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Ramón Pizarro. Prescripción de La Acción Penal. 2022
Ramón Pizarro. Prescripción de La Acción Penal. 2022
Cita: RC D 233/2022
Encabezado:
¿Es conveniente mantener la solución normativa que consagran los arts. 1774 a
1780 del Código Civil y Comercial?
El sistema del Código Civil derogado plasmado en los arts. 1101 a 1103 y
concs. del Cód. Civil derogado y el ahora estructurado en términos
bastante similares por los arts. 1774 a 1780 Cod. Civ. Com. está
claramente edificado en torno a ciertas premisas básicas, que hoy están
en crisis:
La dilación del proceso penal que provoca una frustración efectiva del
derecho a ser indemnizado, ¿debe ser ponderada atendiendo al carácter
irrazonable de la duración del proceso penal? ¿O podrá sustentarse
igualmente esa conclusión aún en casos de procesos penales que no
insuman una duración irrazonable, o sea que se desarrollen dentro de
estándares temporales normales, cuando ello pueda en los hechos
importar una frustración efectiva del derecho de ser indemnizado, por
ejemplo, en razón de la naturaleza de los daños o de la situación de edad
o de salud del damnificado?[3].
Adviértase que para el litigante esta solución jurídica, sin duda bien
intencionada, traduce un dilema de hierro: ¿Me arriesgo a pedir al juez
civil que dicte sentencia sin esperar el fallo penal, con todas los
inseguridades que de ello derivan (Vg., que el tribunal estime que todavía
el tiempo transcurrido para dictar sentencia en lo criminal no es
irrazonable, o peor aún que otro de alzada anule el fallo por valorar la
cuestión de manera distinta al de primera instancia que acogió el
pedido)? ¿O espero mansamente que pasen los meses y los años para
recién entonces poder alcanzar la sentencia civil? ¿Qué dilación del
proceso penal provoca en los hechos una frustración efectiva del
derecho a ser indemnizado? ¿Existe algún parámetro objetivo para
determinarla con algún viso de seriedad? ¿O todo queda librado a la
subjetividad del juzgador?
Los proyectos de reforma al Derecho Privado, que han sido muchos y muy
buenos, al igual que ahora el código civil y comercial, sólo han
vislumbraron "parches" al sistema de Vélez, buscando ampliar las
excepciones de algo que, insistimos en ello, era ya una excepción al
principio de independencia de las acciones penal y civil; pero siempre
manteniendo lo que hoy se presenta como un preconcepto que debe ser
superado: el sofisma del escándalo jurídico que dimana de sentencias
contradictorias dictadas en sede civil y penal sobre un mismo hecho, que
ha sido presentado casi como una cuestión de derecho natural, cuando,
en verdad, sólo traduce un problema de política legislativa y de selección
de los intereses que deben ser mejor protegidos.
a) Derogación de los 1775, 1776, 1777, 1778 y 1780, Cod. Civ. Com.
d) Admitir que el juez civil y el juez penal puedan apreciar esos efectos
con independencia el uno del otro[5].
Las garantías constitucionales que emergen de los arts. 18, 31, 75, inc.
22 y de todo el rico plexo normativo que han incorporado los Pactos
Internacionales sobre Derechos Humanos a nuestro derecho positivo,
con rango constitucional, imponen no sólo una relectura de todo el
esquema normativo de los arts. 1775 y siguientes del Código Civil y
Comercial, sino que dan pie, también, para imaginar un profundo
replanteo de la cuestión en el futuro.
Creemos que, a esta altura, sería bueno escuchar a Alfredo Orgaz, quien
hace décadas, en forma visionaria, sostenía lo siguiente: "En pura lógica
jurídica yo no creo que haya nada que se oponga a la posibilidad de
independizar los efectos civiles y penales de un mismo hecho y a que el
juez penal y el juez civil puedan apreciar esos efectos con independencia
el uno del otro". Con relación al "escándalo jurídico" al que se hacía
referencia en la nota al art. 1102 y 1103 del Código Civil derogado, el
ilustre cordobés señalaba que en modo alguno lo impresionaba: "no me
impresiona porque en el derecho no se razona con la lógica de las
ciencias naturales. En estas últimas un axioma riguroso dice: una cosa
no puede ser y no ser al mismo tiempo; pero este axioma no tiene la
misma la misma validez en el campo del derecho, donde algo puede ser y
no ser al mismo tiempo y en relaciones diferentes"[6].
[6] Orgaz, Absolución penal en el juicio civil, en Estudios de derecho civil, TEA, Bs.
As., 1948, p. 284 y ss. Conf.: Zavala de González - González Zavala, La
responsabilidad civil en el nuevo Código, t. IV, p. 493, texto y nota 23.
https://www.rubinzalonline.com.ar/index.php/index/index/doctrinaOnline/2137391/