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Tema 11
Tema 11
11.3. Derivación de los pacientes Con el paso de los años las arteterapias están ocupando un
lugar más determinante en el bienestar de la gente. Cada vez son más los psicólogos, los médicos, los
educadores y los terapeutas que demandan nuestra colaboración. Las evidencias científicas cada año
son más relevantes y determinantes en cuanto a la validez de los tratamientos musicoterapéuticos.
Son precisamente estos profesionales de la salud los que con más asiduidad recomiendan a sus
pacientes asistir a sesiones de musicoterapia. Cuando nos llega un paciente derivado de otro
profesional hemos de realizar una evaluación antes de comenzar. Cuando se trabaja en equipo, cada
uno de los miembros debe completar una parte de la evaluación conforme a su especialidad. Todos
los profesionales han de remar en la misma dirección compartiendo objetivos, observaciones,
técnicas, evaluaciones y metodologías. La visión de conjunto y la actuación compartida es la que puede
retornar a las personas a la senda de la salud.
11.4. Documentación y planificación Además de los informes que provengan de los otros
profesionales, hemos de realizar nuestra propia evaluación para contrastar y corroborar las
informaciones que a nivel de comportamiento, cognición, interacción, actitud, musicalidad y
predisposición nos lleguen.
Hemos de hacernos conscientes de que no todas las personas pueden responder de forma adecuada
a la musicoterapia y que nuestro abordaje terapéutico no es infalible. La planificación nos va servir
para determinar el punto en el que nos encontramos y la meta a la que nos queremos dirigir.
Habilidades Terapéuticas
11.5. Desarrollo de objetivos El destino que determinemos debe anticipar el resultado deseado
en el tratamiento. Existen varias aproximaciones al diagnóstico dependiendo de los objetivos del
terapeuta. Aun partiendo de la premisa de que el musicoterapeuta no puede hacer un diagnóstico, sí
puede realizar un conjunto de actividades y acciones que sean determinantes para el diseño de sus
objetivos. Hay que tener en cuenta que el objetivo a largo plazo tiene un carácter subjetivo dado que
es una meta muy general y distante. Los objetivos a largo plazo deben ser pocos y no los evaluaremos
prácticamente hasta el final del proceso. Los objetivos a corto plazo, al tratarse de submetas, serán
más numerosos y prácticamente se evaluarán día a día.
11.6. Cierre del proceso Llegaremos al final de nuestro camino terapéutico cuando hayamos dado
por alcanzada las metas a largo plazo. Este tiempo final estará destinado a realizar ajustes, a evaluar
los avances, a preparar a la persona para la despedida, poniendo de relieve todas las metas superadas
durante el tiempo de trabajo. La despedida debe ser elaborada y cuidada para tratar de evitar que se
causen daños emocionales que puedan revertir todo el proceso.
B. El terapeuta reúne tanta información como sea posible acerca del cliente y luego trata de crear una descripción holística
sintetizando la información
A. Es un trabajo elaborado durante las dos o tres últimas sesiones para cerciorarnos de que el cliente dejará el trabajo en las
mejores condiciones terapéuticas.
B. Hemos de conocer el historial clínico del cliente y además estudiar casos similares en la literatura científica.
C. Debe desarrollar una atención global a los múltiples aspectos del proceso terapéutico.
B. Una hoja de registro que analice la consecución de objetivos y el tipo de participación del cliente durante la sesión y los
temas usados.