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SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN

Yeilin Gonzalez Jimenez, COD 20152 14 06 04

TÍTULO: DISPUTAS ESTRATÉGICAS DEL TERRITORIO. Conflicto vigente entre la


legalidad y legitimidad del accionar de los actores en pugna en el Municipio de
Algeciras.

RESUMEN

Las dinámicas productivas arraigadas a la cultura del cultivo de Amapola en el


municipio de Algeciras se encuentra enmarcado en un proceso del narcotráfico
vigente en el que los actores, entiéndase por ellos: campesinos cultivadores, fuerza
pública e insurgencia transitan por un escenario de pos acuerdo de Paz en
Colombia firmado el año 2016 y que impulsó a Algeciras a la categoría de el único
‘Municipio PDET’ de la Región Surcolombiana, es decir, el único municipio del Huila
que figura entre el ‘reducido’ número de poblaciones que se verán beneficiadas con
recursos de los programas de desarrollo con enfoque territorial. La implicación de
ello significó para el municipio la pugna por el poder territorial a partir de condiciones
estratégicas propias del territorio que convierten a Algeciras en un corredor
estratégico para ingresar a la zona del Caquetá, y también para conectarse con el
centro y occidente del país.

Es así como se afianza la pugna del poder: Algeciras se convierte en un referente


del conflicto nacional en la disputa territorial por los espacios de control.

Palabras Clave: Legalidad - Legitimidad – Cultivo de Amapola – Narcotráfico –


Fuerza Pública – Insurgencia – Territorialidad – Poder – Conflicto

OBJETIVO GENERAL

Reconocer cuales son las condiciones sobre las cuales la población campesina que
subsiste de la actividad de cultivo de Amapola legitima las actuaciones de control y
defensa del territorio impuestas por los actores en disputa en el municipio de
Algeciras.

*Nuevo: Describir las condiciones sobre las cuales la población campesina


cultivadora de Amapola legítima o no las actuaciones de control y defensa del
territorio impuestas por los actores en disputa en el municipio de Algeciras.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Identificar acciones de control y defensa impuestas por los actores inmersos


sobre las dinámicas productivas del cultivo de Amapola en el municipio de Algeciras.

2. Contrastar la legitimidad y la legalidad de la que goza la injerencia de las


acciones de la fuerza pública e insurgencia en el territorio en el municipio de
Algeciras.

3. Analizar las dinámicas de contraprestación en las relaciones de poder entre los


actores inmersos en el municipio de Algeciras.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El municipio de Algeciras – Huila se ubica al oriente del departamento, sobre una


zona montañosa que le proporciona variedad de pisos térmicos (desde cálido hasta
páramo), lo que amplía la oferta y diversidad de cultivos en el territorio dado también
la calidad de sus suelos. Su extensión rural cercana al 90% del territorio y las
características mencionadas con respecto a la alta productividad de alimentos, entre
otros aspectos, establece que la vocación del municipio sea netamente agrícola. 1
Vocación que, a pesar de ubicar a Algeciras como un municipio altamente
productivo, presenta problemáticas importantes que se cimentan en el alto índice de
Necesidades Básicas Insatisfechas, además, características como encontrarse
enmarcado entre la cordillera Oriental y una ramada de la misma y limitar con el
departamento del Caquetá no es un aspecto que pase desapercibido pues durante
más de 60 años ha propiciado la guerra en esta zona del país. Motivo por el que
grupos al margen de la ley se tomaron esta zona desde mediados del siglo anterior.

La desatención a las realidades de la labor agrícola en Algeciras ha propiciado un


contexto en el que le es más rentable al campesino redireccionar su fuerza de
trabajo hacia la inmersión en prácticas de cultivos catalogadas - y atacadas - por el
Estado como ilegales: el cultivo de Amapola en una economía de ciclo corto.
Prácticas sobre las que la Fuerza Pública ha puesto el foco, aunque de manera
desacertada, desde el uso la fuerza militar que hace presencia con un Batallón de
Alta Montaña (el único en la Región Surcolombiana), y que se traduce en la
constante de posicionarse sobre un territorio que no legitima su accionar
aparentemente legal, pues entiende que la realidad social históricamente ha
quedado en medio de una disputa estratégica territorial entre lo que sería el Ejército
Nacional y bloques de insurgencia (Farc).

Aquí comienza una disputa estratégica del territorio. Los conflictos vigentes entre la
legalidad y legitimidad del accionar de los actores en pugna en el Municipio de
Algeciras, posicionando en las zonas veredales de Algeciras una nueva forma de
subsistencia como lo es el cultivo de Amapola, teniendo en cuenta que en el área
rural el control lo ejercen grupos armados al margen de la ley.

Estos últimos protegen los cultivos y regulan las condiciones del negocio. Con las
rentas obtenidas se fortalecen y cumplen mejor el papel de crear condiciones para
el alejamiento del Estado. De esta manera, guerrillas y fuerza pública han entrado
en una dinámica que lleva a abarcar cada vez más etapas del negocio ilegal: desde
hostigamientos, ataques en las zonas con población renuente a cooperar hasta la
ofrenda de garantías de seguridad, protección y satisfacción de necesidades de
subsistencia al campesinado con cultivos de Amapola, se deja entrever la

1 Castañeda Hernández, K. (2019). Estrategias de resiliencia adoptadas ante los efectos del conflicto
armado en la dimensión humana y alimentaria de la SAN, por las personas del municipio de
Algeciras, Huila, que resistieron en el territorio.
inoperancia estatal en su deber de cuidado en zonas alejadas y de limitada
presencia institucional, produciendo el deterioro del entorno socioeconómico, la
desconfianza hacia el Estado y la permanencia tanto de los grupos armados al
margen de la ley como de los campesinos en las prácticas de cultivos de Amapola.

De acuerdo a lo anterior, se hace necesario describir cuales son las condiciones


sobre las cuales la población campesina en el municipio de Algeciras legítima o no,
a partir del cultivo de Amapola, las acciones de control y defensa (legales pero
inocuas de la Fuerza Pública) frente a las acciones ilegales (garantistas para la
población y por ende legítimas) de la insurgencia, ambos frentes, en una disputa
estratégica del territorio.

JUSTIFICACION

Sobre las necesidades económicas y sociales del territorio versa la pertinencia de


este trabajo de investigación.

La presencia diferenciada del Estado profundiza en la brecha de desigualdad


impuesta sobre un municipio históricamente intervenido por la guerra que para su
subsistencia se ha sostenido en la práctica de actividades económicas que atienden
a sus necesidades más profundas con ocasión al olvido del Estado.

El municipio de Algeciras, municipio denominado como una de las ‘despensas’ de


Colombia, irónicamente ha padecido el lastre de una guerra que, de acuerdo a los
textos, se dio por finalizada con el acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno
Nacional y las Farc en el año 2006, lo que seguido de ello garantizará en el papel
una pedagogía de “rehabilitación” de territorios fuertemente golpeados por la guerra.

En la actualidad, el municipio de Algeciras ha sido el experimento de propuestas y


agendas públicas que pretendían en primer momento la inyección de capital,
despliegue de programas y garantías a la población campesina para el
resurgimiento de la actividad agraria tradicional, de la cual se ha valido a cuestas el
municipio, y que al día de hoy solo ha interiorizado en los habitantes la urgencia de
“rebusque” en nuevas prácticas económicas, independientemente de si estas son o
no legales; legalidad es un término que podría resultarles ajeno, pues este no suple
los mínimos vitales de las familias campesinas.

Así, la pertinencia de este trabajo de investigación órbita alrededor de lo


anteriormente expuesto: el cultivo de Amapola para la posterior extracción y
comercialización hacia zonas estratégicas y de control de insurgencia ha
garantizado a los pobladores facilidades al suplir necesidades (que naturalmente
corresponden al Estado) desatendidas: Salud, educación e inversión pública,
Restitución de tierras con garantías, Control y defensa del territorio y de su
autonomía territorial y económica, Soberanía y seguridad alimentaria, Inversión
estatal en esferas sociales del territorio, Proyectos productivos sustentables,
Mejoramiento y mantenimiento de vías terciarias, Actividades productivas, reducción
de costos para la agricultura, y apoyo nacional e internacional, Ejercicios
organizativos del campesinado (con garantías de seguridad), Dinámicas
comunicativas que interlocuten con la institucionalidad, entre otras latentes.
Si bien esta propuesta investigativa no dará solución ni respuesta total a todo lo
anteriormente descrito y expuesto, pretende preguntarse acerca de las relaciones
de poder que condicionan la atención sobre las necesidades y garantías para la
materialización de lo logrado tras la firma del acuerdo de paz en el año 2016 y es,
como lo pretende la hoja de ruta, en la implementación de los PROGRAMAS DE
DESARROLLO CON ENFOQUE TERRITORIAL: busca que las comunidades, junto
con autoridades locales, regionales y nacionales y el sector privado, construyan
planes de acción concretos para atender sus necesidades específicas en materia de
desarrollo rural, infraestructura, proyectos productivos y desarrollo social, entre
otros. Con base en estos planes, las agencias del Estado, de forma articulada,
intervendrán en los territorios según las necesidades identificadas, definiendo si son
viables y el presupuesto para cada cual.

MARCO TEORICO

Antecedentes

AÑOS SETENTA Y OCHENTA: LOS PRIMEROS AÑOS DE LA AMAPOLA

Los primeros hallazgos de cultivos de amapola en el país se reportan hacia finales


de 1972, cuando las autoridades descubrieron una pequeña siembra en el
departamento del Tolima; sin embargo, esto no representó ninguna preocupación
para el Gobierno debido a la baja cantidad de plantas. Fue hasta 1983 cuando las
autoridades publicaron oficialmente el hallazgo del primer gran cultivo de amapola
en el mismo departamento, situación que alarmó a las autoridades. Meses más
adelante, se descubrió que la siembra de amapola había aumentado en el territorio
nacional, situación que condujo a que el país pasará de tener el 1,1 % al 8,8 % del
total mundial de hectáreas de amapola, superando a México y Guatemala. Colombia
se convertía así en el primer país con mayor superficie cultivada de amapola en
Latinoamérica.

El impulso a la siembra de la amapola se dio, entre otros factores, por la presencia


de la guerrilla de las Farc-EP que repartía semillas provenientes de África a los
campesinos en las zonas donde ejercían control. Esto lo realizaban con el fin de
extraer el látex de la planta para procesar y producir heroína. La amapola ya no era
un problema localizado en el Tolima; se extendía a los departamentos de Nariño,
Cauca, Valle del Cauca y Chocó. La proliferación de productores condujo a la
creación de organizaciones de campesinos defensores de esta agropráctica,
quienes se denominaron los “Amapoleros de la Cordillera Occidental Colombiana”,
una agremiación que surgió en defensa de este cultivo como un medio de vida en
las zonas rurales.

LOS NOVENTA: EL AUGE DE LA AMAPOLA

En la década de los noventa las autoridades visibilizaron el verdadero problema que


representaban los cultivos de amapola en el país y, para contrarrestar esta
situación, el Gobierno inició su erradicación. En 1990 la Policía Nacional reportó la
erradicación de 9.500 matas en los departamentos de Cauca, Nariño, Putumayo,
Cesar, Cundinamarca, Tolima y Santander. A pesar de esta medida, el aumento en
la producción representaba un reto en la lucha contra las drogas. La amapola
empezó a ser conocida como “la flor maldita”.

Los cultivos eran controlados por las guerrillas de las Farc-EP y el ELN y por los
grupos paramilitares. Tal era el interés de estos grupos por los réditos de la
amapola, que en algunas zonas del país guerrillas y grupos antisubversivos crearon
alianzas para lucrarse de la producción de heroína. Asimismo, las redes del
narcotráfico centraban su atención en esta nueva economía ilegal, como fue el caso
de los carteles de Cali y Medellín, grupos narcotraficantes que establecieron rutas
de comercialización de heroína hacia Estados Unidos y Europa.

El alto interés de los actores armados ilegales por la amapola condujo a que los
campesinos aumentaran la producción no solo para obtener las ganancias
económicas, sino por obligación con estos grupos. Un ejemplo de esto fue el caso
de la vereda Rionegro, en el municipio de Íquira (Huila), uno de los puntos donde
además de una alta presencia de cultivos, era una de las zonas de mayor
comercialización de los productos derivados de la amapola. Íquira fue conocida
como el “Wall Street del opio”.

El auge de los cultivos afectó masivamente los bosques primarios y las fuentes
hídricas, especialmente la de los Parques Nacionales Naturales (PNN). La disputa
por el negocio condujo al aumento de los hechos de violencia entre los grupos
ilegales, situación que desencadenó masacres asociadas al control de tierras y a
posibles ajustes de cuentas por los réditos derivados de la amapola.

Para 1994 Colombia contaba con la mayor afectación de cultivos en su historia,


reportando 20.405 ha localizadas en Boyacá, Caldas, Caquetá, Cauca, Cesar, Huila,
La Guajira, Nariño, Putumayo, Valle del Cauca, Cundinamarca, Bolívar, Antioquia,
Meta, Santander, Guaviare, Vichada y Tolima.

Ante este escenario, las comunidades y el Gobierno nacional establecieron mesas


de diálogo para encontrar estrategias que dieran solución a esta problemática.
Como resultado, en algunos territorios las comunidades empezaron a hacer
resistencia a los grupos armados ilegales que los obligaban a la siembra, como fue
el caso de las mingas indígenas en el Cauca. Por su parte, el Gobierno nacional
centraba su esfuerzo en cuatro pilares fundamentales de atención a los territorios.

1. El primero de dichos pilares fue realizar aspersiones aéreas con glifosato,


para la destrucción masiva de los cultivos.
2. El segundo pilar de acción fue la implementación de programas de desarrollo
alternativo.
3. El tercer pilar fue el control de sustancias químicas precursoras para la
producción no solo de la heroína, sino también de la cocaína.
4. El cuarto y último pilar fue la construcción de una metodología para el
monitoreo de cultivos de amapola.

PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI: LA LUCHA FRONTAL CONTRA LOS


CULTIVOS DE AMAPOLA

La primera década del siglo XXI daba inicio con un panorama complejo en la lucha
contra los cultivos de amapola. Los diálogos entre el Gobierno nacional y la guerrilla
de las Farc-EP para poner fin al conflicto armado fracasaron. El Informe Clinton, un
documento confidencial de las autoridades colombianas, reportaba en el 2000 un
promedio de 6.500 ha con 15.000 plantas en cada una, localizadas principalmente
en Tolima, Cauca, Nariño, Huila y, en menor proporción, en Cesar, Caquetá, Guajira
y Meta. La relación entre el narcotráfico y los grupos armados ilegales era estreacha
por estos años.

Frente a este panorama, el Gobierno nacional implementó una política encaminada


a retomar el control del territorio arrebatado por los grupos armados ilegales y el
narcotráfico. Para frenar la proliferación de cultivos ilícitos, incluyendo la amapola, el
Gobierno centró sus esfuerzos en tres acciones esenciales: 1) fortalecer las
fumigaciones aéreas con glifosato; 2) erradicar manualmente los cultivos, y 3)
impulsar los programas de desarrollo alternativo.

La erradicación manual se convirtió por estos años en una de las estrategias de


mayor acogida por parte de las comunidades donde había presencia de cultivos
ilícitos. En los territorios esta medida permitía el acercamiento de las instituciones
del Estado y promovió la creación de un contexto de legalidad en las zonas donde
imperaba el control de los grupos armados ilegales. Por su parte, el impulso de los
programas de desarrollo alternativo se consolidó con los programas PLANTE y el de
Familias Guardabosques, que buscaban acompañar y asesorar a las comunidades
en la transición de la producción de cultivos ilícitos a lícitos, garantizando la
comercialización de los nuevos productos.

La fumigación aérea, la erradicación manual, la implementación de programas de


desarrollo alternativo y una política de incautación y extinción de dominio a los
predios con cultivos de amapola, disminuyeron considerablemente la presencia de
cultivos.

IMPACTO EN LA DEMOCRACIA LOCAL Y GOBERNABILIDAD

El conflicto armado es uno de los obstáculos más serios para el avance de la


democracia local y de los procesos de descentralización, las presiones de los
actores armados sobre las autoridades locales, los asesinatos de alcaldes,
personeros y concejales, la acefalía gubernamental que produce el desplazamiento
de las autoridades, la destrucción de instalaciones, la obstrucción de las elecciones,
los condicionamientos y la depredación en el manejo de los recursos, etc., son
factores todos de ingobernabilidad. Afectan de manera directa los elementos
fundamentales de la gobernabilidad: la institucionalidad estatal y la integración
social de las comunidades.

El primer elemento, las instituciones, o bien dejan de tener presencia o funciona de


manera condicionada. Municipios sin policía no pueden sostener la presencia de
otras agencias del Estado o, si están presentes, no pueden tener independencia
alguna. Se afectan tres ámbitos de la función del Estado a saber:

a. Lo funcional. Éste se refiere a la pregunta ¿quién hace qué? Normalmente se


presentan diferencias y conflictos acerca de si una función debe ser cumplida por el
Estado o por la empresa privada o por factores solidarios o comunidad organizada.
Pero la presencia de actores armados resuelve el asunto por medio no
democráticos: “Manu militari” estas organizaciones asumen funciones por sí y ante
sí, por encima de la institucionalidad y sin la participación ciudadana.

b. Lo material, aquel referido a la distribución del excedente económico, se ve


afectado por la inexistencia del monopolio estatal sobre la tributación. Las
organizaciones armadas realizan exacciones sobre la población y sobre los
presupuestos municipales y, por supuesto, sin control democrático alguno.

c. La dominación, es decir de la capacidad de determinar preferencias y escoger


alternativas y cursos de acción, las autoridades municipales se ven, o condicionadas
parcialmente o sometidas del todo por organizaciones armadas. El poder de la
sociedad civil tampoco se puede expresar, bien porque se le prohiba expresamente,
o porque el miedo generalizado determine conductas de inhibición en la expresión y
en la participación, mediante las cuales las personas buscan reducir su visibilidad
social. La presencia de grupos armados sin sujeción alguna a derecho, inhibe la
capacidad de decisión y, por tanto, el desarrollo de la política en las localidades.

ESTADO YPODER
FUERZA MILITAR
INSURGENCIA (Guerrillas)
TERRITORIO - TERRITORIALIDAD

METODOLOGIA

Una vez planteados tanto el contexto general del Municipio de Algeciras y sus
características particulares que centran el interés de realizar el presente trabajo, a
continuación, se presenta la metodología que permite el alcance de los objetivos
planteados. Para el presente trabajo se pretende desarrollar una metodología de
tipo cualitativo que se basa en la información recolectada durante el trabajo de
campo que se realizará en el Municipio de Algeciras, Departamento del Huila. De
acuerdo con lo indicado por (Galeano, 2004) el enfoque cualitativo:

“apunta a la comprensión de la realidad, como resultado de un proceso histórico de


construcción a partir de las lógicas de sus actores. Admite unas características de
cientificidad diferente. Reconoce, entre otros aspectos, la subjetividad como
condición del conocimiento, la validez estratégica (con un fin), la confiabilidad en las
fuentes (no en los instrumentos), la sistematicidad (en la construcción teórica) y la
comunicabilidad mediante múltiples lenguajes. Da cabida a diferentes apropiaciones
conceptuales y metodológicas que se ofrecen al investigador a manera de caja de
herramientas, que no están limitadas por criterios académicos sino por la realidad
social”.

Esta definición da cuenta del abordaje que se le quiere dar a la información


recolectada en el territorio de estudio, teniendo en cuenta que lo que se busca es
documentar experiencias y construir desde la memoria y “la realidad” vivida de
quienes han resistido las dinámicas del conflicto armado, las estrategias de
resiliencia que se adoptaron frente a las problemáticas sentidas, desde el abordaje
de las dimensiones humana, lo que permite, como se refiere en (CNMH, 2018), “(…)
visibilizar de cierta forma, el fortalecimiento de los procesos de dignificación
subjetiva individual y colectiva (después de los procesos de des subjetivación que
las violencias implican), y de acción colectiva con que reclaman e implementan sus
derechos como víctimas y ciudadanos y reconstruyen los lazos sociales, arraigos e
identidades colectivas de sus respectivas comunidades”.

Para poder documentar esta realidad vivida, es necesario que los participantes de
las entrevistas tengan un periodo de permanencia mínimo en el territorio que les
permita conocer las dinámicas que acontecen y reconstruir a partir de la memoria,
su experiencia de vida durante el periodo de auge de las prácticas del cultivo de
Amapola atendiendo a una demanda en el municipio. Como se mencionó
anteriormente, este periodo de tiempo se define conforme lo establecido por el
Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de UNODC (Oficina de
Drogas y Crimen de las Naciones Unidas) – el SIMCI deriva su información de la
Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia2, que implementó
una metodología para identificar cultivos de amapola, basada en la combinación y
análisis de información obtenida, a partir de antecedentes de detección y
erradicación e información de otras entidades; Los datos históricos disponibles que
permiten trazar la tendencia de disminución de los cultivos se presentan a
continuación:

2 Plan Departamental de Drogas del Huila, 2016 - 2019. Departamento del Huila.
Como se observa, en la Figura 1, a partir del año 2002 y hasta al año 2004 se
presenta un comportamiento cíclico con aumentos evidenciados. Para el año 2013,
se muestra una disminución sostenida seguida por un aumento para el año 2014,
que se mantiene para el año 2015:

El ejercicio de focalización es un insumo recogido a través de las mesas de trabajo


temático de las líneas de oferta y consumo de drogas, a partir de las cifras oficiales
del Gobierno Nacional, así como de la experiencia y la percepción de los diferentes
actores departamentales que trabajan en aras de disminuir esta problemática en el
territorio. En particular, para la focalización de municipios de la oferta de drogas, se
realizó consultando el Sistema de Información de Drogas de Colombia (SIDCO) del
Observatorio de Drogas de Colombia (ODC), obteniendo información específica y
detallada respecto a los componentes de la oferta:
Como se muestra en la Tabla 4, los cultivos de amapola persisten en el municipio de
Algeciras, así como el fenómeno de la resiembra en los municipios de Baraya y
Colombia.

Para el año 2015, las cifras de cultivos de amapola se mantienen en el dpto del
Huila, con 9,5 hectáreas (has) distribuidas así:

➔ Municipio de Algeciras: hectáreas.


➔ Municipio de Baraya: 1 hectáreas.
➔ Municipio de Colombia: 2,7 hectáreas.
Así pues, se cataloga el periodo que comprende del año 2003 al año 2015 como
incidencia del campesinado en las prácticas de cultivos de Amapola en el municipio
de Algeciras. Por lo anterior, las personas que participen de la entrevista tendrán
que haber permanecido en el territorio por más de 13 años.

En la construcción de la información que se pretende recolectar por medio del


presente trabajo, a partir de la memoria individual de los participantes, juega un
papel muy importante el territorio y su configuración a partir de estas características
particulares que presenta conforme su ubicación geográfica, las dinámicas del
conflicto armado y de la operación de su sistema agroalimentario. El territorio 3 y la
territorialidad4 del municipio de Algeciras, conforme la manera en que permea los
comportamientos, actividades, decisiones, etc., de quienes han resistido las
dinámicas del conflicto armado, teniendo en cuenta que es el territorio y sus
dinámicas, los que brindan, muy posiblemente, las herramientas a sus habitantes
para que las disputas estratégicas se manifiesten.

Población objeto

La población objeto del presente trabajo corresponde a campesinos que en algún


momento de su actividad económica cultivaron Amapola en sus predios y que
residieron en el municipio de Algeciras – Huila, que han permanecido en el territorio
por más de 13 años y quienes a través de su actividad económica o la de su familia,
han estado vinculados en la operación del sistema de cultivo de Amapola para uso
ilícito.

Criterios de inclusión

▪ Líderes comunitarios, campesinos, integrantes de asociaciones de productores de


alimentos - Selección a conveniencia.
▪ Permanencia en el territorio por más de 13 años.
▪ Personas que estén dispuestos a dar relatos de sus historias de víctimas con
relación al conflicto armado.

Desarrollo metodológico

Inicialmente y con el fin de establecer cuáles son las condiciones sobre las cuales la
población campesina cultivadora de Amapola legítima o no las actuaciones de
3 En opinión de Kevin Cox, territorio y territorialidad son "los conceptos centrales de la geografía
política" y: el territorio debe entenderse a través de sus relaciones con aquellas actividades que
definimos como territoriales: el ejercicio de la territorialidad, en otras palabras ... Esto significa que
además de un territorio que tiene asociaciones de área y límite, también tiene uno de defensa: los
territorios son espacios que las personas defienden excluyendo algunas actividades e incluyendo
aquellas que mejorarán más precisamente lo que quieren defender en el territorio (Cox 2002: 2– 3).
Citado en: (Painter, 2010).
4 Territorialidad—el uso y control del territorio con fines políticos, sociales y económicos— (Agnew &
Oslender, 2010)
control y defensa del territorio impuestas por los actores en disputa en el municipio
de Algeciras, se realiza una revisión y análisis de marco teórico, estado del arte y
metodologías que podrían abrir un espacio de discusión conforme las características
que presenta este municipio y a partir de las cuales surge el interés de documentar
las estrategias de resiliencia definidas por sus habitantes para sopesar los efectos
de las disputas del poder en el territorio como expresión del Conflicto Armado aún
vigente, y la dialéctica entre los principios de legalidad - legitimidad de los actores
en disputa…

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