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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS

ENSAYO SOBRE CÓMO AFECTÓ EL COVID-19 A LAS MIPYMES.

LIC. DANILO ROMERO MEJÍA.

AGE-102 ADMINISTRACIÓN.

SECCIÓN 0801.

ROLANDO MOISÉS AMADOR VÁSQUEZ.

18 DE ABRIL DE 2023.
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ÍNDICE

Contenido

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 3

OBJETIVOS DE LAS EMPRESAS ANTE LA EMERGENCIA DEL COVID-19 .................. 5

DESAFÍOS Y SOLUCIONES PARA MEJORAR EL FINANCIAMIENTO A LAS

MIPYMES DURANTE LA PANDEMIA. .................................................................................... 11

MIPYMES EN HONDURAS ........................................................................................................ 13

RECOMENDACIONES ................................................................................................................ 15

CONCLUSIONES .......................................................................................................................... 16

BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................................ 17
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INTRODUCCIÓN

Las consecuencias del coronavirus (COVID-19) no tienen precedentes y se sienten en

todo el mundo. El mundo del trabajo se ve profundamente afectado por la pandemia mundial

del virus. Además de ser una amenaza para la salud pública, las perturbaciones a nivel

económico y social ponen en peligro los medios de vida a largo plazo y el bienestar de

millones de personas. La pandemia está afectando severamente los mercados laborales, las

economías y a las empresas, incluidas las cadenas de suministro mundiales, causando una

interrupción generalizada del comercio. Tras la pandemia de enfermedad por el nuevo

coronavirus de 2019 (COVID-2019), los Estados miembros de la Unión Europea (UE) han

aplicado varias medidas, incluidas las que afectan a los lugares de trabajo, para luchar contra

la propagación de la enfermedad. El mundo laboral se ha visto gravemente afectado durante

esta crisis, por lo que, todos los segmentos de la sociedad, incluidas las empresas, los

empresarios y los interlocutores sociales, deben actuar para proteger a los trabajadores, sus

familias y a la sociedad en general. La naturaleza y el alcance de las medidas incluyen desde

la limitación de la libertad de circulación y la suspensión de las actividades no esenciales,

hasta la limitación del número de personas que ocupan un espacio, la prohibición de

determinadas actividades y la obligación de seguir unas medidas de higiene individuales. Su

aplicación puede variar según la evolución de la pandemia, el sector, la profesión o las

características individuales en relación con la salud. Como consecuencia de estas medidas, se

podrá solicitar a los trabajadores que trabajen desde casa o, si su trabajo no se puede realizar a

distancia, se les podrá pedir que permanezcan en su domicilio.

Cuando las medidas logran una reducción suficiente de las tasas de infección de la

COVID-19, se autorizará la reanudación de las actividades laborales. Con frecuencia, esto se


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efectúa por etapas, autorizando en primer lugar el trabajo que se considera esencial para la

protección de la salud y la economía.

Aunque la vacunación llevará con el tiempo a la relajación de las medidas, no está

claro en qué medida, ni cuándo, se retomarán las actividades laborales «normales». Es muy

probable que determinadas medidas se mantengan durante un tiempo o se reintroduzcan en

algún momento para evitar el aumento futuro de las tasas de infección.

La crisis de la COVID-19 somete a presión a los empresarios y a los trabajadores, al

haber tenido que aplicar nuevos procedimientos y prácticas en muy poco tiempo o suspender

su trabajo y actividades empresariales. En este contexto, la salud y la seguridad en el trabajo

ofrecen apoyo práctico para reanudar o mantener el trabajo y contribuyen a eliminar la

transmisión de la COVID-19.
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OBJETIVOS DE LAS EMPRESAS ANTE LA EMERGENCIA DEL

COVID-19

1. Establecer equipos de toma de decisiones de emergencia.

Todas las compañías deberían contar con un “Equipo de Respuesta a Emergencias"

que establezca la estrategia y marque los objetivos del plan de emergencia, garantizando que

se toman las decisiones de la manera más rápida y acertada posible.

Este grupo también debería evaluar los puntos fuertes y débiles de la compañía y de

sus profesionales para ajustar procesos en momentos de crisis.

2. Evaluar los riesgos y establecer los mecanismos de respuesta de emergencia.

Muchas empresas multinacionales han establecido "planes de contingencia para

emergencias" o "planes de sostenibilidad empresarial", que suelen aplicarse inmediatamente

en caso de una emergencia importante. Si una empresa no tiene un plan de este tipo, debe

realizar una evaluación exhaustiva de todos los riesgos de inmediato, analizando el capital

humano de la compañía, las subcontrataciones, la cadena de suministro, los clientes y el sector

público (gobiernos). De acuerdo con la evaluación de riesgos, la empresa debe responder a

cuestiones relacionadas con el espacio de oficinas, los planes de producción, las adquisiciones,

el suministro y la logística, la seguridad del personal y el capital financiero, así como

organizar otros aspectos relevantes relacionados con los planes de emergencia y la división del

trabajo.
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3. Establecer un mecanismo de comunicación de información positiva para empleados,

clientes y proveedores, y crear documentos de comunicación estandarizados.

Es necesario mantener una comunicación fluida tanto con los públicos internos como

con los externos, así como reforzar los servicios de atención al cliente. De esta forma

evitaremos que se produzca una opinión pública negativa.

Al mismo tiempo, el sistema de información establecido en la empresa debe utilizarse

para recopilar, transmitir y analizar la información sobre epidemias y emitir avisos de riesgo

inmediatos.

4. Mantener el bienestar físico y mental de los empleados.

Según una encuesta realizada recientemente por Deloitte, el 82% de las empresas

afirma que la flexibilidad en el trabajo es, en estos momentos, el medio más importante de

gestión de los profesionales.

Es recomendable que las empresas establezcan mecanismo de vacaciones y trabajo

flexible, utilizando los medios técnicos y tecnológicos disponibles para establecer métodos de

trabajo no presencial durante periodos extraordinarios.

Además, la empresa debe establecer un sistema de vigilancia de la salud de los

empleados y mantener la información personal sobre la salud de estos con total garantía de

confidencialidad.

La empresa debe garantizar la seguridad de los entornos de trabajo mediante la

limpieza y desinfección de estos espacios, cumpliendo con los requisitos de gestión de la

higiene de las autoridades de salud pública nacionales y regionales para los periodos de

enfermedades infecciosas graves.


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La empresa debe reforzar la educación sobre seguridad epidémica, establecer

directrices contrastadas de autoprotección de los empleados y aumentar la conciencia sobre la

seguridad y la prevención de riesgos.

5. Centrarse en los planes de respuesta por los riesgos generados en la cadena de

suministro.

Las empresas suelen contar con materias primas suficientes y diferentes canales de

adquisición de las mismas para no tener que detener la producción o reemprenderla en cuanto

pase el periodo de cuarentena.

En la gestión de los inventarios, las organizaciones deben tener en cuenta factores

como el bloqueo del consumo, el correspondiente aumento de los costes financieros y la

presión sobre el flujo de efectivo.

Al mismo tiempo, en las industrias con ciclos de producción prolongados, las

organizaciones deben prepararse con antelación para un repunte del consumo cuando la

epidemia se haya calmado, para evitar el riesgo de un inventario insuficiente.

6. Desarrollar soluciones para los riesgos de cumplimiento y mantenimiento de las

relaciones con los clientes que surgen de la incapacidad de reanudar la producción a

corto plazo.

Después de una situación de emergencia sanitaria, las organizaciones deben trabajar

estrechamente con los clientes para comprender los cambios que ha sufrido el mercado y

entender el impacto de reanudar su actividad.,


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Además, es importante analizar exhaustivamente los contratos, ya que, debido a las

causas excepcionales y a las leyes emitidas durante el periodo de crisis, puede que los

incumplimientos de contrato no tengan consecuencias legales.

Las empresas deben identificar y evaluar los contratos cuya ejecución pueda verse

afectada y notificarlo con celeridad a los clientes, para mitigar las posibles pérdidas, así como

evaluar si es necesario firmar un nuevo contrato o cláusulas adicionales. Es importante

generar y conservar todas las evidencias documentales para utilizarlas en posibles demandas

civiles.

7. Responsabilidad social y estrategias de desarrollo sostenible en la toma de decisiones.

La publicación de información corporativa adecuada sobre la crisis puede mejorar la

imagen pública de una empresa.

Es necesario poder aplicar la responsabilidad social de las empresas desde las

perspectivas del medio ambiente, la sociedad, la economía y la estabilidad de los empleados,

así como coordinar las relaciones con la comunidad y las empresas de suministros. Se debe

evaluar el posible impacto y la duración de la epidemia, ajustar los planes y, a nivel de los

accionistas o del consejo de administración, comunicar las medidas propuestas y los

resultados de las mismas.


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8. Elaborar un plan de gestión de los datos de los empleados, la seguridad de la

información y la privacidad.

Las empresas deben establecer mecanismos de gestión de los datos de los empleados y

registrar al personal interno y externo, a los proveedores y al resto de empleados con el que la

organización tenga contacto.

También es necesario formular planes de respuesta de emergencia en materia de

seguridad de la información para garantizar la misma y la estabilidad de las operaciones.

Deben existir protocolos para asegurar el funcionamiento de redes, sistemas y aplicaciones.

Es fundamental proteger la privacidad personal y de los datos, tanto de clientes como

de empleados. En el caso de los datos clínicos y médicos, se debe establecer un control de

acceso y un nivel de protección adecuado y según lo establecido por la regulación.

9. Las empresas deben considerar la posibilidad de ajustar sus presupuestos y sus planes

de ejecución.

Aconsejamos a las empresas prestar especial atención al flujo de caja, para garantizar

la seguridad de los fondos, de acuerdo con el ritmo de los proveedores y los planes de trabajo

de los empleados.

Además, se debería prestar especial atención a la situación del comercio internacional

de importación y exportación, en particular a los cambios producidos de manera repentina o a

los posibles impactos en los lugares de origen de los principales productos, lo que podría dar

lugar a considerables pérdidas en la propia empresa. Para evitar estos incidentes, las empresas

deben establecer diferentes escenarios que incluyan las respuestas que se llevarían a cabo en
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estas situaciones, como planes de emergencia para proveedores básicos, proveedores

alternativos y la consideración de otros medios de transporte.

10. Actualizar los mecanismos de gestión de riesgos de la empresa.

Según la encuesta de Deloitte sobre Gestión de Riesgos Empresariales, el 76% de los

responsables de riesgos cree que su empresa podría responder eficazmente si mañana se

produjera una emergencia importante. Sin embargo, solo el 49% de las empresas ha elaborado

manuales pertinentes y realizado pruebas previas basadas en escenarios de emergencia.

Además, solo el 32% de las empresas ha llevado a cabo ejercicios de simulación de

emergencias para cada uno de esos escenarios.


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DESAFÍOS Y SOLUCIONES PARA MEJORAR EL FINANCIAMIENTO

A LAS MIPYMES DURANTE LA PANDEMIA.

Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) le dan vida a las economías de

América Latina y el Caribe (ALC). Representan 99,5% de todas las empresas de la región y

60% de la población ocupada y son responsables por el 25% del producto interno bruto (PIB)

regional, según datos de la OECD. Todos conocemos a alguien que es propietario de una de

estas empresas, que forman parte de nuestra cotidianeidad como latinoamericanos. Muchas

veces nuestra relación con estas microempresas se basa en la confianza y la cercanía física, lo

que las hace la solución más asequible para satisfacer nuestras necesidades de consumo.

Las MIPYMES tienen varias características que impiden su acceso al financiamiento

en la región. Entre las principales barreras identificadas se encuentran la informalidad, la falta

de un inmueble físico o una garantía de compromiso, la falta de una empresa solidaria o

garante, la baja formalización de la empresa y las bajas calificaciones crediticias. Asimismo,

estas barreras se ven exacerbadas por la inexistencia o inadecuación de leyes sobre garantías

móviles, la falta de un registro de garantías y la falta de fondos de garantía. Muchas de estas

barreras pueden ser superadas con medidas de política pública por parte de los gobiernos de la

región. Por ejemplo, la falta de garantías se puede solventar con la creación de fondos de

garantías que les permitan a las empresas tener colateral suficiente y respaldado para solicitar

un crédito. Lo anterior obviamente conlleva algún nivel de costo fiscal, que se compensa con

el incremento en el desarrollo productivo del país. El BID ha apoyado a muchos de los

gobiernos de la región con programas de financiamiento para MIPYMES, la creación de

fondos de garantía, entre muchos otros instrumentos, no solo en la pandemia, sino desde

mucho antes.
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Los gobiernos también han tomado medidas para mitigar los efectos de los efectos de

la pandemia para las MIPYMES, como las moratorias y postergación de pagos para créditos,

los subsidios directos a empresas y empleados, entre otras muchas. No está claro cuántas de

las MIPYMES sobrevivirán el embate sin piedad del COVID-19, dado que es aún incierto el

período de tiempo en el que la enfermedad dejará de tener consecuencias económicas.

Para las MIPYMES, especialmente las de sectores no esenciales, que antes de la

pandemia tenían unos estados financieros saludables, y cuyos negocios podrían sobrevivir una

vez termine la misma, se deben crear mecanismos financieros que les permitan sobrevivir el

período con ingresos reducidos. Por ejemplo, se podrían crear mecanismos de créditos

“puente” con tasas subsidiadas y a plazos largos, así como instrumentos más creativos como la

utilización de garantías mobiliarias o líneas que utilicen la recompra de activos de las

MIPYMES como garantía para poder obtener crédito. De la misma manera, los programas de

apoyo a la digitalización son otras políticas que se empezaron a implementar y serán cada vez

más importantes para ayudar a las MIPYMES a mantenerse en el mercado, a mejorar su

situación financiera y a crecer de manera sostenible en el corto y mediano plazo.


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MIPYMES EN HONDURAS

Durante el 30 de marzo y el 6 de abril de 2020 se realizó una encuesta a 1,178

empresas en 16 regiones y 17 diferentes sectores económicos de Honduras. Dicha encuesta se

realizó con el objetivo de conocer la capacidad de resiliencia y mitigación de las micro,

pequeñas, medianas (MIPYMES) y grandes empresas del país ante el impacto provocado por

la pandemia del COVID-19.

 EL 83% de las empresas cerrará operaciones durante los primeros tres meses a partir del

confinamiento obligatorio.

 Menos de un tercio de la muestra reportó hacer uso del teletrabajo para mantener algunas

de sus operaciones y apenas un 11% de esta proporción de empresas logró vender sus

productos a través de métodos en línea.

 Alrededor del 77% de las empresas encuestadas requerirán de créditos o préstamos para

reponerse a los efectos del cierre de las actividades comerciales. Aun así, un 94% confía

en que podrá recuperarse de la crisis.

 Las empresas más afectadas pertenecen al sector de turismo, manufactura y agro

procesadores.

 El 50% de las empresas encuestadas identificó cambios en su modelo de negocios con el

fin de adaptarse a la crisis y sus efectos. Entre esos cambios se encuentran:

 Venta en línea y establecimientos de sistemas de envió.

 Oferta de nuevos productos y servicios y/o ajuste de los productos y servicios ofrecidos

actualmente.

 Implementación de medidas de bioseguridad.


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 Implementación de nuevas estrategias de publicidad.

La crisis creada por la pandemia ha motivado a la empresa a diseñar estrategias de

recuperación o de contingencia para futuros eventos relacionados, de alguna u otra manera,

con la crisis actual.

Entre dichas lecciones aprendidas, se identificaron las siguientes:

 Establecimiento de medidas de ahorro financiero.

 Consideración de escenarios de riesgo y el diseño de planes de contingencia.

 Diversificación de productos y servicios.

 Adopción de sistemas de ventas y entrega en línea.


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Las principales necesidades reportadas por las empresas para recuperarse de la crisis

son financiamiento a préstamos con un bajo interés, reducción de impuestos y autorizaciones

de operación otorgadas por el Gobierno.

RECOMENDACIONES

1. Procurar la salud de los colaboradores de la empresa, comunicando todas aquellas

recomendaciones para evitar el contagio del virus, en la empresa y en sus familias. (Ver anexo

de medidas sanitarias recomendadas).

2. Cuidar el manejo de la información, privilegiar fuentes fidedignas y compartir la

información con los colaboradores. Recomendamos consultar información oficial en la SSA y

OMS.

3. En cuanto a lo laboral, la continuidad de las operaciones es importante; sin

embargo, la salud de todos es un tema prioritario y por ello recomendamos

tener en cuenta lo siguiente:

 Asegurarse que los trabajadores tengan vigencia en el sistema de seguridad social.

 Contar con políticas de prevención de contagio y planes de acción en caso de que el

gobierno emita un comunicado de contingencia sanitaria.

 Considerar pactar con sus trabajadores y/o organizaciones sindicales, dependiendo la

gravedad de la situación, prácticas como “Home Office”, suspensión, reducción de

jornadas laborales, etc.


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 El empleador está legalmente facultado para solicitar a los trabajadores que presenten

síntomas como: fiebre, dolor de cabeza, tos seca, malestar general y, en los casos más

graves, dificultad para respirar, a someterse a los exámenes médicos que se requieran.
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CONCLUSIONES

La micro y pequeña empresa son las más impactadas en las ventas realizadas durante

la crisis ya que estas se reportan bajas o nulas. La mediana y gran empresa es la que ha podido

seguir operando en mayor grado durante la crisis.

Las empresas que siguen operando mencionan que han adoptado medidas de

bioseguridad, han elaborado estrategias de teletrabajo y han logrado colocar su producto a

través de internet con servicio a domicilio.


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BIBLIOGRAFIA

En Honduras, MIPYMES también se ven afectadas por el COVID-19 – LINC (linclocal.org)

10 medidas para empresas para afrontar el coronavirus (COVID-19) (deloitte.com)

Desafíos y soluciones para mejorar el financiamiento a las mipymes durante la pandemia -

Puntos sobre la i (iadb.org)

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