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Prologo:

La guerra ha terminado y los humanos tributan su sangre a los bancos para


los demonios que nos gobiernan.

¿Y yo?

Soy un humano criado por demonios. Soy la persona más preciada por los
demonios más fuertes de la alianza y el favorito del Rey del Norte.

Capitulo único

La estancia está acogedoramente iluminada hoy. Grandes columnas


emergen imponentes y llenas de oscuros recovecos y tallados que
muestran diversas figuras y palabras. Me las conozco todas. Recuerdo que
cuando era un niño solía imaginar las historias detrás de esos tallados.
¿Serían antiguos conjuros? o ¿Acaso serían representaciones de viejas
guerras? La gran sala es siempre mi lugar favorito para estar, pese a que
los demás digan que es absurdo.

Me estiro cual gato por el mullido sillón y descanso la cabeza sobre el


cojín. Un par de libros reposan sobre la mesita del costado y el servicio se
encuentran listo para ser servido en la mesa más grande. Adoro los libros.
En mi colección tengo cuentos, novelas, poemas y miles de libros de
historia y ciencias. Probablemente a esta altura ya los he leído todos. Es
realmente como viajar a miles de lugares a través de las palabras. ¿Extraño
el mundo exterior? Uno no extraña lo que nunca ha tenido. Posiblemente
sienta anhelo sobre aquel mundo que nunca pude conocer. ¿Se lo
reprocharía a alguien? Jamás. Al contrario, lo agradecería.

El sonido de la puerta corta mis pensamientos y uno a uno los Generales


de la junta directiva hacen su entrada. Con solo verlos no caben dudas
sobre cómo ganaron la guerra contra los humanos. Fuertes, sin titubeos y
con miradas indescifrables. Y conozco a cada uno de ellos.
Rápidamente me pongo de pie y comienzo a preparar las copas que luego
llenaré con una roja y espesa sangre. Sé, después de 3 años trabajando en
esto, que a ellos les gusta que la mantenga tibia para tomarla con gusto.
Esta sangre tiene un líquido anticoagulante que permite que dure más
después de traerla desde los bancos de sangre, pero he escuchado que eso
le da un sabor distinto. Según ellos no hay nada como la sangre recién
extraída de un humano. Felizmente ellos son Generales y guerreros de alto
rango, todos con años de experiencia en controlarse con humanos cerca y
yo no corro peligro alguno. Aunque después de haber sido criado por
demonios, estoy muy acostumbrado. No hay nada de aquí que me
produzca miedo o asco, hasta algunas veces he ido yo mismo a traer la
sangre de los bancos y he visto a los humanos entregando su tributo
mensual. Es tan natural para mí que no me sorprende, y sé que para los
humanos de la post-guerra tampoco.

Con los años he aprendido que hay distintas clases de demonios. Existen
los amables, cómo Namjoon, quien suele traerme libros cada vez que sale
a explorar nuevos territorios. Y existen los crueles, los que aún no
entienden que los humanos son necesarios para su supervivencia y no
controlan su furia. Felizmente no hay muchos de ellos acá en el Norte.
Dicen que esos son los demonios del Este, los que matan a los humanos
cuando se alimentan y los tratan como ganado.

En el Norte los humanos pueden llevar vidas relativamente normales, con


trabajos estables y un sistema parecido al que siempre han tenido, a
excepción de que muy pocos pueden obtener cargos públicos o superiores.
Obligatoriamente a todos se les coloca un chip en el brazo para que sean
localizados y puedan donar su sangre mensualmente. Es el único tributo
que deben hacer, algo así como un impuesto. A cambio, reciben educación,
atención médica y seguridad de parte de los demonios. Una vez escuché
que hay humanos trabajando mano a mano con los demonios en centros
de seguridad y que combaten a rebeldes humanos y demonios
descontrolados.
Vivir en el Norte es una bendición para los humanos y no es de
sorprenderse la cantidad de inmigrantes que llegan acá a pedir refugio.
Cuando los demonios del Sur y del Oeste adoptaron nuestro sistema, las
olas de inmigrantes disminuyeron y fue una gran ayuda para nosotros. Si
hubiésemos seguido con ese ritmo no hubiésemos podido afrontar la carga
que era tener que cuidar de los humanos refugiados. La alianza entre
Norte, Sur y Oeste fue un éxito y es así como se formó la famosa alianza.
Ahora son solo los demonios del Este los quienes traen problemas,
tratando a sus humanos como basura y en pésimas condiciones. Me alegra
no haber tenido que vivir ahí.

La esclavitud fue abolida acá, pero a veces me pregunto si yo seré un


esclavo. No tengo ningún recuerdo del mundo humano ni tampoco
referencias de una madre o un padre. Namjoon dice que mis padres
biológicos ya habían muerto cuando me encontraron y él, siendo un
vampiro tan joven, jamás creyó que al levantarme en sus brazos se hubiese
enternecido tanto, al punto de llevarme al cuartel general y ocultarme en
sus aposentos. ¿Qué hacía un demonio de tan alto rango con un bebe
recién nacido?

Hace 17 años la guerra se encontraba a punto de finalizar con la victoria de


los demonios sobre los humanos, y un acto como el que Namjoon había
cometido hubiese sido merecedor de un severo castigo. La alianza que el
Norte había establecido prohibía la esclavitud de los humanos y lo que él
estaba haciendo conmigo le podía costar desde el rango hasta la vida.

Un secreto como ese no duró mucho en el cuartel, y cuando fui descubierto


por el mismo Rey del Norte, Namjoon sintió el verdadero miedo por
primera vez.

Los demonios, incluido Namjoon, se ponen de pie al mismo tiempo y


agachan la cabeza en señal de respeto. El Rey del Norte hace su entrada,
tan elegante y pausada como le es posible. Sé que le encanta el
dramatismo que su presencia causa entre sus Generales, aunque jamás lo
admita. Así es Jungkook, el demonio más poderoso del Norte y cabeza de
la alianza.

Demonios siempre han existido. En algún momento estuvieron ocultos


creando leyendas como los vampiros y los dragones, seres que los
humanos crearon en su literatura. Ellos no se equivocaron mucho, pero hay
varias diferencias entre vampiros, dragones y estos demonios. No creo que
exista un nombre que los defina, simplemente alguien los llamó demonios,
y nadie dejó de llamarlos así. Y ellos existen desde el principio de los
tiempos. Algunos dicen que existió una época donde los demonios y los
humanos vivieron en paz…pero no creo que sea posible. Los demonios
necesitan la sangre de los humanos para vivir, y los humanos no son
fáciles de subyugar.

Los demonios pueden ser bastante violentos cuando se les provoca,


especialmente cuando se transforman en enormes seres alados, no como
los dragones de los libros, pero sí con enormes alas llenas de membranas y
ojos negros como el ónix. Tampoco son inmortales, ellos se reproducen,
crean familias y tienen un ciclo de vida similar al de los humanos. Hay
niños demonios y ancianos. Pero poseen una fuerza descomunal. A los 12
años un demonio ya es un guerrero listo para luchar, y la fuerza crece y se
mantiene hasta pasar los 100 años. Eso es verdad, viven más que los
humanos, pero no tanto como se cree, tal vez unos 10 o 20 años más
como máximo. Y tampoco pueden "convertir" humanos en demonios.

Con el tiempo suficiente pueden sanar más rápido que los humanos
normales, pero sus puntos débiles son similares. Por eso llevan a todos
lados esas armaduras especiales que repelen cualquier ataque humano.
Aunque desde que Jungkook llegó al cargo del Norte, las rebeliones han
sido casi inexistentes. Los humanos son muy bien tratados acá y los
rebeldes solo luchan en lugares como el Este. Incluso escuché alguna vez
rumores sobre grupos de rebeldes humanos del Este que no buscan ser
“libres”, sino que quieren que el sistema del Norte sea instaurado ahí. Y
todo por Jungkook

Mis mejillas están calientes de solo pensar en él. Solo de pensar en su


cabello negro y esos ojos amarillos que me encantan…y sus labios, sus
mejillas, y esas manos…todo de Jungkook me encanta. ¿Cómo no podría
haberme enamorado de él?

Jungkook termina de hacer su entrada y todos toman asiento cuando él lo


hace. Su porte es serio y pocas veces sonríe, pero su mirada es justa.
Siempre escucha lo que sus Generales quieren decir y él siempre está
abierto a nuevas ideas. Incluso a veces escucha ideas de humanos para la
regularización de la sangre. Con sus 30 años, posiblemente Jungkook ha
sido el demonio más joven en llegar al trono del Norte. Su padre fue un
gran combatiente y murió en plena guerra, cuando los humanos
comenzaron a utilizar armas biológicas, las cuales destruyeron la fauna y la
flora en casi todo el planeta. En esas épocas los demonios no estaban
preparados para eso y fue el mismo Rey, el padre de Jungkook, quien
sufrió las consecuencias. A los 13 años Jungkook asumió el cargo y se llevó
a sus más fieles amigos con él: Namjoon, de 13 años, y el novio de este,
Seokjin, un demonio de 11.

Fue en esa primera lucha donde Namjoon me encontró, según él, entre los
escombros de una casa. Escuchó un llanto y me vio, un bebe recién nacido,
aún con el cordón umbilical que salía de las entrañas de mi madre muerta.
Él, un soldado demonio ya hecho y derecho, me tomó en sus brazos y vio
mis pequeños ojos abrirse y mi mano sujetar su dedo gordo para llevarlo a
mi boca y chuparlo con ganas. Sin contenerse me abrigó y me llevó al
cuartel, y junto a Seokjin lograron cuidarme y esconderme por casi un año.
Hasta que Jungkook lo descubrió.

Namjoon me lanza una mirada divertida porque nota que me he sonrojado


y sabe que es porque estoy pensando en el Rey. A veces suele decirme que
yo me he autoesclavizado a Jungkook ¿Soy un esclavo? No.

Me acerco y una a una voy llenando las copas con la sangre tibia. Todos
tienen una copa excepto el Rey. Su bebida llegará después. Los demonios
no me prestan mucha atención, están tan acostumbrados a mí como yo a
ellos. Escucho que ha habido ataques de rebeldes en nuestra capital, lo
cual es muy extraño. ¿Quién querría atacar el Norte? Usualmente son los
mismos humanos quienes se deshacen de los rebeldes, total…ellos
prefieren vivir cómodamente acá y protegidos, a tener empezar una guerra
que saben que perderán.

Se preguntarán qué hago yo, un débil humano de 17 años, ahí…pues es


por culpa de Jungkook. Son pocos los caprichos que él tiene, es por ello
que es muy respetado por toda la comunidad demoniaca, e incluso
humana. Pero tiene ese único capricho conmigo: necesita tenerme cerca,
necesita saber dónde estoy, si estoy bien, si estoy vivo. Necesita saber que
sigo ahí con él, y tener el cargo de “sirviente especial de las reuniones
especiales” es más que perfecto para sus propósitos. Según él lo hace
porque no confía en ningún otro sirviente. Cree que alguno se puede ir con
los chismes a los otros reinos, y es lógico. Pero en el fondo sé que lo hace
por tenerme cerca.

La única vez que desaparecí fue cuando fui secuestrado por unos rebeldes
a los 14 años…y fue también la única vez que Jungkook perdió el control y
mató a sangre fría, no solo a los rebeldes, sino a todo el pueblo donde
ellos se escondían. Recuerdo que era una clase de granero y yo estaba
oculto. Ellos no me hicieron daño, al contrario, me trataron bastante bien…
todos sintiendo lástima por mí. Cuando escuché que Jungkook había
llegado comencé a apilar los sacos de fertilizante al rededor mío para
protegerme. ¡Esos rebeldes fueron los primeros humanos con los que tuve
contacto y no me estaban secuestrando exactamente…me estaban
rescatando! Ellos creían que yo era la prueba de que los demonios del
Norte sí esclavizaban humanos y planeaban mostrarme al resto del mundo
para empezar otra guerra contra los demonios…pero estaban equivocados.
Yo no soy un esclavo.

Todos los Generales confían en mí, y no les molesta mi presencia ahí. Es


más, prefieren satisfacer ese capricho a que Jungkook pierda el control de
nuevo. Saben que ahí estaré, en toda reunión, incluso en las que muchos
de ellos jamás tendrían acceso. Felizmente no tengo ninguna fuerza ni
poder, y no represento una amenaza para ninguno de ellos o a sus cargos.
Yo no me quejo, porque leer y estar cerca de Jungkook es todo lo que
necesito para ser feliz.

Debo haberme quedado absorto mucho tiempo porque la reunión ha


terminado. Todos se van retirando excepto Namjoon y Jungkook. El
primero me sigue mirando divertido mientras que el segundo revisa
documentos. A veces creo que Jungkook no necesita verme para saber si
estoy allí. Un día me escapé por los jardines del cuartel, solo para probar, y
ahí lo vi mirándome a la distancia, pero sin molestar. Jungkook me da
mucho espacio, pero yo no lo necesito. Solo quiero estar junto a él.

- Hey Taehyung, pasa más tarde por mi casa. Seokjin y yo te tenemos un


regalo de cumpleaños - me dice Namjoon. Si pudiera definir la palabra
padre o madre, serían esos dos demonios.

- En serio?! - no puedo evitar emocionarme y lo abrazo efusivamente -


Graciaaa…ahhh! - una fuerte mano me coge del cuello y me jala hacia él.
Jungkook es tan celoso.

- Sin emocionarse tanto - me dice estoicamente.

- Ay Jungkook! Si tú eres quien más lo engríe - le replica el demonio de


cabello rojo. Namjoon siempre disfruta de provocar a su Rey - Taehyung -
me dice - sabías que este demonio encargó a Seokjn aprender cómo hacer
una torta de cumpleaños humana para tu cumpleaños de los 15? - puedo
ver como la ceja de Jungkook comienza a crispar.

- En serio?! Nunca pensé que “eso” era una torta humana, en los libros se
veía diferente. Pensé que Seokjn lo había pensado…lástima que fue
imposible de comer. Me dio mucha pena. - recuerdo aquel pedazo de
cemento, digo, de torta, que Seokjn me regaló. Nunca pensé que había
sido idea de Jungkook. Aún recuerdo la cara de Seokjn cuando me la
entregó…se veía tan feliz. Pese a las burlas de todos los demonios, fue
divertido cuando trató de meter un pedazo de torta en la boca de Namjoon
y este se rompió un diente. Hasta Jungkook sonrió aquella vez.
- Creo que ya es hora de que te retires - dice Jungkook con voz seria, pero
sin dejar de mirar los documentos.

- Que aburrido te has vuelto con los años Jungkook - le replica el pelirrojo
- Bueno Taehyung i, ¡te esperamos más tarde en casa! Ojalá no vayas con
este demonio aburrido - me guiña un ojo y aun sonriendo sale de la sala.

Sé que lo dice de broma, porque todos dicen que la clemencia de Jungkook


por los humanos es por mí. Cuando descubrió lo que Namjoon y Seokjn
habían hecho exigió que me fuera entregado a los humanos
inmediatamente. Las bases de la alianza aún estaban muy frescas y los
humanos aun no confiaban en los demonios…. un hecho como ese podía
desencadenar otra guerra, porque los demonios del Norte habían
prometido no esclavizar ni capturar humanos para su consumo privado.
Todos los demonios debían alimentarse de los bancos de sangre y no de
humanos, especialmente de niños. Pero de algún modo que nunca sabré
accedió a participar del secreto.

- Nadie lo podrá saber - estableció aquella vez. Y el secreto fue tan


celosamente guardado que nadie, a excepto de esos tres demonios, saben
que yo crecí entre las puertas del cuartel. Para todos los demás, mi
existencia allí es un capricho de Jungkook que nadie se atreve a discutir.
Soy el niño huérfano que los rebeldes iban a llevar como tributo al Rey del
Este y que Jungkook milagrosamente rescató. Obviamente, después de la
matanza, no quedo nadie vivo para desmentirlo. Todos suponen que, en
agradecimiento hacia ellos, se me permitió vivir y hacer las labores
domésticas en el cuartel, y que Jungkook simplemente se encaprichó
conmigo. Esa es la historia oficial y pese a algunas sospechas, como el que
yo conociese cada rincón de la casa de Jungkook (la cual en sus primeros
pisos funciona como el cuartel), nadie se atreve a cuestionarlo.

De mis 17 años pasé 14 encerrado en los pisos superiores donde Jungkook


vive, solo leyendo y mirando por la ventana. Fui secuestrado, rescatado y
ahora soy el “sirviente especial de las reuniones especiales” y puedo salir
cuando quiera al mundo humano. Pero son muy pocas veces las que salgo
del cuartel. Soy feliz acá y no hay nada afuera que necesite.

- Hoy has estado muy pensativo - me dice Jungkook con esa voz profunda
que me encanta.

- Estaba recordando mi vida acá - le respondo con honestidad. No tengo


porque mostrarme humilde ante él. Lo amo desde que aprendí lo que era
amar. ¿Qué edad tenía? ¿8? ¿9? Mi primer y único amor. Aquel hombre que
me cargó, bañó y alimentó cada vez que pudo. Namjoon y Seokjin fueron
como mis padres, incluso me pusieron el nombre y establecieron mi fecha
de cumpleaños, pero Jungkook era aquel ser que me inundaba. El que me
dejaba quedarme en su habitación cuando sus Generales salían a la guerra.
El que con su mirada triste me miraba y se sentía mal por no poderme
mostrar el mundo exterior. Si tan solo supieras Vicent…que todo mi
mundo gira alrededor de ti.

- ¿Y qué piensas? ¿Ya estás pensando en irte a explorar el mundo? - su voz


no ha cambiado, pero solo yo sé que el cambio en actitud no está en su
voz…está en su mirada. Y su mirada se ha hecho más profunda - ¿Por fin
te diste cuenta que vivir con demonios no es divertido?

- Mi mundo está acá - le digo sentándome a horcajadas sobre él y pasando


mis brazos sobre sus hombros, creo que es momento de decírselo - tú
eres mi mundo - le dijo mientras dejo que sus brazos me envuelvan.

Jungkook me mira un rato y va llenando de besos mi frente hasta llegar a


mi oído.

- Tú también eres mi mundo Taehyung - me susurra. Esa voz. La misma


voz que me declaró su amor entre bolsas de fertilizante y cadáveres
desmembrados. Y esa boca. La misma boca bañada en sangre que me dio
mi primer beso y que me prometió fidelidad absoluta. Jungkook es tan fiel
a mí que incluso solo bebe de mi propia sangre. Nadie lo sabe, pero soy el
único humano en toda la alianza que no tributa su sangre al banco. Mi
sangre, mi vida, es exclusiva de Jungkook.

Su boca me invade y todo desaparece. Nuestras lenguas juegan y siento


como mi miembro endurecido se frota con el de él. Comienzo a sobarme y
a descontrolarme, lo necesito. Necesito sentirlo piel con piel sobre mí. Me
muevo sin vergüenza casi saltando sobre él y tratando de hacer el roce más
fuerte. Las manos de Jungkook sobre mi trasero me aprietan y comienzan a
marcar la línea de mis nalgas. ¡Ya no puedo esperar a tener esos dedos ahí!

La mano de Jungkook sube por debajo de mi camiseta y todos los vellos de


mi cuello se erizan. Trato de respirar, pero su lengua dentro de mi boca me
absorbe. Muevo mi rostro y lamo descaradamente su mejilla repitiendo su
nombre con anhelo.

- Jungkook … Jungkook … Jungkook …- amo decir su nombre y cuando lo


siento así de entregado a mí, soy yo quien pierde el control. Me separo un
instante para quitarme la camiseta con furia y lo veo…el estoico demonio
está sonriendo burlonamente.

- Ansioso Taehyung? - me pregunta deslizando una de sus uñas afiladas y


rojas sobre mi pecho. Un escalofrío me recorre y siento como ahora son los
vellos de mis extremidades los que se erizan. Jungkook se inclina
lentamente hacia mí y me lame el pecho, dejando pequeñas marcas que sé
que más tarde le reclamaré. Tiro la cabeza hacia atrás y comienzo a aspirar
con fuerza.

- Por favor…- le ruego tratando de resfregarme más fuerte contra su


miembro. Siento mi culo humedecerse con solo sentir su miembro cerca.
Utilizo mis piernas para balancearme entre hacia adelante y atrás, pero no
es suficiente - Vincet…por favor…

Pero Jungkook no me responde. Sin dejar de lamerme el pecho y el cuello,


mantiene una mano sujetando fuertemente mi cintura y la otra en mi
trasero, sobando y apretando, metiéndose entre los pliegues y jalando para
causar más fricción. Me siento tan mojado. Puedo sentir su cuello húmedo
bajo mis manos y le levanto el rostro para lamer el sudor de su frente.
Cada beso, cada lamida o mordida en mis hombros y cuello me está
quemando.

- Jungkook …te lo ruego…- le suplico nuevamente.

- Taehyung…- murmura mi nombre e intempestivamente se levanta


conmigo encima y me tira contra la mesa de reuniones, sobre todos los
documentos. No sé en qué momento me arranca el resto de la ropa, pero
ahora estoy así, desnudo y con las piernas abiertas frente a él.

Siento su mirada y mi culo comienza a latir. Sus manos me abren más y


acarician todo a su paso. Sus dedos recorren desde mis pies hasta mi
abdomen, pasan por mi trasero, mi miembro, mis muslos…tocan todo. Un
poco se saliva cae de mi boca, la que Jungkook no tarda en agacharse para
recoger con su lengua. Baja hacia mis axilas y se detiene a lamer ahí. A
Jungkook le encanta el sabor de mi piel sudada. Dice que mi sudor es
como la sangre, salada y ácida.

El Rey de los demonios del Norte inicia entonces otro recorrido con su
lengua por todo mi cuerpo, deteniéndose en cada lugar posible. Cuando
llega a mi vientre me muerde.

- Ahhhhhhh - grito sin contenerme. Puedo sentir como absorbe un poco


de sangre desde ese pequeño pliego en mi abdomen. Un puto rollito por
todos los dulces que Namjoon y Seokjin me traen todo el tiempo. Siempre
me ha parecido gracioso como de todo mi cuerpo es esa imperfección la
que Jungkook más ama.

- Mío…Eres mío Taehyung…- me dice. Quiero responderle, pero antes de


poder hacerlo se ha metido todo mi pene en su boca. Ya no hago más que
gritar y estremecerme. Mi piel ya está perlada por sudor y la mirada de
Jungkook, aun con mi miembro en su boca, no me advierte buenas
intenciones - sujeta tus piernas - me exige. Con mis manos sujeto por
debajo de mis rodillas y con las piernas flexionadas dejándome totalmente
expuesto ante él.

Su lengua lame desde mis testículos hasta el final de mi raja y mi cuerpo


convulsiona de placer. La lengua de mi amado Jungkook es gloriosa y se
mete con presión en mí. Sin evitarlo un poco de semen del sexo de esta
mañana se escapa y Jungkook no hace nada más que tomarlo todo. Su
toque se ha vuelto duro y empuja su rostro tan fuerte contra mi trasero
que, si sus manos no estuviesen sujetando mis nalgas, ya me hubiera caído
de la mesa. Mi culo late con cada lamida y mi miembro, pese a no ser
tocado ya comienza a expulsar un poco de semen.

- Ahh Jungkook …por favor no pares…no pares…- logro decir entre


jadeos.

Y de repente lo hace. La mordida en mi culo me nubla y la sensación de


tener esos colmillos enterrados ligeramente dentro de mí me hace perder
momentáneamente la consciencia. Sé que me estoy corriendo, pero ningún
sonido sale de mi boca. Me he quedado mirando hacia arriba con la boca
abierta, arqueado y expulsando extensos chorros de semen sobre
Jungkook y sobre mí. Lo siento separarse lentamente de mí, pero mi
cuerpo sigue temblando y sacudiéndose. No lo puedo ver, pero sé que está
sonriendo.

Me arrastra hacia abajo y me toma desnudo entre sus brazos para volverme
a sentar sobre él. Me besa cariñosamente y me acaricia suavemente. Nos
besamos con calma, transmitiendo todos los sentimientos.

- Te amo Jungkook - le digo contra sus labios. Aunque amar es poco, lo


que yo siento por él es devoción, admiración, amor, protección…son tantos
los sentimientos que una palabra nunca es suficiente.

- Te amo Taehyung - me responde aspirando contra mi mejilla,


abrazándome con fuerza - nunca te vayas de mi lado - me pide. Y ahí lo
veo, el demonio del cuál estoy completamente enamorado. Jungkook es
fuerte, posiblemente es el demonio más fuerte de toda la alianza, pero
cuando estamos así…juntos, sin que nadie lo vea, Jungkook se permite
romper un poquito. Deja de lado todos esos años de duro entrenamiento,
de golpes, de siempre mantener sus sentimientos a raya para mostrarse
ante mí como realmente es: un demonio con sentimientos humanos, con
algunas inseguridades y miedos. Y yo no hago más que aceptarlo y amarlo
aún más.

- Jamás - le respondo subiendo los brazos y dejando su rostro en mi


pecho. Beso su oscuro cabello - soy tuyo Jungkook, mi vida es tuya - y no
puedo evitar derramar una lágrima ante el desbordamiento de sentimientos
que me embargan. ¡Con 17 años no debería portarme como un niño, pero
en los brazos de Jungkook puedo ser lo que quiera - ahhh! - exclamo
sorprendido y con su fuerza descomunal se levanta llevándome con él y
deja que enrolle mis piernas en su cintura. Estoy completamente desnudo,
pero no me importa.
Sabes que no hemos terminado no? - me dice con la ceja arqueada. Con
una sola mano me sostiene y con la otra abre la puerta para salir de la gran
sala. No hay nadie en los pasillos porque todos saben que cuando nos
quedamos solos esto suele ocurrir. Y nadie se atrevería a mirarme con
malos ojos.

Soy un humano criado por demonios. Soy la persona más preciada por los
demonios más fuertes de la alianza y el favorito del Rey del Norte. Y no
permitiré que nadie me lo robe. Ningún rebelde, ni humano ni demonio.
Como aquella vez hace 3 años.

Dejarme secuestrar fue fácil, ya había escuchado que unos humanos


rebeldes buscaban pruebas contra el reino para derrocar al Rey tratando de
romper la alianza. Y sabía en lo que Jungkook se transformaría cuando no
estuviera cerca. Hoy parece que hay una nueva amenaza.

Mi Jungkook, yo te protegeré contra todos.

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