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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE NICARAGUA

UNAN – LEÓN

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

COMPONENTE:
Género y Poder
DOCENTE:
Msc. Tania Vaca
TEMA:
Relación de Género como sustrato de
relaciones de poder.
PRESENTADO POR:
RELACIONES DE GÉNERO COMO
❖ Lilliana Cristina Anderson L.andaverde.
SUSTRATO DE RELACIONES DE
PODER

León, 25 de marzo del 2023

¡A LA LIBERTAD POR LA UNIVERSIDAD!


RELACIONES DE GÉNERO COMO SUSTRATO DE RELACIONES DE PODER.

El poder está determinado por las relaciones interpersonales, por tanto, hombres y
mujeres tienen poder.

Sin embargo, el poder en el


sistema de las mujeres se ve
disminuido por la cultura y los
valores sociales, lo cual
provoca desigualdad e
inequidad que afecta
directamente su salud
mental, al punto de que
disminuye su participación y
empoderamiento social.

El término de poder y el uso de este, ha tenido un gran significado en el desarrollo de las


sociedades, para bien o para mal, ha sido protagonista indirecto en la historia
del hombre, tanto en los grandes avances, por ejemplo, a nivel intelectual y artístico
como en el renacimiento

El poder constituye un medio de interacción social en el que la mayoría de las veces se


han generado desigualdades de diversas índoles. En tal sentido, ser hombre o mujer
ha estado revestido de este matiz de relaciones de poder, dentro de las cuales las
mujeres han sido el colectivo más afectado, y por ende, las profesiones
conformadas en su mayoría por éstas también han sufrido el impacto del poder
patriarcal.
1. ¿Qué es género?

Hablar hoy de problemática de género, de enfoques de género, de perspectiva de género,


etc., resulta algo cada vez más frecuente tanto entre los movimientos de mujeres o
feministas como en algunas ramas de la investigación sociológica. Sin embargo,
pese a lo trabajado del concepto en el ámbito de especialistas, comprender
claramente qué se quiere decir con género y cuál es su diferencia con sexo, resulta
aún difícil para la mayoría de las mujeres y los hombres de nuestro medio. Se hace
necesario explicar su contenido y alcances mucho más, esclarecer su importancia
para la democratización de las relaciones entre géneros y de toda la sociedad.

Lo más usual es interpretar sexo y género como sinónimos, sobre todo en las culturas
como las hispánicas o de origen hispánico, en las cuales, desde el lenguaje -y esto
es de por sí importante de tener en cuenta-, el "género" femenino corresponde al
sexo femenino, a la hembra, a la mujer, y el "género" masculino al sexo masculino,
al macho, al varón. La fuerza de la costumbre hace ver, desde el lenguaje, al género
como naturalmente igual al sexo y, con ello también a sus diferentes roles sociales.
Sin embargo, diferenciar sexo y género es muy importante tanto para la lucha
femenina como para un replanteo serio y consecuente del poder desde la
perspectiva de su transformación democrático-popular, que busca la eliminación de
las asimetrías sociales sobre la base de la equidad en lo económico, lo político, lo
social, lo cultural, entre las clases, las etnias, y las relaciones entre los sexos.

De un modo sintético puede decirse que: "El género es la forma social que adopta cada
sexo, toda vez que se le adjudican connotaciones específicas de valores, funciones
y normas, o lo que se llama también, no muy felizmente, roles sociales." No está
vinculado a lo biológico, sino a lo cultural, a lo social. Eliminar la discriminación de
género implica poder lograr, primero, que en el conjunto del propio movimiento de
mujeres o de las mujeres que estamos activas, tengamos claro que ello está
determinando los roles que la sociedad nos dio a varones y mujeres.

La creación histórico-cultural social de estereotipos de género desde la concepción


patriarcal machista, sobre la cual se define la identidad (el ser) de cada sexo, hace
que las características y diferenciaciones de cada sexo (lo biológico) contengan una
alta asimetría discriminatoria en perjuicio de las mujeres. Por ejemplo, los
estereotipos según los cuales ser mujer se confunde con tener sensibilidad y
ternura, con la emoción, la pasividad, la sumisión, la intuición, y con lo irracional
subjetivo y misterioso (no explicable racionalmente).Correlativamente, ser hombre
se identifica con tener valor, fuerza y poder, y esto con lo racional, con la capacidad
para actuar fría y decididamente, etc. Se pueden sumar muchos adjetivos a cada
uno, según los países y los momentos histórico-concretos de que se hable, pero lo
que trato de resaltar aquí es que estos adjetivos que definen identidades y
capacidades de cada sexo, resumen y expresan la base socio-cultural de las
asimetrías en las relaciones entre los sexos sobre las que se asienta la
subordinación jerárquica de la mujer al hombre.

2. Concepto y perspectivas de género

2.1 género: La concepción de género resulta enriquecedora de la concepción del poder


porque la esclarece tanto en el sentido de su deconstrucción como en su
transformación-reconstrucción y, por ello, enriquece también la noción, significación
y alcance de la propuesta y la práctica de construcción de poder desde abajo, como
camino hoy de oposición al actual (viejo) poder y construcción del nuevo. La
enriquece porque esclarece elementos de la cultura de dominación y los
mecanismos y vías por las que se ejerce la subordinación discriminante de las
mujeres en cada sociedad, y porque avanza algunos elementos cuya incorporación
es necesaria para realizar un proceso de construcción de poder realmente
democratizador desde abajo y desde la vida cotidiana, específicamente, buscando
transformar articulada y simultáneamente las relaciones sociales de opresión y
explotación y las relaciones hombre-mujer desde el interior de la familia, en el barrio,
en el trabajo, en la organización vecinal o sindical, en el partido, en el movimiento
de mujeres, etc. Y este es uno de los principales aportes del enfoque de género a
la política: su redimensionamiento de la política, de lo político y del poder.

Al analizar "de esta forma [enfoque de género] la opresión de la mujer, lo que había sido
mantenido como privado se hace político, y al hacerlo impacta a la sociedad en dos
niveles: por un lado, porque pone nuevos temas en el debate y evidencia su
contenido político, y por otro, porque politiza lo privado y devela que dentro de las
relaciones personales encubiertas y justificadas por amor, afecto y entrega hay
relaciones terribles de poder entre los sexos."

Si algo demuestra el enfoque de género es que, precisamente, los límites entre el mundo
público y el privado son culturales, creados uno según las necesidades del otro, y
que no va ha haber una verdadera democratización del mundo público si se
mantienen intactas las relaciones hombre-mujer en el mundo privado, y si se
mantiene, en general, la subordinación de lo privado por lo público. Porque:

-"La democracia sólo para hombres es tan bárbara y tan incompleta como lo fue la
democracia griega, basada en la igualdad de derechos entre los miembros de una
pequeña aristocracia, y en la ausencia completa de derechos para las grandes
masas populares.

El enfoque de género resulta enriquecedor de los procesos de transformación social, por


sustentar y proponer una profundización inexcusable de la democracia (en la
práctica y en su contenido político-social), más allá de los linderos de la política
estatal o en torno el Estado, porque lleva (plantea, propone, extiende) la democracia
(y, con ella, lo político y el poder) al nivel de las relaciones personales fuera y dentro
del hogar

2.2 sexo: El sexo se refiere al sexo biológico de la persona. Según la OMS, el "sexo" hace
referencia a las características biológicas y fisiológicas que definen a hombres y
mujeres, mientras que el "género" se refiere a los roles, conductas, actividades y
atributos construidos socialmente que una cultura determinada considera
apropiados para hombres y mujeres. De acuerdo con esta descripción, la OMS
considera que "hombre" y "mujer" son categorías de sexo, mientras que "masculino"
y "femenino" son categorías de género.

El concepto sexo refiere a las características biológicas, anatómicas, fisiológicas y


cromosómicas de la especie humana, sobre todo relacionadas a funciones de la
procreación. Se suele diferenciar entre el sexo de mujer y hombre con sus
características sexuales: las primarias, es decir órganos genitales externos
(testículos, pene, escroto) e internos (ovarios, trompas de Falopio, útero, vagina); y
las secundarias, por ejemplo, vello facial y hombros más amplios en los hombres,
así como glándulas mamarias y caderas más predominantes, en mujeres.

2.3 poder: habilidad o capacidad de hacer que una determinada acción ocurra. Las
personas poderosas son las que deciden que algo ocurra o no, que deciden hacer
las cosas posibles y para ello deben contar con las capacidades necesarias, ya sean
de tipo económico, social, político, intelectual, entre otros. tipos de pode:

• El coercitivo, donde por medio de amenaza o coacción se ejerce el control,


pudiendo usar medios físicos, sociales, económicos o emocionales.

• El de recompensa: que ofrece un premio a aquellos individuos que acaten


sus designios, estas recompensas pueden ser tanto positivas como
negativas.

• Legítimo: Es de orden formal, que ejerce una jerarquía en nuestra sociedad,


es un puesto de autoridad designado por el estado.

• De referencia: aquel poder que se obtiene con base en nuestro conocidos o


grupos sociales que se frecuentan, el caso más sencillo de exponer, es el
poder que adquieren los individuos que tienen cercanía con alguien que
ejerce un cargo en el Estado.

• Experto: aquel poder que se ejerce en base al conocimiento, en las


credenciales profesionales o la experiencia.

• Informativo: es el que tiene un actor social sobre la información que tiene y


ofrece al público, pudiendo modificar el pensar de las personas con base
en esa información suministrada.
Estos tipos de poderes son los relacionados a los individuos de una manera más
directa; sin embargo, también tenemos los poderes políticos y militares.

3. Perspectivas de género.

Concepto: la perspectiva de género se refiere a la metodología y los mecanismos que


permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión
de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas
entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para
actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio De permitan
avanzar en la construcción de la igualdad de género.

¿Qué es la perspectiva de género?

La palabra perspectiva hace referencia


a una forma de ver o analizar una
determinada situación o de tener un
punto de vista. Es decir, se trata de
analizar la forma en la que la sociedad
entiende que deben comportarse los
sexos. Por ejemplo, se asocia el hecho
de que la mujer deba ocuparse de la
familia mientras el hombre trabaja y
esto se traduce en desigualdades
sociales como las que hemos visto en
el apartado anterior.

La perspectiva de género, por lo


tanto, permite analizar la forma en la
que se crean y perduran sistemas
sociales a partir de un determinado
punto de vista del sexo, el género y la
orientación sexual.

Los elementos fundamentales para entender la perspectiva de género son los


siguientes:

• Reconocimiento de que la forma de ver el género puede ser diferente


dependiendo de las sociedades y de las épocas.
• Análisis relativo a que el género nos atribuye, socialmente, unas determinadas
características.
• Existencia de una desigualdad entre lo femenino y lo masculino, de forma que
predomina lo masculino.
• Influencia del género en muchos ámbitos como la economía, el trabajo, la
educación, las relaciones entre hombres y mujeres, etc.
• La idea de que el género se ve influido por otros elementos como la edad o el
estado civil.
• La base de la perspectiva de género es la búsqueda de la igualdad para evitar
situaciones de marginación, violencia e injusticia.

4. Escriba los factores que atribuyen a la discriminación de la mujer.

La discriminación de la mujer en los países desarrollados se ha reducido a pasos


agigantados durante los últimos cien años: el derecho a voto, el acceso a trabajos
que estaban reservados a los hombres, la conquista de la educación universitaria
son, entre otros, algunos ejemplos de ello.

Sin ninguna duda hemos avanzado, pero hoy día todavía es posible identificar pequeñas
discriminaciones cotidianas de las que muchas veces no somos del todo
conscientes y que consisten básicamente en la asignación de roles y estereotipos
de género que perpetúan la desigualdad.

Algunas causas de la discriminación de la mujer.

¿A qué se debe que la discriminación de la mujer persista hoy? Básicamente enraíza con
la división sexual del trabajo que de forma tradicional se ha aplicado en
prácticamente todos los países. Veamos algunas características de esa división:

• Los hombres trabajaban fuera de casa y ganaban dinero para mantener


a la familia, mientras que las mujeres se dedicaban a las tareas
domésticas y al cuidado de los hijos e hijas o a actividades económicas
menores alineadas con el papel de cuidadora.
• Eran los hombres quienes gozaban del acceso a la educación y al
conocimiento. La mujer, por su parte, quedaba excluida por no tener
ese mismo bagaje. El poder que los hombres ostentaban no solo se
manifestaba a nivel colectivo, sino también en el núcleo familiar, el cual
se veía potenciado por la dependencia económica de la mujer.
• A raíz de este punto es que nacen las reivindicaciones feministas para
la liberación femenina, la lucha por el acceso a la educación, la igualdad
laboral, entre otras que nos han permitido avanzar hacia una mayor
igualdad de género.

Otras causas:

• Celos y competencia entre mujeres: Esta se da de formas muy duras, y desde la


vida cotidiana hasta los máximos niveles que nosotras nos podamos imaginar. Hay
espacios de poder que llevan a disputas entre mujeres, donde la competencia suele
ser en ocasiones, muy fuerte. Por ejemplo, la lucha por el espacio de poder en el
barrio, la competencia por el mismo hombre, que se da a veces en el seno de la
misma casa o con una vecina, o con una amiga en el lugar de trabajo; la
competencia a través de la belleza, del físico, de la edad; y la competencia entre las
intelectuales, por el saber (que es poder), por sobresalir, por ser la única, la mejor,
etc. Todo esto obliga a las mujeres a correr también según la dinámica del mercado,
para estar entre los ganadores y no entre los perdedores.
• La discriminación de iure, mediante disposiciones discriminatorias, como las leyes
o políticas que imponen restricciones, conceden preferencia o distinguen a
determinados grupos, por ejemplo, prohibiendo a las mujeres conducir, poseer
tierras o heredar bienes.
• Trabajos socialmente menos valorados.
• Autominusvaloración.
• Ignorancia de los emperadores.
• Peores empleos y a tiempo parcial.
• Formación y desarrollo del personal.

La discriminación hacia las mujeres no es aislada ni fortuita, sucede diariamente en


todos los ámbitos y se refleja en patrones de trato desiguales, discriminatorios,
generalizados y masivos.

Como vemos, todavía mantenemos ciertos esquemas mentales que se


corresponden con una concepción social que mantiene la discriminación de la
mujer y hace que no consigamos alcanzar una igualdad plena.
Bibliografía

❖ RAUBER, Isabel, “Género y Poder”, edición especial parte 1, 2003.


❖ J Butler, El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad.
Barcelona: Editorial Paidós, 2007.

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