Está en la página 1de 13

UNA CASA PARA ADULTOS Y NIÑOS

¿De quién es esta casa? ¿Cómo se sentirá un niño vivir en una casa donde
no hay nada que tocar o explorar para aprender sobre el uso y manejo de
objetos cotidianos? ¿En realidad los papás les están haciendo un favor a sus
hijos al hacerles todo: limpieza, comida, vestirlos, bañarlos, organizar su ropa
y pertenencias? ¿Por qué algunos niños parecen no encontrar qué hacer y
se plantan frente al televisor en un trance letárgico? ¿Por qué los papás y los
niños en ocasiones pierden toda compostura y cariño cuando se trata de la
guerra a la hora de acostarse, comer
o alistarse para la escuela?

“¡Ayúdame a hacerlo yo solo!”

Cada evento del día le ofrece al niño


una oportunidad para vivir
naturalmente para descubrir las
tareas diarias y actividades de la
vida. El niño encuentra el sentido de
pertenencia ayudando al adulto y
participando en cada parte del ciclo
de la vida en casa. La base de la
filosofía Montessori muestra un
profundo interés en las capacidades
o potenciales innatos de los niños
para desarrollarse ellos mismos. En una casa verdaderamente diseñada
para toda la familia estas capacidades florecen y los niños logran dirigir sus
movimientos en actividades con propósito, trabajando hacia la perfección
sin corrección externa o estímulo.

Cada familia es única y aunque los principios de Montessori incorporan el


punto de vista del niño con el del adulto, cada familia hace su propia
selección sobre como hacer la casa atractiva para todos sus miembros.

1
Levantarse en la mañana, desayunar, hacer el trabajo del día, preparar la
cena e irse a la cama

Todas estas son ocasiones para que los adultos den un paso atrás y vean la
casa a través de los ojos del niño. Es la sensibilidad resultante del niño, no las
especificaciones del cómo, lo que hace una casa para ambos “adultos y
niños”.

LA COCINA Y EL ESPACIO PARA CENAR

La cocina invita. Los niños pueden dejar su tentación por la televisión por
una cocina arreglada para su uso: cubiertos, vasos, platos en gabinetes
bajos; bebidas y bocadillos en recipientes pequeños y fáciles de manejar en
un refrigerador bajo o repisas, una mesa y sillas bajas para el área de trabajo.
Una tabla para picar y un cuchillo filoso con sierra (para ver fácilmente qué
lado corta) invita a actividades bajo supervisión de un adulto. Los niños
saben que los cuchillos son cosa seria así que aprecian la confianza que sus
papás depositan en ellos. Ponerse un delantal marca el inicio de una nueva
actividad, al mismo tiempo enfatiza su importancia.

Algunos días hay frutas y vegetales para picar, otros hay cilantro y perejil.
Cualquiera que sea, la actividad de picar atrae la atención del niño y la fija.
Se abstrae en una actividad que lo lleva a una tranquilidad interior:

2
Picar; poner la pieza picada en un recipiente y repetir la operación sitúa al
niño en su propio pequeño mundo. Este tipo de actividad enfocada y con
propósito construye el fundamento de la autoestima. La calurosa presencia
de la mamá o papá trabajando cerca estimula la persistencia en la tarea.

Enseñar al niño cómo hacer actividades, demostrando movimientos que


pueden ser imitados nutre, la necesidad
interna del niño y ayuda a mejorar y
perfeccionar. El niño refina el proceso de
forma natural. Pelar chícharos, contar
tenedores y cucharas, escribir tarjetas con los
nombres de los miembros de la familia para
su lugar en la mesa- El ritmo del niño y su
propósito son diferentes a los del adulto. El
niño desea explorar, experimentar y
perfeccionar el proceso; el adulto quiere
terminar el trabajo. El ambiente preparado
establece las condiciones para trabajar en
armonía juntos, aún cuando los objetivos son
tan diferentes.

Niños a cualquier edad pueden participar en


la cocina: preparar la comida, poner la
mesa, levantar y lavar los platos. Con tiempo
y paciencia, hasta un pequeñín puede
participar en todos los aspectos de la hora
de comer. Cuando todos cooperan para
llevar la comida a la mesa, el sentido de
trabajo en equipo y pertenencia establece la etapa para la comida familiar.

Arroz, costillas, pescado- cada platillo tiene su propia historia cultural. El


centro de mesa refleja la nueva estación y marca un día festivo. Cada
platillo tiene una historia interesante: ¿Es de un lugar muy lejano? ¿Fue un
regalo en una ocasión especial?

Al surgir una buena conversación entre los bocados, ciertos eventos de


calidad pueden significar que no solo los cubiertos tienen su propia función
sino que la gente tiene sus propios modales. También; “Discúlpame”, “Con
permiso”, “Por favor pásame la sal”. Tus niños están ansiosos de aprender
estas cortesías como forma de interactuar con armonía y respeto. El
comedor también puede crear un espacio formal donde la conversación,
gracia y cortesía se extienden como amistad para invitados.

3
El lenguaje es frecuentemente estimulado por la comida. Aprender el
nombre de verduras poco comunes (berenjena, camote, etc.) enriquece el
vocabulario del niño. Nada puede ser más educativo que seguir una receta,
los papás y el niño leyendo juntos para seguir instrucciones. La escritura y
matemáticas son empleadas cuando realizas una receta, mides, cuentas,
llenas un plan de menú o haces una lista para el supermercado.

Nada es más dramático que derramar algo en la cocina para terminar con
la serenidad de la plática en la mesa o el trabajo en la cocina. Pero una
cocina equipada con esponjas, trapeadores y escobas del tamaño
adecuado para el niño hace del aseo algo normal, sin mucha ayuda por
parte de los adultos. No premios o castigos- quizá un simple comentario:
“Vamos por la esponja y limpiemos juntos”.

Y si el trabajo es menos que perfecto, un recordatorio amable muestra el


camino, mientras que una corrección ruda puede desanimar al niño en
intentar en el futuro nuevamente: “No lo puedo hacer bien, así que no lo voy
a hacer”.

4
Muchos de los errores se corrigen por sí solos con el crecimiento y
experiencia. Montessori escribe, “Cultiva un sentimiento amigable respecto
a un error”.

Para esas ocasiones cuando el niño no desea ayudar con la preparación


de la comida pero sí quiere estar cerca del adulto dentro de la cocina. ¿Por
Qué no tener algo de material didáctico o material cerca de la cocina: gis
y pizarrón, pinturas, crayolas y lápices? El calendario de la cocina puede
tener ambas anotaciones para los pequeños y los adultos, ya sea para
anticipar eventos o celebrar otros dependiendo de la edad del niño.

EL BAÑO

¡Splash! Los niños pequeños aman el juego con agua a la hora del baño.
Pero más allá de su exploración sensorial para lo frío y caliente, mojado y
seco, ahí está la importancia del aseo
personal: bañarse, vestirse, cepillarse y
lavarse los dientes. Demostrar al niño en
pasos lentos y simples (análisis de
movimiento) cómo preparar el baño, usar
un cepillo de dientes, lavarse las manos,
sostener una esponja es una manera de
mantener su atención.

El baño está preparado para el acceso y


movimiento del niño. Un banco es una muy
buena ayuda para que los niños alcancen
el lavabo y el inodoro. Las toallas, cortadas
al tamaño del niño, colgadas a la altura
del niño, invitan al niño para tomar y colgar
su propia toalla. Poner todo al tamaño del
niño adecuado a esas pequeñas manos es
lo que hace el éxito posible.

Las tareas del aseo personal son divididas en pequeños pasos, encontrando
muchos puntos de interés para el niño. Los niños aman vaciar la cantidad
adecuada de champú , dar masaje suavemente con las yemas de los
dedos y enjuagar al canto de una canción o cuenta de números. Un

5
recipiente pequeño de plástico para vaciar el agua, para un enjuague fácil
y con control.

Juegos de agua que flotan, se hunden, tiran agua, o hacen sonidos son pura
diversión al mismo tiempo que son importantes para su exploración. Una
bolsa de red es conveniente para secar y guardar los juguetes de baño.
Pocos juguetes a la vez, quizá en rotación pueden dar variedad y limitar el
aburrimiento.

Canastas y cajas para guardar relojes, joyería, diademas y listones durante


el baño también contribuyen a una organización externa, la cual nutre a
cada niño en su sentido innato del orden. El orden físico es profundamente
satisfactorio, en especial para los niños menores de 6 años, porque le
permite el sentido de pertenencia a su medio, para transformarse en el
maestro de este.

Los utensilios para la limpieza del baño deben incluir una esponja del
tamaño del niño, una charola para guardar la esponja sin derramar, y quizá
un trapeador de hilo del tamaño del niño (son más fáciles de exprimir que
los de esponja). Los niños están interesados en usar utensilios como los de
mamá y papá y especialmente les gustan los utensilios que son adecuados
para ellos. Quieren ser cómo
papá y mamá al igual que se
útiles ante sus propios ojos. El
espíritu de “disciplina” es
encontrado en su propia raíz
“disciple” que significa uno
que es seguido por el amor.

Lo más importante es observar


lo que el niño disfruta y
necesita para diferentes
actividades con seguridad,
diversión, privacidad e
independencia.

6
LA RECÁMARA

La recámara de los papás

Los niños están en el ciclo solar. El sol es su hora de levantarse, hasta los días
en que los adultos pueden dormir más. Ya que ellos disfrutan estar con otros
miembros de la familia, se sienten atraídos hacia la recámara de los papás.
Quieren pertenecer, y la pertenencia se expresa simplemente con estar
cerca. Los niños encuentran seguridad al ser saludados aún por los papás
más adormilados, pero muy frecuentemente ellos no pretenden despertar a
mamá y papá. Ellos
simplemente quieren la
compañía y seguridad que
hace el contacto de estar en el
mismo cuarto.

Un niño puede despertar


gradualmente a sus papás con
entusiasmo y júbilo por un nuevo
día que empieza. Otro puede
disfrutar silenciosamente
leyendo o coloreando con
suplementos en el cuarto para
esas preciosas horas de
pertenencia.

La observación es necesaria para encontrar un balance entre las


necesidades de los papás respecto a su privacidad y las necesidades del
niño respecto a su contacto.

La recámara del niño

Después de los primeros meses de contacto constante con la mamá, el niño


comunica una necesidad de independencia. Según va creciendo, esta
necesidad de independencia puede ser apoyada por un medio ambiente
bien diseñado. La independencia no significa la separación del padre sino
la necesidad del niño por aprender a hacer cosas él mismo, frecuentemente
con el papá cerca.

7
Esta habitación está
diseñada para una máxima
independencia. Las camas
son bajas para que el niño
pueda maniobrar y bajar de
la cama fácilmente. (Para
un pequeñito, una
colchoneta en el piso es
perfecta, o una plataforma
puede elevar el colchón un
poco.

Un tubo para colgar la ropa


a un nivel bajo permite que
el niño vea, alcance y
cuelgue su propia ropa. Las
pinzas son mejor que ganchos pues permiten que los niños maniobren mejor
cierres y botones sin que la ropa se caiga. Los ganchos de plástico y madera
funcionan mejor para su manejo independiente; no se enredan y mantienen
su forma.

Una mesa baja permite que el niño trabaje


cómodamente. Bolsas colgantes pegadas a la
cama para guardar los libros, papel, plumas,
marcadores para el momento silencioso antes de
la cama, una lámpara en el buró, promueve su
independencia para evitar tropiezos.

El cuidado personal también toma lugar en la


recámara. A los niños les gusta mucho un espejo
de tamaño completo para ayudarles a peinarse y
a vestirse. Hasta un bebé empieza a entender las
partes de su cuerpo mirándose al espejo colocado
horizontalmente cerca del piso.

8
Un mueble para zapatos, expone los zapatos
con agujetas desatadas eficientemente. Una
bolsa de basura dentro de una canasta es más
fácil de acarrear la ropa sucia- otra oportunidad
para participar en el día.

Un tocador del tamaño del niño, un ropero con


cajones que abren y cierran fácil, permite un
fácil acceso a la ropa. Los tocadores pueden
adaptarse dejando al niño usar los cajones de
abajo por su accesibilidad.

Cajas pequeñas dentro de los cajones son


básicos para el periodo sensitivo del orden, para
ordenar y clasificar sus calcetines, ropa interior y otra ropa pequeña. Orden
externo genera orden interno.

Repisas para guardar los


juguetes, invitan a la
exploración y son de nuevo
básicos para el sentido del
orden del niño. Juegos de piezas
pequeñas se pueden guardar
en atractivas cajas y canastas. A
través de la observación al
bebé, los papás pueden
temporalmente guardar
juguetes que han perdido su
atractivo. La rotación de
juguetes recupera la atención y
el interés del niño a través del
cambio de actividades.

A la hora de ir a la cama, la
presencia de los papás es la que brinda el calor y seguridad y que fomenta
en los niños su seguridad. La hora de acostarse es una hora para hacer el
contacto a través de actividades como lectura en voz alta, cantar,
conversar o rezar. La seguridad de irse a dormir en la presencia de papá o
mamá puede ayudar a disminuir los temores nocturnos en los niños muy
pequeños y puede inducir a patrones de dormir en forma independiente en
el futuro.

9
La habitación conlleva al calor y seguridad del hogar. Es un paraíso, un lugar
de rejuvenecimiento, una base en el hogar- no sólo un lugar para dormir. La
recámara es donde el niño puede ser centrado y orientado hacia
necesidades internas.

LA SALA

Los niños aman a sus papás y quieren tenerlos cerca. Cada cuarto en la
casa puede llenar esta necesidad. La sala o estancia provee oportunidades
a los adultos y niños para hacer cosas juntos. Una esquina para música con
grabadora de audio cassette o CD, o
un grupo seleccionado de juguetes
atractivos, como bloques de madera,
rompecabezas y juegos de mesa,
pueden brindar un ingrediente
esencial para la vida en familia- estar
juntos, ya sea con amigos o solos.

El arte es personal. Puede reflejar una


variedad de culturas o la propia
herencia familiar, creencias y
costumbres. La belleza llama al niño.
Está conectada al orden. El trabajo
de arte pertenece a ambos: al papá
y al niño. ¿Por qué no colgar algunos
a la altura del niño? El niño también
puede apreciar el arte que pueda ser
tocado y que se pueda manipular.

Pueden mostrar respeto por esculturas


y libros sobre la mesa de centro,
especialmente después de una
demostración del manejo cuidadoso
del libro y los movimientos apropiados
para pasar las páginas. Los niños son
sensibles al movimiento y al tacto y se
fascinan con las texturas, temperaturas
y formas. Ellos quieren aprender cómo
cuidar las cosas de valor. Por supuesto, no todas las obras que tienen valor
necesitan estar en manos de los niños.

10
Los niños pueden también tener expuestas sus colecciones en la sala, como
colecciones de conchas, hojas o fósiles. Se motivan mucho y pueden llegar
a hacer cosas muy bonitas si se les brinda una variedad de canastas,
charolas o vasijas atractivas para que ellos puedan colocar sus colecciones.
Cuando ellos tienen la libertad de agregar algo a la decoración de la
habitación, los niños desarrollan habilidades en arreglar u ordenar, pero lo
más importante, es que están participando significativamente en la vida de
casa.

EXTERIORES

Áreas Verdes

Las áreas verdes deben de


ser tan accesibles para el
niño así como la parte
interior de la casa. Una
Montessoriana lo dice de
esta manera: “Nunca hay un
mal clima, sino únicamente,
ropa inapropiada.”

Ya sea atendiendo el jardín o


barriendo las hojas, el
cuidado del ambiente
exterior y cosechar
promueve el desarrollo tanto
psíquico como físico. La cosecha de lo plantado en el jardín, por ejemplo,
se convierte en una lección viviente acerca de los alimentos y las partes de
la planta, dándole satisfacción personal y un sentido de realización de la
persona.

Ya sea en una caja, maceta o parcela, cualquier tipo de jardinería tiene


muchas actividades detalladas que serán de gran interés para los niños.
Abrir un paquete de semillas, hacer surcos en la tierra, esparcir las semillas
de forma equivalente, cubrirlas con la cantidad apropiada de tierra y
abono, y dar palmaditas para apretar la tierra –cada pequeño paso a seguir

11
puede ser un reto especial para cada niño pequeño. Un niño que ayuda a
cosechar un vegetal disfrutará enormemente comérselo; por lo tanto, la
jardinería es parte de todo el ciclo de vida familiar.

Parques, terrenos de áreas verdes son lugares excelentes para explorar la


naturaleza si es que no se tienen bosques cercanos. Dejemos que el niño nos
indique el camino, y sigamos su paso. Aprender a moverse con seguridad
en el bosque o en áreas para explorar puede ser acompañado de
instrucciones claras acerca de cómo caminar o pisar por todos lados para
no enredarse o tropezarse con nada. Como sea, en muchos casos los niños
simplemente necesitan estar en exteriores. Los niños se encuentran cerca
del suelo y ven mucho más detalles en un nivel sensorial; diferentes tipos de
cortezas, hojas, piedras, y tierra llaman su atención y vienen a sus pequeñas
manos.

“¿Qué es esto?,” preguntan. Aún sin el


conocimiento de un experto, papá o mamá puede
platicar cómodamente acerca de objetos naturales
simplemente usando los sentidos y permitiendo al
niño de ver, escuchar, oler y tocar al mismo tiempo
que el adulto.

El adulto camina para llegar a algún lado; el niño


camina para desarrollar sus poderes; él está
construyendo su ser. Él va despacio. No lleva un
paso apresurado ni una meta segura,” escribe María
Montessori en “El Secreto de la Infancia.” Está muy
claro que el adulto debe dejar a un lado su ritmo de
caminar y dejar al niño que interactúe con lo que
sea que
llame su atención. Colinas y pasos invitan a la
repetición de subir y bajar, resbalar, rodar, correr o
jugar a los atrapados.

Este trabajo fue el producto de una ardua labor del equipo de Inglés,
quienes con amor y dedicación llevaron a cabo la traducción de este

12
material, el cual se los ofrecemos como un presente para cada una de las
familias Montessori que integran nuestra escuela.

TRADUCCIÓN: ROXANA CABRAL SORT DE SANZ Y ANDREA GARCIA


DIGITALIZACIÓN DE ILUSTRACIONES: RICARDO LOPEZ
FOTOCOPIAS: JACQUELINE SOLIS

13

También podría gustarte