Está en la página 1de 28
INTRODUCCION A LA CRIMINOLOGIA ALFONSO SERRANO MA{LLO 6." EDICION DYKINSON 2009 476 INTRODUCCION A LA CRIMING se contrapone a la idea, mas less, incluso en un caso cor les y materiales y una organi: 1, de que los accidentes son normales & je laNASA que cuenta con unos medios ion de dificil parangén a dia de hoy. CAPITULO 10 CRIMINOLOGIA RADICAL. CRIMINOLOGIA FEMINISTA. CRIMINOLOGIA POSTMODERNA 1986: 120 y 148. " Perrow, 1999: 356-357 y 398; Vaughan, 1996: 75. CRIMINOLOG{A RADICAL teristicas generales Criminologéa radical tiene, por supuesto, una enorme influencia de Marx y ‘Las referencias al delito que pueden encontrarse en la obra de estos autores of nds bien escasas y fragmentarias!. Engels, a modo de ejemplo, afirma lo Mel estado moderna [...) no es mas que la organizacién que se da la socie- Maucsa para sostener las condiciones generales externas del modo de produc Piast contra ataques de los trabajaddoreso de ls captalistasindividusless. Tos origenes hist6ricos de la Criminologia radical suelen ubicarse, mas préxl- ven los inicios del siglo veinte, en el trabajo del holandés Bonger. ye sada influencia marxista, considera que el capitalismo se encuentra en la iia delincuencia porque promueve el egofsmo, lo cual a su ver Teva a que las “as iendan a llevar a cabo actos en beneficio propio y, en su caso, a delinguir Mbién advierte ya de que son las conductas delietivas de los menos poderosos las Tienden a perseguirse, y raramente las de los poderosos’. A nuestro juicio, tam: etd de mis afiadir que Bonger sigue una orientacion positiva, Hasta finales de anos sesenta y primeros setenta, las orientaciones radicales fueron en Crimino- aisladas y poco influyentes’. {La propia Criminologia radical es marcadamente heterogénea’, juye entre otros movimientos —los cuales tampoco son unifor- 1 Vid. en general Greenberg, 1993: 17-20 y 38-43; Hirst, [1975]: 269-286, cones: sales referencias al umpenproletarado y a as clases peligrosas:Lmch y Stetesky, Begt 273-274; Taylor eta [1975a}: 26-238; los mismos, [1975D} 72-88 2 Engels, (18941: 188. + Bonger, 1916: 381-398, 401 y 405 sobre todo. 4 Bonger, 1916: 379-381. + Conarall'y Hicks, 1993: 506-508; Lynch, 1997: xix; Schwendinger etal, 2002: 141-56. Ast, por ejemplo, a menudo se ubica a Selin en esta orientacién (1). Este au ‘oy sin erpbargo, tenia que decir lo siguiente al respecto: «Nunca me he visto como 1 srimindloge radicale, «Creo que (la Criminologia radical] es un desarrollo inte. pi shte, pero hasta ahora ro veo ninguna evidencia de investigacién alguna que se raya hecho por los nuevos ideélogos [..] Hasta ahora me parece que ha sido princi: palmente propaganda yfilosofia, apud Laub, 1983a: 176-17 (énfasis nadie). (1). Paternoster y Bachman, 2001: 256. + Cardarelli y Hicks, 1993: 522-523; Greenberg, 1993: 5, INTRODUCCION A LA CRIMINOLOG mes— la Criminologia del conflicto, la llamada nueva Criminol la Criminologfa radical propiamente dicha, la de la pacificacion, el lismo de izquierdas o la Criminologia verde. Ademiés, existen inti vinculos entre la Criminologia radical y la Criminologia feminist postmoderna, e incluso algunos enfoques del etiquetamiento, P esta heterogeneidad, es posible identificar, nuestro juicio, una de rasgos minimos comunes, a saber. a) Una concepcién conflictual de la sociedad y el Derech Las sociedades no se caracterizan por compartir una serie de valor generalizados ni por la biisqueda del bien comin. Antes al contrat las sociedades han venido estando marcadas en st esencia por el p dominio de ciertos grupos —por ejemplo las clases sociales altas—qu han conseguido imponer sus intereses y sus valores. Fl Derecho en neral y el Derecho penal en concreto tienden a proteger los inter de estos grupos privilegiados. A la vez, las sociedades se caracteri por grandes desigualdades, las cuales se encuentran en la base n ma del delito. El andlisis de tales desigualdades y su relacién con delito se coloca en el centro de estos enfoques’. Conflicto y explot cién se dan también en dominios como el sexo 0 la raza, pero para es tas teorfas los que determinan la existencia de las personas son los qu se producen con motivo de los antagonismos entre clases sociales De la misma manera, se destaca la gravedad de los delitos de los p derosos y cémo éstos tienden a quedar impunes, al contrario que delitos que cometen los grupos mas desfavorecidos*. cio por eldelincuente. En este punto, eso sf, estos autores estén siguiendo ciertos clae ros precedentes del enfoque del etiquetamiento®. En efecto, no es s6lo que los sues tos a veces no vean otra salida que el delito debido a la opresiGn y limitacién de ‘oportunidades a que s¢ les expone, sino que son perjudicados por la sociedad y el Dee recho penal en concreto. Autores como Serrano Gémer hablan inchiso de tina view Lynch y Stretesky, 2001; 267-269, 273 y 281-282; Taylor et al, [1975a]: 188 y 284, * Lea, 2002: 188. "Bauman, 2000: 40-41; Lynch y Stretesky, 2001: 275-276; Ruggiero, 2000: 106- 140; Taylor etal, [1975b]: 53-57; Young, 1999: 41-43. Esta es una idea tambien im- Portante en la Vietimologta radical, puesto que en su nacimiento y naturaleza se en- cuenta la extensién del objeto de estudio de la disciplina a (las victimas de) los delitos de cuello blanco, los abusos instituctonales y, en general, el sufrimiento hus mano, Mawby y Walklate, 1994; 8 y 13. "Becker, 1967: 239; Matza, 1969: 15-17 y 24-37. fiNOLOGIA RADICAL. CRIMINOLOGIA FEMINISTA... aps Lien de los propios delincuentes por cl sistema”. Ov0sestdlosos, como es 7 Jesarllad la idea de que el delincuente comin es demon Hoe in monsrue yexclde de ascieiad® A mayor abundanen eo asusara le Cimivologia mayortatiacontemporanea, oben alu se ea de ser una vOriminolopia de a revanchas” 0 una eCeiminobogia intolerancia»"*. La Criminologia radical, eso si, no se confunde con Ja del con- le gr mas que evdentes puntos en coma ue comparten Una actitud critica ante la Criminologia tradicional oma- ritaria, No sélo se critican cuestiones concretas de las diversas teo- fscriminol6gicas tradicionales®, sino que se les imputa ocultar, me- el discurso sobre las causas del delito, su medicién, etc, las es desigualdades e injusticias que se esconden detras de nuestro de estudio; eso es, que com esta actitud se desvia la atencisn des Ho que es realmente relevante a lo secundario. Con ello se justi wrfa por la Criminologia mayoritaria un statu quo injuste i Laser incluyen también el positivismo y sus asunciones, o sea el in: ae smo de construir una ciencia siguiendo una perspectiva (cientifi- a) que habria sido superada o bien que no es asumible"*. © En todo lo anterior se encuentran, sin embargo, algunas paradojas. Las critica Bos radicales han alcanzado al propio enfoque de! etiquetamicnto, al que acusan otras cosas de no clarficar is fuentes del poder, por lo tanto, no denuneiar fajusto de las estructuras”. Contrariamente a lo que a veces se cree, en muc © Greenberg, 1983: $-8; Melassi, 2000: 149-150 y 165; Taylor et al.,{1975al:46- Seat acne usa sno 1 Sone ii, 903516823 Grebe 198 2,623 una no las las asunciones a que hace referencia son atribuibles al positivismo—; econtzca que el positivism, por ejemplo mediante el establecimiento dehechos Mawby y Walklate, 1994: 11. Otra aS ea eee ar carey woh toni Pe 7 -75; Schwendinger y Schwendinger, [1970]; 83-89 sobre todo. ro eee ebuloret a 97s) 16175181, 187.1889 252, Con ello en ee te ero ice na quieren cote cfoaues INTRODUCCION A LA CRIMI @LOGIA RADICAL. CRIMINOLOGIA FEMINISTA. 09 482 sos se astumen por parte de orientaciones radical Vira ocurre dheadinds Glens netfcanss lesa ees Cape aa os abusos que sufren en general y. por parte de los Sistemas de Admini bet sjusticie, La venezolana Aniyar de Castro ha sido una de las autoras més Hiintoa la también venezolana de origen espafol del Olmo y a Zaffaro- ¢) El capitalismo se encuentra en la base misma del pro de la delincus c: i os dentacién. ‘entender, iinolos yositiva, convencic se limit Siud delineuencia, El capitalismo conlleva serias desigualdad Fe crue lane naturaleza estructural y un origen econém ereatipa a las clases bajas como delincuentes, mientras que los actos da- de modo que se r oa eee a Ia investigacién de la economia politic Ma pritseros ~delitos de cuello Blanco y delitos (de color) cagui cometidos las elaciones de explotacion, y de cémo este entramado favo Heavies quedan impunes' El delito, por lo tanto, es algo elativo, que al isién de conductas delictivas’. : O yerciado facrtemente por los poderosos no coincide con los actos danosos En general, se interpreta que el ca sen fasestaditicas oficiales no son representativas®. La autora suglere Pree Sree cea 1 aaa Promueve el delito por la exploti far Ig forria en que operan las instancias de control social formal, aunque Gus imPone a muchos indviduos, Ruger, adems,anade que el capital soronal esto es que el Derecho penal se convierta en objeto de la Crim- favorecimiento del deito® nn tna con logue abre una segunda i aie troponiendo unos desarrollos te6ricos no alejados de 1a Nueva Criminolo- de influenea marxiana®; y con una fuerte vocacién social” Mee inflcncia critica ha llamado también la atencién sobre las importantes es racteristica es la propuesta de re Jee que caracterizan América Latina yi ello no determinaria o justificaria rome tarestas lesen seiarioet ae profundidad de las aoaas de cna Criminologia propia de aquella parte hermana del globo, Anivar tructuras de las sociedades contempordncas,en el bien enten Bene anifestado que las tcorias no tienen nacionalidad, pero ha apoyado aaa las desigualdades conllevaré una disminucig sr iniva" Martinez S&nchez ha contestado que el delito es un problema real, de los delitos que sulre una comunidad”. Esta perspectiva de aan los motivo del éxito de la Criminologta critica —a la que reconoce, nci6n es sobre todo econémica. Vold y sus colegas indican que pst una ceria unidad-— en América Lating os Ia ausencia de una Crim ologia 4) Como consecuencia al menos en parte de lo anterior, ot ler i ue, riminc fa latinoamericana”. eo la denominacion radical proviene de que proponen it alae a ee aa ues ‘as posbilt roblema del del ” i jn América Latina, sin embargo, se vienen pro 10 asimismo las posibili- ito, y que entonces se hace imprescindible ee cmailoga oustiels, mt Se eel abe ls toc troduci Beare pea aetna ator fica es que quieren aplicarse™. En general se reconoce que es importante el La Criminologia radical encuentra en la praxis uno de sus puntos de refer fe de la reacci6n social”; mientras que la Criminologia erftica ha sido asimis- — pare ae evar a la practica hallazgos o teorias pr investigacién y construceién te mn eee ae rica por un lado como incidencia g i pdctca por otro son concebos como una misma cos la unidad de lator M8 Aniyar de Castro, 1981: 33-48; 1a misma, 1992: 197-203, 209-215 y 223-231 ne -omo enecesaria para crear una sociedad mas humana e igualit Sobre la Historia de la Criminologia en América Latina, Alves, 1986: 117-119; Gon- En América Lath eiles Berendique, 1998a: 175-227; del Pont, 1992: 85-103 nots Amgen Latina he tenido una enorme influencia la Criminologt eric © 2 Aniyar de Castro, 1992: 223. © Sus movimiento més significativos se construy6 influ¢ a 3 Aniyar de Castro, 1977: 57-60 y 89; la misma, 1981: 14-15; la misma, 1992: Teoogia de la iberaion, tratando de lamar atencion sobrelacnecrecetee nite set ; m sobre las necesidades de 165, » “Antyarde Castro, 1977: 23-25, 66-69 y 76-86. %0 Aniyar de Castro, 197: 155-172; la misma, 1992: 215-223. wer S90, 259262; sobre el también influyente abolicionismo, vid. Perez Serrano Maillo, 2003: 223-224 , 2003: y 229-231, r 262 aes Sy a ore ee a Ping, 198: 25-240 eo; i simiso, econciend en generale * Cardareliy Hicks, 1993: 551-553; Lynch, 1997: . cificidades, pero no todos compartiendo la conclusion, Birkbeck, 1992: 121-1 281-282; Taylor et al, [1975a]: 297-298, } 1997: xvitl; Lynch y Stretesky, 2001: Birkbeck y Martinez Rincones, 1992: 399.409; David, 1979: 148-150; Carranza, 1992: 5 Wold eta, 2002: 249 aunque caben oirs interpre ; 151-169; Elbert, 1999: passin, 305-330 en especial; Garcia Vitor, 1984 Uh cinine ae : Deait west cearaee See rae Sanchez, 1990: 67,20-26, 44y 46; sobre los motives del nacimiento ie Cimoclogin taal anes seas ee nee det dela Crimino osfaextica, vid. Pérez Pinz6n, 2001: 139-121 caracteisaa por la bsgueda de una Criminologia mic humartens S20. Wren pe Birkbeck, 1992; 125-126; Langén, 1991: 9 y passin. mismo Mawby y Walklate, 1994: 21. jogla més humanistica, 520. Vid. asi o Binibes armubla, 1988: 29 y 32-44; el mismo, 1994: 37-60, y 174-178 con im- portantes erfticas ala Escuela positva italiana 484 INTRODUCCION A LA CRIMINOL tno censurada™. En el plano teérico positvo, las teorias anglosajonas ha el tuna eierta influencia, igual que en el control det delito”; pero en general hag,

También podría gustarte