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PDF Louis Jean Calvet Historia de La Escritura SUBRAYADO
PDF Louis Jean Calvet Historia de La Escritura SUBRAYADO
c 1 V^..
HISTORIA
DELAESCRITURA
De Mesopotamia
hasta nuestros días
t>4
ÜNtVERSíOAD
ALBERTO
HURTADO
BiBUO'rECA
PAIDOS
Barcelona •Buenos Aires •México
n s -“1
“111 /
Títu lo orig
origina
inal:
l: Histoirede Vécr
Vécrit
itur
ure
e
Publicado en francés, en 1996, por Pión, París
Cubierta de Opaíworks
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bajo las sanciones
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establ ecidas en las leyes,
leyes, la reprodu
rep roducció
cciónn tota l o parcial d
dee esta obra
po
porr cu
cualqu
alqu ier medio
med io o proc edim iento , ccomp
omprend
rend idos la reprografía
reprogr afía y el trata miento
mie nto
informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
ISBN: 978-84-493-2043-9
Depósito legal: B.-35.618/2007
I n t r o d u c c i ó n .......................................................................... 13
Al gunass ideas establecidas
Alguna establecidas en relación
relació n con la escritura escritur a 13
Lo pictórico y lo g e st
stuu a l..............
l....................
............
............
...........
..........
..........
........
... 23
1. La escritu
escritura
ra de antes de las
las letras 33
3. La escri
escritur
turaa egip
egipci ciaa y su e v o lu c ió n .................. 77
A lguna
lgu nass d e f i n i c i o n e s ..
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
.... 77
La escr
escrit
itura
ura e g ip c ia .............................................. 80
La evoluci
evolución ón fu n cio na l ................................... 84
Evolución haci
haciaa eell fon etism o ......................... 84
Evoluci
Evol ución
ón hacia
hacia la
la ac ro fo n ía ......................... 85
Evolución hacia
hacia la determ inación sem ántica
Evoluci
Evol ución
ón form al .............................................. 87
89
4. La escrit
escritura
ura c h in a ............................................................ 95
6 . La aparición
aparición del
del a lf a b e to .............................................. 127
12 7
7. La expansión
expansión del a lfa b e to .............................................. 143
14 3
La lín
lí n e a g ri
rieg
eg a ...................
..............................
.....................
....................
....................
..................
........ 144
14 4
El m isteis teri
rioo e t r u s c o ......
........
.....
......
......
......
......
.....
.....
.....
.....
.....
.....
......
......
......
......
.....
....
.. 144
14 4
Los alfabe
alf abetos
tos i t á l i c o s ......
.........
.....
.....
.....
.....
.....
.....
.....
.....
......
......
......
......
.....
.....
.....
....
.. 149
El alfabeto copto ........................................................
. 151
El alfab
alf abeto
eto g o d o .. .....
......
......
......
......
.....
.....
.....
.....
.....
.....
......
......
......
......
.....
.....
.....
.....
.....
.... 152
Las r u n a s ........
............
........
........
........
........
........
........
........
........
......
.. 154
15 4
Los alf
Los alfabe
abetotoss armenio
armenio y ge o rg ia n o ......................... 168
El glago
gla golítíco
lítíco y el c i r íl i c o ......
.........
......
.....
.....
......
......
......
......
.....
.....
.....
.....
.....
....
.. 171
L a lín ea i n d i a ........
............
........
........
........
........
........
........
........
........
........
........
........
........
........
........
.... 173
17 3
Los prim
pri m eros
ero s silabarios h i n d ú e s ..
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
.... 175
Las escrituras septentrionales ................................... 179
17 9
Las escrituras del Asia central: el riberano .............. 182
18 2
Las escrituras meridionales .......................................
. 184
8 . La escrit
escritura
ura en Am éric
éricaa c e n tr a l ..................... 201
20 1
Loss cal
Lo calenda
endari
rios
os m a y a s .............................................. 204
El proce
pro ceso so de d e s c if
ifra
ra m ie n to ..
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
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....
....
....
....
....
....
.. 21 0
L a i nter
nterpr pret
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n de T h o m p so n ..................... 211
E s tru
tr u c tu ra del glifo m a y a .....
........
.....
.....
.....
.....
.....
.....
.....
.....
......
......
......
......
.....
.... 214
La inte
in terpr
rpret
etaci
ación
ón de Linda
Lind a S c h e le ......................... 217
10. La escr
escrit
itur
uraa de los n ú m e r o s ....................................... 2 35
Los nú m ero s c u n e if o rm e s .... ......
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
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....
....
.... 23 9
Los nú m ero
er o s e g i p c i o s ....
......
....
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....
....
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....
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....
....
....
....
....
....
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....
....
....
....
........
.. 240
24 0
Los números chinos ......................................................... 241
24 1
P o s f a c i o ...
......
......
......
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......
......
......
......
......
......
......
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......
......
......
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......
.........
.........
......
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......
......
......
..... 277
C r o n o l o g í a .............................................................................. 283
G l o s a r i o ...
......
......
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......
......
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......
......
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......
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......
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......
......
......
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......
.....
.. 28 5
B ib
ibli
lio
o g ra fía
fí a ...........
.................
............
............
...........
...........
...........
...........
............
............
............
...........
...........
........
.. 28 9
ín d ic e analítico
an alítico y de n o m b r e s .... ......
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
.... 295
29 5
11
INTRODUCCIÓN
E n lo que
q ue se refier
refieree a la extens
extensaa historia de la hum hu m anid ad, raro
raross
son los cambios repentinos: ios grandes descubrimientos son habi-
tualmente produ
p rodu cto de u na lenta m aduración,
aduración, y la escri
escrimra
mra supone
quizás el mejor ejemplo de ello. Desde los primeros pictógrafos que
en épocas diferentes dieron die ron sus trazos
trazos inicia
iniciales
les a la
la escritura cuneifor-
m e o a los caract
caracteres
eres chinos hasta
h asta los alfabetos
alfabetos elaborados en tiempos
poster
po steriore
ioress ttra
rann scur
sc urre
renn más de cinc
c inco o m il añ
años,
os, cinco
cinc o m il años
añ os de fas-
fas-
cinante historia, testimonio de una creatividad humana, y a veces
también de una capacidad para el bricolaje, capaz de aportar distin-
tas
tas soluciones
soluciones ai mismo problema: el de cóm cómo o recordar,
recordar, transcribir y
transmitir esa palabra que es, por su misma esencia, fugaz. En tales
soluciones, conocidas por los nombres de jerogHficos egipcios, alfa-
betos,
beto s, glifos mayas
ma yas o caracteres chinos,
chin os, n o se percpe rcib
iben
en demasiad
dem asiados os
pu
p u n tos
to s en co m ú n , si bie
bienn toda
to dass ju
j u n tas
ta s config
con figur
uran
an cier
cierta
ta histor
his toria,
ia, la
historia de la lenta elaboración
elaboración de la memoria
memo ria escrit
escritaa de lo
loss hombres.
Antes de pasar a relatar esta historia, es preferible revisar al-
gunas de las ideas más aceptadas sobre la escritura, proponiendo
al mismo tiempo cierto marco teórico en el cual el presente libro
situará las
las relaci
relaciones
ones entre esa
esa palabra que tiende
tien de a su desvaneci-
miento y los grafismos utilizados con el fin de retenerla.
Al g u n a s id e a s e s t a b l e c id a s e n r e l a c ió n c o n l a e s c r it u r a
La escritura viene a ser, dentro de nuestras sociedades occi-
denta
dentale
les,
s, algo
algo que
qu e se da po r desco ntad o y sobre lo que no cabe ni
i 13
m
pre
p reguguntntararse
se:: la len
le n g u a es c o n s id e rad
ra d a bajo
ba jo dos
do s form
fo rm as,
as , la oral
or al y
la escrita, y eso basta. Simplemente, el sentido común ha de-
sarrollado por su cuenta cierto número de ideas aceptadas de las
cual
cu ales
es un proverbio latino, citado a m enu do , Verba volant, scrip-
ta manent, da perfecto testimonio. Si, en efecto, consideramos
4 cierto este clásico adagio, «Las palabras vuelan», lo que significa
que la comunicación oral está sometida a la fugacidad, se dedu-
ce de aquí la principal misión confiada a la escritura: conservar
la palabra, puesto que «la escritura permanece». La escritura es-
taría
tar ía po r lo lo tanto subo rdinada a la la pal
palabra
abra,, teniendo po r función
darle habla al locutor ausente, prolongando su mensaje más allá
^ del eco físico de los sonidos por él pronunciados...
De esta idea provienen otros dos asertos en relación con la
escritura: por una parte, que la palabra habría tomado carta de
naturaleza antes que la escritura (ya que ésta tiene por función
establecerse como susdtuta de la otra, compensando así su fu-
gacidad) y, por otra, que la escritura debe poseer carácter foné-
tico, puesto que se configura a manera de transcripción de la
pa
p a lab
la b r a , es deci
de cir,
r, de los so n id o s. P a r a el s e n tid
ti d o c o m ú n , p o r lo
tanto, la escritura se encuentra ligada a la lengua, descendiendo
de ella
ella,, de esa falta co nstitu nst itu tiv a qu e la caracteriza (la (la fugacidad),
fugacidad) ,
y completándola, cosa que ofrece la posibilidad, entonces, de
que una parte de la humanidad se pueda convertir en juez de la
otra:: si la
otra la escritura es es el
el com ple m en to de la lengua, existi existiríría,
a, p or
lo tanto, una serie de lenguas incompletas, precisamente aque-
llas que no disponen de escritura. Semejante concepción apare-
ce con claridad en expresiones tales como «campaña de alfabe-
tización» o en el mismo término «analfabetismo»: la palabra
«analfabeto» sugiere para el sentido común mucho más de lo
que etimológicamente significa (alguien que no conoce el al-
fabeto, que no sabe leer ni escribir), equivaliendo a que deter-
minados individuos son imbéciles, mientras que «campaña de
alfabetizaci
alfabeti zación» ón» sup one algoalgo más que la m era e nseñanza del alfa- alfa-
be
b e to , p e r filá
fi lá n d o s e m ás b ie n c o m o u n a espe
es pecie
cie de c a m p a ñ a d e
educación de las masas...
14
— «La q u e d escr
es crib
ibee n o t a n t o los s o n id
idoo s c o m o las ideas»
(pensando aquí en los jeroglíficos egipcios y en los glifos azte
cas);
— «La q u e hace
ha ce re p r e s e n ta r las p a lab
la b ras
ra s y las p ro p o s icio
ic ion nes
p
poo r m e d io d e cara
ca ract
cter
eres
es conv
co nven enci
cion
onal
ales
es» » (en
(e n este
es te caso
cas o se t r a t a b a
de la escritura china);
china);
— la q u e c o m p o n e las pala
pa labr
bras
as p o r m e d io d e u n alfa
al fab
b eto
et o .
Y estas tres «maneras de escribir» eran las que, según él, con
venían a otros tantos momentos históricos, estadios de una evo
lución p rodu cida en tres tiempos:
tiempos:
1. Jean
Jean-Jac
-Jacques
ques Rousseau, E sur l ’ori^ne des langues> reed. de 1817,
Esssay sur
pág,
pág, 508 (trad. ca
cast
st.:
.: E
Ennsa
sayo
yo sobre el orig
igeen de las lenguas, Madrid, Aical, 1980).
len
15
«¡No se podría decir de aquella gente que venía a tratar con us
ted en la So rbo na q que
ue eran «no civicivililiza
zado
dos!
s!»» Lévi-Strauss cam bió
p
poo r lo ta n to el tí
títu
tu lo del
de l s e m in a rio
ri o , d e n o m in á n d o l o e n to
tonnces
«Relig
«Rel igio
iones
nes de los
los pueblos que n o cu enta n con escr escrititur
ura»
a».^
.^ A un
El pensamiento-el no m bre-la es
escr
crit
itura
ura:: tenemos aquí un a su
cesión «lógica» que sería característica de la civilización, mientras
que el ho m bre prim itivo no ha Conocido
Conocido la la escri
escritur
tura.
a. Parece que
no se acaba nunca de erradicar del todo esta serie de ideas esta
blec
bl ecid
idas
as,, c o n d u c e n te s en n o p ocas
oc as ocas
oc asion
iones
es a resp
re spal
aldd ar ci
cier
ertas
tas
formas de racismo que han ayudado a consolidar la superioridad
de nue stro O ccide nte. P ero antes de pasar
pasar a ot
otro
ro tema, resulta n
ne-
e-
2. Claud
Claudee Lévi-Stra
Lévi-Strauss,
uss, Didier
Did ier Eribon
Eri bon,, Dep res et de loin> París, Odile Ja
Depres
cob, págs. 81-82 (trad. cast.: De ce
cercay de lejos, Madrid, Alianza, 1990).
3. James Février,
Février, Hi
Histo
stoire
ire de l'é
l'écrit
itu re,, París, Payot, 1984, pág. 9.
ure
16
4. Ferdina
Ferd inand
nd de Saussur
Saussure,e, Cours
ours de linguíst iquegénérale, París, Payot, pág.
linguístiquegénérale,
45 (trad. cast.: Curso de lingüística general, Madrid, Alianza, 1998).
* Los tétérmi
rminos
nos seguidos de asterisco pueden
pueden ser consult
consultados
ados en elel glosa
rio, en las últimas páginas del libro.
17
1. El sistema ideográfico,
ideográfico, por
p or el cual
cual llaa palabra es
es represen
repres en
tada por medio de un único signo, diferente a los sonidos de los
cuales se compone
2. El sistema
sistema com
co m ún m en
ente
te llamado «foné
«fonéti
tico»
co»,, que inte nta
reproducir la cadencia de los sonidos que se suceden en la pa
labra.^
— sist
si stem
em as log
lo g og
ográ
ráfic
ficos
os,, en los q u e los sign
si gnos
os t ra n s c r ib e n las
p
pal
alab
abra
ras;
s;
— sist
si stem
em as log
lo g o-
o-si
silá
lábi
bico
cos,
s, q u e e m p le a n sign
si gnos
os lo
logo
gogr
gráf
áfic
icos
os y
signos silábicos;
silábicos;
— e scri
sc ritu
tura
rass siláb
sil ábica
icas,
s, en las cuale
cu aless los sign
si gnos
os tra
tr a n s c r ib e n las
sílabas de la lengua;
— e scri
sc ritu
tura
rass alfa
al fabé
béti
tica
cas,
s, cuyo
cu yoss si
sign
gnos
os tr a n s c r ib e n los fo n e m a s
de la lengua.^
Según Gelb, estos cuatro tipos constituirían otros tantos es
tadios evolutivos, recuperando así aquella mirada teleológica de
5. Ib id
id.,
., pág. 47.
6. Véase I.-J. G elb, P ou r un e théorie de Vécr
Vécrit
itur
ure^
e^ París, Flammarion, 1973
(primera edición, en inglés, de 1952).
18
1 S ® O
í
A A A B B
E) S g g ffi @ g
M N O O PP CU KU
? a
X X u p u
19
pr
p r o n u n c i a c i ó n re s u lt
ltaa b a m ás c erc
er c a n a a esos s o n ido
id o s. D e es
este
te
modo, si tomamos las tres primeras letras del «alfabeto» de Lau
da podremos observar;
qu e lo q
qu
ue- se pr on un cia ¡sckl es uno de los meses del ca
lendario (de hecho una parte de su jeroglífico).
20
no pueden ser ningunos otros, más que los sonidos propios del
idio m a español,
español, en virtu d de lo cual
cual sól
sólo
o se
se pued e preg un tar con
la mayo r naturalida d del mu nd o de qué m anera llosos may
mayas
as trans-
criben los
los sonidos hab ituales del español
español.. El imperialismo cultu -
ral aparece aquí, pues, en su variante fonética.
2) No nos informa tampoco sobre sistema alguno de nota-
ción alfa
alfabéti
béticaca de la lengua m aya, sino sino que ta n sólo nos ind ica llaa
notación aproximada, ofrecid ofrecidaa eseso sí con la mejor voluntad po r
un indio , de los los extraños sonidos (a, be, ce) em itidos itidos p or un cura
franciscano, del cual seguramente ese indio debía de pensar que
p
prr o n u n c i a b a b a s ta n te m a l la le n g u a m a y a...
a. .. E n el p la n o m e to -
dológico, Landa ha operado a la inversa, buscando reflejos de su
p
prr o p i a c u ltu
lt u r a en el o tr tro
o . Y c o m o sugi
su giereree R o y H a rris
rr is,, este alfa
al fa-
-
b
bee to re ress u lta
lt a rev
re v e lad
la d o r de «la p r o f u n d a In c o m p re n s ió n q u e los
muchos siglos de cultura alfabética han aportado sobre la natu-
raleza de la escritura».^
escritura».^
3) Y es que, y esto eess lo que m ás debe im po rtarno
rtar no s aquí, Lan
Lan--
da no parece ser capaz de imaginar que se pueda escribir de otras
m aneras al m arg en de u n alfabeto.
alfabeto. Si los
los glif
glifos
os mayas son u na es es-
-
critura, ésta no puede ser más que alfabética.
8. Roy Harris, The Origin ofWriting Londres, Duclcvvoth, 1968, pág. 45.
21
pro
p ro y e c tar
ta r sob
so b re la e scri
sc ritu
tura
ra c iert
ie rtaa c o n c e p c ió n f o n o lóg
ló g ic
icaa q u e le
lleva
lleva a establecer
establece r clasific
clasificaciones
aciones binarias
binaria s superficiales (oposición,
(opo sición,
p
poo r eje
ej e m p lo,
lo , e n tr
tree las e scri
sc ritu
tura
rass fon
fo n o lóg
ló g ic
icaa s y las otras...)*
otra s...)* E l r e
sultado de tal visión (la escritura subordinada a la lengua) hace
que, cu and o a m en ud o surge la interrog ació n sobre el
el origen del
lenguaje, cuando se pregunta en que momento, cómo y por qué
el ho m bre comenzó a hablar
hablar,, n un ca se plan teen cuestione
cuestioness simi
la
lares
res pa ra el
el cas
caso
o de la
la escritura
escritura.. El sentid o co m ún , en p arte ayu
ay u
dado por la ciencia, supone aquí un freno al progreso de la pro
pia
p ia cien
ci enci
cia.
a. D e esta
es ta form
fo rm a , la e s p e c u laci
la ció
ó n j u d e o c r is t ia n a n os h a
transmitido en virtud del conocido mito de la Torre de Babel
una propuesta sobre los orígenes del plurilingüismo, pero no
con tam os co n nin gu na versión
versión com parable sobre el origen de llaas
escrituras; se da por supuesto que, una vez que se configuraron
las lenguas, las escrituras surgieron por añadidura, y así aquellas
que no cuen tan con transcripción son, repitámo slo un a vez vez más,
más,
consideradas inacabadas, incompletas.
D e sem ejante visi
visión,
ón, según la cualcual la escritura habría sido
sido in
ventada con el fin de transcribir la lengua, nos ofrecen inmejo
rable testimonio las fábulas originarias, que merecerían impor
tante s trabajos de inventario
inven tario y clasifi
clasificación
cación de sus
sus tipologías. P or
tanto, aquí nos contentaremos únicamente con citar algunas
de el
ella
las.
s. Los sumerios
sum erios a tribuía
trib uía n el inve
invento
nto de la escritura aall rey de
U ruk Enmerkar,
Enmerkar, quien een
n determinado m om ento habría
habría tenido
tenido
necesidad de mantener correspondencia con el señor de cierta
p
poo b la c ió n ir
iraa n ia,
ia , A ratt
ra ttaa . J e a n - M a r ie D u r a n d a fi
firm
rm a q u e esta
es ta le
yenda «comporta al menos una parte de verdad, por lo menos a
un nivel simbólico, al citar juntos en el mismo relato los dos «lu
gares» en Oriente Próximo donde se ha descubierto la existencia
de escritura».^ Para los aztecas, por su parte, el creador sería el
dioss del viento Qu etzalcóatl, la «serpiente
dio «serpiente em plum ada», a la vez
vez
inventor del arte y de la escritura. Para los mayas fue el dios del
9. Jean-Marie Durand,
Duran d, N
Na
ais
issa
san iture, París, Réunion des musées
nce de Vécritu
nationaux, 1982, pág. 100.
22
L o P IC T Ó R I C O Y LO G E S T U A L
Vam os a iinten
Vamos nten tar apo rtar aquí un pu nto de vis
vista
ta diferent
diferentee si
si
tuando primero la escritura no tanto con relación a la lengua
como a otros dos grandes modelos de expresión que el ser hu
m an
anoo parece haber co nocido
noc ido desde ssus
us oríge
orígenes:
nes: lo
lo pictórico y lloo
gestual. Y es que el hombre ha utilizado y sigue sirviéndose to
davía de múltiples medios de expresión (por supuesto, de la pa
labra, pero también del gesto, la danza, las señales de humo, el
lenguaje de los tambores, ios pictogramas, los tatuajes, las pintu-
10.
10. César Ma
Macaza
cazaga
ga Or
Orde
deno
no,, D
Dic
icci
cio
onari
rio
o de Ant
ntro
ropo
polo
logí
gía
a Mesoameri
riccana¡
2 c., México, Innovación, 1984.
23
la gestualidad,
fugaces, y el deque comprende
lo pictórico, aquellos por
compuesto sistemas por otros
aquellos definición
siste-
mas con cierta capacidad de perduración, de resistencia al tiem-
po
p o o capa
ca pace
cess de salva
sal varr el espa
es paci
cio.
o. Es de
deci
cir,
r, q u e lo p ic
ictó
tóri
ricc o es
está
tá
vinculado a un a ffunc unc ión particular,
particular, incorporado
inco rporado a la función de
expresión o de comunicación (y pudiendo en ocasiones elevarse
po
p o r e n c im a de ellas): aseg
asegurar
urar la
la co
conse
nserva
rvació
ciónn o la pe re
renn
nn id
idadad ddel
el
mensaje. Lo gestual tiene sentido en ei aquí y el ahora, en el ins-
tante, y lo pictórico encuentra su sentido en lo relativo a la dis-
tancia o a la duración, puesto que deja alguna huella.
Lo pictórico
pictórico sup one un a forma, form a sus suscept
ceptibl
iblee de encar-
narse en ciertos objetos usuales semantizados (éste sería por
ejem plo el caso
caso de las
las semillas
semillas de lala planta
pla nta de
d e cola que, dend entro
tro de
algunas culturas africanas, sirven para acompañar una petición
de matrim
ma trim onio)
on io) o en determ inadas creaci creaciones
ones gráf
gráfic
icas
as a d hoc. Se
trata de un ampli
amplioo cam po semiótico
semiótico cu cuyo
yoss sig
signo
noss pu ed
eden
en ser no nomm
brados p or la lengua,
lengua, no importando
imp ortando de h hec
echo
ho po r qqué
ué tipo de len
gua: lo pictórico es el producto de la cultura, de la sociedad, del
mismo modo que la lengua, si bien no mantienen originaria-
mente ninguna relación de necesidad.
Veamos un ejemplo proveniente de África,^^ el del siguiente
signo dogón que representa «la gran osa»:
O
“O
Los cuatro círculos y las dos líneas representan las seis estre-
llas de la constelación, equivaliendo también los círculos, según
24
25
' vi y';
..... ./
. / ”ry':.^
.^;'S
;'Sá3§5sx
sx^
^^^^
26
* Así
Así en el original. (N. del t.)
27
texto
texto d
dee un a lengua
lengua.. Sin em bargo, nuestros ejemplos provie
nen del mismo documento y fueron realizados en la misma épo
ca. En el primer caso contamos con un relato pictórico sin refe
rencias a ninguna lengua particular, y en el segundo de un
intento de notación de nombres de lugares por referencia a la
lengua
len gua.. La ciudad de C uau hna hua c no puede ser ser nom brada más
c^ue por medio de ese grafismo gracias ai cual se leerá árbol,
cuauh, y no árbok n i tree, baum o arbre^ leyéndose también la
«palabra» yidhucttl y no pupuwl
wlc- hu b ld o spscch. Es decir, c][ue esta
c-^^ hub
mo s asistiendo
asistiendo al en cu en tro e ntre u n sistema pictórico (lo loss g
gllifos
ifos
«aztecas») y un sistema gestual (la lengua azteca, el náhuatl), que
de momento se puede analizar simplificadamente (mas tarde
volveremos sobre esto) como la prefiguración de cierto sistema
de escritura, pero que nos demuestra que ambos sistemas exis
tían de m anera autónom a con anterioridad
anterioridad a ttal
al encuentr
encuentro.
o. En
otras palabras, el glifo correspondiente a árbol era utilizado p^-ta
referir
referirse
se a un «á
«árb
rbol
ol»,
», n o especialm ente a u n cuAíih^ sin tener en
pr
p r in c ip io q u e ser leíd
le ído
o ( o r ^ iz a d o ) , si
sinn o s im p le m e n te v isto
is to,, si
sinn
existir ninguna necesidad de que se pronuncie cuuuh más que a
pa
p a r t ir de
dell m o m e n t o e n q u e es u tili
ti lizz a d o p a ra c o m p o n e r u n je r o
glífico.
Es posible observar que este ejemplo es susceptible de ser
desarrollado en dos direcciones diferentes:
1)po dr
dráá qu
quizá
izáss ayudarno s a reflexionar sobre cómo surgió
la escritura (es decir, y recordém oslo d e nuevo, es
esee en cu en tro en
tre un sist
sistema
ema pictórico y un sist
sistema
ema gestu
gestual
al);
);
2 ) debe igualm ente perm itirnos ref
reflexi
lexionar
onar ace
acerc
rcaa del po r
qué de tal aparición, razón por la que a este respecto no resulta
en absoluto indiferente que esta parte del Codex eest stee c onstituida
po
p o r la tra
tr a n s c r ip c ió n d e u n a lista
lis ta de im p u e st
stoo s: la e sc ritu
ri tu ra s en a
en un primer momento patrimonio del poder.
12. Se pueden,
pueden, encontr
encontrar
ar ejemplos del mismo tipo en
e n César
César Macazaga Or-
dono. Nombres geográficos de M
Méx
éxico
ico,, México,
México, 1979.
as
— los
lo s lím
lí m ite
it e s d el c o n o c i m ie n t o d e las cien
ci enci
cias
as (la m e n o r ins
in s
cripción, repentinamente descubierta, puede en cualquier mo
mento situar mas atras en el tiempo el origen de tal o cual siste
ma de escritura, del mismo modo en que cualquier nueva teoría
pu
p u e d e siem
si em p re a rro
rr o ja r n u e v a lu
luzz s ob
obre
re el p ro b lem
le m a );
los limites temporales en lo relativo a la conservación de
los distintos sistemas gráficos. Por definición, sólo han sobrevi
vido hasta n uestros dí
vido días
as aquel
aquellas
las escri
escrituras
turas que se ha n mo strado
capaces de resistir el paso del tiempo. Aunque dispongamos de
una seri
seriee de si
signos
gnos grabados o pintad os, no est
estar
aráá de más pensar
que, al mismo tiempo, antes o después, otros signos pudieron
quizá ser tatuados, pintados sobre la piel, sobre tejidos, sobre
fragmentos de corteza, etc., sin que dejaran luego el menor ras
tro. En cuanto a esto, suscribo por completo las siguientes pala
bras de JJee a n - M a r ie D u r a n d :
29
critur
critura.
a. Es
sociedad Este
te sehapu
que puede
ede enco
encontrar
sabido ntrar en
dotarse de cu
cualquier
unalquier lugar
conjunto de en dond
dondemate
signos e un
unaa
rial
riales
es de descripción (simbóli
(simbólica)
ca) elig
eligee dete
determ
rminad
inadoo so
soporte
porte ppara
ara
conservarlos. Han sido numerosas las sociedades que pudieron
elegir entre distintos soportes no evolutivos (como paredes, por
ejemplo) o perecederos (todos aquellos que no se sirvieron de
tablillas de arcilla).
du
dujo
jo lapor
tuida atadu ra de loy pictórico
la lengua a es
esaa formena de
lo que permanece gestualidad
la escritura de con sti
su ori
ginaria independencia de lo pictórico.
30
A p r o x im a c ió n e t im o l ó g ic a :
E L O R I G E N D E L A N O C I Ó N D E E S C R IT
IT U R A
1. R. Grandsa
Grandsaignes
ignes d’Hauter
d’Hauterive,
ive, Di
Dictio
ctionn
nnair
airee de
des rraacin
inees ddees llaangues
indoeurópéennes, París, Larousse, 1949,
* Los tétérmino
rminoss precedidos de asterisco pupued
edenen ser consu
consulta ltados
dos en
aquel glosarlo, en las últimas páginas del libro.
31
— la idea
ide a de ar
arañ
añar,
ar, de realizar
realiz ar incisio
inc isiones
nes (siendo
(sie ndo la técni
téc nica
ca lo
que cuenta en este caso);
— la idea
id ea de
d e re
reuu ni
nirr (las letras, pero
per o ta
tamm b ié
iénn las piedras
pied ras o los ca-
ca -
ballos );
ballos);
— la idea
ide a de secret
sec reto,
o, de miste
mi sterio
rio (siendo
(sien do u n a de las funcio
fun cione
ness
de tales grafismos lo que entonces se toma en consideración).
2. Datos
Dato s reunidos por Abdallah Bounfour.
32
Capítulo 1
lA ESCRITURA DE ANTES DE L
LA
AS LET
LETRA
RAS
S
— el h e c h o in c o n tr
troo v e r tib
ti b le de q u e el de
desa
sarr
rrol
ollo
lo d e las zo
zona
nass
especializadas en el lenguaje está en relación directa con la posi
ción erguida
erguida;;
— el h e c h o d e q u e el d es
esar
arro
roll
llo
o de tales
tal es zona
zo nass v a en para
pa rale
lelo
lo
con el de las actividades manuales.
33
34
fl
35
N o s e n c o n tra
tr a m o s a h o ra e n la é p o ca d e n o m in a d a del
de l m u s te-
riense, alrededor de treinta y cinco mil años antes de nuestra era.
Enseguida se verán aparecer cabezas de animales, generalmente
vinculadas a símbolos sexuales (véase la figura 2 ), y mas tarde
animales de cuerpo entero en unas composiciones que reúnen
po
p o r g ru p o s a caba
ca ballollos,
s, a buey
bu eyes
es y a b isiso
o n te
tes,
s, y fi
finn a lm e n te se ve
ve
rán animales agrupados en manadas (véase la figura 3), mientras
que en el solutrense aparecerán también ciertos grafismos geo
m étricos q ue sim bolizará n am bo s sexo
sexoss (véa
(véasse la
la figura
figura 4).
4).
Figura 3. Grafismo
Grafism o magdaleniense
(Combarelles, Dordogne, 11.000 a.C.)
Fuente:
Fuente: André Leroi-Gourhan, op. cit., pág. 265.
36
Figura 4, Sigr
ffl CQ J)
ÑÍ7 4i i
A OD t i
di\ i « t
\1/ t D t (
I / ; I
1
ik T
i
i
X ¡i' 1
aT 0/ .... .... .
w 11 i lili
En el conjunto superior; signos femeninos agrupados en cinco se
ries, triangulares (dos series), escutiformes, ovales y claviformes. En el
conjunto central; signos masculinos. La primera figura, arriba a la iz
quierda,, está copiada de un
quierda unaa m
mold
oldura
ura semirredon
irredondeada
deada hallada en la
Madeleine. En el conjunto inferior: emparejamiento de signos sobre
paredes.
pared es. D e izqu
izquierda
ierda a dere
derecha
cha (línea superior
superior);); El Castillo, Las M o
nedas, Las Chimeneas, Lascaux; línea inferior: Niaux, Lascaux, La Cu-
llalvera, Bernifal, Font-de-Gaume.
Fuente:
Fue nte: André Leroi-Gourhan: LeF
L eFild
ildu temps, París, Fayard, 1983, pág. 287.
u tem
37
de las
las evanescentes
evanescentes palabras?
palabras? Los guijarro
guij arross coloreados
colo reados descubiertos
en 1887 de ntro
ntr o de
d e la gru ta de M as-d
as -d ’Azil,
Azil, en Ariége,
Ariége, ¿constituyen
quizá ya una primitiva escritura (véase la figura 5 , ejemplos 86 a
100)? Algunos piensan que sí, viendo en tales signos una especie
de claves o de recordatorios. Nos encontramos en este momento
en época magdaleniense, hacia el año 9000 a.C. Pero este estadio
pic
p ictó
tóri
rico
co , si bien
bi en cara
ca ract
cter
eriz
izad
ado
o p o r su es
esqq u e m atis
at ism
m o , n o se debe
de be
considerar necesariamente
necesariamente prehistórico, tal y como d em uestran uestr an al
al
ejemplos de la figura 5 (ejemplos 10, 11, 2 0 , 7 9 ...) o igual
gunos ejemplos
m en te ios
ios australianos (v
(véa
éasse la figura 6).
Ph * \ •> L- P fii/,
(mysf o i ^
v t u
2Í Í M i#
Fuente: Véc
Vécri
ritur
turee et la p
psyc
sycholo
hologie
gie des peuples, Armand Colín, 1963, pág. 23.
peuples,
38
A. 4.1. Hueso
Pie
Piedra
dra(¿tal
redondead
redon deada,
vez a, La
con Ferra
Ferrassie,
ssie,
incisiones Musteriense.
numerales?), La2.Ferrassie,
3. La Ferra
Ferrassie,
A.ssie,
5.
Montespan, PS. 6 . Rochebertier, PS, 7. La Madeleine, M. 8. La Croze
(Combo del Bouitou), M. 9. Marsoulas, PS. 10. Hungría, siglo xix
(Musée de FHomme). 11. Alemania, ¿siglo xvii? (Musée de THom-
me). 12. Laussel, G. 13. 14. La Ferrassie, A. 15. Castanet, A. 16. 17,
Según Leroi-Gourhan, localidades no indicadas. 18. La Ferrassie, A.
19. Porte-bonheur, hacia 1900. 20. Australia, reciente. 21. Véase 16.
22. Laussel, PS. 23 a 26, Cabreret. PS. 27 a 30. La Madeleine, M. 31.-
Raymonden, M. 32. Louedes, M. 33. Lespugne, M. 34. Tursac, G. 35.
Pekarna, PS. 36. Petersfeld, M. 37. Véase 16. 38. 39- Malta, M. 40,
41, Mediterráneo oriental, época histórica. 42. 43. Vistonice, PS. 44.
45. Aveyron, calcolítico, 46. Malta, M. 47. Bulgaria, reciente (Musée
de FHomme). 48. Baja Laugerie, M. 49. 50. La Madeleine, M. 51. La
Zouzette, M. 52. 53. Adas, Marruecos, Edad del Hierro. 54. Fuenca-
líente, España, ¿mesolítico? 55. El Castillo, España. 56. Cougnac, PS.
57 a 60. Lascaux, M. 61. Fontales. 62. Véase 16. 63. Les Combarelles,
PS. 64. Marsoulas, PS. 65. Font-de-Gaume, PS. 66. Cougnac, PS. 67.
Les Trois Fréres, PS. 68 . Cougnac, PS. 69. 70. Véase 16. 71. Font-de-
Gaume, PS. 72. Véase 16, 73. La Clotilde, PS. 74 a 77, Lascaux. 78.
Ideograma hitita: Dios. 79. Símbolo sobre una bola de brazalete (¿Ex
tremo Oriente?), 80. Bola de brazalete (¿Extremo Oriente?). 81. Frag
mento de diadema, Mézíne, M, 82. Isturkz, M, 83. Lourdes, M. 84.
Isturitz, M. 85. Malta, M. o mesolítico antiguo. 86 a 100. Mas-d’AzÜ,
mesolíticoo antiguo.
mesolític
La mejor
sobre m aneradedeloabord
el sentido abordar
ar conoce
que se est
estaa cuesti
cuestión
ón pa
como pasa
lassamanos
po r preguntarse
en negati
vo, más antiguas por cuanto datan del auriñacense, que se pue
den enc on
ontrar
trar en ¡a
¡as paredes de cier
cierto
to nú m ero de grutas, alg
algunas
unas
en España (Fuente del Salín, El Castillo, etc.), otras en Francia
(Pech Merle, Cargas, etc.) e incluso en Argentina (Cueva de las
Manos Pintadas). Por «manos en negativo» se entiende aquellas
imágenes realizadas al aplicar la mano sobre la pared pulverizan-
39
Figura 6. C hunca,
hun ca, col
colecc
ección
ión del Musée de rH
rHom
om m e, 35.53.4.
do luego a su alrededor algún pigmento coloreado, sin duda por
el recurso de escupir el color líquido. Algunas partes de esas ma
— en M al
altr
trav
avie
ieso
so , E sp a ñ a , se p u e d e n c o n te m p la r v e in tic
ti c u a
tro manos con una de las falanges del meñique «amputada»;
— e n C ar
argg as
as,, F ra
rann c ia , a p ar
aree c en do sc
scie
ien
n ta
tass tr
tree in ta y seis m a
nos, de las cuales ciento catorce están claramente «mutiladas» y
diez intactas (el resto se encuentran demasiado mal conservadas
p
paa ra q u e p u e d a n valo
va lora
rars
rse)
e);;
— e n T i b i r a n , F ra n c ia
ia,, h a y o tr
tras
as diez
di ez m a n o s «m uti
utilad
ladas
as»;
»;
— Y más recientem ente, en la «gruta «gruta Cosq
Cosquer»,
uer», en el cabo M Mor-
or-
giou, próximo a Marsella, han sido encontradas cuarenta y seis
manos en negativo, de las cuales veinticinco están «mutiladas».
2. Vé
Véas
asee Jean Clottes y jea
je a n Courtin, La Grotte Cosquer^ París, Seuil, pág.
Grotte
199.
40
po
p o r su p a rte,
rt e, la p r u e b a d e c iert
ie rtaa p ér
érdd ida
id a p a toló
to lóg
g ica
ic a d e falang
fala nges
es
de bida a congelaciones
congelaciones o a algun a carencia carencia dim en taria . AndréAn dré Le-
roi-G ou rhan ha p ropuesto otro anál análisisis
is del
del caso
caso,, afirmando que la la
estadística de ocurrencia de las figuras más frecuentes resulta muy
similar a la de ios an im d es de las
las demás grutas de la región. Las cua
tro configuraciones más frecuentes son, en la figura 7 , la ma no O
(cuatro dedos replegados, pulgar completo), la mano A (mano
Conjunto de
Gargas los Pirineos Niaux
Niau x Santimamie Atamira
41
42
43
r S f.
f.,, <
ri SmO:
No
N o deja de ser notable
nota ble que el cuarto tipo (l
(los
os dos últim
últimos
os
dedos doblados) sea aquí el dominante entre las manos que
cuentan con dedos incompletos. Al igual que en Cargas y en Ti-
biran,
bir an, el pulgar aparece inta
intacto.
cto. Por últ
últim
imo,
o, se en
encue
cuentr
ntran
an en
Cosquer únicamente dos casos de manos (derecha e izquierda)
cuyos cuatro dedos están doblados. Tales configuraciones di
gitales son hasta cierto punto diferentes a las observadas en
Nin
N ingu
guna
na de las
las principales
principa les hipótesis patológicas no tra
traum
umá
á
ticas caben tenerse en cuen
ticas cuenta,
ta, po
porr lo que la
lass manos mutiladas de
Cargas dan la impresión más bien de ser efecto de actos volun
tarios, es decir, de verdaderas amputaciones.'"
44
te el simple recurso de plegar algunas falanges, por lo que se tra
taría desde luego de mutilaciones voluntarias/ Pero sus argu
mentos no parecen definitivos. En efecto, aunque sea difícil la
realización de estas manos tan solo plegando algunos dedos y
aplicando la mano sobre la pared, cabe pensar que quizás hayan
p
poo d id o ser re
reto
toca
cada
das.
s. S ob re to d o , n o se ac
acab
abaa d e e n te n d e r p o r
qué estos hombres, en un momento de progresión de sus habili
dades manu
m anu ales, iba
ibann a redu cir la
lass nuevas posibilidades que se le less
ofrecían recurriendo a las mutilaciones. No se entiende tampo
co que los pulgares
pulgares no fuera n en nin gú n ca caso
so «mutila
«mutilados»
dos».. ¿Ac Acaa
so un pulgar doblado no se remarcaría más, y con mucho, que
los demás dedos en esa misma posición.^
En cualquier caso, existen otros ejemplos en los cuales la pre
sencia de un código manual resulta indiscutible. Es el caso de la
gruta de Acum , en el Yucatán, do nd e sese encue ntran a la v
vez
ez m a
nos mutiladas y otras manos que representan bocas de animales
(veas
(veasee la figura 9). «Por lo que sabem os — escri
escribe
be Sara La dró n de
G uevara— algunos grupo s de cazad
cazadore
oress desarrollar
desarrollaron
on ciert
ciertos
os có
digos manuales que les permitían comunicarse silenciosamente
en el momento de la caza sin ser oídos por sus presas.»^
La misma autora señala que en los glifos mayas que repre
sentan la Luna aparecen manos en diferentes posiciones, indi
cando las diferentes fases del astro, y que determinadas comuni
dades mayas se sirven todavía en la actualidad del gestualismo
m an ua l co n el fin de
d e ind ica r las
las di
diversa
versass fas
fases lunares (v
(véa
éase
se la ffi
i
gura 10).
7. «Les mains
mains de Cargas», en op, cít., pág. 54.
8,lombi
préco
précolomSara Ladrón
Ladr
bienn e»,,ón
enne» en,de
en Guevara,
, op. cit, pág.«L
«Le
e symbol
74. symbolee d
dee la main
main en méso-Amérique
méso-Amérique
45
t 7. Y
\ : á l
'■‘J í ? -
Fuente: L
Lees Dossiers d Ar
A
’ rchéologie, n.'* 178, enero de 1993, pág. 74.
logie,
46
Figura 10. Glifos mayas referidos a la Lu
Luna
na
47
Capítulo 2
E L N A C I M I E N T O D E L A E S C R IIT
TURA:
S IG
IG N O S C U N E IF O R M E S
1. En relaci
relación
ón con este período
período vvéas Bott ero, M
éasee Jean Bottero, Més
ésop
opootam
tamie
ie,, VÉcri
ritu
tu--
re, la raison etles dieux, París, Gaiiimard, 1987,, y Samuel Noah Kramer, L ’His
Gaii imard, 1987 is--
taire commence a Sumer, París, Arthaud, 1957.
49
tam año s o de bolas,.,
bolas,., (véa
(véase
se la figura 1).
1). El conte
co nte nid o de estos
estos re
re
cipientes servía como referencia, como una especie de garantía
en los contratos. Si existía el compromiso de entregar un rebaño
de corderos de tantas cabezas, se sellaba entonces un recipiente de
arcil
arcilla
la que c ontenía
onten ía tantas fich
fichas
as como corderos,
corderos, o tam
ta m bién d eter
minadas fichas que por sus formas simbolizaban tal o cual nú
mero de cabezas.
Sobre la superficie de este contenedor aparecen indicaciones
acerca
ace rca de lo lo qu e éste
éste encerraba dentro , sin d ud a sin que quienes
tuvieran la o currencia se se percataran d e que semejante « eti etiqueta
queta--
je» c o n v e rt
rtía
ía en in ú t i l s u c o n te
tenn i d o , desd
de sdee ese prec
pr ecis
isoo m o m e n to
obviable. Pero el caso es que el principio rector de la escritura
había nacido:
nacido: en lugar de conta r si sirvi
rviéndose
éndose dede cierto
cierto núm ero de
«fichas» correspondientes a un universo (como, por ejemplo, el
núm ero de borre borregos
gos que compo com ponen nen u n rebaño) se indicaba ese nú
mero de manera simbólica. Con todo, quedaba por indicar la
Figura 1. Cada
Ca da una de las
las fichas equivale a un núme
nú mero.
ro. Las
Las fichas
fichas
se encerraban en un recipiente de arcilla. Puede observarse en
la fotografía que la superficie del recipiente, en forma de bola,
cuenta con signos recordatorios de lo que guarda su interior.
Louvre, Sb 1927.
¡■■-yí.'.ü if ■ í
50
no ció n de «borrego
«borrego»,
», después la de las
las diferentes
diferentes cosa
cosass q
que
ue se p o
dían contar y, por último, las distintas cosas que en algún mo
m en to pod ría resultar
resultar suscepti
susceptible
ble querer indicar.
indicar.
Para comprender el origen y la difusión de este invento es
necesario distinguir, según el principio presentado en la intro
ducción, entre un sistema pictórico (elaborado a partir de picto-
gramas, de los cuales iremos hablando) y numerosos sistemas
gestuales: en principio la lengua sumeria, más tarde la lengua
acadia y después también otras (como la urartea, la asiria, la hi-
tita...). Y sin embargo, la escritura cuneiforme desarrollada a
pa
p a r t i r de los p rim
ri m e ro s p ic
icto
tog
g ram
ra m a s s u m e ri
rioo s s ign
ig n if
ific
icaa rá u n a i m
po
p o r t a n t e baza
ba za h is
istó
tóri
rica
ca:: a lo larg
la rgo
o d e los siglos
sig los iba
ib a a s erv
er v ir p a ra
transcribir diversas lenguas, de estructuras diferentes, en zonas
en m uchas ocasio ocasionesnes mu y distant
distantes,
es, da ndo nacim iento a ios di
versos alfabetos del mundo. Desde luego que esto no demuestra
con absoluta certeza que la escritura viera la luz en Sumeria. Es
p
poo s ible
ib le,, p o r s u p u e s to,
to , c o m o h e m o s d ic h o a n tes
te s e n la i n t r o d u c
ción, que nuevos descubrimientos den prueba el día de mañana
de formas de escritura aú n más m ás antiguas, de la las cuales
cuales tal vez
vez p ro
venga la cuneiforme. Igualmente, se puede argumentar que el
sistema sumerio tuvo la fortuna de no desvanecerse sin dejar la
m en or hue lla y de transm trans m itirse (l (laa arcilla
arcilla cocid
cocidaa de la las tablillas
tablillas ha
sido capaz de resistir el tiempo, pero el papiro, la tela o el cuero
ciertamente no hubieran sido capaces de hacerlo), mientras que
SUMERIOS
b
buuey cabeza h o mb re pa
p a jaro
ja ro
52
La
L a evolución
evolu ción técnica
53
54
r V ^ <
<
55
a = rotación de 90°
b = pas
p aso
o de la lín
lí n e a c u rv
rvaa a los «conos
«conos»»
Buey
Bu ey Pájaro
a, u <X U
x > ^ ^
Figuj-a 3. La evolución
evolució n de lo
loss pictogramas cuneiformes
Evol
Ev oluc
ució
ión
n fu n c i o n a l
57
> <
amigo enemigo
* Ejemplo
Ejemploss intraduci
intraducibi
bies
es al castellano.
castellano. (A^. del í.)
58
59
Los pictogramas,
Los pictogramas, qu e hasta entonces se
se empleaban h ab itualm en
te para hacer la notación de un objeto, serán utilizados en cier
tos casos para hacer la notación de:
— la síla
sí lab
b a c o r r e s p o n d i e n te al n o m b r e d e este
es te o b jeto
je to;;
— o tro
tr o si
sigg n if
ific
icaa d o c o n la m is m a p r o n u n c ia c i ó n (co
(c o m o si e n
francés el dibujo de una pe pelo ta \u n e baile en el original francés]
lota
sirviera también para hacer la transcripción de un baile \un bal
en el original], o como si el dibujo de un mejillón [une moule en
el original]* se utilizara para transcribir, al mismo tiempo que
ese determinado marisco, un molde [un moule en el original]),
difícil de simbolizar por medio de un pictograma. De esta ma
Este sistema
sistema perm itía
itía hacer la
la notac ión tanto de aquel
aquella
lass par
tículas gramaticales que no disponían de transcripciones picto
gráficas «naturales» como de ciertos conceptos (por ejemplo, el
de «vi
«vida»)
a») o incluso no m bres propios, en particu lar los
los nom bres
semíticos
sem íticos de los vecinos acadios, los cuales
cuales,, com
c om o ah
ahora
ora veremos,
harían por su parte que el sistema evolucionara.
El a c a d io
* Ejemplos
Ejemplos intraducibies al
al castellano
castellano.. {N del
del t)
60
61
► H -I ^
es grande».
>1^
62
Babilonia,
Bagdad, fue la situada
capital adeorillas del Éufrates,
los amoritas a 160
entre los km1830
años de layactual
1530
a.C. Los amoritas dominarían toda la Mesopotamia bajo el reina
do de Hammurabi (1730-1687 a.C.). La inscripción antes citada
es justamente una placa de fundación que conmemora la finaliza
ción de un canal de irrigación emprendido por Hammurabi.
Noo obstante,
N obstan te, en lo que se refiere al multil
mu ltilingüi
ingüism
smoo de Ba-
Ba-
bel/Babilon
bel/B abilonia,
ia, se tratab
tra tabaa de una
un a realidad: el sumerio,
sumer io, el acadio
(con dos formas dialectales: el asirio y el babilónico), y más tarde
el arameo, eran idiomas ciertamente hablados y escritos.
* Véase el glosario.
63
co
en signo
acadiode
se«estrella», ¿cómo
quería sugerir quepasarse sin recurrir
el «dios» al fonetismo
en cuestión si
interpreta
ba el papel
pa pel de sujeto (¿ /w), de co
comp
mplem
lemen
ento
to de un nomb
no mbrere (í
/z), de «regente», complementado él mismo por un nombre O,
de objeto de un verbo (z-/^), de plural «distributivo» (z-/zz-wz).
etc.í
4. Jean
Jea n Bottero,
Botter o, «Lécricure et la for
formatio
mation
n de rincelligence en Mésopota-
mie ancienne», en Le Dé
Déba
bat,
t, n.° 62, noviembre-diciembre de 1990, pág. 43.
64
Figura 5. Lo
Loss docu
document
mentos
os administrativos y cont
contable
abless
65
El h it it a
66
p o r c ap it
itaa l H a tt
ttuu s a , en la a c tu a lid
li d a d B og
ogaz
azkó
kóy,
y, s itu
it u a d a al eeste
ste de
Ankara). Con tal de dotar de escritura a su lengua, de la familia
indoeuropea, hacia el año 1500 a.C., adoptaron, y adaptaron,
67
sol portall
porta M, vida
T
k rey
rey murallas i bueno
__
asiento,
asiento, trono
tro no malo
hombre 2^
Fuente: Emmanue
Emm anuell Laroche,
Laroche, «L
«Les Hittices, peuples á doubl
doublee éc
écriture»,
riture», en LF
LF-
critur
cri turee et la psy
psychologie peuples^^ Par
chologie despeuples París,
ís, Arman
Ar mand
d Colin, 1963, pág.
pág. 116.
116.
* Véase el glosario.
68
J- t 'T - é
.U y é
O k t— t
<V g i
ITT 1 J2I ú
-n m ñ g
á
^U n p o s ib l e v ín c u l o c o n l a e s c r it u r a p r o t o in d ia ?
E n el val
valle del
del Indo, en M oh enjo-D aro y H arappa, han sido
sido
descubiertos ciertos «caracteres» inscritos en sellos y vasijas que
tienen toda la apariencia de tratarse de pictogramas; aproxima
damente cuatrocientos signos que representan personajes, ani
males
mal es y algunos sím bolos abstractos, no descifrados
descifrados hasta el
el m o
mento, que presentan semejanzas con los mesopotámicos. Esta
«escritura» data de alrededor del año 3000 a,C„ es decir, de an-
69
m a TT i pía) víi)
TT T7
b(a) *^K j(aa)
j( ría) ]<- yía)
í(a) ■jíi) ríu) Ía))
Ía
T-T 2
hombre hombre
t !
u a
Ejemplos de inscripciones encontradas en sellos de Harappa.
Fuente:
Fuent e: James Février, H
Hist
istoi
oire
re de í' iture, pág. 145.
í'éécritu
70
5. Vé
Véase
ase G. Qu
Quivivro
ron,
n, «Les marques ind
indsée
séess sur lles
es poteries de Meh
Mehrga
rgarh
rh
au Baluchistan, du milieu du IV' millénaíre á la .premiére moitié du IIP millé-
naire», en Paléorient, 1, 1980
1980;; D. Potts, «Th
«Thee Po
Pottttef
efss Marks o off Tep
Tepee Y
Yah
ahya
ya»,
»,
en Paléorienti 7/1
7/1,, 1981; G. Dolíf
Dolífus
us y P
P.. Encrevé
Encrevé,, «Marques sur poteries dans
la Susiane du V' mUlénaire, réflexions et comparaisons», en Paléorient, 8/1,
1982.
71
Figur
Figura
a 10
^ 1 1 U 1 =^3 V 14 14 -4
14 a - 3
1A:=1
2 =1 15 15 =1
2
15a =1
3 3 =3 Y 16 16 ^3
ir 4 4 =2 17 17 =4
J B , 5 5 =1 “ñW 1 8 18 =1
6
'“íiiii
6a 6 =4 19 19 =1
6a = 3
7A 7 =2 20 20 =3
7a =1
8a 8 =3 21 =4
21
8a = 1
9 =2 22
22
‘f 10 10 =5 23 23 =1
X “ 11 =4 > 24 24 =3
12 =1 25 25 =3
^ 13 13 =7 26 26 =3
26a =
==
=1
3 cm
Fuente: G. Dollfus
Do llfus y P. Encrevé:
Encrevé: «Marques sur
sur poteries dans la Susíane du V‘
millénaire, réñexions et compa
comparaison
raisons»,
s», en Paléorient, voi. 6/1, 1982, pág. 111.
6, G. Dollfus
Dollfu s y P. Encrevé, op. cit., pág. 113.
72
7. Ibid
Ibid..
73
Este pasa
pasaje
je resul
resulta,
ta, desde un p un to de vista
vista metodológ ico, de
extremada importancia por su enorme rigor. Si, en efecto, por
un cen tena r de familias
familias qu e utilizan vasij vasijas
as po r ella
ellass fabricadas
fabricadas se
encuentra un centenar de signos, entonces se podría concluir
que éstos suponen alguna indicación sobre la familia (un nom
bree o u n s ím b o lo),
br lo ), m ien
ie n tr
traa s q u e si n o a p a rec
re c en m ás q u e c u atro
at ro
o cinco signos diferentes (o mejor todavía, si no aparece al mis
m o tiem po el rastro
rastro de cuatro o cinco cinco ho rnos de alfar alfarer
ero)
o) cabría
entonces deducir que las marcas representan más bien la firma
del fabricante. Pero el texto de Dollfus y Encrevé plantea un
pro
p ro b le m a inte
in tere
re s a n te d e sde
sd e o tr
tro
o p u n t o de vis
vista:
ta: n o t a n to la f u n
ción o significación de estas marcas, sino su eventual papel en el
pro
p rocc eso
es o d e a p a ri
ricc ión
ió n de la escr
es crit
itur
ura:
a:
Pese ai hecho de que dispongan necesariamente de significa
ción, estas marcas no son una escritura: no revelan nada acerca de
ningún sistema de signos vinculado a un sistema lingüístico con
creto. Y sin embargo, será preciso reconocer que estas señales in
cis
isas
as provenientes
provenientes del quinto
qui nto milenio antes de nuestra era son an
an
tecedentes lejanos, si bien no claramente identificables, de la
escritura. Ellas presentan ya: 1) el soporte (arcilla cocida); 2) la
técnica (incisión por
po r medio de un «est
«estile
ilete
te»
» — tom
tomand
andoo el térmi
no en sent
s entido exten so-—); y 3) un repertorio de formas (en espe
ido extenso-—
cial de formas abstractas) utilizadas para conferir poder simbóli
co a un lenguaje (comprendiendo aquí el lenguaje numérico).
Incluso
Inclus o en el caso
caso de que, en Djowi,
Djo wi, el significa
significado
do de estas
estas formas
tuviera poco que ver con la escritura, eso no resta importancia al
hecho de que surjan similitudes con los orígenes de la escritura.^
74
La e x p a n s ió n d e l a e s c r it u r a c u n e if o r m e
^ (veneno) J gi V sa sa
evolución hacia el fonetismo
76
Capítulo 3
LA ESCRITU
ESCRITURA
RA EGIPCIA
EGIPCIA Y SU EVOL
EVOLUCIÓ
UCIÓN
N
A l g u n a s d e f in ic io n e s
Todo el mundo ha oído hablar en alguna u otra ocasión de
ios jeroglíficos* egipcios. Este término, derivado de la lengua
griega
griega y utilizado
utilizado ún icam ente con relación relación a la escrit
escritura
ura egipci
egipcia, a,
designa una escritura «sagrada» (hiero-) y «grabada» (glifo), pero
no informa sobre el menor carácter técnico: en realidad, los je
roglíficos son ideogramas.* La complejidad del sistema y su
con stante ev olución nos obligan no obstan te a sugerir aqu í algu
nas definiciones.
Se puede hablar de pictograma* pictograma* cuando un determinado di
b
buu jo s u p o n e la r e p re s e n ta c ió n d e u n m ensa
en saje
je sin
si n la refe
re fere
renn cia
ci a de
su forma lingüística. De este modo, el dibujo de un clavo mos
trado encima de una caja de clavos, que a buen seguro un espa
ñol leerá «clavo», un francés «clou», un inglés «nail», un italiano
«chiodo», etc., constituye un pictograma: indica cuál es el conte
nido de la caja pero no ofrece ninguna información sobre la ma
* V éase el glosario.
77
cionarios (y
(yaa sean éstos generales o especial
especializados),
izados), traz ar la fron -
tera entre el pictograma y el ideograma. Por nuestra parte, nos
atendrem os a la siguiente definición: lo
loss pictog
pictogram
ramas
as se prese
presentan
ntan
como elementos aislados, mientras que los ideogramas (que en su
origen
origen eran antiguos pictogr
pictogramas
amas)) constituyen un sis
sistema. Esto
tema.
quiere decir que al hablar de ideogramas en realidad estamos ha-
b
bla
la n d o y a de es
escr
crit
ituu ra
ra..
Algunos car caract
actere
eress chinos
chinos,, los jeroglíf icos egipcios, los glifos
jeroglíficos
tecas o mayas y los primeros signos cuneiformes se encuentran,
todos ellos, en el principio de los ideogramas, pudiéndose afir-
mar que todas las escrituras tienen un origen ideográfico. Este esta
dio ideográfico que en gran m edid a cara
caracter
cteriza
iza a la
las primeras for-
mas de escritura y el hecho, pues, de que tengan todas origen
p
pic
icto
togg ráfi
rá fico
co n o de
debb e h a c e rn o s p e n s a r q u e esa v
voo lu n ta d de im ita
it a -
ción de la cosa denotada convierte en evidentes estas grafías,
confiriéndoles cierto grado de similitud con la cosa. Ciertamen-
te, en algunos casos excepcionales cabe descubrir una correspon-
dencia. Así por ejemplo, el sol:
jeroglífico
jeroglífico primer
prim er glifo
egipcio^ carácter chino azteca^
sol hitit
hi titaa sol maya
<app
<3
1. El cent
centro
ro del círculo es
es rojo y eell conto
contorno
rno azu
azul.
l.
2. Ei cent
centro
ro del signo jerogl
jeroglífico
ífico es azul.
azul.
78
jeroglífico
jeroglífico egipcio carácter chino glifo azteca
/ y —
M ás allá
allá de llas
as diferencias estilíst
estilísticas,
icas, destaca el
el hech o de qu e
la lengua de la serpiente se considere un rasgo importante en
China y México, o que en Egipto y México se elija el punto de
vista de perfil, mientras que la grafía china nos ofrece una vista
desde arriba, etc.
M ostrem os todavía u n últim o ejemplo,
ejemplo, el del ojo
ojo que, en los
los
signos cuneiformes sumero-acadios, es representado así: Qr ,
79
p
paa ra e v o lu c io
ionn a r e n se g u id a h a c ia es
esta
ta o t r a fo
form
rm a : , a p a re
ciendo en los jeroglíficos cretenses de este modo:
La ESCRITURA EGIPCIA
íí E n eell caso
caso de la escritura egipcia nos eenc
ncon
on tram os
os,, p
poo r tan
to, ante un conjunto de pictogramas, los cuales Champollion
-clasificó en dieciséis categorías (cuerpos celestes, seres humanos,
cuadrúpedos, pájaros, reptiles, herramientas, etc.) y de los que
éstos son algunos ejemplos:
80
JC3L
0 O
cobra escarabajo pelícano, etc.
Estos grafismos pueden representar directamente la cosa en
cuestión (es el caso de los ejemplos anteriores), desde luego con
el relativismo propio del simbolismo, que hace que una cobra
trazada por un egipcio pueda no tener la menor relación con
otra dibujada po r un chino, Pero tamb ién pued en representar la
cosa de otras maneras diferentes, lo que demostraré siguiendo a
Champollion, en este punto más claro que los de muchos auto
res más modernos;
— p o r s in é c d o q u e , es de
decicir,
r, « to m a n d o la p a rte
rt e p o r el todo
to do»;
»;
p
pee ro la m a y o r p a rte
rt e d e los si sign
gno o s fo rm a d o s p o r m e d io d e es este
te
método no son, en el fondo, más que meras abreviaturas de ca
racteress figurativos. De es
ractere estete m od o la cabeza de bu bueyey ¿jf repre
senta un buey, la cabeza de oca % representa un a oc oca,
a, las
las pu
pilas
pi las de
dell oj
ojoo •©, los oj ojos
os,, etc.
etc.;;
— p o r m e to n i m ia , es d e ci cir,r, re p re s e n ta n d o la ca
caususaa p o r el
efecto,
efecto, el efect
efecto
o p or la causa o el ins tru m en to po r lo que ést
éstee p ro
3. J.-F. Champollio
Champo llion
n (1984), p
pág
ágs.
s. 23-24.
81
— p o r m et
etáá fora
fo ra,, t o m a n d o «u
«unn o b je
jeto
to q u e g u a rd a a lgú
lg ú n tip
ti p o
de sim ilitud
ilitud real o generalm ente supuesta co n el objeto de la iidea dea
que expresar. De este modo, era posible representar lo sublime
p
poo r m e d io d e u n b a lclcóó n ^ , a ca caus
usaa d e la a ltu
lt u r a a la q u e v u e la
este ave; la contemplación o la visión, por el recurso al ojo del
ha lcón ya que se atrib uía a es este
te pájaro la facultad de fij fijar
ar su
mirada sobre el disco solar; la madre por el buitre, porque a éste
se le suponía tanta ternura por sus pequeños que, según se de-
cí
cía,
a, llegaba a alim entar
entarios
ios con su pr
prop
op ia sang re »;^
— p o r en
enigm
igmas
as (e
(ell ttér
érmm ino
in o es del m ism
is m o C ha
hamm p olli
ol lion
on ), «cuan
«cuan--
do con el fin de expresar determinada idea se recurre a un obje-
to físico que mantiene sólo una relación en exceso oscura, cier-
tamente alejada, y a menudo puramente a nivel convencional
con aquel objeto que se pretende representar. Utilizando este
método, por su misma naturaleza bastante impreciso, una plu-
m a de avestruz signifi
significaría
caría la justicia pu esto que, según se
creía, todas las plumas de esta ave son exactamente iguales».^
4. Ibid.,
Ibid., pág. 24.
5. Ib
Ibid.i pág. 25.
id.i
82
^ /rá /
«Sol»
SO L /sol/
«sol»
83
Pero existen
existen dos diferencias
diferencias fundam entales entre estos ejem
plos:
plo s:
— p o r u n a p a rte
rt e , el ssig
ignn ific
if icaa n te gr
gráf
áfic
icoo S O L tra
tr a n s c rib
ri b e el sig
sig
nificante fonético /sol/ e implica, por lo tanto, esta significación,
mientras que no hay ninguna correspondencia lógica entre el
gráfico 0
significante gráfico y el significante fónico / ra/;
—--y p o r o t r a p a rte
rt e , y en es
espe
pecia
cial,
l, el ssis
iste
tem
m a egip
eg ipci
cioo c o n o c e ría
rí a
un a evolución que a con tinua ción pasam os a descri describir.
bir. Esta evo
lución se manifiesta a niveles funcionales y formales, sin que ne
cesariamente exista un vínculo entre ambas líneas.
La
L a evoluc
evo lución
ión fu n c io n a l
Evol
Ev oluc
ució
ión
n hacia
ha cia el fon
fo n et
etis
ism
mo
* Ejempl
Ejemploo intra
intraduc
ducib
ibie
ie al castellano.
castellano. (TV. de
dell t)
t)
84
b
baa n a l ( tod
to d o s los c u a d e rn o s in
infa
fan
n tile
ti less e st
stáá n repl
re plet
etos
os de ju
juee g o s se
se--
mejantes), se esconde sin embargo una revolución muy intere
sante: el descubrimiento del fon
fonogr ama^^ del grafismo que trans-
ograma
cribe un sonido.
Evol
Ev oluc
ució
ión
n haci
ha cia
a la acrofonía:'
O " /nf r/ «
«ccorazón»
/hpr/ «escarabajo»
^ /tyw
/tyw / «cernícalo», etc.
acrónimos biliteros (d
(dee dos consonantes);
/w n / «li
«lieb
ebre
re»,
»,
* Véase el glosario.
85
Ai igual
igual que en la lass adivinanzas, ssee po día trans cribir u na pala-
b
brr a rec
re c u rrie
rr ie n d o a do
doss fo n o g ra
ramm a s c o m o los sigu
si guie
ient es:: Sa + 0 *
ntes
(«chat»
(«cha t» + «po
«pot»)
t»),, lo q
que
ue serviría en francés pa
para
ra re
repre
pre sen tar «ch
«cha-
a-
pean»
pe an»..
Aunque los egipcios, como hemos dicho antes, no hacían la
transcripción más que de las consonantes, este sistema jeroglífico
com porta ba cier
ciertamente
tamente muchas am bigüedades, de alguna forma
como si en el ejemplo que hemos elegido en francés, «chapean»,
se pudiera referir también a «chope», «chape», «chiper», etc.
1 a a buitre
buitre h muy aspirada trenza
1
i i caña h kh Ch gutu
gutura
ral)
l) reja
W
fi—
r:fl
t
á antebrazo 1 s s tela plegada
í peq
pequeñ
ueñaa
w ou < codorniz s s cerrojo
estilizada
t w ou pequeñ
peq ueñaa grnm s ch barreño
barreño de ag
agu
ua
codorniz
J b b piee
pi A k k duna
—..
— f f víbora f
con cuernos
m m lechuza g soporte de jarra
n
m m costilla de t t torta
gacela
n n superficie g— > t tj obstáculo
del agua
r r boca
boca 4 d mano
86
Evol
Ev oluc
ució
ión
n hacia
ha cia la de
dete
term
rmin
inac
ació
ión
n semá
se mánti
ntica
ca
En respuesta a este problema, ios egipcios utilizarían algunos
jero
je rog
g lífic
líf ico
o s a m a n e r a d e d e ter
te r m in a ti
tivv o s sem
se m á n ti
ticc o s . Así, el si
sign
gno
o
del sol,
sol, © , unive rsaim ente legib legiblele como tal, tal, pasó a convertirse
convertirse
en indicador semánti
semántico.
co. En 0 ® ^ «maz maza», /h d /, y «cobr
obra»,
a», / d j/,
tien en papeles
papeles fonéticos, mie ntras que «sol» dirige
dirige la interp reta
ción semántica e incluso la lectura hacia /hedj/, «brillar».
En «boc
«boca»
a» /r / y —H «bra
«brazozo»
» /7 tiene
tie ne n
pap
p apel
eles
es fon
fo n é ti
ticc o s, m ie n tr
traa s q u e sol
so l a p o r ta la in f o r m a c ió n se
se
mántica e induce incluso la lectura /rá/, «sol» (es decir, que la
notac ión fon ética resulta
resulta aquí redu nd an te en relación
relación con el pic- pic-
tograma original).
Se pueden encontrar también una serie de notaciones pura
m ente fonéti
fonéticas:
cas:
Figura 2
i.
Fuente: N
Na
aissa
issan
nce de l’écriturey pág
pág.. 124
124,, Louvre AE/N52
AE/ N520.
0.
87
La dirección de la mirada de los animales nos sugiere que
aquí es necesario leer de derecha a izquierda. Tenemos por lo
tanto:
Primera, columna
^ «lechuz
«lechuza»a» = /m / «bo
«boca
ca»» - Ixí o /m r/, «el deposita
rio» (dos signos fonéticos), Ch /h tm /, «el se
sell
llo»
o» (un ideogram a),
leyéndose
ley éndose est
estaa primera c olum na /m r h tm /, «el deposita
depositario
rio del ssee
llo», es decir, «el faraón».
Segunda columna
Tercera columna
/w n / «lie
«liebr
bre»
e» (fono gram a bilítero), /n /, «s
«su
u
pe
p e r f ic ie d e l ag
agua
ua»
» (s
(sig
ign
n o a lfa
lf a b é tic
ti c o ) , / n f r / íi « c o ra
razz ó n y t r a
quea» (fonograma trilítero), l í l «víbora con cuernos»
(signo
(sig no alfalfabét
abético)
ico) y /r/« b o ca » (si (signo
gno alfabét
alfabético)
ico),, com
p l e t a n d o d e m o d o r e d u n d a n t e e st
stoo s d o s ú l t i m o s al f o n o g r a m a
pr
p r e c e d e n te .
Así, la tercera columna se leería /wn nfr/, es decir, «ser per
fecto».
88
ñera en que ios nombres propios franceses (Dupont, Dumont,
Lebrun, Lebian
Lebianc)*
c)* pu ed en tam bién te ner algún si
signi
gnifi
ficad
cado.
o.
Evol
Ev oluc
ució
ión
n fo r m a l
puen
puente, Traduci
Tra ducidos
dos Moreno,
te, Delmonte, al castella
castellano,
no,nco.
Bla
Blancestos
esto
o. s{N.
apell
apellidos
idos sería
delt) serían
n aproxi
aproximadamente
madamente Del-
** Véase el glosario.
89
mientras que los jerogiíficos puros fueron reservados siempre a
ía escr
escritu
itura
ra que recubr
recubría
ía JJo
os monu
monumen
mentos
tos p
púb
úb lic
licos
os//
Figura 3
5a
tí* k%
1 k
La llamada escritura «hi
«hier
erát
átic
ica»
a» apareció d ur
uran
an te la época de
la prim era dinastía y fue
fue fund am en talm ente usada po r lo loss ssace
acer
r
dotes, de donde proviene su nombre. Lo cierto es que no surgió
con la idea de sustituir las inscripciones monumentales grabadas
en piedra, sino que coexistiría perfectamente con ellas. Pero el
pr o ce
pro ceso
so d e s im p lifi
li fica
ca ci
cióó n de
dell cual
cu al es p r o d u c to h a rí
ríaa q u e los je
roglíficos tuvieran algunas alteraciones importantes, pues, tai
como demuestran los ejemplos del cuadro superior, se pasó de
los iniciales motivos naturalistas a cierta arbitrariedad en la que
sólo el conocimiento «etimológico» puede ayudar a descubrir las
formas de pa rtida. La escrit escritura
ura hierática daría enseguida paso a llaa
6. Ib
Ibid.y pág. 13-
id.y 13-
90
Figura 4
i w \v inglesa
5
$ / -
IL b b
L 'i-
P P Ut —
f f
►m m 3 ^
n n
(jq h b suave
suave
Fuente: H. Soctas
Soctas y E. Drio
Drioto
ton,
n, Int
Intro
rodu
ducti
ction
on a Vétu
tud
de de
des hié
hiérroglyphes, París,
lyp
Librairie orlentaliste Guethner, 1989, pág. XII.
91
escritura «demótica
«demótica»,
», q ue iba a simplifi
simplificar
car todavía en m ayor me -
dida los jeroglíficos y, claro está, también los signos, cosa que
Jiace
Jia ce enorm em ente complej
complejaa su lectura y, aall m ismo tiempo , m uy
diferente su apariencia de las grafías de los comienzos.
De lo que se trata, en definitiva, es de la transformación de
los trece primeros signos del «alfabeto» egipcio que hemos pre-
sentado más arriba.
La escritura hierática estilizada quedaría en lo sucesivo reser-
vada para los textos religiosos, ai mismo tiempo que pasaría a
convertirse en un arte de copistas, mientras que los documentos
administrativos o los propios de asuntos internacionales, por
ejemplo, serían
serían redactados
redactados en dem ódco .
92
L o s N O M B R E S P R O P IO
IO S
Q B
A
a l e j a n d r o
Loss dios
Lo ioses
representa
representados
dos por
po r un personaje
personaje barbudo
barbu do i , como
com o
t a f n e .
93
L a h i s t o r i a d e l d e s c if
if r a m ie n t o d e l a e s c r i t u r a e g i p c i a
Capítulo 4
LA E S C R IT U R A C H IN A
— los k ia inscripciones
inscripcion es sobre escamas
escamas y caparazones que
datan de los
los sig
siglo
loss xi i u xi a.C.,
— los kin toen, inscripciones sobre bronce realizadas hacia el
siglo V I H a.C.,
— m ás tard
ta rd e los sellos,
sell os, e sc ri
ritu
tu r a sigi
si gila
larí
ríaa g
grr a b a d a so b r e p ie d r a
o marfil,
— los cara
ca ract
cter
eres
es clásic
clá sicos,
os, tr
traz
azad
adoo s p o r m e d io d e p ince
in cel,
l,
— y por último los caracteres simplificados de la reciente
China comunista.
De este modo, a través de tales variantes, más de treinta si
glos de historia se despliegan ante nuestra mirada. Tomemos
95
sobre sellos:
en grafía clásica:
1 +4 + 1
El de pájaro
pájaro (en m an darín , nia<h
T í
Todos ellos demuestran que la grafía fue modificándose
po
p o c o a p o c o , e n el p a so d e l p u n z ó n al p inc
in c e l, y q u e d u r a n t e el
curso de esta evolución esencialmente técnica el signo fue ha
ciéndose cada vez más autónomo, alejándose de la imitación de
la realidad. Este distanciamiento del motivo naturalista de los
pic
p ic to g ra m a s re su lt
ltaa d e sd e lueg
lu ego
o c o m p a ra b le al q u e h e m o s p o d i-
96
Figura L Evolu
Evolución
ción de los
los carac
caracteres
teres
tortugas bá
básta
stalos
los cara
caracter
cteres
es cl
clás
ásic
icos
os.. Los ejem
ejemplos
plos que a con
contin
tinua
ua
ción expondremos nos demuestran que la relativa fuerza del moti
vo naturalista de las primeras grafías, que recuerdan más o menos
el objeto designado, iría desapareciendo con el paso de los siglos.
I II III IV V
caballo
f 1
pez
é é
oreja g-
árbol
I %
buey
y y V
montaña Al l L
flauta A A
t m
(I: grafía sobre hueso, II: grafía sobre bronce,
97
98
A an
an,, «paz» o «tranquilidad» (una mujer bajo techo)
100
A B C D E
caballo madre interrogación peso
peso insulto
-4-^ os
En todos estos casos, la pronunciación resulta bastante simi
lar, con tonos parecidos, y el carácter inicial, el de caballo, sirve
de fonética, mientras que el otro indica el sentido. El carácter B
se puede entender del siguiente modo: se pronuncia casi igual
que caballo, ma, y tiene relación con mujer, pues madre es ma.
Aquí será necesario añadir una pequeña precisión. El lector
habrá notado que los caracteres relativos a caballo o a mujer no
mantienen la misma proporción según se encuentren aislados o
en relación con otros componentes. De hecho, si nos imagina
moss un carácter chino de ntr o de un cuadrado (las
mo las páginas de lo
loss
cuadernos escolares están a veces formadas por muchos cuadra-
ditos), el carácter simple deberá reducirse al entrar en relación
con otros. Así, para retomar un ejemplo visto anteriormente, ár
boll se escr
bo es crib
ibía
ía de
dell m o d o sigu
si guie
ient
nte:
e:
1 01
D e m od o gener
general,
al, no exi
exist
stee pues un vínc ulo evidente entre eell
significante gráfico que constituye un carácter y el sig
gráfico signif
nifican
icante
te f ó
nico que constituye
constituye su pron un ciació n (ex
(exist
istien
iendo
do p or otra parte
la posibilidad de numerosas pronunciaciones posibles, como ve
remos más adelante; no hemos proporcionado aquí más que la
p
prr o n u n c ia c ió n en m a n d a r ín , es d e cir,
ci r, só
sólo
lo u n a de las m u c h as
lenguas chinas, la lengua oficial). Al igual que los primeros jero
glíficos
glíficos egipc
egipcios,
ios, lo
loss caracter
caracteres
es chin
chinos
os no tran
transcrib
scrib en los sonidos,
sino las ideas (al menos el carácter simple, puesto que ya hemos
visto
vist o que den tro de un con junto algu algunosnos pued en interpretar pa pa
peles
pe les fo
fonn é tic
ti c o s)
s).. E n es
esto
toss tre
tr e s té r m i n o s q u e p a r a u n c h in o letr
le traa
do se encuentran en relación evidente:
b /ma/
\ c «caballo»
/
— se p pu
u e d e n c o n o c e r los tres
tr es t é r m in o s y s u rela
re laci
ción
ón.. (E
(Ello
llo s u
po
p o n e u n p r o b l e m a teó
te ó rico
ri co:: ¿s
¿see ttrr a t a de d os sign
si gnos
os «b
«bininar
ario
ios»
s»,, de
esos a los que se refería Saussure habitualmente, siendo el uno
gráfico y el otro fónico? ¿O bien estamos ante un signo «terna
rio»?);
— se p u e d e c o n o c e r sólo
só lo la p a r e ja b-
b-c,
c, lo q u e se
serí
ríaa el cas
casoo de
cualquier chino no demasiado lletrado; etrado;
— se p u e d e c o n o c e r só
sólo
lo la p a r e ja a-c,
a- c, es d
dec
ecir
ir,, u n o p u e d e ser
capaz de «le
«leer» el
el carácter sin saber u na p
palab
alab ra de cchino
hino;; se p ro
nun ciará entonces en su propia leng ua o en su di dial
alect
ecto.
o.
ejemplo, los japoneses). Tal cosa les puede suceder incluso a los
mismos chinos al encontrarse ante determinados caracteres,
como se demuestra en el siguiente texto:
102
En cuanto
c uanto disponía de algún mom
moment
entoo Ubre, me dedicaba a
leer de la primera a la última línea los periódicos que se recibían
en la residencia. Desde los diarios más importantes a los perio-
dicuchos, noticias y editoriales, mi tiempo pasaba dedicado por
— ex
exis
iste
ten
n e n c h in o d o sc
scie
ien
n tas
ta s c a torc
to rc e «cl
«clav
aves»
es» o «radicales
«rad icales»,»,
caracteres que entran en relación con otros (véase la figura 3),
po
p o r lo q u e p ri
rimm e r a m e n te se
será
rá ne
nececesa
sari
rioo re c o n o c e r el ra
radd ical
ic al de
un carácter concreto,
— de
desp
spué
uéss ha
hace
ce falt
fa ltaa c o n t a r el n ú m e ro d e tra
trazo
zoss del
de l c ar
arác
ácte
ter.
r.
Es decir,
decir, qu e en los car
caracter
acteres
es com plejos el papel de cada un o
de sus componentes es distinto. En general se distingue entre el
carácter radical
radical y el
el fonético. Y exi
existe
ste,, pues, u na lista
lista de do scien
tos catorce radical
radicales,
es, qu e ha bi
bitua
tua lm en te ssee clasi
clasifica
ficann según el or
den creciente de los trazos. Es necesario saber encontrar prime
ramente el radical del carácter en cuestión. Por ejemplo, los
caracteres siguientes disponen todos del mismo radical: el radical
de corazón, xin x in,, que aparecería aislado bajo esta forma,
per
p ero
o q u e d e n t r o de u n c o n j u n t o p u e d e ap
apar
arec
ec er así:
103
103
Cl,EFS Ch in o is e s .
Jí' ' ii*" "' "77
77^
^ T"/'^
T"/'^ ^ '^1”
'^1” '" ' » ‘'’ I
■ ■' ! _ ^ '''' - í5* ^ | 11’ P , /
íiÁ i|'**í
ííM - •'’f ' "“'y yi , fim t
J/í MI ^"1
Alfi
Alfi'i'i **■ VIIH I j
wji*
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t Jílui i Xí ItchdÍH Ifrn 'H I ír/ú'
ír/ú' ' i'X
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/«¿¿i i ¡ i«/t'í’üm I
jtivii
jtiv , /'líVii
/'líVii ' t-fu'f rAÚi ; ft-/f.vw
ft-/f .vw ; ff<
<£> 1 í« í ' iWít.
iWít.vi
vi I tAAÍu i / » I /tf I A’^í ,
i í-'í L-^v- .-.V
.-.V , vr I '•’i __ _•
_•'•'•'' , y.
mA-/m T í ' #/V ; iWir| ' V :i
:Ai!‘f l 5 i^n tf r u |í: ? v ), J'Ic
i L ; f í-iií/i # : ^Ír íi,! t ^ , |
J'Icuu i r7" , .
' .'fV
.'fV W ;a?v
:iS
;a ?v,, «ircíi
«ircíi i'r
i'r/í/í /5t/íí ! /<||« I rti
rtill [ iva * / ’’tt rheon ; Í i í ./ir
./ir ¡ i>no j
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^ ñ :áii l i
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i
ri.'i
•I
%
¡uaa ! Ii't
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Ate.-,, , tefite.
Ate.-
.lí-
.lí-A
A
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1,
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• ^ . - U '. d ^ d - :
fíiffii» . (r
i fAffii»
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ired
(red
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yl f.'t
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't yi >'»
'»!!< ' Aid ífi-
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I ,; I ¡ tó ii /íH
/íHí'i
í'i fíA ii , rrii
rrii ; Ai ^ uf
uflj
ljiy
iy A.in
.in
•eh.ttU,
íí j3
iTiiíií fAf
fA f A(íí
A(íí íiuu ■¡he íilíett ¡tU
1044
10
nu-, «cólera» p
paa , «temor»
cnW
po
p o se
seen
en to
todd o s el m is
ismm o ra
radi
dica
cal.
l. P a ra e n co n tr
traa rl
rloo s e n u n d ic
icci
cio
o
nario chino, es preciso contar ahora el número de trazos que
aparecen en el resto del carácter (es decir, sin tener en cuenta el
radical
radi cal).
). El p rim er carácter, nunu,, está compuesto
comp uesto p or cinco traz trazos,
os,
Y se encontrará en un diccionario clasificado con el radical se
sentaa y un o, 7 bajo la cifra cinco.
sent
Queda por tratar todavía el aspecto propiamente gráfico de
estos caracteres. Se puede, en efecto, intentar reproducirlo, «re-
copiar
copi arlo»
lo»,, pero un chino advertir
advertiráá a prim er golgolpepe de vvis
ista
ta que un
extranjero ha copiado el carácter. Y es que, por supuesto, no
pu
p u e d e n es
escri
cribi
birse
rse de c u a lq u ie r m an er
era.
a. R et
etoo m em o s el ej
ejem
em p lo
de la
la tortug a, gu guL L El carácter clásico se compone de dieciséis tra
zos, q ue h ay que trazar en estric estrictoto orden:
105
105
1 2 3 4 5 6 7
^
8 9 10 1
11
1 12
A J K
de cuatro trazos, m u, á r b o l “ 1 ^
hasta este
este antiguo caráct
carácter
er para jardín, yo u, que implica veintiún
you,
trazos
i
i
La dificultad de aprendizaje y de me mo rización de loloss cara
carac-
c-
teres llevó al régimen comunista chino a proponer cierta simpli-
ficación, por lo menos de los que aparecen con mayor frecuen-
cia, con el fin de facilitar el acceso del pueblo a la escritura. En
1955 se publico una lista de quinientos quince caracteres y cin-
cuenta y cuatro partículas simplificadas. Esta reforma redujo a
106
se pue de lleer
eer un a historia comp leta. Al ár árbol
bol ^ , al cual se le
añade al
algo
go con tal de expr expresar
esar extrem idad , se le añade ta m
b
bié
ié n , q u e de
desi
sig
g n a la h ie
ierb
rb a , y p a r a ex
expp re
resa
sarr b r o te se le
añade
aña de la apa
apari
rici
ción
ón de
dell brote ^ y fi
final
nalmente
mente la flor
flor ^ .
107
relámpago
rel ámpago trueno en vano retum ban do ruidoso
ruidoso
a ® 4 s
nube lluvia finalmente ilusoria nada
2. ^ ^ ^ /I iñ fios ti
tien
enen
en la mit
mitad en comú
comúnn
3. ± 1 e ffl ar
arri
riba
ba hay un camp
campo
o cul
cultivab
vable
108
108
saber:
1) qu e la L un a se escribe así R ,
. 2 ) que dos lunas que tienen la mitad en común equivalen a
, lo q ue su po ne ya la solució n ( ^ = «ef
«efic
icac
acia
ia»,
», en m an da rín
yong). Las demás pistas resultan por lo tanto redundantes:
3) camp o se escr
escrib
ibee S ,
4) río se escribe /IL,
5) boca se
se escribe D .
— uno
un o
Q ig el fondo de la mañana
dos
X cavar a mitad de trabajo
ZEl tres =
d río horizontal
cuatro = a
E3 n i □ ladear el ojo
i cinco
JL fealdad fallida
1
^ V seis iM/r grandeza cercenada
109
si
yv ocho = cabeza de oficial
lio
Zona 2
Zona
(sudeste 1
de China) (dialectos mandarines)
111
Capítulo 5
LA EXPANSIÓ
EXPANSIÓNN DE LA ESCRITURA
ESCRITU RA CHINA
CHINA::
COREA, ANNAM, JAPÓN
critura,
critura, y p o r q ué los cara
caracter
cteres
es ch inos fu eron el catali
catalizador
zador de la
aparición en Corea o Japón de sistemas de transcripción de las
lenguass lloca
lengua ocale
les.
s. Será esta
esta expansión, y po sterio rm en te la ada pta-
ción de los caracteres chinos por parte de los países vecinos, lo
que ahora vamos a exponer someramente.
113
113
La e s c r it u r a c o r ea n a
114
114
sonidos
cos, que que transcribían
se combinan ya sí
entre nopara
existen), consonánticos
construir o vocáli
sílabas (véase la fi
gura 1) y cuya forma recuerda en cierta medida a los caracteres
chinos. En particular, se escribe sílaba a sílaba, y el signo silábi
co (combinación de consonante y vocal) se puede inscribir, al
igual que el carácter chino, dentro de una especie de cuadrado
imaginario.
imaginari o. C om o ha dicho V ivi iviane
ane Alleton,
Alleton, «la m anera de dis
dis
tribuir los signos alfabéticos en la página recuerda la de los ca
racteres
racteres chin
chinos
os».
».^
^ Se trata p o r lo
lo tant
ta nto
o de u n alfabeto, pero de un~
un~
lidad resulta algo paradójica: en Corea del Norte, país que polí
tica y geográficamente se encuentra próximo a China, se escribe
exclusivamente en han gul, mientras que en Corea del Sur, polí
ticamente alejada del modelo chino, se continúa utilizando una
mezcla de h a n g u l j á z caracteres chinos.
La e s c r i t u r a «a n n a m i t a »
C om o se sabe
sabe,, A nn am es el no m bre dado p or los chinos a Viet-
nam (el «sur pacificado»). Esta región, al igual que Corea, conoció
el budismo en versión china y a través de los textos en esa lengua.
Fue así como se constituyó una clase cultivada, capaz de leer y de
115
115
I- i =1 -JU. -r “rr — 1
á ya ec yeo 0 yo u yu eu i
1 g(k) 7-\ 7Í J L jn.
jn. 71
u n H i c. *U
JU-_ l-,
“T _t t
i: d ■c-| ■c: -r "nTT ri
m e|- 2-| nHr ' TaeTe X s|
s(l) 1.
D l FL r X o|
Ü b «1- M. _u «1
A s jjd
dL. -TT ¿A.
0 H °i JEL 4- -SL °i
i ^1- H i 4"
% ch M Jl J L A T AT X *1
k 3L í 4- X
E t b[- E|= 3 - 3. -TT X ^1
H P M. jJuhí» -T X 2i
“q h "o ■o*| jl X 4- 4- o'
escribirr perfectamente
escribi perfectamen te el chino (si bien pronu
pro nu nc
nciado
iado «a la manera
vietnamita»), y hasta finales del siglo xix cualquier texto culto era
redactado e impreso en chino. Paralelament
Paralelamente,
e, apare
aparecerí
ceríaa un a lit
litera
era
tura popular escrita con la ayuda de caracteres chinos adaptados al
vietnamita, una escritura que se conoce como nó m («popular» o
nóm
«vulgar»). Esta adaptación obedecía a tres principios diferentes:
1) en determ inád os ca
caso
sos,
s, el carácter ch ino era utilizado para
transcribir el mismo sentido que transcribía en chino, pronun
ciándose, no obstante, de forma distinta. Así, el carácter que en
chino sirve para transcribir «tierra» se utilizaba con ese mismo
sentido, aun teniendo diferente pronunciación;
116
Figura 2. El alfabeto
alfabeto vietn
vietnamit
amitaa
Letras
a, b, c, d, d, e, g, h, i, k, 1, m, n, o, p, q, r, s, t, u, v, x, z.
Nota:
No ta: la d equiv
equivale
ale a nu
nuestra
estra d. La d no barrad
barradaa es una letra suple
mentaria.
Tonos
Tono igual XI ñ
Tono agudo JÓ á
Tono ascendente XX h
Tono interrogativo grave L i
Tono interrogativo agudo o quebrado i
Tono grave n
117
117
T am bié n en este
este caso
caso el
el budism o sería
sería vehí
vehículo
culo de intro du c
ción de la escritura ch ina en Jap ón , cuyocuyoss cara
caracte
cteres
res,, sin em bar
go,, ha bían pasado pre viam ente p or el tamiz de Co rea. Y
go Y,, aall iigua
guall
que en el caso coreano, la lengua japonesa tampoco tenía nada
en co m ún con la chi china,
na, p or lo que la adap tación de su escrescrit itura
ura
resultaría
resultar ía no ser tarea na da fáci
fácil.
l. Y no ob stante fue utilizada lar
go tiem po, com binánd ose la lectura semántica y la lectur lecturaa foné
tica de los caracteres. Sería de esta lectura fonética de la que na
cerían los kana (en japonés, «ios caracteres»), dos conjuntos de
signos con los que se transcribían todas las sílabas del japonés
(véase la figura 3). Los k at ak anas t deri
derivan
van po r un a parte de cie cier
r
tos caracteres
caracteres chinos. Así p o r ejemplo,
ejem plo, el carácter , en chin
chino o
nu^^ «
nu «es
esccla
lavo
vo»,
», pasa
pasa a convertirse en ^ , transcr ibien do entonces
el sonido nu nu.. Por su parte, los hira-kana están forformado
mado s a p artir
de grafías cursivas chinas; de este modo, y para retomar el carác
ter anterior,
anterior, és éstte se conviert
conviertee en ^ , siempresiempre ccomo
omo transcrip
ción de la sílaba nu.
Estos kana bast bastaban
aban perfectam ente p ara transcribir llaa llengua engua
ja p o n e s a , y d u r a n t e m u c h o t ie m p o las m u jere
je res,
s, cu y a e d u c a c ió n
no se estimulaba demasiado, aprendían a leer sólo los kana,
m ientra s qu e llos os hom bres, e n especiaespeciall lo
loss más cul
cultivados,
tivados, pra cti
caban la escritura china. De este modo la prensa, las obras de ca
rácter técnico y científico o los textos literarios utilizaban mu-
118
118
— tras
tra s u n c ar
arác
ácte
ter,
r, la n o ta c i ó n e n kana se
se utili
utilizaba
zaba a m anera
de indicativo de las partículas gramaticales;
— j u n t o a u n ca
cará
ráct
cter
er,, servía
ser vía p a ra tr
traa n s c r ib ir s u p r o n u n c ia -
ción.
2. Jb
Jbid., pág. 113.
id.,
* Se trata u
una
na vez
vez más de ejemplos intraduc
intraducibies
ibies al castellano. {N. del t.)
119
119
Figura 3. Los ka
kana
na
A l PH A B E TS tiNPONOIS.
CfíUa tAjrtAií‘ ¿Trd
rdto-
to- /4t >- O iU ít Jhaüo
í It //A
A/. Ctwttt Cfutita Citft/tlT , £>-^/S'/ ^Jt/ur^ ^T&V TíT, (O'í?.//trtr / C iov uz C tiM
tiM a rk*7<T
V 4f
h r la í.? V
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yíi' ifta .Ot
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3t /,*( l' So n*i
n*it
7
>í
iá*
y ■íní rtz t
2 11
Fuente: En
Enccic
iclo
lop
pedia de Diderot y d’Alembert.
edia
120
sus
Por caracteres
otro lado, alfabéticos, comoque
olvidamos decir hacen
ellosios tártarosa manchúes.
escriben la manera
china, en perpendicular, o de arriba abajo y de derecha a iz-
quierda.
Pero los mismos kanji se pueden, según los casos, leer tanto
de un a form a como de otra. AsíAsí po r ejemplo, el carácter
carácter , en
chino sh
shii (comer), se puede leer semánticamente, según el kun,
siendo entonces pronunciado taberu (en japonés: comer o yo
como). Es posible observar en taberu dos elementos: la raíz {tabe-)
posible observar
121
12 1
y k des
desin
inenc ia -ru. También, para escribir «yo como», se utiliza
encia
estee carácter aña dién dole la trans crip ció n de
est en kana. El mis
mo carácter se podrá leer igualmente según el on (fonéticamen
te): sh
shii deviene entonces syoku (comer) y la expresión china,
^ , shi tang (comedor, cantina) se leerá syoku doo. El carácter
^ , en chino che, «vehículo», se podrá leer kuruma (en japonés
coche) o sya, y en tal ca
caso
so los tres
tres carac
caracter
teres
es serán ^ ^ , leídos
leídos
syoku doo sya (coche restaurante),^
Para acabar, consideremos estas dos grafías:
1) Q *
2)
E n chino , S se le
leee ri hen, que palabra a palabra significa
«origen del sol» o «raíz del sol», con el que se designa el pueblo
japo
ja pon
n és
és.. D e ah
ahíí se g u ra m e n te p ro v ien
ie n e la c o n o c id a e x pr
pres
esió
iónn
«país del sol naciente». Pero la transcripción ri hen no propor
ciona una idea demasiado adecuada de la pronunciación real de
ambos caracteres. Cada vez que úna palabra china es escrita en
caracteres latinos se hace siguiendo los principios del p i n y in , la
transcripción latina oficial. De este modo la sílaba ri se pro nu n
cia
cia más bie n com o en francés yV yVíí
íín*
n* Po r otrotraa parte, llaa opo si
ción sorda/sonora (del tipo p/b, t/d, etc., que se produce tanto
en francés como en español) no existe en chino, siendo la dife
rencia entre p y b del dpo aspirada/no aspirada. Así, la pronun
ciación de ben se aproxima más al francés p pee in e que a benne,^ y
los caracteres Q , trans
transcrito
critos,
s, en p i n y in ben, se pronun
in,, ri ben,
cian por tanto de forma similar a «je penne»,* lo que explica lo
siguiente: en efecto, en jap
japon és estos dos caracteres se leen ni hon
onés hon
o n ip ó n (de ahí la palabra nipóri), que significan, claro está, «Ja
pón»,
pón »,
3. Ejemplo tomado
tomado de Giulio
Giulio Soravía,
Soravía, Storia del linguaggio, Milán, Gar-
zanti, 1976, pág. 91.
* Ejemplos intraducibies
intraducibies al
al castellano. {N. del ff..)
122
123
Figura 4. Los kana y los caracteres chinos que les sirvieron de base
Valor chino katakana chino hirakana
a r
i lU
u 3
e ÍX X X
0' n
ka ti tn
ki V|f.
m
ku X X <
ke it If
ko s L—
sa yr
yr fe
si > u
su X
se tt ir -tt
so m V É
m
á
ta t: fz
fz
ti 5Eq h
tu }\\\
}\ V Ji! O
te x T
to ih h it ¿
124
ne m
no 7b J Ti CO
ha A }\ li
hi tt t tt 17
hu -Sn
he Sil Sí
ho 71^ % la
ma 7?
mi II
mu A K
me te.
mo € % t)
ya til
til fe fe
yu fe vp
yo 3 J;
ra "y b
ri n U ?t| U
ru ííT
Tft S
re 71 L/ ÍL ti
ro s n S 5
\v
\vaa o 7 m fe
VÍO 7 íE í:
y h
n
1255
12
\A K 5 m e \C m m \.
127
ticas
ticas veamos prim ero la m ane ra en que, de m odo general
general,, se sue
le presentar este grupo:
semítica
— el s iste
is tem
m a s u m e ro -a c a d io ,
— el s iste
is tem
m a e gip
gi p ci
cioo (jer
(j erog
oglí
lífic
ficos
os y e s c ri
ritu
tu r a h ie
ierá
ráti
ticc a, es de-
de -
128
128
Ahora bien, las lenguas semíticas, por su misma estructura,
disponen de una estructura que no podía dejar de encajar bien
con la evolución del sistema cuneiforme hacia el principio alfa
bétic
bé tico:
o: ca
cadd a u n a de las «palabra
«pa labras»
s» está
es tá for
fo r m a d a p o r u n a raíz
ra íz c o n
sonántica (en general compuesta por tres consonantes) que es la
que «porta» el sentido, mientras que las vocales (tres en su ori
gen: a, i, u) y ciertas modificaciones consonánticas indican más
bie
b ienn las fun
fu n c ion
io n e s gram
gr amat
atic
ical
ales
es.. E l e je
jemm pl
ploo q u e en ge
gene
nera
rall se
suelee ad
suel aducir
ucir para
pa ra ente
e ntend
nd er este
este sistema es el de la rraízaíz K TB , de llaa
cual hay aquí un a descripci
de scripciónón aclara
aclarator
toria:
ia:
1. Maurice
Mau rice Szny
Sznycer,
cer, «L
«L’’ongin
onginee de Talphabet sémitique», en VEspace et la
L
Leettre, París, Union Genérale d’Édition, págs. 86-87.
tre,
* Lago, laca, pi
pica
capo
port
rte,
e, lacayo. (A^. del t.)
1299
12
Figura 1. El alfabeto ugarítico
ugarít ico
•a ^t>— k
Q 1 1
•i TTY I
JE ■u >-y m
b n
T g s
d s
V
</■ d <
(
h
& n III
... g
^X>- w p
2 T
T s
h >—< q
? h r
t s
V
2 1^ t
i y <í t
Fuente:: Maurice
Fuente Maurice Sznyce
Sznycer.
r.
130
130
El primer alfabeto de la historia del cual se conservan restos
es el
el alfabeto ugarítico, aparecid
a parecid o p or lo m enos
eno s catorce sigl
siglos
os an
tes
tes del com ienzo d e n ue stra era en las
las co
costa
stass de lo qu e h oy es Si
Si
ria (excavaci
(excavaciones
ones de Ras Sham ra). El cuad ro an terio
ter iorr (véas
(véasee la fi
fi
gura i) nos mu estra que se utilizaban signos
signos cuneiformes, si si bien
éstos nada tienen que ver con los utilizados anteriormente en
Mesopotamia, que sirvieron en un primer momento para la
acadio u g a rític o
g il g T
s 1
^ TT
- TT
131
Hacia esa misma época, en el siglo xv a.C., surgiría otro al
fabeto, llamado pr
proto
otosin
sinaic
aicoo (descubierto durante las excavacio
nes de Serabit el Kha dem , en el Sinaí),
Sinaí), que hasta el
el m om en to n o
ha podido ser descifrado en su totalidad, como luego veremos.
Alfabeto semí
semític
tico
o occidenta
occidentall
s ig
i g l o XV: a l ffaa b e t o c u n e i fo
f o r m e u g a r í t iicc o a l ffaa b e t o p r o t o s i n a i c o
(descifrado)
(descifrado) (parcialmen
(parcia lmente
te descifrado)
descifrado)
siglo XI: alfabet
alf abeto
o fenicio
fenic io
siglo
siglo ix: alfabeto paleohebreo,
paleohebre o, arameo
p
plo
lo,, sirv
si rvee p o r u n a p a rt
rtee p a ra h a c e r la tra
t ra n s c r ip c ió n del
de l s o n ido
id o /a /
(se po dr ía hacer tai transcripc ión de maneras diferentes, por m e
dio de B, C, D, etc., de la misma forma que por el recurso
132
a #, i , %, 0 , etc.)
etc.) y p o r qué, po r otra parte, est
estee gra
grafis
fismo
mo
lleva el nombre de alpha en griego y de aleph en semítico?
semítico? La so
lución que presenta la ventaja de responder a ambas cuestiones
es la siguiente: si el nombre de cada letra designara en el origen su
forma
for > es decir, que designara por medio de una palabra propia
ma>
de la
la leng ua la cosa a la cual se rrefier ento nces la le~
efieree esta forma, entonces
tr
tra
a podría
po dría po
p o r si misma procede pictograma,, y entonces la
procederr de un pictograma
relac
re lació
ión
n entre tal
ta l pictogra
picto grama
ma y la letra
letra ser
sería
ía aero
aerofóni ca.. No perda
fó nica
mos de vista este ejemplo, el de la primera letra del alfabeto, la
A, es decir, la alpha del alfabeto griego y el aleph del alfabeto he
breo
br eo.. Si se e s tu d ia su fo r m a d e n t r o d e los alfa
al fabe
beto
toss fen
fe n icio
ic io y ara-
ar a-
meo cabe pensar en la siguiente secuenci secuencia: a:
G ardin er se ha bas
basado
ado en esta hipótesis
hipótesis para su propues ta de
lectura de cierto pasaje protosinaico. Partiendo del principio
de q ue p o r un a parte el ttexto
exto estaba en semítico
semítico y que po r otra las
las
«letras» eran acrofónicas, este investigador ha sido capaz de ver
en el si
sign
gnoo □ una c a sa {béth, en semítico), y por lo tanto la le
tra B; en el signo <z> , un ojo ( dyin) y por lo tan to la letr letraa con
la que se transcribe
transcribe hamza, y as asíí sucesivamente, lo que le perm i
te leer del siguiente modo estas dos secuencias:
133
s
-i*
BXT L B ’L T
Fipim 2. Correspondencias
Correspon dencias entre los
los alfabet
alfabetos
os
desde el protosinaico hasta el latín
o
ííl o
V
.a
i _o
_o ’-+2j Q 'JJa
a V
o
w [u V 0tJfl Uc .JQ
0Ut ■o§ a <3J
■T
'a<u C3 ‘C
V a
co
s
Qh '-S u u
« d
w -a >
1 A h A
< A' A D/a aleph, aipha
2 o □ e 5 tn B n B bet,t, beta
be beta
3 A A <C r 1 G gaml, gamma
4 .¿i A A A H D delt, delta
5 A E V E h hé, epsiion
6 <j) _o
_o Y \ V Y <D V w wau, upsilon
7 X I X z X z zai, dzéta
8 B D B b hét
9 <8> 0 ID t/th tét, théta
10 \ l I í y.i yod, iota
11 Uü 1 k K 6 K kaf, kappa
12 7 ¿ i A A A L iamd, lambda
13 VA VSJ > A M M mém, mu
14 ^1 1 A N S N nun, nu
15 o o o 0 O ;/
;/oo ain, omicron
16 y 1 CÍ^ 0 0 f/ph pé, phi
phi
17 r ? s sade
18 9 t p S k qof,
qo f, koppa
koppa
19 i A n ) R rosh,ro
20 -W w s shin
21 + X X T X T tau,to
bbuu e y co
conn sus
sus cuernos. Sim plem ente, esta
esta letra ha iexperimentado
e xperimentado
un a rotación de 90° hacia la derecha.
derecha. La conso nan te semít
sem ítica
ica sir
sir
ve para trans
tra nscrib
cribir
ir esta letra
letra que
q ue no existe
existe en griego, y los
los griegos
griegos
utilizaron esta
esta letra para tran
transcribir
scribir la voca
vocall /a/.
1355
13
2. ¿¿"í signif
sig nifica
ica «ca
«casa
sa»» o «tien
«tienda»
da»,, y al ve
verr este sig
signo
no p ro to
tosi
si--
naico, leído í h f por Gardiner, cabría pensar en el plano de una
habitación o de algún tipo de edificación.
3. g a m l generalmente se considera que significa «cámello».
¿Tal
¿T al vez
vez ssee pue de n perc ibir en los signos
signos fenicio y aram eo la jo
roba del camello? Imposible afirmarlo con certeza. Nos encon
tramos aquí con uno de los raros ejemplos de semejanza entre la
letra sud aráb iga y laslas otras.
otras.
4. delt significa «batiente
«batien te de puerta». ¿No cabría entonces en tonces
p
pre
re g u n ta rs e p o r q u é u n b a tie
ti e n te de p u e r t a se p
prr e s e n ta c o n fo r m a
triangular? Tal vez se trate de la entrada de una tienda... Pero,
indudablemente, en protosinaico representa un pez.
5. hé: etimología desconocida. Ai igual que en el caso de
-alephfalpha, los griegos efectuaron la alteración de este carácter
con tal de obtener la transcripción de épsilon.
6. luau significa «clavo» o «clavija». Es posible que se pueda
ver la form a de u na clavij clavijaa en loslos casos
casos del protosin aico y del ffe e
nicio.
nici o. La evolución
evolución gráfigráfica
ca hacia
hacia la Y y la V no plantea nin gú n
p
prr o b le m a . T a m b i é n en este
es te caso
cas o el a lfab
lf abee to grgrie
iegogo u tili
ti lizz a este
est e
signo con sonan tico para hacer la la transcripción de un a vocal vocal ((up-up-
silón).
7. zzaa i significa «arma» en arameo (¿préstamo quizá del ira
nio?) y «olivo» en semítico. Pero ningún rasgo en la forma nos
p
pee r m i te c o n c lu i r u n o rig
ri g e n p icto
ic tog
g rá
ráfi
ficc o . P o r el c o n tra
tr a rio
ri o , el pa
paso
so
de la letra co rintia a la letra griega griega dem ues tra co n cert certezaeza su ori
gen fenicio.
8. hét: en general suele señalarse la etimología, bastante dis
cutida, de «cercado». Existe también en acadio una forma bétu,
«muro». J, Février cree que «la forma exterior del carácter, que
representa un a especie
especie de enreja
enrejado»do»^ ^ c onv end ría a la etimolog ía
p
pro
rop
p u e s ta.
ta . N o se s ab ría
rí a d e c ir si e sta
st a e x p lica
li cacc ió
iónn r e s u lta
lt a c o n v in
2. James Févríer, Hi
Histo
stoire
ire de le
lecr
criture,, París, Payot, 1948, pág. 228.
iture
\ 136
L57
138
138
dios se se servirían
servirían bien pron pr on to (alrededor dei sig siglo
lo x a.C.) del alfa alfa
bbee to fen
fe n ic
icio
io p a ra c o n s t i t u ir lo q u e se h a d a d o e n ll
llaa m a r el p al
aleo
eo--
hebraico o en ocasiones
ocasiones el cananeo, cananeo, antiguo
antig uo.. D e ese m od o se han ha n
encontrado, en las ruinas del palacio de Lachish, las cinco pri
meras letras de este alfabeto, muy semejantes a las del alfabeto
fenicio:
ilooC
bbil uan
n ios
io s ydoel en
pr eleaño
p rim r te
temm586
p loa.C. Jerusalén
Jerus
d e s tr
truu id oalén
, m il fue
fesuedetom
iles ju dada
í o s pf uore rlo
loons dba
e
ppoo r ta
tadd o s h a c ia las ri
ribe
berarass del
de l É u frfrat
ates
es.. A p r o x im a d a m e n t e c in in
cuenta años más tarde, durante la época en que los persas
aqueménidas conquistaron Babilonia, los judíos fueron autori
zados a regresar a su tierra. Pero en ese intervalo éstos aprendie
ron la lengua aramea y su escritura, mientras que los demás ju
díos, los que habían permanecido en el lugar, conservaron el
hebreo. Es por esta causa por lo que, durante todo el período
que sigue, serán utilizados indistintamente dos alfabetos para
escribir el hebreo: el cananeo antiguo por una parte, o paleo-
hebraico, y, por la otra, el arameo. Ambos alfabetos compartían
139
=5 ^ ^ 1 5 T
— los p s e u d o jero
je rog
g lífi
lí ficc o s d e B yblo
yb loss (h
(hacacia
ia el ssigl
iglo
o x v m a .C
.C.)
.);;
— los tex
te x tos
to s p ro to c a n a n e o s de la a n tig
ti g u a P a lest
le stin
in a (h
(hac
acia
ia los
si
sigl
glos
os xv iii-x vi a.C.);
— los s ign
ig n os p ro to s in a ico
ic o s p ro p io s de la p e n ín s u l a de
dell S in
inaa í
(hacia el
el siglo
siglo xv a.C.);
— el u g a ríti
rí ticc o a lf
lfab
abét
étic
ico
o c u n e ifo
if o rm e , e s c ritu
ri turr a s e m ític
ít icaa o c
cidental propia de una zona próxima a la costa siria (siglos xiv-
XII a.C.), que si bien puede ser derivación de algún modelo
semítico occidental
occide ntal m ás antig uo , es
es el prim er «ab
«abece
ecedar
dario»
io»,, cons
tituido como tal, que conocemos.
140
origen común
liyanita
moabita
siglo IX a.C.
arameo
IX a.C.
hebreo
IX a.C.
dedanita
VI a.C. VI a.C.
Fuente; N
Na
aissa
issan iture, pág. 190.
nce de 1‘écritu
141
141
Capítulo 7
LA EXPANS
EXPANSIÓN
IÓN DE
DELL ALFABETO
^^^^^^protosemítico
norprotosemítico sudprotosemítico
p
paa le
leoo h e b reo
re o ^ a m e o feni
fe nici
cio^
o^ n o ra rá
rább ig o
siriaco
naba
na barr e o escr
escrii tura
ura s \ \ gti
gtiego
ego etiope
de Asia escriturad
central indias
Estos
Estos alfa
alfabet
betos
os se
se cu en tan po r centenar
centenares,
es, po r llo
o qu e resulta
143
143
m c
5
cr< 4
La l ín e a g r ie g a
E l miste
m isterio
rio etrusco
etrusco
144
al pare
parecer
cer ello
elloss ssee de
decían
cían a sí m ism os los rasenna. Lo cierto es que
no sabemos gran cosa de su cultura. Partiendo de la Toscana
(adonde habían llegado seguramente por mar, si bien en la ac-
tualidad hay quienes piensan que es posible que fueran origina-
ri
rios
os de esta
esta regi
región),
ón), fu nd aron R om a y ocuparon la m ayor parteparte
de la península, entre Venecia y Capua, siendo finalmente de-
rrotad os p o r llos
os rom an os h acia eell año 350 a.C . Su civilizac
civilización,
ión, si
si
la juzgamos en función de sus restos, era altamente desarrollada,
pe
p e ro sab
sa b em o s m u y p o c o de su leng
le ngua
ua.. C o n ta m o s c o n n u m e ro sa s
inscripciones,
inscri pciones, m ás de trece mil, repartidas
repartidas p or u n vast
vasto o territorio
(se pueden encontrar incluso en Cartago y Alejandría), pero se
trata de inscripciones breves de vocabulario bastante limitado, a
menudo acompañando estelas funerarias, si bien disponemos
también de unos pocos textos en comparación algo más largos;
de cu alqu ier form
forma,
a, io
ioss textos bili
bilingües
ngües son m uy esc
escas
asos
os y de re-
ducida exte
extensió
nsión.n.
N o o b s ta n te , la e s c ritu
ri tu ra de la le n g u a e tru
tr u sca
sc a apen
ap enas
as p la n te a
dificultades: se trata de un alfabeto inspirado en el griego que
transcribe vocales y consonantes, y que llegaría a evolucionar de
manera considerable; en un primer período (700 a.C.) se sirvió
del alfabeto griego, aunque más tarde se adaptaría éste a la len-
gua etrusca, evolucionando al poco tiempo hacia el alfabeto lati-
no. Seg ún el ca caso
so ssee po día escribir de izquierda a derecha, de de -
recha a izquierda, en bustrofédon o incluso en espiral. Pero
aunque seamos capaces de leer este alfabeto no sabemos verda-
dera m ente cuá
cuáll eess la lengua que transcri
transcribía:
bía: po r más que nos es-
es-
forcemos en leer los textos no se logra comprender nada en ab-
soluto.
El papel del alfabeto etrusco en lo referente a la aparición de
la escritura en tre lo loss rom an os se pue de ver en las las prueb as que en-
seguida mostraremos (véase la figura 1) y en ciertos términos
vinculados con la técnica de la escritura que el latín tomaría en
p
pré
ré s ta m o del
de l e tru
tr u sc
scoo : stiluSy «estilete», litterae, en su origen «es-
critura» (tal vez ligado ai término griego diphtera, «membrana»,
«piel» sobre la cual se escribía) y cera, en latín cere, del griego ke-
145
145
singular pplu
lurr a l
nominativo clan clenar
genitivo clens clenarasi
dativo lensi cliniiaras
146
Figura 1. Alfabetos
Alfabetos etruscos
valor formas
for mas arcaicas s.
s. XII a.C. formas
formas clásicas
clásicas
a A A
b
g 31 CB
>
d a D
e \E
T (digamma) AC q
2 IX I
h a a
© ®0 o
i 1
1
k ^ K
1
m J l vi
n
n 'I r n
s (samek) B
0 0
P n p n
s (sade) HM m h
q V?
r ^ P 1
s
tu . r1 ri / T
V
x(ks) X cS>
íp <í>9
X(kh) Y b 9
f %%
147
p
pee rte
rt e n e c e a la fa
famm ilia
il ia de las in d o e u ro p e a s , d e n tro
tr o de la cu
cual
al t o -
dos sus
sus miem bros poseen palabras m uy simil
similare
aress en lo que se
se re-
fiere a términos de parentesco, numeración, etc. Sin embargo,
una serie como thu, zal, ci... no tiene la menor relación con las
series paralelas uno, dos, tres.,,, un, deux, trois..., one, two, three...,
ein, zwei, drei..., etc.
etc. N os en contram os, po r llo
o tanto, an te una ssi-
i-
tua ció n inv ersa a la del lineal B (cuyo de scifram iento se describi-
rá en el capítulo 11): tras una escritura durante largo tiempo in-
comprensible se escondía una lengua conocida (el griego),
148
148
Loss alfa
Lo a lfabe
betos
tos itálic
itá lico
os
— los al
alfa
fabe
beto
toss m e sa p ia n o y sí culo
cu lo,, en líne
lí ne a d ire
ir e c ta c o n el
griego;
— el a lfab
lf ab et
etoo p ic
icea
ea n o y el de N o v ila
il a ra
ra,, cuyas
cuya s re
rela
laci
cion
ones
es con
co n
los alfabetos etrusco y griego no están demasiado claras;
— los alfa
al fabe
beto
toss os
oseo
eo,, u m b r o , fal
falisco
isco y la tin
ti n o , los cu
cuales
ales p a re
re--
cen provenir del antig uo alf alfabet
abeto o etrusc
etruscodod
1. Jame
Jamess Février, H ist
istoo ire de Lécriture, París, Payot, 1948, pág. 459.
149
149
Figura 2. Lo
Loss alfabetos itálicos
valo
valorr mesapi
sapiaano sícu
ículo pice
picean
ano
o novi
novila
laro
ro oseo umbro
>=> C> O <> <=■ <J3
a AA AA A AA A A AA
b B B B? a a a
g= c r < >
d DC>A Dt>^ P a H(r)
e E EE 3 33
V(digamma) FF C CL c 3 :]
z I I 11 I
h HH aoRs B o
0 o m o
i 1 1 \ 1- í 1 i I
k KK K KK C X
1 A r FU d d J
m A4H M W WA m w^Am
n F N /v M H MV\
s (samék) + X- ffl?
0 o o 0 0
P r r V rnpL 1 n 1
s (san 0 sadi) ? Mc>< AA? fA
q <P<P a
r oa 0 d
s FP FP p Fbí> M?
t TT TTT T I KTTt T 7^1
u A AAA Ni/ ? V V
X X(: l:?)
f <x % 8$ 8
h? '
ü V
t? 4" d(:S)
Février, H istoire
Fuente: James Février, isto ire de Vécri
Vécritu
ture
re^^ pág. 460.
150
150
E l alf
alfabe
abeto
to capto
capto
La expansión
expansión del cristi
cristianismo
anismo v endría aco m pañ ada d e la eex x
p
paa n s ió n de la e sc
scri
ritu
tura
ra,, a d a p ta n d o los m isio
is ion
n e ro s s u a lfa
lf a b eto
et o (ya
fuera éste latino o griego) a las lenguas locales con tal de realizar
la tradu cció n de las las Escrituras.
Escrituras. D e esta esta ma nera los alfaalfabetos
betos cop
io, godo, armenio y georgiano provienen del griego correspon
diendo a la penetración de la religión cristiana.
Fue tras las conquistas de Alejandro cuando los griegos se
ilustraron en Egipto (332 a.C.). Pero aunque el griego adquirió
p
poo r e n to n c e s ra
rann g o de le n g u a ofic
of icia
ial,
l, la le n g u a eg
egip
ipci
ciaa y s u es
escr
cri
i
tura continuaron siendo utilizadas. En el siglo iii d.C, el cristia
nismo se extendió por Egipto y se transcribieron los diferentes
dialectos
dial ectos egipcio
egipcioss p or m edio de trein ta y u na let letras
ras,, de llas
as cua
cualeless
veinticuatro provenían del griego y las otras siete tai vez del de-
m ót
ótico
ico egipcio:
egipcio: las escrituras egipcias
egipcias (jerogl
(jeroglífi
íficas
cas,, hie
hierátic
ráticaa y de
demm ó-
ti
tica)
ca) se
se con siderab an vinculadas al pagan ismo, razón p o r la cual
la pro pa ga nd a cristiana se
se ssir
irvió
vió de este
este nuevo alfabet
alfabeto o q ue, en la
actualidad,
actualid ad, es utilizado toda vía po r laslas Igl
Iglesi
esias
as cri
cristianas
stianas etíop e y
copta.
El origen de las siete letras que no provienen del griego (y
que no tienen nombre griego: chai, fai, hai, hori, janja, tchima,
di) es todavía controvertido:
151
151
po
p o d r í a ser
se r q u iz
izás
ás u n a a lt
ltee ra
racc ión
ió n d e la H la
lati
tinn a
g origen
origen del
del todo descon
desconocid
ocidoo
y podría ser qu
quiz
izás
ás una alte
altera
raci
ción
ón de X
^ quiza proviene
provien e del griego
griego 5, pues la C copta
co pta deriva
^ de J
^ es la ligadu
ga durr a entre
entre X »t y Í »i*
»i*
El a
alfab
lfabeto
eto godo
Segú n la tradición,
Según tradició n, sería el obispo W ulfila (311^383), de ori
gen capadocio, quien habría concebido el alfabeto godo, tradu
cido la Biblia y convertido
co nvertido a los
los godos al cristianismo
cristianismo (en su ver
sión de herejía arriana, iniciada por el obispo Arriano de
Alejandría en los años 280-336). Este alfabeto parte de las letras
del alfabeto griego en lo que
q ue se rrefier
efieree a los sonido
son idoss existentes en
la lengua goda y en griego, acompañadas por cierto número de
adaptaciones:
— se sirve
sir ve d e ^ p a ra tr traa n s c r ib ir / h w / ;
— la le
letr
traa e ta (H ) tr traa n s c ri
ribb e la / h / , lo q u e p r u e b a q u e W u lf
lfii -
la, en caso de que fuera el verdadero autor de este alfabeto, co
nocía el latín;
— a ñ a d e o c h o le
letr
traa s p a r a llos
os s o n ido
id o s h , t h , j, u , r, s, f y o, q u e
no se sabe
sabe si provienen
provien en del latín o quizá de la escritura escritura rrúnica.
única. En
152
^ L L P J l^
l^ R M T C O P M T B B <P
< P IIP
P TJ
T J E jS
jS r 1
H w H- t s . JT/Ííír I
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A rt cl )íCíí ALihet A a
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X'i Cl £0 Cipiy?. Ún^x O 5 '
— ------------------------
----------------------- —
Fuente: Encic
E nciclope dia de Dide
lopedia D iderot
rot y d’
d ’Alembert.
153
153
p
paa r ti
ticc u la r las letra
le trass go
goda
dass c o rr
rree s p o n d ie n te s a F, U y O p o d rí
ríaa n
p
pro
ro v e n ir de
dell al
alfa
fabe
beto
to rú n ic o lla
ll a m a d o «fu
«futh
thar
ark»
k»;;
f\ n u
0
LL
A a 1,1 i K ^
K b K k S s
S s
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a. d M m 0 w
6 ® N n ^ f
a q Q yu X =b
Q h w
n
h h n p R °
M t
Février, H
His
isto
toir
iree de Vécriture, pág.. 422.
pág
Las run
runas
as
Este sistema
sistema de escritura germ ánico aparecería hacia el sigl
siglo
oi
o I I , encontrándose rastros hasta la Edad Media.^ En islandés
2. Acerc
Acercaa del alfabeto rún
rúnico
ico,, véase
véase Fran^oís-Xavier Dí
Díll
llmann
mann,, L
Lees Ruñes,
tesis,, Ruán,
tesis Ruán, 1976; Sven Jansso
Jansson,
n, Ru
Ruñe
ñess in Sw
Swed en,, Várnamo, 1987; Regís Bo-
eden
154
154
yer, Le
Les V
Vik
ikings, Pión, 1992, y Runste
ing Runstenari
nari Sod
Soder
erm
man
anla nd,, Sbdermanland Mu-
land
seum, Nykbping,
Nykbp ing, 1984, as
asíí como, en otr
otroo registro, L
L.. Musser, In
Intro
trodu
ductio
ction
n a la
la
nmologie, París, Aubier, 1965.
3. Citado po
porr James Fév
Février,
rier, op. cit,, pág. 511.
4. Boyer, op. cit, pág. 59.
155
155
U no de llos
os principales problemas
problem as pplanteado
lanteado s po r llaas runas eess
que, dentro de las diferentes formas adoptadas por estos alfabe-
tos y a través de más de diez siglos, el orden de las letras, siempre
inmutable, no tiene nada en común con el de ios alfabetos, he-
rencia de un antecesor semítico común (a, b, c...). Este orden se
ppuu e d e ra
rass tre
tr e a r e n g ra n n ú m e r o d e p ied
ie d ras,
ra s, c o m o p o r e je
jemm p lo k
pie
p ie d ra fu n e r a r ia de Kyl verr ((G
K ylve G otland ), que se rrem em on ta al sigl
sigloo v y
que muestra en una serie ordenada las veinticuatro runas: la úl-
tima I , y, arri arriba,
ba, sueus.
Se puede vver
er en | un a t , ( t ) con do
doss series de seis ra
ramas
mas
como invocación al dios Tyr (nombre de la runa). En cuanto a
sueus no se conoce su sent
sentido,
ido, pero, como a m en ud o sucede
sucede con
las palabras «mágicas», quizá se trata de un palíndromo, lo que
quiere decir que se puede leer en ambos sentidos. Más adelante
veremos que las runas eran utilizadas para componer mensajes
secretos.
En cuanto a los nombres de las diferentes letras su origen es
acrofónico.
recuerda qu eElest campo
estamos
amos an semántico de estosde
te u na sociedad nombres de letras
ganaderos y agri nos
agricul-
cul-
tores (ganado, pastoreo, caballo, semental, propiedad), preocu-
ppaa d a p o r las c o n d icio
ic io n e s m e te
teoo ro
roló
lógg ica
ic a s (ll
(lluv
uvia
ia,, gr
gran
aniz
izoo , hi
hiel
elo
o,
áño), lo que en gran m edida conc uerd a con la idea de un origen
mágico: por medio de consultas adivinatorias los antiguos ger-
m ano
anoss qu
querían
erían saber si ssus us ca
cabe
bezas
zas de ganado iban a prosperar, si
las condiciones climáticas serían propicias, etc. Por lo tanto,
156
cabe preguntarse
lación si la forma
con este campo de las
semántico letras
y si tieneno(como
guardaentambién
el caso re
de
la A, que proviene de una cabeza de buey) un origen pictográfi
co anterior
anter ior a su origen acrofónico. E stos alfabe
alfabetos
tos (de veinticu a
tro o de dieciséis letras) disponen de cierta característica común;
una línea vertical de la cual nacen otras oblicuas. La ausencia de
líneas paralelas al sentido de la escritura ha sido explicada de di
versas formas. Según James Février «resulta más sencillo realizar
incisiones en la madera con trazos perpendiculares u oblicuos
que con trazos paralelos al sentido de la fibra de la madera; estos
últimos tienen el riesgo de resquebrajar su superficie»,^ Por su
p
paa rte
rt e , A n d ré M a r t in e t ex
expl
plic
icaa q u e «las
«las inci
in cisi
sion
ones
es ve
vertic
rticale
ales,
s, q u e
atravesaban las fibras, a pesar de ser muy visibles, se podían con
atravesaban las fibras, a pesar de ser muy visibles, se podían con
fundir con las horizontales».*^ He aquí los distintos alfabetos rú
nicos de los cuales tenemos noticia, presentados en orden cro
nológico:
rMrk<xr
k<xrHHtU’ aTt nnnr ”M^
f u t h a r k g w h n i j p é z s t b e m l n g d o
rM>Hr ’ t /h
£ u t h o r k h n i a s t b m l R
157
vdlor. f
N o m b r e ^oá.ofaihUi «ganado», anglofrisónj^o/?, norue
go fé , protogermánico ehu, con el mismo sentido. De
hecho, el término significa a la vez «ganado» y «rique
za», al igual que en numerosas otras lenguas (en inglés
fe e, del s ^ ó n feoh^ «ganado», y en castellano pe
fee, pecu
cuni
niar
ario
io,,
del \2x1 npecus, «ganado», etc.).
Por lo que se refiere a la forma de la letra, partiendo del
pri
p rin
n c ip io de q u e las línea
lín eass o b li
licu
cuas
as re s u lt
ltaa n pref
pr efer
erib
ible
less
siem pre a las líneas
líneas horizontales,
horizontales , su orige n latino (F)
(F) re
sulta evidente.
valor. u
En cuanto al nombre de la letra, las cosas no están aquí
tan claras: godo uris, «lluvia», noruego ur, «escoria», an-
glofrisón ur, «uro», protogermánico "uruz, «uro».
Por su forma, ta
tall vez
vez se advierta
advierta en esta runa un a U in
vertida.
valoi' t h
N o m b re s : g od o theith, «rosado», noruego thurs, «gigan
1> te», anglofrisón thorn, «espina», protogermánico "thuri-
saz, «gi
«gigante
gante».
». P or su form a, se pue de ver en esta ru n a la
ph
p h i griega.
grie ga.
valor, a /o
N o m b re s : go d o ahsa, «eje», anglofrisón os, «dios», no
ruego A se (un dios), protogermánico '''ansuz, el dios
Ase
Ase. jDe origen más que oscuro!
158
158
valor
N o m b re s : g o d o raída, «carro», anglofrisón rad, «cabal-
No
gada», noruego reíd, «viaje», protogermánico raído,
«cab
«cabal
alga
gadada».». Su fo rm a delata u n eviden te origen latino.
valoj'
N o m b r e s : g o d o kusma, «tumor», noruego kaun, «abce-
No
) so», protogermánico '"'"kaunan, «furúnculo».
Por la forma, recuerda a una K latina de la cual se hu-
bie
b iera
ra s u p ri
rimm id o la lí
línn e a vert
ve rtic
ical
al..
valor
(Esta runa no existe en el alfabeto de dieciséis letras.)
N o m b r e s : g o d o giba, «don», anglofrisón geoju, «don»,
pr
p r o to g e r m á n ic o "gebo, «don».
Por la forma, recuerda a la C griega, sin que esta hipó-
tesi
tesiss se
se haya imp ues to del todo .
W
valor
(Esta runa no existe en el alfabeto de dieciséis letras.)
D N o m b r e s : g o d o winja, «pastos», anglofrisón wynn,
«bienestar», protogermánico '^'wunjo, «alegría».
N o se pe
p e rc ibe
ib e n i n g ú n o ri
rigg e n clar
cl aro
o c o n re lac
la c ió
iónn a su
s u fo r-
m a.
valor h
N o m b r e s : g o d o hagl, «granizo», anglofrisón haegl, «gra-
nizo», noruego hagall, «granizo».
Su forma cambia en el alfabeto de dieciséis letras. Se
pu
p u e d e v er e n la p r im e r a v a r ia n te u n a d e f o rm a c ió n d e la
H.
159
valor, n
I N o m b r e s : g o d o nauth, «necesidad»> anglofrisón niedi
«necesi
«nec esidad»,
dad», norue
no rue go naudh, «servi
«servidumbre»
dumbre».. O rige n os-
%
curo. ¿Se trata quizá de una simplificación de la N?
valor, i
N o m b r e s : g o d o eis, «hielo», an
a n g lofr
lo fris
isóó n zV, «hielo», n o -
ruego iss, «hielo».
Su origen formal se
se encu
encuentra
entra evidenteme
evid entemente
nte en la I roma
romana.
na.
valor j / a
N o m b r e s : y^r,
y^r, a n g lofr
lo fris
isóón n o ru e g o ar, Suorigen no
es evidente, su forma es distinta en los tres alfabetos.
valor, p
\/ Nom bres: godo pa p a irth ra,, anglofrisón p e o r t h «caballo».
ir thra
Desaparece en el alfabeto de dieciséis runas.
^ ¡ Or
Orii gen
gen o scu ro !
valor
N o m b r e s : eoth^ «tejo».
Desaparece en el alfabeto de dieciséis runas.
I ¡Origen oscuro!
valor
N o m b r e s : g o d o aizik, ¿«moneda»?
Desaparece en el alfabeto de dieciséis runas.
¡Origen oscuro!
valor
N o m b r e s : g o d o sauil^ anglofrisón sigel, noruego sol^
«sol».
Se percibe en las primeras formas de la Z griega, ense-
guida transformada en .
160
T erc er grupo:
grup o: t b ((ee) m 1 (ng d o)
o) r
valor, t
/K Nom bres: godo ty r «dios», anglofrisón tir, «honor»,
noruego tyr, «dios».
Su origen formal est
estáá en la T latina.
latina.
valor, b
N o m b re s : g o d o bairkna anglofrisón beorc «abedul»,
noruego biarkan, «rama de abedul».
Esta runa proviene evidentemente de la B latina.
valor.
N o m b re s : g o d o aiweis^ «semental», anglofrisón eiojh,
M
«caballo».
Desaparece en el alfabeto de dieciséis runas.
Q uizá su o rigen est estáá en u na E inver
inverti
tida.
da.
valor.m
N o m b r e s : g o d o marina^ anglofrisón man^ noruego
SXl
mat hr «hombre».
La forma cambia en los tres alfabetos. Se intentaba sin
du da diferenci
diferenciar ar est
estaa run a de la precedente.
precedente.
valor. 1
N o m b r e s : g o d o lagusy anglofrisón lagu, noruego logn
«agua». Origen: ¿una L invertida?
valor, n g
N o m b r e s : g o d o iggtvs, anglofrisón ingy nombre de un
□ t /
neroe.
Desaparece en el alfabeto de dieciséis runas.
Origen oscuro.
161
valor, d
N o m b re
No ress : g odo
od o dags^ anglofrisón daeg^ «día».
Desaparece en el alfabeto de dieciséis runas.
Origen oscuro.
valor, o
N o m b re
No res:
s: g o d o othal, «propiedad», anglofrisón othek
«patrimonio».
Desaparece en el alfabeto de dieciséis runas.
Por su forma,
form a, se trata sin duda
du da de llaa O lat
latina.
ina.
valor.
N o m b r e : n o rue
ru e g o yr
yr,, «tejo, arco».
Aparece en el alfabeto de dieciséis runas.
A\ Su origen es quizá pictográfico: un arco y una flecha.
A D C D E F G H I K L M N O P R S TTHU.VYÁÓ
162
V /I
\J
B ^ 1
o ^ 6 jí 1
— e n u n a p ie d r a d el siglo
sig lo x i e n c o n t r a d a en S ig tu n a se p u e d e
leer:
Los miembros
Los miemb ros de la
la guilda frísona han erigido
erigido esta pie
piedra
dra en
memoria de Torkel, miembro de nuestra guilda. Que Dios aco-
ja su alma. Estas runas
runa s fueron
fuero n grabadas po
porr T
Tor
orbj
bjór
órn.
n.
— en V á s te rg o tla
tl a n d , so b re u n a p ie d r a d el sigl
si glo
o x i, se lee:
«Gisle levantó este monumento en memoria de su hermano
Gunnar»;
— p e ro la m ás in te r e s a n te d e tod
to d a s ellas es sin
si n d u d a la p ie d ra
de Rok, en Ostergotland, datada hacia el año 800 (véase la figu-
ra 5).
5). La totalidad del texto
texto no ha pod ido se
serr ttradu
radu cido tod
todaví
avía.
a.
H e aqu í lo
lo que hasta el
el m om ento se comprende:
163
163
a f t u a m u th s t o n t a r u ñ a r
aftt
af Voemo ^ s tanda tunar
pa
p a ra Vaemod son erigidas runas
th a r i n v a r i n ja th if at h ir a f t
ar p En Varin ffa
a fa a ft
éstas y Varin (l
(las
as)) grab
graba,
a, (su)p adr
adree po
por
f a i k i o n s u n u
faig
fa igia
iann sunu
muerte hijo
airfhfrbnhnfinbantfanhnu
sakumukminivaimsiburini
es decir:
sagu
sa gum
m mo gm inni hva im se
se burinn ni,
ni,
«Yo recit
recito
o u n a an tigua leyenda en la cual nace un jov en gue
rrero».
164
Figura 5- La piedra
pie dra de Ro
Rokk
Fuente: foto een
n Jansson, pág. 33.
165
165
1. tbmir
2. hnias
3. fthark
— ar
arrib
riba:
a: s e g u n d a fam
fa m ili
ilia,
a, q u i n t a ru n a , es d ecir
ec ir,, S,
— ab
abaj
ajo:
o: se g u n d a fam
fa m ilia,
ili a, te
terc
rcer
eraa ru n a , es deci
de cir,
r, I.
sibi
sibi uiaua ri u i niru r
lo que significa:
166
166
IItllli I fm ||iim
||iim ||iM ||¡m
||¡mmm | | | iim
iim
2,
2,4
4 2,3 3,
3,55 2.3 3.6 3,
3,55
a i r i k r
nes
tándosefechadas incluso
en tales en épocas
ocasiones de una tan mezcla
tardías de
como runasel siglo xix, tra
y de caracte
res latinos. Paralelamente, en Irlanda y País de Gales aparecería
hacia el sig siglo
lo v la llam
llamadaada escrit
escrituraura ogám ica, ba stante similar en
pprr in c ip io a la e s c ri
ritu
tura
ra rú
rúnn ica
ic a . E s tá c o m p u e s ta p o r v e in
inti
ticc in
incc o
signos repartidos en cinco grupos (aunque el quinto sería añadi
do en época posterior).
Se trata de sser
erieiess de líneas trazada
trazadass a izqu
izquierda
ierda o dere
derecha
cha con
relación
relaci ón a un a línea saliesaliente,
nte, o a cabal
caballolo de elella
la,, ho rízon talm en en--
167
L
Los
os alfa
al fabe
beto
toss a r m e n io y ge
geor
orgia
giano
no
Los alfabetos armenio y georgiano datan aproximadamente
de la misma época (siglo v d.C.) y, si bien ambas lenguas no es^
tán emparentadas entre sí (el armenio constituye una rama par
ticular de la familia indoeu rope a y el
el georgiano
georgiano pertenece
p ertenece al grupo
euskaro-caucásico), sus sistemas fonológicos poseen caracteres
comunes que han permitido la configuración de dos alfabetos
ba
b a sta
st a n tes
te s sem
se m ej
ejan
ante
tes.
s.
El alfabeto arm enio (véa (véase
se la figura
figura 6) parece el más a ntigu o.
Según la tradición fue creado por san Mesropo (muerto en el
año 441). James Février indica que «el alfabeto armenio, por su
misma precisión, da la impresión de haberse visto conformado
de repente, al menos men os en lo que q ue se refier
refieree a su organización,
organización, y no de
serr fruto de u n largo
se largo proceso de evolu evolucición»
ón».^ .^ C on todo , ya fuera
creado por san Mesropo o no, ¿de dónde puede provenir este
alfabeto?
alfabet o? H ay quienes
q uienes creen
cre en que está inspirado
inspirad o en el el iranio (el al al
fabeto pahlevi, escritura de los partos, derivado del arameo); y
otros, en el griego. En realidad, en el pahlevi se transcriben las
consonantes, mientras que el alfabeto armenio transcribe las vo
cales, cosa que apoyaría la tesis griega. Pero aunque, tal como se
pie
p ie n s a g e n e r a lm e n te
te,, las t r e i n t a y seis letr
le tras
as p ro p ia s del
de l alfa
al fabb eto
et o
arme nio provienen del g gri
rieg
egoo (treinta y un a consonantes y cinc cinco o
vocales), la relación entre ambas lenguas no resulta tan estrecha
en lo formal como en lo estructural.
En lo referente a la forma de las letras, J. Février les atribuye
in flu
fl u en c ias
ia s del
de l griego:
grie go: trestre s le
letr
tras
as (la y, IL , la q>, tb y la %) lo
que no sería en principio mucha. Pero es necesario diferenciar
entre el significante (la forma material de las letras) y la estruc
tura. Tal vez ciertas formas hayan sido tomadas en préstamo del
pa
p a h lev
le v i, o b i e n inv
in v e n ta
tadd a s, p e r o es in
i n d u d a b l e q u e t o d a la e str
st r u c
tura del alfabeto está inspirada en el griego. En apoyo de esta te
sis, cabe invocar la fu funn ció n original del al abeto, como en otros
alffabeto,
8 . íbid., pág. 42
4288.
168
F i ^ r a 6. Alfabetos armenios
Fuente: E
En
nci
cicl
clo
opedia
edia de Diderot y d’Alemberc.
169
Figura 6. ( Continuación)
Cu rsiv c ,? - W o t i ií . __
__
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P im U ^ J b a p ü ia tr e f . R tf n d a f .M ^ ’u ^ r o ..aa fü
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170
170
caso
casoss creado tam
ta m bié n con
c on el fin d e trad uc ir las
las escrit
escrituras
uras bíblicas
bíblicas..
N o o b s tan
ta n t e , el p ahle
ah levi
vi e ra la e scri
sc ritu
tu r a d e los
lo s tex
te x tos
to s avés
av ésti
tico
coss d e
la religión
religión zoroástr
zoroástrica,
ica, tran sfor m ad ora de la an tigu a religiónreligión ira
nia, y por esta razón es poco probable que la escritura de una
religión se utilizara para los textos sagrados de otra, que era su
rival.
El alfabeto georgia
georgiano no (véas
(véasee la
la figura
figur a 7)7) o anban^ por el el nom
bre
b re de las die
d iezz p ri
rimm era
er a s le
letr
tras
as,, ex
exist
istee b ajo
aj o dos
do s form
fo rm as b a s ta n te d i
ferentes: el khutsuri (alfabeto eclesiástico o «sagrado», en la ac
tualidad empleado únicamente para los textos religiosos) y el
mkhedruli (que aparece bajo la columna «georgiana» de la figura
7). ¿Será griego su origen? ¿Quizás iranio? ¿O sencillamente ar
menio? Ta m bié n en este este cas
caso,
o, la
la concepció n general del alfabeto alfabeto
pare
pa rece
ce h a b e r si
sido
do to m a d a e n p r é s ta
tamm o del
de l grie
gr iego
go,, d e r iv a n d o tal
ta l
vez la forma de las letras del armenio.
E l glagoUt
Utic
ico
o y el cirílico
pr
p r e n d e c u a r e n ta cara
ca ract
cter
eres
es.. A p esar
es ar de la t r a d i c ió n (y de la e titi
mología) que hace de Cirilo el inventor de la escritura cirílica, en
la actualidad sabemos que este monje fue en realidad el creador
de esa
esa escritu ra glagolídca que qu e más tarde tar de serviría
serviría de m ode lo al ci ci
rílico. Cirilo y Metodio harían traducir al eslavo los Evangelios
po
p o r m e d io de la e s c ri ritu
tu r a g la
lagg o lí
lídd c a, así el cirí
ci ríli
lico
co sería
ser ía o b r a de
san Clemente. Inicialmente se componía de cuarenta y tres ca
racteres, de los cuales más de la mitad son de evidente origen
griego, aunque en época de Pedro el Grande se verían reducidos
a treinta y cuatro.
171
Figura 7. El alfabeto georgiano
A l PHABET G¿0KG]E3S1.
Ntituti. Uomí,
CMy XtTtT/ Xrirtí
rirtíii >)w. ^»tw //ii*TVn'SffM
AT Zn««. /Mw. |Wmi-
t. K tí 6 6& 1, T» 6 ktfi Jm. 4.
% H .At*. C í* tí Tar. r.
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s n V 3 J&l* M. *4- + 4 3 ^ 66 Km, JC.
s. Ti •.). 3 3«í5 Aíí. r. »jf. n »fí <s *1356 ttMAm
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m. Cf. Sor.
s. $ $ i /* . j 7. z V- y Sí 3 Añ. A. jrw-
tf. a m <D 0)66 iJSiw. 7%. tf. h (, 606 dk* C. irro^
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2%, T) ir?< ??> <a>61> Jm . z . A. Xi. P* p p** f,tá. z*. 4ott‘
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>4 B R R 66rf> jjW
Wjj- .V. ,4&. >i. V: P h b66 CAhxm, CM. Srrr>
fS S O 06 A. /. V 9
Fuente: E
En
nci
cicl
clopedia de Did
oped Diderot
erot y d
d’’Alem
Alembert.
bert.
172
E ntre es
esos
os dos m om ento s, en el período que vvaa d
del
el Concilio
de Constantinopla (867) a la excomunión del patriarca Miguel
Cerulario (1054), se consumó el Cisma de Oriente. La Iglesia
cristiana se dividió entonces en católicos romanos y ortodoxos.
Los eslavos ortodoxos abandonaron el glagolítico en beneficio
del cirílico en el siglo xiii, mientras que los católicos lo conser
var on. Y en la ex Yugoslavi
varon. Yugoslavia,
a, los croatas (cat
(católi
ólicos)
cos) utiliza
utilizann el al
fabeto latino, mientras que los serbios (ortodoxos) se sirven del
cirílico después de efectuar la modificación de algunas letras.
La l í n e a i n d i a
173
173
Figura 8. Los alfabetos
alfa betos eeslav
slavos
os actuales
A a a T T t Búlgaro
6 b y y you
B B V f
r r g X X kh Se r b io
A A d n U ts ly (i palatalízada)
K i UI m ch Ti Ti tc
tch
h
3 3 2 m m chtch í) dy (d palatalizada)
H H i % L e muda u y dj, dch
I i í H H y (idur)
K Ix k L í) signo de palatalización
de consonante
A Á i
A M m •B ié, é
H H n 0 0 é
0 0 0 K) k) iou
iou
n n P H ñ ia
p p r 0 0 £
c c s Y V i
174
Los prim
pr imer
eros
os silabarios
silaba rios hin
h ind
d ú es
Sería hacia el
Sería el sig
sigllo iii a .C., o sea
sea mu ch o tiem po después de la
la
desaparición de las primeras escrituras del valle del Indo, pero
también del paso de Alejandro por el mismo lugar (siglo iv
a.C.), y sobre todo tras su conquista por el persa Darío I (522-
486), cuando iban a aparecer dos escrituras: la escritura brahmí
Y la escritura kharosthi
La escritura
escritura kharos thi
V ^
Tí ka Y ja ? na h pa
pa "7 ra
^ kha 4 ña ta ph
pha ij la
f ga 1- ta ^ th a ba
ba *7
i? ghaa
gh tha
tha 7 da Ti bh
bha H sa
^ £a V da dha O ma T
^ th a 7" í^a ^ na A sa
ya P
1 ha
— la n o ta c i ó n de las voca
vo cale
less aislad
ais ladas
as (o iniciale
inic iales);
s);
a i u e o am
T T o 1 V I
175
175
— la m o d if
ific
icaa c ión
ió n del
de l graf
gr afis
ismm o / C + a / p a r a tr
traa n sc
scri
rib
b ir la c o n -
sona
so nante
nte segu
s eguida
ida de otra ot ra vocal.
vocal. Así
Así po r ejemplo,
ejem plo, en el caso caso de la K:
ka ki ku ke ko kam
ba
ba
da
A
ya A
ra i
Estas similitudes
Estas similitudes se vieron sin du da atemperadas p or el hecho
de que era imposible contentarse c on u n a escrituraescritura consonántica,
po
p o r lo q u e fue
fu e prec
pr ecis
isoo realiz
rea lizar
ar dive
di versa
rsass m od
odifific
icac
acio
ion
n es gráf
gráficas
icas
con tal de hacer la transc ripció n de las las vocal
vocales
es,, Pero sobre to todo
do la
historia es la que habla en defensa del origen semítico de este al-
fabeto, al igual qu e el de sus sucesores:
sucesores: non o deja de resultar signifi-
cativo que los primeros alfabetos hindúes surgieran tras la con-
quista por parte de Darío del valle del Indo. En efecto, el arameo
era po r en tonces la lengua
lengua vehicular
vehicular tan to de per persasass como de grie-
grie-
gos, la leng ua de
gos, d e la adm inistrac ión, y la escritura aramea se se utili-
zaba tanto para lo rrelelati
ativo
vo a do cum ento s comerc
comerciaiale
less y diplo m á-
ticos como a las inscripciones que acompañaban las monedas,
ticos como a las inscripciones que acompañaban las monedas,
176
176
La escritura brahmí
vocales iniciales a u e
consonantes
(treinta
(tr einta y una “k n A üj c d ct>cc V
consonantes) ra kha
kh a ga gha ña óa óha ja
HTi c o H ¿ I A
Jha ña ta th a da dha na ta
D -L b In I h h b m rrl o O
JL h 1 -ó
ma ya ra la va
(L Lr
sa ha
177
A G A G
D D yr
" D
0 T o yo THyTK
K
K +
7 L L
L P ü P
1788
17
— las escr
es critu
itura
rass s e p ten
te n tr
trio
io n a les
le s ,
— las escr
es critu
itura
rass del
de l A sia
si a c en tral
tr al,,
— las e scri
sc ritu
tura
rass m e rid
ri d io
ion n a les,
le s,
— las escr
es critu
itura
rass o rie
ri e n tale
ta less (o pa
palí)
lí)..
Las
L as escrituras sep
septentr
tentrion
ionales
ales
179
N o n o s o c u p a re m o s a q u í m á s q u e d e las p ri
rinn c ip
ipaa le
less e sc ri
ritu
tu
brahmí
siglo IV
siglo VI s id
id d h a m a t r k a
s i g l o V IIH
H nagari
siglo IX
s i g l o XI nepalí
, de van agarí
180
Figura 9, La escritura
escrit ura devanagarí
ka ña #~j na
a
kha ^ sa
7 7 TJ pa
“ 3T ga ¿ th a "Cfl pha 3 q
ghaa
gh ^ 4a ba sa
na *3-^ bha sa
T T u 7T
£a ^ na ma ha
ü 'W
ja ■ q" tth
ha q ; ra h
vxi O
(sisarga)
■ q la
1% /r ‘jha
dha
■?r - ■ q va
/í
n ^
181
181
bir
b ir el ssán
án sc
scri
rito
to,, la le n g u a sa
sagr
grad
ada,
a, y el h in d i. Es fá
fácc ilm
il m e n te re
reco
co
nocible gracias a ese trazo horizontal que aparece encima de las
letras (la matra), pudiéndose hacer la notación de las vocales
arriba, abajo, a derecha o a izquierda. Esta escritura se compone
de diez vo voca
cale
les,
s, cuatro dipton gos y tre inta y cu atro consonantes.
Ejem
E jemplo
ploss de
d e notació
no tación
n de vocale
vocaless con el sonido t:
"cf ■cTT“
■ j f t ti
.""f"
Cl tu "cT tu
Dipton
D iptongo
gos:
s:
r\
”cT te
_ _ _
.0 d 1 tau
Lass escrituras
La esc rituras d e l A sia central:
centra l: el tibeta
tib etano
no
182
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iuM-'.7'
7' DEL.4 £,Á^oim vV<,'wr^í
r^í,,v7’£
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kr^ovovrrrt/ ^ Ác. tt *Bte, (adhú*.- d'Mitite-n
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^ mriií. ^ pró &4i HHainc'^
ainc'^íiúc¿ Mtrr fafcwJía : ^ f¡
íiúc¿ Mt f¡__, en:
en: ik
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yAfpü-t// tw a ir ret
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et iit!
centava ^ 'p e n f tvM Í^ á: det aus austttXk pea/rntedUa u tCe»'¡neb
tCe»'¡neb oeíJCits ^tcí/ucrí
^tcí/ucrítei
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re'JCprCnence-Ío,:
JCprCnence-Ío,: aJ iu Jw
d ttn u iti¿‘j-ep
iti¿‘j-ep re/ta iucra rev en t,'\
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oenunoietincnb
n cnb di
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^tCn
Cn--'
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.! JsiatAb- Ur euí U attd c-^ £irwoi¿A
U r Tk ditieiu euí ^fei.Zi.Zai iúSratÁw iA’ aut txwuiuncím ait d'utv enct
ju
ju(B¿ depU uitacc learet d,ane aiít aiíttte;j
tte;jyttekt-.yejpu't!
yttekt-.yejpu't! x e i dtitnectutói
dtitnectutói^e
^e n.d^ XA'jfiMC
XA'jfiMC ^reisseñt.eereta-
(iMer
(iMer U arctpetif dcM erpiar d'enefj
d'enefjtc ef.Cifpeu r ¿c daC /yucr. <w« e\a tt n o tcií r'tnit
tc an- m ef.Cifpeu t nit ^ j| z"?» z•'*^(I.
183
p
puu e s el ti
tibb e ta n o n o tie
ti e n e n a d a e n c o m ú n c o n las len
le n gu as i n d o -
europeas, aproximándose más, en todo caso, ai chino: palabras
monosilábicas, tonos, grupos consonánticos al inicio y al final.
Se observan, por lo tanto, en el alfabeto tibetano (véase la figura
10) algunas innovaciones con relación al alfabeto indio que le
sirvier
sirvieraa de m odelo:
— p a r a tr
traa n s c r ib ir las re
retr
trof
ofle
leja
jas,
s,*
* se u tili
ti lizz a n las d e ntal
nt ales
es i n -
vertidas (ta/ta, na/na);
— p a r a las as
aspi
pira
rada
das,
s, se a ñ ad e u n sign
si gno
o a las n o asaspi
pira
rada
das;
s;
— n o h a y sign
si gnoo ai
aisl
slad
adoo p a ra las voc
v ocale
aless (salvo la a), y si es n
nee -
cesario hacer la notación de otra vocal se pone su/ diacrítico* so-
b
bre
re la a;
— p a ra los g ru p o s c o n so n a n tic
ti c o s se u tili
ti lizz a la lig
li g a d u ra .* Las
letras se superponen entonces en lugar de yuxtaponerse (como
en ae u oe) y son leídas de arriba abajo. Sólo la última conso-
nante, claro está, se asocia a una consonante;
— las síl
sílab
abas
as sim
si m ples
pl es (c
(coo n u n a c o n s o n a n te y u n a v
voc
ocal)
al) se c o -
La
L as e
escritura
scrituras
s m eridion
erid ionale
aless
A com ienzos d e la era cr
cristi
istiana
ana surgieron en el sur de la India
distintas adaptaciones de la escritura brahmí a las lenguas loca-
* Véase el glosario.
184
A l ph a r i í t IXmoul oh Ma l a ba
ba r .
Af' Adk- Aw- A$* h\Xiiít-
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/<í. íEtT ¿ ^ Qf
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2W)£)0
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®£jn-©Sj
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'TrrvT @3vr'r@
3vr'r@rvTrr(3
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Fuente: E
En
nciclo
iclop
pedia de Diderot y d’AIembert.
edia
185
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CE' T, í« *JÍf^
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w- ota' ota >r<t' Ktha.
Fuente: E
En
nci
cicl
clo edia de Diderot y d’Alembert.
opedia
186
La escritura bugis
La lengua
lengua bu
bugis
gis er
eraa hablada eenn u n prim er m om en to en llaas iis-
s-
las Célebes por un pueblo marinero que, poco tiempo después,
iba a dispersarse
dispersarse p or las M olucas, lalass iisl
slas
as de Sond a, B orne
orneo,
o, Su-
matra, etc. Los bugis, a los cuales se conoce como O rang Bugi Bugiss
en malayo o B Bug
ugine se en ingl
inese inglés
és,, se de no m ina n a ssíí mism os Ugi o
Wugij siendo en la actualidad aproximadamente unos tres mi-
llones de individuos. Su escritura se desarrolla sobre el mismo
pr
p r in c ip io e str
st r u c tu ra
rall q u e la b ra h m í: la c o n s o n a n te e stá
st á sie
si e m p re
asociada a una /a/. Por el contrario, no existen signos indepen-
dientes para las vocales, utilizándose cinco diacríticos.^*^
187
// Ka Gá ^ Da QKa
MPí> Ta Da / N Na
^ Ca y Z i Ja Ñaa
Ñ ÑCaa
ÑC Ya
La Wa O Sa Qa O O Ha
La ✓ Ní N Li Lu Le Lo
Fuente: U. Sirk, La La
Langue bugis¡ pág. 32.
ngue
El alfabeto javanés
(Lha
m O O fY i
naO
0 9
ca ra ka
«Había dos mensajeros
que luchaban;
189
189
n j! fU i 0 £^ O A /I (u m
ambos tenían la misma fuerz
fuerza,
a,
(Ef) crn
ma ga
ambos murieron.»
190
Este relato
relato cuen ta con dos interpretacione s tradici
tradicionales.
onales. Se-
gún se dice, el creador de este alfabeto había dejado su kríss cus-
todiado por cierto discípulo, explicándole que no debía entre-
El alfabeto tailandés
Segú n se dice,
Según dice, este alfabeto
alfabeto ha bría sido «inventado» en el año
1283 po r el
el rey
rey Rama K am hén, inspirándose de hecho en la es-
critura jém er que, po r su parte, provenía de u na escri
escritura
tura iindia.
ndia.
Está compu esta por cuare nta y cuatro consonantes.
n titiñ ñu
ñu ^ 9Q
9Q 2'ñajcii Q
D Í W J fll?iaviD l!U lJNfJ
5 1 0
wi*l/njíiTa Ifiiisvn/JQQ
Las vocales y los diptongos, en número de quince, se trans-
criben p o r me dio de signos
signos a los
los que se le
les añade en cim a (ci
(cinco),
nco),
abajo (dos), delante (cinco) o detrás (tres) la consonante. Por
ejemplo:
i
e=l
ay
o Oso
u
191
191
u lU
pu (cangrejo) p i (año) y (ir)
pay
pa
Las tradicionales
Las tradicionales denom inaciones de llas as consonan tes pro vie '
nen de ciertas palabras de esa lengua que comienzan por el soni-
do que ellas transcriben. Así, la primera letra del alfabeto se co-
nocee po r goo gat; «
noc «la
la g de pollo»; la segu nda , p o r kho khai) «l
«laa k h
de huevo», etc., y so n prese
presentad
ntadas
as e n ios m anu ales esc
escola
olares
res de la
siguiente manera:
192
Existen, por otra parte, cuatro signos que indican los tonos y
qu e ssee sitúan encim a de la conson ante, a la derecha
derecha::
I ^ Có
N o h e m o s h a b lad
la d o a q u í m ás q u e d e u n a re d u c id a m u e s t ra de
estas escrituras surgidas a partir de la brahmí. Ahora pasaremos
a la última línea, la correspondiente a las que se desarrollaron a
pa
p a r t i r d el p r i m e r a lfab
lf ab et
etoo sem
se m ític
ít ico
o.
193
L a l ín e a á r a b e
La aparición
aparició n del alfabeto árabe resulta característica
característica de la his-
toria de la escritura. En su origen se encuentra un pueblo de ca-
ravaneros nómadas que se desplazaban de oasis en oasis, de mer-
cado en en mercado,
mercado , y que hablaban
hablaba n una un a lengua que no disponía de de
escritura: no existían, desde luego, condiciones favorecedoras
par
p araa la apar
ap aric
ició
ión
n d e u n a escr
es crit
ituu ra,
ra , q u e su
suele
ele surg
su rgir
ir de form
fo rm a ge-
neral en medios urbanos. Cuando se veían obligados a escribir,
los árabes utilizaban un alfabeto derivado del fenicio, el alfabeto
nabateo, pero transcribiendo la lengua vehicular comercial de la
época, el arameo. Y será este arameo transcrito en alfabeto naba-
teo lo que poco a poco irá arabizándose para dar nacimiento al
actual alfabeto árabe. Se pu ede ed e seguir esta lenta evolución
evolución a par-
tir de algunas inscripciones conservadas. He aquí, por ejemplo,
esta inscripción de Cos (siglo i d.C.), en nabateo, en la cual se
pued
pu edee leer de d er
erec
ech
h a a izqu
iz quier
ierda
da::
W T B N K L M T T R H
Aretas, rey de Nabatea
En el siglo
siglo iv d.C
d .C.. la tran sform
sfo rm ación
aci ón se había
hab ía realiz
realizado
ado ya
ya por
completo: se trata del árabe que se escribe en la actualidad, a pe-
sar de algunas imperfecciones (cierta confusión entre diferentes
signos). Así,
Así, se pued
pu edee leer al
al comienzo
com ienzo de la inscri
inscripción
pción de En
E n Ne^
mñrci (año 328) en árabe:
B R L l a M W R M R B S Y Q L R M S P N Y T , es decir, TY
NF
N F S MR^ LQYS
LQ YS B R ‘M R W M L K X ’RB, «he aqu
a quíí la tum
tu m b a de
Imroulqais, hijo de Amru, rey de los árabes».
194
‘1 > 3 K
L i J J , L
—6 .—o M
>
j cA B
? J j O N
1 1 W
W S
i Q
L> T
195
O ba O ya Cj na C j ' ta tha
bí yi ni O* tí thi
ü
c_
___ J bu yu nu
J ««
tu thu
rojo a la
la conson ante: si este pu n to se encu entra encima es es que es
es
transcripción de la «a», si está debajo de la «i» y al lado de la «u».
Este sistema
sistema evolucio
evo lucionaría
naría poco
po co después;
después; en el
el sig
siglo
lo viii,
vi ii, Al Kiia-
Kiia-
lil ibn Ahm ed al Faradihi
Faradih i lo modificó
m odificó para darle susu actual form
forma:
a:
o ba