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CENTRO REGIONAL DE PROFESORES DEL SUROESTE

HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA


HASTA 1914
Profesora: Estefany Jorcín

PRIMER PARCIAL

Reseña del libro


“ La Revolución Industrial”
de Thomas Southcliffe Ashton

Tercer año Semipresencial


MARTINA SONDEREGGER RODRÍGUEZ
C.I. 4.509.505-4
Ashton T.S. (1950) La Revolución Industrial. Fondo de cultura económica. México

Thomas Southcliffe Ashton (1899-1968) fue un historiador británico que se desarrolló


como profesor de historia económica en la Escuela de Economía y Ciencia Política en la
Universidad de Londres; en 1951 fue elegido miembro de la Academia británica y en 1954
pronunció las Conferencias Ford en la Universidad de Oxford, además, fue presidente de la
Sociedad Estadística de Manchester (1938-1940) y de la Sociedad de Historia Económica
(1960-1963).
Ashton realizó múltiples publicaciones a lo largo de su carrera, en relación a la
economía y la sociedad; entre ellas destacan, “Hierro y acero en la Revolución Industrial”
(1924), “Un siglo dieciocho industrial 1756-1806” (1939), “Un historiador económico en
Inglaterra: el siglo XVIII” (1955), “Fluctuaciones económicas en Inglaterra 1700-1800” (1959)
y el presente libro, entre otros.
“La Revolución Industrial. 1760-1830” cuya primera publicación data de 1948 y que
consta de 195 páginas, es un libro de tipo académico y de fácil lectura, que atrapa al lector a
la vez que otorga explicaciones claras y con bases sólidas. Ashton quien fuere un
economista, utiliza en su obra la metodología propia de las Ciencias económicas y sociales;
mientras que las técnicas que aplica, son el estudio de tesis de autor, la obtención de datos
por medio de investigaciones y conocimientos de su propia práctica y la de otros eruditos del
tema, así como la consulta de material estadístico al respecto.
Desde la sinopsis del libro se nos adelanta que en el mismo, se expondrá el impacto
de la Revolución Industrial en todos los sectores de la sociedad, ya que tal fenómeno no se
produjo solamente en las fábricas, sino también en la agricultura, en la población, el
comercio, los sistemas de comunicación, entre otros muchos factores a los que alteró de
modo semejante.
En el prefacio de “La Revolución Industrial”, Thomas S. Ashton menciona que el libro
se funda en el trabajo de muchos eruditos entre los que destaca a H.L. Beathes, F.J. Fisher,
H. John, F. Collier, W. Ashworth y W.W. Rostow; esto demuestra que el autor no sólo
reflexiona y analiza a profundidad, sino que además, investiga y funda sus datos en otros
autores idóneos en el tema.
En el primer apartado del libro, nos encontramos con la introducción. En ella, T.S.
Ashton plantea como primer medida, que el término revolución es discutible, puesto que
dicha terminología implica un cambio repentino, lo cual no es característico de los procesos
económicos; además, aclara que los cambios en la industria, en la sociedad, y aquellos de
índole intelectual que hacen parte de este proceso, se dieron de forma paulatina. Por otro
lado, el autor esboza un panorama general de Inglaterra para el período, a modo de referir la
situación que atravesaba esta pionera en el desarrollo industrial; la coyuntura y los motivos
que permitieron tal impulso.

Martina Sonderegger Rodríguez C.I. 4.509.505-4


Ashton T.S. (1950) La Revolución Industrial. Fondo de cultura económica. México

El segundo apartado, denominado “Las formas primitivas de la industria”, según


menciona Ashton (1950) es un “breve resumen de las principales actividades que habrían de
desempeñar un papel preponderante dentro de la Revolución”.1 En el mismo, el autor alude
a las primeras industrias, su experimentación e innovación, tanto así como en aquellos
elementos (las herramientas, los transportes, la comunicación, el comercio y los créditos)
que por sus carencias y deficiencias, aún no permitían un completo impulso y desarrollo. De
este modo, nos entrega una explicación de los motivos que no permitieron un desarrollo
previo de la Revolución Industrial.
En el tercer apartado, titulado “las innovaciones técnicas”, el autor menciona que, el
progreso, los cambios y la introducción de nuevas ideas, fueron procesos lentos, de
incrementos pequeños. En agricultura se creó el Consejo de agricultura para impulsar las
invenciones; en la minería se dió la introducción del caballejo suplantando en cierta medida
el uso del carbón; en la industria del hierro, la introducción del combustible mineral; además,
variaciones en las maquinarias que permitieron la optimización y nuevas formas de energía
y de transmisión que remplazaban o reducían la necesidad de fuerza humana. De este
modo, el apartado nos deja un panorama de cómo estos cambios en la energía, en la
maquinaria o en los conocimientos derivados de la ciencia, inicialmente pequeños o de poca
magnitud, que surgieron con el fin de facilitar tareas, permitieron a la posteridad, el impulso
de las producciones y la propia Revolución Industrial.
En el apartado número cuatro, denominado “Capital y trabajo”, Ashton (1950) alude
que “la Revolución Industrial fue asunto no sólo de tecnología sino también de economía:
consistió en cambios en el volúmen y en la distribución de la riqueza, a la vez que en los
métodos por los cuáles dicha riqueza se dirigió hacia fines específicos.”2
En dicho apartado, el autor ahonda sobre el debate en torno al origen de los
capitales que permitieron el nacimiento e impulso de las industrias, así como aquellas
instituciones que incitaron y distribuyeron el capital.
Por otra parte, el autor hace hincapié en el proceso de especialización de la mano
obrera, la redistribución y la subdivisión del trabajo, y la movilidad espacial del jornalero;
además alude a los intentos realizados por los dueños del capital, de mantener a los obreros
sujetos a un lugar y una rama específica de la industria de acuerdo a beneficios propios.
Finalmente, plantea un panorama de la organización de la producción en las industrias, y de
la situación y de los cambios que acontecieron para la clase obrera.
El apartado número cinco, denominado “Individualismo y Laisser- Faire” retruca la
imágen de la leyenda en torno a la Revolución Industrial, que refiere que los hombres eran

1
Ashton T.S (1950) La Revolución Industrial. PP. 60
2
Ashton T.S (1950) La Revolución Industrial. PP. 112

Martina Sonderegger Rodríguez C.I. 4.509.505-4


Ashton T.S. (1950) La Revolución Industrial. Fondo de cultura económica. México

egocéntricos, avaros y antisociales; el autor se dedica a mostrar la otra cara de tal situación.
En esta parte del libro, se presenta una vista de las diferentes sociedades comerciales y
gremios que se desarrollaron en el período; es decir, la institución de lazos con fines
económicos y corporativos que se produjeron, tanto así como las leyes que se aplicaron a
tal respecto. Como menciona Ashton (1950) para ésta época, “la máxima Laisser- faire se
extendió por el campo económico a la sociedad toda (...) [Y] si la Revolución Industrial no
fue capaz de llevar la totalidad de sus frutos al común de la gente, se debió a los defectos
de administración, y en forma alguna al proceso económico.”3
En el sexto y último apartado, titulado “El curso de la revolución económica”, el autor
menciona los factores que afectaron la marcha de la Revolución Industrial, y hace hincapié
fundamentalmente en las épocas de prosperidad y de adversidad con repercusiones
indefectibles en los movimientos de precios. Además, presenta las consecuencias surgidas
en Inglaterra, frente a la guerra contra Francia, y posterior a ella.
Como refiere Ashton (1950) Inglaterra evitó permanecer como una nación de
artesanos y agricultores, “gracias al espíritu no de sus gobernantes, sino de aquellos que,
buscando sin duda sus propios y mezquinos intereses, tuvieron el ingenio y los medios para
inventar nuevos instrumentos de producción y nuevos métodos para organizar la industria.”4
Finalmente, en la bibliografía, el autor no sólo menciona los libros de los que se ha
servido para la reflexión y el análisis planteado, sino que además, realiza un desglose
temático orientativo que otorga recomendaciones al lector de acuerdo a diferentes intereses
descritos en la misma.
A modo de cierre, cabe destacar las palabras que hacen parte de la tesis del autor, y
que son alusivas a la concepción del eje temático del libro; “La Revolución Industrial debe
concebirse como un movimiento social, y en forma alguna como un simple período de
tiempo. (...) siempre va acompañada por el crecimiento de la población, por la aplicación de
la ciencia a la industria y por un empleo del capital más intenso y más extenso a la vez.”5
En Suma, la obra cuya temática se encuentra centrada en la Revolución Industrial,
es un aporte a los conocimientos que se tienen sobre la misma; se orienta y privilegia de
forma objetiva, fundamentalmente los factores sociales y económicos, a la vez que hace
foco en la etapa inicial acontecida en Inglaterra.

3
Ibid. PP. 165-166
4
Ashton T.S. (1950) La Revolución Industrial. PP.190
5
Ibid. PP. 167

Martina Sonderegger Rodríguez C.I. 4.509.505-4


Ashton T.S. (1950) La Revolución Industrial. Fondo de cultura económica. México

BIBLIOGRAFÍA:

● Ashton T.S. (1950) La Revolución Industrial. Fondo de cultura económica. México.


● FaHCE (2018) Guía para citas y referencias. Universidad Nacional de la Plata.
Argentina.
● Navarro. F. (S/F) Manual de escritura para carreras de humanidades. BS.AS.
Argentina.

WEBGRAFÍA:

● Fondo de la Cultura Económica, extraído el 19 de junio de 2023 de


https://www.fcede.es/site/es/fceespa/autoresdetalle.aspx?idAutor=390

Martina Sonderegger Rodríguez C.I. 4.509.505-4

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