Diagramas de fases: En el gráfico que representa las distintas fases del agua, se resaltan las áreas donde se encuentran las fases puras y las líneas que las separan, señalando las condiciones de equilibrio entre dos fases. El punto de convergencia de las tres fases del agua ocurre a una temperatura de 0.018 grados Celsius y una presión de 0.006 atmósferas. Estos diagramas de fases nos permiten prever los cambios en los puntos de fusión y ebullición según las variaciones en la presión, así como anticipar las transiciones de fase en función de la temperatura y la presión. El diagrama de fases del dióxido de carbono guarda similitudes con el del agua, excepto por un detalle crucial: la pendiente de la curva entre las fases sólida y líquida es positiva. En el caso del dióxido de carbono, su punto triple se localiza a 5.2 atmósferas y 25.7 grados Celsius. Contrariamente al agua, el dióxido de carbono sólido no se funde a 1 atmósfera, sino que sublima cuando se calienta a 78 grados Celsius. Esto se debe a que el CO2 sólido, conocido como "hielo seco," no experimenta fusión a presión atmosférica, lo que lo hace útil como refrigerante. Propiedades coligativas de las disoluciones de no electrólitos: Las propiedades coligativas, que son características que dependen exclusivamente del número de partículas de soluto en la solución y no de la naturaleza de dichas partículas, se manifiestan de varias maneras. Una de ellas es la disminución de la presión de vapor, que se presenta cuando un soluto es no volátil, es decir, que no tiene una presión de vapor medible. En estas situaciones, la presión de vapor de la solución siempre es menor que la del disolvente en su estado puro. La relación entre la presión de vapor de la solución y la del disolvente puro depende de la concentración del soluto en la solución, y esto se rige por la Ley de Raoult, que establece que la presión parcial de un disolvente en una solución es igual a la presión de vapor del disolvente puro multiplicada por la fracción molar del disolvente en la solución. La destilación fraccionada, por su parte, se utiliza para separar sustancias con diferentes puntos de ebullición, como el benceno y el tolueno, mediante la evaporación y condensación repetida de la mezcla en una columna de destilación. Esto resulta en una mayor concentración del componente más volátil, en este caso, el benceno. Elevación de punto de ebullición: El punto de ebullición de una solución es la temperatura en la que su presión de vapor iguala la presión atmosférica circundante. La presencia de un soluto no volátil en la solución reduce la presión de vapor y, como consecuencia, eleva el punto de ebullición de la solución por encima del del disolvente puro. Esta elevación del punto de ebullición se define como ΔTb y es proporcional a la disminución de la presión de vapor y a la concentración (molalidad) de la disolución. Disminución del punto de congelación: En climas fríos, se puede observar este fenómeno con mayor claridad. Al agregar sales como NaCl o CaCl2 al agua, su punto de congelación disminuye, lo que hace que el hielo se derrita a temperaturas más bajas. La disminución del punto de congelación se define como ΔTf y se relaciona con la diferencia entre el punto de congelación del disolvente puro (Tf°) y el punto de congelación de la disolución (Tf). La explicación de este fenómeno se basa en la liberación de energía necesaria para la transición de un estado desordenado a un estado ordenado durante la congelación. Propiedades coligativas de las disoluciones de electrólitos: Estas propiedades se ven influenciadas por la disociación de los compuestos en iones cuando se disuelven en la solución. Cada electrólito produce múltiples partículas (iones), lo que tiene un impacto significativo en estas propiedades. Se introduce el concepto del factor de Van't Hoff para ajustar los cálculos y considerar la cantidad de partículas resultantes de la disociación del electrólito en la solución. Coloides: En una mezcla heterogénea, como la arena en el agua, las partículas de arena se suspenden inicialmente y luego se depositan en el fondo. Un coloide es una dispersión de partículas de una sustancia en un medio dispersor de otra sustancia, donde las partículas coloidales son más grandes que las moléculas de los solutos comunes. Los coloides pueden ser de varios tipos, como aerosoles (pequeñas gotas o partículas en un gas), emulsiones (gotas de un líquido en otro líquido) y soluciones (partículas sólidas en un líquido). El efecto Tyndall permite distinguir entre disoluciones y coloides, ya que la luz se dispersa al atravesar un coloide, a diferencia de las disoluciones comunes debido al tamaño de las moléculas del soluto. Los coloides hidrofílicos contienen moléculas grandes y pueden estabilizarse mediante la adsorción de iones en su superficie o la presencia de grupos hidrofílicos en su superficie. Bibliografía: Chang, Química, México, D.F. McGraw-Hill, 2020. Edición 13 en español.