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TEMA 9º NACIONES E IMPERIOS: PROGRESOS Y

PERMANENCIAS DEL ANTIGUO RÉGIMEN.

LA EUROPA DE LOS NACIONALISMOS.

Alemania.-

En el caso del nacionalismo alemán privaron también los elementos de


tipo económico e intelectual.
De los elementos económicos, destacamos las iniciativas burguesas,
encaminadas a conseguir la unión aduanera y una red ferroviaria que uniera
todo el territorio.
En cuanto a los elementos intelectuales, nos encontramos con la
aplicación de la filosofía de la historia, con exponentes como Fitche, Hegel o
Ranke, justificando vínculos desde la Edad Media. Esto es:

NACION ALEMANA=
…unidad intelectual +unidad nacional+unidad histórica

Existen tres tendencias:

-conservadores: partidarios de la unión, pero monárquicos, adaptando


un modelo confederal como el de 1815.
-liberales: partidarios de un emperador o monarca sobre un
Estado federal, pero con poderes restringidos.
-demócratas: un sistema que rompiera los viejos corsettes de la vieja
Alemania y sus principados.

Destacamos tres grandes periodos:

-la Confederación Germánica de 1815.


-el Parlamento de Frankfurt de 1848.
-el proceso de unión bajo la mano de Bismarck (1862- 1870).

La Confederación Germánica (1815)


Las transformaciones durante el imperio napoleónico, van a ser el
punto de partida, en las dimensiones geográficas e ideológicas: conciencia de
unidad territorial y conciencia de derecho y dignidad de los pueblos.
Con el Congreso de Viena en 1815 se vuelve a la configuración de
Estados federales, repartidas en 35 estados:
Austria y Prusia serían los más grandes y pujantes; otros pequeños como
Sajonia o Turingia; de tamaño mediano como Baviera; y las llamadas
ciudades libres como Frankfurt, Hamburgo y Lúbeck.
El Presidente de esta Confederación sería el emperador de Austria,
mientras que el Vicepresidente sería el rey prusiano.
No cabía duda del claro predominio prusiano en este modelo
confederal; será en este periodo cuando se plantean los primeros proyectos de
crear una "economía nacional":comercio e industria alemana para
competitividad externa.
CONSEC.- La abolición en Prusia y otros estados de tarifas
provinciales aduaneras, favorece el desarrollo ferroviario y del comercio
libre, lo que favorece la unidad política.

El Parlamento de Francfort (1848)


Las oleadas revolucionarias y los sucesos acaecidos en Francia, son
aceptados por el rey prusiano Federico Guillermo IV, que promete Asamblea
por Sufragio Universal. Ello conlleva a la formación del Parlamento de
Francfort el 18 de mayo de este mismo año.
En este parlamento, se desarrollarán dos ideas:
-la idea del estado alemán en torno a Prusia, dejando fuera a
Austria.
-se tomará el nacionalismo desde un punto de vista más
estratégico, prescindiendo del modelo liberal occidental.

La Unidad de Bismarck (1862-1870)


De talante antiliberal y agresivo Bismarck, que había desempeñado
algunos bagajes diplomáticos desde 1847, se integra al Parlamento de
Francfort.
En 1862 llega a Presidente del gobierno y Ministro del Exterior de
Prusia, fecha que marcará el principio del final de la unificación de Alemania,
a base de alianzas convenientes y cristalizadas en tres grandes conflictos:

-Guerra de los Ducados, contra Dinamarca.


Aprovechando la excusa de la Sucesión de la corona danesa, los
habitantes de los ducados daneses de Schleswig, Holstein y lavenburg -de
mayoría alemana e incorporados a Dinamarca en 1863-, se declaran
partidarios de crear un nuevo Estado bajo otra soberanía.
Prusia interviene, con la oposición rusa y británica, y la neutralidad
austriaca aunque al final será arrastrada por Prusia a la guerra.
En 1865 y con la Convención de Gastein, se reparten los ducados:
-el puerto de Kiel y Schleswig pasan a Prusia.
-Holstein pasa a Austria.
-Lavenburg a Dinamarca, aunque luego pasaría a Prusia por
indemnización.

-Guerra entre Prusia y Austria.


Bismarck, con su habilidad diplomática, logra romper con los acuerdos
de Gastein y provocar la guerra contra Austria; en esta ocasión, logra el
apoyo de Gran Bretaña y la neutralidad rusa, por desavenencias políticas del
Zar con Austria por la de la Guerra de Crimea. También logra la neutralidad
francesa de Napoleón III en 1866, a cambio de compensaciones a Francia.
Austria cede Venecia a Francia para consolidar su neutralidad. La
Italia de Víctor Manuel II, apoya a Prusia frente al enemigo austriaco.
Así, Prusia e Italia se enfrentan a Austria y los estados alemanes
menores.
Tras Sadowa (julio de 1866), la Paz de Nikolsburg, deja a Austria fuera
de la Confederación.
-Prusia anexiona Hesse, Nassau y Francfort.
-otros territorios se incorporan voluntariamente como Anhalt y
Coburgo.
-sólo quedan fuera Baviera, Baden y Wurttemberg.

-Guerra Franco-prusiana.
La revolución de 1868 en España obliga a la reina Isabel II dejar el
trono, con lo que surgen candidatos de casas europeas. Entre ellos, en 1870
surge la candidatura de Leopoldo Hohenzollern-Sigmaringen de la onda
bismarckiana. Ello provoca la reacción francesa, y el intento de desaprobar
tal candidatura, cosa que logra, aunque en su lugar sitúan al propio padre de
Leopoldo, Carlos. Ante esta insistencia, Francia declara la guerra a Prusia,
con el deseo de separar a Alemania en dos partes.
Tras demostrar la superioridad prusiana, Napoleón III es derrotado en
Sedán en 1870 y la entrada en París. En 1871, la unidad alemana a través del
Imperio, es un hecho.

Italia.-

Dentro de los antecedentes de este proyecto unificador, amén de la


civilización romana, nos encontramos a lo largo de la edad media y moderna,
una serie de castas señoriales en lucha (reino de Nápoles, república de
Venecia..) en la órbita, bien del Papa, bien de los emperadores -dinastías en
lucha como los Valois, Trastámara, Borbones y Hamburgo, que frenaban los
intentos de modernización en el siglo XVIII, junto al freno por oriente del
Imperio Turco.
Durante la Revolución francesa, los estados italianos pasan a ser
república hermanas aliadas de Francia, suprimiendo los vestigios feudales y
se persigue al Clero-. Ya con Napoléon, pasa a ser Reino de Italia, y aunque
no se plantea la unificación, surgen dos tendencias en el seno italiano: una
monárquica y tradicional y otra liberal.

Desde 1815, Italia se dividía en ocho estados:


-el reino del Piamonte-Cerdeña (centro en Turín) bajo la dinastía de los
reyes de Saboya -Carlos Alberto y luego Víctor Manuel II-.
-el Estado Lombardo-venetto (centro en Venecia y Milán) bajo el
Imperio Austro-húngaro.
-los ducados de Toscana, Parma y Módena; independientes, pero bajo
la influencia de Austria.
-Estados pontificios (centro en Roma).
-Reino de las Dos Sicilias (centro en Nápoles) bajo los Borbones.

El proceso de unificación de Italia se verificará en cuatro grandes


fases:
-(1815-1849) época de las revoluciones románticas y liberales.
-(1849-1859) inicios de la formación.
-(1859-1861) Norte de Italia y Nápoles.
-(1861-1870) Venecia y Roma.

-Época de las revoluciones liberales (1815-1849)


En este periodo se van cociendo los inicios teóricos de los distintos
grupos reformistas y liberales. Tres son los proyectos más significativos del
periodo:

-el de Mazzini ,(1831) defensor de una unión bajo un sistema


republicano con centro en Roma.
-el del Gioberti (1843) partidario de una confederación italiana en
torno a los Estados Pontificios y al Papa.
-el de D´Azzeglio (1844) en torno al reino de Saboya.

Será desde el Piamonte-Cerdeña donde surja un movimiento reformista


que, desde 1845, se va extendiendo por toda la península, aunque con la
revolución de 1848, surge confusión por el diferente nivel de los distintos
estados.
Entretanto, Austria, el gran enemigo de la causa italiana, consolida sus
dominios, Francia restablece al Papa Pío IX y Nápoles vuelve al absolutismo
borbónico. En el Piamonte-Cerdeña, Víctor Manuel II pasa a ser nuevo rey.
-Inicios de la formación (1849-1859)
Tras el fracaso de 1848, se generaliza la idea de unidad y desprecio por
el austriaco. Ello se logrará a través de la dinastía de Saboya, una burguesía
moderada de intereses políticos y económicos y un dirigente: Cavour.
El gran protagonista va a ser el reino del Piamonte-Cerdeña: Piamonte
sería el centro político, Saboya centro de una aristocracia católica y
conservadora, Génova aglutinante de una burguesía liberal y republicana, y
Cerdeña, alejada y poco influyente.
Víctor Manuel II, rey de una antigua dinastía italiana, otorga una
constitución liberal desde 1848 y es apoyado pos el ejército más fuerte de
Italia.
Por su parte Cavour, representante de la burguesía moderada desea,
por vía reformista, una unidad en torno al Piamonte y lograr aglutinar otros
movimientos unificadores -caso de Garibaldi o Mazzini-.
-hacer de la cuestión italiana un problema internacional.
conseguir apoyo de Napoleón III frente a Austria, so pena de su
relación con el Papa.
En 1858, Piamonte-Cerdeña y Francia llegan al acuerdo de
Plombiéres, que entraría en guerra contra Austria en el norte de Italia, a
cambio de la Alta Saboya y Niza.

-N. de Italia y Nápoles (1859-1861)


En abril de 1859, entran en guerra Piamonte-cerdeña y Francia contra
Austria. Tras la victorias sólo obtiene Lombardía y no Venecia.

De forma simultánea, surge un movimiento contra Austria en el centro


peninsular -ducados de Parma, Módena y Toscana y la Romaña-, a favor de
unirse al reino del Piamonte-Cerdeña. Tras los correspondientes plebiscitos
populares, son expulsados los soberanos austriacos. Y se integran en marzo
de 1860, mientras el Piamonte cede la Alta Saboya y Niza a Napoleón III.

A mediados de 1860, surge con gran peso las iniciativas del grupo de
Garibaldi y Cavour. Se organiza la famosa expedición de los mil voluntarios -
burgueses y clases medias- hacia Sicilia contra el rey borbón de Nápoles
Francisco II. Se toma la isla y se establece un gobierno en Palermo.
En septiembre de 1860 Garibaldi entra en Nápoles y se controla el
reino de las dos Sicilias.
A su vez, un ejército piamontés -de procedencia básicamente sarda-,
pasa desde el norte por los estados vaticanos, llegando al sur.
CONSEC.- se ejecuta un plebiscito de unión Napoles-Sicilia al
Piamonte. Garibaldi no llega a Roma pero reconoce al rey de Italia Víctor
Manuel II.
En noviembre de 1860, Marcas y Umbría se unen al Piamonte.
En marzo de 1861, se constituye en Turín el primer parlamento, bajo
Víctor Manuel II y con Cavour como presidente.

-Venecia y Roma (1861-1870)


Esta última etapa será de difícil terminación. A la muerte de Cavour y
la inestabilidad política de sus sucesores1, se le suma la unión incompleta y
los intereses de las fuerzas internacionales. Además Garibaldi insiste en
nuevas intentonas con apoyo del gobierno pero sin resultado positivo.
A la espera de una coyuntura internacional favorable, salta en abril de
1866 la guerra entre Prusia y Austria. Inmediatamente, Italia se alía con
Prusia . La Paz de Viena le otorga a Italia Venecia, con lo que sólo queda
Roma.
Pero Pío IX desea mantener su hegemonía y Napoleón III apoya al
Papa por necesidad de contar con el apoyo de los católicos franceses.
En 1870, estalla la guerra Franco-prusiana, que hacen a las tropas de
Napoleón III abandonar Roma. Tras la derrota francesa en el Sedán y la
abdicación de Napoleón III, el gobierno italiano, que se siente apoyado por la
opinión pública, envía un ejército sobre Roma, resistiendo el Papa hasta
septiembre de 1870. Un plebiscito al mes siguiente aprueba la anexión de
Roma a Italia.

LA EUROPA DE LOS IMPERIOS ABSOLUTISTAS.

Desde mediados de siglo, Europa se ve envuelta en las consecuencias


revolucionarias de 1848 y la posterior presión liberal y nacionalista, que se
contrarresta a la resistencia autoritaria, algo que va a ser constante hasta la
"Gran Guerra". Ello alimenta y corrobora la imagen de una Europa dividida
entre dos dinámicas sociopolíticas.
Así, y frente al liberalismo europeo occidental, en la zona central y
oriental se percibe la resistencia de las tradiciones monárquicas absolutistas a
la expansión del liberalismo y nacionalismo teniendo como resultado una
Europa autoritaria, formada por Rusia, Austria y Turquía principalmente. a la
que, en cierta forma, se le uniría el modelo de Estado alemán a partir de 1871.
Una situación que se mantendrá hasta la Primera Guerra Mundial y que
vendrá a suponer la "caída de las águilas".

Austria-Hungría.-
A mediados de siglo era la gran potencia continental y política que, a
raíz del Congreso de Viena, marcaba la pauta del viejo continente. El IAU
había quedado reforzado tras las guerras napoleónicas, y había superado las
difíciles coyunturas de 1830 y 1848, quedando su autoridad monárquica e
imperial Habsburgo más o menos intacta.
A nivel geográfico, el IAU estaba asentado sobre una gran diversidad
de territorios y pueblos:
-países germanos al NO.
-mediterráneos al SO y S.
-eslavos al NE.
-balcánicos al SE.
-el centro el corazón del imperio, los territorios danubianos.

Es cierto que el IAU tenía hostilidades con Rusia (E) y con Turquía
(Balcanes), pero más graves era:
-rivalidad con Prusia dentro de Alemania.
-heterogeneidad de los pueblos que se integraban (diferente idioma,
cultura, creencia) el "problema de las nacionalidades”.

Pueblos y nacionalidades.-
El IAU comprendía a mediados de siglo 33 millones de almas. Una
población diferente que formaban nacionalidades diferentes dentro de una
única estructura imperial. La nacionalidad germana (24% tot.) era la
nacionalidad dirigente; esto es, la población alemana y austriaca,
controladores de los territorio austriacos en torno a Viena y el O; de mayoría
católica y con tradición histórica y monárquica común.
Los magiares (20%) se ubicaban en la zona oriental y central y era una
nacionalidad fuerte y unida, y defensores de una nación húngara
independiente.
Los eslavos (46%) se componían de varios grupos repartidos por
diversos territorios del N y S: (checos, polacos, eslovacos, eslovenos, croatas
y serbios.
Los rumanos (6%) se ubicaban al E, principalmente en la región de
Transilvania.
Finalmente, los italianos (1,5%) en la costa mediterráneo-adriática.

En general, desde mediados de siglo XIX hasta la primera guerra


mundial, los nacionalismos fueron logrando concesiones, que tuvieron como
consecuencia la formación de naciones independientes al caer el Imperio
Austro-húngaro en 1918.

El crecimiento económico.-
Durante la segunda mitad del siglo XIX, Austria se convertirá en una
potencia eco-industrial de relieve, con Viena como gran capital de Europa –
cultural, urbanística y tradicional. Viena se convierte en una especie de
enlace entre oriente y occidente, por historia, cultura, su esplendor económico
y posición central en las comunicaciones ferroviarias.

Socialmente, aparte de la emancipación de los siervos (1848) y la


emigración campo-ciudad y hacia América, en general la población aumenta
por la paz interior, la mejora sanitaria y la alimentación. Existe un alza
demográfica y social a la que se une el desarrollo de la burguesía y de las
clases medias, así como de los grupos obreros industriales y urbanos.

En el plano económico, los países austriacos y occidentales del IAU se


desarrollan industrialmente más rápidos que el resto, mientras que en Hungría
y los territorios orientales se conservan sus características rurales, la
pervivencia de la gran propiedad y de los señores.
Las actividades económicas en general afectan a todos los sectores:
obras públicas en Viena, Praga y Budapest; construcción del ferrocarril, el
desarrollo de la Banca y la industria propiamente, destacando el carbón
(Moravia-Silesia), el Hierro (Estiria), metalurgia y siderurgia, porcelana y
vidrio (Bohemia-Moravia); hacia 1880 la zona occidental y austriaca del IAU
ha alcanzado un gran nivel industrial, frente al freno persistente del imperio
oriental, que se niegan tanto a la revolución industrial como a la revolución
agrícola; cuarto lugar europeo industrial, aunque con excesiva dependencia
de capitales alemanes y franceses, y excesivos contrastes regionales agrícola.

En cuanto a la política la historia final del IAU, estuvo reinada por un


solo emperador Francisco José I entre 1848 y 1916, caracterizado por una
estructura autoritaria junto a ciertas medidas liberales y parlamentarias. Un
reinado apoyado la monarquía, ejército, administración e Iglesia católica, y
que aceptará la monarquía dual (1867), como solución al problema de las
nacionalidades, como evolución del Diploma de 1860 (restablecimiento de
las Dietas provinciales frente al centralismo germano, y la Patente de 1861
(vuelta al centralismo, pero en forma de parlamento federal bicameral
formado por dos cámaras).

El Imperio ruso.-
Rusia evolucionará de una monarquía absolutista y aristocrática plena,
de la segunda mitad del siglo XIX, hacia el hundimiento tras la 1ª guerra
mundial y la revolución socialista; una socioeconomía con cierto progreso
desde fines del XIX, frente a estructuras rígidas, la presión demográfica y
social (masa rural numerosísima, y aristocracia oligárquica sin clases medias)
burguesas. En lo ideológico, anotar las tendencias occidentalizantes y la
corriente eslavófila y tradicional, junto a una monarquía despótica, una
administración y ejército inadecuados y una Iglesia ignorante; su derrumbe
no fue pues algo inesperado.

La realidad imperial.-
Hasta mediados de siglo, el IR cubría 20 millones de Kms. cuadrados,
y más de 70 millones de almas a fines del XIX. Territorios a lo largo Europa
Central, Asia septentrional hasta el Pacífico, y el Ártico hasta el Caúcaso y
Asia Central. Un imperio pluriterritorial y plurinacional:

-países rusos: Rusia, Ucrania y la Rusia blanca.


-territorios bálticos y centrales: Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia
y Polonia.
-territorios del sur: disputados a Turquía, es decir, la zona del Mar
Negro desde Besarabia y Crimea al Caúcaso.
-Asia septentrional: Siberia, colonizada desde el XVI.

Sobre estos pueblos convivían eslavos y ortodoxos eran la gran


mayoría; en concreto se dividían en rusos blancos y rusos ucranianos,
asentados en la Rusia europea y colonizadores de Siberia, que sumaban más
de la mitad de los habitantes del Imperio. El resto -aproximadamente un
tercio- eran pueblos no eslavos no-ortodoxos como los polacos que provenían
del aquel reparto de Polonia del siglo XVIII, los católicos finlandeses, los
protestantes, turcos y musulmanes en las regiones del sur, así como diversos
pueblos asiáticos con sus correspondientes razas y religiones -iranios,
mongoles, caucasianos, musulmanes, budistas- y también las minorías
germanas y judías.
Durante el XIX, continua la expansión y el engrandecimiento del
Imperio con nuevos territorios: hacia Europa en el frente occidental por el
Báltico; hacia el Mar Negro y Caspio por el Cáucaso; hacia el Asia Central y
el Turquestán; finalmente hacia el norte de Asia y Siberia en dirección hacia
el extremo oriente y el pacífico, teniendo como referencia la construcción del
Transiberiano (1892-1904).

Los fundamentos económicos y sociales-


El retraso industrial es uno de los temas típicos de la economía rusa,
junto a un insuficiente mercado nacional y una sociedad arcaica. La ausencia
de empresas privadas, una malla social prácticamente feudal, con una
oligarquía y una masa rural y servil, dependiente y analfabeta.
En cuanto a la evolución económica es muy lenta, señalando la
metalurgia del Ural y San Petersburgo y el textil de Moscú y zona del Volga.
A partir de 1860 se verifica la expansión económica hasta la "Gran Guerra":
expansión demográfica, el avance industrial, desarrollo de transportes,
mercado nacional, la acción del Estado y el capital extranjero. En 1861 se
produce la emancipación de los siervos y una reforma agraria que no produce
grandes cambios.
Socialmente, junto al zar y la corte imperial, el grupo privilegiado lo
compone la Nobleza que controla ejército, diplomacia y funcionariado.
También la Iglesia elitista, iletrada y fanática gozaba de privilegios La
burguesía era poco numerosa sin tierras y poca influencia social. Y
finalmente la masa popular de campesinos y siervos.
Pero la sociedad rusa es vital en la cultura. Se forma una
"intelligentsia" en las letras y el arte para engrandecer Rusia.

La evolución política-
Durante el siglo XIX, el Estado ruso se centra en la monarquía
imperial de poder autocrático y su origen divino, siendo el Zar un mediador
entre Dios y el pueblo; la oposición se castiga con la represión. Con
Alejandro II, amén de la liberalización de siervos de 1861, se establecen
asambleas locales y provinciales o "Zemstvos", la reforma judicial de 1864,
las de la enseñanza, la creación de un Banco estatal, impuestos, etc. Aunque
las medidas anteriores fueron derogadas con Alejandro III y por su hijo
Nicolás II. Pero este último vivió una serie de problemas más graves en lo
social con la oposición de campesinos, liberales y revolucionarios y un
fracaso en la guerra con Japón, que precipitó la caída del régimen en 1917.

El Imperio turco.-
Aunque no es un Imperio exclusivamente europeo, su extensión por la
zona oriental balcánica y con soberanía de los pueblos europeos aspirantes a
formar naciones, lo sitúa en primera línea de fuego en la política
internacional.
Conserva sus viejas estructuras absolutistas, entrando en una fase de
decadencia interior; y en el conflicto de los Balcanes; será marco de una
revolución política interna, y la formación de una república moderna.

Las bases del conflicto balcánico-


La "Cuestión de Oriente opera sobre tres fuerzas: A) la soberanía turca,
debilitada; B) los pueblos balcánicos que aspiran a su independencia, y C) las
potencias europeas interventoras.

A) El control turco está en manos del Sultán, en decadencia con


instituciones y sociedad anticuadas, un ejército débil y administración
corrompida. Frente a ello; los "nuevos turcos" defienden la modernización y
europeización del país.
B) En el Imperio se entremezcla una gran diversidad de razas y
pueblos distribuidos por las distintas provincias, y que se expresan en
movimientos nacionalistas independientes. En Europa se encuentran
principalmente servios, croatas, griegos, húngaros, rumanos y búlgaros.
C) La intervención de las potencias europeas se debe al debilitamiento
de Turquía y al carácter estratégico de la región que da al mar: Austria, Rusia
,Inglaterra y Francia

A partir de estos elementos se desarrollará la "Cuestión de Oriente" y


que tendrá las siguientes etapas:

1.-de la independencia de Grecia (1820), se vincula a las oleadas


revolucionarias de 1820-1830. Este movimiento va a ejercer un fuerte
mecanismo de influencia y modelo entre los demás países.

2.-la fase intermedia hasta Crimea (1830-1856) caracterizada por la


llamada "crisis de oriente" que desencadenará en la Guerra de Crimen en los
años cincuenta, y que básicamente responde a un equilibrio de las potencias
europeas, que se refleja la relatividad neutralidad por el Mar Negro.

3.- Tras 1856 la situación política en los Balcanes se radicaliza, con un


especial auge de los nacionalismos –Rumania, Bulgaria, Serbia y
Montenegro, Bosnia Herzegovina, la insistencia del conflicto rusoturco y la
intervención de las potencias extranjeras.
Tras una serie de contrapartidas, en 1878 el Congreso de Berlín
reconoce la autonomía de Bulgaria aunque dependiente del sultán turco, pero
Rumelia queda para Turquía; Montenegro y Servia son independientes, al
igual que Rumania; Austria administraría Bosnia-Herzegovina, Grecia toma
Tesalia, Chipre depende de Inglaterra y Turquía toma Albania y Macedonia.
La situación se mantendría prácticamente hasta la "Gran Guerra"

LA EUROPA LIBERAL

Gran Bretaña.-

Prosperidad económica.-
A mediados del siglo XIX, Inglaterra era la primera potencia
económica y naval del mundo. Inglaterra había adaptado a la práctica sus
doctrinas filosóficas librecambistas Inglaterra se convierte en poseedora
de densas redes ferroviarias y en el 75% del total de tonelaje mundial de la
flota mercante.
la vida política.-
Con la subida al poder de la Reina Victoria, los dos partidos que
habían caracterizado el sistema parlamentario inglés -Tory y Whigh- pasaron
a llamarse conservador -acaudillados por Peel- y liberal -dirigidos por
Palmerston-.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, los distintos líderes de ambas
formaciones, iniciaron un periodo de profundas reformas e impulsarán a
Inglaterra hacia la democracia plena:

-.Disraelí; convence a su partido para volcarse al librecambismo, a la


potenciación del Imperio, y al acercamiento hacia los sectores urbanos.

-Gladstone; aportará espíritu reformista a la economía.

A mediados del siglo XIX, pervivían aún las estructuras del siglo
anterior. Los Lores, presentes en los ministerios, influían en la Cámara de
Comunes, y estos últimos, carecían de inmunidad parlamentaria. Y además,
se estaba aún lejos del sufragio universal.
En 1867, Disraelí inicia algunas reformas en el fuero interno de su
partido. Al año siguiente, los liberales ganan las elecciones y acometen
algunas reformas: sindicatos, y ley de enseñanza libre y gratuita.
En 1874 retorna al poder Disraelí, e impulsa la expansión mundial y el
peso del país en Europa. También se efectúa una legislación laboral que
reglamentará el trabajo de mujeres y niños, así como el fortalecimiento de los
poderes municipales.

El problema electoral.-
A inicios del siglo XIX, los Lores -grandes propietarios y Alto Clero-,
ostentaban la mayoría en la Cámara de Comunes con lo que la representación
social estaba desproporcionada. Además las circunscripciones electorales
estaban anacrónicas, pues muchos burgos o distritos tenían pocos habitantes
en relación a los diputados electos. En cambio otros núcleos importantes
como Manchester o Birmingan, con un crecimiento por la Revolución
Industrial, no eran considerados como distritos. Era precisa una reforma.

En 1832, el Whig Lord Grey hace una reforma moderada, (de 400 a
800.000 electores). Se exigían rentas y se ejecutó una nueva reestructuración
de distritos.
En 1867 la reforma de Disraelí, apoyada incluso por los liberales,
amplió el derecho a voto a ciudadanos con posesión de casa o alquiler y a los
obreros cualificados. Se redistribuyeron los distritos en función de darles más
juego a las ciudades industriales,
La sociedad victoriana.-
Los mismos elementos que hicieron de Inglaterra una potencia
mundial, generaron también un rol y un modelo social puritano. aspectos
como el desarrollo demográfico generaron un gran crecimiento poblacional, a
pesar de las migraciones coloniales del último tercio del siglo XIX. Londres
con 4 millones de habitantes, pasaba a ser la urbe mayor del mundo.

La aristocracia desarrolló en este periodo un papel predominante no


fue una casta social cerrada, sino abierta hacia la burguesía comercial, con lo
que su integración fue efectiva a todos los niveles: vida social, estudios,
matrimonios, negocios, propiedad, etc.
De las clases medias, decir que fue muy numerosa. Vivían en ciudades
al amparo de un amplio sector servicios, y en una amplia cobertura de
profesiones liberales, junto a todo un ejército de comerciantes y funcionarios.
De las clases bajas, distinguir entre los obreros especializados, y el
proletariado, abundante y de vida mísera y agobiante, aunque a mediados del
siglo XIX el fenómeno del pauperismo decrece algo.

Como aspecto ideológico-mental, se prolifera el concepto de orgullo


nacional., la sensación de pertenecer a un pueblo privilegiado predominará
por encima de tales matices.

Francia.-

El II Imperio.-
Una vez instaurado el sistema republicano en Francia y tras las
elecciones de abril -con triunfo de los republicanos moderados y fracaso de
radicales y socialistas-, la política llevada a cabo toma una tendencia hacia
posturas más conservadoras. Esta reacción es respondida por los sectores
menos interesados en tal tendencia; esto es, a la insurrección obrera que se
sucede en junio, se disuelven los talleres nacionales y además, se frena la
opinión y la prensa y otras medidas llevadas a cabo por el ministro Cavignac,
que gobernó en práctica dictadura.
A pesar de ello, serán dos acontecimientos los que marquen el paso al
sistema conservador:

-subida al poder del llamado Partido del Orden, defensor de la


propiedad, el orden, la religión, y opuesto al derecho de asociación.

-elección de presidente de la República al sobrino de Napoleón


Bonaparte Luis, gracias al apoyo de los sectores monárquicos y republicanos
moderados, que lo veían como un dirigente mediocre y manejable.
La llegada de Luis Napoleón favorece el apartamiento de los ideales de
la revolución francesa, pues ya desde 1850 se van suprimiendo
paulatinamente todos los derechos y conquistas logrados. En esta dinámica,
Luis Napoleón, en oposición a la Asamblea Legislativa, se proclama por
segunda vez presidente de la República en diciembre de 1851 y emperador al
año siguiente.

Balance político del Segundo Imperio francés.-

De entrada nos encontramos con un Estado, concentrando en el


emperador atribuciones imperiales, diplomáticas, de nombramientos, de
hacer leyes, de estado de sitio y de enmiendas a la Constitución. Los
ministerios pasaban a ser organismos puramente de propuesta, siendo Luis
Napoleón el que decía la última palabra.
También existían el llamado Consejo de Estado, órgano intermedio
entre el parlamento y el emperador, y encargado de redactar las leyes; el
Senado, con miembros de la Nobleza y el Clero, y nombrados por el
Emperador, y la cámara baja o Congreso, elegida pos Sufragio Universal,
pero de menor importancia y decisión que las otras, con los que nos
encontrábamos con un sistema de soberanía popular algo ficticio.

En otro orden de cosas, el sistema se afianzaba en tres fuerzas que


aseguraban el orden institucional:
-el ejército; que había posibilitado el golpe de Estado. En general,
Napoleón III dispuso siempre de un ejército mediocre, mal preparado y
exento de estrategas y mandos de prestigio.
-la burguesía; en todos sus niveles se valoró positivamente este
régimen -desde los altos banqueros hasta los más pequeños comerciantes- lo
que favoreció globalmente la actividad y el negocio.
-la iglesia; muy favorable al régimen en tanto la apoyó, y muy amplio
en su censo, sus presupuestos públicos y controlando amplias parcelas en la
enseñanza primaria y secundaria.

Política exterior.-

Paradójicamente la intervención y gestión conservadora en el interior


del suelo francés, vendría contrastada con la política de intentar ganar
"puntos" a los ojos internacionales, lo que a la postre le supuso su propio
desgaste. En general, el Estado de Napoleón III actúa como potencia de
apoyo al nacionalismo hasta 1860 (Sebastopol, Magenta o Solferino).
A nivel colonial, es el periodo de las conquistas por África occidental y
por extremo oriente -China y Sudeste-, al igual que la construcción del Canal
de Suez -Lesseps
Lo cierto es que, a raíz de ese afán de protagonismo y promoción,
acaba por enemistarse con casi todas las potencias del momento, y será el
detonante de su pérdida imperial, cuando Bismarck entre en funcionamiento.
En 1870, era derrotado por el ejército prusiano y puesto en cautiverio.
Los intentos de las autoridades legales, el cuerpo legislativo y la emperatriz
por lograr un nuevo gobierno, fueron al traste con la invasión de la asamblea
por una muchedumbre dirigida por los republicanos Gambetta y Favre; se
proclamaba la república y se precipitaba la caída del Imperio.

La prosperidad material.-

Sin embargo no todo fue tan negativo, pues su saneada situación


económica le servirá posteriormente para una rápida recuperación tras el
descalabro sufrido frente a Prusia.
Francia iba a participar en un movimiento de expansión y de
equipamiento. para la industria y las actividades generales una subida
demográfica y un mayor crecimiento de los núcleos urbanos. La época de los
grandes banqueros como Pereire o Rostchild, y el desarrollo de los sectores
algodonero y sedero.
A nivel urbano, será también el periodo del engrandecimiento y
transformación de París: grandes paseos, Campos Eliseos , el Sena. Todo ello
favoreciendo las obras públicas.

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