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Como Convertirse en Un Gigante de La Fe

El Ejemplo de Moisés

”Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara;
nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a
Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, y en el gran poder y en los hechos grandiosos y
terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.” Deuteronomio 34:10-12

1. Escogió reconocer su elección por Dios para cosas grandes


El primer episodio de su vida es un verdadero milagro
Rescatado y Salvado de las aguas
Su vida es un testimonio del amor de Dios Hebreos 11:23

2. Escogió aceptar y preferir su linaje


La casta y estirpe de un Hijo de Dios
Pudo ser un egipcio prominente, Rehusó ser un “hijo de faraón.”
No negó ni renunció a su ancestro. Hebreos 11:24

3. Escogió ser del PUEBLO de Dios


Eligió el TRATO de Dios para ser libre del MALTRATO de los hombres
Aprender a vivir de RODILLAS ante Dios para estar de pie ante la vida Hebreos 11:25

4. Escogió el ORO DE DIOS y no el TESORO Egipcio


No puso su mirada en los tesoros de la tierra sino en los de los cielos
El tenía su mirada puesta en el GALARDON (la recompensa eterna)
Solo pidió la presencia de Dios, su bendición y su gloria. Hebreos 11:26

5. Escogió dejar EGIPTO No temió la Ira del rey


Se sostuvo como viendo al Invisible
Salir de Egipto y Sacar al pueblo de Egipto Hebreos 11:27

6. Escogió las costumbres del CIELO no las de la tierra


Fue instruido acerca de las FIESTAS SOLEMNES
Permaneció en el MONTE Hebreos 11:28

7. Escogió enlistarse en la VIDA DE FE


Se matriculó en la escuela de la verdadera fe y obediencia
Su vida estuvo caracterizada por los MILAGROS, MARAVILLAS Y PRODIGIOS. Hebreos 11:29

Solo un GIGANTE en la fe vence a un Faraón, al Desierto, a las penalidades de 40 años, a un


Pueblo desobediente, a líderes rebeldes. Solo un GIGANTE en la fe cumple su MISION.
Hoy quiero hacer tres cosas antes de iniciar el mensaje:

--Quiero Agradecerles:
A los que han sido fieles al Señor durante este tiempo de pandemia
A los que han sido fieles en seguir leyendo su biblia y siguen orando
A los que han sido fieles con sus diezmos y ofrendas al Señor
A los que el domingo pasado se acordaron de mi cumpleaños

--Quiero Avisarles:
La iglesia sigue adelante teniendo servicios al aire libre y en internet
La semana pasada reiniciamos nuestro ministerio para los jóvenes
Estamos estudiando El diseño de Dios para los hombres cada lunes
Todos los días tenemos un audio devocional llamado “Reflexiones”
El 20 de septiembre tendremos bautismos de nuevos creyentes

--Quiero Animarles:
Vienen días mejores con el favor y la bendición de Dios, no se desanime
Repase los mensajes de esta serie “Venciendo Gigantes” y fortalezca su fe
Dios bendice a los que se acercan a Él con fe y confianza en sus promesas
Atrévase a creerle a Dios por un milagro en su vida, en su familia y trabajo

Tenemos que convertirnos en conquistadores de gigantes por medio de la fe


Los gigantes en nuestra vida nos quitan la paz, nos atemorizan, se adueñan de nuestra felicidad.
Si me enfoco en los gigantes voy a tropezar, si me enfoco en Dios caen los gigantes. Nuestros
gigantes no llevan espada ni escudo, pero vienen en diferentes formas. Tu gigante quizás es un
abuso sufrido en la niñez, tu gigante quizás es la depresión o algún otro problema que enfrentas.
Los gigantes están en todas partes, en la escuela, en el hogar, en el trabajo.
No importa el tamaño de tu enemigo ni su nombre. Si somos capaces de creerle a Dios y no
renunciar el triunfo será nuestro en el nombre del Señor. Puede ser que algún negativo te diga:
«¿Hasta cuándo seguirás insistiendo?». Dile: «Hasta que se cumpla la promesa de Dios en mi».
Es tiempo de reconocer que la carrera de la vida no es una carrera de velocidad, es una carrera de
resistencia; tenemos que determinar que mientras corro llevaré la antorcha encendida de la fe,
porque no hay nada más triste que terminar la carrera de la vida sin el fuego del Señor.
Hebreos Capítulo 11 (NTV)
Grandes ejemplos de fe
1
La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de
las cosas que no podemos ver. 2 Por su fe, la gente de antaño gozó de una buena reputación.
3
Por la fe entendemos que todo el universo fue formado por orden de Dios, de modo que lo que
ahora vemos no vino de cosas visibles.
4
Fue por la fe que Abel presentó a Dios una ofrenda más aceptable que la que presentó Caín. La
ofrenda de Abel demostró que era un hombre justo, y Dios aprobó sus ofrendas. Aunque Abel murió
hace mucho tiempo, todavía nos habla por su ejemplo de fe.
5
Fue por la fe que Enoc ascendió al cielo sin morir, «desapareció porque Dios se lo llevó»; porque
antes de ser llevado, lo conocían como una persona que agradaba a Dios. 6 De hecho, sin fe es
imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él
recompensa a los que lo buscan con sinceridad.
7
Fue por la fe que Noé construyó un barco grande para salvar a su familia del diluvio en obediencia a
Dios, quien le advirtió de cosas que nunca antes habían sucedido. Por su fe, Noé condenó al resto
del mundo y recibió la justicia que viene por la fe.
8
Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra
que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba. 9 Incluso cuando llegó a la tierra que Dios
le había prometido, vivió allí por fe, pues era como un extranjero que vive en carpas. Lo mismo
hicieron Isaac y Jacob, quienes heredaron la misma promesa. 10 Abraham esperaba con confianza
una ciudad de cimientos eternos, una ciudad diseñada y construida por Dios.
11
Fue por la fe que hasta Sara pudo tener un hijo, a pesar de ser estéril y demasiado anciana. Ella
creyó que Dios cumpliría su promesa. 12 Así que una nación entera provino de este solo hombre,
quien estaba casi muerto en cuanto a tener hijos; una nación con tantos habitantes que, como las
estrellas de los cielos y la arena de la orilla del mar, es imposible contar.
13
Todas estas personas murieron aún creyendo lo que Dios les había prometido. Y aunque no
recibieron lo prometido lo vieron desde lejos y lo aceptaron con gusto. Coincidieron en que eran
extranjeros y nómadas aquí en este mundo. 14 Es obvio que quienes se expresan así esperan tener
su propio país. 15 Si hubieran añorado el país del que salieron, bien podrían haber regresado. 16 Sin
embargo, buscaban un lugar mejor, una patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser
llamado el Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.
17
Fue por la fe que Abraham ofreció a Isaac en sacrificio cuando Dios lo puso a prueba. Abraham,
quien había recibido las promesas de Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, Isaac, 18 aun
cuando Dios le había dicho: «Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes». 19
Abraham llegó a la conclusión de que si Isaac moría, Dios tenía el poder para volverlo a la vida; y en
cierto sentido, Abraham recibió de vuelta a su hijo de entre los muertos.
20
Fue por la fe que Isaac prometió a sus hijos, Jacob y Esaú, bendiciones para el futuro.
21
Fue por la fe que Jacob, cuando ya era anciano y estaba por morir, bendijo a cada uno de los hijos
de José y se inclinó para adorar, apoyado en su vara.
22
Fue por la fe que José, cuando iba a morir, declaró con confianza que el pueblo de Israel saldría de
Egipto. Incluso les mandó que se llevaran sus huesos cuando ellos salieran.
23
Fue por la fe que cuando nació Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses. Vieron que
Dios les había dado un hijo fuera de lo común y no tuvieron temor de desobedecer la orden del rey.
24
Fue por la fe que Moisés, cuando ya fue adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón.
25
Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado.
26
Consideró que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues tenía la
mirada puesta en la gran recompensa que recibiría.
27
Fue por la fe que Moisés salió de la tierra de Egipto sin temer el enojo del rey. Siguió firme en su
camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible.
28
Fue por la fe que Moisés ordenó que el pueblo de Israel celebrara la Pascua y rociara con sangre
los marcos de las puertas para que el ángel de la muerte no matara a ninguno de sus primeros hijos
varones.
29
Fue por la fe que el pueblo de Israel atravesó el mar Rojo como si estuviera pisando tierra seca,
pero cuando los egipcios intentaron seguirlos, murieron todos ahogados.
30
Fue por la fe que el pueblo de Israel marchó alrededor de Jericó durante siete días, y las murallas
se derrumbaron.
31
Fue por la fe que Rahab, la prostituta, no fue destruida junto con los habitantes de su ciudad que
se negaron a obedecer a Dios. Pues ella había recibido en paz a los espías.
32
¿Cuánto más les tengo que decir? Se necesitaría demasiado tiempo para contarles acerca de la
fe de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y todos los profetas.
33
Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les
había prometido. Cerraron bocas de leones, 3
4
apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en
fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros.
35
Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus seres queridos que habían muerto.
Sin embargo, otros fueron torturados, porque rechazaron negar a Dios a cambio de la libertad. Ellos
pusieron su esperanza en una vida mejor que viene después de la resurrección.
36
Algunos fueron ridiculizados y sus espaldas fueron laceradas con látigos; otros fueron
encadenados en prisiones.
37
Algunos murieron apedreados, a otros los cortaron por la mitad con una sierra y a otros los
mataron a espada. Algunos anduvieron vestidos con pieles de ovejas y cabras, desposeídos y
oprimidos y maltratados.
38
Este mundo no era digno de ellos. Vagaron por desiertos y montañas, se escondieron en cuevas
y hoyos de la tierra.
39
Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió
todo lo que Dios le había prometido. 40 Pues Dios tenía preparado algo mejor para nosotros, de
modo que ellos no llegaran a la perfección sin nosotros.
Derriba a tus gigantes

1 Samuel 17:16
“El filisteo salía de mañana y tarde a desafiar a los israelitas, y así lo estuvo haciendo durante 40 días”.
En 1 Samuel 17 encontramos unos de los relatos más apasionantes de la Biblia: el enfrentamiento entre
Goliat (el experimentado guerrero, el campeón filisteo con casi tres metros de altura y 72 kilos de armadura y
músculos brillosos e imponentes), contra el joven pastor de ovejas llamado David, el muchacho que tiene un
corazón como el del Señor. El Rottweiler contra el Caniche Toy.

Los gigantes en nuestra vida nos quitan la paz, se adueñan de nuestra felicidad. Si me enfoco en los
gigantes voy a tropezar, si me enfoco en Dios caen los gigantes. Nuestros gigantes no llevan espada ni
escudo, pero vienen en forma de soledad. Tu gigante quizás es un abuso sufrido en la niñez, tu gigante
quizás es la depresión. Los gigantes están en todas partes, en la facultad, en el hogar, en la oficina.

David tomó cinco piedras del arroyo. Necesitamos cinco piedras para prevalecer sobre nuestros gigantes.

1) LA PIEDRA DEL RECUERDO

1 Samuel 17:34-36.
«David le respondió: a mí me toca cuidar el rebaño de mi padre. Cuando un león o un oso viene y se lleva una oveja del
rebaño, yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y si el animal me ataca, lo sigo golpeando hasta matarlo. Si
este siervo de Su Majestad ha matado leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo pagano, porque está
desafiando al ejército del Dios viviente».
Mientras todos temblaban, David recordaba: Dios le dio fuerzas para luchar contra un león y un oso, ¿no
haría lo mismo con el gigante?».

“Escribe las preocupaciones en la arena, talla las victorias de ayer en piedra”.


Somos de memoria frágil, la amnesia nos hace cobardes, temerosos, preocupados; recordar las victorias que
Dios nos ha dado nos llena de confianza.

1 Crónicas 16:12: “Recuerden las maravillas y los milagros que ha realizado”.


Hagamos una lista con los triunfos de Dios, ¿acaso no hemos sido testigos de su cuidado, de su provisión?

En el Salmo 77 encontramos el relato de alguien desesperado, que duda de las bondades de Dios, pero en el
verso 11 y 12 da un giro y dice, «antes que deprimirme prefiero acordarme de todo lo que ha hecho el Señor, siempre
están en mis pensamientos tus obras poderosas”. Tenemos un problema y pasamos horas y días pensando lo
mismo; damos vueltas sin encontrar una salida y es ahí cuando nuestra fe se debilita, nuestra mente se
satura de pensamientos pesimistas y proyectamos un lamentable final.
Cada uno tiene la autoridad de decidir lo que va a pensar, lo que va recordar. Puedo recordar experiencias
desagradables o experiencias placenteras. David apeló a este recurso y esta decisión lo llevó a levantarse de
la situación en que se encontraba. Dejo que me maten los gigantes o recuerdo las maravillas del Señor: la
misericordia que ha tenido, lo que ha hecho en nuestra vida, cuando me hizo libre, cuando me sanó y ese
recuerdo traerá la fe y la esperanza que necesito para los momentos difíciles.

2) LA PIEDRA DE LA ORACIÓN

Efesios 6.18 Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus
oraciones por todos los creyentes en todas partes[a]
Antes de pelear hay que prepararse en oración, no podemos enfrentarnos a nuestros gigantes si no oramos.
David era un hombre que tenía una relación diaria con Dios.

No hay cristianismo sin oración, el problema es que no oramos. La oración para muchos de nosotros es
casual, circunstancial, la tenemos reservada para tiempos de crisis. Cuando tengo un problema que yo no
puedo resolver entonces sí se lo entrego al Señor.
La Biblia dice que la oración debe ser permanente. En Mateo 7:7 dice: “permanezcan todo el tiempo pidiendo,
porque si así lo hacen permanecerán todo el tiempo recibiendo, permanezcan todo el tiempo buscando porque
permanentemente estarán hallando, permanezcan todo el tiempo llamando, porque todo el tiempo se les abrirán puertas
de oportunidad».
Una de las mentiras que el diablo quiere que nos traguemos es que Dios no se interesa por nosotros, que
Dios es alguien distante, impersonal, indiferente. Pero desde las primeras paginas del Génesis hasta las
ultimas paginas del Apocalipsis encontramos a un Dios que quiere mantener una relación íntima con cada
uno de nosotros. Cuando practico la presencia de Dios tengo paz y puedo permanecer en pie. Pide la ayuda
de Dios, toma la piedra de la oración y no abandones.

3) LA PIEDRA DE LA PRIORIDAD

Para David había algo que era innegociable, algo que él cuidaba celosamente y eso era el nombre del Señor;
nadie difamaría a su Señor. Papo (un cantante de blues argentino) decía «que nadie se atreva a tocar a mi
vieja». David decía «que nadie se atreva a insultar el nombre del Señor».

1 Samuel 17:45: “Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los
ejércitos, a quien tú has provocado”. Hay una gran indiferencia hacia la soberanía de Dios en nuestros días.
Dios todo lo puede, todo lo sabe, está en todas partes al mismo tiempo, por lo tanto es soberano. Cuando
Jesús enseñó a sus discípulos a orar, lo primero que hizo fue enseñarles a honrar a Dios: “Padre nuestro que
estás en los cielos, santificado sea tu nombre”.
David habla todo el tiempo de Dios, siempre se corre de la escena para que aparezca el Señor; David es un
especialista en conocer a Dios, nosotros somos especialistas en detallar nuestros problemas.
David vio en Goliat una oportunidad para que el poder de Dios de pudiera mostrar. Nuestros problemas son
una oportunidad para que Dios se muestre, aun nuestro pecado es una oportunidad para exhibir la gracia de
Dios. Tus problemas matrimoniales pueden ser una muestra de que el Señor resucita lo que está muerto, por
ejemplo. Veamos nuestra lucha como una oportunidad para Dios. Dios tiene la supremacía sobre todo,
anunciemos el nombre de Dios.

4) LA PIEDRA DE LA PASIÓN

1 Samuel 17:48-49
«En cuanto el filisteo avanzó para acercarse a David y enfrentarse con él, también éste corrió rápidamente hacia la
línea de batalla para hacerle frente. Metiendo la mano en su bolsa sacó una piedra, y con la honda se la lanzó al
filisteo, hiriéndolo en la frente. Con la piedra incrustada entre ceja y ceja, el filisteo cayó de bruces al suelo».
Dice la biblia que David corrió, no para escaparse, sino para encontrarse con el gigante. David era un
hombre apasionado.
Cuando hay pasión no renuncio ante el primer impedimento. La comodidad y el conformismo son enemigos
de la pasión, del crecimiento. Debemos estar dispuestos a quebrar la comodidad, a ir por más, a reclamar lo
que es nuestro, a pelear por lo que esperamos.

Cuando no hay pasión en lo que hago me gana la rutina, el aburrimiento, entro en una meseta. Hay personas
que ven cómo la vida se les pasa delante de sus ojos. No aprovechamos los años, se nos escapa la vida sin
lograr nada. A cada paso hay que agregarle pasión e innovar (el factor sorpresa). En las relaciones de pareja
la relación se torna aburrida si no hay pasión; se discute siempre por lo mismo, se llegan siempre a las
mismas conclusiones. Vivamos cada día como una ocasión especial, con pasión, con alegría. La alegría es la
capacidad de disfrutar; volvamos a apasionarnos con Dios, con nuestra fe, con nuestro ministerio, con
nuestra familia.

5) LA PIEDRA DE LA PERSISTENCIA

2 Samuel 21:20-22
«Hubo una batalla más en Gat. Allí había otro gigante, un hombre altísimo que tenía veinticuatro dedos, seis en cada
mano y seis en cada pie. Éste se puso a desafiar a los israelitas, pero Jonatán hijo de Simá, que era hermano de David,
lo mató. Esos cuatro gigantes, que eran descendientes de Rafá el guitita, cayeron a manos de David y de sus oficiales».
¿Será que David agarró cinco piedras lisas del arroyo porque sabía que Goliat tenía 4 enormes hermanos?

Esto nos habla de que nunca debemos abandonar la pelea. Puede ser que una oración no sea suficiente,
quizás una disculpa no sea suficiente, quizás un día o un mes de determinación no sean suficientes. Tal vez
te derriben una vez o dos veces, pero no te apartes, mantente buscando piedras, balanceando la onda.
David tomó cinco piedras, cinco decisiones. Cada vez que Goliat te despierte busca una piedra.

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