Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
GT20
GT20
› Resumen
› Introducción
El campo
1 Ley Nacional N° 26.068, artículo N° 4 inciso C. Ley de la Provincia de Buenos Aires N° 13.298, reglamentació n del artículo N° 21.
2 Me refiero a las denominadas “leyes de protecció n integral de derechos de niñ os, niñ as y adolescentes”: Ley 26.068 y Ley 13.298.
3El término educadoras refiere a la caracterizació n de las trabajadoras del hogar convivencial (empleadas municipales) como personas que educan a las y los
4Medida de protecció n excepcional de derechos, que tiene como objeto brindar al niñ o, niñ a o adolescente un á mbito alternativo al grupo de convivencia
cuando en éste se encuentren amenazados o vulnerados sus derechos, hasta tanto se evalú e la implementació n de otras medidas tendientes a preservarlos o restituirlos”
5 Al respecto el autor sostiene: “Los derechos trascienden así, el espectro específico de la normatividad -convenciones, leyes, políticas-, para convertirse en un
poderoso lenguaje moral (Lugones, 2012; Schuch, 2009; Vianna, 2002) creador de efectos de sentido, con consecuencias materiales, que inciden no solo en reformas
legislativas y reconfiguraciones de competencias institucionales, sino también en las actuaciones estatales de intervenció n cotidiana sobre niñ os y niñ as.
6 El término nativo trabajo es empleado por los actores del campo para referir específicamente a las prá cticas de intervenció n que realizan sobre las familias
implicadas en las problemá ticas que tramitan. Se trata de actuaciones organizadas en torno a la especificidad de la problemá tica abordada, tendientes a revertirla.
7 Las y los operadores de Servicio Local refieren con esta acepció n a la continuidad en el tiempo del trabajo sobre las familias. Seguir un caso implica continuar
evaluando y guiando los comportamientos y conductas de una familia aunque se considere que los “derechos vulnerados” han sido restituidos.
8 Las y los operadores de Servicio Local denominan casos a los conflictos por “vulneració n de derechos” que tramitan allí. É stos son nombrados, por lo general,
reuniones con agentes estatales corresponsables en el tratamiento de las conflictividades
(principalmente de instituciones educativas, de salud y de seguridad). Es así que este
campo institucional encargado de proteger los derechos de NNyA debe operar en
permanente intercambio entre instituciones y agentes, dirimiendo y disputando
valoraciones y sentidos en torno a las situaciones abordadas y a sus formas de tratamiento.
En este sentido es muy ilustrativa la menció n que una de las técnicas de Servicio Local
realiza de los diversos puntos de vista con relació n a las situaciones “problemá ticas”
abordadas, entre Servicio Local, como organismo “materializador” del enfoque de derechos
y otras instituciones corresponsables:
“Somos muy criticados nosotros, el hospital nos critica porque no entienden cómo este
chico todavía está con los padres, imaginate que ellos ven a los chicos como llegan allá y no pueden
entender como nosotros los volvemos a llevar con esa familia. No entienden el trabajo que tenemos
que hacer. Nos critican porque los chicos vuelven con los padres. Es que se apela al trabajo con la
familia (…) Todo el mundo cuestiona nuestro trabajo. La típica es “el servicio no hace nada” porque
ven que los chicos siguen con sus familias”. Y también pasa al revés, se espantan cuando ven que
tomamos una medida de abrigo (…) Cuesta ponerse de acuerdo con las instituciones, por eso
hacemos tantas reuniones. Nos cuesta ponernos de acuerdo en que, por ejemplo, el espacio
terapéutico considera que ya están las condiciones dadas para que el chico vuelva con su familia y
nosotros consideramos que no”. (Operadora de Servicio Local, Abril 2018)
Esta alusió n a la “crítica al Servicio” como una carga con la cual deben lidiar las y los
técnicos en su cotidianeidad con las demá s instituciones con las cuales articulan, es
recurrente en los diá logos que mantuve durante mi trabajo de campo en el Servicio Local.
Allí, quienes administran los casos, saben que los modos de tratamiento desplegados,
muchas veces, implican valores regidos por el enfoque de derechos, no compatibles con los
esquemas de significació n a partir de los cuales agentes de otras instituciones valoran los
mismos casos. Estos modos de tratamiento implican valores asociados a la negociación, el
acuerdo y la elaboración consensuada de estrategias (Barna, Op. Cit.). Se trata de
interacciones entre agentes y destinatarios construidas a partir de lo que el autor citado
postula como “la ló gica implícita de la interacció n entre administradores y administrados
bajo el enfoque de derechos, a partir de las nociones de consenso y compromiso, esto es, el
consenso operando como un imperativo moral para los agentes estatales y el compromiso
representando el contra-don o la retribució n moral esperada –y exigida - a los niñ os y sus
familias”. (pp.145). De esta manera, ponderando el ideario del enfoque de derechos,
quienes administran las situaciones asociadas a niñ os y niñ as “con derechos vulnerados”,
buscará n, sobre todo, priorizar un abordaje “armonioso” de las mismas enfrentá ndose a
mediante el apellido del niñ o, niñ a o adolescente implicado: “el caso García”; “el caso Benitez”. El tratamiento brindado a cada caso es registrado por escrito y archivado en
legajos.
realidades que muchas veces tensionan estas prá cticas. Por otro lado, estos mismos valores
son los que se pretende ponderar a la hora de articular el abordaje con las instituciones
interpeladas por la corresponsabilidad. Es así que la interinstitucionalidad se construuye
en este campo mediada por acuerdos, negociaciones y demandas de compromiso.
Desde otro lugar, las “críticas” al Servicio Local constituyen, para quienes desarrollan su
labor en este organismo, una variable a partir de la cual se diseñ a y regula el “trabajo” con
las familias, buscando contrarrestarlas. En las reuniones de equipo, realizadas en el
Servicio Local una vez por semana, las y los operadores se ubican alrededor de una gran
mesa en la oficina principal relatando, cada uno, los casos en los cuales se encuentran
interviniendo. En estos relatos surge recurrentemente la menció n a las “otras
instituciones” como entidades evaluadoras y jueces de las actuaciones del Servicio. En una
de estas instancias la coordinadora de este organismo expresa su descontento frente a lo
que considera una falta de responsabilizació n de una de las instituciones con las cuales
articulan:
Operadora del Servicio: “En salud mental (área del hospital muy articulada al servicio) no lo
quieren tener más a Francisco, dicen que no hay criterio médico para tenerlo, básicamente que nos
hagamos cargo nosotros.”
Coordinadora: “Ah, mirá vos, en el hogar tuvo una crisis tremenda pero allá no hay criterio.
Chicos, hay que lograr apoyarse en las instituciones, si no es imposible. Hay que trabajar en red, si no
es difícil hacer el seguimiento… y además para sacar esto del “no se hace nada”, el pedir el
compromiso de las instituciones nos posiciona de otra manera, hay que decirles, mirá: tenemos que
hacer esto y esto, para que no digan que no hacemos nada”.
Es así que las y los operadores del Servicio Local en Olavarría lidian en su cotidianeidad
con una tensió n asociada al imperativo de la corresponsabilidad que, a la vez que demanda
integralidad y un abordaje articulado de los casos, impone generar “ajustes” y acuerdos
para su logro efectivo. Ajustes y acuerdos asociados a modos de gestionar en conjunto los
desacuerdos que pudieran surgir en el abordaje de los casos.
En el apartado que sigue intentaré reflexionar, a partir de la reconstrucció n de una
situació n etnográ fica enmarcada en una reunió n interinstitucional, acerca de los modos en
que las instituciones encargadas de la protecció n de la infancia local se ven compelidas a
generar espacios de consensos y acuerdos buscando lograr un abordaje “integral” de los
casos. Una situació n que, en tanto prá ctica de articulació n interinstitucional abocada a
“restituir derechos” en NNyA, permite arrojar luz sobre las modalidades de administració n
institucional de la infancia “con derechos vulnerados”.
Una mañ ana de mayo de 2018 llego a la institució n educativa donde se llevaría a
cabo la “mesa de educació n” de esa semana. Es una escuela de nivel primario localizada en
un barrio de una zona periférica de la ciudad. Al momento de mi llegada ya se encontraban
allí varias personas: la coordinadora, un técnico y una técnica del Servicio Local, una
inspectora del á rea de psicología comunitaria y pedagogía social, la directora de la escuela
sede del encuentro y miembros del equipo de orientació n escolar de un jardín de infantes
(orientador social y orientadora educacional). Ingresamos a un aula desocupada e
inmediatamente la inspectora y directora de la escuela ubicaron tres mesas juntas en el
centro del aula y varias sillas alrededor en las cuales nos sentamos. Mientras la inspectora y
la coordinadora del Servicio Local acomodaban carpetas e informes sobre las mesas,
ingresaron al aula miembros de un equipo orientador de una escuela de nivel secundario y
otra de nivel primario.
Luego de unos minutos la directora del jardín da inicio a la reunió n comenzando la
lectura de un informe de caso9, con relació n a un niñ o que concurre a dicho
9 Estos informes, producidos tanto por técnicos del Servicio Local como por miembros de equipos de orientació n escolar, dan cuenta de las intervenciones
establecimiento, en el cual se solicita la intervenció n a Servicio local. La coordinadora del
servicio comienza a buscar datos en el R.E.U.N.A. sobre el caso porque recuerda el apellido
y dice haber intervenido hace un tiempo. Recuerda intervenciones del añ o 2014 por una
situació n habitacional, cuando recién este niñ o había nacido y que en una entrevista consta
una solicitud de tratamiento psicoló gico para la madre, a raíz de lo que pasó con el
nacimiento de una hija10. Finalmente, la coordinadora del Servicio accede al R.E.U.N.A. y
comenta:
- Coordinadora: “Habría que hacer una evaluación de Cristian, porque más allá del
tema de…”.
- La directora interrumpe: “Yo creo que a todos habría que evaluar, a toda la familia,
para salir de esta cuestión de ver si es una discapacidad o alguna cuestión psiquiátrica
la de la mamá”.
- Coordinadora: “Pero pará, a ver, nosotros podemos verlo a Cristian (el niño) y evaluar
la situación…”
- La directora vuelve a interrumpir: “La mamá está abierta a la ayuda y podemos
contar con el jardín para ayudarla, para seguirla. A lo mejor lo que podrían hacer es
que vaya al comedor del C.E.C. 11 únicamente, porque es muy chiquito para que
concurra toda la jornada, es a partir de cinco años ¿no? y de paso ya empezamos a
incorporar algunas pautas, porque ahí ya serían las 11:30 y de ahí ya se iría con la
mamá, que lo pueda retirar y ya vaya al jardín desde ahí… algo aunque sea, para que
vaya más relajado al jardín”.
- Orientadora educacional: “Además no deben tener rutinas para comer… nada”.
- Directora dirigiéndose a la orientadora social del jardín: “Tratá de comunicarte con
Cintia (orientadora social del C.E.C.) para gestionar el ingreso de Cristian y ver
estrategias a seguir desde el espacio de educació n. ¿Y desde el Servicio, ustedes con
quien lo harían?
- Coordinadora: “Con Cata y Mariano (Los dos técnicos que se encontraban allí), ellos
irían a escucharlo”.
- Técnica del Servicio Local: “Hacemos una entrevista con la familia y vemos que otros
efectuadas sobre un caso y evalú an el desenvolvimiento del mismo. Eventualmente pueden sugerir intervenciones y prá cticas concretas de otras instituciones. Constituyen,
10 La reconstrucció n de esta situació n etnográ fica implica un recorte de la misma que resulta pertinente a los fines de la reflexió n propuesta. De esta manera la
11 “Los Centros Educativos Complementarios constituyen servicios educativos específicos de la Modalidad Psicología Comunitaria y Pedagogía Social. El ideario
que fundamenta la acció n educativa de los C.E.C. incluye la apertura de espacios pedagó gicos de comunidad en donde los niñ os y jó venes logren expandir los conocimientos,
saberes socialmente productivos, experiencias y vivencias que han logrado construir en los espacios familiares, escolares y comunitarios”. Fuente:
http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/psicologiaase/centros/documentosdescarga/
familiares hay para citar a la familia en el jardín.”
- Directora: “El jardín está abierto para lo que necesiten, seguimiento de turnos, esas
cuestiones, el jardín les va a dar una mano en lo que necesiten”.
- Técnica: “Bueno, entonces nosotros coordinamos con las chicas del jardín, ¿a qué hora
entran?
- Directora: “¿El equipo? No, están en la E.P. 22 hasta las 15, las pueden ubicar allá.”
- Orientadora Social del jardín: “¿Qué pongo entonces? (refiriéndose a la redacción del
“acta de corresponsabilidad”12, documento donde constan los acuerdos y estrategias
elaboradas entre actores e instituciones involucradas).
- Directora: “Podemos poner que… le voy a decir a Cintia (Orientadora social del C.E.C.)
que se comunique con vos para que se pueda pensar alguna estrategia desde el espacio
de educación y desde el servicio van a entrevistar a la familia en el jardín.”
Resulta interesante considerar có mo desde el lugar ocupado por cada actor como
representante de una institució n, se establecen acciones a implementar sobre el caso
informado, a la vez que se demanda lo mismo hacia la otra institució n. Por otra parte, lo
que la coordinadora del servicio intenta establecer, en este caso, es una cierta reducció n de
las expectativas por parte de la directora de la institució n educativa al referir que lo que “el
servicio” puede hacer, en principio, es “escuchar a Cristian”.
Luego de pautadas las actuaciones que cada institució n, de manera individual y
conjunta realizarían, la directora comienza la lectura del siguiente informe. Se trata de una
niñ a de trece añ os, Sonia, quien concurre a una escuela secundaria ubicada en una zona
alejada de la cual nos encontrá bamos. El equipo orientador de dicha institució n requirió
que el informe sea “tratado” en este encuentro a pesar de no poder asistir al mismo.
Cuando la directora menciona el nombre de la niñ a la coordinadora del servicio recuerda
haber intervenido previamente en su “caso”: “Me acuerdo, es tremenda, porque cuando la
entrevista Pamela (técnica del servicio), el año pasado, esta nena nada, no hubo forma de
nada, no se le pudo entrar por ningún lado”. La directora comienza a leer el informe. En él se
menciona como principal “problemá tica” a abordar una serie de conflictos protagonizados
por Sonia con compañ eras de clase, ocurridos en la escuela a la cual ellas concurren. La
12 Durante las reuniones que las y los técnicos del Servicio Local mantienen con actores de otras instituciones con las cuales articulan, es habitual la redacció n
La legislación vigente respecto al abordaje de situaciones de vulneración de derechos en niños, niñas y adolescentes establece una nueva modalidad de intervención basada en la
corresponsabilidad. En este sentido, en el artículo 22.3, inc. 4 de la Ley 13298 se sostiene que es necesario “sustituir la práctica de la derivación de casos entre instituciones por la construcción de
relaciones de corresponsabilidad e interdependencia entre las mismas, con el objeto de promover, proteger y restituir derechos de forma integral” (Sic.). A partir de esto convocamos a las
instituciones firmantes, a fin de proponer, pensar, definir y discutir estrategias de acompañamiento respecto a …
directora pregunta a la coordinadora y técnicos del servicio si recuerdan estos hechos,
quienes responde que los recuerdan muy bien, debido a que el servicio había intervenido
varias veces en esos momentos. La directora continú a leyendo:
“Estos conflictos motivaron a que se conversara con cada una de las alumnas. Se habla
con la mama por el tema de Gabriel, hermano de Sonia, quien no se encuentra escolarizado al
momento y pasa el número de la abogada del juzgado de menores que se ha acercado a
conversar con la familia. Expresa que su hijo se manda “macanas”. Se conversa
telefónicamente con dicha profesional quien manifiesta la importancia de realizar un
seguimiento y acompañamiento sostenido de Gabriel. Posteriormente se habla con el Servicio
Local y manifiestan que los operadores de calle 13 se ocupan asiduamente del mismo. El veinte
de abril se habla nuevamente con la abogada quien dice que Gabriel concurre al C.P.A. 14 por
su problema de adicción.” La Directora se sorprende y pregunta a la coordinadora si Gabriel
no estaba “internado".
- Coordinadora: “Está en “Casa del Sur” (comunidad terapéutica de la localidad de
Monte Grande), ya debe hacer una semana y media. Esta en una “institución cerrada” 15
porque mirá, ese fin de semana le pego unos puntazos a Diego, el primo, que otra se
mandó?
- Técnica del servicio: “Robó una mezcladora, después anduvo a los tiros…”
- Coordinadora: “Sí, anduvo a los tiros, le pegó un culatazo a una señora, por lo que
había estado interviniendo el fuero penal juvenil, porque la señora está internada en
terapia… le abrió la cabeza con un arma, él y Diego, mientras Cachito, el tío, les hace
de campana, es el que los manda a robar. Más allá del seguimiento que le venían
haciendo Pamela y Cristian (técnicos del servicio), él bárbaro, los tiene como
referentes, charla un montón y todo, pero no dejaba de mandarse cagadas. Y cuando
nos llamaron que estaba a los tiros, dijimos hasta acá llegó, ingresó a Casa del Sur,
chau.”
La directora continú a leyendo el informe:
“El viernes veinte de abril hablamos con Sonia en el establecimiento escolar,
informa que empezó a concurrir al C.E.C. y a fútbol femenino, menciona que su
hermano roba y cuando toma drogas es agresivo con ella y con su madre. Desde la
institución escolar seguiremos hablando con la madre mediante llamadas telefónicas y
13 Personas que realizan seguimiento de los casos, focalizando en las prá cticas que requieren visitas domiciliares.
14 Centro de Prevenció n de Adicciones, organismo dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
15 En el á mbito del Servicio Local se denominan “instituciones o comuniddaes cerradas” a aquellas cuya modalidad terapéutica implica que los destinatarios se alojen allí,
conviviendo por un tiempo determinado. A diferencia de éstas, en las “comunidades abiertas” las y los niñ os y/o adolescents que concurren lo hacen durante la jornada,
16 Á rea del Hospital Municipal destinado a brindar tratamiento a personas con patologías asociados a desó rdenes mentales.
intervenir en la vida familiar de ellas no ha podido.”
- Inspectora: “Bueno, un intento aunque sea…”
- Coordinadora: “Sí, sí lo hacemos, después hay que ver…”
- Técnica del servicio: “Nos cuesta intervenir acá porque llegamos tarde, ella ya es
grande y cuesta más revertir ciertas conductas… llegamos re tarde todas las
instituciones a su vida”.
El diá logo concluye con el compromiso de la coordinadora de averiguar có mo se
resolvió en el juzgado el pedido de internació n. Cada vez que finaliza la lectura de un
informa y “resuelven” las acciones y estrategias a implementar cada institució n se
compromete a realizar alguna actuació n y/o prá ctica concreta. Constituye una regla
fundamental en la diná mica de este intercambio por cuanto “regula” las disputas que
pudieran surgir al no concebir claramente los alcances de actuació n de cada institució n. El
pedir el compromiso y a la vez comprometerse a “hacer algo” ubica a los actores en
igualdad de posiciones en el tratamiento del caso. Má s allá de esto y como se anticipó en el
apartado anterior, si bien este espacio se forja como forma de “regular” ciertas tensiones
interinstitucionales de manera “armoniosa” se crean y recrean otras nuevas. En este
sentido, es ilustrativo el reclamo que, esta vez, efectú a la técnica del servicio a la inspectora
cuando advierte que “no recibió má s comunicació n de Patricia”. Esta vez el servicio
responsabiliza a la institució n educativa de no cumplir con una prá ctica que le correspondía
realizar.
Por ú ltimo, en este caso, como en el anterior, la coordinadora del servicio vuelve a
reducir el margen de expectativa sobre la demanda efectuada por la directora de la escuela.
Si bien expresa que el intento de contactar al padre se va a efectivizar, deja en claro que esa
estrategia no garantiza que el tratamiento pueda efectivizarse. En este sentido, fundamenta
esta posició n en experiencias previas que validan su planteamiento: el servicio es quien
conoce a la familia y por esto mismo se ven legitimados para acceder o no a reclamos como
los referidos en los diá logos.
El siguiente informe corresponde al caso de Magalí, una adolescente de catorce añ os.
En él se menciona una denuncia realizada por padres y madres de otras alumnas de la
institució n educativa a la que concurre la adolescente, por conflictos entre ellas. “La
adolescente es muy conflictiva al igual que su madre” dice el informe. La coordinadora del
Servicio Local pregunta si los niñ os (refiriéndose a Magalí y sus hermanos, mencionados en
el informe) “siguen pidiendo”.
- Orientadora social de la escuela a la que asiste Magalí: “Ahora no estamos haciendo
seguimiento.”
- Inspectora dirigiéndose a la coordinadora y técnicos del Servicio Local: “Si a esta nena,
que esta tan complicada, para sacarla un poco de su entorno familiar digo, ¿se puede
pensar en que Servicio Local pueda hacer que vaya a “Espacio Adolescente 17” o a
alguno de esos lugares?”.
- Técnica del Servicio Local: “Sí… pero va a reproducir lo mismo que en la escuela”.
- Inspectora: “Sí, ¿pero ahí no hay un equipo con psicóloga… por ahí pueden empezar a
hacer algunas intervenciones con ella, que ella pueda empezar a pensar algunas
cuestiones…”
- La coordinadora del servicio interrumpe: “¿Pero vos conocés a esta familia?”
- Inspectora: “Sí, los conozco, pero bueno, algo hay que hacer”.
- Coordinadora: “¡No no, hacer sí hay que hacer! Pero…
- Inspectora: “Yo entiendo que nada va a ser mágico, pero sí me parece darle una mayor
continuidad a esto, que ella pueda, además de la escuela, estar en otro espacio”.
- Silvina: “Hay algún antecedente de consumo de esta nena?”.
- Inspectora: “No, no… lo que irrumpe es esto, permanentemente entra en conflicto, todo
el tiempo, con uno, con otro…”
- Técnica del servicio: “Sí, porque es su manera de adaptarse, su familia es así”.
- Coordinadora: “Bueno a ver, vamos a ver esta alternativa del Espacio Adolescente,
pero lo que sí te digo es que es una realidad que es complicada”.
- Inspectora: “Ya lo sé, incluso yo a la escuela también les dije que… porque hubo
episodios en los que la madre y las hermanas entran a la escuela y hacen justicia
adentro de la escuela, pum, pum y termina en una entrevista y nada mas, viste… y a mi
me parece que ahí hay que empezar a poner otros limites, de lo que es el espacio
escolar y demás.”
17 Centro de día para mujeres adolescentes. Espacio terapéutico de modalidad abierta, es decir que las adolescente que asisten aquí, retornan a su hogar luego
de la jornada en el espacio.
El siguiente informe refiere a la situació n de un adolescente, Alan, de 16 añ os, quien
presenta “problemá ticas asociadas a consumo de drogas”. En el informe la escuela expresa
su preocupació n por el entorno familiar en el cual se desenvuelve. Específicamente sobre el
hecho de que “la madre pone en duda que su hijo consuma sustancias psicoactivas y no
quiere acompañ ar el tratamiento sugerido.”
- Coordinadora: “El viernes el hermano de Alan entró en “Namasté” (Hogar
convivencial), porque viste que a Nadia (hermana mayor) la quisimos llevar al “Buen
Pastor” (comunidad terapéutica cerrada en Azul) y rompió vidrios, no quiso saber
nada, hizo un quilombo bárbaro”.
- Inspectora: “Ah no te puedo creer, me habías dicho la última vez que ella había
accedido, las chicas estaban re contentas que iba a ir ahí”.
- Coordinadora: “sí, pero no quiso, desaccedió… y como ninguna comunidad ante tanta
negativa te la acepta, como son voluntarios los tratamientos…”
- Inspectora: “Está bueno que esto ahora lo puedan contar chicas, porque después
terminan pensando… esta idas y venidas, estos vaivenes, ahora después se lo vamos a
explicar bien.”
- Coordinadora: “Entonces, hasta que salga la comunidad, se le da el espacio del C.P.A.,
esto por indicación de salud mental, ir trabajando esto a ver si lograban terminar de
convencerla de que ingresara a la comunidad, porque no venía saliendo… se le había
ofrecido el Buen Pastor en Azul, acordate que estuvo en el San José (Hogar de Guarda
para niñas y adolescentes en Olavarría), hizo flor de lío en el San José por una crisis de
abstinencia, Elena (directora del hogar) no la quiso más y le habíamos conseguido
lugar en el Buen Pastor…”.
- La inspectora interrumpe: “Claro, porque vos me habías dicho que estaban intentando
a ver qué pasaba en el San José…”
- Silvina: “Ahí dijeron que no, por una crisis de abstinencia, y en el Buen Pastor, ella
había dicho que sí, pero después empezó a romper vidrios… bueno, se le armó un plan,
entra C.P.A. y Espacio Adolescente hasta que saliera la comunidad, ir trabajando… ahí
en la entrevista de admisión no sabés como estaba, no podía dar cuenta ni donde se
había quedado la noche anterior, ahí fue cuando el hermano entró a Namasté, después
a ella no la podíamos ni ubicar, empezó a boyar de nuevo… se sabía que este trabajo
previo a la espera de la comunidad iba a fracasar…”
- Inspectora: “Sí, porque ella donde vuelve al ámbito familiar…”.
- Coordinadora: “Con Alan vamos a hacer una reunión de nuevo, podemos convocar a
Espacio Adolescente de nuevo para que vaya, a ver cómo se puede hacer la
intervención conjunta, convencer a Analía (madre) de que lo lleve… que lo lleve no, que
los chicos (del espacio) se puedan acercar, al revés, no esperar que ella lo lleve”.
- Inspectora: “Sí, porque Analía minimiza la situación, viste…”
Seguidamente la inspectora lee otro informe, mencionando que “como el servicio ya
tuvo intervenciones con esta nena, Brisa, las chicas de la escuela mandan informe para
ver que se puede hacer”.
- Inspectora: “Ellas han intentado en muchas oportunidades que la mamá se acerque a
la escuela, que empiece un espacio y la mamá no lo esta haciendo, entonces como ellas
saben que hay intervenciones de ustedes…”
- Coordinadora: “Si, desde el 2017 no hay más intervenciones…”
- Inspectora: “Querían que en función de lo que presenta la escuela, ver si se podían
hacer algunas actuaciones desde el servicio, porque ellas entienden que…”
- La coordinadora interrumpe: “¿Ellas lo que requieren es tratamiento?
- Inspectora: “Ellas solicitan distintos espacios terapéuticos, fonoaudióloga primero,
para ver el tema del lenguaje y la comunicación y después ver qué. Pero la mamá no
accede a nada, la llaman y no va… lo que pasa que ustedes piden la intervención en su
momento, por eso las chicas de la Escuela 58 mandan informe. No pueden lograr que
la madre vaya a la escuela. Como ellas saben que hay intervenciones de ustedes
querían ver si se podía hacer, en relación a lo que presenta la escuela, intervención
desde el servicio.”
- Coordinadora: “Sí, desde el 2007 que se interviene con ella… bastante negativo todas
las intervenciones que hay… no va al servicio, vamos a la casa y no encontramos a
nadie…”
- Inspectora: “En la escuela dicen que la llaman y no va, no accede a nada”.
- Coordinadora: “En el servicio pasa lo mismo eh… ahí vamos a hacer una visita en
conjunto, ¿te parece? Con Yanina (técnica del servicio) de nuestro lado y alguien de
ustedes. Que se junten la de ustedes con Yanina y ahí ponen la convocatoria al padre, y
la visita al domicilio”.
18 El Plan Estratégico de Restitució n de Derechos, reglamentado a través del decreto 177 del añ o 2014 en la modificatoria del art. 35 bis, constituye una serie
de objetivos de intervenció n, acciones, estrategias y metas a lograr, durante la adopció n de una medida de abrigo, a los fines de restituir “derechos vulnerados” y revincular
al niñ o o niñ a “en abrigo” con sus progenitores o referentes afectivos responsables.
valoració n negativa al posterior reclamo de “no seguimiento de los casos”. Sin embargo, la
coordinadora contrarresta estos “reclamos al Estado” expresando que quien reclama
también es el Estado, por lo que la ubica en una misma posició n como agente estatal en el
tratamiento de este caso. Por otra parte, también explica cuá les son los alcances de
actuació n del servicio en cuanto a los seguimientos, expresando que luego de un “egreso” el
seguimiento se efectú a a través de informes institucionales. De esta manera le atribuye la
responsabilidad del seguimiento a la misma persona que lo reclama.
› Reflexiones finales
› Referencias bibliográficas