Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Manejo de Microcuencas 4 Informes
Manejo de Microcuencas 4 Informes
Preparación
En esta fase se definirá el plan de trabajo; la identificación, caracterización y
priorización de actores; la estrategia de consulta y participación; se harán la
recopilación, revisión y consolidación de información existente y/o la fuente
para consulta, el análisis de la problemática del área; y como se formulará el
Plan de Manejo (PM) de la microcuenca, subcuenca y cuenca. Importante
mencionar que, para esta fase, la conformación del equipo técnico
multidisciplinario es fundamental en la medida que el tiempo y el presupuesto lo
estime conveniente, ya que esto permitirá una visión integral e inclusiva. Se
propone que el equipo se integre, al menos, por un sociólogo, agrónomo y un
forestal/ambiental/biólogo.
Actores claves: Identificación, caracterización y priorización
Se deben identificar los actores de organizaciones e instituciones a ser
integrados para la planeación y el manejo de la cuenca; es importante en esta
fase propiciar confianza en el proceso y vínculos entre los actores diversos,
además, flexibilidad y capacidad para abordar los conflictos relacionados al
recurso hídrico. Se destaca en esta fase que la dimensión política, debe
asegurar la calidad y efectividad de la coordinación intersectorial y la
participación de actores públicos y no públicos. Un aspecto clave en esta
etapa, es la adaptación y reflexión de la metodología a utilizar, considerando
las características y particularidades del territorio y en especial de las
comunidades indígenas y afrodescendientes asentadas, identificando los
líderes de los grupos en todo el proceso.
Diagnóstico
El diagnóstico es un subproceso en la planificación y elaboración del PM,
siendo un instrumento básico que permite determinar y conocer la situación
actual de la cuenca y abordar de manera integral las potencialidades,
conflictos, limitantes y posibles restricciones ambientales; además de
identificar, entre ellas, las relaciones de causa-efecto, las cuales serán el
soporte para el desarrollo de las fases siguientes. El diagnóstico debe exponer
cómo las acciones e interacciones que ocurren al interior y entre los diferentes
subsistemas de la cuenca, explican la forma en que se ha dado el manejo de
los recursos naturales que soportan las funciones ecológicas de la misma
(Dourojeanni, 2001). La fase de diagnóstico busca determinar el estado actual
y el manejo de recursos en la microcuenca, subcuenca y/o cuenca, a partir del
desarrollo de estudios que aborden de manera integral las diferentes fuentes
de información, construya conocimiento en las áreas de estudio pertinente para
el ordenamiento y determine de acuerdo a este, los alcances de los análisis y la
toma de decisiones (Ver Tabla 1). En este proceso de diagnóstico, es
importante tener en cuenta que se requerirá del aporte de algunas disciplinas,
por ejemplo, de la geografía aplicada, uso de modelos matemáticos de
simulación, las fotografías de satélites, los Sistemas de Información Geográfica
(SIG), los Sistemas de Teledetección etc., todos estos instrumentos son útiles
para el proceso de diagnóstico de la cuenca y de diseño apropiado de los PM,
e incluso permitiendo actualizar información casi en tiempo real. Cabe
mencionar que, el mapeo de los recursos también se puede realizar mediante
un abordaje participativo de las comunidades, mediante la orientación de los
técnicos.
Adicionalmente al diagnóstico, se recomienda incorporar la sistematización de
los conocimientos y/o lecciones aprendidas en la zona, relacionadas al manejo
integral de la cuenca, manejo forestal, agricultura sostenible entre otros, ya que
pueden servir de base o definición de la ruta a implementar basado en los
buenos resultados para dar continuidad en el área.
Problemas y potencialidades
En una cuenca hidrográfica se realizan una serie de actividades por la
población en general, algunas orientadas a la producción, otras al servicio o a
la conservación. Cada una de las actividades que se realizan generan efectos
favorables y desfavorables tanto para el ambiente como para las personas.
También en estos territorios, existen una serie de oportunidades y potenciales
que algunas veces están sin aprovechar pudiendo ser de grandes beneficios
para el desarrollo humano. Anteriormente, se mencionó en el diagnostico se
deben determinar las características, los problemas, conflictos, limitantes y
potenciales de la cuenca, identificando las alternativas de solución. En este
sentido, el análisis de los problemas juega un rol fundamental, partiendo de la
identificación de las causas y consecuencias para luego determinar las
alternativas de solución, donde cada solución va dirigida a eliminar las causas y
su importancia está determinada por las consecuencias. Para esta fase es
fundamental la participación de los actores de la(s) comunidad(es), puesto que
son ellos los que conocen muy bien la realidad del territorio y las propuestas
y/o alternativas para mejorar la situación actual el área.
La metodología a utilizar,
se recomienda sea participativa, con enfoque de género y cambio climático,
involucrando a todos los actores identificados, con el objetivo de tener una
visión amplia y realista de la situación del área. Para el abordaje de este
apartado, se propone hacer uso de la Guía metodológica para promover la
adaptación al cambio climático en áreas con forestería comunitaria (CLIFOR-
ICF, 2017). Al momento de analizar, la temática de cambio climático, abordar
como amenaza y afecta a las poblaciones de las comunidades de la cuenca,
subcuenca y/o microcuenca, especialmente en los medios de vida,
comunidades, infraestructura, y recursos. En este sentido, la planificación
hidrológica y a la gestión del agua es de suma importancia, así como evaluar el
nivel de desarrollo y la aplicación de diferentes medidas que facilitan la
adaptación al cambio climático, identificar las principales barreras y
oportunidades para tal adaptación y analizar las debilidades, amenazas,
fortalezas y oportunidades para afrontar las alteraciones climáticas en la
cuenca. Otro tema relevante, son los pueblos indígenas y afrodescendientes, si
en el área se identifica o tiene conocimiento que existe algún pueblo originario,
el abordaje debe ser especializado, respetando y haciendo cumplir lo que
establece el “Convenio sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y
Tribales” (Convenio núm. 169 de la OIT, Declaración de las Naciones Unidas y
la Guía del convenio). Por lo tanto, la consulta, previa libre e informada, es
clave para concertar intereses encontrados y resolución de conflictos,
implicando el derecho a proponer, decidir sus prioridades y consecutivamente
ejercer el control sobre su propio desarrollo económico, social y cultural.
Considerando que es un proceso importante, puesto que va más allá de una
simple consulta, sino de tomar en cuenta e incorporar/plasmar la cosmovisión y
necesidades de los pueblos indígenas y afrodescendiente desde la fase de
diagnóstico hasta la formulación del PM.
Técnicas de participación
Este abordaje puede ser utilizando capacitaciones, consultas, cabildos abiertos,
asambleas, talleres acompañados de giras de campo a la microcuenca, entre
otros. Lo fundamental de esta fase es asegurar la representatividad en
diferentes niveles tanto de tomadores decisiones como representativo
geográficamente (Parte alta, media y baja de la cuenca), reforzando esfuerzos
de consulta y participación en aquellas áreas donde la población es
significativamente mayor, puesto que los impactos de la población y presión
sobre los recursos naturales pueden estar causando un desequilibrio ecológico
que podría ser irreversible, por lo tanto, la participación e involucramiento, es
clave en la fase de diagnóstico y análisis de la situación.
Planificación
En la planificación de cuencas hidrográficas el objetivo es proporcionar
alternativas al encargado de tomar decisiones para el uso de los recursos de
agua y tierra de la cuenca. Según, Forbes y Hodges (1971) citado por la OEA
(1978), la planificación integral de una cuenca hidrográfica es una extensión de
la planificación integrada y va más allá del recurso hídrico específico para
incluir la mayor parte de los otros recursos, así como muchos aspectos de
planificación socioeconómica o regional. Uno de los pasos en este proceso, es
realizar la zonificación de la cuenca, subcuenca y/o microcuenca, donde el
objetivo es diseñar los escenarios ideales a futuro del manejo de los recursos
naturales bajo un enfoque holístico, producto del análisis cualitativo y
cuantitativo de una serie de variables en busca de garantizar la sostenibilidad
ambiental del área. En esta fase, se recomienda utilizar la Guía para la
zonificación de cuencas hidrográficas.
Obtenga más información sobre cómo puede ayudar a proteger las fuentes de
agua.
Causas
La generación de energía
La generación de electricidad y calor a través de los combustibles fósiles
provoca una gran cantidad de emisiones globales. La mayoría de la electricidad
se genera todavía con la combustión de carbón o gas, lo que produce dióxido
de carbono y óxido nitroso, que son potentes gases de efecto invernadero que
cubren el planeta y atrapan el calor proveniente del sol. A nivel global, algo más
de un cuarto de la electricidad proviene de fuentes de energía renovables
eólicas y solares que, al contrario que los combustibles fósiles, emiten poca o
ninguna cantidad de gases o contaminantes en el aire.
Productos de fabricación
La industria y las fábricas producen emisiones, en su mayoría provenientes de
la quema de combustibles fósiles destinada a generar energía para la
fabricación de cemento, hierro, acero, componentes electrónicos, ropa y otros
bienes. La minería y otros procesos industriales también generan gases, de la
misma forma que lo hace el sector de la construcción. La maquinaria utilizada
en los procesos de fabricación a menudo realizados mediante carbón, petróleo
o gas, y con algunos materiales, como los plásticos, están compuestos de
sustancias químicas derivadas de los combustibles fósiles. La industria
manufacturera es una de las que más contribuyen a las emisiones de gases de
efecto invernadero a nivel mundial.
La tala de los bosques
La tala de bosques a fin de crear granjas o pastos, o por otros motivos, provoca
emisiones dado que cuando se talan sus árboles se libera el carbono que estos
han estado almacenando. Cada año se destruyen aproximadamente 12
millones de hectáreas de bosques. Puesto que los bosques absorben el dióxido
de carbono, su destrucción también limita la capacidad de la naturaleza para
mantener estas emisiones fuera de la atmósfera. La deforestación, junto con la
agricultura y otros cambios en la utilización de los suelos, es responsable de
aproximadamente un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El uso del transporte
La mayoría de camiones, barcos y aeronaves funcionan con combustibles
fósiles. Esto hace que el transporte sea uno de los sectores que más
contribuyen a generar gases de efecto invernadero, especialmente en lo que a
emisiones de dióxido de carbono se refiere. Los vehículos terrestres son
responsables de la mayor parte, debido a la combustión de productos
derivados del petróleo, como la gasolina, en los motores de combustión interna.
Sin embargo, las emisiones provenientes de barcos y aeronaves siguen
aumentando. El transporte es responsable de cerca de un cuarto de las
emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía a nivel global. Y
la tendencia es que continúe este importante aumento del uso de la energía
para el transporte durante los próximos años.
La producción de alimentos
La producción de alimentos provoca emisiones de metano, dióxido de carbono
y otros gases de efecto invernadero, de diferentes maneras, en lo que se
incluye la deforestación y la roturación de tierras para la agricultura y el
pastoreo, la alimentación del ganado bovino y ovino, la producción y uso de
fertilizantes y el abono utilizado para los cultivos, además del uso de la energía
que hace funcionar el equipo de las granjas o los barcos pesqueros, siendo
normalmente con combustibles fósiles. Todo esto hace que la producción de
alimentos sea uno de los sectores que más contribuyen al cambio climático.
Además, las emisiones de efecto invernadero también provienen del envasado
y la distribución de los alimentos.
La energía en los edificios
A nivel global, tanto los edificios residenciales como los comerciales consumen
más de la mitad de la electricidad total. Como siguen utilizando carbón,
hidrocarburos y gas natural para los sistemas de calefacción y climatización,
emiten cantidades importantes de gases de efecto invernadero. La creciente
demanda de sistemas de calefacción y climatización, junto con el aumento en
la adquisición de aparatos de aire acondicionado y en consumo eléctrico por
parte de aparatos de iluminación y dispositivos conectados, ha contribuido a un
aumento en las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía y
que tiene su origen en las edificaciones, en los últimos años.
Un consumo excesivo
Su hogar, el uso que hace de la energía, el modo de desplazarse, lo que come,
lo que derrocha, todo ello afecta a la emisión de gases de efecto invernadero. Y
lo mismo ocurre con el consumo de bienes como la ropa, los componentes
electrónicos y los productos fabricados en plástico. Un gran porcentaje de las
emisiones de gases de efecto invernadero están ligadas a los hogares
particulares. Nuestro estilo de vida tiene un profundo impacto en el planeta. Los
más ricos son los que tienen mayor responsabilidad: el 1 por ciento de la
población mundial con mayor riqueza, en conjunto genera más emisiones de
gases de efecto invernadero que el 50 por ciento más pobre.
Los nutrimentos, en las cantidades adecuadas, son esenciales para una vida
saludable, ya que proporcionan la energía necesaria para nuestras actividades,
además participan en los procesos químicos, fisiológicos y metabólicos que
nuestro cuerpo necesita para desarrollarse y subsistir.
La alimentación y la nutrición son dos procesos que se encuentran
interconectados, pero son diferentes en muchos aspectos
IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN
Ahora que conocemos el significado de alimentación y qué significa nutrición,
¿por qué se considera importante? Dado que los alimentos son el vehículo por
medio del cual el cuerpo recibe nutrientes y la energía que cada persona
necesita1, la selección adecuada de estos alimentos y su consumo en las
proporciones necesarias hará que el proceso de nutrición sea exitoso.
Basado en lo anterior, una alimentación correcta deberá ser:
Completa: que tenga todos los nutrientes, incluyendo en todas las
comidas los tres grupos esenciales de alimentos: cereales y tubérculos,
verduras y frutas y leguminosas y alimentos de origen animal1.
Equilibrada: es decir que los nutrientes guarden las proporciones
adecuadas y sean suficientes para cubrir con las necesidades
nutricionales1.
Inocua: que su consumo habitual no implique riesgos para la salud, que
se consuma con mesura y no aporte cantidades excesivas de ningún
componente o nutriente.
Suficiente: que cubra las necesidades de todos los nutrientes de
manera que se tenga una buena nutrición, un peso saludable y, en el
caso de los niños, que crezcan y se desarrollen de una manera
correcta1.
Variada: que de una comida a otra se incluya alimentos diferentes de
cada grupo.
Adecuada: que esté acorde con los gustos y la cultura de quien la
consume, ajustándose a sus recursos económicos
IMPORTANCIA DE LA NUTRICIÓN
La nutrición tiene como principal función transformar y extraer los nutrientes
necesarios de los alimentos que consumimos. A través de este proceso, el
cuerpo genera la energía necesaria para mantener el organismo y desarrollar
sus funciones. Asimismo, produce los elementos necesarios para los procesos
de obtención, asimilación y metabolismo de los nutrientes por el organismo.
Diferencias
la principal diferencia entre ambos es que el alimento es todo aquello que
comes o bebes para saciar el hambre, mientras que el nutriente es lo que tu
cuerpo necesita para mantenerse sano. Todos los nutrientes son alimentos,
pero no todos los alimentos son nutrientes.