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Patologías de la madera

La madera es un material orgánico y natural constituido principalmente por celulosa y


lignina. Por tanto, es un material que tiende a la degradación si es sometida a ciertas
condiciones de humedad, temperatura y oxígeno. No obstante, la durabilidad de la madera
depende principalmente de la especie y parte del árbol de la que haya sido extraída.

La madera se ve principalmente afectada por el ataque de agentes bióticos (organismos


biológicos destructores como los hongos y los insectos xilófagos) y agentes abióticos
(elementos inertes relativos al ambiente). Si no se detectan oportunamente, pueden destruir
sus células y afectar sus propiedades físicas y químicas y alterar así su resistencia
estructural. Sin embargo, existen tratamientos para evitar estos ataques como la
impregnación de sustancias preservantes, sales o secado al horno, entre otros.

AGENTES BIÓTICOS:

Hongos xilófagos: dependiendo del tipo de hongo se pueden presentar diferentes tipos de
pudrición. Algunas de éstas son:

- Pudrición suave o blanda: es superficial, destruye la celulosa degradando la madera


hasta adquirir una consistencia grasosa y/o gelatinosa.
- Pudrición blanca: se destruyen todos los componentes de la madera (lignina y
carbohidratos) y el material residual asemeja un “esqueleto” de madera de color
blanquecino.
- Pudrición parda: se descompone la celulosa y sus pentosas asociadas sin afectar
casi la lignina. La parte afectada se contrae agrietándose perpendicularmente a las
fibras mostrando conformaciones cúbicas.

Mohos y hongos cromógenos: se alimentan de las sustancias que contienen en su


interior la madera.
- Moho: requiere mucha humedad y suele presentarse como formaciones
algodonosas en la superficie. No obstante, en la madera seca se eliminan fácilmente
mediante el cepillado.
- Hongo cromógeno: penetra en la madera oscureciéndola por zonas como en el caso
llamado “mancha azul”.

Insectos: se suelen clasificar en los que la atacan antes y después de su puesta en


servicio. Estos últimos son de tres tipos:
- Termites subterráneos y de madera seca, y los de nido aéreo: se alimentan de la
madera y la usan como vivienda, perforando túneles que la debilitan.
- Coleópteros o escarabajos tipo lyctus o bostrichidos: depositan sus huevos en los
poros de la madera y cuando nacen sus larvas, éstas perforan túneles en el interior.
- Hormigas carpinteras o comejenes: no se alimentan de la madera pero la perforan
para ubicar sus colonias dentro de ella.
Vegetales: se puede dar la aparición de líquenes y musgo en la superficie, los cuales se
deben a la presencia de humedad y que paralelamente facilitan la aparición de más
patologías ya mencionadas.

También es posible mencionar otras dos categorías que aunque son menos usuales, de
igual forma puede afectar la madera.

Otros animales: aves, moluscos (xilófagos marinos), roedores.

Microorganismos: algas, bacterias.

AGENTES ABIÓTICOS

Agentes climáticos:
- Aire: puede oxidar el carbono de la madera, envejeciéndola y tornándola de un color
oscuro.
- Sol: su exposición hace que desaparezca su color natural y que adquiera un color
grisáceo además que su textura se vuelve rugosa. Por otro lado, los rayos UV
pueden destruir la lignina de la madera provocando pérdida de masa.
- Humedad: la exposición al agua puede hinchar la madera, lo que hace que pierda
sus propiedades. Afortunadamente, en muchos casos puede ser un efecto reversible
porque no implica un cambio químico. Sin embargo es una condición que favorece la
aparición de hongos e insectos xilófagos, los cuales aparecen cuando se dan
contenidos de humedad superiores al 18%. Cabe mencionar que la madera
sumergida permanentemente se puede conservar bien, especialmente en agua
dulce. Es la madera que cambia de condiciones (dentro y fuera del agua) la que se
ve muy afectada.
- Sol y humedad: combinados producen un fenómeno llamado “meteorizado” que es
una degradación de la superficie.
- Fuego: la madera es un material combustible y más si posee aceite, resinas y
grasas. Al contacto con el fuego, la madera queda con quemaduras y puede llegar a
carbonizarse por completo.

Ataques químicos: si descomponen las sustancias constitutivas de la madera, será un


daño de carácter permanente, por ejemplo cuando se hidroliza la celulosa o se disuelve la
lignina. En general se puede afirmar que los ácidos oxidantes degradan más la madera que
los no oxidantes y que las soluciones alcalinas son más destructivas que las ácidas.

Bibliografía:
PADT-REFORT (1984). Manual de diseño para maderas del grupo andino. Lima: Junta del
acuerdo de Cartagena
https://oa.upm.es/53437/1/L032009TCXIMadera.pdf
https://www.rtarquitectura.com/patologias-de-la-madera-hongos/
https://isostatika.com/blog/patologias-madera-agentes-abioticos-bioticos/
https://www.construmatica.com/construpedia/Patolog%C3%ADa_de_la_Madera

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