Está en la página 1de 2

Lean el fragmento del artículo “El delta en llamas: incendios en las is-

las del bajo Paraná” de Patricia Kandus, Natalia Morandeira y Priscilla


Minotti

El delta en llamas: incendios en las islas del bajo Paraná

Focos de calor (potenciales incendios) detectados en 2020 en el Delta


del Paraná. La animación muestra los focos acumulados entre el 1
de mayo y el 17 de junio del 2020 en el Delta del Paraná. Los focos
detectados entre enero y abril se muestran en un tono más claro. (...)
El Delta del Paraná ocupa unos 19300 kilómetros cuadrados, cerca
de los principales centros urbanos de la Argentina. Hoy, desde esas
islas se levantan columnas de humo que llegan a Rosario, San Nicolás
o San Pedro, y la alarma crece. (...) La quema de pastizales es una
práctica de manejo que ocurre en el Delta del Paraná, aunque no es
abiertamente reconocida. Las islas poseen una enorme variedad de
humedales donde se han citado más de 700 especies de plantas vas-
culares y una diversidad de fauna litoraleña que usa estos ambientes
como hábitat (...). Este tipo de quemas no solo afectan negativamente
a la biodiversidad sino que también atentan contra la variedad de usos
y modos de vida isleños, ya que la ganadería no es la única actividad
que se realiza en las islas. Las quemas impactan directamente sobre
la pesca y la apicultura al destruir hábitat de peces y la flora apícola.
Las actividades turísticas y deportivas también son perjudicadas, al
degradar la calidad del aire y de los paisajes isleños.

(...) Para comprender lo que ocurrió en la región del Delta en las úl-
timas dos décadas debemos levantar la mirada y observar el con-
texto. Los altos rendimientos alcanzados en la producción de granos
en el mundo han llevado a una expansión significativa de la frontera
agrícola, con el reemplazo de áreas tradicionalmente ganaderas por
cultivos. El modelo agrotecnológico imperante desde mediados de los

- 101 -
años 90 (siembra directa, soja transgénica y glifosato) ha dado pie a
una agricultura industrial que, si bien rinde año a año enormes vo-
lúmenes exportables (commodities), genera también un conjunto de
externalidades costosas para la estabilidad de las ecorregiones afec-
tadas, que deterioran la salud y calidad de vida de las sociedades que
las habitan. Una de las consecuencias de este modelo es el desplaza-
miento de una fracción considerable de la actividad ganadera hacia
sitios considerados “marginales”. La productividad natural de los hu-
medales, sumada a la ocurrencia de considerables períodos de aguas
bajas durante la década del 2000, condujo a que en el Delta del Paraná
se pasara de un sistema de ganadería extensiva estacional a uno de
tipo intensivo y permanente. A su vez, se renovó el interés de algunos
oportunistas por hacer agricultura, inducida por los elevados precios
internacionales y rendimientos de las nuevas variedades de soja. (...)
El sobrepastoreo y el pisoteo por sobrecarga ganadera, la limpieza de
los campos mediante el fuego, rolo o agentes químicos, así como la
construcción de terraplenes o diques para evitar el ingreso de aguas
de las crecientes, son presiones sobre el sistema producto de un mo-
delo que no solo atenta contra la salud pública y la calidad de vida
de argentinos y argentinas, sino que también avasalla el patrimonio
natural y cultural de vastas zonas litoraleñas. Los impactos son acu-
mulativos y en algunos casos pueden ser irreversibles.

Patricia Kandus, Natalia Morandeira y Priscilla Minotti, publicado


en Noticias UNSAM el 13 de agosto de 2020.

- 102 -

También podría gustarte