1. Alimentación rica en frutas, verduras, legumbres y
cereales integrales. 2. Evitar azúcar, harinas refinadas, refrescos y dulces. 3. Reducir el consumo de sal. 4. Cuidar nuestro descanso y evitar el estrés. 5. Hidratarnos adecuadamente. 6. Comer despacio, la digestión empieza en la boca.