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Tema 5. Ideología
Tema 5. Ideología
CORRIENTES CULTURALES
Desde inicios del siglo XVII, los cambios que se fermentaron a fines
del siglo anterior, irrumpieron en todos los órdenes de las sociedades
europeas occidentales.
Estas ideas del llamado “siglo de las luces”, constituyeron una doctrina
universalista, elaborada por una burguesía en ascenso. Ello, de la mano de
todo el conjunto de progresos y avances en la economía, la técnica y la
ciencia. Serán los temas, por lo tanto, que interesen a estas minorías cultas,
que utilizarán los medios clásicos de propagación; las academias, las
sociedades, los laboratorios científicos y los institutos.
-.doctrinas sociopolíticas.
-.doctrinas económicas.
Montesquieu (1689-1755)
Hace una crítica política y anima a la revolución intelectual en Francia,
trazando las grandes líneas del liberalismo europeo en su obra El Espíritu
de las Leyes (1748).
Es el teórico de la separación de poderes y representante de un liberalismo
aristocrático.
Elabora la famosa teoría de los gobiernos dividiéndolos en tres:
República –aristocrátia o democrática-, monarquía y despotismo.
En el espectro sociopolítico distingue tres fuerzas:
Pueblo, nobleza y monarca, que han de complementarse.
Voltaire (1694-1778)
Representa la crítica político-histórica y el utilitarismo político.
Basado en la constitución inglesa, fundamentará la libertad con un fuerte
sentido de la autoridad.
Partidario de una organización liberal de la sociedad, es contrario a las
instituciones que limitan las libertades civiles y políticas.
Para ello es preciso reformar los sistemas administrativos y civiles, y en el
fondo la misma sociedad y el propio Estado.
Su filosofía es burguesa y jerárquica.
Rousseau (1712-1778)
Crítico abierto y radical del absolutismo.
Plantea nuevas bases de la sociedad liberal y su gobierno democrático
Distingue como nadie al soberano del gobierno.
El pueblo se constituye en sociedad por libre deseo y pacto, y es el
auténtico soberano que sólo persigue el interés general a través de una sola
voluntad, a través de la ley.
La obediencia de las leyes servirá para mantener la libertad y la igualdad.
Soberanía se confundiría con la voluntad general.
Divide tipos de gobierno:
Democracia: gobierno encomendado al pueblo o a su mayor parte.
Aristocracia: cuando es un número pequeño.
Monarquía: cuando es un único magistrado.
La legitimidad del poder se produce cuando hay distinción entre soberano y
gobierno, y el Estado asegura el poder del pueblo a través de su legislativo.
El gobierno tiene peligros como la anarquía o la tiranía.
El Mercantilismo.-
Identificado con el modelo político absolutista, tuvo también algunos
aspectos que lo aproximaron a las corrientes económicas liberales
posteriores.
-.Poner la vida económica al servicio del interés del poder del Estado, tanto
interior como exteriormente; el poder era un fin en sí, y la economía debe
ponerse a su servicio.
-.En este sentido, es lícito el debilitamiento económico de otros países, para
fortalecer el propio (visión estática y metalista de la riqueza).
-.El mercantilismo defendía la omnipotencia del Estado, aunque sin un
concepto de intervencionismo económico del mismo; más bien
favoreciendo la acción de intermediarios –empresas, compañías,
delegaciones.
-.Los intereses individuales económicos deben de ponerse al servicio del
interés general, y por lo tanto, del Estado.
-.en esta dinámica, defenderá el crecimiento de la población, y la lucha
contra la ociosidad y el celibato; se trataba de que toda la sociedad
contribuya al desarrollo del Estado mediante el trabajo.
La Fisiocracia.-
Esta teoría hay que entenderla en la ilustración del XVIII, en la idea del
retorno romántico a la naturaleza, y de su esencialidad, y en la Francia
agraria del Antiguo Régimen.
Quesnay, era un granjero que utilizó su profesión para aplicarlo a estas
teorías, y como cirujano y médico, aplicó conceptos fisiológicos..
La Nación era como una gran granja que producía y había que organizarla
racionalmente.
El liberalismo económico.
Fue uno de los aspectos más importantes de la doctrina liberal, que llegó a
brillar casi con luz propia en la palestra de las tendencias del tronco común
liberal.
Sus precedentes se remontan al teórico Adam Smith y la propia fisiocracia
francesa, ambos del XVIII: la base teórica es el carácter de la economía
como un suceso que se rige por leyes naturales, donde impera su libertad de
iniciativas
El liberalismo político.
Es una de las corrientes típicas del siglo XIX, basada en el poder de la
razón humana, queriendo resolver los problemas políticos y sociales de una
manera lógica, de acuerdo a principios abstractos y conforme a los
derechos del ciudadano.
Como producto de la Ilustración y de la revolución francesa, se convierte
en la bandera de la Burguesía, que se opone a la monarquía absoluto
primero, y a la democracia jacobina y obrerista, después.
Sus primeros pasos se contemplan como oposición a los privilegios del
Antiguo Régimen, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano de 1789 y en la Constitución Francesa de 1791. Frente a los
principios absolutistas de la autoridad y la jerarquía, levantó las ideas de
libertad e igualdad.
Aunque luego evolucionó hacia teorías democráticas, en su origen el
liberalismo no lo es. Es la ideología típica de la burguesía industrial y
mercantil de la Europa recién industrializada, y que va a temer a las masas
desde los compases del Terror jacobino entre 1793 y 1794.
Para cubrirse las espaldas de legalidad sobre lo conquistado, la burguesía
liberal defenderá la monarquía constitucional de tipo censitario.
Una doctrina que se aplicará a los más variados campos humanos –
económico, social, religioso…
Los liberales defendieron sobre todo los valores y derechos
individuales: libertad de expresión, de prensa, de reunión y de asociación,
es decir, derechos políticos. Era preciso limitar la autoridad del soberano y
del Estado. Para ello, era útil la Constitución, como garante del respeto de
aquellos derechos.
Otro elemento fundamental desde el principio para el liberalismo, fue
el de la participación de la Burguesía en la administración del Estado y en
la redacción de las leyes específicas. Este papel, pensaban, estaba en
consonancia con el que desempeñaban desde el punto de vista económico
en la sociedad.
Por eso en todos los movimientos liberales europeos de 1830 y 1848 el
poder político lo reclaman y centran en su obtención del triunfo de sus
luchas; son reivindicaciones constitucionales pero no democráticas: la
Burguesía tiene miedo del obrero al que quiere limitar.