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Capitulo 1 6 Samuel Barnett (1851-193 6) =. Henrietta Barnett (1844-1913) Otros grandes personajes que brillaron con luz propia en los origenes del Trabajo Social son los esposos Barnett (Samuel y Henrietta), ‘Su més importante contribucién a él fue la creacién del llamado “Settlement omen’ a con la fundacién en 1884 del pri- mer ‘‘etlement” e (en Whitechapel, en pleno “East End” de Londres), de la qu 2. a. Y, en lugar de descorazo- narse o darse por vencido, como pastor, Samuel Barnett, cuyos méritos reconoceria en su dia su Iglesia, haciéndole candnigo de Westminster (y de ahi que sea general- mente conocido como el Cannon Barnett), que, andan- “Community Organization” ‘Acste ‘iettlement le puso por nombre “Toynbee Hall’ do de Atnéld Toynbee, cio del famoso historiador del mismo nombre, y pese a haber muerto en plena juventud, locales contiguos a los parroquiales, conté con habitaciones para 16 residentes, una clase para 300 alumnos, comedor y dos salones. ; La fundacién del “Taynbee Hall” hizo posible que, con un espiritu social y un jercicio de la solidaridad sencillamente increfbles en nuestra época (que, sin embar- 0, pasa por ser la de la solidaridad y los derechos humanos), y respondiendo al Ila- mamiento de Samuel Barnett, brillantes universitarios ingleses coronaran sus carre- 136 | Titulo IV: Los fundadores ras, yéndose con su flamante titulo bajo el brazo, no a abrirse camino en la politica, en los negocios o en las més prometedoras profesiones, ni a labrarse un porveni que les granjeara el dia de mafiana fama, poder y dinero REESE sn gr i materialmente, pero, sobre todo, cultural y moralmen Pronto el ejemplo del “Toynbee Hall” fue imitado por otros muchos ‘‘ettlements’ erigidos, primero en otros lugares del “East End” de Londres, y, poco después, en otras ciudades. A él se unieron, en pocos afios, la “Oxford House” de Bethnal Green, el “Women’s University Setelement” de Southwark, la “Mansfield House” de Canning Town, el “Bermondsey Settlement”, fundado por J. Scott Lidgett, y la “Newman House” Cuando, en 1903, Charles Booth dirigié sus portentosas dotes de investigador a los “terslements’, se encontré con que s6lo en Londres habia alrededor de una doce- na, cuatro de ellos en edificios especiales, equipados con salones de lectura, clases, salas de reuniones y gimnasios, asi como habitaciones para residentes, y con que cum. plfan su funcién de “club residencial con un propésito” (“residential club with a pur- ese’), que no era otro que el mejoramiento social, moral o religioso del vecindario en el que estaban establecidos!. De inspiracién fundamentalmente religiosa, algunos tuvieron un confesado pro- Pésito cristiano, otros fueron primordialmente educativos, pero todos coincidieron en el designio de elevar el tono moral de la zona en que estaban situados, Hubo en el “Settlement Movement’, especialmente en Inglaterra, un toque de mise ticismo a lo San Francisco de Asis: la pobreza era considerada como una virtud en sf ‘misma y, si era voluntariamente asumida, desparramaba una influencia ennoblece- dora sobre los efectivamente pobres. Esta conviccién llevé en encaminados a juntar alos ti de aquellos con éstos. El nombre escogido para el primer “iettlement” evidencia que otra linea de pen- Samvento duc contribuyé al “Settlement Movement” fue la escuela econdmica liberal ‘Aepold Toynbee fue “eeturer”y “tutor” en la Universidad de Oxford, y vivid “en Pane acion alquilada medio amueblada, lo mds que pudo come los trabajadores, haciendose sbi de Sus clubs, discutiendo con ellos (a veces en una atmésfera sky, m i iri Ia naturalezay de Dante a! desepie) cosas materiales y espirituales las leyes de Homb: i i eee nella 8 fue quien acufié en sus conferencias sobre economia la Para describir el ic i duccidn industrial en la tranei ir Cl cambio radical que habia suftido la pro- fabriles. icién operada desde los Procesos manufactureros a los pleno siglo XIX a la realizaci6n de una serie de esfuerzos icos y capaces con los desheredados, y a la identificacién Copitulo 16: Somuel Barnett (1851-1936) y Henrietta Barnett (1844-1913) | 137 Arnold Toynbee pasé la mayor parte de su corta vida en Oxford, donde, ade- mas de poseer el raro don de abrir las jovenes mentes de sus discipulos, encarné muchos de los ideales y de las limitaciones que se autoimpuso el nuevo movimiento. Desempefiando una parte activa en las causas religiosas y sociales de su tiempo, fue, simulténea 0 sucesivamente, miembro dela Junta de Gobierno de la Universidad, “Guardian” del Derecho de Pobres, cooperador y reformador de su Iglesia, y miem- bro activo © pasivo en mutualidades, sindicatos y cuantos movimientos se propusie- ron promover mejores viviendas, espacios libres, bibliotecas gratuitas y el socialismo ‘municipal. Pero, aunque pudo haber flirteado con los movimientos izquierdistas de su tiem- po, st filosofia social tuvo muchos més puntos en comtin con la invitacién de Andrew Carnegie a sus colegas millonarios, para que se convirtieran en “meros depositarios y agentes para sus hermanos més pobres” (“the mere trustee and agents for his poorer brethren’)? que con el Manifiesto Comunista de 1848. ‘Toynbee, al igual que Barnett y sus discipulos, estaba interesado en la armonia social, no en la igualdad econémica. Y como Barnett, que acepté un socialismo “prac- ticable” (el cual pensé que podria ponerse en marcha sin revolucién, sin redistribu- cidn de la renta, sin aumento de los impuestos y sin partidos politicos )*, Toynbee ro previd ningiin cambio en la estructura social Crefa que era porque habia estado gobernando en Inglaterra la aristocracia, por Jo que “hemos tenido un gran programa socialist llevado ala préctica” “we have had a great Socialist programme carried out"); por esta raz6n, era seguro confiat en que los capitalists “utilicen su tiqueza... como un gran depésico nacional y no para propé- sits egoistas” ("to use their wealth. asa great national trust and not for selfish purpo- 46), "No dudamos ~concluia~ en unir la defensa de la reforma social con una lla~ mada a as diversas clases que componen la sociedad, para que cumplan aquellos deberes sin los cuales toda reforma social tiene que ser meramente ilusoria” (“We do not hesitate to unite the advocacy of social reform with an appeal to the various classes tubo compose society to perform those duties without which al social reform must be merely delusive’)>, A lo més, pues, a que apuntaban todos ar la lucha de clases, pero no a trocar el orde sonalidad de Toynbee ejercé una poderosa influcncia en los hombres de Oxford, Samuel A. Barnete entre ellos, quien dio buena prueba de tal influjo, bautizando el primer Settlement” con el nombre de su malogrado amigo, cuya temprana muerte, alla edad de 31 afios, fue tremendamente sentida, Eshoy obvig qu los etemenu desempefiaon un importante papel en los movi- mientos de reforisn social de su tiempo. Fue, con todo, en el campo de la teorfa y de la préctica del “Thabajo Social con Grupos” donde, sin saberlo, hicieron, especialmente el Toynbee Hal, su mis importante contribucin al Trabajo Social estos propésitos reformistas, era a miti- sn social y econémico, La fascinante per- 138 | Titulo IV: Los fundadores Tanto Samuel Barnett,como su esposa Henrietta, empezaron por aceptar los princi. pios establecidos por la Charity Organization Society y sus “visitadores amistosos’, que ‘ran, sin llamarse atin ast, auténticos “aseworkers’, es decir, trabajadores sociales con casos, Tales principios, como, por ejemplo, “el valor, la integridad y la dignidad del individuo’, “la relacién” y la “autodeterminacién’” serfan hoy, sin duda, considera. dos como principios genéricos comunes a todos los campos, métodos y especialidades del Trabajo Social, aunque en el siglo XIX se alumbraran sélo para la préctica del Trabajo Social con Casos. mio she Los Barnett, en efecto, creyeron que tenfan que tratar cada caso individualmen- te, estudiarlo en su contexto familiar ¢ intentar ejercer un influjo “amistoso” o “ve nal”, para ayudar al necesitado a resolver su problema. La propia Henrietta lo explicé muy claro: “Tenemos que tratar a la gente como individuos... contenténdonos con hablar, no a miles, sino a uno o dos: tenemos que hacernos amigos, intimos, de unos pocos; tenemos que elevarlos... hasta alcanzar la més alta posicién desde la que poder vislumbrar... el ambito de la vida espiricual”6, Y Samuel Barnett precisaba: “uno por uno’ es la frase que mejor expresa nucs- tro método, y ‘Ia resurreccién de la vida enterrada’ es lo que mejor expresa nuestro fin... Nuestro verdadero trabajo yace bajo esas clases, sistemas y entretenimientos, por cuanto que nuestro objeto real est mucho mas alld del éxito que se mide por los rntimeros y por el confort”. El cardcter autoritario de la sefiora Barnett nunca fue ébice para la autodetermi- nacién de sus clientes, quienes no pudieron mas que beneficiarse del amor y del res- ;peto que ambos esposos sintieron por todos los seres humanos, y también de su insis- tencia en que nadie podia arrogarse el derecho de juzgar quién era “merecedot” y quién no; en que la investigacién debfa emprenderse, no para averiguar los méritos del solicitante, sino para descubrir los mejores medios de ayudarle; y en que, una vez obtenida la informacién, ésta debfa ser tenida como estrictamente confidencial. ‘Més atin, dada su conviccién de que los resultados deseados sdlo podrian obtener se mediante la activa participacién de sus clientes, trataron por todos los medios de est- mular su iniciativa, y de fortalecer su capacidad de adoptar decisiones y de cumplitlas. Semejantes ideales fueron también compartidos por los lideres de los otros set- tlements. Y, ast, explicando sus creencias a sus colegas de Bristol, manifestaba en 1892 Margaret Sewell, Directora del Women’s University Settlement de Southwark: “Ciertamente que nuestro cometido no es tratar de meter a la fuerza a la gente —tarea vana— en nuestros moldes, sino tomar su ideal, incluso si éste no es tan elevado como pensamos que deberfa ser, y, poniéndolo ante nosotros, intentar ayudarles a hacer realidad todo lo que sea mejor en él”, Pero Samuel Barnett fue mucho mds alld. Se dio perfecta cuenta de que la fina- lidad de robustecer la propia fortaleza de una persona, podfa, con frecuencia, Sé° mejor lograda dentro de un grupo, en que la prosecucién de un objetivo comin crea” Copitulo 16: Samuel Barnett (1851-1936) y Henrietta Barnett (1844-1913) | 139 raun sentido de Propésito, donde el ‘Compajierismo y la camaraderfa fueran recon- fortantes y ta pluralidad de personas impusiese la disciplina de la cooperacién. __EL Settlement” era, asi, para él “una asociacién de personas con diferentes opi- niones y diferentes gustos; su unidad es la de la variedad; sus métodos son espiritua- les mas que materiales; se propone la penetracién mas que la conversién; y su con- fianaa reside en los amigos unidos a los amigos més que en la organizacién”?. Y sus métodos hicieron realmente de su persona el més cualificado precursor del modemo "Group worker”. Refiriéndose a lo que se hacia en el “Toynbee Hall”, conté en una ocasin: “Yo diria que... aprendemos mucho y dejamos de aprender més. ‘Tenemos asimismo... la oportunidad no sélo de ampliar nuestras simpatis... sino de edificar firme y gradualmente un nuevo sistema de relacién codo con codo con nues- tos viejos... formando en toro al Hall un nuevo mundo de amigos-estudiantes y amigos-huéspedes, actuando y reaccionando los unos sobre los otros, por cuyos medios, el refinamiento y el conocimiento pueden pasar eléctricamente como de amigo a amigo, y no profesionalmente como de tutor a discipulo". Esta afirmacién, que constituye una curiosa anticipacién de la actual “group dyna- ‘mics’, (dindmica de grupo), expresa la finalidad subyacente en todas las diversas acti- vidades llevadas a cabo tanto en el “Toynbee Hall’, como en los demés “settlements” Su principal objetivo fue crear lo que Octavia Hill Ilamé “un solemne sentido de relacién” (“a solemn sense of relationship’), entre los ricos y los pobres''. Se crefa que se pondria fin al distanciamiento entre las clases, por el mero hecho de que las per- sonas educadas y acomodadas vivieran entre los pobres. No puede, pues, sorprender que el canénigo Barnett, tipico producto de Oxford, concluyera que la mejor forma de remover “la pobreza de la vida" (“the poverty of if’), que él vela en el “East End” de Londres, era “el contacto con aquellos que pose- en los medios de una vida mds elevada” (“by contact with those who possess the means of bigher life’). “La amistad ~afiadia es el canal por el que el conocimiento, las ale- gras, a fe, la esperanza que pertenecen a una clase puedan pasar a todas las clases... su residencia entre los pobres es... un simple modo en el que los hombres de Oxford pueden servir a su generacién.”? e Durante los Hace afios que dirigié el “Toynbee Hall”, como su ‘Warden” (direc- tor), Barnett imprimié su personal ello en él y en rodo el movimiento que supusic- ton los “settlements”, insistiendo en su objetivo de tender un puente entre ricos y pobres, de hacer algo asi como “soldar las clases dea0 dela Sociedad” (“0 weld Clases into Society”) jrlo con sus propias palabras". ins como dificil, pero lo que s{consiguié el movimiento de los “ettlements” fue procu- "ar centros para el Trabajo Social y la educaci6n de adultos, asi como una iniguala- ble oportunidad para que jévenes y capacitados universais ore is nals = «adelos problemas sociales planteados, en su cruda realidad. Porqu 140 | Titulo IV: Los fundadores habjan sido ideados, no sdlo para llevar la cultura, la luz y la esperanza a las vidas duras y desesperanzadas del "East End’, sino también para quc los hombres de la Universidad profundizaran en el conocimiento y en la comprensién de los pobres y de sus problemas. As(, T. H. S. Escott pudo verlos como una “educacién social para el hombre de club del West End” (“social education for the West End club-man’)'s, En fecha mas reciente, lord Beveridge, después de haber sido también “Warden” del “Toynbee Hall”, \o elogié como “una escuela de educacién postgraduada en huma- nidad” (“a school of post-graduate education in humanity’)"* Y su propio fundador, cl canénigo Barnett, lo considers, no slo como un “cen- tro de educacién, una misién, un centro de esfuerzo social” (“a centre of education, a mission, a centre of social fort’), sino también como “una casa club... ocupada por hombres que cumplen un deber de ciudadanfa en la vecindad” (“a club house... occu- pied by men who do citizen’ duty in the neighbourhood")'®, mientras prosiguen sus propias ocupaciones en las universidades, los tribunales, la administracién, la Iglesia, © en cualquier otra parte. De su eficacia en este segundo aspecto, puede dar idea el hecho de que entre los residentes en el “Toynbee Hall” se contaran, en su juventud, hombres tan ilus- tres como lord Beveridge y R. H. Tawney, e incluso quienes en los afios 1909-1912 habfan de ser los principales artifices de los nuevos servicios sociales, como R. L. Morant y W. J. Braithwaite, que ayudaron a establecer el “National Health Insurance” (Seguro Nacional de la Salud), H. Llewellyn Smith, quien como “Permanent Secretary of the Board of Trade” fue el encargado de inagurar tanto los “Labour Exchanges” oat “National Insurance’, y E. H., Aves, que fue el presidente del primer “Trade ard”, etc. Oto ilustreresidente, que fue Secretario del “Toynbee Hall” en 1910-1911, ya quien su ate Social en el “East End” de Londres lo arforméde bogie, conservadot a piel gran Premier de a ima postguerra, fue lord Clement Arte. acti ettaldad los “tetement” se han etigido en foco de una gran pare del y educativa de las barriadas, y en centro aglutinante de grupos e indi- viduos que intentan una accién comiin, : P tanto en el campo en el recreativo. 1p0 de los servicios como El impacto del “Setlement Mover: een ts : Hall” cwviera sucesivamente como directores a personalidades de le ealla de Lord Beveridge y de Clement Attlee, quienes no hubieran podido prestar a su pais los exeaordinatios servicios que més tarde le rendirfan ~por lo que ambos serfan enn0~ iccidos por Su Graciosa Majestad- sin su largo y duro aprendizaje previo entre los muros del “Toynbee Hall” y, sobre todo, sin la valiosisima eaperieuch el profundo Gpnacimiento de las més sérdidas realidades sociales inglesas que aquel les procusd ‘2 dfa. Por su parte -y por citar otro ejemplo mas de los muchos que al respec Copitulo 16: Samuel Barnett (1851-1936) y Henrietta Barnett (1844-1913) | 14) podrian aducirse-, Frederick Marquis, més tarde lord Woolton, empeas asimismo su brillante carrera como director del “Liverpool University Settlement” La merecida fama del “Toynbee Hall” no ha menguado con el transcutso del tiem- po. Y todavia el abnegado y oscuro trabajo en este “iertlement” es capaz de dat res- petabilidad y hasta de purgar graves faleas politicas y sociales!”. No sélo florecié el “Settlement Movement” en Inglaterra. La idea conocié todavia tun mayor auge y notable esplendor en Norteamérica, a donde se trasplanté con la creacién del “Neighborhood Guild” por Stanton Coit y Charles S. Stover en 1886, en el Lower East Side de la ciudad de Nueva York, y de la “Hull House” por Jane ‘Addams y Ellen Gates Starr en 1889, en Chicago. Su florecimiento fue tan espectacular que en 1960 habia ya en Estados Unidos més de 400 ‘setrlements”'*, Con ello el concepto de battio (“Neighborhood”) se ampli, afin de incluir en él todos los aspectos del bienestar del vecindario y de la comuni- dad, y la actuacién en pro de una mejor sanidad, educacién, instalaciones recreati- vas, vivienda y relaciones industriales no sélo produjo como resultado mejoras loca- les en estos campos, sino también una legislacién que puso remedio a muchas de las situaciones denunciadas ‘Asi, por ejemplo, en la “Hull House” de Chicago y luego en el “Henry Street Setlement” de Nueva York, Florence Kelley, secretaria de la “Liga Nacional de Consumidores”, com- bind protestas por la explotacién industrial con propuestas pricticas para mejorar las leyes laborales y la Inspeccién del Trabajo, mientras que Lilian D. Wald, comando sus ideas del “Henry Street Settlement”, puso los cimientos del “Children’s Bureau” (Oficina para la Infancia) que habia de crearse en el gobierno federal y que habia de estar a cargo de Julia C. Lathrop y, luego, de Grace Abbott, ambas residentes de la “Hull House”. Posteriormente los “settlements” sufrieron en Gran Bretafia un periodo de relati- vo declive, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, declive del cual se ‘minarfan recobrando més adelante. Por el contrario, en Estados Unidos la Organizacién de la Comunidad como forma de ‘Trabajo Social se desarrollé de un modo comple- tamente desconocido en Inglaterra, de suerte que, habiéndose inspirado originaria- mente en este iltimo pais, los “settlements” americanos, como, por ejemplo, la “Hull House” de Chicago y el “Lighthouse Settlement” de Filadelfia, terminaron por con- vertitse en modelos de la practica inglesa. Notas ' CHARLES BOOTH: Life and Labour ofite pera ee Third Series. Religious Influen Macmillan, London, 1903), pp. 377- AOU an econ a Non fie Ci xn by the late Arnold Taynbee (Humboldc Publishing Co., New York, 1892), p. X 142 | Titulo IV: Los fundadores 5, ANDREW CARNEGIE: “The Advantages of Poverty’, en The Nineteenth Century (March 1891), reproducido en ANDREW CARNEGIE: The Gospel of Wealth and other Timely Essays (1901). a $ CANNON, SAMUEL A. BARNETT: “Practicable Socialism” cit., pp. 554-560. S ARNOLD TOYNBEE: “Are Radicals Socialists?", en Arnold Toynbee: Lectures onthe Industrial Revoluion in England (1884), pp. 231, 237. «6 Panzales Reformers, en Rev, and Mes. S.A. BARNETT: Practicable Socialism: Esay ‘on Social Reform (1888), p. 54. z doe ee ARNETTE: Cannon Barnes ls Lf, Work and Friends, 2 vols (1919), vo I pp. 184, 320; vol. Il p. 233. z 5 MARGARET SEWELL: “The Conditions of Efectual Work among the Poor”, en COS; Occasional Papers First Serics, nim. 41, p. 168. » HENRIETTA BARNETT: Cannon Barnett: His Life, Work and Friends, vol. 1 (1915), pp. 311-312. 10 Ib., p. 322. 1 OCTAVIA HILL: “The Work of Volunteer in the Organization of Chasity”, en Macmillan ‘Magazine (October 1872), recogido en la coleccién: Charity Organization Society: Occasional Paper, Pampbets, Leaflets, Reports of Commitee, etc. (1884), p. 14. ” HENRIETTA BARNETT: op. cit., vol. I., p. 307. '3 HENRIETTA BARNETT: op. cit,, vol. I, p. 308. « Gui Geeiee ‘Transformations of the Victorian Age. A Survey of Court and © WILLIAM BEVERIDGE: Por ander (Hodder and Stoughton, London, 1953, p.29. '6 SAMUEL A. BARNETT: Towards Social Reform (1909), pp. 262-263. Recuérdese, por via de anéedota, el caso Profimo, cuya relacion sentimental, en los afos sesenta, con la bella Cristina Keller, que resulté ser también la amante del coronel gre: gado militar de la Embajada rusa en Londres, le implicé en un grave escindalo de espio- naje, que no s6lo le costé la cartera de Ministro de la Guerra, ocasionando, ademéy, la dimisién de todo el Gobierno Macmillan, sino que tambien le cubrid de opobio, ar nando incluso su vida familiar y social. Con enorme entereza eeaean, dud6 Profumo en ingresar como “trabajador voluntario” en el “Toynbee Hall” mereien do, 2st, que, al cabo de los fos, le legara el perdén teal, al ser conclecorado por Reina «n 1977, con lo que daba a entender la actual soberana que, por sa cepa cknesa dedicacién poserir alos dems, habla quedados a a edulis ee momento volvié a abr de nuevo sus pues la coieded mde) Pt "* ALLEN E DAVIS: Spearhead for Reforma the Soil Selon ode 1890-1914 (Oxford Univesity Press, New York, 1967), pe One Manone

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