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Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


EXPEDIENTE JURIDICO DE CLINICAS PENALES

MARÍA CARMEN CHAN MAZARIEGOS


Carné 1924085

LICENCIADO EN CURSO: WILLIAM DE

Previo a conferirse:
CLINICAS PENALES

Guatemala, octubre de 2023


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ÍNDICE
Introducción…………………………….……………………………..…………... Pág.

CAPÍTULO I

Derecho procesal penal………………………………………………..…………1

Importancia…………………………………………………………………..…….3

Definición…………………………………………….….………………………….3

Características……………………………………….…………………………….6

Relaciones con otras disciplinas………………......……………………………..8

Valores del proceso penal…………………………...………………………….11

CAPÍTULO II

El derecho defensa……………………….……………………………………...17

Reseña histórica…………………………...…………………………………….18

El derecho de defensa en un Estado de derecho……….....………………….22

Conceptualización……………………………………………...………………..26

Génesis del derecho de defensa………………………………...……………..28

El derecho de defensa como garantía de verdad………………....…………..29

La igualdad y el derecho de defensa…………………....……………………...31

La defensa pública…………………………………………...…………………..33
5

CAPÍTULO III PAG

Defensa técnica y material………………………………………………………37

Breve reseña histórica…………….....…………………………………………37

. El derecho de defensa………..………………………………………………...39

Defensa técnica…………………...……………………………………………..41

Defensa material…………………...…………………………………………….46

CAPÍTULO IV

La defensa técnica y material en la legislación procesal penal de

Guatemala……………………………..…………………………………………61

Imputación necesaria…………...……………………………………………….64

Conocimiento de la imputación…………………..…………………………….66

Audiencia…………………………………………………..……………………..68

Correlación entre la imputación y la sentencia…………...…………………..69

Derecho a probar y controlar la prueba……………………...………………..71

Derecho a un intérprete…………………………………………...…………….72

Igualdad de posiciones……………………………………………...…………..74

La posición de los órganos de persecución penal………………..………….75

Defensa técnica y material en la legislación procesal penal……..…………77


6

CONCLUSIONES…………………………………………………………………..93

RECOMENDACIONES……………………………………………………………95

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………..…………………97
7

INTRODUCCIÓN
El derecho de defensa se compone de un binomio encaminado hacia el mismo

objetivo: la defensa material y la defensa técnica. La primera es ejercitada por el propio

imputado, y la otra es practicada por su abogado o letrado. Quizá el imputado intente

realizar con empeño su defensa material, debido a que es el principal interesado en

impedir que se demuestre su culpabilidad, pero como el conflicto que ha originado su

imputación reviste un carácter jurídico, es imprescindible que se vea complementado

por un sujeto conocedor del derecho o defensor técnico; para así obtener mejores

perspectivas de éxito en su defensa.

El tema de investigación se seleccionó, debido a la importancia de analizar y

estudiar la defensa técnica y material, como facultades del imputado de intervenir en el

procedimiento penal que se dirige en su contra; para poner en evidencia ya sea la falta

de fundamento de la pretensión punitiva estatal o de cualquier circunstancia que la

excluya o atenúe. La hipótesis que se formuló, comprobó que el no respeto de estas

garantías puede conllevar a la nulidad de las actuaciones del procedimiento o, incluso;

a la nulidad del juicio y de la sentencia. El derecho de defensa material consiste en el

ejercicio de los derechos.

la Constitución Política de la República y las leyes le confieren al imputado

durante el procedimiento. El imputado privado de libertad, tiene derecho a que se le

informe específica y claramente el motivo de su privación de libertad. El derecho de

defensa técnica consiste en el derecho a ser asistido o defendido por un letrado desde

la primera actuación del procedimiento. Permite al imputado contar con la asistencia


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necesaria cuando no posee conocimientos jurídicos suficientes o, cuando no pueda

aplicarlos de forma idónea o adecuada.

Los objetivos de la investigación dieron a conocer lo esencial de analizar el

derecho a ser oído, el derecho a controlar y controvertir la prueba de cargo, el derecho

a probar los hechos, el derecho de valorar la prueba producida y exponer las razones,

fácticas y jurídicas, para obtener del tribunal una sentencia favorable; y el derecho a

defenderse personalmente. Para desarrollar la tesis se utilizaron los siguientes

métodos de investigación: analítico, que sirvió para señalar la importancia del derecho

procesal penal guatemalteco; el sintético dio a conocer el derecho de defensa; el

inductivo estableció.

la defensa técnica y material y el deductivo, indicó las características y

particularidades de esos tipos de defensa. Las técnicas empleadas fueron las

siguientes: documental y de fichas bibliográficas, a través de las cuales se recolectó la

información doctrinaria y jurídica acorde al tema que se investigó. Los capítulos de la

misma, se dividieron de la siguiente forma: primero, dio a conocer el derecho procesal

penal, el segundo señaló el derecho de defensa; el tercero, analizó la defensa técnica y

material y el cuarto, determinó su regulación en la legislación procesal penal

guatemalteca.
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CAPÍTULO 1.

Derecho procesal penal


El derecho procesal es el conjunto de normas relativas a la estructura y

funciones de los órganos jurisdiccionales penales, o sea, de los órganos del orden

jurisdiccional; de los presupuestos y efectos de la tutela concerniente al derecho penal

y a la forma y contenido de la actividad relativa a dispensar dicha tutela. La ciencia del

derecho procesal penal se proyecta muy principalmente sobre el conjunto de normas

jurídicas, y a su vez, los trabajos científicos están presentes en mayor o menor medida;

en un sentido y en otro en la interpretación de esas normas y en la labor legislativa que

las crea y modifica.

El ámbito del proceso penal está naturalmente más abierto al influjo de

actitudes ideológicas y políticas, así como también de juicios de conveniencia y de

oportunidades que guardan íntima relación con la polémica naturaleza de las

principales cuestiones suscitadas en torno al derecho penal. El derecho procesal penal,

como ciencia y como legislación, se halla permanentemente sometido a influencias;

presiones y condicionamientos no jurídicos. Pertenece a la naturaleza de las cosas que

los asuntos penales en general o, dicho de otra forma, que todo cuanto está o puede

estar en juego ante los tribunales penales.

componga un conjunto de realidades y expectativas que suele interesar a la

ciudadanía y a la 2 población tomada también en su conjunto y no a las personas

implicadas en cada proceso. El derecho y la justicia penales afectan muy directamente

al bienestar social y conciernen de modo singularmente intenso a la personalidad de

todo ser humano, lo que comporta una riqueza y una complejidad especial, que se
10

apuntan como causa o concausa de la peculiar dificultad del derecho procesal penal,

en sus dos distintas dimensiones; normativa y científica. Consecuentemente.

el derecho procesal penal se presenta; en su referida doble vertiente. En el

derecho y en la justicia penales, se hacen singularmente presentes como

problemáticas la libertad y la paz de la comunidad social y de cada uno de sus

miembros, el clima general de seguridad, la dignidad de las personas, que se resuelve

en el efectivo reconocimiento de su derecho de defensa y en la eficacia preventiva del

derecho y de los procesos penales. Así, a una comunidad social que goce de una

próspera paz general seguramente se preocupará por las garantías del sospechoso y

del inculpado notablemente más que una sociedad.

qué; se vea frente a múltiples delitos contra la propiedad y la vida. En el derecho

procesal penal es menor la influencia de principios técnico-jurídicos y mayor la

incidencia de factores ajenos a la técnica jurídica, ni la ciencia ni las reglas jurídicas

sobre el proceso penal han de menospreciarse en la teoría o en la práctica.

1.1. Importancia
El derecho es un regulador externo cuya misión consiste en poner orden a la

vida en sociedad con respecto a un grupo humano determinado. Integra el elemento

orgánico del Estado en cuanto se le considere a éste como la sociedad organizada

jurídicamente. En función de ello, es de importancia señalar que, conforme al sistema

penal vigente, se vea la definición de derecho procesal penal, desde un punto de vista

del sistema acusatorio, para lo cual se deben tener presentes, los principios filosóficos

en que se inspira, su raíz, ontológica y los elementos esenciales que lo componen; así

como los fines que persigue.


11

El ordenamiento procesal penal tiene un perfil político con claras y nítidas

resonancias institucionales.

1.2. Definición
El derecho procesal penal es un método de razonamiento que se desarrolla

coordinadamente con el objeto de obtener una sentencia justa ordenada por la ley, y

que es referente a la propia constitución; ya que es la fuente por excelencia del

ordenamiento jurídico y del proceso penal y porque disciplina la defensa de la sociedad

ante el ataque de sus bienes fundamentales, de tal modo que aquél protege también al

individuo; en cuanto asegura su defensa durante la substanciación del proceso 4

instaurado como instrumento de justicia y le otorga garantías de seguridad y

estabilidad.

“El derecho procesal penal es el conjunto de normas que regulan la actividad

jurisdiccional del Estado para la aplicación de las leyes de fondo, y su estudio

comprende; la organización del poder judicial, la determinación de la competencia de

los funcionarios que lo integran, la actuación del juez y que las partes deben seguir en

la sustanciación del proceso”. 1 “El derecho procesal penal es el conjunto de

actividades necesarias para la obtención del pronunciamiento jurisdiccional de mérito y

su eventual ejecución para así actuar justamente el derecho penal de fondo”.

2 “Derecho procesal penal es el conjunto de actos concretos, previstos y

regulados en abstracto para obtener el órganos jurisdiccional juez la confirmación de la

pretensión punitiva deducida por el órgano ejecutivo y, eventualmente, para realizarla

en forma coactiva, constituye la actividad judicial compleja y progresiva que se llama

proceso penal”. 3 “El derecho procesal penal, es una disciplina jurídica que forma parte
12

del derecho interno del Estado de Guatemala, cuyas normas instituyen y organizan los

tribunales de justicia y que cumplen la función jurisdiccional”.

“Derecho procesal penal es un método impuesto por la autoridad para llegar a la

justicia; un método de razonamiento prefijado y ordenado por la ley, que las partes y los

jueces deben seguir etapa por etapa, de acuerdo a una secesión preestablecida y una

coordinación dialéctica, con el fin de obtener una sentencia justa”.5 El derecho procesal

penal, es el conjunto de normas, instituciones y principios jurídicos que regulan la

función jurisdiccional, la competencia de los jueces y la actuación de las partes, dentro

de las distintas fases procedimentales, y que tiene como fin establecer.

la verdad histórica del hecho y la participación del imputado durante la

substanciación del proceso penal; para luego obtener una sentencia justa. Al hablar de

un conjunto de normas, se hace referencia a que la legislación procesal penal se

encuentra sistemáticamente ordenada, a través del Decreto Ley número 51-92 del

Congreso de la República. Se habla de principios jurídicos, por cuanto en el proceso

penal, la oralidad, la publicidad, la inmediación, la concentración y el contradictorio; son

principios procesales que determinan y orientan a las partes y al juez en el desarrollo

del proceso penal.

Al señalar las instituciones de la persecución penal, el procedimiento abreviado,

el procedimiento especial de averiguación y el juicio por delitos de acción privada, entre

otros, flexibilizan el desarrollo del proceso y la función jurisdiccional, haciendo que la

justicia sea pronta y cumplida; tal como lo ordena la Constitución Política de la

República, que la función jurisdiccional y la actividad que desarrollan las partes, poseen

el espacio o marco jurídico adjetivo, que delimita su actuación y garantiza en forma


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efectiva la justicia; el respeto de sus elementales derechos en relación al conglomerado

social.

Características

Siendo las características del derecho procesal penal, las que a continuación se

explican brevemente:

Es un derecho de carácter público: consiste en una rama del derecho público,

debido a que se trata de una parte de la universalidad jurídica de que está integrada la

legislación de Guatemala. En ese derecho público, se enmarca la función de tipo

jurisdiccional del Estado; que se encuentra ejercida a través de los tribunales de justicia

del país. Es de importancia señalar que estas normas procesales son de tipo

imperativo y obligatorio para toda la ciudadanía guatemalteca, debido a que el Estado

las impone a través de su poder de imperio, con el objetivo de brindar protección a la

sociedad; así como reestablecer la norma jurídica violada.

También, el proceso es tendiente a la actuación de una norma de derecho

público; de forma que la pretensión de carácter represivo es perteneciente al Estado

guatemalteco en el sentido de que quien la hace valer es un órgano público. Además,

los poderes de las partes son de igual naturaleza formal que los respectivos a los

funcionarios públicos. La voluntad de las mismas no puede restringir el campo de la

investigación, ni tampoco permite la teoría de la carga probatoria. El derecho procesal

penal es una rama del derecho público interno del Estado de Guatemala.
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siendo su acción de carácter público, y la actividad jurisdiccional es

correspondiente al Estado como una institución organizada; política y jurídicamente

responsable de proveer a los ciudadanos el valor justicia.

b) Es un derecho autónomo: como disciplina jurídica, cuenta con carácter

autónomo, debido a que tiene sus principios e instituciones propias, y posee autonomía

legislativa; jurisdiccional y científica. Ello le otorga virtud de ser una disciplina jurídica

de carácter independiente. Su autonomía legislativa, es proveniente de normas

especiales que lo regulan, o sea; específicamente en el Código Procesal Penal.

Su autonomía jurisdiccional, obedece a que existen órganos jurisdiccionales

específicos que se encuentran encargados del ejercicio de la jurisdicción pena. Su

autonomía científica, ocurre debido a que en la doctrina se ha llegado a la

consideración de que es una disciplina jurídica de carácter independiente. c) Es un

derecho instrumental: debido a que tiene como objetivo la realización del derecho penal

sustantivo o material, que pertenece al derecho público. O sea que éste, le es de

utilidad para la materialización del ius puniendi del Estado, quien; mediante.

el Ministerio Público lleva a cabo el ejercicio de la función de persecución penal

haciendo efectiva la función sancionadora que le es correspondiente. “El carácter

instrumental del derecho procesal penal, radica en que el Estado guatemalteco aplica

la ley penal contra el imputado mediante los mecanismos jurídicos que esta disciplina le

otorga; resguardando de esa manera a la colectividad y restituyendo la norma jurídica

violada”.
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Relaciones con otras disciplinas

El derecho procesal penal se relaciona con otras disciplinas jurídicas, siendo las

mismas las siguientes: a) Derecho constitucional:

el derecho procesal penal tiene íntima relación con el derecho constitucional

debido a que la ley fundamental, es constitutiva de la fuente primordial por excelencia

del ordenamiento jurídico de Guatemala. Además, debido a que es ahí donde nace la

obligación del Estado de asegurar la justicia a la ciudadanía, y también porque es la

norma constitucional la que crea la función jurisdiccional y el proceso, y le otorga

existencia a un sistema de derechos, garantías y principios constitucionales; que

combinados integran el derecho procesal.

Asimismo, debido a que el derecho constitucional se vale de aquel para hacer

llegar la justicia a los ciudadanos. No se tiene que olvidar que el Estado se organiza

para proteger a la persona y a la familia y su fin primordial consiste en llevar a cabo el

bien común; así como también en asegurar a todos los habitantes de la República el

valor justicia y el desarrollo integral de la persona humana. Además, guarda una

relación tal, que no existe Estado de derecho que se encuentre fundamentado en una

Constitución, sin la cual no puede existir un proceso legal que sea legal y auténtico;

debido a que existiría una ausencia.

En la dinámica y en el juego de las instituciones que intervienen en la relación

jurídica procesal. También, debido a que se violarían de forma sistemática los

derechos, las garantías y los principios que informan el proceso penal. b) Derecho civil:

tiene relación con el derecho civil, debido a que éste se encarga de la regulación de los
16

institutos básicos, como la capacidad de las personas para el ejercicio de sus derechos

formales, la determinación del domicilio y, la residencia de cada persona, los

parentescos que sirven para la apreciación de la normativa que limita.

Las posibilidades de denuncias o declaraciones testimoniales entre los

parientes consanguíneos o afines; todo lo cual tiene que ver de manera directa con el

derecho procesal penal. 10 De ésta disciplina jurídica es de donde se definen las

responsabilidades civiles, que el condenado está obligado a pagar al agraviado o actor

civil; de conformidad con el caso. c) Con el derecho penal: el derecho procesal penal se

relaciona con el derecho penal, debido a que son disciplinas jurídicas que apuntan a

igual dirección. Mientras que el derecho penal se encarga de.

la definición de los delitos, de las penas y de las medidas de seguridad, el

derecho procesal penal señala las herramientas jurídicas para la aplicación de

aquellas, y ambos, de forma integral se encargan del desarrollo y del cumplimiento del

deber del Estado de brindar protección a la colectividad y al restablecimiento de la

norma jurídica violada; haciendo llegar a la sociedad la justicia como un deber del

Estado. “La función del Estado para reprimir y reprimir la criminalidad, abarca tres

momentos: uno en el cual el legislador describe los delitos y fija las penas; otro en que

se determina.

la existencia del delito y se aplica la ley penal, en el caso concreto, por medio

de los órganos jurisdiccionales; y el último, cuando el Estado provee a la ejecución de

la condena, o sea el momento de la conminación abstracta, que pertenece al derecho

penal, y el del juicio y de la ejecución, que pertenece al proceso penal”.7 d) Con el

derecho procesal civil: tiene relación con esta disciplina jurídica, debido a que uno y
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otro son integrantes del derecho público interno del Estado, debido a que ambos dan

lugar a relaciones jurídicas en las cuales tiene intervención.

El Estado, no como sencillo sujeto de derecho que pertenece también a los

particulares; sino como titular de la soberanía. Además, el derecho procesal civil,

determina cuál es el valor probatorio que tiene que dársele a un documento público

autorizado por funcionario o notario público. e) Con el derecho internacional: también

guarda estrecha relación con esta disciplina jurídica, debido a que el derecho

internacional regula los derechos y las garantías constitucionales mediante las

Convenciones y los Tratados internacionales, tales como.

La Convención Americana de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de

Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos

Civiles y Políticos, y la Declaración Universal de Derechos Humanos, todos ratificados

legalmente por el Estado de Guatemala, y por ende; los órganos jurisdiccionales e

instituciones estatales tienen que observarlos con carácter obligatorio en el proceso

penal.

Valores del proceso penal

Las innegables peculiaridades del derecho procesal penal, deben entenderse

ligadas más bien a la existencia.

dentro del único fin del proceso penal, de dos valores en especial tensión y

posible contraposición, que, sin embargo; han de compaginarse y armonizarse. El

proceso penal se inspira en el principio de oficialidad y no puede dejar de tener en

cuenta las exigencias de los principios jurídico-naturales de audiencia y de igualdad de


18

las partes. Hay, sin embargo, en un plano distinto del de la formalización conceptual

implicada en la determinación de unos genuinos principios, en el de la finalidad del

proceso, dos elementos que siempre han de estar presentes-

En el diseño legislativo de los distintos tipos de procesos penales y al enjuiciar

la realidad procesal que se produce por esos cauces legales. Esos dos valores son, de

un lado, la eficaz identificación de las infracciones penales y de sus responsables, con

la correspondiente imposición de las penas o medidas y, de otro; la adecuada defensa

de los derechos y libertades de las personas implicadas en el proceso penal como

sujetos pasivos. En la expresión represión jurídica de la criminalidad aparecen los dos

aspectos referidos: no se alcanza el fin del proceso si no hay represión de lo criminal.

Pero tampoco se logra si esa represión no es jurídica. Y no lo sería si el proceso

penal no implicara las debidas garantías, ante todo para los sujetos procesales pasivos.

A diferencia de los procesos de otros órdenes jurisdiccionales, el proceso penal se ha

de diseñar en la ley y debe desarrollarse en la realidad para dar satisfacción a dos

valores distintos, que, por su tensión recíproca y su probable contraposición; revisten el

aspecto de objetivos e incluso de finalidades diferentes. Con términos tópicos cabría

decir que si todo proceso es un mal, si todo proceso es gravoso.

Especialmente para la parte pasiva que no genera o provoca el proceso, sino

que es llevada a él y sometida a sus actos y efectos, el proceso penal supone para la

parte pasiva una onerosidad singularmente grande, pues no es sólo que la futura

sentencia represente una amenaza de muy especial gravedad; sino que el proceso

mismo comporta ya la probabilidad de que se vean afectados bienes de dicha parte


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pasiva. Siendo la infracción de deberes jurídicos el verdadero mal y los procesos el

modo civilizado de afrontar las diversas conductas ilícitas.

En los procesos penales está en juego, ante todo, poder identificar y calificar los

más graves comportamientos ilícitos, sancionando, en su caso; a los sujetos

responsables. Obviamente, los procesos penales no se han establecido para absolver

a quienes no son delincuentes. Y, sin embargo, una vez que esos procesos existen, en

ellos no se tiene que condenar a los inocentes, ni se tienen que imponer penas de

severidad mayor a la que corresponda legalmente. El sistema procesal penal ideal,

consiste en un sistema que, dando amplitud a la defensa y garantía de acierto al fallo,

asegura, sin embargo.

la celeridad del juicio para la realización de dos fines: uno, que la suerte del

ciudadano no esté indefinidamente en lo incierto, ni se le causen más vejaciones que

las absolutamente indispensables para la averiguación del delito y el descubrimiento

del verdadero delincuente; y otro, que la pena siga de cerca a la culpa para su debida

eficacia y ejemplaridad. El ciudadano debe tener en su mano medios eficaces de

defender y conservar su vida, su libertad, su dignidad, su honor; y si el interés de los

habitantes del territorio es ayudar al Estado para que ejerza con libertad una de sus

funciones más esenciales, cual es la de castigar la infracción de la ley penal para.

restablecer, allí donde se turbe, la armonía del derecho, no por esto deben

sacrificarse jamás los fueros de la inocencia porque al cabo el orden social bien

entendido; no es más que el mantenimiento de la libertad de todos y el respeto

recíproco de los derechos individuales. En materia penal hay siempre dos intereses

rivales y contrapuestos: el de la sociedad, que tiene el derecho de castigar, y el del


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acusado; que cuenta con el derecho de defenderse. “El carácter individualista del

derecho se ostenta en el sistema acusatorio, en el cual se encarna el respeto a la

personalidad del hombre y la libertad de la conciencia.

mientras que el procedimiento de oficio e inquisitivo representa el principio

social y se encamina preferentemente a la restauración del orden jurídico perturbado

por el delito”. Por lo tanto, el problema de la organización de la justicia criminal no se

resuelve sino definiendo claramente los derechos de la acusación y de la defensa, sin

sacrificar ninguno de los dos, ni subordinar el uno al otro, antes bien; armonizándolos

en una síntesis superior. No es sencilla la tarea de construir y ensamblar piezas

procesales que miran a la más expedita y completa reconstrucción de los hechos, a la

celeridad del proceso y al aseguramiento de cosas y personas; sin afectar.

negativamente con todo ello a los derechos de la defensa y sin correr un riesgo

excesivo de maltratar la dignidad personal del imputado. Sin embargo, hay que poner el

máximo empeño en conocer óptimamente la realidad delictiva y la de los mecanismos

estatales que la afrontan: policía, tribunales, expertos, con sus posibilidades, carencias

y hábitos más o menos arraigados y en ejercitar esforzadamente la prudencia, para

evitar, tanto un paroxismo garantista que acabe primando procesal y vitalmente al

delincuente, como una exacerbación del designio de impartir justicia de un modo tan

expedito y veloz que conlleve falta de real aprecio hacia las debidas.

garantías, que son aquéllas que permiten afirmar, con tranquila conciencia; que

el imputado ha podido defenderse en el terreno de los hechos y en el de los

razonamientos jurídicos.
21

I. CAPÍTULO 2.

El derecho de defensa La batalla cultural y política contra la irracionalidad y la

arbitrariedad del proceso inquisitivo es el motivo de los movimientos reformadores.

Todo el pensamiento ilustrado fue concorde al denunciar la inhumanidad de la tortura y

el carácter despótico de la inquisición, así como el redescubrimiento del valor garantista

de la tradición acusatoria, recibida en el ordenamiento del antiguo proceso romano. La

evolución del sistema de justicia penal ha sido coherente con las diversas

transformaciones en la situación jurídica del imputado y, en consecuencia, el derecho

defensa como su garantía nuclear es un asunto constante en la dogmática.

penal, coadyuvado además, paralela y paradójicamente, en una indiscutible

realidad: el derecho defensa es uno de los derechos más vulnerados en la cotidianidad.

Entonces, el derecho de defensa, como garantía de inmunidad del ciudadano frente a

posibles intromisiones punitivas infundadas o arbitrarias, necesita ser comprendido y

defendido. “El derecho de defensa es un derecho fundamental cuyo reconocimiento

normativo constitucional e internacional tuvo de ser arrancado a las fauces del poder,

tras el reclamo de miles y miles de seres humanos que sufrieron el peso de una injusta

justicia 18 que los redujo a simples objetos de su apatía”.

9 2.1. Reseña histórica Las normas e instituciones jurídicas actuales no pueden

ser comprendidas cabalmente si se carece de información sobre los antecedentes que

en el decurso de la historia condujeron a su implementación y evolución. Todo lo

atinente al derecho y su aplicación se encuentra íntimamente interrelacionado a las

estructuras sociales, al rol que juegan los individuos dentro de las mismas, a la

organización y distribución del poder y a las concepciones ideológicas que formulan la


22

visión del mundo imperante. Sin lugar a duda, es en el sistema penal donde esto se

advierte más notablemente, porque se trata de.

la realización del poder que conculca con mayor intensidad el ejercicio de la

libertad del hombre, con sus prohibiciones y mandatos, sus persecuciones e

intervenciones, sus penas y medidas de seguridad. En las sociedades primitivas no

existía un ente central y neutral que regulara la forma de las reacciones ante las

agresiones o daños, por lo que las mismas se materializaban en una venganza privada

de la víctima contra el supuesto agresor. Es ante los excesos que dejaba latente esa

forma de reacción. Luego se instaura la 9 Manzini, Vicencio. Derecho 19 composición,

permitiendo al agresor pagar un precio a la víctima o sus familiares.

con lo que comprobará su libertad y, en consecuencia; evitaba el ejercicio del

derecho de venganza. La evolución de la vida en sociedad fue llevando paulatinamente

a que el poder público tuviera intervención en los conflictos más graves. Es así que se

atribuyen las funciones de enjuiciamiento hacia un órgano imparcial, y la acusación

queda en manos de la víctima y su familia, o se asume como un asunto cívico que

podía ser ejercido por cualquier ciudadano. “El juicio se desarrollaba de manera oral y

contradictoria, en la plaza pública, donde acusador y acusado estaban investidos de las

mismas facultades para.

la presentación y debate de las pruebas que comprobaran o explicaran los

hechos, y, aunque la decisión se basaba en la íntima convicción de los iudicis, quedaba

condicionada al caso y las circunstancias planteadas por el acusador”.10 La

acumulación de riquezas en manos de unos pocos coadyuvó al fortalecimiento de un

poder central que alcanzó su madurez con la aparición de las monarquías. Acá se
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sustrae la propia acusación de la disposición de los individuos, incluidas las víctimas, y

aparece el procurador del rey, que consiste en el antecedente del Ministerio Público,

hasta la consolidación definitiva de un poder judicial al servicio del Estado.

quien concentra todas las funciones procesales, a semejanza de la

centralización de los poderes de la soberanía en la persona del monarca, lo que trajo

consigo también la eliminación del concurso del imputado convirtiéndolo en su propia

persecución penal, sin la posibilidad de influir en la decisión con su defensa. Nace allí,

propiamente, aquello que se comprende por derecho penal; en forma de poder estatal

para el control directo de los súbditos. Sin lugar a dudas, la justicia penal

contemporánea es deudora de ese arrebatamiento de los conflictos a las personas

directamente involucradas, avalada en una inhumana exaltación del bien jurídico a

costa de la víctima-

con lo que los delitos, más que atentados contra el individuo, son asumidos

como atentados contra la comunidad o, más propiamente; contra el Estado. Así que, el

conflicto primario es desplazado por un conflicto de segundo orden; que se produce por

la supuesta violación de la ley. Es así que, el denominado sistema penal se compone

de un conjunto de principios, normas, instituciones y prácticas que disciplinan la vida de

los seres humanos con la finalidad de prevenir, solucionar o aminorar los conflictos más

graves originados en la interrelación social, y, regulan la creación; aplicación y

ejecución del ejercicio penal. La función de prevención tiene su manifestación.

primigenia en los contenidos de las normas penales materiales, una suerte de

orientación que instituye modelos de comportamientos dirigidos a abstenerse de hacer

y mandar, consistente en la obligación de hacer bajo amenaza de la imposición de una


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sanción o pena ciertas actuaciones humanas que hechas o dejadas de hacer; podrían

producir un daño al prójimo y perturbar el orden social. 21 Sin embargo, como el

conflicto es inherente a la naturaleza humana, todo mandato o prohibición punible

habrá de ser transgredido. Las normas penales materiales a diferencia de sus

correlativas civiles que son autorrealizables no tendrían ninguna función concreta;

si no existiesen mecanismos para hacerlas efectivas ante su quebrantamiento.

Así, el proceso conforma esos mecanismos de que disponen, para aplicar el derecho

material a situaciones concretas, por lo que en su defecto las personas se verían

precisadas a hacerse justicia por sus propias manos. Asimismo, sólo en el proceso se

habilita legítimamente a los órganos del Estado a intervenir en los conflictos, con lo que

la aplicación de la pena como solución es simbólica y establecida en la norma material,

obligando a la previa verificación en juicio de la ocurrencia del supuesto hecho punible

atribuido al individuo-imputado, fijada en una decisión vinculante que se impone.

debido a la superioridad del órgano jurisdiccional sobre las partes; como

emanación del imperium de su investidura constitucional. El proceso no es propiamente

un mecanismo de solución, sino de redefinición de conflicto, dada la magnitud de

violencia que genera el sistema de justicia penal, se condiciona su uso a los conflictos

de mayor gravedad e impacto social. Así, es positivo el establecimiento de mecanismos

más idóneos de solución, que ofrecen como externalidad positiva una mayor cabida a

la autonomía de los individuos en la gestión de sus conflictos, sea en formas

compositivas como la conciliación o la mediación, o 22 incluso; alternativas impositivas

menos
25

interventoras como la suspensión condicional del procedimiento o de la pena y la

ruptura con la estatización de la acción penal asegurada en la acción privada. Con

todo, no hay agresión más intensa y cuyo ejercicio encierre mayor peligro de

arbitrariedad y excesos que el poder punitivo estatal. La asimetría entre el individuo, el

imputado y el aparato represivo suponen una situación de desigualdad estructural que

justifica la habilitación de garantías; que le permitan controlar y repeler el ejercicio

arbitrario del poder penal.

2.2. El derecho de defensa en un Estado de derecho La multiplicidad de

funciones que actualmente se asigna al término Estado de derecho, origina no pocos

inconvenientes a la hora de fijar un concepto acabado sobre el mismo, más aún cuando

no existe un Estado de derecho perfecto: a lo sumo se puede aspirar es un modelo

teórico-normativo que ampliamente marcado por la realidad constitucional propia de

quien lo postule, se acoja a unos estándares mínimos madurados especialmente en el

constitucionalismo, pero su efectividad se visualiza a través de la praxis del ejercicio del

poder mismo; y no en los planteamientos abstractos de la Constitución y las leyes.

Es así que, el Estado de derecho no se hace realidad por generación

espontánea, sino que parte de una expresión de las normas jurídicas y su consecuente

funcionamiento en las instituciones y en las prácticas de los actores políticos

relevantes; así como en la 23 cultura de los ciudadanos. Son fundamentales los

principios ético-políticos que, en el Estado actual de la cultura jurídica guatemalteca,

organizan al Estado como un mecanismo destinado a la tutela efectiva de los derechos

de la persona humana, y; especialmente su influencia en la configuración normativa del

derecho de defensa.
26

En franca adhesión a los postulados contractualistas, se colige que el abandono

del Estado de naturaleza dónde cada uno velaba por su subsistencia y la consecuente

integración en una sociedad jurídicamente organizada para proteger los intereses

mutuos, ha comportado, correlativamente, la delegación del uso monopólico de la

fuerza y los medios de coerción, así como la administración de la justicia hacia el

propio Estado y, por ende; en quienes regenten el poder público en representación del

conglomerado social.

Dada la naturaleza conflictiva de las sociedades humanas y la represividad

inmanente al Estado que a veces tiende hacia su propia conservación antes que a la

defensa de los asociados, ha generado serias dificultades. Deben existir normas y

mecanismos capaces de evitar los excesos y arbitrariedades de la autoridad política y

los detentadores de los poderes fácticos, así como también se tienen que evitar los

atropellos que se encuentran fuera del manto del poder público o privado. 24 Es así

que, el sometimiento a la ley de los órganos de poder, se erige en la base formal del

Estado de derecho.

Sin embargo, se debe reconocer que las leyes, obras de seres imperfectos,

pueden ser arbitrarias, irrazonables, injustas e inhumanas; aunque sean respetados los

procedimientos formales para su elaboración. La violencia del legislador también debe

ser contenida mediante el establecimiento de límites sustanciales; como el principio de

razonablidad y la garantía de la inconstitucionalidad. Se debe admitir que, todo poder

tiende hacia su autoconservación e incremento y esta tendencia utilitarista lleva hacia

el abuso de poder y, consecuentemente; a la negación misma de los fines del pacto

social. Así.
27

para contener esta desviación funcional se ha consagrado el principio de la

separación de los poderes a fin de que no se pueda abusar del poder. “Toda la

tradición iusnaturalista e ilustrada defendió la inviolabilidad de ciertas cualidades que

nacen con la persona humana y con los derechos naturales. El Estado de derecho

erige al ser humano, transformándolo en un sujeto político y no en un mero objeto

político, con lo que afirma las relaciones y las obligaciones sociales de los hombres; así

como también su autonomía. La dimensión social de la vida en comunidad lleva a la

dignidad humana a la existencia de organización de su vida social.

tanto en la esfera de la política, como en la economía; a través de los derechos

fundamentales”.11 La necesidad de establecer garantías reales y operantes frente al

poder radica, en que el hombre es un fin en sí mismo, un sujeto fundamental del

derecho y que, antes de 11 Morales Mom, Jorge. Manuel de derecho procesal penal,

pág. 19. 25 someterlo a castigo por justo que éste sea deben agotarse todas las

instancias para la exacta determinación de la imputación, otorgándosele posibilidades

de descargo; oportunidad de ser oído y medios para oponerse idóneamente a la

acusación. Y sólo cumplidos estos requisitos, el pronunciamiento podrá ser conforme el

derecho y la justicia.

La idea de un derecho penal mínimo, realizable a través de un debido proceso,

asegurado por el garantismo penal, es inherente y consustancial al Estado de derecho.

En una sociedad democrática los derechos y libertades inherentes a la persona, sus

garantías y el Estado de derecho son primordiales. La Constitución Política de la

República recoge la garantía de la inviolabilidad de la defensa, en términos imperativos,

debido a que nadie podrá ser juzgado sin haber sido oído o debidamente citado, ni sin
28

la observancia de los procedimientos de ley para asegurar un juicio imparcial y el

ejercicio del derecho de defensa.

Es a partir de la reforma procesal penal cuando empieza a desplegar toda su

eficacia como derecho fundamental, entiendo la funda mentalidad como atributo de la

supremacía de los principios, derechos y garantías contenidos en la Constitución y los

tratados internacionales de derechos humanos acogidos por los poderes público. La

estructura misma del proceso acusatorio justifica la existencia de la defensa que, al

igual que la acusación, es un mecanismo necesario para la perfección de la relación

procesal. 26 2.3. Conceptualización La voz defensa significa oponerse al peligro de un

daño o, más gráficamente, el rechazo a un ataque o agresión, que en el lenguaje.

jurídico se denomina ofensa y constituye, lógicamente; el antecedente

necesario de la defensa. Así, la defensa exige previamente una ofensa y su nota

esencial es su carácter reactivo, por lo que sólo puede hablarse de defensa a propósito

de una actuación en que se desenvuelve un sujeto como reacción ante otra previa de

un contrario. Cuando en cumplimiento de sus obligaciones de garantizar la paz social o

la seguridad ciudadana, el Estado decide actuar contra un individuo a quien considera

posible autor o partícipe en un delito, ejerce una particular forma de agresión: el poder

penal, que es la más intensa que Estado de derecho admite legítimamente.

en la medida en que sirva para proveer protección a los ciudadanos ante las

agresiones; pero al mismo tiempo tiene que respetar la dignidad de los supuestos

agresores. Entonces, la configuración del sistema penal está pensada como un doble

mecanismo de protección o defensa, de un lado tutela del individuo ante las agresiones

de otro individuo, del otro defensa del agresor real o supuesto ante las reacciones
29

incontroladas; ya sea que provengan de las víctimas o del Estado. Entonces, es la

defensa del supuesto agresor la que interesa al proceso penal, porque no es nada fácil

la situación.

particular de quien tiene que enfrentarse a toda la 27 maquinaria represiva del

Estado y la violencia de los medios de comunicación, bajo la inminente y a veces

manifiesta amenaza del conculcarle uno de los más preciados derechos del hombre: la

libertad. O incluso el más preciado: la vida. El juicio previo que necesariamente debe

anteceder a la sanción penal es la manifestación más preclara de la vigencia del

derecho de defensa en el proceso penal dentro de un Estado de derecho. Sin embargo,

el juicio previo por si sólo no garantiza nada. La historia de los procesos inquisitivos y

anti garantistas demuestra que el juicio previo, se convirtió en la máxima.

expresión de la violencia sancionadora del Estado. La efectividad protectora del

juicio sólo aparece cuando existe una defensa eficaz que torne operativas todas las

garantías que aseguran el debido proceso. El derecho de defensa abarca la facultad de

reclamar la vigencia de todas las garantías que protegen al justiciable, como son la

imparcialidad, juez natural, presunción de inocencia y el plazo razonable. Es, entonces,

la garantía central del debido proceso, que materializa el efectivo goce y respeto de los

demás derechos, garantías procesales y penales reconocidas por el ordenamiento

jurídico.

28 2.4. Génesis del derecho de defensa Cuando un individuo se entera de que

se le está vinculando, con señas inequívocas de su identidad, como posible autor o

partícipe en una investigación penal iniciada a cualquier nivel, se activa su derecho de

defensa y, por lo tanto; tiene derecho a intervenir para anteponer las defensas de lugar.
30

La efectividad del derecho de defensa implica poner oportunamente en conocimiento

del imputado la formulación precisa de los cargos, que incluye una enunciación clara,

precisa, circunstanciada, inequívoca y específica de los hechos en relación al modo,

tiempo y lugar, así como su fundamento jurídico y probatorio.

La imputación lejos de conceptuarse como un atentado, es una garantía que se

proyecta en un doble sentido: de un lado, abre paso a la posibilidad efectiva de ejercitar

la defensa, y, del otro, sirve a la delimitación fáctica de la investigación y el juicio,

determinando los márgenes dentro de los cuales se ha de desenvolver; con lo que se

evita una indagación indiscriminada y a espaldas del imputado. O sea, le sirve al

imputado para conocer el objeto del proceso lanzado en su contra; a fin de que pueda

proveerse de los medios o contrapruebas que le permitan ejercer una labor defensiva

en paridad con el acusador.

29 2.5. El derecho de defensa como garantía de verdad El proceso penal es

una forma de conocimiento para determinar la verdad sobre la ocurrencia de unos

hechos presuntamente punibles y sus supuestos partícipes. Entonces, como detrás de

todo conocimiento lo que está en juego es una lucha de poder, en un Estado

democrático y de derecho, que propugne por el respeto de la dignidad y los derechos

inherentes a la condición humana; no es posible disociar legítimamente en la búsqueda

de la verdad las garantías de su control. Sin embargo, las concepciones inquisitivas

implantaron la idea de que el fin del proceso penal es la búsqueda de una verdad.

objetiva, histórica, material, sustancial, real o más descriptivamente una verdad

absoluta y omnicomprensiva en relación a las personas investigadas; que se delega

mono políticamente en el tribunal. Así, toda la mecánica del proceso inquisitivo se


31

desarrolla en base a la búsqueda de un resultado sin reparar en los medios para

obtenerlo: la condena del imputado, quien es considerado un objeto conocimiento y la

defensa se concibe como un formalismo más para legalizar un juicio y alcanzar ese

resultado. El modelo garantista propone una nueva concepción de verdad, que busca la

reconstrucción del hecho.

pero ya no desde la posición mono política del juez, sino a partir del

contradictorio entre los sujetos procesales: acusación y defensa. La verdad que busca

el proceso penal es una verdad aproximativa o relativo-objetiva: una verdad obtenida

mediante pruebas y refutaciones y condicionada en sí misma por 30 el respeto a los

procedimientos y las garantías de la defensa. La defensa, que tendencialmente no

tiene espacio en el proceso inquisitivo, es el principal control de la prueba en el

acusatorio: no es atendible ninguna prueba hasta tanto no se hayan activado

infructuosamente todas las posibles refutaciones y contrapruebas.

La prueba, además, debe ser obtenida de una forma legítima. Aun cuando

subsiste un debate en torno a la naturaleza procesal de la declaración del imputado

como medio de prueba o medio de defensa, en principio, se debe colegir en que es un

medio de defensa que permite al imputado ejercer su derecho a ser oído frente a la

acusación existente y de introducir información; que se considere pertinente para su

defensa. Así, ejercitará o no dependiendo de las expectativas del caso concreto, previo

análisis de la situación con su defensor para evaluar su conveniencia. Si decide

declarar, la presencia activa del abogado toma obligatoriedad.

para su validez y, como no está obligado a declarar contra sí mismo; su silencio

jamás puede valorarse en su contra: principio de no autoincriminación. Siendo la


32

declaración una facultad del imputado y no un deber como es el caso de los testigos,

no tiene que coadyuvar en la investigación de la verdad de la acusación, ni puede

extrapolarse en la introducción de información relevante para el acusador, sino que él

mismo dispondrá si quiere o no colaborar con su contrario para declarar, no como un

mero objeto en el proceso; sino más bien como sujeto procesal con las mismas

facultades formales que el acusador para indagar en procura de la verdad.

31 “Sin embargo, el imputado conserva la facultad de confesarse culpable, a

partir exclusivamente de su voluntad, no por presiones, disuasiones o injerencias

externas, con la evidente asesoría previa de su defensor y, además, si se respetan las

garantías que la rigen nada impide que su declaración pueda ser valorada para fundar

juicios o decisiones en la reconstrucción del comportamiento atribuido, objeto del

proceso; incluso como elemento de incriminación en el marco del análisis de la prueba

lícita disponible”.12 2.6. La igualdad y el derecho de defensa El reconocimiento de la

igualdad como valor fundamental, representa uno de los mayores logros.

en la historia de la humanidad: significa la asignación del mismo abanico de

derechos a todos los individuos, sin distinción de sexo, edad, raza, etnia, religión,

procedencia, opinión política, nivel socio-económico u otra condición diferencial,

tomando como fundamento la dignidad inherente al ser humano. La igualdad consiste

precisamente en el igual valor asignado a todas las diferentes identidades que hacen

de cada persona un individuo diferente de los demás, y de cada individuo una persona

como todas las demás. La igualdad ante la ley es inefectiva si no se encuentra

respaldada, como corolario obligatorio, del correspondiente.


33

principio de igualdad ante los tribunales que, restringiendo al ámbito penal,

implica primordialmente: un acceso efectivo a la justicia de todos los ciudadanos; en

búsqueda de la tutela de los derechos conculcados y de la defensa de sus

pretensiones. La presencia de condiciones de desigualdad real obliga a adoptar

medidas de compensación que contribuyan a reducir o eliminar los obstáculos y

deficiencias que impidan o reduzcan la defensa eficaz de los propios intereses. Si no

existieran esos medios de compensación, ampliamente reconocidos en diversas

vertientes del procedimiento, difícilmente.

se podría decir que quienes se encuentran en condiciones de desventaja

disfrutan de un verdadero acceso a la justicia y se benefician de un debido proceso

legal en condiciones de igualdad; con quienes no afrontan esas desventajas». Esos

medios de compensación, no son más que garantías específicas destinadas a la

protección de la parte en desventaja que, normalmente en el proceso penal; es el

imputado. Es así que, son los jueces quienes tienen la obligación positiva de allanar

todos los obstáculos que impidan o debiliten la vigencia o efectividad del principio de

igualdad entre las partes. Sin embargo.

algunas de las vulneraciones más cotidianas son las desigualdades de trato

imputables a las propias autoridades jurisdiccionales, que consustanciados con la

búsqueda de la verdad real, en donde los jueces terminan coadyuvando o, al menos,

tolerando actuaciones arbitrarias de los funcionarios de acusación e investigación

públicos.

33 2.7. La defensa pública Es una realidad indiscutida que el sistema penal

opera de manera selectiva. Los más propensos a caer en sus redes son los grupos
34

más vulnerables y lo marginados sociales, quienes debido a su propia condición

carecen de los recursos básicos que le permitan acceder los medios jurídicos de

defensa. Así, estigmatizados como los únicos delincuentes, de una sociedad

excluyente, son encarcelados casi automáticamente; como si la pobreza en sí misma

sea un peligro de fuga. Al contrario, en los pocos casos en que se selecciona un

comerciante o político importante.

se observa un trato disímil, ofreciéndole privilegios y reverencias cual si fueran

patriotas sacrificados, los medios de comunicación deslegitiman políticamente la

persecución del Ministerio Público y los abogados se inventan teorías conspirativas

para eximirles de responsabilidad. Los derechos sólo viven en papel si las personas,

individual o colectivamente afectadas, no cuentan con los medios materiales de

asesoría jurídica y apoyo económico, que les permitan acceder a la justicia y

encontrarse en situación adecuada para plantear la defensa de los mismos. No puede

existir ninguna discusión seria sobre el respeto del derecho de defensa, de.

la reforma del sistema de justicia penal o el Estado de derecho si no se asume

como un problema vital el desarrollo de un servicio de defensa Pública que garantice el

acceso a la justicia. Es preciso superar la concepción tradicional que indica que la

defensa pública es subsidiaria del sistema de defensa construido sobre la base del

defensor privado o de confianza, para reflexionar sobre una visión realista donde la

gran mayoría no pueden elegir defensor debido a su condición económica. Es

imperativo reconocer que el derecho de defensa implica para el Estado no sólo el

reconocimiento de facultades que habilitan su ejercicio, sino también la obligación de

crear mecanismos.
35

destinados a proporcionar una defensa técnica efectiva; porque éste es un

servicio público imprescindible que debe alcanzar al menos toda infracción que pueda

conducir a la privación de libertad o de otra grave disminución de los derechos de la

persona; cualquiera que sea la denominación de la infracción. Toda persona sujeta a

persecución penal debe beneficiarse del mismo, sea que no elija defensor de confianza

y, especialmente; quienes no tengan recursos económicos para asistirse de un

defensor privado. La defensa pública no es una caridad ni favor al imputado; sino una

garantía de prestación para efectivizar el fundamental derecho de defensa.

Además, el servicio público de defensa coadyuva a la promoción, ejercicio y

divulgación de los derechos humanos; genera desde el propio Estado críticas al

sistema de justicia y presenta estrategias de oposición a la selectividad, violencia,

desigualdad, injusticia, que pueden surgir del ejercicio de la autoridad pública si no

encuentran contrapeso. Es entonces un órgano de control ante la arbitrariedad y

corrupción estatal que permite la efectivización y humanización de la administración de

justicia. En una sociedad donde emergen formas protectoras de los derechos humanos

que superan fronteras e ideologías, la República guatemalteca avanza hacia.

el fortalecimiento del Estado constitucional de derecho, rescatando principios,

derechos y garantías que aunque consagrados de antaño en la Constitución; habían

quedado desvinculados del quehacer jurídico ordinario. Así, nutriéndose de fuentes

normativas, se está evolucionando hacia un proceso integral de reforma en el sistema

de justicia, llamado a tutelar y garantizar el goce efectivo de los derechos, reforzando la

idea del respeto a la dignidad humana, fundamento de los derechos fundamentales


36

como valor inalterable que constituye el fin mismo del Estado y por lo tanto límite

infranqueable al ejercicio de sus poderes.

Como el sistema penal es el terreno donde con mayor intensidad y violencia se

manifiesta el poder estatal y, por ende, donde existe el mayor riesgo de afectación a la

dignidad humana, habrá de otorgarse al imputado las posibilidades de descargo,

oportunidad de ser oído y medios para oponerse idóneamente a la acusación

especialmente la designación de abogado defensor, privado o público; única forma de

limitar el ejercicio arbitrario de ese gran poder estatal. Sin embargo, lejos de cualquier

referencia salvífica de tipo normativo, lo importante es 36 que los operadores judiciales

asuman el derecho de defensa como una cualidad inalterable.

que la práctica lo absorba, que cada actuación procesal le atienda y, en caso

contrario, que los jueces estén prestos a declarar la nulidad o invalidez de los actos que

lo vulneren, así como a imponer las sanciones correspondientes a quienes sean

responsables de esas vulneraciones. Se debe superar la exégesis legal e instaurar una

verdadera cultura de la constitucionalidad que erija al ser humano en el centro de

atención de la actividad del Estado. 37

III. CAPÍTULO

3. Defensa técnica y material El derecho de defender de un a acusación surge,

como derecho especifico, de la estructura reformista del enjuiciamiento penal que nace

en el siglo XVIII y se plasma en el siglo siguiente; sobre la base de la garantía

individual. “Las primeras manifestaciones de esta reforma se encuentran en la

declaración de derechos del Estado de Virginia promulgada en 1776, cuyo texto


37

confirmó la evolución posterior de la Constitución de los Estados Unidos de América,

en sus enmiendas VI, V Y XIV, las cuales ya no sólo se refieren a los derechos del

individuo frente a una acusación criminal sino se extienden a que ninguna persona

será.

privada de su vida libertad o propiedad; sin el debido procedimiento legal”.13

3.1. Breve reseña histórica El derecho inviolable de defenderse debe verse a partir de

la noción de lo que significa. Estado de derecho para el enjuiciamiento penal, como

limitación al uso arbitrario del poder penal por parte del Estado y como garantía del

individuo. De manera que por encima de los giros idiomáticos empelados en sus

distintas formulaciones, también se halla en el debido procedimiento legal, o en la

garantía de un juicio imparcial y legal; o previendo oportunidades iguales para el

imputado en juicio. 13 Herrarte, Alberto.

“En la legislación guatemalteca, el derecho de defensa fue incorporado hasta el

siglo XIX, y aparece regulado por primera vez en el Decreto 76 emitido por la Asamblea

Constituyente del Estado de Guatemala, el 5 de diciembre de 1839, que contiene la

Declaración de los Derechos del Estado y sus habitantes, conocida también como ley

de Garantías. Esta ley fue emitida luego que había dejado de regir la Constitución

federal que estuvo vigente hasta 1838 y aunque sólo se refiere al derecho de defensa

en materia penal; constituye el antecedente más remoto al respecto”.14 Dicha ley

establecía que en todo proceso criminal, el acusado no podrá.

ser privado del derecho de ser oído por sí o su defensor, de ser informado de la

naturaleza y causa de la acusación intentada contra él, de que se le presenten los

testigos cara a cara, y de ser juzgados por el tribunal o juez establecido por la ley con
38

anterioridad a la perpetración del crimen; observándose todos los trámites y

formalidades legalmente establecidas. Es decir, que conforme el texto de esa ley ya se

reconocía al acusado el derecho de contradicción, del conocimiento de la imputación, el

derecho de probar y controlar la prueba, el de juez natural y del debido proceso que

constituyen las columnas del derecho de defensa en el proceso penal contemporáneo.

“La Constitución liberal de 1879 también incluyó este derecho, pues en forma

terminante declaró que es inviolable en juicio la defensa de la persona y de los

derechos y ninguno podrá ser juzgado por tribunales especiales. Esta misma fórmula,

con algunas variantes, se mantuvo en las ocho reformas que surgió dicha constitución.

Dentro de ellas vale la pena mencionar la de 1935, en donde se ordenaba que

indagado el prevenido, tendría derecho de proveerse de defensor; con la cual se

reconocía la obligatoriedad de la defensa técnica”.15 La inviolabilidad en juicio de la

persona y de sus derechos, con un texto similar al de la Constitución liberal.

fue adoptado por la Constitución de 1945. La Constitución de 1985, actualmente

en vigor, expresamente reconoce el derecho de defensa como unos de los derechos

individuales, dentro del título correspondiente a los derechos humanos. 3.2. El derecho

de defensa El Artículo 12 de la Constitución Política de la República de Guatemala

señala: “Derecho de defensa. La defensa de la persona y sus derechos son inviolables.

Nadie podrá ser privado de sus derechos. Sin haber sido citado, oído y vencido en

proceso legal ante juez o tribunal competente y preestablecido. Ninguna persona puede

ser juzgada por Tribunales Especiales o secretos.

ni por procedimientos que no estén preestablecidos legalmente”. Los derechos

de audiencia y al debido proceso reconocidos en el Artículo 12 antes citado, deben


39

tener plena observancia en todo procedimiento en que se sancionen; condenen o

afecten los derechos de una persona. Es en el procedimiento penal en donde el

derecho de defensa cobra mayor importancia, por la supremacía de los bienes o

valores jurídicos que en él se proponen en juego. 35. 40 De manera que viene a

constituir una de las más importantes garantías procesales, de acuerdo con el Artículo

20 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de

Guatemala:

“Defensa. La defensa de la persona o de sus derechos es inviolable en el

proceso penal. Nadie podrá ser condenado sin haber sido citado, oído y vencido en

procedimiento preestablecido y ante tribunal competente, en el que se hayan

observado las formalidades y garantías de ley”. El imputado tiene que tener

oportunidad suficiente de audiencia, que implica comparecer en persona ante el

tribunal. “La defensa material en el procedimiento penal, determina que ninguna

persona puede ser obligada a declarar contra sí misma; y si el obligado no comparece

o se negare a contestar se produce la confesión ficta”.

16 En cuanto a la defensa técnica, la misma resulta obligada en el procedimiento

penal, tomando a su cargo el Estado la designación de oficio de un defensor; cuando el

imputado no puede o no quiere elegirlo. En cambio en el procedimiento civil, si bien es

necesaria la asistencia técnica para ciertos asuntos y determinadas diligencias, dicha

exigencia no responde a la necesidad de garantizar la defensa técnica; sino más bien a

la necesidad de asegurar la normal substanciación del proceso y el orden en el

planteamiento de las cuestiones conforme a los ritos procesales. 16 Sosa Arlíti,

Enrique. 41 En el procedimiento penal, el derecho de defensa.


40

no se limita a la protección del imputado, sino que también alcanza a otras

personas que pueden intervenir en él, como el actor civil; el mismo imputado en su

calidad de demandado civil y el tercero civilmente demandado. En el derecho de

defensa el titular es el imputado, y comprende la facultad de intervenir en el

procedimiento penal abierto en su contra y la de llevar a cabo todas las actividades

encaminadas a poner en evidencia la falta de fundamento de la potestad penal del

Estado o cualquier circunstancia que la excluya o la atenúe. Esas actividades, pueden

sintetizarse en la facultad de ser oído, en la de controlar la prueba de cargo que podrá

utilizarse.

válidamente en la sentencia, en probar los hechos que él mismo invoca para

excluir o atenuar la reacción penal, y en valorar la prueba producida poniendo las

razones, fácticas y jurídicas, para obtener del tribunal una sentencia favorable según su

posición; que excluya o atenúe la aplicación del poder estatal. La defensa del imputado

tiene dos caras, porque la cumple tanto él como su defensor, por eso se suele distinguir

entre la defensa técnica, que tiene que ser cumplida por el abogado defensor y la

material; que se ejerce por el propio procesado. 3.3. Defensa técnica A diferencia del

proceso civil, en el cual la capacidad de postulación es ejercida

prácticamente con exclusividad por el abogado, en el penal de derecho de

defensa es ejercitado de manera simultánea, tanto por el abogado defensor como por

su patrocinado. La defensa penal es la parte procesal que viene integrada por la

concurrencia de dos sujetos procesales, el imputado y su abogado defensor, en donde

ejercita el primero de ellos una defensa privada o material y el segundo ejercita una

defensa pública, formal o técnica. La asistencia profesional resulta necesaria porque si


41

el proceso es esencialmente dialéctico, la posición del procesado implica que esté en

condiciones de someter a discusión no sólo lo que le acuse.

sino también lo que elimine o aminore la acusación, siendo indispensable la

selección de abogado de confianza según la voluntad del imputado y así lo represente

a lo largo del proceso y su desconocimiento u obstaculización lesiona gravemente el

derecho de defensa y al debido proceso, constituyendo los defectos concernientes a la

asistencia y representación del imputado en los casos y formas que establece la ley;

motivo absoluto de anulación formal. La necesidad de la defensa técnica como un

servicio público imprescindible, se presta incluso contra la voluntad del imputado,

debido a que, en el derecho procesal penal, de alguna manera muy particular.

no se considera el imputado suficientemente capaz para resistir la persecución

penal del Estado y; por ello el defensor viene a completar o complementar la capacidad

del imputado. La defensa técnica como manifestación del derecho público no es

renunciable porque aun cuando el imputado se niegue a designar defensor de su

confianza, el funcionario 43 judicial debe designarlo de oficio, en razón de que en tal

defensa está interesada la sociedad, y en la falta de asistencia y representación del

imputado, en los casos y formas establecidas por la ley; constituye motivo absoluto de

anulación formal por inobservancia de un derecho y garantía.

previsto por la constitución y por los tratados ratificados por Guatemala. Por el

contrario, la defensa material en la que privan los principios literales individualistas, es

renunciable porque el imputado puede guardar silencio total o parcialmente o abstener

de ejercer toda actividad dentro del proceso; sin que por ello las actuaciones puedan

resultar nulas. Por otro lado, si bien la defensa material es susceptible de disposición
42

en un determinado acto procesal, no puede ocurrir igual con la defensa técnica. De

conformidad con el Articulo 92 Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de

la República de Guatemala antes citado.

el sindicado tiene derecho a elegir un abogado defensor de su confianza y si no

lo hiciera el tribunal se lo designará de oficio, antes de la primera declaración, salvo

que el sindicado prefiera defenderse por sí mismo; lo cual sólo será autorizado cuando

no perjudique la eficacia de la defensa. Dada la importancia de la defensa técnica, la

ley protege el ejercicio de la misma a efecto de que nunca falte y se pueda dar una

situación de indefensión. A ello responde la legitimación inmediata y sin trámite alguno

para el ejercicio de la función de los defensores; la posibilidad de que el imputado

pueda ser asistido por más de un 44 abogado defensor y que cada defensor pueda.

designar, con consentimiento del imputado, un sustituto, el carácter urgente y

sin mayores formalismos del nombramiento de defensor cuando el imputado estuviere

privado de su libertad; las providencias que debe tomar el tribunal en caso de renuncia

del defensor o ante el abandono de la defensa. El Artículo 94 del Código Procesal

Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala regula:

“Legitimación. Para el ejercicio de su función, los defensores serán admitidos de

inmediato y sin ningún trámite por la policía, el Ministerio Público o por el tribunal

competente, según el caso”. El Artículo 96 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92

del Congreso de la República de Guatemala regula:

“Número de defensores. El imputado no podrá ser defendido simultáneamente

por más de dos abogados durante los debates o un mismo acto. Cuando intervengan

dos defensores o más la notificación practicada a uno de ellos no alterará los trámites
43

ni los plazos. Ambos, no obstante, conservarán sus facultades autónomas, salvo

cuando la ley expresamente imponga una división de funciones”. El Artículo 97 del

Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala

regula: “Sustitución. Cada defensor podrá designar un sustituto para que, con el

consentimiento del imputado, intervenga si el titular tuviere algún impedimento”.

El Artículo 98 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la

República de Guatemala regula: “Nombramiento en caso de urgencia. Cuando el

imputado 45 estuviere privado de libertad, cualquier persona podrá asignarle, por

escrito, un defensor ante la policía o las autoridades encargadas de su custodia, o

verbalmente ante el Ministerio Público o el juez, asignación que se le dará a conocer

inmediatamente. En caso de urgencia, comenzará a actuar provisionalmente este

defensor”. El Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de

Guatemala regula en el Artículo 102 regula: “Renuncia.

El defensor podrá renunciar al ejercicio de la defensa técnica, en cuyo caso el

Ministerio Público o el tribunal competente fijará un plazo para que el imputado pueda

reemplazarlo, vencido el cual será sustituido por un defensor nombrado de oficio por el

tribunal. El renunciante no podrá abandonar la defensa hasta que intervenga el

sustituto. No se podrá renunciar durante el debate o las audiencias”. El Artículo 103 del

Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala

regula: “Abandono. Si el defensor del imputado sin causa justificada abandona la

defensa o lo deja sin asistencia técnica.

sin perjuicio de las responsabilidades en que por ello incurra intervendrá el

sustituto; ante la imposibilidad de éste, se procederá a su reemplazo inmediato por un


44

defensor nombrado de oficio y aquellos no podrán ser nombrados nuevamente en el

procedimiento. La resolución se comunicará al imputado y se le instruirá sobre su

derecho, a elegir otro defensor de confianza. Cuando el abandono del titular o del

sustituto ocurra poco antes o durante el debate, se podrá prorrogar su comienzo o

suspender el debate ya iniciado, como máximo por cinco 46 días corridos, si lo solicita

el nuevo defensor; no se podrá prorrogar o suspender otra vez por la misma causa.

En este caso, la intervención del defensor que hubiere sido nombrado de oficio

continuará, aunque intervenga después otro defensor de confianza”. En cuanto a la

naturaleza de la defensa técnica, cabe señalar que el defensor no es tan sólo un

asistente técnico del imputado, sino por el contrario un verdadero sujeto del

procedimiento penal, que, por lo general ejerce facultades autónomas sin depender de

la voluntad del imputado, y cuya actividad responde siempre a un interés parcial; la

defensa del imputado. “De conformidad con el ordenamiento adjetivo penal

guatemalteco, el defensor ejerce facultades autónomas a las del imputado, pues ambos

pueden indistintamente-

pedir, proponer o intervenir en el proceso, sin limitación: y se goza de

independencia, por cuanto que y bien debe atender las indicaciones de su defensor

puede a la vez sostener su propio recurso contra la voluntad del imputado o éste puede

desistir de los recursos interpuestos por aquél”.17 3.4. Defensa material Es el derecho

a intervenir en el procedimiento, se plantea la primera cuestión alrededor de determinar

con precisión el primer momento en que el imputado puede participar en el

procedimiento; o sea el momento a partir del cual el imputado goza de su derecho a

defenderse. 17 Barrientos Pellecer, César Ricardo.


45

El Artículo 71 del Código Procesal Penal, resuelve la duda al determinar que los

derechos que la Constitución y el mencionado Código otorgan al imputado, pueden

hacerlos valer por sí o por medio de su defensor; desde el primer acto del

procedimiento dirigido en su contra hasta su finalización. Además, se entiende por

primer acto del procedimiento cualquier indicación que señale a una persona como

posible autor de una hecho punible o de participar en él, lo cual puede suceder ante

alguna de las autoridades competentes para iniciar la persecución penal, es decir; ante

la policía, el Ministerio Público o un tribunal.

De manera que este derecho nace desde el mismo momento de la imputación, o

sea desde cuando se le atribuye a una persona determinada la comisión de un hecho

punible, bien desde que se inicia la investigación, la detención en situación de

flagrancia o por orden de juez competente y, se hace patente, cuando se dicta una

media de coerción o se dicta auto admitiendo la acusación, o finalmente; cuando se

pronuncia sentencia condenatoria. De acuerdo con el sistema procesal penal

guatemalteco, el derecho de defensa se concreta con la detención, en el

reconocimiento de los siguientes derechos constitucionales y legales:

El de ser notificado inmediatamente, en forma verbal y por escrito, de la causa

que motivó su detención; autoridad que la ordenó y lugar en el que permanecerá. - De

designar a la persona a quien deberá hacerse la misma notificación, lo cual 48 deberá

hacerse por el medio más rápido y de cuya afectividad será responsable la autoridad

respectiva. - El de ser informado inmediatamente de sus derechos en forma que le

sean comprensibles, especialmente que puede proveerse de un defensor; el cual


46

puede estar presente en todas las diligencias policiales y judiciales. - El derecho de ser

oído por juez competente dentro de un plazo que no exceda de veinticuatro horas.

- El de no se conducido a lugares de detención distintos a que los que estén

legal y públicamente destinados para el efecto. - A no permanecer detenido por faltas o

infracciones a los reglamentos, las personas cuya identidad pueda establecerse

mediante documentación, por el testimonio de persona de arraigo; o por la propia

autoridad. Estos derechos con la categoría de derechos humanos individuales,

aparecen establecidos en los artículos 7, 8, 9,10 y 11 de la Constitución Política de la

República de Guatemala y además se encuentran desarrollados en los artículos 71, 81,

87, y 92 del Código Procesal Penal.

El Artículo 7 de la Constitución Política de la República de Guatemala regula:

“Notificación de la causa detención. Toda persona detenida deberá ser notificada 49

inmediatamente en forma verbal y por escrito, de la causa que motivó su detención,

autoridad que la ordenó y lugar en el que permanecerá. La misma notificación deberá

hacerse por el medio más rápido a la persona que el detenido designe y la autoridad

será responsable de la efectividad de la notificación”. El Artículo 8 de la Constitución

Política de la República de Guatemala regula: “Derechos del detenido. Todo detenido

deberá ser informado inmediatamente de sus derechos en forma verbal y por escrito.

de la causa que motivó su detención, autoridad que la ordenó y lugar en el que

permanecerá. La misma notificación deberá hacerse por el medio más rápido a la

persona que el detenido designe y la autoridad será responsable de la efectividad de la

notificación”. El Artículo 9 de la Constitución Política de la República de Guatemala

regula: “Interrogatorio a detenidos o presos. Las autoridades judiciales son las únicas
47

competentes para interrogar a los detenidos o presos. Esta diligencia deberá

practicarse dentro de un plazo que no exceda de veinticuatro horas. El interrogatorio

extrajudicial carece de valor probatorio”.

El Artículo 10 de la Constitución Política de la República de Guatemala regula:

“Centro de detención legal. Las personas aprehendidas por la autoridad no podrán ser

conducidas a lugares de detención, arresto o prisión diferentes a los que están legal y

públicamente destinados al efecto. Los centros de detención, arresto o prisión

provisional, serán distintos a aquellos en que han de cumplirse las condenas. La

autoridad y sus agentes, que violen lo dispuesto en el presente Artículo, serán 50

personalmente responsables”. El Artículo 11 de la Constitución Política de la República

de Guatemala regula: “Detención por faltas o infracciones.

Por faltas o por infracciones a los reglamentos no deben permanecer detenidas

las personas cuya identidad pueda establecerse mediante documentación, por el

testimonio de personas de arraigo, o por la propia autoridad. En dichos casos, bajo

pena de la sanción correspondiente, la autoridad limitará su cometido a dar parte del

hecho a juez competente y a prevenir al infractor, para que comparezca ante el mismo

dentro de las cuarenta y ocho horas hábiles siguientes. Para este efecto, son hábiles

todos los días del año, y las horas comprendidas entre las ocho y las dieciocho horas.

Quienes desobedezcan el emplazamiento serán sancionados conforme a la ley.

La persona que no pueda identificarse conforme a lo dispuesto en este Artículo,

será puesta a disposición de la autoridad judicial más cercana dentro de la primera

hora siguiente a su detención”. El Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso

de la República de Guatemala regula en el Artículo 71: “Derechos. Los derechos que la


48

constitución y este Código otorgan al imputado, puede hacerlos valer por sí o por medio

de su defensor, desde el primer acto del procedimiento dirigido en su contra hasta su

finalización. Se entenderá por primer acto del procedimiento cualquier indicación que

señale a una.

persona como posible autor de un hecho punible o de participar en él, ante

alguna de las autoridades de la persecución penal que este Código establece. Si el

sindicado estuviere privado de su libertad, toda autoridad que intervenga en el

procedimiento velará para que conozca inmediatamente, los derechos que las leyes

fundamentales del Estado y este Código le conceden”. El Código Procesal Penal,

Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala regula en el Artículo 81:

“Advertencias preliminares. Antes de comenzar las preguntas se comunicará

detalladamente al sindicado el hecho que se le atribuye.

con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo, en la medida conocida; su

calificación jurídica provisional un resumen de los elementos de prueba existentes, y

las disposiciones penales que se juzguen aplicables. Se le advertirá también que puede

abstenerse de declarar y que esa decisión no podrá ser utilizada en su perjuicio. En las

declaraciones que preste durante el procedimiento preparatorio será instruido acerca

de que puede exigir la presencia de su defensor y consultar con él la actitud a asumir,

antes de comenzar la declaración sobre el hecho. El defensor, el querellante o las

partes civiles, deberán dar su dirección para recibir citaciones y notificaciones.

en el perímetro de la población y se les indicará que tienen la obligación de

notificar los cambios a los mismos”. El Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del

Congreso de la República de Guatemala regula en el Artículo 87: “Oportunidad y


49

autoridad competente. Si el sindicado hubiese sido aprehendido, se dará aviso

inmediatamente al juez de primera instancia o al juez de paz para que declare en su

presencia, dentro del plazo de veinticuatro horas a contar desde su aprehensión. El

juez proveerá los medios necesarios para que en la diligencia pueda estar presente un

defensor. Durante el procedimiento intermedio si lo pidiere el imputado.

la declaración será recibida por el juez de primera instancia. Durante el debate,

la declaración se recibirá en la oportunidad y en la forma prevista por este Código. El

imputado podrá declarar cuantas veces quiera, siempre que su declaración sea

pertinente y no aparezca sólo como un procedimiento dilatorio o perturbador. Durante

el procedimiento preparatorio el sindicado podrá informar espontáneamente al

Ministerio Público acerca del hecho delictivo que se le atribuye pero deberá ser asistido

por abogado de su elección o por un defensor público”. El Artículo 92 del Código

Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala regula:

“Derecho a elegir defensor. El sindicado tiene derecho a elegir un abogado

defensor de su confianza. Si no lo hiciere, el tribunal lo designará de oficio a más tardar

antes de que se produzca su primera declaración sobre el hecho, según la 53

reglamentación para la defensa oficial. Si prefiere defenderse por sí mismo, el tribunal

lo autorizará sólo cuando no perjudique la eficacia de la defensa técnica y, en caso

contrario, lo designará de oficio. La intervención del defensor no menoscaba el derecho

del imputado a formular solicitudes y observaciones”. Al momento de recibirse su

primera declaración, el sindicado también goza de los siguientes derechos:

- El juez debe hacerle saber detalladamente el hecho que se le atribuye, con

todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo; en la medida conocida. - Advertir al


50

sindicado que puede abstenerse de declarar y esta decisión no podrá ser utilizada en

su perjuicio. - Instruirlo acerca de que puede exigir la presencia de su defensor y

consultar con él la actitud a asumir, antes de comentar la declaración sobre el hecho. -

El de elegir un traductor o intérprete de su confianza para que lo asista en sus

declaraciones, cuando no comprenda correctamente el idioma oficial; y si no lo hiciera

el tribunal se lo debe designar de oficio.

- A no ser obligado a declarar contra sí mismo, su cónyuge o persona unida de

hecho legalmente; ni contra sus parientes dentro de los grados de ley. 54 - A que se

presuma su inocencia en tanto no se haya declarado responsable judicialmente en

sentencia debidamente ejecutoriada. Los derechos enunciados están previstos en los

artículos 14 y 16 de la Constitución Política de la República y en los artículos 14, 81

antes citado y el 90 del Código Procesal Penal. El Artículo 14 de la Constitución Política

de la Republica de Guatemala regula: “Presunción de inocencia y publicidad del

proceso. Toda persona es inocente.

mientras no se le haya declarado responsable judicialmente en sentencia

debidamente ejecutoriada. El detenido, el ofendido, el Ministerio Público y los abogados

que hayan sido designados por los interesados en forma verbal o escrita, tienen

derecho de conocer personalmente todas las actuaciones, documentos y diligencias

penales, sin reserva alguna y en forma inmediata”. El Artículo 16 de la Constitución

Política de la República de Guatemala regula: “Declaración contra sí y parientes. En

proceso penal, ninguna persona puede ser obligada a declarar contra sí misma, contra

su cónyuge o persona unida de hecho legalmente.


51

ni contra sus parientes dentro de los grados de ley”. El Código Procesal Penal,

Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala regula en el Artículo 14:

“Tratamiento como inocente. El procesado debe ser tratado 55 como inocente durante

el procedimiento, hasta tanto una sentencia firme lo declare responsable y le imponga

una pena o una medida de seguridad y corrección. Las disposiciones de esta ley que

restringen la libertad del imputado o que limitan al ejercicio de sus facultades serán

interpretadas restrictivamente; en esta materia, la interpretación extensiva y la analogía

quedan prohibidas, mientras no favorezcan la libertad o el ejercicio de sus facultades.

Las únicas medidas de coerción posibles contra el imputado son las que éste

Código autoriza, tendrán carácter de excepcionales y serán proporcionales a la pena o

medida de seguridad y corrección que se espera del procedimiento, con estricta

sujeción a las disposiciones pertinentes. La duda favorecerá al imputado”. El Decreto

51-92 del Congreso de la República de Guatemala en el Artículo 90 regula: “Traductor.

El imputado tiene derecho a elegir un traductor o intérprete de su confianza para que lo

asista durante sus declaraciones, en los debates o en aquellas audiencias en las que

sea necesaria su citación previa.

Cuando no comprenda correctamente el idioma oficial y no haga uso del

derecho establecido anteriormente, se designará de oficio un traductor o intérprete para

esos actos”. De conformidad con el sistema acusatorio, el imputado no puede ser

considerado como un objeto o fuente de prueba, sino como un sujeto procesal y titular

de derechos fundamentales de rango constitucional, tales como la dignidad humana, la

libertad, la presunción de inocencia y la igualdad. En esa condición ha de intervenir en


52

la actividad probatoria bajo los principios de inmediación judicial, de igualdad y

contradicción; con el constante respeto a la dignidad del ser humano.

Al ser sujeto procesal y titular de los derechos a la vida e integridad personal, a

la dignidad humana, a la libertad y a la presunción de inocencia, el imputado no puede

ser objeto de tortura, ni de trato cruel, inhumano o degradante ni de intervenciones

corporales que pongan en peligro su vida o su integridad personal. “En cuanto al

momento en que finaliza la operatividad de la garantía, se plantean dos posiciones, una

que sostiene que finaliza con la sentencia firme que concluye el proceso de

conocimiento y otra que opera también durante el procedimiento de ejecución de la

pena o medida de seguridad y corrección”.

18. La ejecución de la pena o la medida de seguridad y corrección no son más

que manifestaciones prácticas del poder penal del Estado, siendo ese poder el que

sigue sometido a diferentes limitaciones impuestas por las reglas jurídicas e incluso

constitucionales. Por consiguiente, se justifica la necesidad de conceder al condenado

intervención en el procedimiento de ejecución y reconocer; ampliamente su derecho de

defensa en él. El actual Código Procesal Penal prevé esa situación al establecer en su

Artículo 492 que el condenado podrá ejercer, durante la ejecución de la pena, todos los

derechos y facultades que las leyes penales.

penitenciarias y los reglamentos le otorgan; planteando ante el juez de

ejecución todas las observaciones que estime convenientes. La misma norma

contempla la continuidad de la defensa técnica durante esta etapa del procedimiento y

en el Artículo 495 del mismo Código expresamente reconoce el derecho del condenado

y su defensor para plantear incidentes relativos a la ejecución y extinción de la pena. El


53

Artículo 492 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República

de Guatemala:

En todo caso podrá nombrar nuevo defensor o pedir que se le nombre de oficio.

No recae sobre el defensor el deber de vigilar la ejecución de la pena; tan sólo deberá

asesorar al condenado cuando él lo requiera e intervenir en los incidentes planteados

durante la ejecución de la pena”. El Artículo 495 del Código Procesal Penal, Decreto

51-92 del Congreso de la República de Guatemala regula: “Incidentes. El Ministerio

Público, el condenado y su defensor podrán plantear incidentes relativos a la ejecución

y extinción de la pena. El juez de ejecución los resolverá, previa audiencia a los

interesados, salvo que hubiera prueba

que rendir, en cuyo caso abrirá el incidente a prueba. Los incidentes relativos a

la libertad anticipada y todos aquellos en los cuales, por su importancia, el juez lo

estime necesario, serán resueltos en audiencia oral y pública citando a los testigos y

peritos que deben informar durante el debate”. El Artículo 505 del Código Procesal

Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala: “Remisión y reglas

especiales. Las reglas establecidas en el capítulo anterior rigen para las medidas de

seguridad y corrección en lo que sean aplicables. Además, se observarán las

siguientes disposiciones:

1. En el caso de incapacidad intervendrá el tutor; quien tendrá la obligación de

vigilar la ejecución de la medida de seguridad y corrección.

2. El juez de ejecución determinará el establecimiento, adecuado para la

ejecución de la medida y podrá modificar su decisión, incluso a petición del


54

tutor o de la dirección del establecimiento. podrá asesorarse de peritos que

designará al efecto.

3. El juez de ejecución fijará un plazo, no mayor de seis meses, a cuyo término

examinará, periódicamente, la situación de quien sufre una medida; el

examen se llevará a cabo en audiencia oral, a puertas cerradas, previo

informe del establecimiento y de peritos. La decisión versará sobre la

cesación o 59 continuación de la medida y, en este último caso, podrá

modificar el tratamiento o variar el establecimiento el cual se ejecuta.

4. Cuando el juez de ejecución tenga conocimiento por informe fundado, de

que desaparecieron las causas que motivaron la internación, convocará

inmediatamente a la audiencia prevista en el inciso anterior”. 60 61

IV. CAPÍTULO

5. La defensa técnica y material en la legislación procesal penal de

Guatemala El Artículo 12 de la Constitución Política de la República, incluye

entre sus garantías la protección del derecho a ser oído y a disponer de todas

las posibilidades de oposición y defensa en juicio, ya que sólo así se observa la

inviolabilidad de la defensa de la persona y sus derechos. La garantía

consagrada en el párrafo primero de la citada norma constitucional, implica el

respeto al esencial principio de contradicción de modo que los contendientes, en

posición de igualdad y de acuerdo al debido proceso o proceso legal; dispongan

de las mismas.
55

oportunidades de alegar y probar cuando estimaren conveniente con

miras al reconocimiento judicial de sus respectivas hipótesis. El Artículo 12

de la Constitución Política de la República de Guatemala, protege el derecho

de defensa en el proceso que permite alegar y probar contradictoriamente y

en condiciones de igualdad. En materia penal, el principio de audiencia se

refleja en la necesidad de defensa en el proceso que permite alegar y probar

contradictoriamente y en condiciones de igualdad. En este principio se

encuentra expresamente reconocido.

en materia penal, por el Artículo 8, las garantías judiciales en la

Convención Americana sobre Derechos Humanos también conocido como

Pacto de San José, al establecer en su inciso 1, que toda persona tiene

derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo 62

razonable, por un juez o tribunal en la sustancia, pues constituye un

instrumento indispensable para viabilizar la defensa en el proceso penal;

planteando ante la autoridad judicial las gestiones que se consideren

pertinentes para la oposición efectiva a la pretensión penal.

La comisión de un comportamiento penalmente antijurídico hace

surgir un conflicto entre la sociedad, la víctima y el presunto autor de la

comisión del delito, en cuya solución están interesados el Estado, la

sociedad, la víctima y el sujeto agente. Este choque se traslada al proceso

mediante la pretensión penal de las partes acusadoras, las cuales instan la

aplicación del ius puniendi del Estado, de un lado, y la resistencia o reacción


56

de la defensa que ha de reclamar el derecho a la libertad del acusado; del

otro lado. “El derecho al contradictorio implica, pues.

la posibilidad de rebatir la prueba del adversario, controvirtiendo la

misma no sólo en su objeto, sino también en su misma fuente y objetando los

testigos por sus relaciones con alguna de las partes, al perito por su falta de

idoneidad, haciendo particulares valoraciones de la prueba a través de sus

alegaciones e intervención ante los funcionarios judicial; interponiendo

recursos”.19 Los derechos de defensa y de controversia de la prueba van tan

íntimamente ligados que la violación del legítimo contradictorio obstaculiza el

ejercicio de la defensa.

Así que si el testigo no puede ser interrogado personalmente por el

procesado o por el defensor, no sólo se restringe el derecho de controversia

de la prueba, sino también el 19 Chacón Corado, Mauro. El enjuiciamiento

penal guatemalteco, pág. 29. 63 de defensa, porque de nada servirá que el

defensor tuviera la oportunidad de valorar el medio probatorio. La

controversia no queda reducida solamente a controvertir el medio probatorio

sino también su fuente, así, si el imputado o su defensor no conoce el origen

de la prueba, podrá entonces controvertirla adecuadamente.

El Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la

República de Guatemala en su Artículo 71, dispone que el imputado goza de

las garantías y derechos que la Constitución y las leyes le otorgan y que

podrán hacerlos valer por sí o por medio de su defensor; desde el primer acto

del procedimiento. Esto implica el pleno reconocimiento al derecho de


57

contradictorio que fundamentalmente señala la posibilidad de intervenir,

fiscalizar la prueba del adversario, aportar los medios de prueba que

invaliden o demeriten el cargo, alegar sobre el valor de la prueba rendida,

interponer.

los recursos pertinentes del cargo y toda gestión tendiente a

desacreditar la pretensión penal de la acusación. Fuera del derecho de

defensa ampliamente reconocido en la Constitución, el Pacto Internacional

de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por Guatemala, consagra en su

Artículo 14.3 inciso el derecho de interrogar a los testigos de cargo y de

obtener la parecencia de los testigos de descargar y que éstos sean

interrogados sobre derechos humanos, estableciendo el derecho de la

defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la

comparecencia.

como testigos o peritos; de otras personas que puedan arrojar luz

sobre los hechos. 64 El principio de contradicción es el fundamento de la

realización del derecho de la defensa, y éste a su vez es condición necesaria

para la efectividad del derecho al debido proceso. 4.1. Imputación necesaria

La imputación es la hipótesis fáctica sobre una acción u omisión que lesione

una prohibición o mandato del orden jurídico, atribuida al imputado; la cual

puede producir consecuencias jurídico-penales por contener los elementos

de un hecho punible.

La imputación viene a constituir, en consecuencia el presupuesto

necesario para el derecho de defensa; porque para que alguien pueda


58

defenderse es imprescindible que exista algo de que defenderse. La

imputación correctamente formulada, es la llave que abre la puerta de la

posibilidad de defenderse eficientemente, pues permite negar todos o

pretende, conduce o, de otra manera, agregar los elementos que,

combinados con los que son afirmados; guían también a evitar la

consecuencia o a reducirla. Pero para que la defensa pueda ser eficiente.

la imputación no debe ser una atribución más o menos vaga o

confusa, sino que, por el contrario, debe contener una afirmación clara,

precisa y circunstanciada de un hecho concreto, es decir, un acontecimiento

histórico, con todas las circunstancias de modo; tiempo y lugar que lo

ubiquen en el mundo de los hechos. “La imputación no puede partir del

tribunal que juzga porque ello comprometería su imparcialidad. Tal función,

en consecuencia, corresponde al Ministerio Público, al 65 menos en los

delitos de acción público los tribunales sólo.

proceden por acusación de aquél y el juicio sólo tiene por objeto el

hecho descrito en esa acusación; sobre el cual recaerá la decisión del

tribunal”.20 La acusación del Ministerio Público es el acto procesal que refleja

con más criminalidad la exigencia de la imputación necesaria. El Artículo 332

Bis del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República

de Guatemala señala: “Acusación. Con la petición de apertura a juicio se

formulará la acusación, que deberá contener:

1. Los datos que sirvan para identificar o individualizar el imputado, el

nombre de su defensor y la indicación del lugar para notificarles:


59

2. La relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible que se le atribuye y su

calificación jurídica;

3. Los fundamentos resumidos de la imputación, con expresión de los medios de

investigación utilizados y que determinen la probabilidad de que el imputado cometió el

delito por el cual se le acusa; 4. La calificación jurídica del hecho punible, razonándose

el delito que cada uno de los individuos ha cometido.

la forma de participación, el grado de ejecución y las 20 Devís Ecandía, Hernando.

Compendio de derecho procesal penal, pág. 45. 66 circunstancias agravantes o

atenuantes aplicables; 5. La indicación del tribunal competente pare el juicio. El

Ministerio Público remitirá al juez de primera instancia, con la acusación, las

actuaciones y medios de investigación materiales que tenga en su poder y que sirvan

para convencer al juez de la probabilidad de la participación del imputado en el hecho

delictivo”. 4.2. Conocimiento de la imputación El imputado tiene derecho a la

información de los hechos presuntamente delictivos que se le atribuyan.

Esto se conoce técnicamente bajo el nombre de intimación y equivale a la

notificación de la demanda en el proceso civil. En el sistema procesal penal

guatemalteco, tal derecho le asiste al imputado, pues el Artículo 7 antes citado de la

Constitución Política de la República de Guatemala, dispone que a toda persona

detenida se le hará saber en forma inmediata sobre el motivo de su detención y

autoridad que la ordena. El mismo derecho se mantiene en el curso del proceso. En

efecto, el Artículo 81 antes citado del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del

Congreso de la República de Guatemala regula que al comenzar.


60

la primera declaración, se deberá comunicar detalladamente al sindicado el

hecho que se le atribuye, con todas las circunstancias de

67 tiempo y lugar modo, en la medida conocidas; su calificación jurídica

provisional, un resumen de los elementos de prueba existentes y las disposiciones

penales que se juzguen aplicable. Concluida la investigación al procesado le asiste el

derecho a la acusación formal, para lo cual se le debe informar, con la mayor precisión,

no sólo los hechos punibles que se le imputan sino también la calificación jurídica de

los mismos, como lo exige el Artículo 332 Bis inciso 2 del Código Procesal Penal.

El Artículo 370 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la

República de Guatemala regula: “Declaraciones del acusado. Después de la apertura

del debate o de resueltas las cuestiones incidentales, el presidente le explicará con

palabras claras y sencillas el hecho que se le atribuye, y le advertirá que puede

abstenerse de declarar y que el debate continuará aunque no declare. Permitirá, en

principio, que manifieste libremente cuando tenga por conveniente sobre la acusación.

Podrán interrogarlo el Ministerio Público, el querellante, el defensor y las partes civiles

en ese orden.

Luego podrán hacerlo los miembros del tribunal si lo consideraren conveniente.

Si el acusado se abstuviere de declarar, total o parcialmente, o incurriere en

contradicciones respecto de declaraciones anteriores, que se le pondrán de manifiesto,

el presidente ordenará, de oficio o a petición de parte, la lectura de las mismas

declaraciones, siempre que se hubiere observado en ellas las reglas pertinentes.

Posteriormente a su declaración y en el curso del debate se le podrán formular


61

preguntas destinadas a aclarar su situación”. 68 4.3. Audiencia El derecho a ser oído

con las debidas garantías es inherente al derecho de defensa. Así.

lo reconoce expresamente el Artículo 12 de la Costitución Política de la

República de Guatemala, al establecer que nadie podrá ser condenado sin haber sido

citado, oído y vencido en proceso legal ante juez o tribunal. El derecho de audiencia, es

decir, el derecho de ser oído con las debidas garantías, implica no sólo la facultad que

tiene el imputado de declarar ante juez competente en cualquier momento del proceso,

sino también el de poder intervenir cuando crea oportuno; especialmente presentada

alegación sobre la valoración de la prueba y cualquier situación que afecte sus

derechos. El Artículo 87 del Código Procesal Penal, antes citado expresamente.

reconoce establece que si el sindicado hubiere sido aprehendido prestará

declaración ante el juez de primera instancia o el juez de paz, en su caso, dentro de las

veinticuatro horas de su aprehensión, durante el procedimiento intermedio, si lo pidiera

el imputado, la declaración será recibida por el juez de primera instancia, o en el curso

del debate la declaración se recibirá en la oportunidad y en la forma prevista por la ley.

En todo caso el imputado podrá declarar cuantas veces quiera, siempre que su

declaración sea pertinente. Pero incluso, cuando no se prevé expresamente ese trámite

de audiencia en la ley, como.

sucede en el Artículo 381 del Código Procesal Penal, del Congreso de la

República de Guatemala sobre la recepción de nuevos medios de prueba, debe

reconocerse ese derecho: “Nuevas pruebas. El tribunal podrá ordenar, aun de oficio, la
62

69 recepción de nuevos medios de prueba, si en el curso del debate resultaron

indispensables o manifiestamente útiles para esclarecer la verdad. En este caso, la

audiencia será suspendida a petición de alguna de las partes por un plazo no mayor de

cinco días. También podrá citar a los peritos si sus dictámenes resultaren insuficientes.

Las operaciones periciales necesarias serán.

practicadas en la misma audiencia, cuando fuere posible”. En efecto, si una

parte solicita que se reciba un nuevo medio de prueba, para no provocar la indefensión

de la otra parte y en aplicación del principio del debido proceso que implica igualdad de

oportunidad para ambas partes, previamente a resolver sobre tal petición, deberá

escucharse a la otra parte para que se pronuncie al respecto, ya que se le está

afectando en su derecho relativo a que en el debate únicamente se pueden recibir las

pruebas propuesta y admitidas oportunamente. 4.4. Correlación entre la imputación y la

sentencia El objeto del proceso está constituido por.

la representación conceptual del acontecimiento histórico sobre el cual versa el

proceso y por las pretensiones que respecto a él se hacen valer en el juicio. El objeto

del proceso determina los alcances de la imputación en las cuales debe contenerse la

reacción circunstanciada del hecho; y el contenido de la acusación. La 70 sentencia

debe adecuarse a esos límites, porque en caso de excederlo infringiría la regla de

inviolabilidad de la defensa. La correlación, por tanto, debe girar en torno a los

elementos materiales del delito, o sea, sobre la acción u omisión, en las condiciones de

tiempo; lugar y modo que sean esenciales.

De modo que si los elementos materiales de la acusación son respetados y la

sentencia conserva identidad en cuanto a ellos, el cambio de calificación jurídica no es


63

motivo de anulación; siempre que no implique variar el elemento subjetivo afectando la

defensa. En efecto, un cambio inesperado del punto de vista jurídico bajo el cual se

examina un hecho, puede provocar indefensión, pues la calificación jurídica del hecho

imputado cumple; sin duda el papel de orientador de la actividad defensiva. El Artículo

388 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de

Guatemala establece el principio de correlación.

entre la imputación y la sentencia, pues prohíbe que en la sentencia se den por

acreditados hechos o circunstancias que no figuren en la acusación; cuando esto

perjudica al acusado: “Sentencia y acusación. La sentencia no podrá dar por

acreditados otros hechos u otras circunstancias que los descritos en la acusación y en

el auto de apertura del juicio o, en su caso, en la ampliación de la acusación, salvo

cuando favorezca al acusado. 71 En la sentencia, el tribunal podrá dar al hecho una

calificación jurídica distinta de aquella de la acusación o de la del auto de apertura del

juicio, o imponer penas mayores o menores que la pedida por el Ministerio Público”.

Por el contrario permite que en el fallo el tribunal pueda dar al hecho una

calificación jurídica distinta de aquella que aparece en la acusación. Es decir, se puede

variar la denominación jurídica del hecho imputado siempre y cuando se respeten sus

elementos materiales. Por tal razón en la jurisprudencia se ha sostenido que cuando la

desviación en que consiste la incongruencia es de tal naturaleza que supone una

completa modificación de los términos en que se produjo el debate procesal; puede

entrañase una vulneración del principio de contradicción y por ende del fundamental

derecho de defensa.
64

4.5. Derecho a probar y controlar la prueba Tanto el derecho de probar como el

de controlar la prueba del adversario, se encuentran incluidas en el principio de

contradicción. En efecto, la facultad de demostrar los extremos tendientes a destruir la

imputación, o disminuir sus consecuencias, en una manifestación imprescindible de la

posibilidad de oponerse a la persecución penal; y el control de la prueba del adversario

representan una manifestación del contradictorio. En ejercicio de este derecho, el

imputado no sólo tiene la facultad de rendir los medios 72 de prueba encaminados a

desvirtuar la acusación o a demostrar aquellas.

circunstancias que conduzcan a una estimación mas favorable del hecho

imputado, sino también de fiscalizar la prueba del adversario, en el sentido de que se

trata de medios de prueba permitidos; que no hayan sido obtenidos en forma ilícita y

que se hayan incorporado al proceso conforme al procedimiento establecido en la ley.

Así, durante el procedimiento preparatorio el imputado y su defensor tienen derecho a

conocer las actuaciones cumplidas durante la investigación, pueden proponer medios

de investigación en cualquier momento de esta etapa procesal y asistir a los actos que

se practiquen y;

al menos el defensor debe estar presente en las diligencias que se lleven a cabo

en calidad de anticipo de prueba. En el debate, con mayor razón, tanto el acusado

como su defensor tienen derecho a ofrecer y a rendir la prueba de descargo y fiscalizar

la de la acusación, para lo cual pueden interrogar a los testigos y peritos; ya sea

directamente o por medios de sus consultores técnicos. 4.6. Derecho a un intérprete El

derecho de ser informado de la imputación y el de ser oído implica que el imputado


65

pueda comprender y darse a entender oralmente, pues sólo así puede tener una noticia

clara, precisa y cierta del hecho que le atribuye, y como consecuencia;

estar en posibilidad de pronunciarse ante el tribunal sobre al imputación.

73 Por consiguiente, el derecho a un traductor o intérprete cuando el imputado

ignora el idioma español o se exprese con dificultad en ese idioma; es un derecho

inherente al derecho de defensa y al principio del debido proceso. Si el imputado no

domina el idioma oficial, entonces tiene derecho a elegir un traductor o intérprete de su

confianza para que lo asista en sus declaraciones y cuando no haga uso de ese

derecho el tribunal se lo designará de oficio; según lo dispone el Artículo 90 antes

citado del Código Procesal Penal. La Corte de constitucionalidad ha sometido que los

derechos de defensa y al debido proceso consisten en.

la observancia por parte del tribunal, de todas normas relativas a la tramitación

del juicio; la posibilidad efectiva de ocurrir ante el órgano y dársele oportunidad de

hacer valer sus derechos de defensa en la forma y con las solemnidades prescritas en

las leyes respectivas. La falta de traductor o intérprete cuando el imputado ignore el

idioma oficial, obviamente lo priva del derecho de ser oído y de poder hacer valer sus

derechos de defensa en forma efectiva, pues en esas circunstancias, aunque

formalmente se le haga saber el hecho que se le imputa, no estará en capacidad de

conocer la imputación y, como consecuencia, no podrá aprobar prueba para

contradecirla;

presentar alegatos o impugnar las resoluciones que le acusen agravio. Lo

anterior entraña una clara violación a su derecho de defensa y a la garantía


66

constitucional al debido proceso, toda vez que el derecho a un intérprete, está dirigido a

garantizar la adecuada defensa, pues sólo quien conoce los motivos por los que se le

demanda o acusa está en condiciones 74 de articular su estrategia defensiva con las

garantías debidas. 4.7. Igualdad de posiciones En el proceso penal se trata de igualar

el poder de la organización estatal encargada de la persecución penal, dotando a éste

de facultad equivalente a la de aquellos órganos y del auxilio.

procesal necesario para que pueda resistir la persecución penal, con

posibilidades parejas a las del acusador. Es decir, se trata de alcanzar en la mayor

medida posible el proceso de partes. Dada la naturaleza del procedimiento

preparatorio, es obvio que en él los órganos de persecución penal del Estado

prevalecen sobre el imputado, sin perjuicio del resguardo de las garantías individuales

que en un Estado de derecho siempre se reconocen a éste. Es hasta el juicio el

momento de período procesal en el cual el acusador y el acusado se enfrentan a un

proceso de partes y en una situación procesal de equilibrio, pues.

las facultades que son otorgadas a uno corresponden a las concedidas al otro.

“La acusación provoca la contestación del acusado y ambos pueden probar los

extremos que invocan y controlar las pruebas del contrario; ambos valoran la prueba

recibida para indicar al tribunal el sentido en que debe ejercer su poder de decisión”.

también se aprecia en el período de impugnación, en donde, incluso, rige sin limitación

al principio dispositivo, y también igual sucede en el procedimiento para perseguir

delitos de acción privada; en la cual la asimilación al proceso igualitario de partes es

más acentuado. 4.8. La posición de los órganos de persecución penal.


67

La objetividad del órgano de la persecución penal se pone de manifiesto en lo

dispuesto por el Artículo 309 código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la

República de Guatemala que fija como tarea del Ministerio Público, dentro del

procedimiento preparatorio, la investigación de la verdad para lo cual deberá practicar

todas las diligencias pertinente y útiles sobre la existencia del hecho; sin importar que

dicha averiguación perjudique o favorezca al imputado: “Objeto de la investigación. En

la investigación de la verdad, el Ministerio Público deberá practicar todas las diligencias

pertinentes y útiles para determinar la existencia del hecho.

con todas las circunstancias de importancia para la ley penal. Asimismo, deberá

establecer quiénes son los partícipes, procurando su identificación y el conocimiento de

las circunstancias personales que sirvan para valorar su responsabilidad o influyan en

su punibilidad. Verificará también el daño causado por el delito, aun cuando no se haya

ejercido la acción civil. El Ministerio Público actuará en esta etapa a través de sus

fiscales de distrito, sección, agentes fiscales y auxiliares fiscales de cualquier categoría

previstos en la ley, quienes podrán asistir sin limitación alguna a los actos

jurisdiccionales relacionados con la .

76 investigación a su cargo así como a diligencias de cualquier naturaleza que

tiendan a la averiguación de la verdad, estando obligados todas las autoridades o

empleados públicos a facilitarles la realización de sus funciones”. De ahí también que el

Ministerio Público, agotada la investigación, no necesariamente debe formular

acusación y pedir la apertura del juicio, sino, incluso, el sobreseimiento o la clausura

provisional; así como requerir la aplicación de otros mecanismos de des judicialización.


68

Es más, en cumplimiento de sus atribuciones el Ministerio Público debe procurar la

incorporación de elementos probatorios que pueden servir.

incluso, para descargo del imputado y, en su oportunidad; requerir el

pronunciamiento de una sentencia absoluta. Conviene advertir que tanto el Ministerio

Público como los tribunales son órganos del Estado que, en materia judicial penal y

desde el punto de vista material, cumplen la misma función que es la averiguación de la

verdad y la realización del penal sustantivo, pero formalmente, la ley procesal penal ha

concedió a las peticiones del Ministerio Público tan solo valor requirente; en tanto que a

las resoluciones de los tribunales les asigna valor decisorio. Con ello, el sistema logra

los fines políticos que son impuestos en la materia;

realizar el poder penal estatal en un marco que garantice el respeto por la

defensa del individuo a quien aquél se le aplica.

77 4.9. Defensa técnica y material en la legislación procesal penal Para asegurar

la igualdad de posibilidades con relación a la decisión que pone fin al procedimiento,

resulta necesario garantizar al imputado las mismas facultades, para influir sobre la

reconstrucción fáctica que las reconocidas al Ministerio Público; es decir idénticas

posibilidades para participar en la recepción y valoración de la prueba. Por

consiguiente, las facultades que se deben reconocer al perseguido penalmente y a su

defensor; son al menos las siguientes: a) El derecho a contar con los medios y el

tiempo necesario para preparar la defensa:

La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su Artículo 8.2. inciso

c) contempla entre las garantías judiciales mínimas, la concesión al inculpado del


69

tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa y dentro del

sistema universal, el Comité de Derechos Humanos ha sostenido que el derecho de un

acusado a disponer de tiempo y medios adecuados para la preparación de su defensa;

es un elemento importante de la garantía de un juicio justo y una consecuencia del

principio de igualdad de oportunidades. Este derecho puede ser analizado desde dos

puntos de vista: - Derecho a comunicarse libremente con el abogado defensor:

este derecho, íntimamente ligado al derecho de defensa, se encuentra, se

encuentra 78 expresamente reconocido por el Artículo 8.2 inciso d de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos, que consagra el derecho del inculpado a

comunicarse libre y privadamente con su defensor. Este derecho nace desde el primer

momento de la persecución penal, incluso en sede policial o ante el Ministerio Público e

implica establecer una comunicación directa inmediata; efectiva y permanente con su

abogado defensor. Tan importante es esta comunicación del imputado con su defensor

que el ordenamiento adjetivo penal guatemalteco.

expresa y regula su extensión en varios artículos. El Artículo 71 del Código

Procesal Penal, desarrolla el Artículo 8 de la Constitución Política de la República y

prevé la presencia del defensor desde los actos iniciales del procedimiento, el Artículo

81 del mismo cuerpo legal establece el derecho del imputado a exigir la presencia de

su defensor al prestar primera declaración y consulta con él antes de declarar sobre el

hecho y la obligación correlativa del juez de promover los medios necesarios para que

esté presente el defensor. En los actos que se practiquen durante el procedimiento

preparatorio y que puedan afectar los derechos del imputado.


70

también se dispone que éste debe ser asistido por su defensor, tal el caso de

los artículos 197, 316 y 317 del Código Procesal Penal. El Artículo 197 del Código

Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala regula:

“Operaciones técnicas. Para mayor eficacia de los registros, exámenes e inspecciones,

se podrán ordenar las operaciones técnicas o científicas pertinentes y los

reconocimientos y reconstrucciones que correspondan. 79 Si el imputado participa en

una reconstrucción, podrá estar asistido por su defensor”. El Código Procesal Penal,

Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala regula en el Artículo

316: “Participación en los actos. El Ministerio Público permitirá la asistencia del

imputado, de los demás interesados, de sus defensores o mandatarios a los actos que

se practiquen, sin citación previa. Los asistentes no tomarán la palabra ni expresa

autorización de quien preside el acto. Quienes asistan o participen en un acto de

diligenciamiento de investigación, deberán guardar seriedad, compostura y en ninguna

forma perturbar, obstaculizar o impedir la diligencia con signos de aprobación o

desaprobación, pudiendo ser excluidos u obligados a retirarse en caso de que no se

comporten como corresponde, sin perjuicio de las sanciones a que hubiere lugar.

Podrán solicitar que conste en el acta las observaciones que estimen

pertinentes en cuanto a la conducta de los presentes, incluso sobre las irregularidades

y defectos del acto”. Actos jurisdiccionales: anticipo de prueba. Cuando sea necesario

practicar un reconocimiento, reconstrucción, pericia o inspección que por su naturaleza

y características deban ser considerados como actos definitivos que no puedan ser

reproducidos, o cuando deba declarar un órgano de prueba que, por algún obstáculo

difícil de superar, se presuma que no podrá hacerlo durante el debate, el Ministerio


71

Público o cualquiera de las partes requerirá al juez que controla la investigación que lo

realice.

80 El juez practicará el acto, si lo considera admisible formalmente, citando a

todas las partes, los defensores o mandatarios, quienes tendrán derecho a asistir con

las facultades previstas respecto de su intervención en el debate. El imputado que

estuviere detenido será representado por su defensor, salvo que pidiere intervenir

personalmente. Si, por la naturaleza del acto, la citación anticipada hiciere temer la

pérdida de elementos de prueba, el juez practicará la citación de las partes a manera

de evitar este peligro, procurando no afectar las facultades atribuidas a ellas. En ningún

caso, el juez permitirá que se utilice este medio para la formación de un expediente de

instrucción.

sumaria que desnaturalice el proceso acusatorio. Cuando se tema por la vida o

integridad física del testigo se tomará su declaración testimonial como anticipo de

prueba por videoconferencia u otro medio electrónico con la presencia del abogado

defensor designado por el imputado y en su defecto por el que designe la Defensa

Pública Penal; y en caso de no existir imputado, igualmente se hará comparecer a un

defensor público de oficio, para garantizar la legalidad de la declaración testimonial en

esta forma: así mismo comparecerán en ese acto probatorio anticipado, el fiscal del

caso, el querellante adhesivo si lo hubiere, y dicho acto será presidido personalmente

por el juez del proceso.

En este caso se observará lo requerido por los artículos 218 BIS y 218 TER del

presente Código”. 81 En el procedimiento intermedio y en el debate, el acusado deberá

estar asistido de su defensor, como de la anulación formal de la inobservancia de las


72

disposiciones concernientes a la intervención, asistencia y representación del acusado

en el debate; conforme el artículo 420 numeral 3 del Código Procesal Penal, Decreto

51-92 del Congreso de la República de Guatemala. - Conocimiento completo de la

prueba de cargo: la noticia integra, clara precisa y circunstancia del hecho concreto que

se atribuye al imputado; o sea el conocimiento de.

la imputación también incluye el conocimiento completo y exacto de la prueba

de cargo en que se sustente dicha sindicación. En efecto este conocimiento es un

presupuesto lógico y necesario para controlar la prueba del adversario y sin él no

podría darse el contradictorio ni la facultad de demostrar los extremos esgrimidos para

desvirtuar la imputación de que se es objeto, o aminorar sus consecuencias. La

información sobre la prueba de cargo es, en consecuencias; parte de la intimación que

se debe hacer al imputado desde la primera declaración. Efectivamente, el Artículo 81

del .

Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de

Guatemala preceptúa que al recibir la primera declaración del sindicado; en la

información que se le proporciona sobre el hecho que se le atribuye se debe incluir un

resumen de los elementos de prueba existentes. La misma situación se refiere en el

caso de formularse acusación, pues ésta debe contener los fundamentos resumidos de

la imputación, con expresión de los medios de investigación utilizados; como lo regula

el 82 Artículo 332 bis inciso 3 del Código Procesal Penal. Por otra parte, en vista de

que todos los actos de la.

investigación son reservados únicamente para los extraños de acuerdo al

Artículo 314 del Código en mención; el imputado y su defensor pueden conocer las
73

actuaciones del Ministerio Público e intervenir en los actos de investigación que éste

lleve a cabo. Como consecuencia, el imputado y el defensor, incluso quien al inicio del

procedimiento haya sido designado por los interesados en forma verbal o escrita, tiene

derecho de conocer, personalmente, todas las actuaciones, documentos y diligencias

practicadas; sin reserva alguna y en forma inmediata. Es decir, que ninguna actuación

podrá mantenerse en secreto para el acusado y tanto él como su defensor.

tienen acceso a toda y cada una de las constancias procesales, pudiendo

leerlas, tomar nota de su contenido e, incluso; solicitar copias de las mismas. b)

Controlar la prueba que valorará el tribunal de sentencia: en el sistema procesal vigente

únicamente la prueba que se produce en el debate oral y público, con la presencia

interrumpida de todos los sujetos procesales, incluso, el acusado y su defensor;

pueden ser objeto de valoración. Una excepción a esta regla lo constituye el anticipo de

prueba, que autoriza el Artículo 317 del Código Procesal Penal, antes citado, pero aún

en este caso resulta imprescindible la presencia al menos del defensor; para la validez

del acto.

c) Producción de la prueba de descargo: la producción de la prueba de

descargo 83 es considerada una facultad imprescindible del derecho de defensa. Así la

Corte de Constitucionalidad al interpretar el Artículo 12 de la Constitución Política de la

República de Guatemala ha establecido jurisprudencia en el sentido de que los

derechos de defensa y del debido proceso incluyen, entre otros, la oportunidad de

hacer valer los medios de defensa y, especialmente; el de ofrecer y aportar prueba. En

relación con ese derecho el Artículo 82 del Código Procesal Penal, prevé que al recibir

la primera declaración del sindicado.


74

además de oído sobre el hecho que se le atribuye, se le debe dar oportunidad

para que indique los medios de prueba cuya práctica considere oportuna: “Desarrollo.

Se comenzará por invitar al sindicado a dar su nombre, apellido, sobrenombre o apodo

si lo tuviera, edad, estado civil, profesión u oficio, nacionalidad, fecha y lugar de

nacimiento, domicilio, principales lugares de residencia anterior y condiciones de vida,

nombre del cónyuge e hijos y de las personas con quienes vive, de las cuales depende

o están bajo su guarda, a expresar si antes ha sido perseguido penalmente y, en su

caso, por qué causa, ante que tribunal, qué sentencia se dictó y si ella fue cumplida.

En las declaraciones posteriores bastará que confirme los datos ya

proporcionados. Inmediatamente después, se dará oportunidad para que declare sobre

el hecho que se le atribuye y para que indique los medios de prueba cuya práctica

considere oportuna asimismo, podrá dictar su propia declaración. Tanto el Ministerio

Público como el defensor tendrán facultad para dirigir al sindicado 84 las preguntas que

estimen convenientes, con la venia de quién presida el acto. El juez o los miembros del

tribunal competente también podrán preguntar”. La misma facultad se desarrolla con lo

dispuesto en el Artículo 315 del citado cuerpo legal.

en el sentido de que en cualquier momento del procedimiento preparatorio, el

imputado y su defensor pueden proponer medios de investigación ante el Ministerio

Público y cuando éste se negare a recibirlos, pueden acudir al órgano jurisdiccional

respectivo para que resuelva en definitiva: “Proposición de diligencias. El imputado, las

personas a quienes se les haya dado intervención en el procedimiento, sus defensores

y los mandatarios podrán proponer medios de investigación en cualquier momento del


75

procedimiento preparatorio. El Ministerio Público los llevará a cabo si los considera

pertinentes y útiles, debiendo dejar constancia de su opinión contraria.

a los efectos que ulteriormente correspondan. En caso de negativa el interesado

podrá acudir al juez de paz o de primera instancia respectiva, para que valore la

necesidad de la práctica del medio de investigación propuesto”. Durante el debate, este

derecho alcanza su máxima expresión pues, es la fase en donde se reciben los medios

de prueba propuestas por el acusado y su defensor; en juicio oral y público y con la

presencia interrumpida de todas las partes. Los medios de prueba producidos en el

debate, son los únicos que podrán ser objeto de valoración al momento de dictar

sentencia.

De acuerdo con el principio de libertad de prueba establecido en el Artículo 182

del Código Procesal Penal, los hechos se pueden probar por cualquier medio de

prueba y 85 serán admitidos siempre que resulten pertinentes y útiles para el

descubrimiento de la verdad; como la determina el Artículo 183 del mismo cuerpo legal.

El Artículo 182 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República

de Guatemala regula: “Libertad de la prueba. Se podrán probar todos los hechos y

circunstancias de interés para la correcta solución del caso por cualquier medio de

prueba permitido. Regirán, en especial, las limitaciones de la ley relativas al estado civil

de las personas”.

El Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de

Guatemala regula en el Artículo 183: “Prueba inadmisible. Un medio de prueba, para

ser admitido, debe referirse directa o indirectamente, al objeto de la averiguación y ser

útil para el descubrimiento de la verdad. Los tribunales podrán limitar los medios de
76

prueba ofrecidos para demostrar un hecho o una circunstancia, cuando resulten

manifiestamente abundantes. Son inadmisibles, en especial, los elementos de prueba

obtenidos por un medio prohibido, tales como la tortura, la indebida intromisión en la

intimidad del domicilio o residencia, la correspondencia, las comunicaciones.

los papeles y los archivos privados”. Durante el debate se procede a la

recepción de la prueba propuesta y admitida conforme lo ordenado en el Artículo 375

del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala:

“Recepción de pruebas. Después de la declaración del acusado, el presidente

procederá a recibir la prueba en el orden indicado en los artículos siguientes, salvo que

considere necesaria su alteración”. 86 Si se rechaza la admisión de un medio de

prueba legítimo para el debate y siempre que se haya interpuesto reposición, cabría la

apelación especial por vicio de la sentencia.

ya que ante esa omisión no podrá darse por acreditado el hecho de la acusación

y, mucho menos, determinarse de manera precisa y circunstanciada, de conformidad

con los artículos 389 inciso 3, 394 numeral 6 y 420 inciso 5 del Código Procesal Penal.

d) Valoración de la prueba: otra de las facultades defensivas es la posibilidad de valorar

la prueba, o sea que el acusado, al igual que el acusador, participe en la valoración de

la prueba producida y pueda indicar el tribunal el sentido que debe tener su decisión;

desde el punto de vista fáctico. En el debate oral, terminada la recepción de la prueba,

se otorga a todas las partes el derecho de emitir conclusiones sobre los hechos

examinados.

las pruebas recibidas y las cuestiones a resolver, derecho que se concede en

último término al acusado para que tenga oportunidad; de ejercerlo cuando ya existe un
77

panorama completo de su situación procesal. Lo anterior está previsto en el Artículo

382 del código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de

Guatemala: “Discusión final y clausura. Terminada la recepción de las pruebas, el

presidente concederá sucesivamente la palabra al Ministerio Público, al querellante, al

actor civil, a los defensores del acusado y a los abogados del tercero civilmente

demandado, para que, en ese orden, emitan sus conclusiones.

Las partes civiles limitarán su exposición a los puntos concernientes a la

responsabilidad civil. En ese momento, el actor civil deberá concluir, fijando su 87

pretensión para la sentencia, inclusive, en su caso, el importe de la indemnización. Sin

embargo, podrá dejar la estimación del importe indemnizatorio para el procedimiento de

ejecución de la sentencia. Si intervienen dos representantes del Ministerio Público o

dos abogados por alguna de las demás partes, se pondrán de acuerdo sobre quién de

ellos hará uso de la palabra. Sólo el Ministerio Público y el defensor del acusado

podrán replicar; corresponderá al segundo la última palabra.

La réplica se deberá limitar a la refutación de los argumentos adversos que

antes no hubieren sido objeto del informe. En caso de manifiesto abuso de la palabra,

el presidente llamará la atención al orador, y, si éste persistiese, podrá limitar

prudentemente el tiempo del informe, teniendo en cuenta la naturaleza de los hechos

en examen, las pruebas recibidas y las cuestiones a resolver. Vencido el plazo, el

orador deberá emitir sus conclusiones. La omisión implicará incumplimiento de la

función o abandono injustificado de la defensa. Si estuviere presente el agraviado que

denunció el hecho, se le concederá la palabra, si desea exponer.


78

Por último, el presidente preguntará al acusado si tiene algo más que manifestar,

concediéndole la palabra y cerrará el debate”. e) Valoración judicial: también se incluye

entre dichas facultades la valoración jurídica, lo cual implica que al finalizar el debate la

decisión final entre los intervinientes incluye, no sólo la valoración de la prueba, sino

también la calificación jurídica del hecho. Con ello, el defensor y el propio imputado

tienen 88 oportunidad de influir en todos los aspectos que abarcará el fallo de

reconstrucción del hecho, valoración jurídica y pena y, también de contestar los

argumentos y afirmaciones con los que, sobre la base de lo percibido durante el

debate;

concluye el acusador. f) Anticipo de prueba: existen disposiciones que aseguran

la posibilidad del imputado para influir en la decisión. Entre ellas dice las más

características e importantes, son las disposiciones relativas a la realización de actos

definitivos y reproducibles mediante el anticipo de prueba. En el sistema procesal penal

guatemalteco, para recibir un medio de prueba con anterioridad al debate, es

imprescindible la citación previa de todas las partes, específicamente la del defensor

que tendrá derecho de asistir con las facultades previstas respecto a su intervención en

el debate, según lo prevé el artículo 317 del Código Procesal Penal; antes citado.

Sin embargo, conforme el criterio de los tribunales, la falta de citación al

defensor y su inasistencia del acto de anticipo de prueba, produce como consecuencia

la inobservancia de las reglas que prevén, la intervención, asistencia y representación

del imputado; lo cual implica grave violación al derecho de defensa y de la garantía

constitucional al debido proceso. De manera que la inasistencia del defensor y falta de


79

representación del imputado en un acto de esta naturaleza constituye motivo absoluto

de anulación formal; susceptible

89 de impugnación mediante apelación especial. La defensa material no se

limita sólo a las actuaciones del imputado, sino que se concibe como una función

pública en la que participan todas las autoridades y funcionarios que intervienen en el

procedimiento penal. La misma, sólo implica la capacidad personal asignada al

imputado de intervenir en el proceso y realizar algunas actividades: hacerse oír en

aclaración de los hechos o mantenerse en silencio, proponer y examinar pruebas,

solicitar la designación de peritos, participar en interrogatorios a testigos, proponer

prueba anticipada y decir la última palabra en el juicio oral.

Asimismo, es en el ejercicio de su defensa material que al imputado se le

permite elegir un defensor de confianza. Y sólo si no lo nombra, por cualquier causa, el

Estado debe asignarle un defensor público, porque aún teniendo el conocimiento

técnico; la autodefensa es poco aconsejable porque suele afectar la efectividad de la

defensa y el adecuado desarrollo del proceso. Es de importancia, la diferente y

privilegiada condición del acusador público, como técnico y experto en leyes, respecto

del sujeto sometido al proceso. Nadie, absolutamente, deberá enfrentar un proceso

judicial sólo, sin la ayuda de alguien que, conociendo a fondo el derecho.

tanto sustantivo como procedimental, le asegure una defensa técnica adecuada,

proporcionada; razonable y oportuna. El que ha de ser juzgado está, por lo general,

privado de la fuerza y de la habilidad necesaria para expresar sus razones y cuanto

más progresa la técnica del juicio penal; 90 más se agrava esta incapacidad. El juicio,

aún cuando esté racionalmente construido, es siempre un complicado y delicado


80

mecanismo, que sin una adecuada preparación no se consigue manejar; pero el

imputado, por lo general; no la posee. Es más, aún teniendo formación jurídica, no es lo

mismo ser parte en el proceso como imputado que como abogado del imputado:

las presiones a las que puede verse sometida una persona en un proceso, aún

siendo experta en leyes, pueden ser tantas que es poco probable que la autodefensa

no perjudique, de algún modo; la eficiencia de la justicia. Es así que la defensa letrada

surge como complemento necesario de la defensa material. La doctrina se ha referido

al defensor, como aquel que acude al proceso desapasionadamente, y que observa

todos los aspectos del caso, no sólo el punto de vista de la defensa, sino también los

posibles enfoques que podría hacer el acusador; así como el modus operandi de los

operadores del sistema de justicia en general.

Como conocedor del derecho, el defensor asesora al imputado, fiscaliza la labor

del Ministerio Público, elabora la estrategia defensiva y propone pruebas, controla y

participa en la producción de la prueba, argumenta sobre su eficacia conviccional,

discute el encuadramiento jurídico de los hechos que se le imputan a su defendido y la

sanción que se le pretenda imponer. La defensa técnica es una condición obligatoria

para la legitimidad de todo proceso penal en un Estado de derecho porque desde que

el cumplimiento de una garantía 91 genera la exigencia de igualdad material en una

prestación, como el caso del derecho de defensa efectiva.

es necesaria la asistencia de un letrado que, en ánimos de intentar la

equiparación del imputado con la parte acusadora; ejerza una función compensatoria.

Sin embargo, la sola existencia del defensor técnico no garantiza una perfecta igualdad

entre las partes, que parece irrealizable en el ordenamiento jurídico si se tiene en


81

cuenta que las posiciones de partida son evidentemente desiguales. El Ministerio

Público, debido a su propia investidura, está en una posición privilegiada durante la

fase preparatoria, disponiendo de todo un arsenal de medios y facultades; que puede

utilizar en contra del imputado.

Tanto la defensa material como la técnica vienen a formar un todo en lo que

concierne al ejercicio del derecho de defensa, que logra su máxima efectividad cuando

existe el acercamiento, la asesoría; la comunicación y la coordinación propia de una

relación cercana y constante entre defensor e imputado. Es así que, no se deben

imponer condiciones u obstáculos arbitrarios a la comunicación libre y privada que

debe producirse entre imputado y defensor. Lo ideal es que ambas defensas sean

congruentes en cuanto a la estrategia defensiva, pero en caso de colisiones, nunca se

debe olvidar que el defensor técnico es un asesor del imputado.

y en esa lógica le asiste de acuerdo a sus intereses. Aún cuando el defensor

goza de autonomía en el ejercicio de su función, frente al imputado ésta es relativa o

limitada, quien no puede ser despojado o expropiado de su derecho de defensa, ni

siquiera a favor del abogado, lo que no exime al defensor de la 92 correspondiente

obligación de persuadir a su cliente sobre las posibles consecuencias de desviarse de

la estrategia técnica y defensiva.

SISTEMA PROCESAL PENAL

El sistema procesal penal es importante para la realización del Derecho Penal.

Constituye una serie de etapas por las cuales los seres humanos logran dirimir los
82

conflictos. Por lo tanto, el proceso penal debe contener elementos relacionados con

justicia, ágil pues la justicia tardía deja de ser justicia, ya que las personas, cuando no

encuentran respuesta pronta, pierden el interés y se corre el riesgo de perder los

medios de prueba para lograr la pretensión requerida.

El Estado guatemalteco, por medio de la Corte Suprema de Justicia y los

órganos jurisdiccionales, es el responsable de impartir justicia de forma pronta y

cumplida, de conformidad con lo que establece la Constitución Política de la República

de Guatemala, en su artículo 207 que dice en su parte conducente: "Los magistrados

de la Corte Suprema de Justicia prestarán ante el Congreso de la República, la

protesta de administrar pronta y cumplida justicia. "l

Según Herrarte A (1978) El derecho procesal tiene una vida relativamente joven

en virtud que tiene pocos años de haberse implementado como tal. Su denominación

actual se relaciona con el derecho público y se debe a la propuesta de Chiovenda,

quien se dedicó a estudiar la acción civil y su carácter científico; esto marca su inicio en

la segunda mitad del siglo XIX (p. 32).

Es importante señalar que el Derecho Procesal Penal, consiste en una sucesión

de eventos llamados jurídicos, los cuales están relacionados unos con otros y buscan

hacer posible el derecho sustantivo,

1
Constitución Política de la República de Guatemala, reforma por consulta

popular Acuerdo Legislativo 1893, del Congreso de la República de Guatemala, 1993.


83

1.1 El Derecho Procesal Penal en el orden jurídico

En Guatemala, la ley de mayor jerarquía es la Constitución Política de la

República. Esta, en sus artículos 203 al 222, se refiere al Organismo Judicial y la Corte

Suprema de Justicia. En términos generales define al Organismo Judicial y sus órganos

competentes la potestad de impartir justicia y ejecutar lo juzgado. Además, establece la

independencia, jurisdicción, integración, estructura del organismo judicial y Corte

Suprema de Justicia.

En el marco de las leyes ordinarias se encuentra el Código Penal, Decreto

Número 17-73 del Congreso de la República de Guatemala, aprobado el 5 de julio de


1
1973, en el cual se puede encontrar un catálogo de delitos y penas que se conoce

como derecho sustantivo penal. También se encuentra el Código Procesal Penal,

Decreto Número 51-92, del Congreso de la República de Guatemala, aprobado el 28

de septiembre de 1992, 2 en donde se establecen las etapas para hacer efectivas las

normas contenidas en el Código Penal, que se conocen como derecho adjetivo penal.

Asimismo, se puede mencionar la ley del Organismo Judicial, Decreto 75-84, aprobada
3
por el Congreso de la República de Guatemala, a los 20 días de julio de 1984, en

donde se regula el funcionamiento de los tribunales de justicia que funcionan en el país

en sus diferentes materias.

1 El Código Penal de Guatemala consta de 499 artículos. Ha sufrido varias


reformas con el pasar de los años.

2 El Código Procesal Penal de Guatemala, consta de 555 artículos; fue


reformado por el artículo 1 del Decreto Número 45-93 del 13 de diciembre de
1993 que entró en vigencia el 1 de julio de 1994.

3 La Ley del Organismo Judicial consta de 74 artículos; ha sido reformada


según el decreto 80-2001 y el Decreto 21-2003, los dos del Congreso de la
República de Guatemala.
84

El Derecho Procesal Penal se sitúa como ley ordinaria, dentro de las cuales está

también el Código Penal y la ley del Organismo Judicial, y supletoriamente se

encuentra el Código Civil, a razón de cuantificar el derecho a resarcimiento que

tiene la víctima o agraviado.

1.2Definiciones de Derecho Procesal Penal

El Derecho Procesal Penal a criterio de quien escribe, es la sucesión de etapas

jurídicas que persiguen hacer efectivo el Código Penal también conocido como derecho

sustantivo penal.

El Derecho Procesal Penal, es la rama del orden Jurídico interno de un Estado

cuyas normas instituyen y organizan los órganos públicos que cumplen la función

judicial penal del Estado y disciplinan los actos que integran el procedimiento necesario

para imponer y actuar una sanción o medida de seguridad penal, regulando así el

comportamiento de los que intervienen en él (Maier B. J, 1999, p. 75)

"Se puede decir que Derecho Procesal Penal es el que sirve a la realización de

la ley penal" (Binder M. A., 1993, p. 37).

El derecho procesal es una rama del derecho que se ocupa del proceso.

Derecho y proceso son los conceptos que se interrelacionan para dar vida al derecho

procesal. Proceso significa acción de ir hacia delante, conjunto de fases sucesivas de

un determinado fenómeno. El uso de esta palabra es moderno, pues en el derecho

romano se habló de Judicium, que en nuestra lengua romance, equivale a juicio, que es

la palabra que se usó hasta en los últimos tiempos. Sin embargo, como juicio es
85

opinión o parece que se da, es operación del entendimiento que consiste en comparar

ideas, se considera que juicio es la etapa final del proceso, la opinión que emite el juez

al comparar los hechos y las pruebas aducidas por las partes (Herrarte A., 1978, p. 31).

Según Herrarte A, Op. Cit., el Derecho Procesal Penal es una rama del derecho

Procesal que estudia las normas que regula el proceso penal, igual el contenido del

Derecho Procesal Penal es todo lo relativo a las diferentes formas del proceso penal y

a las fases que presenta (pp. 34-35).

De las definiciones anteriores, se puede concluir que el Derecho Procesal Penal,

se comprende al dividir el término: primero hay que entender qué significa derecho,
4
como "Io que está conforme a regla", luego hay que entender el término procesal

como Io relativo al proceso, a las etapas o pasos a seguir; y por último, que el término

penal se refiere a lo que tiene relación con la pena o sanción ante delitos o faltas

cometidas.

El Derecho Procesal Penal es el conjunto de normas jurídicas que regulan la

actividad jurisdiccional del Estado, disciplinando los actos constitutivos dei

procedimiento, necesarios para decidir si se debe imponer una pena o una medida de

seguridad.

El Derecho Procesal permite la realización del Derecho Penal de fondo para

poder ser efectivo. 5

4 Tomado de definicion.de/derecho/, el 17 junio 2015.

5 Modulo instruccional de proceso penal l, programa de justicia. S.f.


86

Según lo establece Zarate J, , Ponciano O. et. alt. (2006), la denominación

"Sistema Jurídico" hace referencia al conjunto articulado y coherente de instituciones,

métodos, procedimientos y reglas legales que constituyen el derecho positivo en un

lugar y tiempo determinado (p. 119).

1.3Principios procesales

Los principios procesales son los valores y postulados esenciales que guían el

proceso penal y determinan su manera de ser como instrumento para realizar el

derecho del Estado a imponer las consecuencias jurídicas derivadas de los actos

humanos tipificados en la ley como delitos o faltas. Son también criterios orientadores

de los sujetos procesales y constituyen elementos valiosos de interpretación, facilitan la

comprensión del espíritu y los propósitos de la jurisdicción penal. Por sus

características, esos principios pueden dividirse en generales y especiales.

Los principios generales

El proceso es el método lógico y ordenado creado por la civilización para

conducir una decisión judicial justa y restablecer por tal medio la paz y el orden jurídico.

Su objetivo es redefinir conflictos, lo que debe entenderse como la reproducción más

objetiva de lo sucedido, de la aportación y valoración de datos, de la discusión de los

significados de los hechos. Para que pueda existir un proceso judicial, es necesario que

se cumplan ciertos postulados creados por el liberalismo político, el humanismo

filosófico y las ciencias jurídicas. Éstos son principios de carácter universal,

consagrados generalmente en las constituciones políticas y en el derecho internacional.


87

Pueden señalarse como principios generales e informadores del nuevo proceso penal

guatemalteco, implantado por el decreto legislativo 51-92, los siguientes:

Equilibrio: la eficiencia en la persecución y la sanción, garantía de los derechos

constitucionales. Tanto para uno como para el otro.

Desjudicialización: implica la consideración delitos de menor trascendencia

buscándoles una solución concertada de esa forma que encuentren una justicia

expedita y simplificada de los casos sencillos y de casos de menor cuantía.

Concordia: busca armonía y acuerdo entre las partes para resolver sus

conflictos.

Eficacia: la recuperación de la confianza en la ley y su cumplimiento.

Celeridad: aplicación inmediata y pronta de la justicia.

Sencillez: las normas del procedimiento penal deben ser simples y sencillas.

Debido proceso: significa la observancia de cada uno de los pasos que la ley

indica en todo proceso penal con todos los principios que la ley establece.

Defensa: todo sindicado tiene derecho a ser defendido por un profesional del

derecho, bajo el principio que nadie debe ser condenado ni privado en sus derechos sin

antes haber sido citado, oído y vencido en un proceso judicial.

Inocencia: toda persona se presume inocente mientras no se le haya declarado

responsable en sentencia condenatoria debidamente ejecutoriada.

Favor rey: la duda favorece al reo.


88

Favor libertatjs: que todo acusado debe seguírsele un proceso procurando su

libertad, durante el trámite del mismo.

Readaptación social: el fin moderno de la sanción penal es cada vez menos el

castigo. La pena más que el castigo persigue la reinserción social, satisfactoria del

condenado.

Reparación civil: es la remuneración que debe recibir la víctima o agraviado por

habérsele ocasionado un daño (Barrientos C, 1997, p. 69-70).

Los principios especiales del proceso penal guatemalteco en el sistema

acusatorio son:

Oficialidad: el órgano oficial para seguir un proceso es el Estado a través de las

instituciones establecidas para el efecto.

Principio de contradicción: libre y abierta contradicción entre el acusador y la

defensa ante un juez que funciona como árbitro en la formación de su convencimiento y

permite al imputado, hacer valer sus derechos en libertad.

Principio de oralidad: valora la expresión oral como el mejor medio para expresar

los hechos

Principio de concentración: consiste en hacer las etapas del proceso en la menor

cantidad de audiencias concentrando así todas las diligencias que constituyen el juicio

propiamente.

Principio de inmediación: es la máxima relación y la más íntima comunicación

entre el juez las partes y los órganos de prueba.


89

Principio de publicidad: todas las actuaciones judiciales son públicas para los

sujetos procesales.

Sana crítica razonada: es un sistema de valoración de la prueba durante el

proceso penal.

Doble instancia: en ningún proceso habrá más de dos instancias.

Rectificación: facultad que tienen los tribunales de rectificar sus fallos dentro del

plazo que determina la ley.

Renovación: la posibilidad de repetir un acto a petición de la parte o de oficio.

Derecho a impugnar: facultad que tiene toda persona de plantear cualquier

impugnación que señala la ley en contra de resoluciones que les causen agravio. Entre

ellas están: el recurso de reposición, el recurso de apelación, el recurso de queja por

negación de recurso, el recurso de apelación especial, el recurso de casación y el

recurso de revisión (Pellecer B., C., 1997, p. 97-151).

Todos estos principios, tanto los generales como los especiales, marcan el inicio

de un paradigma diferente con relación al sistema procesal penal acusatorio definido

para aplicar una justicia eficaz, eficiente, pronta y cumplida, garantizando el

cumplimiento de todos los derechos constitucionales y garantías procesales en

Guatemala.

Un proceso con esas características es considerado más humano; busca la

reinserción del reo en la sociedad. Esto deja atrás un sistema inquisitivo que dominó la

aplicación de la justicia durante muchos años, el cual se caracterizaba por el castigo,


90

represión, venganza, violación de derechos humanos y la secretividad en la realización

del proceso.

Hay algunas características propias de regímenes dictatoriales autoritarios, las

cuales se presentan a continuación:

Parte de la presunción de culpabilidad. Esto significa que toda persona acusada

de un delito es culpable hasta que no se compruebe lo contrario.

Utiliza la prisión provisional como una condena anticipada.

Regularmente al acusado se le coloca en prisión en tanto de sustancia el

proceso, eso significa como que se le está condenando previo a confirmarse la

culpabilidad.

No asegura el derecho de defensa. En este sistema no existe la posibilidad de la

defensa si esta no es con los recursos del acusado.

Vulnera el principio de inocencia. Al momento que no hay una posibilidad de

considerar la inocencia como un principio hasta no determinar lo contrario, existen

desventajas significativas para la persona acusada a quien dé inicio se le considera

culpable.

Permite las detenciones arbitrarias. En este modelo se permite la detención

arbitraria de los acusados, es decir cualquiera, puede detener a una persona, en

cualquier circunstancia, hora y lugar, acusarlo y conducirla hacia la prisión; esto marca

mayor arbitrariedad en los procesos.


91

Permite presiones vejámenes torturas y apremios contra los imputados. En este

modelo, las presiones y la tortura entre otros aspectos sirven para presionar al acusado

hasta que este acepte lo que se le acusa. Esta forma de extraer la información se

usaba tras el criterio que se le presionaba a los acusados hasta obtener la verdad, una

verdad relativa puesto que en muchos casos tenía que decir lo que los torturadores

querían oír para luego proceder al juicio.

Induce a la autoincriminación. El sistema inquisitivo buscaba presionar para que

el acusado de un delito se declarara culpable y, como se ha mencionado, en muchos

casos aceptando una verdad que no existía.

Concede valor a la confesión prestada bajo presión. En ese marco el sistema

inquisitivo le otorgaba un valor significativo a las confesiones o aceptación por parte del

acusado, de los hechos que se le imputaban; eso

era la base sobre la cual se actuaba, es decir, el tribunal establecía que lo que el

acusado decía, independientemente de cómo se había logrado alcanzar dicha

confesión, tenía el valor suficiente para proceder con el juicio.

Crea un ambiente propicio para el abuso de poder y el burocratismo. Este

modelo, favorece el abuso del poder y el burocratismo, es decir, que por ese sistema

se abusaba en cualquier dirección en contra del acusado, pues este no tenía ninguna

posibilidad -de actuar para la defensa en el proceso. Además, el sistema representaba

una serie de pasos lo cual hacía muy burocrático el proceso cuando así se quería;

cuando no, todo era ágil.


92

Impide la investigación eficiente y técnica. En este sistema la investigación con

todos sus componentes en busca de un proceso justo, técnico y científico, no era

posible. Por ello, la indagación para esclarecer los hechos no era prioridad sino más

bien, la indagación para afectar en lo posible al ya acusado para que no quedara en

duda de su culpabilidad.

Desnaturaliza la función del juez. Esta condición, propia de los sistemas

autoritarios le asigna al juez funciones plenipotenciarias, de manera que tiene roles

diversos. En otras palabras, él hace de todo. Y de esa forma deja de darle al proceso la

oportunidad de corregir o enmendar el rumbo o la línea de investigación.

Viola la garantía del debido proceso. El debido proceso significa que el Estado

debe respetar los derechos legales del acusado. Sin embargo, este sistema viola esas

garantías y el acusado es quien sale afectado en el sentido que pierde sus derechos o

garantías.

Es lento y complejo. Ante la burocratización, el proceso se hace lento y en esa

lentitud se convierte en algo complejo porque en realidad responde a una línea muy

condicionada hacia la condena del ya acusado, esto para no dejar duda de la

culpabilidad de la persona en cuestión (Barrientos P., C, Op. Cit., pp.19-20).

1.4Características generales del Código Procesal Penal guatemalteco

vigente

El Código Procesal Penal guatemalteco es producto de la aprobación dada en

1992, por el Congreso de la República de Guatemala, identificado como el decreto ley,

número 51-92. En la exposición de motivos, entre otros aspectos, los ponentes


93

señalaron6 que el mismo permitiría alcanzar un mayor progreso, la seguridad

ciudadana, la convivencia pacífica y la consolidación de la democracia.

Específicamente, recoge los principios, normas y valores creados por la

civilización para perseguir y sancionar los delitos. Su espíritu es presentar

procedimientos ágiles y eficientes, para que los operadores de justicia realicen sus

funciones con oportunidad, en plazos razonables, de manera transparente y expedita.

Plantea además que para resolver los problemas que genera el delito se requiere más

que buenas leyes y que son imprescindibles actos consecuentes de los hombres y

mujeres que aplican la justicia.

Las principales características del Código Procesal Penal guatemalteco son:

Implementa el sistema acusatorio: por lo tanto, deja a un lado el sistema

inquisitivo que prevalecía en Guatemala desde la conquista en 1821; en 1837, con la

introducción del código de Livingston, se inició el sistema acusatorio, sin

embargo, debió regresarse al anterior luego de múltiples manifestaciones de

molestia por parte de la ciudadanía. Esto llevó a derrocar a un presidente, el Dr.

Mariano Gálvez quien renuncia a su cargo por las presiones del momento, entre ellas,

el cambio del sistema procesal penal que pasó del sistema procesal inquisitivo al

acusatorio que en ese tiempo era ya de avanzada.

Juicio oral: en este nuevo código, la oralidad se convierte en un elemento clave

pues es mediante la exposición oral que se persigue brindar a las partes la oportunidad

de exponer sus razones en forma oral para defenderse.

6 Castro A. Presidente Congreso de la República de Guatemala. Presentación


de exposición de motivos Código Penal. 2002
94

Nueva organización de la justicia penal: la estructura judicial cambia en atención

a un nuevo sistema procesal penal, una estructura y organización que permite con

mayor eficiencia y eficacia cumplir con el procedimiento penal que se estableció con el

nuevo código.

La investigación a cargo del Ministerio Público: en este cuerpo legal es dicha

entidad la instancia encargada de realizar la investigación, de recabar todas las

pruebas para imputar al acusado.

La implementación del servicio público de defensa: se crea el Instituto de la

Defensa Pública Penal, que se encarga de apoyar la defensa del acusado,

especialmente, de aquellos que no cuentan con los recursos para pagarla; de esta

forma se garantiza la misma.

La desjudicialización: significa que solo llegarán a juicio aquellos casos de

trascendencia y, los que no lo son, pueden resolverse por acuerdos o procesos de

mediación.

Concentración de recursos para combatir las conductas criminales que provocan

mayor daño social: obliga al Estado a la persecución y sanción de delitos, por lo cual

deberá invertir recursos en la administración de justicia, lo que lleve a fortalecer a la

instancia encargada de la investigación con las mejores condiciones para realizar su

trabajo con eficiencia.

Modificación de medios de impugnación: se incluyen nuevos medios de

impugnación que garantizan todas las posibilidades de buscar impugnar un proceso y

encausar o aclarar la decisión


95

Procedimientos especiales para casos concretos: se establecen formas para la

solución de casos en los cuales los sujetos procesales llegan a algunos acuerdos, en

especial aquellos en los cuales el acusado acepta los hechos que se le imputan. Para

el efecto, en una audiencia el juez dicta una audiencia condenatoria con una sanción

mínima, entre otros casos.

Control judicial sobre la ejecución de las penas: significa que los tribunales de

sentencia, al dictarla, imponen sanciones de prisión o pecuniarias y otras, por lo que

para la ejecución del cumplimiento de dichas penas se crearon los juzgados de

ejecución.

Ingreso de la cuestión civil al procedimiento: en el caso que los tribunales de

sentencia dicten una de carácter condenatoria, los condenados están en la obligación

de resarcir el daño causado y, para el efecto, se fija una audiencia con el propósito de

discutir la reparación digna. En ese caso, se establece que para acreditar los gastos

deben regir las reglas probatorias del Código Civil.

Sistema plurilingüe en las actuaciones judiciales: esto significa que de acuerdo

con la Constitución Política de la República de Guatemala, todo acusado podrá ser

procesado en su idioma materno, por Io tanto, la corte debe proveer a los tribunales los

intérpretes según sea la necesidad de los diferentes idiomas que se hablan en

Guatemala.

Modificaciones al Código Militar: en el Código Procesal Penal se establece que

los militares que cometan actos o delitos de orden común deberán ser procesados por

los órganos ordinarios respectivos. Solo en los casos de comisión de delitos o faltas
96

puramente militares, será la auditoría de guerra, que en Io sucesivo se llamará juzgado

militar de instrucción, quien se encargará del proceso.

1.5Funciones del proceso penal

El estado ha sido en el transcurso de la historia, quien mantiene la facultad y

derecho de castigar, sin embargo, se ha excedido en los límites de ese poder y, ante

esa situación, ha surgido el proceso penal cuya función básica es limitar el poder del

Estado. Entre las funciones que se le pueden atribuir al proceso penal

1.5.1 Protección del derecho a la libertad

En el proceso penal actual rige la libertad como regla general y como excepción

la privación de libertad, en el código anterior existía una norma que establecía que el

juez debía asegurar la presencia del sindicado. Circunstancia que contraviene el

derecho de libertad de toda persona. En tal sentido el Derecho Procesal Penal,

garantiza el derecho de libertad de las personas.

1-5-2 La protección de la víctima

Por principio general, a toda persona a quien se le ocasione un daño debe ser

resarcida y protegida por el Estado a efecto que le sea devuelto a su estado normal la

situación a la que fue sometida o afectada.

1-5-3 La rehabilitación del imputado

De acuerdo con lo establecido por la Constitución Política de la República de

Guatemala, el fin del sistema penitenciario es la readaptación social y la reeducación

de los reclusos, lo cual se debe lograr mediante programas que el Estado implemente
97

dentro de los centros de reclusión. Esto con el propósito de que, al finalizar su

condena, puedan reintegrarse a la sociedad y ser útiles a la misma.

1.6Fuentes del Derecho Procesal Penal

Se considera fuente una base sobre la cual se funda algo.

Fuente de derecho se entiende genéricamente la identificación de la forma

institucional de donde "mana" el derecho vigente. Nos sirven las fuentes para saber a

dónde acudir en busca de normas jurídicas, de las expresiones lingüísticas y

conceptuales que las conforman (Maier J., 1999,

p. 120).

1.6.1 La legislación

La legislación es el conjunto de normas que son emitidas por [os órganos

jurídicos del Estado y que establecen el marco jurídico de una sociedad. Hay leyes

superiores y leyes inferiores- Entre las leyes superiores se encuentra la Constitución

Política de la República, y entre las leyes inferiores están los decretos y los

reglamentos. La ley es la mayor fuente de derecho, por lo tanto, la principal fuente

son las normas emanadas de los órganos correspondientes.

El Derecho Procesal Penal tiene como punto de partida la legislación. Emanada

esta de todo cuerpo de normas jurídicas cualquiera que sea su origen. La Constitución

Política de la República es la ley marco. La mayoría de veces, en este cuerpo legal

supremo se incluyen principios y formas de proceso entre otros aspectos básicos.

1.6.2 La jurisprudencia
98

Esta fuente la constituye el conjunto de decisiones judiciales que emiten los

órganos encargados de hacerlo basados en la ley. Para todos, la jurisprudencia es

importante; los abogados, los jueces, los magistrados, las personas comunes y

corrientes están al tanto de las resoluciones en un mismo sentido y le otorgan a las

mismas un nivel de sentido significativo como base para casos similares, ya sea que

los usen como elemento comparativo o simplemente les sirva de referencia.

1.6.3 La costumbre

Consiste en que muchos jueces, funcionarios y otros, usan la costumbre como

fuente de derecho, sin embargo, no están obligados a hacerlo en virtud que la

costumbre en Derecho Procesal Penal como en otros casos, no es fuente de derecho,

salvo raras excepciones. Maier J (1999), explica que en especial se trata de actos

permitidos que no cambian el sentido jurídico del acto realizado que quedan dentro del

ámbito de libertad de elección, de quien cumple, el acto o decide, por lo que en nada

influirá la realización distinta del acto o la solución diferente, siempre permitida mientras

no se oponga a una disposición legal (p.

139).

1.6.4 La doctrina

No se le puede llamar fuente moderna en el derecho pero tiene valor

fundamental cuando un reconocido profesional de las leyes, hace estudios rigurosos y

reflexivos que generan aportes fundamentales para la toma de decisiones.

Regularmente, la autoridad académica y el prestigio científico son los elementos claves

para ofrecer teoría y propuestas.


99

1.7Garantías constitucionales en el proceso penal

Son las normas que garantizan el respeto a la vida, la libertad y la seguridad de

la sociedad. Por medio de ellas se establece un límite al poder del Estado sobre las

personas lo que garantiza que no se violen los derechos humanos. Esas garantías son:

1.7.1 El juicio previo

Según lo establece la Constitución Política de la República de Guatemala, en su

artículo 12, "nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido

citado y vencido en juicio legal, ante juez y tribunal competente preestablecido". Esto

significa que ninguna persona puede ser señalada como autor de un delito sin que se

haya realizado un proceso penal, en donde como producto de una sentencia dictada

por juez competente, se haya probado dicha autoría. Para que una persona sea

considerada culpable de un delito, esta debió pasar por un juicio ante un órgano

jurisdiccional competente en el cual se compruebe la autoría y responsabilidad de la

comisión de un delito o falta.

1.7.2 El principio de inocencia o de no culpabilidad

Se le garantiza al acusado por medio de este principio su inocencia hasta que no

se compruebe lo contrario mediante juez competente y firme sentencia. Este principio

se consagra en el artículo 14 de la Constitución Política de la República de Guatemala.

Fue reconocido por las más importantes declaraciones internacionales relativas a los

derechos humanos. Este principio es una respuesta directa ante [os abusos que se

generaron en el sistema inquisitivo en el cual, como se verá adelante, el acusado era

culpable y tenía que demostrar su inocencia.


100

1.7.3 La irrectroactividad de la ley procesal penal

Por este principio se garantiza el cumplimiento de la norma penal y su vigencia,

toda vez que por una reforma el Código Procesal Penal cobra vigencia a partir de su

publicación. Una aclaración importante es que, en caso la norma anterior sea favorable

al reo, deberá aplicársele. Caso contrario, se aplica la nueva ley. Esto en relación a la

fecha de la comisión de un delito.

1.7.4 El juez natural y la prohibición de las comisiones

Esto significa que el juez que conoce una causa deberá de concluirla hasta la

sentencia. Además, queda prohibida la integración de otros órganos o asignarles

atribuciones jurisdiccionales que no les corresponde.

1.7.5 La independencia judicial

Los jueces deben ser independientes de los poderes del Estado. Esto en

atención al principio de la separación de poderes del cual Montesquieu hace referencia.

En este marco, el juez no debe ser sujeto de presión externa ni interna para resolver un

caso. En Guatemala, existe la división de los tres poderes del Estado a saber:

ejecutivo, legislativo y judicial.

1.7.6 Inviolabilidad del derecho de defensa en juicio

Por medio de este derecho, el imputado puede ejercer libremente su defensa

material, es decir, no está obligado a imputarse un delito o falta y, al declarar, puede

decir la verdad o no. Su no declaración, no deberá ser tomada en su contra. Él tiene


101

derecho de que su abogado ejerza su defensa técnica y él ejercerá su defensa

material. Podrá declarar en forma libre lo que desee.

1.7.7 NE BIS IN IDEM (Inadmisibilidad de la persecución penal múltiple)

Por este principio, el Estado no puede someter a una persona a un doble juicio.

Esto significa que por un delito cometido, ha de tramitarse un solo proceso y no

iniciarse dos veces pues tampoco puede haber doble pena por un mismo delito.

1.7.8 El derecho a no declarar en contra de uno mismo

Es el derecho que tiene el imputado de defenderse de cualquier acusación que

realice el ente acusador y a no declarar contra él mismo. Y si aun así lo hiciera el

proceso, debe continuar para establecer por los medios probatorios su responsabilidad

penal en el hecho que se le endilga.

1.7.9 Inviolabilidad del domicilio y los registros privados

El Estado no puede violar los derechos de los ciudadanos consagrados en la

Constitución Política de la República de Guatemala, especialmente, en los artículos 23

y 24, que se refieren a la vivienda y a la correspondencia. Solo es posible acceder a

ellos por orden de juez competente.

1.7.10 Prohibición a la tortura

Esta fue una práctica del sistema inquisitivo con la que se esperaba que el

imputado confesara un delito. Consistía en ocasionar dolor en cualquier parte del

cuerpo del acusado con fin de extraer de él, la supuesta verdad. En el nuevo sistema

procesal penal acusatorio, no es posible practicar la tortura.


CAPÍTULO ll

EL DERECHO PROCESAL PENAL COMO FENÓMENO CULTURAL

El derecho es una creación del ser humano. Él crea sus formas de convivencia y

organización social así como sus relaciones interpersonales. Esto de acuerdo con las

necesidades y problemas que se presentan en la sociedad y que afectan la convivencia

armónica y pacífica de sus integrantes.

Desde los inicios de la humanidad, se necesitó de formas para regular la

convivencia ya que al inicio, el más fuerte era el que tenía mayores posibilidades. Esa

fortaleza fue basada en la fuerza física y, conforme pasó el tiempo, en el poder político.

Todo esto en función de la tenencia de bienes. Luego, para esos mismos fines, el

trueque representó una forma de hacerse y cubrir sus necesidades.

Ello hace reconocer la necesidad de que, en todo estudio relacionado con el

tema de derecho, es importante analizar la historia, principalmente cuando de Derecho

Penal se trate en virtud que se hace imperativo regular, a través de normas, el

quehacer de una comunidad. Este representa la oportunidad para el Estado, de regular

su relación con sus miembros tanto en libertades naturales como prohibiciones y

mandatos, garantizándose mediante normas jurídicas esa situación. De esta forma se

hace uso del poder coercitivo que el Estado tiene sobre sus habitantes.

2.1 Evolución histórica

2.1.1 El derecho germano y su sistema acusatorio privado


Este derecho se caracterizó por los siguientes aspectos: se organizaba un

tribunal popular; había una persecución penal privada en manos del ofendido y su

parentela, y además, se daba publicidad y oralidad del juicio en el que se

27

enfrentaban el acusador y el acusado. Esta etapa presenta tres periodos que se

resumen así:

2.1.2 El derecho germano antiguo

Este derecho se distinguía por la modalidad acusatoria privada, lo que

significaba buscar la razón de alguno de los contendientes; de manera exterior y la

forma subjetiva de verificar la prueba. Esto hacía perder la verdad histórica de un

proceso pues la verdad real no es factible de encontrar, toda vez que quien juzga no

está presente en el lugar de los hechos.

Para Friedensbruch, citado por Maier J., Op. Cit.:

El derecho germano antiguo no conocía nuestra actual separación entre

acciones civiles y penales. Toda infracción era considerada como un quebranto de la

paz comunitaria, perdiendo por ello el infractor la protección jurídica de la comunidad, lo

que implicaba para él, la pérdida de la paz, esto es, quedaba a merced de sus

congéneres. Aun cuando un número pequeño de infracciones las más graves traían

como consecuencia la perdida de la paz en un sentido absoluto, al quedar el infractor a

merced de cualquier integrante de la comunidad que tenía derecho a perseguirlo hasta

matarlo. La regla general para la gran mayoría de las infracciones solo autorizaba la

gran reacción del ofendido y su parentela o tribu, rasgo distintivo del germano antiguo,
circunstancia que implicaba solo una perdida limitada de la protección comunitaria, de

la paz o de su personalidad jurídica (p. 264).

Esta etapa del derecho procesal germano, avanzó hacia el autoritarismo y buscó

llegar al procedimiento como método para reconstruir la verdad histórica. Todo esto

llevó a través de diferentes formas de presionar hasta llegar al derecho romano

canónico en el cual solo la iglesia y sus representantes tenían la autoridad legal para

sancionar, y cuyo principal sistema para enjuiciar se denominó inquisición.

2.1.3 El periodo franco

Este constituye otra etapa de la historia del derecho que inicia en el año VIII.

El combate judicial perdió parcialmente su sentido de venganza individual con el

ofensor y, a medida que transcurrió el tiempo adquirió un sentido protector de la

comunidad cada vez más acentuado; por lo demás poco a poco fue fuertemente

limitado. Lentamente, el acuerdo sobre la enmienda o conciliación se transformó en la

obligación de enmendar. El derecho del rey, como órgano responsable de la paz

comunitaria influyó en la composición del tribunal y hasta, aún, en la persecución penal

(Maier J. , op. Cit., p. 267).

Lo anterior significa que se pasó de una etapa en donde la venganza era

privada, como medio para resolver los conflictos, ejercida por el ofendido o su

parentela, a una etapa en donde se privilegiaba la oportunidad de resarcir el daño

ocasionado, es decir, reparar el daño cometido. En este modelo, el rey se constituía en

quien integraba los tribunales y hacia persecución penal.

2.1.4 La Alta Edad Media


No hubo cambios importantes; siguió la misma condición que en la etapa

anterior en torno al procedimiento penal. En cuanto a la organización judicial, hubo una

mención importante: la hegemonía política y económica de las pequeñas ciudades con

relación al reino. La división del poder político y el de la iglesia marcó una diferencia

sustancial, lo que generó disputas pues la participación de la iglesia le generó mayor

poder. De esta forma termina el sistema propio de enjuiciamiento penal germano.

2.2 Los derechos griego y romano y su sistema acusatorio popular

2.2.1 Grecia

Aquí es importante mencionar que se divide el delito en privado y público según

se afectara el interés de la colectividad o la individualidad. El enjuiciamiento se

caracterizó por incluir la acusación popular en los delitos públicos y porque cualquier

persona podía perseguir penalmente al infractor.

En el caso de los delitos privados, solo podía perseguirse al ofendido o sus

sustitutos, y el juicio cumplía con las condiciones de ser oral, público y contradictorio.

... ) los delitos públicos, pueden ser caracterizados de la siguiente manera, en

forma resumida. Tribunal popular conforme al principio de soberanía del pueblo:

l.Acusación popular por la facultad acordada a cualquier ciudadano, para

presentar querella contra la persona a quien creía autor de un delito, público o partícipe

en él.

ll. Igualdad entre acusador y acusado, quien, de ordinario, permanecía en

libertad durante su juzgamiento.


III.Publicidad y oralidad del juicio, que se resumía en un debate contradictorio

entre acusatorio y acusado, frente al tribunal y en presencia del pueblo.

IV.Admisión de la tortura y los juicios de Dios como medios de realización

probatoria.

Valoración de la prueba según la íntima convicción de cada uno de los jueces,

quienes votaban a favor o en contra depositando un objeto que daba a conocer el

sentido del sufragio.

Decisión popular inimpugnable (Maier J., Op. Cit., p. 272).

2.2.2 Roma

El derecho romano es un ejemplo importante de sistema de organización política

que se extinguió en el tiempo, además de ser ejemplo también de los cambios que se

presentaron en la forma de enjuiciar penalmente por influencia de la ideología existente

en la época. Es de mencionar que las transformaciones fueron sucesivas y lentas. Las

instituciones: monarquía, república e imperio, no traducen divisiones tajantes de los

sistemas de enjuiciamiento penal al compás de la organización política, cognitio:

accusatio, quaestio o iudicium publicum; cognitium extra ordinem, pues el cambio de

una a otra se operó gradualmente.

2.3 La inquisición y la reforma al sistema inquisitivo

El término inquisición se refiere a investigar o inquirir acerca de algo para

conseguir información. También se puede referir a varias instituciones que se


establecían en el marco de la iglesia para castigar a las personas que cometían faltas,

no creían, dudaban o contradecían lo establecido por la iglesia católica.

De igual forma se dice que la inquisición es la institución eclesiástica creada

para investigar y castigar a aquellas personas a las que se consideraba que faltaban a

las creencias o dogmas establecidos por la iglesia; en otras palabras, a los herejes.

La implantación del sistema inquisitivo como modo de enjuiciamiento penal, en

el derecho laico, recorrió VI siglos de la historia de Europa Continental, desde el siglo

XIII época en que comenzó a arraigarse, hasta el siglo XVIII, momento de su

decadencia. El siglo XIX marcó su transformación definitiva por lo menos en el

continente europeo, no sin antes dejar tras de sí profundas huellas, que aún perduran

en el procedimiento penal de nuestros días. Como siempre, su desarrollo fue el

producto de un cambio político profundo y se acomodó perfectamente a él, durante la

última parte de la edad media entraron en conflicto los señoríos locales (poder feudal)

con el poder del monarca, quien pretendía aglutinar las diferentes comarcas que

reconocía o ambicionaba bajo su dominio, sobre la base de una única forma de

organización política central. La lucha se decidió a favor del rey y el triunfo abrió paso-

ya de manera genérica ya en la edad moderna a la creación de los estados nacionales

que aun hoy perduran como idea cultural, y al sistema de organización política que ha

dado en llamarse absolutismo o monarquía absoluta. La base del sistema político fue la

concentración de todos los atributos de la soberanía-legislar-juzgar y administrar- en un

poder central, el monarca, consustanciado con el mismo Estado (Maier U., 1998, p.

288)

Según aparece en www.gabrielbenat.es/españa/inquisición/ie/proc/proc.httml?:


La inquisición era un tribunal que tenía como misión la defensa de la fe y la

moral de la iglesia católica, mediante la persecución de los delitos que atentaran contra

la fe o la moral. El proceso penal inquisitivo o proceso inquisitorial fue el tipo de

proceso penal utilizado por la inquisición española a su extinción. Pero no solo fue

utilizado por la inquisición, si no también por todos o casi todos los tribunales penales

de todos o casi todos los reinos de la Europa continental desde el siglo XIII al XVIII.

Dicho de forma más discreta: la inquisición perseguía y juzgaba a herejes blasfemos o

Citado el día 23 de junio de 2015

Citado el día 23 de junio de 2015


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bígamos con el mismo tipo de proceso penal con que cualquier juez o tribunal de

la misma época perseguía y enjuiciaba a ladrones y homicidas, En ese proceso penal

inquisitivo o inquisitorial, se presentaban algunas características importantes que se

resumen a continuación:

El juez era un técnico.

El juez dirigía el proceso de principio a fin.

El juez no solo juzgaba si no que antes de juzgar, investigaba los hechos, dirigía

la indagación y buscaba culpables, y acumulaba pruebas contra ellos.

Lo que se perseguía era descubrir la herejía; que el acusado confesara, se

convirtiera y finalmente fuera castigado.

No era necesario que existiera denuncia.

El proceso inquisitorial era un proceso bipartito constaba de dos fases: una fase

sumaria o inquisitiva y una posterior llamada fase judicial.

Aunque el ofendido desistiera, el proceso debía continuar hasta su término.

Todos los actos eran secretos y escritos.

Existieron tres tipos de inquisición: episcopal, pontificia y española. La reforma al

sistema inquisitivo tuvo su origen en el crecimiento intelectual y cultural que la sociedad

alcanzó en el siglo XVIII, a partir de los grandes debates surgidos como los

humanitarios, en donde el individuo y su dignidad representaron mayor relevancia.


A pesar del crecimiento intelectual de la época, hubo quienes se habían

apegado a la ley y se acostumbraron al proceso penal inquisitivo por lo que

conservadoramente luchaban por impedir el cambio. Aun así, se consideró que el

sistema inquisitivo era un sistema verdaderamente limitante a la dignidad y los

derechos humanos de las personas principalmente porque utilizaba la tortura como

método para someter al acusado y lograr su confesión.

La reforma de dicho sistema, se debió finalmente a grandes pensadores de ese

tiempo: Montesquieu, Becaria y Voltaire. Ellos plantearon las falencias del sistema

imperante y generaron un amplio debate que culminó con un nuevo sistema procesal

penal fundamentado en el derecho romano y el derecho inglés.

Ese nuevo sistema que nacía, tenía inspiración en principios que luego fueron

básicos para la teoría del nuevo sistema penal. Los mismos son: la publicidad, la

oralidad y la libertad de la defensa.

Para el caso de Guatemala, la reforma del sistema implicó lo siguiente:

En la exposición de motivos del nuevo Código Procesal Penal guatemalteco la

independencia de España, en 1821, dejó intacto el procedimiento inquisitivo, escrito y

semisecreto, formal y burocrático, en 1837, el llamado código de Livingston introdujo el

sistema acusatorio oral y público, a la vez que planteó la existencia de tribunales

independientes del poder político. La división de poderes causó una fuerte reacción

conservadora que derrocó al gobierno república no de Mariano Gálvez y provocó la

regresión legislativa. La revolución liberal de 1871, significó la relativa adecuación del

país a las formas de organización a las formas jurídica política propia de las
transformaciones institucionales del siglo XVIII sin embargo, no fue substancialmente la

administración de justicia en materia penal, lo cual ocurre hasta 1992, fecha en que fue

decretado el nuevo Código Procesal

Penal. España cambió radicalmente su sistema histórico de justicia en 1882. Los

códigos procesales dictados en 1887, 1898 y 1973 mantuvieron por el peso

determinante de la fase de instrucción y el rol investigador de los jueces el sistema

colonial, caracterizado por el enjuiciamiento sin garantías y contrario al método

universal de procesamiento surgido y perfeccionado con las declaraciones de los

derechos humanos para impedir excesos de poder y dignificar a las personas. La

reforma procesal penal no es un proceso exclusivo de Guatemala. Casi toda

Latinoamérica vive una serie de cambios que se originan en la necesidad de consolidar

la democracia. Es una verdad aceptada que el proceso penal refleja las tendencias

autoritarias o democráticas de la sociedad (Barrientos C, 2007, pp. 25-26).10

Respecto de la situación actual del Código Procesal Penal en Guatemala, desde

1992 se aprobó la nueva versión en el país según el decreto 51-92, que cobró en

vigencia en julio de 1994. Con él se introdujo el sistema procesal penal acusatorio

como un nuevo paradigma para una mejor aplicación de la justicia. Con esta innovación

se dejó a un lado en teoría el sistema inquisitivo que perduró por muchos siglos.

Luego de su aprobación, se capacitó a jueces, fiscales del Ministerio Público, a

la Defensa Pública Penal, a los abogados litigantes y a todos los involucrados.

Asimismo, las universidades ajustaron sus planes de estudio en función de este cambio

importante para la justicia guatemalteca. Sin embargo, se presentaron problemas

importantes debido a las dificultades que regularmente implica el iniciar algo nuevo.
Los problemas más frecuentes que se han observado:

• Rechazo al cambio por parte de la gran mayoría del gremio de abogados y aún

más de los trabajadores de los diferentes órganos jurisdiccionales, situación que

retardó la implementación de dicho procedimiento penal. Los opositores presentaron

recursos de inconstitucionalidad en contra de la vigencia de la nueva norma, pero estos

no prosperaron porque dicho sistema significaba un avance en la aplicación de justicia

en Guatemala. La oposición

10
Figueroa Sarti Raúl Código Procesal Penal concordado y anotado con la

Jurisprudencia Constitucional, incluye la exposición de motivos del Cesar Barrientos

Pellicer. 2007.

era por el temor de carecer de preparación, y el posible colapso que por esa

razón sufriría el sistema al nada más entrar en vigencia, no obstante, no ocurrió así.

Carencia de una organización con la lógica del nuevo sistema procesal penal.

En la ley, desde el inicio se establecieron claramente [os órganos jurisdiccionales

necesarios con sus respectivas competencias. Pese a que hay algunas regiones en el

país en donde los recursos en general permiten que el proceso, la organización y las

competencias de los órganos sean una realidad, hay otras donde, hasta el momento, la

falta de condiciones materiales y humanas no permite que específicamente las

competencias sean efectivas. Ante dicha situación, la Corte Suprema de Justicia, por

medio de un acuerdo, ordena que las competencias de los jueces de paz cobren

vigencia en forma gradual. En tanto esto sucede, las mismas se les asignan a los
jueces de primera instancia para su aplicación, mediante el artículo 44 bis, del Código

Procesal Penal, el cual literalmente dice: los jueces de paz de sentencia penal

conocerán en forma unipersonal del juicio y en su caso, pronunciarán la sentencia

respectiva en todos los procesos cuya pena de prisión no exceda de cinco años; para

el ejercicio de sus funciones estos jueces ejercerán su función jurisdiccional con las

mismas facultades que corresponden a los tribunales de sentencia.

Transición muy abrupta. El Código Procesal Penal surgió en un momento en el

cual no se tenía conciencia ni certeza que entraría en vigor inmediatamente, pese a

que se conversó previamente acerca de su vigencia urgente. Esto ocasionó múltiples

acciones de rechazo y oposición que se tradujeron en varios medios de impugnación

ante las cortes. Además, sin contar con la organización y estructura necesarias, hubo

que improvisar lugares diversos para celebrar los juicios, por ejemplo, los pasillos del

edificio del Organismo

Judicial. Actualmente, son pocos los tribunales de justicia que llenan las

condiciones para celebrar las audiencias en forma adecuada.

En la actualidad, aún se observan resabios del sistema inquisitivo en la

aplicación de sistema acusatorio. El mismo código todavía lo facilita. En el transcurso

del articulado del Código Procesal Penal, hay evidencias que contienen dichos

resabios; algunos ejemplos son:

Artículo 381. El tribunal podrá ordenar de oficio recepción de nuevos medios de

prueba, si _ en el curso del debate resultaren indispensables o manifiestamente útiles

para esclarecer la verdad. En este caso la audiencia será suspendida a petición de


alguna de las partes, por un plazo no mayor de cinco días. También podrá citar a los

peritos si sus dictámenes resultaren insuficientes. Las operaciones periciales

necesarias serán practicadas en la misma audiencia, cuando fuere posible. (USAID,

2014, p.

103).

Como se puede observar, este artículo conserva uno de los aspectos del

sistema inquisitivo: el juez puede recabar cualquier medio de prueba para esclarecer la

verdad, cuando en el sistema acusatorio esto ya no es procedente pues el recabar

pruebas es atribución específica del Ministerio Público.

Artículo 376. El presidente hará leer las conclusiones de los dictámenes de los

peritos si estos hubieran sido citados, responderán directamente a las preguntas que

les formulen las partes, sus abogados o consultores técnicos y los miembros del

tribunal, en ese orden y comenzando por quienes ofrecieron el medio de prueba si

resultare conveniente el tribunal podrá disponer que los peritos presencien los actos del

debate (USAID, Op. Cit.,

2014, p. 102).

En este artículo se otorga nuevamente la facultad al tribunal para formular

preguntas a los peritos con relación a los dictámenes emitidos cuando es facultad solo

de las partes, el Ministerio Público, el querellante y los abogados de la defensa.

Artículo 395. Acta del debate. Quien desempeñe la función de secretario durante

el debate levantará acta que contendrá, por lo menos las siguientes enunciaciones, 1)

lugar y fecha de iniciación y finalización de la audiencia con mención de las


suspensiones ordenadas y reanudaciones. 2) El nombre y apellidos de los jueces, de

los representantes del Ministerio Público, del acusado y de las demás partes que

hubieren participado en el debate incluyendo defensor y mandatario. 3) el desarrollo del

debate con mención de los nombres y apellidos de los testigos, peritos e intérpretes,

con aclaración acerca de si emitieron la protesta solemne de ley antes de su

declaración o no lo hicieron, y el motivo de elfo, designando los documentos leídos

durante la audiencia. 4) las conclusiones finales del Ministerio Público, del defensor y

demás partes. 5) la observancia de las formalidades esenciales, con mención de si se

procedió públicamente o fue excluida la publicidad total o parcialmente. 6) otras

menciones previstas por la ley o las que el presidente ordene, por si, o a solicitud de los

demás jueces o partes, y las protestas de anulación: 7) las firmas del tribunal y del

secretario. El tribunal podrá disponer la versión taquigráfica o la grabación total o

parcial del debate o que se resuma al final de alguna declaración o dictamen, la parte

esencial de ellos, en cuyo caso constará en el acta de disposición del tribunal y la

forma en que fue cumplida, la versión taquigráfica, la grabación o la síntesis integraran

los actos del debate. (USAD, op. Cit., 2014, p. 78).

Efectivamente, en esta norma se ordenan formalidades que deben asentarse en

un acta escrita, lo que contradice al sistema en que la oralidad es un componente

esencial. Esto genera mucho debate pues, de nuevo, se trata de un aspecto inquisitivo

en el sistema acusatorio. Hoy en día, esto no cambia en buena parte por lo que en los

diferentes tribunales circulan abundantes expedientes que contienen actas, sentencias,

resoluciones y razones. Esto genera acumulación de papelería en los archivos,

aumentando diariamente su cantidad.


Artículo 364. Lecturas de actas y documentos. El tribunal podrá ordenar aún de

oficio, la lectura: 1) de los dictámenes periciales, siempre que se hayan cumplido

conforme a las reglas de los actos definitivos e irreproducibles o de instrucción

suplementaria, salvo la facultad de las partes o del tribunal para exigir la declaración

del perito en el debate. 2) de las declaraciones de los testigos que hayan fallecido,

estén ausentes del país, se ignore su residencia o que por obstáculo insuperable, no

puedan declarar en el debate, siempre que esas declaraciones, se hayan recibido

conforme a las reglas de los actos definitivos e irreproducibles. 3) La denuncia, la

prueba documental o de informes, los careos y las actas de inspección, registro

domiciliario, requisa personal, y reconocimientos a que el testigo aludiere en su

declaración durante el debate. 4) las declaraciones de imputados rebeldes o

condenados como participes del hecho punible objeto del debate (USAD, op. Cit., 2014,

p. 100).

Como se puede colegir del texto citado, se otorga la facultad al tribunal para que

de oficio realice actividades o diligencias que corresponden únicamente a las partes

procesales cuando el tribunal, oficiosamente, no debe ordenar lecturas de actas y

documentos que no son requeridas por las partes. Esto porque la situación daría lugar

a que el tribunal dejara de ser totalmente imparcial.

Artículo 370. Declaración del acusado. Después de la apertura del debate o de

resueltas las cuestiones incidentales, el presidente le explicara con palabras claras y

sencillas el hecho que se le atribuye y le advertirá que puede abstenerse de declarar y

que el debate continuara aunque no declare. Permitirá, en principio, que manifieste

libremente cuanto tenga por conveniente sobre la acusación. Podrán interrogarlo, el


Ministerio Público, el querellante, el defensor y las partes civiles en ese orden. Luego

podrán hacerlo, los miembros del tribunal si lo consideraren conveniente. Si el acusado

se abstuviere de declarar total o parcialmente o incurriere en contradicciones respecto

de las declaraciones anteriores, que se le pondrán de manifiesto, el presidente

ordenara, de oficio o a petición de parte, la lectura de las mismas declaraciones,

siempre que se hubiera observado en ellas las reglas pertinentes. Posteriormente a su

declaración y en el curso del debate se le podrán formular preguntas destinadas a

aclarar su situación. (USAD, op. Cit., 2014, p. 370)

Como se puede observar, la misma ley faculta a los miembros del tribunal para

examinar o interrogar al o los acusados a efecto de averiguar la verdad del caso, sin

embargo, esta atribución corresponde exclusivamente a las partes procesales, toda vez

que si a alguno de los jueces le queda alguna duda respecto de la participación o

responsabilidad penal del acusado, no es posible que sean los miembros del tribunal

los que establezcan la misma, ya que como se ha dicho, son las partes las que deben

aclarar sobre los hechos de los cuales se acusa al sindicado. Este hecho no es propio

del sistema acusatorio sino del sistema inquisitivo.

Prisión preventiva. En el sistema inquisitivo que imperaba anteriormente, se

establecía una norma del Código Procesal Pena, en la cual el juez debía asegurar la

presencia del sindicado. Esto significaba que durante todo el trámite del proceso, el

acusado estaría en prisión sin haber sido condenado por tribunal competente, es decir,

que el principio era presumir su culpabilidad hasta que su inocencia se estableciera.

En el sistema que está vigente en Guatemala, que es el sistema acusatorio, el

principio esencial es: la libertad y la excepción es la prisión, sin embargo, hasta este
momento puede verse un sistema penitenciario colapsado en vista que los jueces

continúan con el principio inquisitivo, toda vez que los acusados están cumpliendo

condenas anticipadas por delitos de menor cuantía. Esta circunstancia en gran manera

a la sociedad. En otras palabras, no se respeta el estado de inocencia del acusado

consagrada en el artículo 14 de la Constitución Política de la República, y el artículo 14

del Código Procesal Penal.

Violación a los derechos humanos. Con relación a este tema, actualmente existe

violación de los derechos humanos de los acusados a partir de la detención de los

mismos por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), ya que se tiene conocimiento

que muy pocas veces se les hace saber cuáles son sus derechos, tal y como expresa

el artículo 8 de la Constitución Política de la República: todo detenido deberá ser

informado inmediatamente de sus derechos en forma que le sean comprensibles,

especialmente que puede proveerse de un defensor el cual podrá estar presente en

todas las diligencias policiales y judiciales. El detenido no podrá ser obligado a declarar

sino ante autoridad judicial competente. De igual manera se viola constantemente el

contenido del artículo 9 de la Constitución Política de la República de Guatemala, que

dice que las autoridades judiciales son las únicas competentes para interrogar al

detenido o preso. Esta diligencia deberá practicarse dentro de un plazo que no exceda

de 24 horas; el interrogatorio extrajudicial carece de valor probatorio. No obstante,

constantemente se observa por medios de comunicación que agentes de la PNC y

periodistas acosan con interrogatorios sobre el caso, Io cual contraviene, el contenido

de este último artículo.


Falta de motivación en las sentencias. Este tema ha sido motivo de estudio en

múltiples actividades académicas puesto que las resoluciones y sentencias dictadas

por los órganos jurisdiccionales, carecen de una explicación clara, sencilla y

comprensible de las razones por las cuales se falla en un sentido o en otro. No basta

con la trascripción de artículos sino que debe darse una explicación amplia de lo

resuelto. Es decir, que sea accesible a toda clase de persona, especialmente los

acusados de escasos recursos, de condición humilde y de baja formación. Esto

significa que no se deben usar frases u oraciones técnicas y complejas que hagan

incomprensible dichas resoluciones. En este marco se viola en la actualidad el derecho

procesal, esto porque cualquier resolución que no esté motivada, da lugar que se

presenten impugnaciones.

Tareas asignadas al Juez. Como producto de la vigencia del Código Procesal

Penal y el sistema acusatorio, se han asignado a los jueces facultades que hacen difícil

el poder realizar justicia pronta y cumplida en vista que no se ha provisto en forma total

de las condiciones requeridas para poder actuar con eficiencia. Estas tareas pueden

ejemplificarse así: la designación de los jueces unipersonales en los tribunales de

sentencia penal, de narcoactividad y delitos contra el ambiente, toda vez que en

muchos edificios de tribunales del interior de la república, no se cuenta con las salas

para realizar los juicios de manera simultánea. Debiéndose realizar los juicios en una

sola sala de audiencias, lo que significa que mientras un juez realiza su debate, los

otros deben esperar su turno pues no hay una estructura adecuada para poder utilizar

tres salas como sería lo ideal. De la misma manera ocurre en el interior de la república:

los juzgados de paz tienen suspendida parte de su competencia la cual se le ha


atribuido a los jueces de sentencia por delegación de la Corte Suprema de Justicia,

circunstancia que recarga la labor de los tribunales de sentencia, lo que complica su

labor. Esto no es imputable únicamente al organismo judicial, sino la falta de recursos

humanos y económicos alcanza al Ministerio Público y

a la defensa pública penal, al no contar con las condiciones para designar

personal para realizar dicha labor.

El Código Procesal Penal ha sufrido múltiples reformas y adiciones en el tiempo,

en virtud de malas interpretaciones que se han hecho en algunos artículos. Esto se ha

tenido que complementar con circulares de la cámara penal para lograr un mejor

desarrollo de las múltiples audiencias dentro del trámite procesal penal. Esto se refleja

por medio de las normas del Código Procesal Penal, entre otros, el artículo 24, el cual

fue reformado del artículo 2 del decreto 32-96, y por el artículo 1 del artículo 79-97,

ambos del Congreso de la República, También al artículo 24 se adicionó el artículo 24

bis, por medio del artículo 2 del decreto 79-97 del Congreso de la República. De igual

manera se adicionó el artículo 24 ter. Por medio del artículo 3 dei decreto 79-97 del

Congreso de la República; y el 24 cuater adicionado por el artículo 4 del decreto 79-97

del Congreso de la República de Guatemala. Lo anterior es un ejemplo de cómo hay

muchos artículos reformados y adicionados, muestra de múltiples falencias que se han

tenido que ir resolviendo conforme la aplicación del código. Todo ello con el fin de

hacer más práctico y ágil el proceso.

Falta de especialización de los diferentes jueces que se nombran para ocupar

los cargos en los órganos jurisdiccionales. Actualmente, se tiene conocimiento que hay

traslados de jueces del ramo penal al civil o viceversa; lo mismo ocurre con otras
materias lo que significa que todo el conocimiento que ha obtenido un juez sobre una

materia específica se pierde con el traslado a otros ámbitos de especialización.

Incongruencia entre las normas avanzadas del sistema acusatorio en relación a

derechos humanos y las normas contenidas en el Código Penal. El Código Procesal

Penal se ha inspirado en principios que dignifican al ser humano en cuanto al respeto

de su vida, su libertad, su dignidad, mientras

que el Código Penal contempla circunstancias que denigran a la persona y sus

derechos toda vez que las penas que se imponen ya no son acordes a los principios

referidos, por lo que se hace necesario una revisión para lograr una congruencia entre

las dos normas. Un ejemplo en esta línea: el Código Penal contiene la pena de muerte

para delitos graves, sin embargo, esta no puede considerarse como una pena o

castigo, esta es la extinción de la vida. La misma se impone considerando las

circunstancias del hecho y especialmente en la peligrosidad social del agraviado, que

es una circunstancia muy subjetiva imposible de valorar en una persona. No obstante,

se hay casos en Guatemala en los que se dictó la pena de muerte contra un acusado

basado en la peligrosidad social. Como se puede observar, tanto el tema de la pena de

muerte como el de la peligrosidad social, deben desaparecer de nuestra normativa

Penal en virtud que se violenta con ello los derechos humanos de las personas. Es de

hacer notar, que en muchos países, se ha abolido la pena de muerte porque se ha

probado que esta no es un disuasivo de la criminalidad. Si bien es cierto que la

Constitución Política de la República en su artículo 18 establece la pena de muerte,

esta deberá ser revisada en un momento político para que el Congreso de la República

de Guatemala, pueda abolirla.


La corrupción existente en los órganos jurisdiccionales, circunstancia que aún no

se ha podido erradicar como se pretendía con el juicio oral. Al momento de la redacción

de este trabajo, se tuvo noticias del planteamiento de antejuicios en contra de algunos

jueces, esto por investigaciones que se han realizado por la comisión de estos delitos.

La corrupción es uno de los flagelos más dañinos en la sociedad y ha copado las

instituciones de los diferentes poderes del estado. En el sistema inquisitivo ganaba

siempre el más fuerte, el que tenía mayores posibilidades y eso representaba una

desventaja para la mayoría de la sociedad. Al hacer el cambio del sistema procesal

inquisitivo al sistema acusatorio, se intentaba reducir o eliminar la corrupción, lo que no

se

ha logrado pues se habla de grandes casos en donde la transparencia de los

órganos jurisdiccionales está en duda.

2.4 Los Derechos Humanos

Las estructuras existentes en el Estado guatemalteco, estaban planteadas y

organizadas en función del sistema procesal prevaleciente que, en este caso, era el

inquisitivo. Sin embargo, los cambios no se hicieron esperar; movimientos de diversa

índole asentaron la idea de una reforma al sistema inquisitivo en el mundo. Los abusos

que se cometían y la inexistencia de derechos entre otros aspectos provocaron la idea

de cambio.

Ese cambio llegó y, como lo menciona. Maier J. (1999), este siglo sigue

gobernado por los principios fundamentales que estructuraron la reforma del sistema

inquisitivo. Si se eliminan los excesos a que condujeron las aventuras políticas del
fascismo y nacionalismo, que no trascenderán históricamente por haber fundado un

nuevo orden, el siglo se ha ocupado, precisamente, de consolidar cultural y

jurídicamente esos principios, a pesar de las repetidas transgresiones que, de hecho,

aún suceden sistemáticamente y de las que, confesadamente, también se ha sido

testigos (p. 454).

En ese marco de la reforma y de la consolidación del nuevo sistema, se

implantan ideas y formas más humanas en los procesos de aplicación de justicia con lo

cual se hace más humano el proceso de justicia. De esa cuenta, se aprueban

convenciones internacionales que pasan a formar parte del derecho público y derecho

interno de muchos países, convenciones que se presentan así:

La Declaración Universal de los Derechos del Hombre, aprobada el 10 de

diciembre de 1948.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada el

2 de mayo de 1948.

La Convención Americana sobre los Derechos Humanos (Pacto de San José,

Costa Rica), aprobada el 22 de noviembre de 1969.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, aprobado el 16 de

diciembre de 1966.

Convención Europea sobre Salvaguarda de los Derechos del Hombre y de las

libertades fundamentales (1950), (Maier, J., Op. Cit., p. 455).


Como se puede observar, hay avances en lo relacionado a convenciones

internacionales que consideran los derechos humanos y otros derechos a los seres

humanos, no obstante, todavía no ha sido posible hacer los acomodos y adecuaciones

en su totalidad a las normas vigentes del país en cuanto a la materia, lo cual no

garantiza un juicio seguido a cabalidad incluyendo todos los aspectos que de derechos

humanos existen.

Es de mencionar que se han firmado convenios y pactos sobre otros temas que

también representan un nivel de importancia relevante, como por ejemplo, acerca del

genocidio, esclavitud, discriminación, tortura, entre otros.


CAPÍTULO III

SISTEMAS PROCESALES: CARACTERIZACIÓN

3.1 Definiciones

"La denominación "sistema jurídico" hace referencia al conjunto articulado y

coherente de instituciones, métodos, procedimientos y reglas legales que constituyen el

derecho positivo en un lugar y tiempo determinados" (Zarate J. H., Martínez P. & Ríos,

2006, p. 3).

Tratando de construir una definición que encierre los elementos jurídicos y de

proceso, se puede decir que los sistemas procesales son modelos o paradigmas sobre

la base de los cuales se hace posible la aplicación del Derecho Penal.

Como lo plantea Herrarte A. (1978), el derecho procesal es una rama del

derecho que se refiere al proceso. Derecho y proceso son dos conceptos que se

interrelacionan para dar vida al Derecho Procesal Penal. Proceso significa acción de ir

hacia adelante, conjunto de fases sucesivas de un determinado fenómeno (p.

31).

Según Florián, citado por Herrarte A. (1978), existen formas fundamentales y

formas accesorias del proceso. Las formas fundamentales son las que se observan en

las funciones fundamentales que se realizan en el proceso. Estas funciones son tres: la

función de acusar, de defensa y de decisión. Si se imputa a una persona la comisión de

un delito, alguien tiene que hacer la imputación. Por otra parte, es preciso concederle al

acusado la oportunidad de defenderse y rebatir la imputación que se le hace. Por


último, debe resolverse la situación del imputado, debe juzgársele, imponérsele una

pena si es culpable o absolvérsele si es inocente. De ahí concluye Florián, que si las

tres funciones anteriores están concentradas en concentradas en una misma persona,

se tendrá el proceso inquisitorio o más bien inquisitivo; por el contrario, si cada una de

estas funciones, es ejercida por diferente personal, se tendrá el proceso acusatorio. De

donde, en el segundo caso se da un proceso de partes, y en el primero un proceso

unilateral de un juez con actividad multiforme. Más o menos estas son las

características señaladas por todos los autores. Si el juez procede de oficio a la

averiguación de un delito, si lleva a cabo la instrucción y subsiguiente acusación; si se

considera al inculpado como la mejor fuente de conocimiento de los hechos y se le

obliga a declarar, incluso usando de medios coactivos y después el mismo juez formula

la decisión definitiva, condenando o absolviendo al inculpado, nos encontramos en el

proceso inquisitivo que según Viada. Más que una estructura procesal es una

estructura no procesal, auto tutelar del Estado.

En el otro subsistema se considera que la mejor forma de juzgar consiste en la

existencia de dos partes, una que lleve la acusación y otra que lleve la defensa y que el

juez se encuentre como un sujeto supra ordenado con el máximo de imparcialidad para

poder examinar las contrapuestas posiciones de las partes. En la generalidad de las

veces, estas formas se entremezclan, o más bien, oscilan entre uno y otro sistema, lo

que origina un tercero que se denomina mixto, que puede tener predominancia tanto

acusatoria como inquisitiva (p. 37-38).

3.2 Relación entre el Derecho Penal y el Derecho Procesal Penal


Indudablemente, hay una relación muy importante entre Derecho Penal y

Derecho Procesal Penal. Para iniciar, véase las siguientes reflexiones:

Binder A. (1993), aduce que la relación entre el Derecho Penal y el Derecho

Procesal Penal ha sufrido diversas alternativas a lo largo del tiempo. Prácticamente

nunca se ha puesto en duda que se trata de parcelas del orden jurídico estrechamente

ligadas entre sí. Sin embargo, se ha discutido y se sigue discutiendo si el conocimiento

científico sobre cada una de tales parcelas funda a su vez, un cuerpo autónomo dentro

de la ciencia jurídica... pero, ¿qué significa destacar la relación entre el Derecho Penal

y el proceso penal? esta pregunta plantea una primera dificultad: existe una apreciable

diferencia entre el grado de desarrollo del conocimiento científico de cada una de estas

parcelas del orden jurídico. Mientras el Derecho Penal, especialmente en cuanto a la

teoría del delito ha alcanzado un grado de desarrollo importante y este un consenso

apreciable sobre muchos de sus conceptos y sobre la estructuración del esquema de

análisis de los presupuestos de la pena, el Derecho Procesal Penal no ha elaborado

aún una sistematización de análoga profundidad científica. Aunque no se intente

esbozar siquiera algún tipo de integración en el nivel del sistema de análisis global de

todos los condicionantes de la pena estatal, es una tarea que se debe intentar (pp. 36-

39).

3.3Sistemas de aplicación de justicia

3.3.1 Inquisitivo

En la Edad Media se inicia el proceso inquisitivo. El delito se convierte en un

pecado, por Io tanto la confesión del reo adquiere una importancia fundamental. El
establecimiento de la denuncia que se inicia en la cognitio extra ordinem, da lugar en

este sistema a la supresión del acto de acusación como inicio del procedimiento y a la

investigación de oficio, hecho por el juzgador, en forma secreta. El imputado vino a ser

un objeto del proceso y perdió su condición de parte, quedando autorizada la tortura

para obtener la confesión. La defensa técnica estaba autorizada, pero en la generalidad

de los casos resultaba ineficaz, en un procedimiento en donde ya todo estaba

preparado para la sentencia. El juez debería proveer a todo, incluso a la defensa. El

imputado permanecía en prisión durante la sustanciación del juicio, como una

consecuencia de su condición en el proceso. Ante la magnitud de los poderes

conferidos al juez, se le fija una limitación en el sistema de la prueba legal que se

establece, mediante el cual la ley indica el valor de cada prueba y los requisitos que

debe llenar para que el juez pueda tomarla en consideración. El procedimiento, por

efectuarse en varias etapas se hace escrito y lento. Esto último también porque

siempre se estaba a la espera de nuevas pruebas de cargo. El procedimiento

inquisitivo fue adoptado rápidamente en la generalidad de los países europeos pero en

algunos se trató de suavizarlo. Las célebres ordenanzas de Luis XIV emitida en 1670

considerada como un monumento legislativo de la época, establece un procedimiento

penal en tres etapas. La primera inquisitiva, de carácter general para la investigación

de los hechos para la comprobación del cuerpo del delito y para recoger y estudiar las

piezas de convicción. La segunda, también inquisitiva, para establecer la culpabilidad

del reo; y la tercera que continua el juicio propiamente dicho en cuya oportunidad el

imputado podría proponer las pruebas y excepciones que considera convenientes y en

donde se podría reproducir la prueba efectuada con anterioridad. El procedimiento se


seguía ex oficio, pero el procurador del rey podía intervenir como acusador. En España

se introduce el sistema inquisitivo a través de las siete partidas, con una etapa secreta

de investigación y otra en que se abría un juicio público contradictorio; pero,

posteriormente con la nueva y novísima recopilación así como con las Leyes de Indias

se efectuó el procedimiento inquisitivo, el sistema inquisitivo no pasó a Inglaterra en

donde por el respeto que siempre existió para las libertades individuales, se afirmó el

sistema acusatorio (Herrarte

A., op. Cit., pp. 39-40).

En Guatemala, durante la época en que se utilizó el sistema inquisitivo heredado

de la conquista y de la iglesia católica, se comprobó que el mismo, no dio el resultado

positivo que se esperaba toda vez que se corrompió el modelo dada la secretividad del

mismo y que todas las fases procesales están desarrolladas por un solo juez, estando

ausente totalmente el principio de inmediación; el hecho de que el secretario y los

oficiales del tribunal quienes realizaran el trabajo dio lugar a que hubiesen acuerdos

entre ellos y los sujetos procesales, ya que dirigían el caso con base en arreglos,

intereses y condicionamientos.

Carbonel M. & Ochoa E. , quienes a su vez citan a Luigi Ferragoli (1995) y

Calderón A. (2003), citados todos por Jaimes B. (S.f.), el sistema penal inquisitivo se

caracteriza por:

Concentración de las funciones de investigar, acusar y juzgar en una misma

autoridad.

Dos posibles modalidades: el juez investiga y juzga.


El Ministerio Público investiga, acusa e influye como autoridad para juzgar la

culpabilidad o inocencia del acusado.

El acusado es objeto de investigación por lo que no participa de la misma, tiene

derecho a un abogado cuando ya existe una acusación en su contra. Su declaración

comúnmente no es un medio de defensa sino un medio de prueba. Su silencio o

inactividad puede constituir una presunción de culpabilidad.

La detención opera como regla general para todos los delitos. La prisión

preventiva es una medida cautelar muy común.

La víctima regularmente no participa durante la investigación, ni durante la

celebración del proceso penal.

El sistema penal centra su esfuerzo en castigar al culpable del delito, pero no

necesariamente en resarcir el daño que sufrió la víctima.

Esfuerzo institucional para construir un expediente, como no existe para el

proceso.

Secreto, poco transparente. Del nivel de acceso al expediente para víctimas,

acusados y cualquier interesado varia en diversos sistemas y en diversos partes (sic)

del proceso, su apertura puede ser limitada para las partes, parcial durante las etapas

procesales y o general una vez que ha

concluido el caso con sentencia al juez. El juez puede delegar a funcionarios

menores en el juzgado la celebración de diversas etapas procesales.


Las audiencias de un mismo caso pueden llevarse a cabo en sanciones

separadas entre sí.

La víctima y el acusado no tienen la oportunidad de confrontar la veracidad de

las pruebas en audiencia pública con la presencia del juez.

El objeto del proceso es imponer una pena a quien sea declarado culpable. El

estado debe de agotar todas las etapas del procedimiento penal para cada uno de los

casos que son de su conocimiento.

Prueba tasada. Las pruebas que presenta el Estado tienen mayor valor

probatorio que las pruebas que presenta el acusado.

Sistema de desconfianza. Todo debe quedar por escrito en el expediente. Se

destina un amplio esfuerzo institucional para cumplir las formalidades del proceso.

(Jaimes B., Op. Cit., pp. 5-8).

En síntesis, todavía existen resabios del sistema inquisitivo en la aplicación del

sistema acusatorio en el proceso penal, sin que esto se considere en la teoría como

una combinación entre el sistema inquisitivo y el acusatorio, sino más bien una

herencia difícil de despojarse de ella.

De la inquisición todavía perduran dos grandes máximas en los procesos

penales, ellas son: la persecución penal pública de los delitos y la averiguación de la

verdad histórica.

3.3.2 Acusatorio
Maier B. (1999), opina que la idea de la concepción de la república generó el

retorno del sistema acusatorio creado por los griegos, perfeccionado por la república

romana y conservado en Inglaterra (pp. 449-450).

Como lo establece, Herrarte A., Op. Cit., con la revolución, Francia abandona el

sistema tradicional establecido por la ordenanza de Luis XIV y adopta el sistema

acusatorio anglosajón que logra corta vigencia (p. 40).

Para Luigi Ferrajoli (1995), citado por Jaimes B..

Se puede llamar acusatorio a todo sistema procesal que concibe al juez como

sujeto pasivo rígidamente separado de las partes y al juicio como una contienda entre

iguales iniciada por la acusación a la que le compete la carga de la pena, enfrentada a

la defensa en un juicio contradictorio, oral y público y resuelta por el juez según su libre

convicción... (Jaimes B., Op. Cit., p. 3).

Ochoa E. (2004), también citado por Jaimes B., Op. Cit., indica que el proceso

acusatorio comprende cuatro etapas distintas: la investigación conducida por el

Ministerio Público y la policía judicial, la acusación ministerial (ejercicio de la acción

penal), la actuación de un juez de garantías (juez de control en el nuevo texto

constitucional) quien vigila el respeto de los derechos constitucionales durante la etapa

investigativa y finalmente el juicio, donde el juez de un tribunal oral, determinara

objetiva e imparcialmente la culpabilidad o inocencia de un indiciado (p. 4).

Carbonel M y Ochoa E. , quienes a la vez citan a Luigi Ferragoli (1995) y

Calderón
A. (2003), citados todos por Jaimes B., Op. Cit., el sistema penal inquisitivo se

caracteriza por:

Separación en las funciones de investigar acusar y juzgar en actividades

distintas: una (sic) autoridad investiga: policía de investigación. Una autoridad acusa:

Ministerio Público, Una autoridad acepta o rechaza la procedencia del caso y dicta

medidas cautelares para proteger los derechos de víctimas y

acusados: Juez de garantías. Otra autoridad juzga la autoridad (sic) o inocencia

del acusado: juez de juicio oral (o un jurado o establece la pena consecuente).

El acusado es sujeto de derechos y debe ser escuchado durante todo el

proceso. Su silencio no debe ser interpretado como un indicio en su contra. Tiene

derecho a conocer sus autos de investigación y a ser tratado como inocente. Tiene

derecho a un abogado y durante la audiencia actuar como parte procesal en igualdad

de oportunidades de su acusador. La libertad es la regla general y la detención es la

excepción. Se utilizan otras medidas cautelares que privan necesariamente al acusado

de su libertad.

La víctima ocupa una parte central en el proceso penal. Participa en las

investigaciones, se le informa del desarrollo de su caso, participa directamente en la

audiencia ante el juez y el sistema busca resarcir el daño que ha sufrido.

Sistema de audiencias públicas, las pruebas que no se desahoguen durante la

audiencia pública no existen para el proceso.

Público y transparente todas las audiencias del proceso son públicas, salvo

contadas excepciones. La víctima y el acusado tienen acceso a las pruebas del caso,
desde el inicio del caso penal y a participar directamente en las audiencias y con la

presencia del juez.

Principio de inmediación. Con el juez tiene que estar presente en la celebración

de las audiencias del proceso.

Principios de concentración. La audiencia pública de un mismo caso es continua.

Principio de contradicción. La víctima y el acusado tienen la oportunidad de

confrontar la veracidad de las pruebas en la audiencia pública con la presencia del

juez.

Principio de oportunidad. El objeto del proceso penal es solucionar de mejor

forma el conflicto, generado por la violación de la ley. El estado permite la suspensión

del proceso para aceptar sistemas operativos para la solución de controversias y

procesos penales simplificados o abreviados.

Principio de igualdad procesal. Todas las partes del proceso ofrecen sus

pruebas en igualdad de condiciones en la audiencia pública. El valor de prueba no va a

estar determinado previo a la audiencia.

Debido proceso legal la formalidad legal, tiene como objeto proteger o

garantizar el debido proceso de ley y principios que de ahí derivan como legalidad,

inocencia, objetividad y defensa integral (Jaimes B., Op. Cit., pp. 58).

3.3.3 Mixto

Al haberse retornado al sistema acusatorio, el proceso no fue fácil y no consistió

en su totalidad por un modelo opuesto a la inquisición. Más bien, continuó teniendo


ciertas reglas de la inquisición y empezaron a aplicarse otras, producto del regreso a

las formas acusatorias. Esta mezcla es la que se conoce como sistema mixto, y hubo

situaciones y reglas que fueron haciendo posible su aplicación.

De acuerdo con Maier, J. (1999), el contexto del sistema mixto se definió así:

Estos atributos se tradujeron en reglas de garantías y derechos individuales que

impusieron el tratamiento como inocente de una persona, hasta que los tribunales

designados según la ley no dictaran una sentencia firme de condena para lo cual

resultó absolutamente imprescindible un juicio previo, conforme a reglas que estableció

la ley, en el cual se garantizara la libertad y eficacia de la defensa, prohibiéndose toda

coacción utilizada contra quien lo sufría para obligarlo a revelar datos que pudieran

perjudicarlo. Se entiende, así, como estos valores, referidos a la dignidad humana

individual, fueron preferidos a la misma eficacia de la persecución penal y a la

posibilidad de averiguar la verdad, y debían ser observados aun a costa de esos

principios (p. 450).

El sistema mixto se arraigó cada vez más y se convirtió en una modalidad

ecléctica. Con ello, poco a poco se fue creando un nuevo método o sistema procesal

penal. Pese a que muchos países hicieron el intento por dejar a un lado el sistema

inquisitivo y adherirse a la modernidad con la aplicación del sistema acusatorio, fueron

varios los fuertes resabios que aún predominaron en la ley, lo que denota lo difícil que

ha sido dejar atrás la tradición inquisitiva.

El Sistema Procesal Penal Mixto:


Consiste en dividir el procedimiento en dos periodos principales, enlazados por

uno intermedio: el primero es una investigación, a la manera inquisitiva, aunque con

ciertos límites, que reconoce la necesidad del estado, como persecutor penal, de

informarse, previo a acusar penalmente a alguien ante un tribunal judicial; el segundo

paso, intermedio, busca asegurar la seriedad y pulcritud del requerimiento penal del

Estado, antes de convocar al juicio público. Evitando, de esta manera, juicios inútiles, y

controlar las decisiones del Estado que cierran la persecución penal del Estado

anticipadamente sin juicio, el tercero imitación formal del juicio acusatorio, consiste en

principalmente, en un debate público y oral ante el tribunal de justicia, con la presencia

ininterrumpida del acusador y del acusado, que culminará con la absolución o la

condena, fundadas únicamente en los actos llevados a cabo durante ese debate

(Mainer B. J., 1998, p. 451).

Este nuevo sistema resultante de la mezcla entre el sistema inquisitivo con la

larga tradición, y el acusatorio como modelo novedoso y moderno de abordaje del

proceso penal, presenta importantes características que se mencionan a continuación:

Las características del sistema son:

La jurisdicción penal es ejercida, en principio, por tribunales con fuerte

participación popular (jueces accidentales, sea que se acuda, como en el siglo XIX, a

tribunales de jurados o que, según ahora ocurre en varios países, colaboren en un

mismo tribunal de juicio, jueces profesionales (en minoría) y jueces accidentales

(mayoría), como escavinos. En algún país (España, por ejemplo) se optó, ante el

fracaso de la convocación del jurado, por constituir los tribunales con jueces

profesionales, según sucede entre nosotros casi sin excepciones... La persecución


penal está en manos de un órgano estatal, especifico, el Ministerio Público,

considerado algunas veces como un órgano administrativo, sui generis, y otras como

un órgano judicial, o, por lo menos, con una posición institucional similar a los

magistrados...

El imputado es un sujeto de derechos, cuya posición jurídica durante el

procedimiento se corresponde con la de un inocente, hasta tanto sea declarado

culpable y condenado por sentencia firme...

El procedimiento muestra una de las principales facetas de la mixtión y del

juego alternado del interés público por sancionar los delitos y el privadoaunque a la vez

público-por conservar las libertades ciudadanas... le sigue un procedimiento intermedio

que procura servir de control para los actos conclusivos del Ministerio Público sobre la

instrucción: el requerimiento del juicio público o acusación, que puede ser rechazado

por la decisión final de este periodo del procedimiento, o la clausura de la persecución

(sobreseimiento en nuestra lengua) cuyo rechazo final implica la orden de apertura del

juicio público. Por último, el juicio o procedimiento principal, cuya misión es obtener la

sentencia de absolución o condena que pone fin al proceso, su eje central es el

debate...

Según los casos-tribunal integrado por jueces no profesionales y accidentales o

solo por jueces profesionales o por ambos conjuntamente-, se regresa al sistema de

íntima convicción en la valoración de la prueba, fundamentalmente en el primer caso- o

se prefiere la libre convicción también llamada método de la sana critica. La virtud

republicana de fundar todos los actos de gobierno determina, en la actualidad, el

avance de este último sistema.


El fallo del tribunal de juicio es recurrible pero, en general, tal facultad está

fuertemente limitada; lo ortodoxo es que solo se recurso de casación,

mediante el cual el recurrente puede poner de manifiesto los errores jurídicos del fallo,

tanto de derecho material, para obtener una decisión ajustada a las reglas jurídicas de

Derecho Penal vigentes, como de derecho procesal, por errónea utilización de las

reglas que rigen el procedimiento o la sentencia, caso en el cual el triunfo del recurso

determina necesariamente la realización de un nuevo juicio público. (reenvío) algunos

ordenamientos procesales penales, admiten también la apelación, pero, en ese caso, si

funcionan consecuentemente con sus principios, deben recurrir a un nuevo debate,

total o parcial, según el alcance de los motivos del recurso. El recurso de revisión, o,

simplemente, la revisión, también admitida, procura, por excepción, rescindir

sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada cuando se verifica fehacientemente

que alguno de los elementos que le dieron fundamento es falso o distinto, de manera

tal que pudo conducir a un error judicial... este que hemos descrito sintéticamente es el

verdadero enjuiciamiento que lleva el nombre de mixto y traduce el resultado político

final, en la materia, emergente de la reforma del sistema inquisitivo en Europa

continental en el siglo XIX... el sistema trasciende hasta nuestros días y su

comparación con algunas leyes argentinas e hispanoamericanas, muestra, muy

claramente, el atraso cultural en el que, parcialmente vivimos (Maier B. J., Op. Cit., pp.

453, 354).

3.40tros sistemas jurídicos: estudio comparado

Es importante señalar y explorar otras formas de aproximación hacia sistemas

que en otras latitudes se han puesto en marcha y que tienen referencias comparativas -
lo que se conoce como derecho comparado- de manera que nos permita hacer,

análisis, reflexiones y otras acciones para entender el sistema vigente en función de

otras realidades. A continuación, se presentan los principales solo en forma ilustrativa:

3.4.1 Sistema de Estados Unidos

En una agrupación de sistemas; su base principal es el precedente, el cual le

permite crear fuentes de ley para la aplicación en casos similares. El nombre que

recibe el sistema es Common Law. Lo anterior demuestra que las leyes se van creando

al mismo tiempo que los jueces resuelven cada caso. Por Io tanto, el papel del juez es

fundamental. Su aplicación es común en los países de habla inglesa y angloafricano.

3.4.2 Sistema religioso

El derecho tiene una naturaleza religiosa y filosófica en estos sistemas. Se

aplica todavía en algunas regiones, imperios de oriente, países como la India y otras

comunidades judías que consideran el derecho hebreo con orientación

extremadamente ortodoxa, basados en sus propias creencias.

3.4.3 Familia islámica

Sus sistemas están basados por los derechos nacionales. Sus orígenes se

encuentran en el Corán y en el profeta Mahoma. Han sufrido un fortalecimiento y

extensión de su aplicación-

3.4.4 Familia socialista

Existen muchos países que en la actualidad están aplicando sistemas con

orientación socialista. Los antecedentes se encuentran en el derecho romanista. Tiene


una concepción revolucionaria del derecho; invoca la igualdad y equidad y evita el

surgimiento de clases sociales; es una versión mejorada y actualizada de los antiguos

países comunistas.

3.4.5 Sistema jurídico de Japón

Según Zarate J. et. alt. (2006), es un aparato jurídico rígido con ciertos

elementos flexibles. El derecho japonés tiene mezcla de otros sistemas además de una

tradición mixta en su sistema penal. El procedimiento penal japonés se centra en la

etapa de investigación caracterizada por ser un verdadero procedimiento inquisitorial

en manos del fiscal público y de la policía; el fiscal tiene un papel preponderante; la

pena de muerte está vigente para 17 delitos; prohíbe la tortura y cualquier castigo cruel

(p. 245).

3.4.6 Familia Neorrománica

Según zarate J., Op. Cit., como su nombre lo indica, está integrada por aquellos

sistemas contemporáneos estructurados con fundamento en el derecho romano. Es

también conocida como romano-canónica, romano-germánica o de civil Law. Las

primeras denominaciones se emplean, si se desea destacar la influencia del derecho

canónico o de las universidades latino-germánicas, en evolución de esta familia, y la

tercera es el calificativo con el que la conocen los juristas de la tradición del camoon

law. Esta familia es considerada la más antigua de las actualmente existentes pues su

origen se remonta a la creación de las doce tablas en Roma, a mediados del siglo V

antes de Cristo. Asimismo es la familia más difundida en el mundo, principalmente, en

Europa y Latinoamérica.
En la siguiente página, se presenta un cuadro sinóptico que contiene los

sistemas jurídicos contemporáneos:

SISTEMAS JURÍDICOS

f'EiFamllla Neorro ánica

Europeo — ContinentaleS

Sistemas Latinoamericanos

SistemasEscandinavos

Familia del Cammon Law

Sistemas Anglosajones Sistema Angloamericano

Sistemas Angloafricanos

III

Familia Socialista

Sistemas Religiosos

Familia Islámica

Sistemas Religiosos Particulares

Sistemas Mixtos o Híbridos

Fuente: elaboración propia.

3.5El caso del derecho consuetudinario


Guatemala es un país con una población indígena bastante grande y con una

riqueza cultural extraordinaria. Con el pasar de los años, el Derecho indígena o también

conocido como derecho consuetudinario, o derecho alternativo, empezó a ser motivo

de estudio. En las universidades, por ejemplo, ya se cursan asignaturas de derecho

consuetudinario y existen estudios de posgrado con esa especialidad.

El nivel de importancia que se le asigna aumenta, sin embargo, todavía su

aplicación es forzada y sin ser totalmente general. A los indígenas aún se les juzga con

leyes, procedimientos e idioma que no es el propio.

El contenido del Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales, firmado el 7

de junio de 1989 por la OIT, reivindica los derechos de los pueblos indígenas, así

como, los Acuerdos de Paz Firme y Duradera entre la Unidad Revolucionaria Nacional

Guatemalteca (URNG) y el gobierno de Guatemala, firmados el 29 de diciembre de

1996, con que el auge fue mayor.

Sin embargo, existe una negación, desvalorización, discriminación y no

reconocimiento del derecho consuetudinario. A pesar de algunos avances, que no se

pueden negar, entre los que sobresalen: al inicio de un debate usando el derecho

occidental se pregunta al abogado defensor, cual es el idioma materno del patrocinado,

ante su respuesta, se solicita en caso sea necesario, mediante oficio a la Corte

Suprema de Justicia, le sea nombrado un intérprete según el idioma en que se exprese

el acusado, existen acuerdos con relación a que los casos que hayan sido juzgados en

el marco del derecho consuetudinario no sean conocidos por los tribunales de orden

común y viceversa, respetándose así, mutuamente ambos sistemas. Sin embargo,

todavía esta situación no puede señalarse como una situación generalizada.


Según Stavenhagen (1990), citado por Sieder, R. (s.f.), se define el derecho

consuetudinario como el conjunto de normas legales de tipo tradicional, no escritas ni

codificadas, distinto del derecho positivo vigente en un país determinado (p. 47).

Igualmente, se define al derecho consuetudinario como:

Los conceptos, creencias y normas que en la cultura propia de una comunidad

señalan o definan... acciones perjudiciales o delictuosas; como y ante quien debe el

perjudicado buscar satisfacción o reparación; las sanciones para estas acciones

delictuosas o perjudiciales; como deben aplicarse estas sanciones y quien debe

aplicarlas (ASIES, 1994, p. 47).

Mayen G. (1995), citada por Sieder, R., Op. Cit., incluye dos elementos

adicionales en su definición del derecho consuetudinario: en primer lugar, señala que

estas normas y prácticas deben ser ampliamente reconocidas como obligatorias por la

comunidad en cuestión (que sean aceptadas, respetadas y cumplidas). Y en segundo

lugar, que deben haber sido practicadas por generaciones (p. 7).

3.5.1 Características del derecho consuetudinario

Los rasgos distintivos del derecho consuetudinario indígena, ante todo en

materia penal, si bien está referido únicamente a México, se cree que es sumamente

útil pues refleja lo que, en general, puede apreciarse del derecho de los pueblos

indígenas en América Latina:

Cuando hay una situación de conflicto que no involucre hechos de sangre entre

miembros de la comunidad, se acude a las autoridades tradicionales a presentar la

queja. Se cita al acusado y normalmente se le enjuicia en público, cuando se reúne el


pueblo en la asamblea dominical. Aquí se observa un primer elemento de concepción

sobre la sanción, distinto al del derecho positivo: se busca que el inculpado sufra como

sanción la vergüenza de haber sido visto en faltas por todo el pueblo...

Entre los indígenas se logra la justicia pronta y expedita que establece la

constitución mexicana, pues normalmente los conflictos se abordan y resuelven en una

sesión, durante la cual se discuten los hechos se reconstruyen, interviniendo tanto la

parte acusadora como la acusada; los miembros de la comunidad dan su testimonio; y

ta autoridad tradicional va orientando la discusión, señalando el tipo de valores que la

comunidad quiere preservar. Este es el ámbito donde se ubica el conflicto y es en

donde se definen las resoluciones, las que son inapelables." Porque ya se discutió

bastante" señalan las autoridades tradicionales.

Por otra parte, no existe como pena la reclusión prolongada por años en la

cárcel; en algunos casos tienen lugar de detención, pero esta se prolonga por unas

horas o días mientras se realiza el juicio... existe el testimonio de un caso...en que se

sancionó a un indígena... obligándolo a permanecer "preso", sentado en una piedra,

por varios días, al borde de un camino por donde pasan normalmente los miembros de

la comunidad.

Un elemento importante al dirimir los conflictos es el de fijar la reparación del

daño, de manera que las partes queden reconciliadas y conformes con la misma. Se

trata de mantener la cohesión en la comunidad y de que aquellos que incurren en faltas

se corrijan. Caso distinto es el efecto que produce la penalización del indígena,

conforme al derecho positivo, pues se convalida con ella, la ruptura de indígena con su

comunidad de origen
(Gómez M., 1988, pp. 14-16).

3.5.2 Instancias y personas

En el caso de Guatemala, aunque con diferencias mínimas entre los grupos

indígenas que cohabitan la república, las instituciones y personas que participan dentro

del proceso pena están claramente identificadas, y son:

Alcalde indígena

Alcalde auxiliar

Los principales

Consejo de ancianos

Asamblea de la comunidad

Como referencia:

En el ámbito del Derecho Penal, se pueden anotar también importantes

diferencias en la concepción de categorías legales, como el delito mismo, la pena, los

procedimientos para la comprobación de la culpabilidad, etc. Bastaría con indicar que

en Guatemala existen todavía-aunque no con la fuerza y definición de hace algún

tiempo instituciones y personas como la alcaldía indígena, los alcaldes auxiliares, los

<principales>, los cuales les está permitido dirimir disputas entre particulares,

administrar justicia e inclusive imponer penas (prisión, etc.) en el marco de lo que

podría llamarse una acción jurisdiccional consuetudinaria no reconocida en el sistema

jurídico <nacional>. Las alcaldías indígenas han funcionado hasta muy recientemente-y

en algunos casos siguen funcionando, aunque de manera muy precaria- como órganos
administrativos o jurisdiccionales, y ello al margen del marco constitucional y de otras

muchas leyes secundarias específicas. Su existencia, sin embargo, ha estado

respaldada por razones pragmáticas relativas a las características de los distintos

grupos étnicos (monolingüismo, valores ancestrales y otros importantes signos

diacríticos de la cultura indígena), y a las peculiaridades de las relaciones intragrupos e

intergrupos. En cuanto al derecho procesal, han existido prácticas consuetudinarias,

típicamente indígenas, que, si bien se han venido debilitando con el tiempo, no han

perdido del todo su vigencia y funcionalidad. A manera de ejemplo se ha hecho

referencia en otra parte, (Rojas Lima, 1970:60 ss.), a un <procedimiento> legal que se

utilizaba de manera <institucionalizada> entre los kanjobales de los chuchumatanes

(Huehuetenango) Guatemala) el mismo era conocido con la palabra Kanjobal, lajtí, que

literalmente significa <acuerd0> o <alianza> la palabra existe todavía con

connotaciones semejantes en el lenguaje común de pueblos como Santa Eulalia, en la

región mencionada, el procedimiento, se aplica tanto en el caso de acciones delictivas

de carácter estrictamente penal como en disputas de orden civil o mercantil. Por

ejemplo, <cuando un individuo considera que sus derechos sobre una parcela de tierra

han sido afectados de alguna manera acude ante la persona que guarda el título de la

propiedad comunal o familiar, quien luego asume un rol activo que se parece en mucho

al del juzgador en las primeras etapas del proceso común guatemalteco>. Con la

intervención de los <principales> del pueblo, la actividad procesal continua cuando se

llama a una reunión abierta en la que pueden participar todos los varones adultos de la

localidad; se promueve una discusión general encaminada a delimitar el conflicto, la

calidad de las partes involucradas y las posibles soluciones. El objeto inmediato es el


de llegar a un acuerdo o consenso respecto del litigio y las soluciones viables, las

cuales, una vez aprobadas, son de cumplimiento obligatorio para las partes y los

terceros interesados. El <proceso> tiene etapas claramente marcadas y observadas

por las partes, las cuales son conocidas con las siguientes palabras kanjobales:

Q'umbalba (llamar a los hombres a una sesión para hablar), way baj bá il (la

reunión para interpretar conjuntamente el problema); y lajti (acuerdo social y unidad de

dirección para resolver la disputa).

El lajtí como puede verse, es una típica forma procesal con sus etapas y

formalidades propias. El actor, por ejemplo, ejercita una acción por la que pretende que

se declare, proteja o constituya una determinada situación jurídica. La otra parte

presenta su alegato, oponiendo sus propias defensas. Se convoca luego a una

segunda reunión a fin de dar oportunidad de asistencia a un mayor número de

personas, y a las partes de depurar sus respectivas posiciones procesales. La que

podría tomarse como etapa procesal final. Se designa también con la palabra lajti,

como ya se dijo, al acuerdo social para resolver el litigio (Papadópolo M., 1995, pp.

511-512).

3.6 Diferencias del derecho consuetudinario con el derecho occidental

El derecho conocido como occidental, también llamado positivo, es aquel que ha

sido escrito y creado por los órganos específicos para hacer las leyes de un Estado,

mientras que el derecho consuetudinario ha sido construido a través del tiempo,

producto de la costumbre y de las relaciones sociales.

3.6.1 El fin último del derecho consuetudinario


En el derecho indígena o consuetudinario, el fin último es la reconciliación entre

las partes, llegando a acuerdos que permitan la convivencia armónica entre la

comunidad. La concepción de su finalidad contrasta con la del derecho occidental, el

cual busca castigar al culpable por los delitos cometidos.

3.6.2 Concepción del delito según el derecho consuetudinario en comparación

con el derecho occidental

En Guatemala, el Código Penal contiene un catálogo de delitos que tienen

asignada una pena o sanción. Esto refiriéndonos al Derecho Penal común o también

llamado occidental o estatal.

Sin embargo, es de hacer notar que en el derecho consuetudinario no están

contemplados en ningún código escrito y además, la tipificación varía o no existe para

esos delitos. Por ejemplo, en el derecho consuetudinario, la violación con agravación

de la pena, no constituye delito toda vez que la costumbre es que la relación sexual se

produce entre parientes en una forma común, sin que se llegue a sancionar dicho

comportamiento.

Otro ejemplo es la práctica de la brujería, común en los pueblos indígenas, pero

no reconocida en las leyes ordinarias de los pueblos mestizos. Solo es sancionada a

nivel social como una conducta inadecuada. La propiedad de la tierra es ancestral, sin

embargo, sin registro ni título alguno, eso provocó que los conquistadores se

aprovecharan de la circunstancia y los despojaran de sus bienes materiales.


CAPíTULO IV

EL DERECHO PROCESAL PENAL GUATEMALTECO

4.1 Historia del Proceso Penal guatemalteco

En la exposición de motivos del Código Procesal Penal, dice:

La independencia de España, en 1821, dejó intacto el procedimiento inquisitivo,

escrito y semisecreto, formal y burocrático. En 1837, el llamado código de Livingston

introdujo el sistema acusatorio oral y público, a la vez que planteó la existencia de

tribunales independientes del poder político. La división de poderes causó una fuerte

reacción conservadora que derrocó al gobierno republicano de Mariano Gálvez y que

provocó la regresión legislativa (Barrientos C., 1992, p. 11).

El primer Código Procesal Penal guatemalteco, según Herrarte A (1978), fue

llamado código de procedimientos penales, y fue emitido el 7 de enero de 1898, por

decreto No. 551 del presidente de la República, general José María Reyna Barrios;

este es el que rigió hasta 1973 (p. 289).

Dicho código según lo señalaban las autoridades jurídicas de la época, estaba

basado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal promulgada en España el 14 de

septiembre de 1882. Como se ha analizado según informes de la época, la idea era

no hacer muchos cambios, tan solo hacerle ajustes mínimos para que este cuerpo legal

quede en armonía con la legislación guatemalteca. Sin embargo, hubo temas o

aspectos que no se incluyeron y se siguió con Io que se tenía en el marco de la

inquisición.
69

La Ley de Enjuiciamiento Criminal emitida en España en septiembre de 1882,

hubo de sujetarse a la ley de bases promulgada en junio del mismo año, compuesta de

seis bases, entre las cuales estaban: el criterio de brevedad para el proceso penal, la

publicidad y la instancia única. En acatamiento a estas bases, se estableció el juicio

oral que, por otra parte, ya se había tenido en la ley provisional de enjuiciamiento

criminal, promulgada en 1872. Sin embargo, el Código de procedimientos penales de

Guatemala sigue un procedimiento rigurosamente escrito y, por esa circunstancia,

como por otras instituciones que conservó, se deduce que no fue completamente

tomado de la ley de enjuiciamiento Criminal de España de 1882, sino, a lo más en

determinadas partes, especialmente en lo relativo a la instrucción, apartándose de

aquella ley en el juicio propiamente dicho. Es posible que en este aspecto se haya

seguido más bien la compilación española 1879, que retrotrajo el sistema oral ya

establecido en 1872, al procedimiento escrito, o bien algunos códigos

hispanoamericanos; sin olvidar el antecedente inmediato del Código de 1877, de trazos

también inquisitivos. De esta manera, se dejó a un lado lo más fundamental de la

reforma española de 1882, que procura ya ajustarse a las corrientes contemporáneas

del Derecho Procesal Penal, que principiaba a manifestarse como una nueva ciencia.

Por ese motivo, el Código de Procedimientos Penales, si no respondía en la época en

que se emitió a los avances de la ciencia del Derecho, menos podía responder a los

setenta y tres años de vigencia. En que nuevas teorías han despejado el panorama del

Derecho Procesal Penal y en que nuestra sociedad se halla en vertiginoso camino de

adaptarse a las complejidades de la vida moderna (Herrarte A. , Op. Cit., pp. 289-290).
El código de procedimientos penales guatemalteco, sufrió en el tiempo múltiples

reformas hasta que se emitió el decreto número 63-70, el cual se constituye como

antesala del código procesal penal que en 1973 fue aprobado. El propósito de este

decreto fue ensayar el procedimiento novedoso introducido por el código.

El Decreto número 52-73 del Congreso de la República, de fecha 5 de julio de

1973, fue emitido el Código Procesal Penal que sustituyó totalmente al anterior código

de procedimientos penales... el sistema es rigurosamente escrito, y sus principales

novedades son: 1) la formación de dos piezas en el sumario, una secreta donde se

realiza la investigación y otra publica donde se tramitan nombramientos y otras

incidencias; 2) la asistencia de defensor que puede tener el procesado desde el

momento de su indagatoria, en observancia de preceptos constitucionales; 3)

audiencias comunes a las partes; 4) supresión de la confesión con cargos; 5) termino

fatal del "juicio penal": desde el momento que se abre queda ya señalada su fecha de

terminación; 6) nueva regulación de la prueba con facultades para la aplicación

restringida, para el principio de la sana critica (Herrarte A., op. Cit., P. 320).

Siguiendo con el análisis y estudio del tema, el mismo autor indica que lo

novedoso del proceso penal implementado en 1973 también era que dio cierta

celeridad a la tramitación de los procesos, como ya se hizo notar al hablar de las

reformas al anterior código de procedimientos penales... la extensión y mayor

importancia que se le da al sumario, la menor que tiene Io que él llama "juicio penal" y

que anteriormente se llamaba plenario, el trámite de oficio aunque no haya acusador, el

mismo juez de instrucción como juez de sentencia, la existencia de dos instancias y el

procedimiento riguroso escrito, hacen incidir al nuevo código en los defectos apuntados
en relación al código recién derogado, los cuales pueden señalarse, sin prejuicio, más

adelante. Estos son: la falta de un verdadero contradictorio; procedimiento escrito y

lento: por más que esté acelerado hasta donde es posible; un mismo juez concentra

toda la actividad procesal, restándole importancia a la acusación y a la defensa; la

prueba, si bien se ha abierto un tanto a la sana crítica, continúa siendo tasada en gran

parte; la ausencia de una verdadera inmediación, tanto por el periodo que tarda el

proceso, como por la existencia de una segunda instancia. Todo ello afirma que el

actual código, aunque su naturaleza aparentemente es mixta, continúa siendo de

tendencia inquisitiva.

El autor del código meditó sobre la implantación del juicio oral y, por

consiguiente, sobre el sistema acusatorio. Se expresa así: "objeto de particular estudio,

fue el de la adopción de un nuevo sistema en el proceso penal. El problema fue

concentrado en dos extremos. Juicio oral o juicio escrito" (p. 320).

Asimismo, se pronuncia sobre el proyecto Soler-de León-Lemus:

(...) cualquiera de los dos sistemas indicados ofrece serios inconvenientes

especialmente en cuanto a costas, escasa ilustración en nuestro medio rural, contacto

muy directo entre proponentes y testigos, el pago a éstos de los gastos en que

incurran, sobre todo la duplicidad en muchos aspectos, al revisarse por así decirlo,

varias actuaciones o diligencias logradas de primera intención, especialmente testigos

(Herrarte A., Op. Cit, pp. 320321).

Por aparte, otro de los inconvenientes graves que ve en el sistema oral es el

presupuestario.
En un momento específico de la historia, se hizo necesario que las normas

procesales fueran reformadas, por Io que surgieron movimientos que así lo

demandaba. Esta situación se dio también en Guatemala, pues se sufría de la lentitud

para resolver los casos, así como el hecho que el Estado no respondía a las exigencias

de la sociedad para la solución de los conflictos sociales. Otro motivo fue la corrupción

que se dio en los operadores de justicia pues el sistema procesal penal se había vuelto,

ineficiente, colapsado e inoperante. Dicha coyuntura hizo necesario pensar en un

nuevo Código Procesal Penal, por lo que se conforma una comisión y de ella sale la

propuesta aprobada por Decreto Ley

51-92 del Congreso de la República, el cual se caracteriza por lo siguiente:

Mayor celeridad.

Respeto de los Derechos Humanos.

El derecho a la defensa.

El acusado es un sujeto y no un objeto dentro del proceso penal.

El respeto de garantías procesales y derechos constitucionales.

El juicio previo es una característica.

El juicio es oral y público.

Da lugar al sistema acusatorio.

Mientras la Constitución Política de la República contiene un catálogo de

derechos fundamentales, también ya mencionados, cuya función es asegurar una

justicia pronta, cumplida y humana mediante plazos razonables, jueces imparciales, y


profundo respeto a la dignidad del ser humano, y bajo la observancia controlada por la

Corte de Constitucionalidad, el Código Procesal Penal tiene un carácter garantista lo

que significa que a través de las garantías se establecen principios que ponen un límite

al poder del Estado.

Dentro de lo que le corresponde hacer al Estado en materia de procesos

penales, es la carga de la prueba para acreditar la culpabilidad penal del acusado. Esta

tarea la realiza a través del Ministerio Público.

Conforme pasa el tiempo, el Código Procesal Penal, sufre múltiples reformas así

como adiciones en los diferentes artículos, lo que le resta certeza y genera dificultades

para la aplicación de la justicia.

4.20bjetivos esenciales del Código Procesal Penal

En la exposición de motivos de la iniciativa de ley del Código Procesal Penal, se

señala que:

Son objetivos esenciales del Código Procesal Penal, los siguientes:

La humanización del Derecho Procesal Penal;

La dignificación y eficiencia de la función judicial en materia penal;

El mejoramiento de la defensa social contra el delitos y;

Coadyuvar a la vida pacífica de la sociedad mediante la resolución de conflictos

penales, el cumplimiento de la ley penal y la prevención de delitos (Barrientos C., 1992,

p. 11).

4.3Principios del procedimiento incluidos en el Código Procesal Penal


guatemalteco

Oralidad - escritura

Según lo registra la historia, la oralidad fue una forma de realizar los juicios.

Actualmente ya no se discute Io importante de la oralidad, más bien, si un juicio debe o

no ser oral o escrito. En tal situación se deduce que no existe la pureza.

Según Chiovenda G., citado por Álvarez, E. (2010):

Hoy el proceso no puede ser puramente oral o escrito. Exclusivamente oral

solamente puede ser un proceso primitivo... en los pleitos de una civilización más

avanzada la escritura tiene siempre una parte. Todo proceso es por lo tanto, mixto y

será oral o escrito según la importancia que en él se dé la oralidad y a la escritura, y,

sobre todo, según el modo de verificar la oralidad (Álvarez, E., Op. Cit., p. 130).

Libertad o legalidad de formas

Consiste en la forma en que deberán desarrollarse los actos procesales. El juez

asume la orientación de cuál será el mecanismo de comunicación según lo establece la

ley específica.

Concentración - dispersión

La concentración consiste en reunir la mayor cantidad posible de actividades

procesales en el menor número de actos para así garantizar lo expedito del proceso

haciéndolo ágil, y eliminar la dispersión y lo tardado que en algunos casos resulta un

trámite de esa índole.

Economía
Esto consiste en la reducción no solo de las costas procesales sino también de

todo Io que se puede economizar en función de trámites, tiempo, recursos diversos y

reducción de tareas o acciones a realizar. Esto con el fin de hacer un proceso más

económico y ágil.

Celeridad procesal

Por este principio se logra que el procedimiento se tramite a la brevedad posible.

Publicidad

Consiste en la forma que los actos procesales deben ser lo más público posible,

de manera que la partes tengan conocimiento de las actuaciones procesales, no así los

extraños.
Preclusión - libre - desenvolvimiento

Significa que cada etapa es individual; es decir que una vez finalizada, ya no

puede regresarse a ella. Por lo tanto, no hay motivo para retrotraerse a la etapa

anterior puesto que queda cerrada, concluida.

Perentoriedad - no perentoriedad

Las actuaciones caducan si no se cumple con los plazos o términos conforme Io

señala la ley. Sin embargo, de esa caducidad deberá solicitar el vencimiento del plazo.

En el marco de la ley, todos los días y horas son hábiles para la realización de los actos

procesales que refiere el Código Procesal Penal.

Inmediación - mediación

Por este principio se entiende que el juez tiene que estar presente en todas las

audiencias que se realicen.

Gratuidad

Aquí se hace mención que el acceso a la justicia no tiene costo alguno, es decir,

es gratuita.

4.4Las instituciones que participan en la aplicación de la justicia penal

En el Código Procesal Penal aprobado por decreto número 51-92, intervienen

diferentes instituciones las cuales desarrollan distintos roles con el propósito lograr la

aplicación de lo que establece el artículo 5 del Código Procesal Penal, que dice:

la
Artículo 5. Fines del proceso. l l El proceso penal tiene por objeto la averiguación

de un hecho señalado como delito o falta y de las

11
Reformado por el artículo 1 del decreto 7-2011 del Congreso de República de

Guatemala.

circunstancias en que pudo ser cometido; el establecimiento de la posible

participación del sindicado; el pronunciamiento de la sentencia respectiva y la ejecución

de la misma. La víctima o el agraviado y el imputado, como sujetos procesales, tienen

derecho a la tutela judicial efectiva. El procedimiento, por aplicación del principio del

debido proceso, debe responder a las legítimas pretensiones de ambos (USAID,

Código Procesal Penal, 2014, p. 49)

4.4.1 Ministerio Público

En el nuevo código, al Ministerio Público se le asignó la función especial del

ejercicio de la acción penal, como órgano auxiliar de la administración de justicia. La

delegación formal de dicha atribución queda contenida en el artículo 107 del Código

Procesal Penal. 7

Artículo 107. Función. El ejercicio de la acción penal corresponde al Ministerio

Público como órgano auxiliar de la administración de justicia. Tendrá a su cargo el

procedimiento preparatorio y la dirección de la policía nacional civil en su función

investigativa dentro del proceso penal (USAID, op. Cit., p. 65)


7 Reformado por el artículo 12 del decreto 79-97, del Congreso de República
de Guatemala.
la
Como se señaló, el Ministerio Público es el ente encargado de la investigación y

la función la deberá ejercer esencialmente con objetividad, esto es que el Ministerio

Público debe recabar pruebas a favor y en contra del acusado a manera de crear

certeza en el intelecto de los jueces para llegar a una sentencia de carácter absolutoria

o condenatoria.

Además, el Ministerio Público tiene la carga de la prueba con el propósito de

quebrantar el principio de presunción de inocencia del cual esta investido el acusado

por mandato constitucional. Es decir, que el acusado no está obligado a demostrar su

inocencia, no obstante, en el ejercicio de su defensa técnica como material está

obligado únicamente a hacer ineficaz la prueba del Ministerio Público. Es importante

también, que por el principio de fa comunidad de la prueba, esta pueda ser útil a favor

del acusado.

4.4.2 Policía Nacional Civil

Esta institución, como se mencionó anteriormente, durante la investigación penal

estará bajo la dirección del Ministerio Público. El artículo 112 del Código Procesal

Penal, presenta con mayor detalle sus funciones:

Artículo 112. Función. La policía, por iniciativa propia en virtud de una denuncia

o por orden del Ministerio Público deberá:

1 . Investigará los hechos punibles perseguibles de oficio.

Impedir que estos sean llevados a consecuencias ulteriores.

la
Individualizar a los sindicados.

Reunir los elementos de investigación útiles para dar a la acusación o

determinar el sobreseimiento.

Ejercer las demás funciones que le asigna este código.

Si el hecho punible depende para su persecución de una instancia particular o

autorización estatal, regirán las reglas establecidas por este código.

Los funcionarios y agentes policiales serán auxiliares del Ministerio Público, para

llevar a cabo el procedimiento preparatorio, y obrarán bajos sus órdenes en las

investigaciones que para ese efecto se realice 8 (USAID, op. Cit., p. 66)

8 Reformado el último párrafo por el artículo trece del decreto número 79 -


97 del Congreso de República de Guatemala.
la
4.4.3 Querellante

Son las personas que se adhieren a la persecución penal, es decir, a la ya

iniciada por el Ministerio Público. Estos pueden coadyuvar en la investigación

aportando medios de investigación y de prueba durante todo el proceso, de

conformidad con el artículo 116 del Código Procesal Penal.

4.4.4 Agraviado

Según el Código Procesal Penal:

Artículo 1 17. 9 Agraviado: este código denomina agraviado:

A la víctima afectada por la comisión del delito;

Al cónyuge, a los padres y a los hijos de la víctima, y a la persona que conviva

con ella en el momento de cometerse el delito.

A los representantes de una sociedad, por los delitos cometidos contra la misma

y a los socios respecto a los cometidos por quienes la dirigen, administren o controlen;

A las asociaciones en los delitos que afecten intereses colectivos o difusos,

siempre que el objeto de la asociación se vincule directamente con dichos intereses.

El agraviado aun cuando no se haya constituido como querellante adhesivo de

conformidad con el presente código, tiene derecho a:

Ser informado sobre los derechos que le asiste en el procedimiento penal.

9 Reformado por el artículo 7 del decreto número 18-2010 del Congreso de la


República de Guatemala.
Recibir asistencia médica, psicosocial, o cualquier otra que tenga por objeto

reducir las secuelas del hecho delictivo.

Que el Ministerio Público escuche su opinión en el procedimiento,

fundamentalmente antes de las decisiones definitivas, o de las provisionales que

implican clausura o extinción de la persecución penal.

A ser informado, conveniente y oportunamente de las decisiones fiscales y

judiciales, e invitado a las audiencias en las que su opinión pueda ser vertida

A recibir resarcimiento y/o reparación por los daños recibos.

A recibir protección cuando su integridad física corra peligro, como

consecuencia de la persecución penal en contra del sindicado.

A que existan mecanismos que disminuyan los riesgos de victimización

secundaria durante el proceso penal.

El Ministerio Público estará obligado a garantizar estos derechos por medio de

sus órganos correspondientes pudiendo para el efecto realizar convenios con

instituciones públicas y privadas (USAID, Op. Cit., p. 67).

4.4.5 Tercero civilmente demandado

Se le llama tercero civilmente demandado, a la persona que, en caso de la

comisión de un delito, debe responder por los daños ocasionados. Tal el caso que en

un delito de homicidio culposo, el acusado responderá penal y civilmente y será

también responsable el propietario de dicho vehículo que ha ocasionado el hecho. Esta

figura está contenida en el artículo 135 del Código Procesal Penal. El cual establece:
Artículo 135. Intervención forzosa. Quien ejerza la acción reparadora podrá

solicitar la citación de la persona que, por previsión directa de la ley, responda por el

daño que el imputado hubiere causado con el hecho punible, a fin que intervenga en el

procedimiento como demando. La solicitud deberá ser formulada en la forma y en la

oportunidad prevista en este código, con indicación del nombre, domicilio o residencia

del demandado y de su vínculo jurídico con el imputado (USAID, Op. Cit., p.

69).

4.4.6 Defensa Técnica

De conformidad con lo que establece el artículo 8 de la Constitución Política de

la República, todo detenido tiene el derecho de proveerse de un defensor quien

ejercerá su defensa técnica. En este caso, puede ejercerlo un abogado particular o bien

un profesional del Instituto de la Defensa Pública Penal.

El Código Procesal Penal, al respecto regula:

Artículo 92. Derecho a elegir defensor. El sindicado tiene derecho a elegir un

abogado defensor de su confianza. Si no lo hiciere el tribunal lo designara de oficio, a

más tardar antes que se produzca su primera declaración sobre el hecho, según la

reglamentación para la defensa oficial. Si prefiere defenderse por sí mismo, el tribunal

lo autorizara solo cuando no perjudique la eficacia de la defensa técnica. Y, en caso

contrario, lo designara de oficio. La intervención del defensor, no menoscaba el

derecho del imputado a formular solicitudes u observaciones (USAID, Op. Cit., p.

63).
4.4.7 Tribunales

La función que constituye la columna vertebral de la aplicación de la justicia

corresponde exclusivamente al Organismo Judicial de acuerdo con lo que indica la

Constitución Política de la República de Guatemala, que señala:

Artículo 203 independencia del Organismo Judicial y potestad de juzgar. La

justicia se imparte de conformidad con la constitución y las leyes de la república.

Corresponde a los tribunales de justicia la potestad de juzgar y promover la ejecución

de lo juzgado (sic). Los otros organismos del Estado deberán prestar a los tribunales el

auxilio que requieran para el cumplimiento de sus resoluciones. Los magistrados y

jueces son independientes en el ejercicio de sus funciones y únicamente están sujetos

a la Constitución de la República y a las leyes. A quienes atentaren contra la

independencia del Organismo Judicial.

además de imponérseles las penas fijadas por el Código Penal, se les

inhabilitará para ejercer cualquier otro cargo público. La función jurisdiccional se ejerce,

con exclusividad absoluta, por la Corte Suprema de Justicia y por los demás tribunales

que la ley establezca. Ninguna otra autoridad, podrá intervenir en la administración de

justicia (Asamblea Nacional Constituyente, 1985, p. 51).

4.5Aspiraciones del nuevo Código Procesal Penal guatemalteco

4.5.1 Humanización del Derecho Procesal Penal

En el proceso penal en su conjunto, se aspira a garantizarle al ser humano su

dignidad. El fin último de la pena que se le impone al acusado es su readaptación y se

reeducación.
Una comparación de esta visión puede ser el hecho que cuando una persona

ingresa a cumplir una condena, podría semejarse a un enfermo cuando ingresa a un

centro médico a recibir atención por una enfermedad y se espera que al salir el

paciente haya logrado su mejoría.

Es decir, en el caso del cumplimiento de la pena, el Estado está obligado a

reformar la conducta del condenado durante su estadía en la prisión, para el bien

social, mecanismo de protección de la víctima que se convierte no solo en la tutela

judicial efectiva sino también en el resarcimiento a los daños que se le han ocasionado.

4.5.2 La dignificación de la función judicial

El Código Procesal Penal busca crear confianza y credibilidad ante la sociedad,

en virtud que se parte de la idea que en la medida que existe una certeza, confianza y

credibilidad en las normas y su aplicación, produce confianza en el propio Estado.

Contrario a ello, se crea la incertidumbre y poca credibilidad en los tribunales respecto

de la impunidad de los delitos.

Los estados deben crear normas en resguardo de la vida e integridad de la

persona humana. Estas deben de ser escritas, claras y de observancia general para

provocar certeza jurídica, la cual tendrá como consecuencia el bienestar común.

Héctor Fix Zamudio, citado por Barrientos C. (1997) dice:

El proceso penal no es simple procedimiento regulado por códigos y leyes

ordinarias, si no el instrumento para realizar uno de los derechos esenciales del ser

humano, que no se concreta a un simple acceso a la prestación jurisdiccional, sino que

se traduce en el derecho fundamental a la justicia... el procedimiento es en verdad el


espejo fiel de todas las mayores exigencias, problemas y afanes de nuestra época. El

inmenso desafío de nuestra época (p. 15).

4.5.3 El mejoramiento de la defensa social contra el delito

El Estado, al momento de crear el Código Procesal Penal, busca la realización

efectiva de la protección de los bienes y derechos de las personas los cuales pudieren

ser lesionados, esto por medio de una efectiva aplicación de la normativa existente y

garantizándole a los habitantes la observancia de todas las garantías procesales y

derechos constitucionales.
CAPíTULO V

ESTRUCTURA Y ETAPAS DEL PROCESO PENAL EN EL SISTEMA

PROCESAL PENAL GUATEMALTECO

Entre los aspectos que caracterizan al proceso penal, con relación a la

estructura y organización, lo segundo es lo que toma mayor interés en virtud que es la

organización del mismo lo que permite llevar a la práctica operativa cada uno de los

momentos claves de dicho proceso.

La organización del proceso penal es la base sobre la cual se busca que el

proceso penal cumpla con sus objetivos y fines para el cual fue definido. En la medida

que este se organiza de manera correcta, de esa forma se garantiza la efectiva y

correcta aplicación de la justicia. En otras palabras, el proceso penal responde a una

organización y está a una lógica la cual permite el adecuado modelo para abordar y

tratar los casos en los cuales se evidencian conflictos humanos.

Por Io tanto, cada fase tiene una lógica y esa lógica determina la forma de

organización y estructura del proceso penal, de tal forma que todo está directamente

relacionado con el sistema procesal penal que se utiliza en determinado lugar.

A continuación, se presentan las fases con sus objetivos específicos para el

caso de Guatemala:

5.1 Etapa preliminar o preparatoria

Esta etapa es la primera y tiene una función esencialmente inicial, y parte

regularmente de la denuncia presentada por alguna persona en particular, ya sea


el afectado, un familiar, un amigo o en algunos casos, testigos quienes asumen

la función de ir y denunciar un hecho, cosa que no es su obligación. Sin embargo, en la

ley, sí se establece con claridad quienes están obligados a denunciar un hecho, y hace

especial énfasis en aquellos funcionarios públicos que observan la comisión de delitos

y que de no denunciarlos estarían incurriendo en omisión de denuncia.

En esta etapa, se preparan todas las evidencias necesarias para argumentar y

fundamentar la acusación por lo que se considera principalmente de investigación.

Para el país, la investigación la desarrolla el Ministerio Público, específicamente un

fiscal bajo la contraloría del juez.

En realidad, en esta etapa se espera que se determine si en realidad lo que se

está afirmando como delito lo es o no. Asimismo, persigue determinar si el hecho existe

y cuáles son los elementos probatorios del mismo. Algunas preguntas claves utilizadas

para conseguirlo son las siguientes:

¿Quién o quiénes son los culpables?

¿Qué le(s) motivo a realizar el hecho?

¿Qué pruebas Io(s) incrimina(n)?

¿Cuáles fueron las circunstancias o razones que motivaron la realización del

acto punible?

¿Quiénes participaron en el hecho?

¿Por qué lo hicieron?


¿Cuál fue el daño causado?

Según Io plantea Binder A. (1993), sustancialmente, durante el periodo

preparatorio, existen cuatro tipos de actividades:

Actividades puras de investigación.

Decisiones que influyen sobre la marcha del procedimiento.

Anticipos de prueba, es decir, prueba que no puede esperar su producción en el

debate.

Decisiones o autorizaciones, vinculadas a actos que pueden afectar garantías

procesales o derechos constitucionales (p. 214).

Conforme Io mencionado por el autor, el Código Procesal Penal guatemalteco

menciona en el artículo 312, los problemas de incompetencia; en el artículo 313 lo

relativo de las formalidades de las diligencias que se practican durante la investigación

las cuales deberán constar en acta; en el artículo 314 menciona el carácter de las

actuaciones que relaciona sobre la publicidad de las actuaciones únicamente para las

partes procesales no así para los extraños a este; en el artículo 315 menciona la

facultad que se les otorga a las personas que se les da intervención en el

procedimiento para que estos puedan proponer medios de investigación; en el artículo

316, establece la participación de los actos, es decir, que el Ministerio Público deberá

permitir la intervención de los sujetos procesales en los actos que se practiquen; en el

artículo 317 menciona los actos jurisdiccionales anticipo de prueba: estos son los actos

que deben realizarse inmediatamente, los cuales no podrán ser realizados en el debate

por alguno obstáculo difícil de superar, en este acto debe estar presente el juez
contralor y todas las partes para que tenga efectos de anticipo de prueba y pueda

incorporarse en el debate oral y público.

Vale mencionar las facultades del Ministerio Público otorgadas por el Código

Procesal Penal, a saber:

Artículo 319. Facultades del Ministerio Público. El Ministerio Público, puede

exigir informaciones de cualquier funcionario o empleado público emplazándolos

conforme a las circunstancias del caso, y practicar por si o hacer practicar por

funcionarios y agentes policiales cualquier clase de diligencias. Los funcionarios y

agentes policiales y los auxiliares del Ministerio Público estarán obligados a satisfacer

el requerimiento o comisión. Para solicitar informaciones de personas individuales o

jurídicas, el Ministerio Público, deberá solicitar autorización de juez competente. El

Ministerio Público puede impedir que una persona perturbe el cumplimiento de un acto

determinado e incluso, mantenerla bajo custodia hasta su finalización. En el acta

respectiva constará la medida y los motivos que la determinaron, con indicación de la

fecha y hora de su cesación (USAID, op. Cit., p. 93).

Acerca del objeto de la investigación, el Código Procesal Penal dice:

Artículo 309. Objeto de la investigación. En la investigación de la verdad, el

Ministerio Público deberá practicar todas las diligencias pertinentes y útiles para

determinar la existencia del hecho con todas las circunstancias de importancia para la

ley penal. Así mismo, deberá establecer quienes son los partícipes procurando su

identificación y el conocimiento de las circunstancias personales que sirvan para

valorar su responsabilidad o influyan en su punibilidad. Verificará también el daño


causado por el delito, aun cuando no se haya ejercido la acción civil (USAID, Op. Cit.,

p. 91).

A este artículo se le adicionó un párrafo mediante el artículo 23 del decreto 79-

97 del Congreso de la República de Guatemala, y dice así:

Artículo 23. El Ministerio Público actuará en esta etapa a través de sus fiscales

de distrito, sección, agentes fiscales y auxiliares fiscales de cualquier categoría

previstos en la ley, quienes podrán asistir sin limitación alguna a los actos

jurisdiccionales relacionados con la investigación a su cargo así como a diligencias de

cualquier naturaleza que tiendan a la averiguación de la verdad, estando obligadas

todas las autoridades o empleados públicos a facilitarles la realización de sus funciones

(USAID, op. Cit., p.91).

En el caso de que un hecho no constituya delito, se aplica el artículo 310 del

Código Procesal Penal, que dice:

10
Artículo 310. Desestimación. Cuando el hecho de la denuncia, querella o

prevención policial, no sea constitutivo de delito o no se pueda proceder, el fiscal

desestimará dentro de los veinte días siguientes de presentada la misma, comunicando

la decisión a la persona denunciante y a la víctima o agraviado, quien tendrá la

oportunidad dentro de los diez días siguientes a objetarla ante el juez competente, lo

cual hará en audiencia oral con presencia del fiscal. Si el juez considera que la

persecución penal debe continuar, ordenara al Ministerio Público realizar la misma,

ordenando la asignación de otro fiscal distinto al que haya negado la persecución

10 Reformado por el artículo 8 del decreto 7-2011, del Congreso de la


República de Guatemala.
penal. En los casos que no se encuentre individualizada la víctima o cuando se trate de

delitos graves, el fiscal deberá requerir autorización judicial para desestimar. La

desestimación no impedirá reabrir el procedimiento cuando nuevas circunstancias así

Io exigen, ni eximirá al Ministerio Público del deber de practicar los actos de

investigación que no admitan demora (USAD, op. Cit., p. 91).

Luego de la conclusión de la etapa preliminar, el Ministerio Público debe hacer la

solicitud al juez de primera instancia penal, narcoactividad y delitos contra el ambiente,

a efecto de controlar los subsiguientes actos de investigación que realice en los cuales

deberá identificar plenamente al acusado y los hechos que se le van a intimar.

Por su parte, el juez contralor llamará a las partes a la audiencia de primera

declaración en la que deberá resolver sobre la situación jurídica del acusado. En su

caso podrá dictar medidas para ligar al acusado a proceso.

5.2 Etapa intermedia

Esta es una etapa exclusiva del juez contralor de primera instancia, y se refiere a

la decisión por la cual él califica la petición hecha por el órgano acusador que en este

caso es el Ministerio Público, y verifica si llenó los requisitos de forma y de fondo para

darle el trámite que corresponda.

Finalmente, la investigación concluye con una solicitud que hace el fiscal. Esta

consiste en el pedido de apertura a juicio o en un sobreseimiento o clausura del juicio,

siendo éstos dos los pedidos más comunes.


11
El artículo 332 del Código Procesal Penal de Guatemala, reformado por el

artículo 27 del decreto 79-97 del Congreso de la República dice:

Artículo 332. Inicio. Vencido el plazo para la investigación, el fiscal deberá

formular la acusación y pedir la apertura del juicio. También podrá solicitar, si

procediere el sobreseimiento o la clausura y fa vía especial del procedimiento

abreviado cuando proceda conforme a este código, si no lo hubiere hecho antes. Podrá

requerir la aplicación de un criterio de oportunidad o la suspensión condicional de la

persecución penal. La etapa intermedia tiene por objeto, que el juez evalúe si existe o

no fundamento para someter a una persona a juicio oral y público, por la probabilidad

de su participación en un hecho delictivo o para verificar la fundamentación de las otras

solicitudes del Ministerio Público (USAID, Op. Cit., p. 95).

De acuerdo con Io anterior, el Ministerio Público puede pedir alternativamente en

la solicitud de acusación y apertura del juicio, el sobreseimiento o la clausura si

procediere.

Por el sobreseimiento o clausura, el Ministerio Público deberá realizar las

diligencias que les soliciten a efecto de abundar en elementos de convicción para que

en su oportunidad pueda pedir nuevamente la apertura del juicio oral y público o, de

acuerdo con los elementos de investigación que recabare, si llegan a un arreglo con el

acusado y su abogado defensor, lo que sometería el caso a la vía especial del

procedimiento abreviado.

11 Reformado por el artículo 27 del decreto 79-97 del Congreso de la


República de Guatemala.
Para lograr dicho procedimiento, el acusado y la defensa se comprometen a

aceptar la comisión del hecho delictivo. Esto para que haya una sentencia con la pena

mínima y el acusado pueda lograr su libertad de forma inmediata.

Si por alguna razón los elementos de convicción no son suficientes para

condenar, a pesar que el acusado acepte voluntariamente la comisión del delito, el juez

puede dictar una sentencia absolutoria. Esto se respalda por el artículo 16 de la

Constitución Política de la República, el cual literalmente dice:

Artículo 16. Declaración contra sí y parientes. En proceso penal, ninguna

persona puede ser obligada a declarar contra sí mismo, contra su conyugue o persona

unida de hecho legalmente, ni contra sus parientes dentro de los grados de ley (p. 7).

Es importante considerar la forma en que se presenta la solicitud pues debe

mencionar por su relevancia, los requisitos a incluir en el memorial de acusación y

apertura del juicio, mismos que están contenidos en el artículo 332 Bis, del Código

Procesal Penal guatemalteco, adicionado por el artículo 28 del decreto 79-97 del

Congreso de la República de Guatemala:

12
Artículo 332 Bis. Con la petición de apertura a juicio se formulará la acusación,

que deberá contener:

Los datos que sirvan para identificar o individualizar al imputado, el nombre de

su defensor y la indicación del lugar para notificarles:

La relación clara precisa y circunstanciada del hecho punible que se le atribuye y

su calificación jurídica;
12 Este artículo fue adicionado por el artículo 28 del decreto 79-97 del
Congreso de la República de Guatemala.
Los fundamentos resumidos de la imputación, con expresión de los medios de

investigación utilizados y que determinen la probabilidad de que el imputado cometió el

delito por el cual se le acusa;

La calificación jurídica del hecho punible, razonándose el delito que cada uno de

los individuos ha cometido, la forma de participación, el grado de ejecución y las

circunstancias agravantes o atenuantes aplicables;

La indicación del tribunal competente para el juicio.

El Ministerio Público remitirá al juez de primera instancia, con la acusación, las

actuaciones y medios de investigación materiales que tenga en su poder y que sirvan

para convencer al juez de la probabilidad de la participación del imputado en el hecho

delictivo.

Luego de presentada la solicitud con los formalismos del caso, el Ministerio

Público, puede presentar en dicha solicitud, una acusación alterna dado el caso que en

el debate no resultaran suficientes los elementos de prueba para acreditar el delito por

el cual se acusa.

En el presente caso, el Ministerio Público debe de señalar un delito alternativo

siempre y cuando este no sea más grave que el señalado en la acusación, pues

resultaría antitécnico e ilógico, toda vez que si no puede probar el delito menor,

menos podrá acreditar uno de mayor gravedad.

En todo caso, el tribunal deberá acogerse a lo que establece el artículo 388 del

Código Procesal Penal, el cual le otorga la facultad de dar al hecho una calificación
jurídica distinta de aquella de la acusación o de la del acto de la apertura a juicio, y

también podrá imponer penas mayores o menores de las solicitadas por el Ministerio

Público. No obstante, el tribunal no deberá dar al hecho una calificación jurídica de

mayor gravedad a la solicitada por el Ministerio Público en virtud de los principios que

inspiran el Código Procesal Penal, amén que resultaría antitécnico jurídicamente.

La etapa intermedia concluye con la resolución del juez, quien decide sobre lo

planteado; ya sea que dictamine la apertura del juicio, sobreseimiento, la clausura del

procedimiento o el archivo del caso; cualquiera que sea su veredicto, estará basado en

lo establecido en el artículo 341 del Código Procesal Penal, que dice.

13
Artículo 341. Resolución. Al finalizar la intervención de las partes a que se

refiere el artículo 340 del mismo cuerpo legal, el juez, inmediatamente, decidirá sobre

las cuestiones planteadas, decidirá la apertura del juicio o de lo contrario, el

sobreseimiento, la clausura del procedimiento o el archivo, con lo cual quedaran

notificadas las partes. Si por la complejidad del asunto, no fuere posible la decisión

inmediata, el juez podrá diferirla por veinticuatro horas, debiendo para ello, en la misma

audiencia, citar a las partes. El pronunciamiento emitido por el juez ante las partes que

concurran, tendrá efectos de notificación para todos. A las partes que no hubieren

asistido se les remitirá copia escrita de la resolución. De la

audiencia el juez levantará acta sucinta para los efectos legales (USAID, op. Cit.,

p, 95).

13 Reformado por el artículo 34 del decreto 79-97 del Congreso de la


República de Guatemala.
El auto de apertura es la resolución final que dicta el juez contralor y por el cual

se finaliza la etapa intermedia. Esta resolución debe cumplir con los requisitos

contenidos en el artículo 342 del Código Procesal Penal:

Artículo 342. Auto de apertura. La resolución por la cual el juez decide admitir la

acusación y abrir el juicio deberá contener:

La designación del tribunal competente para el juicio,

Las modificaciones con que admitir la acusación, indicando detalladamente las

circunstancias del hecho omitidas, que deben formar parte de ella,

La designación concreta de los hechos por los que no se abre el juicio cuando la

acusación ha sido interpuesta por varios hechos y el juez solo admite parcialmente,

Las modificaciones en la calificación jurídica cuando se aparte de la acusación

(USAID, Op. Cit., p. 97).

En cuanto a la designación del tribunal competente que señala el numeral 1)

para que desarrolle el juicio, este debe ser el jurisdiccional que corresponde. En los

casos de los departamentos del país, cuando hay un solo tribunal no existe problema,

sin embargo, cuando hay más de un tribunal, deberá ser por turno. Para la ciudad

capital de Guatemala, se realiza la designación de los tribunales de sentencia en forma

aleatoria con el fin de contar con un proceso sin sesgo y en forma equitativa con

relación a la carga laboral.

Respecto del numeral 2), el juez contralor que conoce la solicitud de acusación

formulada por el Ministerio Público, puede aceptar las modificaciones que realice el
ente acusador debiendo detallar las circunstancias omitidas que deben formar parte de

la misma.

Con relación al numeral 3), el juez, al examinar la acusación, tiene la facultad de

admitir todos los hechos expuestos en la acusación y no admitir algunos de ellos,

circunstancia que debe dejar clara en la resolución argumentando las razones que lo

llevan a tomar dicha determinación.

Acerca del numeral 4), el juez podrá realizar las modificaciones en cuanto a la

calificación jurídica que señale el Ministerio Público. Como ejemplo se cita lo siguiente:

cuando el Ministerio Público solicite apertura del juicio por el delito de lesiones graves y

el juez, al realizar el análisis de los medios de investigación, llega a la conclusión que el

delito es de lesiones leves, basado en el informe médico forense en que consta que las

lesiones no pasan de treinta días.

Previo a que el juez contralor eleve las actuaciones a el tribunal de sentencia

competente para conocer del juicio oral y público, y tres días antes declarar la apertura

del mismo, en audiencia oral y pública en la que deben comparecer los sujetos

procesales, estos harán el ofrecimiento de la prueba, el juez resolverá inmediatamente

sobre las mismas y admitirá la prueba pertinente y rechazará la que fuere abundante,

innecesaria, impertinente o ilegal. Esto de acuerdo con lo establecido en el artículo 343

adicionado por el artículo 14 del Decreto 18-2010 del Congreso de la República de

Guatemala.

5.3 Etapa de juicio oral


En esta etapa y previo a la apertura del debate, el Ministerio Público de común

acuerdo con el acusado y su defensor pueden solicitar el criterio de oportunidad, para

lo cual deben cumplirse los requisitos que establecen los artículos 25, 25 bis, entre

otros, del Código Procesal Penal guatemalteco. Una vez abierto el debate oral y

público, las partes por intermedio de sus abogados pueden plantear incidentes los

cuales, de conformidad con la ley, pueden ser nominados o innominados, y deberán

ser resueltos por el tribunal en la misma audiencia.

Asimismo, el Ministerio Público tiene la facultad de hacer cualquier ampliación a

la acusación incluyendo un nuevo hecho o una nueva circunstancia que no hubiere sido

mencionada en la acusación o en el auto de apertura de juicio y que modifique la

calificación legal o la pena del mismo hecho objeto del debate, o integrare la

continuación delictiva de acuerdo con lo que, indica el artículo 373 del Código Procesal

Penal.

En esta etapa deberán diligenciarse todos los medios de prueba ofrecidos por

los sujetos procesales conforme a la ley, entre estos: peritos, testigos, documentos,

prueba material y cualquier otro medio que reúna los requisitos que establece la ley.

También deben prevalecer los principios fundamentales en que el juicio debe

desarrollarse, que se inspiran en el sistema procesal penal acusatorio, entre los que

están: la oralidad, la inmediatez, la publicidad, la concentración, la celeridad y la

contradicción.

La etapa de juicio es la más importante del proceso penal en virtud que, por

medio de ella se resuelven los conflictos sociales aunque esto según el fallo, todavía es

revisable a través de los medios de impugnación respectivos. La parte medular de la


etapa de juicio es el debate. Para su desarrollo se deben considerar algunos aspectos

claves, entre los que destacan:

Constatar la presencia de todos los involucrados.

Alegato de apertura de las partes.

Se le informa al acusado sobre los hechos contenidos en la acusación

formulados por el ente acusador.

Posteriormente se escucha al acusado.

Ampliación de la acusación. Recepción de pruebas.

Recepción de prueba nueva.

Discusión final y cierre del debate.

Dictar la sentencia.

En resumen, esta es una etapa clave de mucha importancia en el proceso penal

puesto que este es llevado a un momento en donde el tribunal compuesto por

miembros distintos de quienes participaron en las etapas anteriores, estudiarán y

analizarán el caso además de escuchar a las partes para que, a partir de los

argumentos esgrimidos, se llegue a una resolución sobre la culpabilidad o inocencia del

o los acusados. En consecuencia, el tribunal deberá dictar una sentencia de carácter

condenatoria o absolutoria, según sea el caso.

5.4 Etapa de impugnaciones


El resultado de un juicio es la sentencia. Esta genera agrado a unos y desagrado

a otros. Para controlar de forma adecuada estos actos, se ha creado la figura de

medios de impugnación definida clásicamente por Jorge Ciaría Olmedo, citado por

Pérez R. (2004), como "un medio impugnativo por el cual la parte que se considera

agraviada por una resolución judicial que estima injusta e ilegal, la ataca para provocar

su eliminación o un nuevo examen de la cuestión resuelta y obtener otro

pronunciamiento que le sea favorable" (p. 244)

Alberto Binder, amplía la definición anterior: "son medios de impugnación de la

sentencia y otras resoluciones y a través de ellas, se cumple con el principio de control"

(Pérez R., 2004, p. 244).

En Guatemala, los medios de impugnación contenidos en el artículo 398 del

Código Procesal Penal, son los siguientes:

Recurso de reposición. Recurso de apelación

especial.

Recurso de apelación. Recurso de casación.

Recurso de queja. Recurso de revisión.

5.5 Etapa ejecución de la sentencia

Luego de agotada la etapa de medios de impugnación y que no existe recurso

por resolver, se dice que la sentencia ha causado firmeza; esto quiere decir que la

decisión contenida en la sentencia sea esta de pena de muerte, prisión, multa e

inhabilitaciones o de costas entre otras, es obligatoria de cumplirse.


Para el efecto, se establecieron en Guatemala los juzgados de ejecución penal

que tienen a su cargo la acción de ejecutar el contenido de las sentencias dictadas por

los tribunales respectivos debidamente ejecutoriadas. Las atribuciones conferidas a los

juzgados de ejecución están contenidas en el Código

Procesal Penal, en los artículos 494 al 504, y se especifican así:

Cómputo definitivo Inhabilitación

Incidentes Rehabilitación

Libertad anticipada Conmutación

Revocación de la libertad Perdón del

ofendido

condicional Ley más

benigna

Control general sobre la pena privativa de libertad

Multa

La pena de muerte está contenida en otra ley: Decreto Número 100-96, y su

reglamento. Respecto de ella se ha escrito mucho en Guatemala


CAPÍTULO I

1. Femicidio La discriminación por motivos de género hacia las

mujeres en Guatemala, es un fenómeno de carácter cultural que se profundiza

con una legislación que excluye la equidad y da una preponderancia al hombre

como cabeza de familia y como único sujeto activo de las relaciones sociales.

En Guatemala durante el primer trimestre del año 2008, fueron

asesinadas 116 mujeres y en el mismo trimestre del año 2009, fueron

asesinadas 148. La muerte violenta de mujeres por razones misóginas en un

contexto de relaciones desiguales de poder es un flagelo que deviene desde la

antigüedad, teniendo como causa principal, el sistema patriarcal, en la cual la

base de su control es la dominación masculina sobre la sumisión femenina,

ideología que se ha heredado de generación en generación a través de los

siglos, desde la época del esclavismo hasta nuestros días.

El femicidio es un problema que al analizarlo desde el punto de vista social y

cultural se observa derivado del sistema patriarcal, en donde la autoridad en la

organización social primitiva era ejercida por un varón, quien era el jefe de cada familia

por lo que se analiza que el femicidio, es un problema de género íntimamente ligado al

sistema patriarcal, el cual predispone en mayor o menor medida a las mujeres para que

sean asesinadas, sea por el sólo hecho de ser mujeres, ó no serlo de la manera

adecuada, la falta de adecuación presupone que la mujer a traspasado los límites de lo

establecido, que se a comportado mal, ese hecho de que la mujer no tenga el

comportamiento adecuado esperado, representa una amenaza al dominio masculino,


es decir al sistema patriarcal imperante hasta nuestros días, por lo que la mujer es

castigada para asegurar el mantenimiento y continuidad del orden patriarcal.

1.1. Tipos de femicidio

La variedad de situaciones en las mujeres son privadas de la vida o bien

violentadas en algunos de sus derechos ha hecho que se regule en esta dirección, para

proteger los ámbitos más importantes en donde se relaciona, por ejemplo: el hogar y el

trabajo. Las mujeres víctimas de muerte violenta, han sido ejecutadas por hombres con

quienes las ejecutadas tenían o sostuvieron relaciones conyugales de convivencia,

noviazgo, o parentesco, amistad o relación laboral.

Femicidio íntimo: Es la muerte de mujeres, ocasionada por hombres, con

quienes las ejecutadas tenían una relación familiar, de convivencia, o de noviazgo, es

decir fueron ejecutadas por su cónyuge, ex cónyuge, conviviente, ex conviviente, novio

o ex novio.

La característica esencial en este tipo de femicidio es que el ataque a la

integridad física, sexual o psicológica, lamentablemente llevada a cabo por hombres

con quienes las mujeres sostienen o sostuvieron algún tipo de relación sentimental que

se aprovecharon del poder instaurado que ejercían sobre ellas. Es terrible que las

mujeres en Guatemala sean asesinadas a manos de sus parejas, muchas veces en sus

propios hogares que fueron los sitios ó espacios donde se consideraron seguras, que

de pronto se convirtió en el escenario donde sus compañeros sentimentales les

propiciaron la muerte.
En Guatemala las mujeres mueren a manos de sus parejas de manera cruel,

despiadada; los hombres les propinan unas palizas fulminantes que mueren

politraumatizadas, asfixiadas, heridas a consecuencia de disparos de arma de fuego o

ataques ocasionados con algún cuchillo ó instrumento corto punzante, no sin antes

haber sido víctimas de un viacrucis que comprende todas las formas de violencia física,

sexual, psicológica, económica, que se le puede infringir a una mujer.

En este tipo de femicidio es común que las mujeres sean asesinadas en su

propia casa, que el cadáver sea abandonado por el agresor dentro de la residencia,

frente a la misma, con señales que indican que las mujeres intentaron defenderse o

escapar de su agresor, en el peor de los casos que sean enterradas en el jardín de sus

propias viviendas.

Femicidio no íntimo: Es el asesinato de mujeres, por hombres, con quienes las

ejecutadas no tenían una relación íntima, familiar, de convivencia o de amistad,

frecuentemente se ha observado que este tipo de femicidio involucra un ataque sexual

previo.

En nuestro país es frecuente que aparezcan los cadáveres de mujeres, en

lugares baldíos o desérticos; los cuerpos inertes, desnudos o semidesnudos de

mujeres con señales de haber sufrido un ataque sexual previo a darles muerte, con

señales de extrangulamiento, con disparos de arma de fuego o con heridas producidas

por arma blanca, estos escenarios representan las formas más crueles de muerte que

se le pueden infringir a las mujeres pues aparecen mutiladas, muchas veces aparece la

cabeza en un lugar y el cuerpo en otro lugar.


En el femicidio no íntimo hay un aspecto muy importante a resaltar y es el hecho

de la continuación de la violencia que implica una serie de consecuencias letales para

las mujeres a corto, mediano y largo plazo. Las mujeres que sobreviven a esta clase de

ataques sexuales en un porcentaje elevado de ocasiones, son contagiadas del virus del

sida o de otras enfermedades de transmisión sexual (sífilis, gonorrea, chancros o la

hepatitis del tipo b), también se presenta el problema de los embarazos no deseados

por estas razones en los hospitales nacionales de Guatemala y en la Oficina de

Atención a Víctima del Ministerio Público al atender a víctimas que sobreviven a esta 7

clase de ataques sexuales, se les proporciona un tratamiento antirretroviral.

Femicidio por conexión: es el asesinato de mujeres que se cruzaron en la línea

de fuego, de un hombre que trataba de matar a otra mujer.

Este tipo de femicidio cuando una mujer ya sea adulta o en su niñez trata de

evitar que otra mujer muera a manos de su atacante pueden ser parientes de las

víctimas (hijas, madres, hermanas, tías), amigas o una tercera persona que intervino en

el momento en que sucedía el delito. Estas personas desafortunadamente son víctimas

de los golpes, disparos o de un acuchillamiento por parte de o los agresores, por el sólo

hecho de haber intervenido para defender a la víctima del ataque.

- Femicidio masivo:

un solo crimen en el cual mueren varias mujeres, como resultado de acciones

misóginas, de prácticas sociales derivadas del patriarcado o de las relaciones

desiguales de poder.
Este tipo de femicidio se presenta con mucha frecuencia en Guatemala, pues es

muy común que se encuentren los cuerpos de dos ó más mujeres, con señales de

haber sido violentadas sexualmente, antes de haberles dado muerte.

Femicidio en serie: es el asesinato misógino de mujeres, en diferentes lugares,

fechas y horas, ocasionado por uno o varios hombres, en donde se utiliza el mismo

móvil, en cada ejecución.

Las circunstancias en que puede presentarse este tipo de femicidio son muy

variadas, hace poco tiempo se presentaron los casos donde distintas mujeres jóvenes

aparecieron en diferentes moteles de la capital decapitadas, era siempre el mismo

móvil mujeres jóvenes que ejercían la prostitución quienes aparecían decapitadas en

moteles de la ciudad capital. Por lo que se aprecia la doble tortura y el mensaje que

este tipo de muertes transmiten a la sociedad especialmente a las mujeres y a las niñas

quienes se sienten inseguras y temerosas porque saben que no pueden salir a ciertas

horas, ni visitar determinados lugares, pues de visitarlos podrán aparecer sin vida,

violadas o torturadas.

1.2. Violencia contra la mujer

La violencia contra la mujer es la manifestación de dominio y opresión que

heredamos de las sociedades patriarcales desde hace milenios de años, consiste en

acciones u omisiones que limitan las posibilidades de desarrollo de las mujeres y el

ejercicio de sus derechos en el ámbito público como en el privado. Ana Kipen y Monica

Caterberg, relatan que desde los tiempos de la antigua Roma, la mujer casada era

considerada propiedad del marido observándose la relación desigual de poder en la


que se encontraban las mujeres, el dominio masculino sobre la sumisión femenina: “la

historia muestra que la cultura romana definía a la mujer casada como una posesión

necesaria.

Los hombres ejercen la violencia física, sobre las mujeres a través de bofetadas

ocasionales, punta pies, manotazos, quebraduras, mordeduras o heridas, situaciones

que han dado paso a tirar a la mujer al suelo para luego propinarle punta pies, en un

noventa por ciento de los casos, los ataque empiezan de esa forma pero no se

detienen ahí, sino que continúan a lo largo del tiempo, son cada vez más frecuentes

teniendo consecuencias más graves, las lesiones provocadas son tan serias que se

van convirtiendo entonces, en algo habitual con el resultado de fracturas, quemaduras,

abortos causados por ataques violentos, lesiones internas, intentos de

estrangulamiento, episodios de arrastrarla por el pelo y arrancárselo, perdida de la

visión, rotura del bazo, heridas causadas por apuñalamiento, cráneos fracturados,

violación o la resultante muerte de mujeres politraumatizadas.

Las víctimas de este tipo de maltrato se va adaptando y desarrollando el

síndrome de la mujer maltratada también llamado síndrome de Estocolmo, dentro del

cual la mujer crea un vínculo afectivo todavía más fuerte con su agresor, situación que

les impide darse cuenta que se encuentran en un círculo de violencia repetitivo y

progresivo de abuso, muchas mujeres se adaptan con mayor facilidad a este síndrome

ya que desde niñas han sido maltratadas por su padre, no han sido defendidas por

nadie, han percibido una indefensión por parte de la madre y desde niña ha observado

el ejemplo de su madre como una mujer sumisa obediente quien ha soportado el

maltrato, violencia física, emocional y sexual por parte del padre, esto crea en la niña el
patrón de comportamiento que deberá mantener para el resto de la vida y de qué

manera deberá ser la conducta y su rol en la sociedad patriarcal ya establecida.

Todo tipo de insultos, agresiones verbales, desprecios o humillaciones, está

catalogado como violencia emocional o psicológica. Toda esta escalada de violencia

psicológica tiene efectos negativos en las víctimas, quienes llegar a creer que se

merecen ser maltratadas por qué no valen nada, no son suficientemente inteligentes o

no sirven para nada, etc. La ideología patriarcal ha ubicado a las mujeres en la

sociedad como seres inferiores, sumisas y dependiente. Es un sistema de control

basado en el miedo.

Violencia física. El abuso físico comienza con ataques psicológicos y cuando la

víctima tiene su autoestima baja. Todo empieza con golpes leves, empujones y

pellizcos y cada vez que se repite es más violento y directo, cachetadas, tirones de

pelo, puñetazos, quemaduras y fracturas de huesos. Pueden llegar a utilizar armas

blancas o de fuego, o cualquier objeto que sirva para golpear.5 Lo mortal en este tipo

de violencia es que es cíclica y progresiva, empieza con una bofetada ocasional, punta

pies, puñetazos en la cara, quebraduras de nariz, huesos o costillas, quemaduras,

cortaduras, heridas profundas y para finalizar el consecuente femicidio.

La violencia sexual: que se manifiesta a través de diversas formas de coerción

física o de intimidación psicológica se obliga a la mujer a realizar actos o

comportamientos no deseados y/o participar en conductas sexuales contra su voluntad

La violencia económica: Todas las acciones u omisiones que repercuten en el

uso, goce, disponibilidad, o accesibilidad de una mujer a los bienes materiales que le
pertenecen por derecho, por vínculo matrimonial, o unión de hecho, por capacidad o

por herencia; causándole deterioro, daño, transformación, sustracción, destrucción,

retención, o perdida de objetos o bienes materiales propios del grupo familiar, así como

la retención de instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores,

derechos, o recursos económicos.

1.3. Bases biológicas y círculo de la violencia

Múltiples estudios realizados demuestran que existen factores biológicos que

podrían incidir en la conducta violenta de los hombres. Es necesario observar los

estados fisiológicos del organismo masculino para determinar si estos estados

fisiológicos les provocan ser violentos y por lo mismo necesitamos saber a qué se

refiere dicho estado.

La acumulación de tensión: Se caracteriza por acciones mínimas que van

aumentando en fuerza y maltrato. Se atacan sus capacidades y ello produce un

deterioro emocional es anterior a la física, aunque con el tiempo las dos agresiones se

entremezclan. El deterioro puede ser tan intenso que la víctima termina aceptando el

menoscabo de su autoestima. Este maltrato se registra en el inconsciente, se comporta

de forma pasiva y la agresión cada vez es mayor. - Episodio agudo. Golpes o

equivalentes: Hay una descarga incontrolada de la tensión que se acumuló en la fase

anterior. Puede ir desde un pellizco a un homicidio. Se inicia por una situación exterior

o por un estado emocional del agresor. La mujer queda paralizada en una situación de

indefensión aprendida, oculta las lesiones por vergüenza, se siente culpable y se aísla.

Muchas veces la mujer anticipa el hecho violento y entra en depresión, sufre ansiedad,
angustia, miedo, insomnio y muchas veces enferma para evitar la agresión, durante un

tiempo. En esta fase donde algunas mujeres piden ayuda, o denuncian el maltrato.

1.4. Clases de maltratadores

Las mujeres víctimas de maltrato, reciben distintas clases de agresiones verbales y

físicas dependiendo del tipo de agresor que sea de su conviviente, esposo, novio, etc.

El cual varía dependiendo de la personalidad, educación, crianza y traumas del mismo.

Es importante que las mujeres maltratadas identifiquen el nivel de riesgo en que se

encuentran ya que deben tomar decisiones para salir del círculo de violencia.

Maltratadores tipo cobra: A los hombres maltratadores tipo cobra, lo que les mueve a

agredir es la suposición que la autoridad ha sido o pretende ser desafiada. Hace

referencia a la serpiente cobra porque relacionan con letalidad y agresividad.

Características del agresor tipo cobra:

1. Suelen ser agresivos con todo el mundo

2. No muestran dependencia emocional de sus parejas, no obstante, exigen que

éstas hagan siempre lo que ellos quieren.

3. A medida que se enfurecen se calman interiormente

4. Son propensos a usar cuchillos y revólveres.

5. Tiene muy pocas probabilidades de recuperación

6. Es probable que hayan cometido crímenes

7. Es probable que abusen del alcohol y las drogas.


Maltratadores tipo pitbull: Estos hombres no suelen ser pendencieros por lo

general no son agresivos con extraños, sino solo con las personas con las que les une

un estrecho vínculo afectivo. Este tipo de agresor suele ser una persona amable,

educada, considerada y parecer colaborar a la vista de terceros sin embargo, en la

intimidad del hogar suele ser violento y poco tolerante. Características del agresor tipo

pitbull:

1. Solo son violentos con las personas que aman

2. Son propensos a las expresiones de rabia, a acechar a la víctima y hacer los

ataques ante público si se da el caso.

3. Son celosos y temen ser abandonados, no quieren que sus compañeras sean

independientes.

4. Cuando discuten, se acaloran fácilmente, su cuerpo reacciona violentamente.

Tienen posibilidades de recuperación.

5. Rara vez han sido acusados de algún crimen.

1.5. El perfil de la víctima

1. Dependen económicamente de su agresor: Es uno de los factores más

importantes, pues muchas de las mujeres que sufren violencia no tienen un trabajo,

no han estudiado y se dedican con exclusividad al hogar y a sus hijos. Soportar la

violencia porque no tienen quien las sostenga económicamente, llegando a los

extremos que las mujeres que logran denunciar que son víctimas de violencia por

parte de sus esposos, llegan a retirar las denuncias argumentado que si el agresor
va detenido no habrá quien las sostenga económicamente con sus hijos, pues ellas

nunca han trabajado y tampoco tienen una profesión, son mujeres que dependen

económicamente por completo de su agresor pues a pesar que la mujer haya tenido

la intención de trabajar el hombre maltratador se lo ha prohibido.

2. Sufren amenazas constantemente: Las víctimas han venido soportando

durante años violencia psicológica, física y económica, que cuando deciden

denunciarlos y finalizar la relación y abandonarlos, lo que los hombres las

amenazan y les dicen que si los abandonan ellos las mataran, se suicidaran, las

amenazan con quitarle a sus hijos o hacerles daño, inclusive a sus propios hijos. 26

3. Los hombres les hacen saber a las mujeres que ellos tienen el poder y por ende

el control sobre ellas, a través de las amenazas que son formas de coerción e

intimidación para que las mujeres realicen conductas que no desean, que atentan

contra ellas mismas y sus hijos.

3. Las relaciones desiguales de poder

Las relaciones de género identificadas como relaciones de poder, las cuales se

definen desde una estructura a través de la construcción social y política del poder

masculino dominante, activo, violento, agresivo y de la construcción social de la

sumisión femenina, como receptiva, tolerante y por ende pasiva.

La desigualdad de poder entre hombres y mujeres en la actualidad, se

caracterizan por manifestaciones de control y dominio a través de la violencia física,

sexual, psicológica, económica, discriminación, opresión y subordinación de las

mujeres. La violencia en todas sus formas pero especialmente la violencia sexual


contra las mujeres, es la característica esencial y específica de las sociedades que

heredan un sistema patriarcal, teniendo como objetivo principal perpetuar el dominio

masculino sobre la sumisión femenina para darle continuidad a este ciclo.

El poder como causa de violencia en contra de la mujer y femicidios

“El poder es la capacidad de afectar la conducta, el pensamiento y los

sentimientos de otras personas”.16 Esta es la definición que nos da Lucrecia Pérsico

en su libro Soy una mujer maltratada con respecto al poder. El poder absoluto

corrompe absolutamente se dice y en la práctica se confirma, ni hombres, ni mujeres

deben de tener el poder sobre otra persona, únicamente se debe de tener sobre uno

mismo, para controlar y encausar los sentimientos y acciones que nos lleven hacia el

auto control.

Los hombres violentos ejercen de diferentes maneras el control, para mantener

el poder sobre las mujeres. Todas las acciones abusivas, violentas, cometidas por los

hombres contra las mujeres, se perfilan dentro del contexto de las relaciones

desiguales de poder, debido a la herencia patriarcal y basadas en cuestiones de

género, en los ámbitos público y privado, en el espacio familiar, psicológico, estudiantil,

social, laboral y económico.

Por lo que, se observa como aspecto importantísimo para comprender la

plataforma donde se sostienen las relaciones desiguales de poder entre hombres y

mujeres en Guatemala, el género, que parte de una construcción cultural, la forma en

que la sociedad establece de que manera debe comportarse un hombre o una mujer,

de qué forma debe vestir, qué espacios debe ocupar, cómo será su dinámica en cada
circunstancia de la vida, lo cual deviene en un sistema patriarcal establecido, el cual se

define como: la ideología del dominio masculino sobre la sumisión femenina

desencadenando una desigualdad de poder entre géneros abismal. La organización del

sistema patriarcal heredado imperante en Guatemala.


CONCLUSIONES

1. El derecho de defensa no es un derecho subjetivo renunciable y no concierne

únicamente a su beneficiario, sino que es una institución inherente al proceso penal y

una condición propia de la validez del proceso; cuya observancia interesa a toda la

sociedad guatemalteca.

2. En Guatemala, no se garantiza el derecho de defensa técnica y material como

un verdadero instrumento de control que evite y rechace cualquier arbitrariedad que

provoque una persecución penal carente de validez jurídica; en la que se omita la

dignidad humana para supeditarla al interés general de la búsqueda de la verdad y el

éxito de la justicia.

3. El derecho de defensa no cumple con su facultad de intervenir en el

procedimiento penal abierto, para decidir acerca de una posible reacción penal contra

él y de llevar a cabo en él todas las actividades necesarias que ponen en evidencia la

falta de fundamento de la potestad penal del Estado; o cualquier circunstancia que la

excluya o atenúe.

4. El ejercicio del derecho de defensa no está supeditado a la formulación

formal de la imputación del Ministerio Público, menos aún en un acto u orden emanado

de autoridad judicial, sino que a partir de cualquier actuación o diligencia preliminar en

que una de las agencias de persecución penal; proceda a la selección de una persona

como posible autora o partícipe en un hecho delictivo. 94 5. La eficacia protectora de la

imputación supone que no tiene que basarse en juicios de valor, sino en hipótesis

taxativas y verificables, aserciones empíricas que atribuyan la comisión de un hecho.


RECOMENDACIONES

1. El Estado de Guatemala a través de la Secretaría de Comunicación Social de

la Presidencia, debe divulgar una campaña en todo el país, en la que se establezca

que el derecho de defensa no es un derecho al cual se puede renunciar, así como

también debe establecer que no es concerniente solamente a su beneficiario, debido a

que es propio del procedimiento penal como condición del proceso; siendo su

observancia de interés de toda la ciudadanía.

2. La Corte Suprema de Justicia debe establecer los parámetros que los jueces

deben apreciar a cada uno de los casos específicos para que señalen que el derecho

de defensa no cumple su facultad de intervenir en el procedimiento penal abierto, para

tomar decisiones en relación a posibles reacciones contra él mismo; así como tampoco

lleva a cabo las actividades necesarias para evidenciar la inexistencia del fundamento

de la potestad penal del Estado.

3. El Congreso de la República de Guatemala debe reformar el Código Procesal

Penal, en el Artículo noventa y dos en el que se establezca que el ejercicio del derecho

de defensa no debe estar supeditado a la formulación formal de la imputación del

Ministerio Público, ni en un acto o en orden que emane de autoridad judicial, sino que a

partir de cualquier actuación o diligencia preliminar en que una de las agencias de

persecución penal; proceda a seleccionar a una persona como autora de un delito.

4. El Ministerio Público, debe formular un programa o incorporar a los ya

existentes, en los que se capacite a los fiscales y demás funcionarios de dicha entidad

que intervengan en el proceso penal para que la eficacia de protección de la imputación


no se base en juicios de valor, sino en hipótesis verificables, evitando aserciones

empíricas que atribuyan la comisión de delito; debido a que las aserciones de

significado indeterminado no se pueden verificar ni refutar y no permiten una defensa

técnica y material que sea concreta.

5. El Estado de Guatemala debe fomentar los derechos de las mujeres y la

cultura de denuncia para fortalecerlas, apoyarlas y orientarlas para que puedan por

ellas mismas decidir romper el círculo de silencio que las une a su agresor. Iniciando

con programas de educación dirigidos a la igualdad de género, desde los grados de

preprimaria, y asì cambiar los desequilibrios de poder y desigualdad de géneros.

6. El Estado de Guatemala, debe lograr la reducción de muertes violentas en

mujeres a través de políticas y programas dirigidos a adolescentes y niños

encaminados a desaprender acciones violentas de control, manejo de la ira y los

impulsos violentos y a la utilización del diálogo para llegar a consensos y así eliminar

episodios violentos.

7. El Estado de Guatemala a través del Organismo Judicial debe velar por la

capacitación de jueces que lleven a cabo procesos en los cuales los derechos de las

mujeres sean violentados, así como procurar la actualización en la legislación vigente

en materia de derechos que tiendan a la protección y prevención de delitos en contra

de las mujeres.

8.El femicidio en Guatemala debe ser tratado como un problema social agudo

que requiere de compromiso y concientización de la población en general y


especialmente del Estado de Guatemala para que las políticas que se están aplicando.

Reevaluadas.

BIBLIOGRAFÍA

BARRIENTOS PELLECER, César Ricardo. Curso básico sobre derecho

procesal penal guatemalteco. Guatemala: Ed. Llerena S.A., 1993. BINDER, Alberto.

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