizardita...), con proporciones variadas de clorita,
talco, y carbonatos (calcita, magnesita). Son rocas generalmente masivas, aunque
pueden presentar cierto bandeado composicional. Proceden de rocas ultrabásicas,
constituidas esencialmente por olivino y piroxenos, hidratadas durante el proceso
metamórfico. Estas rocas son conocidas comercialmente como mármoles verdes,
aunque en sentido estricto no son mármoles.

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