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1.

Introducción

La obra que vamos a estudiar, El Fin de la Historia y el Último Hombre, se trata de un


artículo que fue inicialmente publicado en la revista The National Interest en Nueva York
en el año 1992. La obra resulta particularmente interesante para estudiosos de la ciencia
política y de la sociología, así como aquellos que se interesen por la evolución del orden
mundial

2. Biografía

Francis Fukuyama nació el 27 de octubre de 1952 en Chicago. Es de origen japonés, ya


que su huyó de la guerra ruso-japonesa en 1905. Francis creció en Manhattan como hijo
único, tuvo poco contacto con la cultura japonesa y no aprendió japonés. Francis
Fukuyama recibió su título de grado en estudios Clásicos de Universidad de Cornell, y su
doctorado en Ciencias Políticas de Harvard. Fue miembro del Departamento de Ciencias
Políticas en la Corporación RAND, y del equipo de Planeamiento Político del
Departamento de Estado, en Estados Unidos.

3. Contexto Histórico.

Como se ha mencionado antes la obra fue publicada en el año 1992, justo después de la
caída de la URSS. Es importante destacar este hecho porque es lo que va a influenciar
todo el argumento de la obra. Entonces, nos ubicaos en un contexto histórico en el cual el
comunismo cae y la democracia liberal triunfa sobre este. Además de la caída de la Unión
Soviética, otros sucesos que han tenido lugar a lo largo de la vida del autor son demasiado
relevantes para la obra, empezando por la Guerra de Vietnam, donde el comunismo y el
capitaliso se enfrentan directamente y EEUU recibe un duro golpe que va a verse
plasmado en el pensar de la época. Este espíritu perdedor de la guerra, además de la culpa
que los estadounidenses cargan a su gobierno, se va a ver agraviado cundo tiene lugar el
Pacto de Varsovia, que surgió como una contraofensiva ante la creación de la OTAN. Por
otro lado, la amenaza comunista se hizo mucho más real con la crisis de los misiles
cubanos en 1962, siendo esto un golpe de atención a los occidentales de la fuerza y el
calibre de la amenaza soviética. Sin embargo, este enfrentamiento y aparente triunfo del
comunismo ante el capitalismo pronto llegaría a su fin, con sucesos como la creación de
Internet como una red del Departamento de Defensa de Estados Unidos (ARPANET) o
Llegada a la luna. Además, el triunfo en Kuwait le daría a EEUU la ventaja en Oriente

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Medio. Finalmente, la caída del muro de Berlín y la desintegración de la URSS, además
del Tratado de Maastricht, serían el triunfo definitivo del capitalismo.

4. La obra: resumen y argumento

En el primer capítulo, hbla de la noción del fin de la historia. Es decir, hace una
justificación de por qué se ha llegado al fin de a historia. Retoma la idea de Hegel y hace
una comparación entre el fin de la Guerra Fría y el fin de Guerra Prusiana. Añade que la
historia se conforma de distintas etapas, todas con conciencia racional, que culminan en
un estado en el cual no hay grandes conflictos y un tipo de organización social pria sobre
otro. Menciona a Kojeve, y su idea de que tas las guerras mundiales, se ha llegado una
expansión progresiva de las ideas europeas occidentales. La puesta en práctica de uun
sistema universal se ve reflejado en la creación de las CEE.

En el segundo capítulo habla de la conciencia histórica. Toma la idea de Keynes, que


argumenta que el ser humano no es autoconsciente, sino que manifiesta esa conciencia
histñorica en los valores, como la religión o los hábitos morales. En contraste, rechaza
que la conciencia histñorica sea una consecuencia de los modos de producción, y lo define
como una desafortunada herencia del marxismo. Para ello, pone de ejemplo al éxito de
las economíaasiáticas tras la aertura del mercado.

En el tercer capítulo, debate las alternativas a la democracia liberal. En primer lugar, el


fsacismo, después el comunismo. Poen el ejemplo de EEUU como sociedad igualitaria,
atribuyéndole la desigualdad racial al legado de esclavitud. Justifica que el ascenso
económico de Asia se debe a la adopción del sistema japones, que le debe mucho al
estadounidense. Hace hincapié en la apertura china y soviética en las últimas décadas.
Después, analiza el éxito de los estados teocráticos y sugiere que no prevalecerán, sino
que en pocos años caerán. Es decir, concluye que no hay ninguna ideología que pueda ser
la alternativa a la democracia liberal.

En el cuarto capítulo, explora las consecuencias del fin de la historia en las relaciones
internacionales. Empieza dejando claro que lo que pasa en el tercer mundo no es
relevante, ya que permanecerá en conflicto por muchas décadas.

Fibalmente, la ultima parte explica que seguirá habiendo conflictos, aunque estos pasaran
a segundo plano ya que no involucraran a los grandes estados, sino que serán disputas
étnicas o religiosas en estados pequeños.

5. Análisis filosófico

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La obra se ubica en la época postmodernista. Sin embargo, los rasgos más llamativos de
El fin de la Historia es que retoma el pensamiento modernista, aprovechando la caída del
comunismo.

El modernismo, que prevé que la historia de desarrolla con el objetivo de llegar a un fin
o salvación, con un progreso lineal, analiza la historia desde un solo sistema de valores,
negando o la veracidad de los demás valores. Es decir, es una historia etnocéntrica que
crea metarrelatos sobre la verdad absoluta y se afirma a sí mismo como único sistema
valido.

El debate del fin de la historia viene dado desde la creación de la idea de filosofía lineal,
una idea muy ligada a las religiones abrahámicas sobre todo la cristiana, la cual se
encuentra más extendida en Occidente. En ella el mesías es la salvación. Mientas tanto,
en la historia occidental modernista, el capitalismo y los valores de occidente son la
salvación de la humanidad, así como la meta a la cual se aspira.

La historia tiene una meta a la cual el ser humano va a llegar progresivamente. Según la
obra, la meta es la democracia liberal y el capitalismo. Desde el siglo XVIII, el debate del
fin de la Historia se enfocaba en el modelo político que llevaría al ser humano al máximo
progreso. Es decir, la idea de progreso era la meta a la cual ser humano pretende llegar.
Por eso, el mismo autor menciona a dos autores en los cual se basa para desarrollar su
tesis: paradójicamente, Marx y Hegel.

Este último, entiende que la historia termina cuando un régimen domina el mundo. Es
decir, se lleva a cabo un proceso que denomina dialéctica en el cual los sistemas compiten
y prevalece uno, atravesando varias etapas. cada estadio elimina algunas contradicciones
de la etapa anterior y ante la falta de contradicciones internas de este sistema dejan de
existir alternativas, en ese momento se ha llegado al «fin de la historia», es decir, a la
etapa final de la evolución de la humanidad. El colapso de la Unión Soviética, entonces
inminente, habría señalado “la victoria flagrante (unabashed) del liberalismo económico
y político”. El triunfo de la idea occidental habría traído consigo “el agotamiento total de
las alternativas viables” al capitalismo liberal y democrático. Con estas conocidas
palabras Fukuyama ha capturado fielmente uno de los temas fundamentales del Zeigeist
contemporáneo: el movimiento de la historia parece haberse detenido al convertirse el
mundo en un mercado global cuyos principios de legitimidad —se afirma— están más
allá de todo cuestionamiento. Semejante fue el sentimiento de Hegel durante la guerra
Franco-Prusiana, cuyo gesto escatológico Fukuyama imita. El idealismo alemán es
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expresión del pensamiento burgués, de la visión que la burguesía tiene de sí misma en el
momento en que se afirma como clase dominante en la historia Europe.

El concepto de razón se vuelve a plantearse aquí como sinónimo del fin de la historia
como la capacidad de encontrar solución a los conflictos de intereses que siempre son
inherentes a los procesos socioeconómicos. La fe iluminista en el progreso indefinido ha
dado lugar a la religión de la necesidad ciega de los procesos globales. Para Hegel la
historia universal termina en el movimiento ilustrado, pero su optimismo es genuino, cree
ver en la revolución francesa la expresión mas acabada de la razón europea.

En cuanto a Marx, el autor utiliza su materialismo histórico para justificar su tesis.


Aunque está de acuerdo con Marx en que la historia es el resultado de los sus cosas y las
fuerzas materiales, lleva su argumento al otro extremo. Mientras Marx cree que esas
fuerzas llevan al comunismo, Fukuyama defiende que estas fuerzas llevan a la democracia
liberal. Además, Fukuyama utiliza a Marx para invalidar los argumentos contrarios a su
tesis, diciendo que “Hegel se nos ha sido presentado desde las lentes distorsionadas de
Marx

Como antítesis al modernismo, tenemos a un gran autor del postmodernismo, François


Lyotard, el cual es uno de los máximos representantes del postmodernismo y la diea de
la decadencia de la cultura occidental como único sistema de valores.

Su tesis se centra en los metarrelatos con función legitimante. En su critica establece la


idea de salvación cristiana como el metarrelato legitimante original, mientras que ubica
al resto de metarrelatos, tanto el hegeliano como el marxista, como secularizaciones de la
idea de salvación progresiva.

“Se diría que el capital no necesita legitimación, […] no necesita mostrar una instancia
que establezca la norma de la prescripción. Está presente en todas partes, pero más como
necesidad que como finalidad.”

Lyotard, a diferencia de Fukuyama, entiende que existen diferentes “microrrelatos”, y se


corresponden con distintos lenguajes. Es decir, habla de relavismo histórico, en el cual
hay multipolaridad.

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