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Repudio al

academicismo
Marxismo, feminismo y cientificismo

Mauricio Dimeo Coria


Edición del autor

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Dedicado al Círculo de estudio Alexandra Kollontai

Contenido
INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................................... 5
LO QUE NO ES EL FASCISMO ...............................................................................................................................13
POR QUÉ UNA MASCULINIDAD CRÍTICA DE GÉNERO .........................................................................................21
CÓMO GESTIONAR EL RECHAZO Y NO COMETER FEMINICIDIOS .......................................................................29
EL MITO DE LA INTERSECCIONALIDAD ................................................................................................................35
LA ENAJENACIÓN TRANSEXUAL ..........................................................................................................................41
LA ANARQUÍA CAPITALISTA ................................................................................................................................47
ELOGIO DE LA OBJETIVIDAD ...............................................................................................................................53
POR QUÉ UN LENGUAJE CRÍTICO DE GÉNERO ....................................................................................................59
HISTORIA DE LAS MUJERES EN EL MOVIMIENTO COMUNISTA ..........................................................................65

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INTRODUCCIÓN

1. Origen histórico

El concepto de academicismo nos remite a academia, que fue la escuela fundada por Platón para
enseñar filosofía de modo institucional, por primera vez en la historia. Mientras los sofistas y los
filósofos como Sócrates vinculaban sus reflexiones a la discusión pública y a la práctica política, Platón
decidió abstraerse parcialmente de la realidad y elaborar una filosofía idealista, que pretendía
imponerle a la realidad sus prejuicios de clase (como la justificación del esclavismo), sexuales y
anticientíficos. Desde entonces, la mayor parte de la filosofía y de las ciencias sociales se han
formulado desde ciertos vicios académicos que construyen teorías más o menos desvinculadas de la
realidad.
En contraste, su discípulo Aristóteles, se dedicó a estudiar a profundidad la naturaleza y la sociedad,
por lo que se le considera el padre de la física, la biología y la ciencia política. Sus estudios fueron tan
avanzados que se mantuvieron vigentes por dos milenios, pero poco a poco su obra cayó en el
academicismo, dado que muchos de sus seguidores se limitaron a comentar sus obras, pero no a
desarrollar su método.

En la Edad Media, cuando Guillermo de Ockham se percató del vicio academicista dentro de la
escolástica, propuso su famosa navaja, en la que la explicación más sencilla debía elegirse frente a las
rebuscadas teorías medievales sobre el cosmos. Algunas de las problemáticas más importantes para los
medievales eran: ¿Cuántos ángeles caben en la punta de un alfiler?, ¿Las mujeres tienen alma? Y ¿Las
lágrimas son gotas de sangre del alma?

En contraste, Los filósofos renacentistas, en la medida en que estaban vinculados a la revolución


científica, dieron un impulso muy importante a la vinculación de la teoría con la práctica. Bacon,
Galileo y los modernos, avanzaron hacia filosofía racionalistas o empiristas que se vinculaban con los
avances científicos. Sin embargo, el filósofo Kant, que nunca salió de su pueblo natal y que se dedicaba
tiempo completo a la reflexión sin ningún tipo de práctica, volvió a fundar una filosofía idealista, que
hacía recaer el conocimiento en el sujeto y que imposibilitaba el conocimiento pleno de la realidad.

En pocas palabras, el academicismo es la tendencia a desestimar la objetividad, la realidad y la práctica


política como criterios de verdad, para refugiarse en la teorización abstracta y subjetiva, desvinculada
de una práctica política consecuente.
2. Marxismo

Afortunadamente, Hegel logró aterrizar parcialmente el idealismo kantiano, buscando una unidad
dialéctica entre sujeto y objeto, por lo que sentó las bases que luego retomaron Marx y Engels, quienes
postularon la unidad entre teoría y práctica, también llamada praxis. Su práctica política, sus análisis
históricos y su concepción materialista de la realidad, lograron una filosofía y unas ciencias sociales
plenamente libres del academicismo.

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En contraste, los contemporáneos de Marx: Comte y Nietzsche, se fueron a los extremos del
objetivismo y el subjetivismo, respectivamente. Es decir, Comte intentó elaborar una filosofía basada
en la ciencia, pero su carácter político reaccionario fomentó una filosofía que utiliza a la ciencia para
justificar el orden capitalista. Mientras que Nietzsche, en su afán de negar las verdades absolutas de la
religión, del dogmatismo y el idealismo, se fue al extremo del perspectivismo, donde todo vale y no se
pone en duda los prejuicios sexistas, clasista y racistas, sino que los fomentaba en sus obras. Por lo que
fue muy fácil para los nazis retomar su ideología en favor de la presunta raza aria.

En el siglo XX la academia de los países capitalistas luchó para expulsar al marxismo de las
universidades, dado que es una teoría revolucionaria que pone en duda al sistema capitalista. Como el
marxismo logró éxitos prácticos en las revoluciones socialistas de Rusia, China, Vietnam, Laos, Cuba
y Corea del norte, entre otros, difícilmente sería expulsada de la academia sin una dura pelea.

El primer embate contra el marxismo consistió en que la CIA financió a varios intelectuales para
deslegitimar al marxismo. La Escuela de Frankfurt fue utilizada para mezclar al marxismo con el
posmodernismo y así despojarla de su carácter revolucionario, hasta la fecha el marxismo más
financiado en las universidades es la teoría crítica, que lo mezcla con psicoanálisis y existencialismo,
dando como resultado el marxianismo: un marxismo mediocre e impotente ante la lucha de clases.

Otra intelectual financiada por la CIA fue Hanna Arendt, que difundió la idea de que marxismo y
fascismo son las dos caras del totalitarismo, idea de retomó del traidor de Trotsky y que luego
divulgaría Chomsky. Tal difamación fue todo un éxito, dado que la idea más difundida es que Stalin
fue un terrible dictador, pero nadie se pone a investigar que las fuentes primarias de ese imaginario es
la afirmación sin fundamentos de Goebbels, el propagandista nazi.

Otro intelectual financiado por la CIA para combatir al marxismo fue Foucault, que alguna vez fue
miembro del partido comunista francés, pero luego lo traicionó para fundar una filosofía academicista
por excelencia, en la que el mundo es un gran texto y el poder está en todos lados, con lo que renuncia
a explicar la realidad de modo objetivo y neutraliza toda posibilidad de transformarla. Actualmente
Foucault es el filósofo más citado en la academia, puesto que es el gurú del academicismo.

Otras deformaciones del marxismo se dieron con los marxólogos, aquéllos intelectuales que se saben
de memoria la vida y obra de Marx y Engels, pero que no aportan nada para la práctica política, de
modo que terminan siendo tan reaccionarios como cualquier otro académico, aunque al menos
mantienen la presencia del marxismo en la academia, para bien de la lucha de clases.

Otra deformación se denominó marxismo analítico, que consiste en analizar lógicamente los conceptos
del marxismo, pero desvinculados de la práctica y sin ningún objetivo político, sino simplemente
clarificar conceptos.

El caso de Gramsci es peculiar, fue un filósofo y revolucionario muy activo contra el fascismo,
desgraciadamente estuvo encarcelado mucho tiempo y sus escritos están redactados de manera oscura
para despistar la censura. De modo que aun cuando hay evidencia del apoyo de Gramsci al marxismo-

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leninismo y a Stalin, la academia se encargó de neutralizar su pensamiento, al grado de hacerlo un pilar
de la socialdemocracia, o en el mejor de los casos del marxismo occidental.

El marxismo occidental, fue una corriente que se desentendió del leninismo, para desarrollar un
marxismo más suavizado por la academia europea, estadounidense y hasta latinoamericana, que vio en
el grupo Praxis, Lukács, Kosik, Korsh, Bloch, Sánchez Vázquez y Althusser, entre otros, una forma de
decirse marxista, pero sin adquirir el compromiso político y partidario que caracteriza a los leninistas
que realizan revoluciones triunfantes.
Actualmente el marxismo está completamente marginado de las universidades, que no nos extrañe la
extrema despolitización del personal docente, lo cual repercute en la precariedad laboral, con bajos
salarios, sin prestaciones, sin sindicalización, donde abunda el aspiracionismo y las pedagogías
posmodernas como el constructivismo. Contrario al siglo pasado, donde una parte importante del
personal docente abanderaba el marxismo, la educación popular y lograba conquistas laborales y
estudiantiles importantes, como las históricas escuelas normales rurales.
3. Ciencia
La ciencia fue una de las herramientas que diseñó y utilizó la burguesía para salir del oscurantismo
feudal y posicionarse como la clase dominante. Pero pronto se dio cuenta de que su potencial
revolucionario podía ser utilizado por el proletariado en su contra, por lo que fomentó una filosofía y
unas ciencias sociales opositoras de la visión científica del mundo.

Uno de los filósofos anticientíficos más importantes es Feyerabend, que pretendía poner en el mismo
nivel el conocimiento científico que las supersticiones. Desde el academicismo es muy fácil hacer
afirmaciones contra la ciencia y seguir recibiendo financiamiento para investigaciones reaccionarias.
Mientras que todos sabemos que ante una lesión o enfermedad todos los filósofos y científicos sociales
que se oponen a la ciencia van directamente a atenderse mediante la ciencia médica.

Es así que la mayoría de los filósofos pregonan contra la ciencia, con el argumento superficial de que
una persona con bata blanca no les va a decir cuál es el conocimiento más certero. Además, las
pseudociencias han logrado infiltrarse en las universidades, con estudios sobre charlatanerías:
acupuntura, homeopatía, quiropráctica y demás prácticas fraudulentas. Todo ello con la complicidad
de los gobiernos, que saben muy bien que el fomento de la superstición aleja al pueblo del pensamiento
crítico y revolucionario.

Asimismo, la mayoría de los filósofos analíticos, aun cuando basan su filosofía en la lógica, suelen
darle la espalda a la ciencia, mientras que otros han defendido el pensamiento científico, como Mario
Bunge. Quien no suele ser popular ni entre el estudiantado ni entre los investigadores, que prefieren
dudar de la existencia de los átomos como Van Fraasen, antes que comprometerse con los avances de
la física atómica, por nombrar un ejemplo. También la física cuántica se ha utilizado como pretexto
para una infinidad de teorías new age, que dentro y fuera de las universidades hacen jugosos negocios
mistificando a la física.

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Para los posmodernos es muy fácil descalificar a toda defensa de la ciencia como “positivismo” aun
cuando dicha teoría está completamente superada y nadie la defiende actualmente, pues hasta el
neopositivismo fue refutado plenamente por Bunge hace décadas. Esto es en el fondo un pretexto para
no comprometerse con una metodología científica que pueda explicar la realidad e incentive su
transformación.

En consecuencia, la academia admite metodologías anticientíficas como la autoetnografía, en la cual


se tira por la borda siglos de avance en el método científico, para hacer una presunta investigación
desde la experiencia personal, lo cual se asemeja más a la astrología o al fraude psicoanalítico que a
una investigación rigurosa que debería basarse en la variabilidad y en la estadística para superar el
sesgo subjetivista.

En pocas palabras, gran parte de las ciencias sociales y de la filosofía son academicistas, por lo que
están alejados del rigor científico y difícilmente sus investigaciones contribuyen al desarrollo de la
humanidad.
4. Feminismo
Gracias a la lucha feminista que duró siglos, las mujeres lograron ser aceptadas en las universidades,
aun cuando la misoginia las sigue marginando de carreras masculinizadas, de puestos altos de poder y
de plazas de investigación.

A mediados del siglo XX las mujeres lograron introducir en las universidades los estudios de la mujer,
lo cual representó un triunfo para el feminismo, dado que las mujeres no sólo podían estudiar a la par
que los hombres, sino que podían estudiar su propia opresión y utilizar a la academia para su propia
emancipación.
Es en este contexto que varias mujeres estadounidenses construyeron organizaciones feministas al
margen de la academia, por ejemplo, Kate MIllet, Naomi Wolf y Shulamite Firestone, esta última
cofundó en 1967 el New York Radical Women, así como el grupo Redstockings, para luego fundar el
New York Radical Feminists. Es decir, el feminismo radical no surgió desde la academia, sino en la
lucha política feminista y en la organización de grupos de autoconciencia.

El feminismo radical se posicionó en la academia, y al igual que como pasó con el marxismo, los
grupos hegemónicos no iban a permitir que se pusiera en duda al patriarcado, así que, mediante
intelectuales como Foucault y Buttler, se logró neutralizar el feminismo, mediante los estudios de
género y la teoría queer.

Mientras que el feminismo radical ha impulsado la organización y la movilización de las mujeres, ya


sea por la legalización del aborto, contra la violencia machista, la abolición de la prostitución, de la
pornografía y de la explotación reproductiva. El presunto feminismo suavizado por la academia, o
teoría queer, se ha encargado de fomentar las mutilaciones y hormonaciones para un ilusorio cambio
de sexo, mientras que usan como pretexto la lucha contra la transfobia para borrar al feminismo radical
y a las mujeres del espacio político y académico.

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Incluso desde una visión científica del mundo, el sexo es una realidad biológica y material, mientras
que autoras como Butler afirman que el sexo es una construcción social, con lo que también caen en el
academicismo que niega la ciencia.

El mejor criterio para diferenciar una teoría academicista de una revolucionaria es juzgar su práctica.
Mientras que las feministas radicales se organizan y movilizan para conquistar derechos para las
mujeres. Buttler y los defensores de la teoría queer son académicos sin práctica política, o su práctica
se centra en organizaciones no gubernamentales que obedecen fielmente las políticas que las financian
y que suelen estar orientadas en beneficio de las farmacéuticas y el neoliberalismo sexual, en
detrimento de las mujeres.

Por ejemplo, la teoría decolonial surge con Boaventura de Sousa, que no sólo es un académico sin
práctica política, sino que ha sido acusado de abuso sexual. Y esto no es una falacia contra la persona,
sino que su práctica concreta refleja cuán farsante y academicista es su teoría. La decolonialidad no ha
hecho ninguna revolución, sobre todo porque su enemigo es imaginario, dado que el colonialismo fue
reemplazado históricamente por el imperialismo. Además, la academia está repleta de estudios
decoloniales, dado que es funcional para el sistema hegemónico que se luche contra enemigos ficticios,
mientras la lucha de clases sociales y de clases sexuales pasa a segundo término.

Algo similar ocurre con la interseccionalidad. Si ya existen dos teorías ligadas a la práctica como son
el marxismo y el feminismo, no hace falta que personas académicas inventen e impongan la
herramienta de la interseccionalidad, que lejos de explicar las múltiples desigualdades, opresiones y
discriminaciones, se limitan a establecer discriminómetros y privilegiómetros, donde compiten para
investigar al que se siente más oprimido y discriminado.

En pocas palabras, el patriarcado ha logrado expulsar al feminismo radical de la academia, de modo


que el presupuesto que se había logrado para fomentar los derechos de las mujeres, ahora es utilizado
en favor de los hombres que se identifican como mujeres y en justificar las mutilaciones y
hormonaciones que causan daños irreversibles en mujeres y niñas, cuando menos.
5. Metodología

Uno de los más destacados esfuerzos por desenmascarar al academicismo, ocurrió con la obra de Sokal:
Imposturas intelectuales, donde el autor muestra que toda la filosofía y ciencia social posmoderna son
una suerte de mezcla arbitraria de conceptos sin explicar y sobre todo sin rigurosidad científica. Sokal
publicó un artículo en una revista de investigación, para luego confesar que en él no decía nada
coherente, pero que lo publicó para evidenciar que en la academia no existen filtros de objetividad ni
rigurosidad.

El estilo del academicismo posee varios elementos que lo identifican. Se utiliza un exceso de citas para
darle un aire de buena fundamentación. Se prioriza el lenguaje especializado, que muchas veces no
muestra complejidad sino oscuridad, misma que es utilizada para apantallar al público y a otros
especialistas, como en el caso de Heidegger, quien apoyó abiertamente al régimen nazi. Con frecuencia
se hacen estudios superespecializados sobre lo que dijo un autor sobre otro autor sobre otro autor, que

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en el fondo sólo tiran el presupuesto público a la basura, en tanto que no aportan nada a la sociedad.
Repudiemos al academicismo.

Por lo contrario, quienes hacen filosofía y ciencias sociales en contra del academicismo, vinculan sus
investigaciones con su propia práctica política, ya sea marxista, feminista o cientificista, aunque la falta
de financiamiento ante propuestas verdaderamente críticas del sistema, provoca que sea difícil hacer
trabajo de campo, teorizar y llevarlo a la aplicación concreta.

Por eso es importante recuperar las experiencias de los revolucionarios como Marx, Lenin, Stalin,
Kollontai, Mao, Fidel, Ché Guevara, Kim, Ho Chi Min, Ankara y Hoxha, entre otros, que además de
realizar una práctica política exitosa, se dieron el tiempo para escribir de su experiencia y teorizar para
las futuras generaciones, sin pedirle nada a la academia.

Del mismo modo, las experiencias de las feministas como Lidia Falcón, fundadora del Partido
feminista de España, de Angela Davis, activista marxista y feminista estadounidense, así como Mujeres
creando en Bolivia y muchas organizaciones feministas radicales en todo el mundo, nos muestran que
su práctica política enriqueció su teoría y aportaron más a la humanidad que mil textos académicos
sobre la inmortalidad del cangrejo.

En ese sentido, la ilusión que toda la gente tiene de cambiar el mundo cuando inicia una carrera
universitaria, rápidamente se viene abajo ante el academicismo que neutraliza cualquier propuesta de
cambio y orienta la profesionalidad hacia el acoplamiento al sistema capitalista-patriarcal. De ahí la
importancia de no limitarse a aprender sólo dentro de las aulas, sino que tratemos de involucrarnos en
círculos de estudio, organizaciones sociales y partidos comunistas, sólo así obtendremos una formación
integral y podremos orientar nuestras carreras hacia la transformación del mundo.
6. Capitulado

En esta obra se abordan algunas de las formas de academicismo, para mostrar cómo hay que combatirlo
y qué propuestas teoríco-prácticas pueden superarlo.

En el primer capítulo, “Lo que no es el fascismo”, se analiza por qué la academia nos ha hecho creer
que fascismo y comunismo son lo mismo, además se desentrañará por qué el fascismo es el verdadero
rostro del capitalismo, así como por qué la única forma de vencer al fascismo es con comunismo.

En el segundo capítulo, “Por qué una masculinidad crítica de género”, se lucha contra las presuntas
nuevas masculinidades, que tanto gustan dentro de la academia, para proponer una práctica política
concreta que podemos hacer los hombres que buscamos solidarizarnos con la lucha feminista.

En el tercer capítulo, “Cómo gestionar el rechazo y no cometer feminicidios”, se propone un manual


para que los hombres hagamos conciencia de lo potencialmente peligrosos que somos hacia las
mujeres, dado que no fuimos educados para asimilar el rechazo sexo-afectivo.

En el cuarto capítulo: “El mito de la interseccionalidad” se analiza esta herramienta tan popular en la
academia, pero que en el fondo no posee una propuesta política concreta de transformación, sino que
es funcional al sistema para que la desigualdad sexual y de clase se mantenga.
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En el quinto capítulo: “La enajenación transexual”, se muestra cómo el transactivismo queer se ha
posicionado como la postura hegemónica dentro de la academia, mientras que en los hechos implica
mutilaciones y hormonaciones irreversibles e innecesarias, así como el borrado político, jurídico y
académico de las mujeres.

En el sexto capítulo: “La anarquía capitalista”, se evidencia que mientras en la academia se elaboran
miles de investigaciones para suavizar y adornar al modo de producción capitalista, con la presunción
de orden e igualdad de oportunidades; en los hechos es fuente de miseria, explotación y devastación
en todo el mundo, de modo que es cada vez más urgente superarlo.

En el séptimo capítulo: “Elogio de la objetividad”, se muestra que mientras en la academia abunda el


subjetivismo tanto en filosofía, como en economía y en sexualidad. Debemos luchar por el pensamiento
crítico y objetivo, que evidencia cómo tanto la realidad, como el valor económico y el sexo biológico
son plenamente objetivos.

En el octavo capítulo: “Por qué un lenguaje crítico de género”, se argumenta cómo la academia está
plagada de un lenguaje desconectado de la realidad, que borra a las mujeres y fomenta la ficción del
lenguaje no binario. Mientras que se propone un lenguaje que visibilice a las mujeres y libre de
estereotipos de género.

En el noveno y último capítulo, “Historia de las mujeres en el movimiento comunista”, se pretende


mostrar las aportaciones del marxismo en favor de los derechos de las mujeres, así como los vicios y
prácticas misóginas que han sido una constante en los partidos y organizaciones comunistas.
Problemáticas que difícilmente se estudian dentro de la academia.

Mi objetivo en esta obra es hacer filosofía desde la lucha social, para así romper la brecha entre el
conocimiento y el pueblo, entre la teoría filosófica y la práctica emancipadora, y para combatir el temor
a politizarnos, de modo que encontremos el significado de la vida luchando por una sociedad justa,
donde cada cual trabaje según sus capacidades y reciba según sus necesidades (como dijera Marx), y
donde las mujeres tengan poder sobre sí mismas (como dijera Mary Wollstonecraft).
Referencias
Bunge, Mario (2017) Elogio del cientificismo. Pamplona, Laetoli.
Egido, José Antonio (2014) ¡Manos fuera del camarada Antonio Gramsci! Templando el acero.
Góngora, Manuel (2005) El marxismo occidental. En: https://rebelion.org/el-marxismo-occidental/

Kahwash Barba, Harun (2019) Heidegger, Arendt y el fascismo.


En:http://www.nocierreslosojos.com/heidegger-arendt-fascismo/

Marín, Kalinda (2019) ¿Por qué la teoría queer es una teoría misógina engañosa que no conduce a la
revolución feminista? En: https://kalindalamar.medium.com/por-qu%C3%A9-la-teor%C3%ADa-
queer-es-una-teor%C3%ADa-mis%C3%B3gina-enga%C3%B1osa-que-no-conduce-a-la-
revoluci%C3%B3n-feminista-6015cbbae0a3

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MIR México (2018) En defensa del marxismo-leninismo: critica a las teorías críticas o contra el
desarme teórico de las y los trabajadores. En: https://mirmexico.mx/2018/05/04/en-defensa-del-
marxismo-leninismo-critica-a-las-teorias-criticas-o-contra-el-desarme-teorico-de-las-y-los-
trabajadores/

Partido Comunista Obrero Español (sin año) Millones de muertos: De Hitler y Hearst a Conquest y
Solzjenitsyn.
En: http://www.mariosousa.se/LahistorisdelossupuestosmillonesdepresosymuertosenlaUnionSovietic
a.html

Pozzi, Pablo (2017) La CIA y los intelectuales progresistas. En: https://razonyrevolucion.org/la-cia-y-


los-intelectuales-progresistas-pablo-pozzi/?fbclid=IwAR3rms8usoeEK1BfHxVrC00i7D8OC_knJjL-
pYLIZyDthMZewMDSy5VlxkI

Rockhill, Gabriel (2022) La CIA y el anticomunismo de la escuela de


Frankfurt. En: https://www.unidadylucha.es/index.php?option=com_content&view=article&id=5224
:la-cia-y-el-anticomunismo-de-la-escuela-de-frankfurt&catid=36&Itemid=102
Sokal, Alan y Jean Bricmont (1999) Imposturas intelectuales. En:
https://web.archive.org/web/20110516100712/http://padron.entretemas.com/Documentos/Imposturas.
pdf

Velázquez Herrera, Luisa (2019) No existe el feminismo


interseccional. En: http://menstruadora.com/no-existe-el-feminismo-interseccional/

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LO QUE NO ES EL FASCISMO

Introducción

El fascismo no es sólo una categoría militar-técnica. El fascismo es una organización de combate de


la burguesía que se basa en el apoyo activo de la socialdemocracia. La socialdemocracia es
objetivamente el ala moderada del fascismo
Iósif Stalin

Muchos son los prejuicios y malentendidos sobre lo que significa el fascismo y el nazismo en la
historia. En esta obra se busca clarificar qué es realmente el fascismo y cuál es su incidencia actual,
tanto en la lucha marxista como en la feminista.

El fascismo es una ideología, un movimiento político y una forma de gobierno de carácter totalitario,
antidemocrático, ultranacionalista y de extrema derecha.
1. El fascismo no es ajeno al capitalismo

Entonces, ¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el
capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad práctica.
Bertolt Brecht

Desde sus orígenes, el capitalismo ha invadido países, saqueado recursos, masacrado poblaciones y
sobre todo ha explotado trabajadores, mientras que los primeros intentos de protesta eran aplastados
brutalmente. Pero la organización obrera fue creciendo y se fortaleció, al grado de lograr conquistas
laborales, derechos sociales y un freno a la infinita ambición de la clase burguesa.

En la primera mitad del siglo XX, Europa y Estados Unidos experimentaron un ascenso y
fortalecimiento de los sindicatos y de organizaciones comunistas que elevaron notablemente el nivel
de vida de las clases oprimidas. Lo que mermó la tasa de ganancia de los capitalistas.
En consecuencia, la burguesía de Italia, Alemania y España, entre otros, formularon una posición
política de extrema derecha, cuyo objetivo era la máxima explotación laboral y el máximo control de
la clase trabajadora, con lo que se originó el fascismo en Italia. El fascismo con racismo originó el
nazismo en Alemania. Y el fascismo con catolicismo dio como resultado el franquismo en España.

En todos esos casos el objetivo fue desmantelar la organización obrera. Los fascistas se infiltraron en
las organizaciones comunistas, en los sindicatos y en cualquier organización de izquierda, para
desviarlos hacia la extrema derecha. Lamentablemente el resultado fue exitoso, dado que evitaron
posibles revoluciones socialistas en Europa y redujeron los derechos laborales, sociales y humanos al
mínimo.
La evidencia de que el fascismo no es ajeno al capitalismo, es que grandes empresas apoyaron a los
nazis: Kodak, Bayer, Coca Cola, Nestlé, IBM y BMW, entre otras. Esto concuerda con Mussolini,

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quien decía en Il Popolo d´Italia: “En materia económica somos liberales en el sentido clásico de la
palabra” (Mussolini, 1921b, en Bitácora de Octubre, 2018).

Incluso, el fascismo es el antecedente inmediato del actual neoliberalismo, dado que una de sus
principales consignas era la privatización de los servicios públicos, por eso decía Mussolini que “el
Gobierno otorgará plena libertad a la empresa privada y abandonará toda intervención en la economía
privada” (Schmidt, 1939, pp. 115, en Bitácora de Octubre, 2018). Mientras que los nazis también
afirmaron en 1933 que “la política de nacionalización llevada a cabo en los últimos años será detenida.
Las empresas estatales serán transformadas nuevamente en empresas privadas” (en Bitácora de
octubre, 2018).

Tras la derrota contundente en la Segunda Guerra Mundial, se evidenció mundialmente la brutalidad e


inhumanidad del fascismo, por lo que la extrema derecha tuvo que desentenderse de esa ideología, al
menos públicamente y retomar el discurso de libertad burguesa. La mayoría de los nazis no fueron
enjuiciados de manera justa, por lo que muchos ocuparon cargos en la Alemania Federal, mientras que
otros emigraron a Estados Unidos, desde donde fortalecieron los objetivos imperialistas y neoliberales
para fundar la CIA y que de la mano de Milton Friedman fundaron la Escuela de Chicago, y
posteriormente impulsaron las dictaduras militares de Pinochet en Chile y Videla en Argentina, entre
otros.
Las prácticas terroristas de desaparición forzada, ejecución extrajudicial y prisión política que ejercen
los Estados latinoamericanos, son recursos inventados por los nazifascistas, para aniquilar la
organización popular. Lo cual es perfectamente funcional al neoliberalismo para eliminar pensiones,
reducir salarios y aniquilar el sindicalismo.

En pocas palabras, el fascismo es el verdadero rostro del capitalismo, que utiliza el terrorismo para
cumplir el sueño burgués de la máxima explotación laboral y el mínimo de derechos humanos.
2. El fascismo no es socialista.

Estamos irreparablemente separados de todas las sectas socialistas, porque rechazamos todo
internacionalismo, sea el que sea, toda intervención del Estado en la vida económica, sea la que sea.
Benito Mussolini

Mussolini, el fundador del fascismo, era miembro del Partido socialista italiano, pero fue expulsado en
1914 por su posición nacionalista. Asimismo, Hitler fundó el Partido Nacionalsocialista Obrero
Alemán en 1920, mejor conocido como Partido nazi.

Estos datos han sido manipulados para hacer creer que los nazifascistas son socialistas, pues de este
modo se descalifica al socialismo, pero tal afirmación carece de sustento. La realidad es que los
nazifascistas utilizaron un lenguaje socialista para atraer a las masas obreras, dado que era el discurso
más popular en ese contexto.
Pero el objetivo de los nazifascistas fue ingresar a las organizaciones obreras y comunistas para
destruirlas por dentro, para lo cual utilizaron una manipulación del lenguaje. Decían que en vez de la
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clase obrera contra la clase burguesa, era una supuesta “clase” nacional, contra la “clase” extranjera.
De modo que la lucha de clases se convertía en un nacionalismo anticomunista.

Si el nazifascismo fuera socialista como lo sugiere el nombre del partido, las principales empresas de
la época no los habrían financiado, los sindicatos no habrían sido aplastados, ni los comunistas
perseguidos hasta la muerte. Mucho se habla de la persecución hacia los judíos, que es innegable e
imperdonable, pero la verdadera intención de los nazis era el exterminio de los comunistas y de eso
casi no se habla en la historia oficial.
Si el nazifascismo fuera socialista no habría impulsado el adelgazamiento del Estado en favor de la
propiedad privada, dado que el Estado totalitario y dictatorial del que se habla, fue impuesto en
beneficio de la gran burguesía internacional y en detrimento de la clase trabajadora.

En pocas palabras, el fascismo no es socialista, sino que, bajo un discurso nacionalista, representa a la
extrema derecha capitalista, imperialista y neoliberal que implementa un Estado terrorista en beneficio
de la gran burguesía internacional.
3. El socialismo no es fascista.

Colocar en el mismo plano moral el comunismo ruso y el nazifascismo, en la medida en que ambos
serían totalitarios, en el mejor de los casos es una superficialidad; en el peor, es fascismo. Quien
insiste en esta equiparación puede considerarse un demócrata, pero en verdad y en el fondo de su
corazón es en realidad un fascista, y desde luego solo combatirá el fascismo de manera aparente e
hipócrita, mientras deja todo su odio para el comunismo.
Thomas Mann

En los primeros años de la Unión Soviética, la imagen pública del socialismo no era tan negativa en
los medios de comunicación capitalistas. El periodista estadounidense Jhon Reed formó un colectivo
marxista en Harvard y documentó la revolución rusa. En Hollywood se representaba a Stalin como una
buena persona, mientras que el partido comunista de Estados Unidos tenía miles de miembros que le
decían a Stalin “El tío Joe” de cariño. Incluso Stalin salió en la portada de la revista Time en 1939 y
1942, en la que se dice que “se convirtió en la fuente de toda la sabiduría socialista”.

Sin embargo, al comienzo de la Guerra Fría, Estados Unidos y Europa del Este requerían demonizar al
socialismo para recuperar su hegemonía mundial, por lo que implementaron una guerra ideológica
llena de tergiversaciones de la historia. Mientras se desmarcaban injustificadamente del fascismo,
atribuyeron prácticas fascistas al socialismo.

Si el fascismo implicaba exterminio, debía inventarse que los soviéticos habían exterminado a millones
de personas. Fue así que el Ministerio de Propaganda nazi diriguido por Goebbels inició en 1934 una
campaña de supuesto genocidio hecho por los bolcheviques en Ucrania, lo cual no tuvo mucho eco.
Pero en 1935, William Hearst, un periodista amarillista estadounidense, aliado de Hitler, difundió que
la hambruna en Ucrania había sido provocada por los comunistas. Del mismo modo, el escritor
británico Robert Conquest, redactó “El gran terror” en 1969, en los que infló las cifras de muertos en

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Ucrania y los Gulags, para consolidar la idea de los millones de muertos del comunismo. Siendo que
fueron los campesinos burgueses los que provocaron la hambruna ucraniana y fueron los nazis los que
provocaron los millones de muertos en la URSS.

El impacto de la propaganda anticomunista fue mundial y desde entonces la mayoría de las corrientes
políticas de derecha y de izquierda sostienen tales mentiras como el mito del Gulag (Andrew, 2001),
que asume que los centros de readaptación en la Unión soviética eran campos de concentración al estilo
de los nazis. Mientras que las cifras muestran que aun en tiempos de guerra, el número de presos era
menor en proporción a la población total de la URSS, en comparación al número de presos que hay
hoy en día en las cárceles estadounidenses. Y si los millones de muertos de los Gulags fueran reales,
ya se habrían encontrado grandes cementerios y la población de la URSS habría descendido
notablemente en esos años, pero no fue así.

Lamentablemente, las mentiras de los nazis y estadounidenses de derecha han sido asumidas como
verdad por muchos que se dicen izquierdistas: socialdemócratas, trotskistas y anarquistas difunden el
mito del Gulag y otros mitos que sólo contribuyen a la falsa equiparación de socialismo con fascismo,
mientras que el neoliberalismo avanza en todo el mundo.

Incluso, una intelectual financiada por la CIA como Hanna Harendt (Kahwash, 2019), se atreve a
descalificar a las víctimas judías en el holocausto como colaboradores de los nazis, aun cuando hubo
partisanos judíos, y fue de las primeras en equiparar fascismo con socialismo, siendo que ella misma
se alineó con Heidegger, el filósofo aliado de los nazis. Del mismo modo, intelectuales de izquierda
como Noam Chomsky, también pretenden equiparar el fascismo con el socialismo, con lo que
evidencia su visión reaccionaria.

Además, el socialismo no sólo no es fascista, sino que es su principal opositor, dado que los soviéticos
fueron quienes derrotaron a los nazis en la Gran Guerra Patria, donde millones de soldados y soldadas
dieron la vida para salvar al mundo del fascismo, por lo cual deberíamos estar agradecidos.
4. El feminismo no es fascista.
El feminismo no mata, pero le llaman feminazi. El machismo mata cada 18 horas, pero es una
exageración nuestra.
Paola Alfaro
La lucha histórica de las mujeres tuvo un auge a inicios del siglo XX, cuando las socialistas fundaron
el día internacional de la mujer trabajadora. Además, en Estados Unidos, la Unión soviética y Europa
se luchaba por derechos para las mujeres, como el derecho a la educación, al voto y al aborto.

Para el nazifascismo los movimientos de mujeres eran un peligro para el control totalitario que
necesitaban contra la clase trabajadora, por lo que desarticularon todo intento de organización feminista
y en su lugar fomentaron el culto a la madre que da hijos para la guerra. En septiembre de 1934, en un
discurso ante la Liga Nacional de Mujeres Socialistas, Adolf Hitler argumentó que para la mujer
alemana su "mundo es su esposo, su familia, sus hijos y su hogar", una política reforzada por el énfasis

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de las 3 K en publicidad "Kinder, Küche, Kirche", y por el Premio Cruz de Honor de la Madre Alemana
otorgado a mujeres que tienen cuatro o más bebés.

Es decir, debido a que el nazifascismo fue un movimiento ultraconservador, su oposición al feminismo


y a los derechos de las mujeres es innegable, por eso es completamente absurdo que se haya inventado
el concepto “feminazi” para descalificar al feminismo. Incluso porque el término fue acuñado por
conservadores que pretenden equiparar el derecho al aborto con el holocausto nazi, aun cuando los
nazis se oponían al aborto. Y aun cuando el derecho a decidir de las mujeres sobre sus propios cuerpos
no tiene ninguna relación con un holocausto que torturó y mató a millones de comunistas y judíos, para
favorecer los intereses de la gran burguesía aliada con Hítler. En dicho Holocausto se hicieron
experimentos eugenésicos que eran todo lo contrario del derecho a decidir de las mujeres.

El concepto de feminazi es tan absurdo que hasta los neonazis tuvieron que responder, dijeron en redes
sociales que mejor les llamen femimarxistas, incluso porque los neonazis suelen usar el pañuelo azul
de los provida.

En pocas palabras, el feminismo no es fascista, al contrario, los grupos conservadores como los provida
tienen vínculos innegables con el neonazismo.
5. La crítica de género no es fascista.
Feminazi, TERF, puta, bruja. Los tiempos cambian. El odio a las mujeres es eterno.
Joanne Rowling

El marxismo-leninismo y el feminismo radical disfrutaban de buena presencia en las academias


europeas y estadounidenses en la segunda mitad del siglo XX. La influencia de la Unión Soviética y
del surgimiento del feminismo radical de la mano de Kate Millet y de Shulamith Firestone había
posicionado al feminismo en las universidades. Las cuales pertenecían a Estados o empresas
capitalistas que no iban a permitir que sus presupuestos financiaran teorías contrarias al capitalismo-
patriarcal imperante.
Es así que la CIA se dio a la tarea de financiar a intelectuales de izquierda para marginar al marxismo-
leninismo y al feminismo radical de la academia. En el primer caso financió a la Escuela de Frankfurt,
que liderada por Adorno y Horkheimer (Rockhill, 2022) se encargaron de mezclar al marxismo con
teorías posmodernas, tales como el existencialismo y el psicoanálisis. Pronto se convirtieron en el
“marxismo” dominante y el que actualmente sigue siendo financiado en las universidades del mundo,
dado que no promueve la organización de la clase obrera ni la preparación partidaria para la revolución,
sino una serie de críticas superficiales y románticas sobre cómo el humano se ha convertido en un ser
unidimensional.

Como complemento, la CIA también financió a un intelectual que originalmente era miembro del
Partido comunista francés: Michael Foucault (Pozzi, 2017) para que marginara al marxismo, pero
también al feminismo de la academia.

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Las luchas de las mujeres habían logrado posicionar al feminismo dentro de la academia con los
estudios de la mujer o estudios feministas. Lo cual siempre incomodó al patriarcado, por lo que con
base en el posmodernismo de Foucault, surgió la teoría queer, de la mano de Judith Butler, para situar
el concepto de género y desbancar al feminismo, surgen así los estudios de género y la perspectiva de
género, como una forma de despolitizar al feminismo y hacerlo accesible a los intereses del patriarcado.
El daño que hizo el generismo queer se percibe hasta nuestros días, al ser una teoría posmoderna, niega
a la ciencia y por ende anula el sexo biológico, para afirmar que el sexo es una construcción social y
así los derechos de las mujeres basados en el sexo se diluyen en un mar de identidades sexuales
arbitrarias.

El generismo queer es sólo la punta del Iceber de una teoría mucho más amplia que se denomina
neoliberalismo sexual, el cual fomenta la prostitución, la pornografía, el sadomasoquismo, los vientres
de alquiler y las operaciones trans, como formas de liberación sexual y de empoderamiento, aun cuando
todas ellas representan la mercantilización del cuerpo de las mujeres y su condiciones de objetos de
consumo sexo-reproductivos. Todo esto para beneficio de la gran burguesía encargada de las redes de
trata y de la industria farmacéutica que fomenta las transiciones sexuales para medicar de por vida. Ya
que hemos visto que el neoliberalismo fue fundado por fascistas, el neoliberalismo sexual es sólo una
de sus ramas, de modo que el generismo queer también tiene una base fascista, incluso porque el
financiamiento de la CIA hacia Foucault influyó en Butler, la fundadora del queerismo.

En contraste, existe un concepto despectivo para llamar a las feministas: TERF, que significa feministas
radicales que excluyen a transexuales. El término es impreciso porque dentro de los grupos separatistas
se admite a mujeres transmasculinas, pero además es incorrecto porque no se puede excluir a alguien
que no pertenece a un grupo y dado que los hombres transfemeninos poseen un sexo masculino, no
tienen por qué invadir espacios separatistas para mujeres.

Por eso resulta irónico que, una vez más, se quiera insultar a las radfem como fascistas o nazis, cuando
el feminismo radical se ha caracterizado históricamente por defender los derechos de las mujeres, no
por hacer holocaustos. Incluso los transactivistas queer han querido señalar a los símbolos lésbicos
como nazis. Por lo contrario, quienes están más cerca de posiciones nazifascistas son los queers, dado
que fomentan la misma misoginia que fomentaban los fascistas, tales como amenazas de muerte contra
feministas.

En pocas palabras, la crítica de género no es fascista, en contraste la teoría queer (como parte del
neoliberalismo sexual) sí que lo es, tanto por los intereses capitalistas a los que responde, como por su
política de silenciamiento y cancelación de las mujeres.
Conclusión

El fascismo es la forma más brutal e inhumana del capitalismo, que es capaz de aniquilar al movimiento
obrero, pero también puede mutar en posiciones aparentemente progesistas para mantener su dominio.
Es así como ha logrado que predomine el anticomunismo y el antifeminismo en el siglo XXI.

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La gran burguesía sostiene una visión conservadora y neoliberal según le convenga, con el propósito
de oprimir y explotar a las dos grandes clases que generan la riqueza: el proletariado y las mujeres. En
contraste, el gran defecto de la izquierda es que no ha sabido articular el feminismo radical y el
marxismo leninismo como las dos grandes teorías emancipadoras de la humanidad.
Referencias
Andrew, R. (2001) El mito del Gulag. En: https://kaosenlared.net/el-mito-del-gulag/

Bitácora de Octubre (2018) Fascismo y liberalismo. En:


https://bitacoradeoctubre.wordpress.com/2018/06/25/fascismo-y-liberalismo/

De Muelas, Román (2021) ¿Tiene sentido afirmar que Hitler o Mussolini eran socialistas? En:
https://elestado.net/2019/03/16/hitler-y-mussolini-socialistas/

Kahwash Barba, Harun (2019) Heidegger, Arendt y el fascismo.


En:http://www.nocierreslosojos.com/heidegger-arendt-fascismo/

Marín, Kalinda (2019) ¿Por qué la teoría queer es una teoría misógina engañosa que no conduce a la
revolución feminista? En: https://kalindalamar.medium.com/por-qu%C3%A9-la-teor%C3%ADa-
queer-es-una-teor%C3%ADa-mis%C3%B3gina-enga%C3%B1osa-que-no-conduce-a-la-
revoluci%C3%B3n-feminista-6015cbbae0a3

Partido Comunista Obrero Español (sin año) Millones de muertos: De Hitler y Hearst a Conquest y
Solzjenitsyn.
En: http://www.mariosousa.se/LahistorisdelossupuestosmillonesdepresosymuertosenlaUnionSovietic
a.html

Pozzi, Pablo (2017) La CIA y los intelectuales progresistas. En: https://razonyrevolucion.org/la-cia-y-


los-intelectuales-progresistas-pablo-pozzi/?fbclid=IwAR3rms8usoeEK1BfHxVrC00i7D8OC_knJjL-
pYLIZyDthMZewMDSy5VlxkI
Rockhill, Gabriel (2022) La CIA y el anticomunismo de la escuela de Frankfurt. En:
https://www.unidadylucha.es/index.php?option=com_content&view=article&id=5224:la-cia-y-el-
anticomunismo-de-la-escuela-de-frankfurt&catid=36&Itemid=102

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POR QUÉ UNA MASCULINIDAD CRÍTICA DE GÉNERO

Introducción

En este ensayo se analizará el papel de la masculinidad desde una perspectiva crítica de género. Se
cuestionará el rol que jugamos los hombres en el problema de la prostitución, de la pornografía y de la
transexualidad, con el objetivo de clarificar cómo podemos sumarnos a la lucha contra el patriarcado.
1. Sexo y género
La perspectiva crítica de género hace una distinción fundamental entre los conceptos de sexo y género.

La especie humana está sexuada y esto implica que existe el sexo hombre y el sexo mujer, los cuales
pueden ser identificados desde antes de nacer mediante la observación de los genitales, los cuales son
un reflejo de los cromosomas. Si bien existe un porcentaje muy pequeño de la población que nace
intersexual, tal excepcionalidad no anula la dualidad de los sexos, pues aun en esos casos existe cierta
predominancia hacia un sexo.

Por otra parte, la sociedad patriarcal hace una lectura de ese sexo y construye roles de género que van
a determinar si la persona en cuestión será parte de la clase hegemónica de los hombres o de la clase
subordinada de las mujeres. Por lo que el género implica la opresión sexual y reproductiva, basado en
la presunta capacidad paridora de las mujeres.

Es decir, aun cuando no todas las mujeres puedan tener hijos, el hecho de haber nacido mujeres, implica
que el patriarcado les asigne los roles de género históricamente subordinados, tales como el trabajo de
cuidados, la cosificación sexual de sus cuerpos, el trabajo doméstico y la maternidad obligatoria.

Por lo contrario, los que nacemos con el sexo hombre, seremos leídos como sujetos hegemónicos, de
modo que contaremos con una serie de privilegios que el patriarcado nos otorga para mantener su
dominación, tales como ser sujetos sexuales, estar eximidos del trabajo doméstico y de cuidados, así
como obtener puestos más altos y mejor remunerados que las mujeres en el mercado de trabajo, y ser
dueños de propiedades.

Por lo tanto, la labor de los hombres críticos de género inicia con hacernos conscientes de que nuestra
familia y la sociedad nos educaron en la masculinidad hegemónica y que eso implica que culturalmente
seamos violentos con las mujeres, ya sea con el piropo y el acoso, hasta situaciones más graves como
la violación sexual y el feminicidio, en razón de que no fuimos educados para gestionar el rechazo
sexo-afectivo, por lo que reaccionamos de manera violenta.

Además, la masculinidad hegemónica también es dañina hacia nosotros mismos, dado que sólo
desarrollamos aspectos que se consideran culturalmente masculinos, como la fuerza física, la
competitividad y el liderazgo, pero reprimimos o deformamos las características que son consideradas
culturalmente femeninas, tales como las demostraciones de afecto, la higiene personal y el cuidado de
nuestra salud e integridad física.

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En pocas palabras, los hombres debemos cuestionar nuestros privilegios, que son otorgados por el
patriarcado en forma de estereotipos de género, en razón de subordinar a las mujeres con base en su
sexo, lo cual analizaremos en adelante.
2. Prostitución

La gran mayoría de las prostitutas en el mundo son mujeres y la gran mayoría de los consumidores son
hombres, esto implica que el comercio sexual refleja una gran desigualdad, producto de la opresión de
género que constituye a los hombres como sujetos sexuales que consumen cuerpos de mujeres como
objetos sexuales. Eso sin considerar el alto riesgo de violencia, violación y feminicidio que sufren las
mujeres en esa actividad.
A los hombres no nos corresponde juzgar a las mujeres que se dedican al comercio sexual, dado que
seguiríamos cayendo en la masculinidad hegemónica que les dice a las mujeres qué hacer con su
cuerpo. Lo que sí nos toca es tomar la decisión de no consumir prostitución, por las siguientes razones:

a) La gran mayoría de las mujeres que se dedican a la prostitución no lo hacen libremente, sino que son
víctimas de trata, por lo que nuestra labor como hombres críticos de género es evitar ser cómplices de
la trata de mujeres, así como cuestionar a otros hombres que lo hagan.

b) Pagar por sexo refleja nuestra incapacidad de concertar relaciones sexoafectivas de manera libre y
voluntaria con las mujeres, así que sería mejor aprender a gestionar nuestra capacidad de relacionarnos
con el sexo opuesto, en vez de buscar la salida fácil de pagar por consumir un cuerpo.

c) Pagar por sexo implica que sólo estamos utilizando una parte de una mujer para nuestra satisfacción
sexual, por lo que demostramos nuestra incapacidad para reconocer a las mujeres como seres humanos,
lo cual incluye sus deseos y sentimientos, así como su personalidad.

d) Por último y lo más importante, el sexo no-violento no sólo implica consentimiento sino también
deseo, si tenemos que pagarle a una mujer para tener relaciones sexuales, significa que no hay deseo
de su parte, por lo que en el fondo es una violación sexual, de modo que pagar por sexo significa pagar
por violar.

En consecuencia, que los hombres seamos consumidores de prostitución no sólo afecta a las mujeres,
sino a nosotros mismos, pues perdemos la capacidad de relacionarnos con las mujeres en igualdad,
dado que las asumimos como objetos de consumo y eso nos hace violadores sexuales.

En esta categoría podemos incluir el llamado “sugar daddy” que es un hombre que mantiene una
relación con una mujer más joven a cambio de dinero o regalos. El hombre sabe muy bien que ella no
aceptaría relacionarse con él si no fuera por el dinero, por lo que el hombre saca ventaja de su poder
económico para abusar de mujeres jóvenes. Con lo que además muestra su incapacidad de relacionarse
con mujeres de su misma edad.

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3. Pornografía

La industria de la pornografía genera ganancias millonarias a sus dueños, que en su mayoría son
hombres, mientras que para las mujeres es una actividad de alto riesgo, donde además de las
enfermedades de transmisión sexual, existe la estigmatización pública. Las mujeres que se dedican a
esa actividad afirman que es una mafia de la cual no es fácil salir y que frecuentemente deben aceptar
violencia y daños corporales irreversibles para la satisfacción del cliente.

A los hombres nos corresponde restringir o eliminar nuestro consumo en pornografía por las siguientes
razones:

a) Muchas de las mujeres que actúan en la pornografía son obligadas por redes de trata, por lo que al
consumirla estamos siendo cómplices de su esclavitud sexual.
b) En algunos casos los hombres insertan cámaras ocultas en baños y habitaciones para grabar a las
mujeres sin su consentimiento, por lo que al ver este tipo de videos estamos violando la privacidad de
las mujeres.

c) La industria pornográfica se mantiene de hombres que están dispuestos a pagar por lo que ven, si no
somos lo suficientemente críticos para dejar de consumirla, al menos debemos dejar de pagarla.

d) Gran parte de la pornografía fomenta la cultura de la violación, dado que presenta escenas de clara
violencia física o sexual y situaciones de humillación hacia las mujeres. Por ende, debemos ser críticos
ante tales escenarios.

e) La pornografía distorsiona el acto sexual al convertirlo en objeto de consumo masculino, por lo que
debemos evitar las falsas expectativas que ocasiona, tales como creer que las mujeres están a
disposición sexual de los hombres, creer que las mujeres deben tener cuerpos falsamente estereotipados
y creer que las mujeres disfrutan simplemente con estar a disposición del placer masculino.

f) La pornografía infantil implica un delito en todo el mundo, dado que constituye un abuso de menores,
por lo que debemos ser críticos ante cualquier indicio de que la actriz sea una menor, dado que
probablemente sea víctima de redes de trata de niñas y adolescentes.

g) Existen grupos de hombres que guardan fotos y videos de mujeres que conocen y las distribuyen sin
su conocimiento, esto es por definición una forma de pornografía que no sólo atenta contra la
privacidad de las mujeres, sino que implica una traición a la confianza y en muchos países es un delito,
por lo que debemos ser críticos ante tales abusos.

En consecuencia, que los hombres seamos consumidores de pornografía no sólo afecta a las mujeres,
sino a nosotros mismos, pues distorsiona nuestra capacidad de mantener relaciones sexo-afectivas
sanas.

En esta categoría podemos incluir los sitios como “only fans” en los que se reproduce el esquema de
pagar por consumir cuerpos de mujeres, dado que el mayor beneficiario es el dueño de la plataforma.
De nuevo los hombres no debemos juzgar a las mujeres que optan por abrir un only fans, incluso porque

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la causa de que tantas mujeres se vean orilladas a prostituirse o hacer pornografía, es el el propio
sistema patriarcal, donde los empresarios son responsables de la precariedad laboral de las mujeres que
se ven orilladas a comerciar con su cuerpo, así como los empresarios también son responsables de las
redes de trata que les brindan una salida económica en el consumo sexual.
4. Generismo queer

La masculinidad crítica de género se basa en el feminismo crítico de género, el cual busca abolir el
género, de modo que cada hombre y cada mujer pueda expresar su feminidad y su masculinidad
libremente. En contraste, el generismo queer busca abolir el sexo y plantear que cada quien puede
identificarse con el sexo que desee a partir de los estereotipos de género.

En otras palabras, el generismo queer pretende negar que existe un sexo biológico y en consecuencia
niega la posibilidad de luchar contra la opresión de género, reemplazándola por una gama arbitraria de
identidades y presuntas discriminaciones.

Sin embargo, el sexo biológico se compone de 5 factores: gonadal, cromosómico, hormonal, caracteres
sexuales externos o genitales, y caracteres sexuales internos u órganos reproductores. Por lo que un
hombre que se hormone o se opere nunca llegará a ser mujer.

Además, un hombre que se identifique como mujer (en adelante transfemenino) no sufrirá la misma
opresión de género que las mujeres porque nunca experimentará: violencia obstétrica, feminicidio,
embarazos forzados, vientre de alquiler, matrimonio infantil, planchado de senos, ablación del clítoris,
aborto selectivo de fetos, carga de trabajo doméstico y emocional o techo de cristal, entre otras. Esto
es debido a que el patriarcado siempre juzgará a los transfemeninos por su sexo inmutable y no por el
género con el que se identifican.
En consecuencia, los hombres críticos de género, debemos cuestionar a los hombres transfemeninos,
dado que es la misma masculinidad hegemónica de siempre, pero disfrazada de transgresora.

Las consecuencias del generismo queer son sumamente dañinas para las mujeres, dado que los
transfemeninos se insertan en competencias deportivas femeniles y rompen todos los records, dado que
sus huesos y músculos nunca dejan de ser del sexo con el que nacieron, por lo que es una competencia
desleal que borra los logros deportivos de las mujeres.

Además, algunos violadores sexuales se identifican como transfemeninos para evitar entrar en cárceles
para hombres y luego de ser transferidos a cárceles de mujeres continúan ejerciendo violaciones
sexuales.

Otros transfemeninos se asumen lesbianas por gustarles las mujeres e intentan forzar a lesbianas a tener
relaciones sexuales con sus supuestos “penes femeninos”, para luego acusarlas de transfóbicas si se
niegan al acto de violación.

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Todo este fenómeno del generismo queer es impulsado por la industria farmacéutica que fomenta los
estereotipos de género para promover las mal llamadas “infancias trans”, en donde se plantea que las
niñas y los niños que no se sienten conformes con tales estereotipos, deben hormonarse, operarse y
aplicarse bloqueadores de pubertad, los cuales generan un daño irreversible en sus cuerpos y un
tratamiento de por vida. Aun cuando la gran mayoría de esas infancias sólo están inconformes con las
imposiciones patriarcales en sus conductas y gustos, tales como que los niños no puedan jugar con
muñecas o las niñas no puedan subir a los árboles. Dado que lo que hay que abolir es el género, en vez
de mutilar los cuerpos.

Por otra parte, el generismo queer parte de la falsa idea de que la gente puede nacer en el cuerpo
equivocado, pero no posee ninguna base científica dado que no tenemos un cuerpo, sino que somos
cuerpos, es decir, el ser humano conforma una unidad orgánica en donde la identidad es el resultado
de la interacción del organismo con el ambiente, por lo que no existen cerebros rosas o azules de
nacimiento. De este modo, están tan equivocados los conservadores por pretender modificar la
personalidad acorde a un estereotipo de género como ocurre en las terapias de conversión, como los
generistas queer en pretender modificar el cuerpo acorde al mismo estereotipo de género. Lo ideal es
que cada persona pueda expresar su sexualidad sin ser sometida a ninguna modificación externa.

En pocas palabras, los hombres críticos de género podemos romper con los estereotipos de género
expresando nuestra feminidad, lo cual no requiere hacer modificaciones en nuestros cuerpos y de
ningún modo podemos identificarnos plenamente como mujeres, dado que esto implica invadir los
espacios que las mujeres han ganado con luchas históricas, así como borrarlas política y jurídicamente.
Conclusión

Hemos visto que los hombres críticos de género asumimos un compromiso solidario con la lucha
feminista, que implica cuestionar nuestros privilegios como estar eximidos del trabajo doméstico y de
crianza, así como dejar de asumir a las mujeres como objetos sexuales o reproductivos, es decir,
comprometernos a no consumir prostitución ni pornografía, pero sin juzgar a las mujeres por
practicarlas, sino a otros hombres por consumirlas y beneficiarse de las redes de trata.

Del mismo modo, ser críticos de género implica expresar nuestra feminidad sin pretender ser mujeres
ni ocupar sus espacios, así como cuestionar a los hombres que lo hagan. El objetivo del feminismo
crítico de género es abolir el género, los hombres podemos sumarnos a esa lucha para combatir la
opresión patriarcal, de modo que toda persona pueda desarrollar su feminidad y masculinidad en
libertad.

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Referencias

Azpiazu Carballo, Jokin (2013) ¿Qué hacemos con la masculinidad: reformarla, abolirla o
transformarla? En: http://www.pikaramagazine.com/2013/03/%C2%BFque-hacemos-con-la-
masculinidad-reformarla-transformarla-o-abolirla/

Cañedo, Sandra (2019) Octavio Salazar: «Los hombres feministas somos mucho más felices». En:
http://www.telva.com/estilo-
vida/libros/2019/02/12/5c630b5601a2f1eb528b45b0.html?fbclid=IwAR33RIU1X9OLTAC4NZByq
Q9RVqErDzdiEkhFLr-iysxs_Hj1TxVyBmx9uFc

De Santis, Marie (2014) La solución sueca para la prostitución: ¿Por qué nadie intentó esto antes? En:
http://nuriavarela.com/la-solucion-sueca-para-la-prostitucion-por-que-nadie-intento-esto-antes/

Gimeno, Beatriz (2014) La prostitución tiene que ver con la igualdad, no con el sexo. En:
http://beatrizgimeno.es/2014/03/07/la-prostitucion-tiene-que-ver-con-la-iguldad-no-con-el-sexo/

Hayton, Debbie (2020) La palabra ‘mujer’ está ya ocupada. En:


https://blogs.publico.es/otrasmiradas/35016/la-palabra-mujer-esta-ya-ocupada/

López Rodriguez, Rosana (2020) La política queer como vaciamiento del feminismo. En:
https://tribunafeminista.elplural.com/2020/04/la-politica-queer-como-vaciamiento-del-feminismo/

Martínez, Alonso (2017) El documental que retrata la humillación y violencia de la industria


pornográfica. En: https://culturacolectiva.com/adulto/documental-
hardcore?fbclid=IwAR1BwZAFTWkqWjTOiYnDSBxRyNoeuy59C-f-
LjJ6qDAxl8Qa88eIRCV8aoA

Morales, Michelle (2020) J.K. Rowling y la Inquisición Anticientífica. En:


https://tribunafeminista.elplural.com/2020/07/j-k-rowling-y-la-inquisicion-anticientifica/

26
Moscacojonera (2014) 35 cosas que cualquier hombre puede hacer para apoyar el feminismo. En:
http://www.golfxsconprincipios.com/lamoscacojonera/35-cosas-que-cualquier-hombre-puede-hacer-
para-apoyar-el-feminismo/

Plataforma Anti Patriarcado (2017) Feminismo radical vs transfeminismo. En:


https://tribunafeminista.elplural.com/2017/02/feminismo-radical-vs-transfeminismo-comunicado-de-
plataforma-anti-patriarcado/

Sánchez, Raquel Rosario (2018) Invisibilizar el sexo+universalizar el género=destruir el feminismo.


En: https://tribunafeminista.elplural.com/2018/01/invisibilizar-el-sexouniversalizar-el-genero-
destruir-el-feminismo/

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CÓMO GESTIONAR EL RECHAZO Y NO COMETER FEMINICIDIOS

Introducción

Desde niños, los hombres somos educados en el patriarcado para no aceptar el rechazo de las mujeres,
por lo que solemos responder de modo desproporcional o violento, llegando al extremo del feminicidio.
En este ensayo se analizará la respuesta de los hombres ante el rechazo en diversas situaciones
cotidianas.
1. En la declaración de intenciones.

Si un hombre está seguro de que su atracción por una mujer será correspondida, le bastaría con
preguntarle o declararle sus intenciones en privado. El hecho de que lo haga público, con el pretexto
de ser romántico, implica una presión social que fuerza a la mujer a aceptar. Dado que, si la mujer
decide rechazar la petición, él logrará quedar como una víctima (soldado caído), por lo que en muchos
casos se verá obligada a aceptar, es decir, dará su consentimiento, pero no implicará su deseo.

Un caso similar ocurre cuando un hombre y una mujer construyen una amistad, en cierto momento el
hombre decide pedir una relación sexo-afectiva y al ser rechazado declara que se encuentra en la
“friend-zone”, poniéndose a sí mismo como víctima nuevamente. En este caso la víctima sería la mujer,
dado que ella esperaba una relación amistosa y él decide verla como objeto sexual o asumir que la
amistad no tiene ningún valor, sino que merece una recompensa sexual. De nuevo, la mujer que acepta
una relación con un amigo sólo por agradecimiento de la amistad está dando su consentimiento, pero
no implicará su deseo.

Incluso existe un movimiento derechista llamado INCEL (celibato involuntario) que consiste en
hombres misóginos que culpan a las mujeres porque no logran acceder a relaciones sexuales. Dicho
movimiento tiene acusaciones por promover asesinatos y suicidios entre sus miembros, aun cuando
nadie muere por falta de relaciones sexuales y es la única necesidad que puede satisfacerse con uno
mismo.
En consecuencia, el patriarcado ha educado a los hombres para que no les importen los deseos sexuales
de las mujeres, sino que en muchos casos les baste con conseguir el consentimiento y de este modo
satisfagan sus deseos individualistas y ejerzan una apropiación del cuerpo de las mujeres.
2. En las relaciones de pareja

Ya sea en el noviazgo o en el matrimonio, donde existe tanto el consentimiento como el deseo sexual,
también se puede dar el caso del rechazo, dado que establecer una relación no implica que las mujeres
tendrán deseo sexual siempre que lo tenga el hombre.

Es decir, si un hombre fuerza a su pareja a tener relaciones sexuales sin que ella tenga deseo, la está
utilizando como objeto sexual y si tampoco existe el consentimiento, está cometiendo violación sexual,

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sin importar que sean pareja o que anteriormente hayan tenido relaciones sexuales consensuadas y
deseadas.

El problema de fondo es que el hombre es educado en el patriarcado para asumir que en una relación
sexo-afectiva formal, como el noviazgo o el matrimonio, la mujer pasa a ser de su propiedad, por eso
no puede tolerar el rechazo.

Algunas de las consecuencias de no gestionar el rechazo en las relaciones de pareja, sobre todo después
de un rompimiento, son el porno de venganza y la violencia vicaria.

Pornovenganza se refiere a la utilización de fotografías o videos privados tomados en la intimidad para


publicarlos o viralizarlos sin el consentimiento de la protagonista a través de redes sociales o sitios
web, aun habiendo existido acuerdo entre las partes involucradas para la creación de esas imágenes o
videos.

Por otro lado, la violencia vicaria es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus
seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos.

En pocas palabras, los hombres que no saben gestionar el rechazo en las relaciones de pareja, suelen
responder de manera violenta contra la intimidad sexual de las mujeres como en el pornovenganza o
contra la intimidad reproductiva como en la violencia vicaria, por lo que las mujeres se ven gravemente
perjudicadas.
3. En el acto sexual

Cuando se da el consentimiento para una relación sexual, los hombres suelen asumir que es una
situación definitiva y permanente que no puede ser revocada, con lo que ignoran deliberadamente el
deseo de las mujeres. El consentimiento puede revocarse en cualquier momento, ya sea antes del acto
sexual o en su transcurso, sin que las mujeres estén obligadas a concluirlo para el beneficio del hombre.
Si el hombre fuerza el acto aun cuando se ha retirado el consentimiento, se incurre en una violación
sexual, sin importar la situación sexo-afectiva de la pareja o las relaciones sexuales previas.
Esta situación de que a los hombres no les importe el deseo de las mujeres, sino tan sólo su
consentimiento, se refleja en fenómenos como la prostitución, la pornografía, el sadomasoquismo y el
“sugar-daddy”, como veremos.

a) En la prostitución no existe el deseo sexual de las mujeres, dado que si esto fuera así no habría dinero
de por medio. Existe un consentimiento, sí, pero mediado por la necesidad económica, ante un modo
de producción patriarcal que no brinda oportunidades de empleo digno para las mujeres.

Pero el problema principal radica en los hombres, que no les importa el deseo sexual de las mujeres
sino su propia satisfacción sexual, esto implica que su desarrollo sexual está tan empobrecido que les
basta usar a las mujeres como objetos sexuales por los que pagan y como el consentimiento no implica
deseo, están pagando por violar.

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b) Algo similar ocurre en la pornografía, que, aunque no implica contacto físico con el consumidor,
sigue sin haber deseo sexual en las actrices, porque nuevamente si lo disfrutaran no cobrarían. Más si
las búsquedas más frecuentes de contenido pornográfico incluyen violaciones reales o simuladas, dolor
y lesiones para las mujeres. Esto muestra que la gran mayoría de los hombres no sólo no saben gestionar
el rechazo, sino que su excitación depende de la violencia sexual y el sexo forzado.

c) El caso del sadomasoquismo suele ser defendido por quienes argumentan que mientras haya
consentimiento y deseo puede considerarse saludable. Lo que no dicen es que la mayoría del
sadomasoquismo suele enfocarse en someter a las mujeres y bajo el discurso del consentimiento llegan
a provocarles lesiones severas. Insisto, si la excitación de los hombres depende de jugar un rol de
dominación hacia las mujeres, no hay un desarrollo sano de su sexualidad.

d) Por último, el fenómeno del “sugar-daddy”, implica que un hombre generalmente mayor que la
mujer y con mayor poder adquisitivo, decide comprarle regalos y darle una vida de comodidades a
cambio de sexo. Pero dicha relación no existiría si no hubiera tal dinero de por medio, por lo que
nuevamente existe consentimiento, pero no deseo. Es decir, los hombres que no aceptan el rechazo de
mujeres más jóvenes que ellos, deciden comprarlas sin importar su deseo sexual.

En pocas palabras, existen muchas circunstancias en las que el acto sexual se desarrolla sin el deseo de
las mujeres, aunque den su consentimiento, por lo que implican violencia y violación sexual
encubiertas con diversos eufemismos asociadas con una supuesta libertad sexual.
4. En el transgenerismo

Ante el frecuente acoso y violencia sexual de hombres hacia mujeres en todos los ámbitos de la vida,
se han tomado medidas de contención como los baños diferenciados por sexo, los espacios exclusivos
de mujeres en el transporte público y las cárceles divididas por sexo.

Sin embargo, los hombres han encontrado en el transgenerismo la fórmula perfecta para invadir dichos
espacios, dado que basta con que se declaren mujeres por sus sentimientos y deseos para que pretendan
justificar su intromisión.
La división de cárceles, baños y transportes se remite al sexo de nacimiento y no al género sentido, por
eso es que existen mingitorios en los baños de hombres y no en los de mujeres. Aun así, es frecuente
que los hombres instalen cámaras ocultas en los baños de mujeres e incluso suban las grabaciones a
páginas pornográficas.

Sin embargo, el transgenerismo ha impulsado la intromisión de hombres transfemeninos en baños de


mujeres, lo que ha provocado un aumento del abuso sexual. Es decir, no porque algunos hombres se
sientan mujeres, dejan de tener genitales de macho y dejan de haber sido educados en el patriarcado,
por lo que tampoco saben aceptar el rechazo y esto implica un grave riesgo para las mujeres, más
cuando muchos de ellos dicen tener “penes femeninos” y acusan de transfóbicas a las mujeres que se
niegan a tener relaciones con ellos, por lo que confunden la ausencia de consentimiento y deseo de
ellas con odio hacia ellos.

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Del mismo modo, es cada vez más frecuente que hombres violadores se digan mujeres en el juicio,
para entrar a cárceles de mujeres y violar a las reclusas. Asimismo, hay hombres que al luchar por la
custodia de sus hijos se dicen madres para arrebatarlos de las verdaderas madres.

En pocas palabras, el transgenerismo es una herramienta más del patriarcado para que los hombres que
se dicen mujeres sigan sin aceptar el rechazo y mantengan una dominación violenta contra las mujeres.
Conclusión

Hemos visto que los hombres son educados en el patriarcado para no aceptar el rechazo, por lo cual
recurren a la violencia, las violaciones sexuales, la intromisión en espacios esclusivos y la prostitución,
entre otras medidas. Pero ninguna de estas acciones es suficiente, por lo que los hombres recurren al
feminicidio, que es tan frecuente como las muertes de una guerra o una pandemia, por lo que debe
considerarse un problema social grave.

En consecuencia, como hombres nos corresponde trabajar nuestras emociones tanto en lo individual
como en colectivo, de modo que aprendamos a aceptar el rechazo de las mujeres, así como a valorar la
amistad de mujeres sin contenido sexual y aprendamos a construir relaciones sexuales consensuadas y
con deseo mutuo, lo que nos brindará un pleno desarrollo de nuestra sexualidad y nuestra salud
psicosocial.
Referencias
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transformarla? En: http://www.pikaramagazine.com/2013/03/%C2%BFque-hacemos-con-la-
masculinidad-reformarla-transformarla-o-abolirla/

Cañedo, Sandra (2019) Octavio Salazar: «Los hombres feministas somos mucho más felices».
En: http://www.telva.com/estilo-
vida/libros/2019/02/12/5c630b5601a2f1eb528b45b0.html?fbclid=IwAR33RIU1X9OLTAC4NZByq
Q9RVqErDzdiEkhFLr-iysxs_Hj1TxVyBmx9uFc
De Santis, Marie (2014) La solución sueca para la prostitución: ¿Por qué nadie intentó esto antes?
En:
http://nuriavarela.com/la-solucion-sueca-para-la-prostitucion-por-que-nadie-intento-esto-antes/
Gimeno, Beatriz (2014) La prostitución tiene que ver con la igualdad, no con el sexo. En:
http://beatrizgimeno.es/2014/03/07/la-prostitucion-tiene-que-ver-con-la-iguldad-no-con-el-sexo/

Hayton, Debbie (2020) La palabra ‘mujer’ está ya ocupada.


En: https://blogs.publico.es/otrasmiradas/35016/la-palabra-mujer-esta-ya-ocupada/
López Rodriguez, Rosana (2020) La política queer como vaciamiento del feminismo.
En: https://tribunafeminista.elplural.com/2020/04/la-politica-queer-como-vaciamiento-del-
feminismo/

32
Martínez, Alonso (2017) El documental que retrata la humillación y violencia de la industria
pornográfica. En: https://culturacolectiva.com/adulto/documental-
hardcore?fbclid=IwAR1BwZAFTWkqWjTOiYnDSBxRyNoeuy59C-f-
LjJ6qDAxl8Qa88eIRCV8aoA

Morales, Michelle (2020) J.K. Rowling y la Inquisición Anticientífica.


En: https://tribunafeminista.elplural.com/2020/07/j-k-rowling-y-la-inquisicion-anticientifica/

Moscacojonera (2014) 35 cosas que cualquier hombre puede hacer para apoyar el feminismo.
En: http://www.golfxsconprincipios.com/lamoscacojonera/35-cosas-que-cualquier-hombre-puede-
hacer-para-apoyar-el-feminismo/

Plataforma Anti Patriarcado (2017) Feminismo radical vs transfeminismo.


En: https://tribunafeminista.elplural.com/2017/02/feminismo-radical-vs-transfeminismo-comunicado-
de-plataforma-anti-patriarcado/

Sánchez, Raquel Rosario (2018) Invisibilizar el sexo+universalizar el género=destruir el feminismo.


En: https://tribunafeminista.elplural.com/2018/01/invisibilizar-el-sexouniversalizar-el-genero-
destruir-el-feminismo/

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34
EL MITO DE LA INTERSECCIONALIDAD

Introducción

La interseccionalidad es una herramienta analítica que reconoce que las desigualdades sistémicas se
configuran a partir de la superposición de diferentes factores sociales como el género, la etnia y la clase
social.

En las últimas décadas se ha puesto de moda el concepto de interseccionalidad, como un intento de


agrupar a todas las opresiones, tales como la raza, la clase, el peso, la orientación sexual, la edad y el
sexo. Sin embargo, tal concepto padece de deficiencias tanto teóricas como prácticas, que han logrado
desarticular la lucha social, tal como lo muestra el hecho de que ha sido utilizado por organismos
internacionales como el Banco Mundial, instituciones gubernamentales y ONGs, entre otros.

En este ensayo se muestra que la interseccionalidad no es más que un mito liberal para desarmar
al proletariado y a las mujeres, el cual debe ser superado por una concepción materialista de la historia
y de la sexualidad.
El término de interseccionalidad fue acuñado por Kimberly Crenshaw, feminista negra estadounidense
en la década de los ochenta. Sin embargo, su origen histórico es anterior, dado que otras teóricas y
activistas negras habían planteado ideas semejantes.

Uno de los antecedentes de la interseccionalidad lo podemos encontrar en Foucault, quien formaba


parte del partido comunista francés, pero luego se distanció del marxismo para postular su teoría del
micropoder, que niega el poder político de las clases dominantes, para diluir el poder entre toda la
población, con lo que logró que perdiéramos de vista a la burguesía y al patriarcado como los enemigos
del proletariado y de las mujeres, respectivamente.
1. Interseccionalidad y privilegio en las clases sociales.

Nadie combate la libertad; a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido
siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos.
Karl Marx

Una de las tesis de la teoría interseccional consiste en señalar un dilema entre sufrir opresión o poseer
un privilegio. De este modo, el blanco tiene privilegio, el negro opresión, mientras que el rico tiene
privilegio y el pobre, opresión. Hasta aquí todo suena bien, el problema surge cuando se da la
intersección y se dice que el pobre blanco, aun siendo pobre, tiene privilegio de blanco y que un rico
negro, sufre opresión racista, aun siendo rico. Es decir, si no se establece una jerarquía material de
opresiones, termina por diluirse la raíz de la opresión y esto conlleva la anulación de la lucha social.

En otras palabras, ante la clase y la raza como formas de opresión, se requiere una concepción
materialista de la historia, que nos muestre que el racismo es una consecuencia histórica del clasismo,

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es decir, que la discriminación por racismo no surgió por sí sola, sino que es producto de la lucha de
clases, siendo que en su gran mayoría los propietarios de los medios de producción son de piel blanca.

De otro modo se llega a conclusiones absurdas como que el obrero con prestaciones sociales es un
privilegiado con respecto al obrero subcontratado y que debe sentirse mal por su supuesto privilegio.
Sin embargo, lo que consiguen los obreros mediante la lucha sindical o política son derechos laborales,
es decir, aquello de lo que debe disfrutar toda la clase trabajadora, mientras que el único privilegio en
este contexto es el de vivir del trabajo ajeno, que es lo que ejerce la clase burguesa.
Del mismo modo, muchos de los multimillonarios en el mundo son adultos mayores, pero la opresión
que puedan sufrir por su edad es insignificante comparada con el poder que les da su fortuna, por lo
que hay que partir siempre desde el análisis de clase y de ahí derivar las discriminaciones como la edad,
la discapacidad o la raza, pues de otro modo perdemos de vista que el origen de tales opresiones es el
clasismo, como expresión del modo de producción capitalista.
2. Interseccionalidad y privilegio en las clases sexuales

En este país, que sin embargo es el mío, carezco de la autoridad requerida para hablar de asuntos
serios, científicos o sociales, porque la pícara naturaleza no me concedió el privilegio de pertenecer
al sexo masculino.
Paulina Luisi
Del mismo modo que en la sección anterior, el hombre tiene privilegio, la mujer opresión, mientras
que el heterosexual tiene privilegio y el homosexual, opresión. Hasta aquí todo suena bien, el problema
surge cuando se da la intersección y se dice que la mujer heterosexual, aun siendo mujer, tiene
privilegio de heterosexual y estaría en igualdad de condiciones que un hombre homosexual, que, aun
siendo hombre, sufre opresión homofóbica. Es decir, si no se establece una jerarquía material de
opresiones, termina por diluirse la raíz de la opresión y esto conlleva la anulación de la lucha feminista.

En otras palabras, ante el sexo y la orientación sexual como formas de opresión, se requiere una
concepción feminista radical de las mujeres, que nos muestre que la homofobia es una consecuencia
histórica del patriarcado, es decir, que la discriminación por homofobia no surgió por sí sola, sino que
es producto de la misoginia, siendo que en su gran mayoría los hombres son heterosexuales.

De otro modo se llega a conclusiones absurdas como que las mujeres blancas son privilegiados con
respecto a las mujeres morenas o negras, ya que aun cuando las mujeres blancas tengan una vida un
poco menos difícil, es innegable que también sufren la opresión patriarcal de ser consideradas objetos
sexuales y reproductivos. Como muestra habrá que revisar las listas de las personas más ricas del
mundo, en donde las mujeres son minoría y las que lo han conseguido es gracias a herencias o maridos
con poder, dado que el patriarcado difícilmente dejará que una mujer alcance una vida digna por sí
sola.
Por la misma línea, hace poco circuló un meme de una sexo-servidora con una playera que decía
“cállate blanca”, en respuesta a feministas abolicionistas de la prostitución. Es muy frecuente que las

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mujeres que se ven orilladas a prostituirse se sientan atacadas por las abolicionistas, sin embargo, nada
más lejos de la realidad, dado que la abolición de la prostitución lucha contra los proxenetas y los
consumidores, mientras que busca la reinserción laboral de las mujeres en condiciones dignas. Esto ya
se ha logrado en varias ocasiones, cuando menos en la Unión Soviética y en Suecia, gracias al
socialismo y al feminismo, respectivamente. Y efectivamente, por mujeres blancas, pero lejos de
ostentar un privilegio, las mujeres blancas que son feministas radicales luchan por abolir toda forma
de opresión contra todas las mujeres, tales como la prostitución, la pornografía, los vientres de alquiler,
el sadomasoquismo y el género. El problema de la interseccionalidad es que asume la blancura como
un privilegio inmutable, ignorando o negando la posición política que asume cada mujer blanca o no,
en lo personal. “Cállate blanca” es el silenciamiento de siempre contra las mujeres, disfrazado de
interseccionalidad.

Además, una organización no gubernamental que tiene presencia en 21 países en todos los continentes:
OXFAM, se atrevió a señalar a las mujeres blancas privilegiadas como culpables de la violencia sexual
que sufren por hombres no blancos. Esto representa el colmo de la interseccionalidad, donde se prioriza
la raza por encima del sexo para justificar violaciones sexuales y una vez más silenciar a las mujeres,
como el patriarcado de siempre.

Del mismo modo, se suele señalar que las mujeres tienen privilegios por identificarse como mujeres,
en comparación con una minoría de hombres que se identifican como mujeres trans (mejor nombrados
como hombres transfemeninos), en el mal llamado “privilegio cis”. Si esto fuera cierto, dejaría de tener
sentido el feminismo, pues el 52% de la población mundial que nació como mujer sería privilegiado
por asumir el sexo con el que nació. De ahí se deriva la afirmación injustificada de que el colectivo
trans es el más oprimido del mundo. Aun cuando los hombres transfemeninos nacieron hombres y el
patriarcado les brinda todos los privilegios de ser hombres de nacimiento, como no estar obligados a
hacer trabajo doméstico y de cuidados, no tener hijos y no sufrir matrimonios forzados, incluido el
privilegio de decirse mujeres y que la sociedad se vea obligada a aceptarlo.

En pocas palabras, el origen de la homofobia y la misoginia es el patriarcado, pero esto se diluye con
la interseccionalidad, que pretende mostrar a las mujeres blancas como privilegiadas en relación a las
mujeres morenas o negras o a los transfemeninos, de modo que se olvide que las mujeres (hembras de
la especie humana) son el sujeto político del feminismo y que el enemigo de clase sexual son los
hombres (se sientan o no mujeres).

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Conclusión

Como sociedad, hemos fracasado. Porque no hemos sido capaces de construir una crianza basada
en la corresponsabilidad, que se libere de unos estereotipos sexistas y nocivos para unas y otros, que
sólo pretenden mantener la posición de desigualdad de las mujeres y los privilegios de los hombres.
Irantzu Varela

Hemos visto que las principales opresiones son de clase y de sexo, de modo que la interseccionalidad
es un mito, en tanto pretende diluir las opresiones en un mar de discriminaciones y privilegios
inconexos.

En muchos casos la interseccionalidad se vuelve una competencia de opresiones, en donde se ganan


más puntos argumentativos o incluso presupuestales mientras se sufran más opresiones. Lo cual impide
comprender las causas histórico-materiales de las opresiones, que derivan del sistema capitalista-
patriarcal.

En consecuencia, requerimos de una teoría que englobe las dos principales opresiones: de clase y de
sexo. Es decir, que articule las dos principales teorías de emancipación humana: el marxismo y el
feminismo.

No es tarea fácil, dado que en muchos casos el marxismo ha demeritado la lucha de las mujeres como
clase sexual por el rechazo a las mujeres burguesas y en otros casos el feminismo ha despreciado la
lucha de clases por la misoginia que abunda en los partidos comunistas. Sin embargo, cuando se
articulan ambas luchas el resultado ha sido inigualable, como es el caso de la lucha feminista que vivió
Alexandra Kollontai al interior del partido comunista de la Unión Soviética, logrando derechos sociales
para las mujeres como el aborto, el divorcio y la pensión por embarazo.

Ya se han generado al menos dos propuestas teóricas de articulación: el feminismo socialista y el


feminismo materialista, los cuales deben ser desarrollados para volver a armar políticamente al
proletariado y a las mujeres contra el neoliberalismo y el posmodernismo que, desde la academia, las
empresas y las ONGs, se han apropiado del movimiento social para neutralizarlo.
Referencias

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mujeres En: http://www.tnrelaciones.com/cm/preguntas_y_respuestas/content/182/929/es/la-
prostituci%F3n-no-es-un-trabajo-es-una-forma-de-violencia-contra-las-mujeres.html

Bindel, Julie (2017) Por qué la prostitución no debería ser legalizada nunca. En:
https://somoslamitad.wordpress.com/2017/10/12/por-que-la-prostitucion-no-deberia-ser-legalizada-
nunca/

De Santis, Marie (2014) La solución sueca para la prostitución: ¿Por qué nadie intentó esto
antes? En: http://www.soycobre.com/2014/11/la-solucion-sueca-para-la-prostitucion-por-que-nadie-
intento-esto-antes/

38
Galindo, María y Sonia Sánchez (2007). Ninguna mujer nace para puta.
En: http://lhblog.nuevaradio.org/b2-img/Ninguna.mujer.nace.para.puta.pdf Consultado el 13 de
noviembre de 2014.

Gimeno, Beatriz (2014) La prostitución tiene que ver con la igualdad, no con el
sexo. En:http://beatrizgimeno.es/2014/03/07/la-prostitucion-tiene-que-ver-con-la-iguldad-no-con-el-
sexo/

Kollontai, Alexandra (1921) La prostitución y cómo


combatirla. En: https://www.marxists.org/espanol/kollontai/1921/001.htm

MIR México (2018) En defensa del marxismo-leninismo: critica a las teorías críticas o contra el
desarme teórico de las y los trabajadores. En: https://mirmexico.mx/2018/05/04/en-defensa-del-
marxismo-leninismo-critica-a-las-teorias-criticas-o-contra-el-desarme-teorico-de-las-y-los-
trabajadores/

Newman, Melanie; Julie Bindel y Hayley Dixon (2021) Oxfam culpa a las ‘mujeres blancas
privilegiadas’ de las causas fundamentales de la violencia sexual. En:
https://contraelborradodelasmujeres.org/oxfam-culpa-a-las-mujeres-blancas-privilegiadas-de-las-
causas-fundamentales-de-la-violencia-sexual/

Velázquez Herrera, Luisa (2019) No existe el feminismo interseccional. En:


http://menstruadora.com/no-existe-el-feminismo-interseccional/

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LA ENAJENACIÓN TRANSEXUAL
Introducción

En este ensayo se analizará por qué la transexualidad es una forma de enajenación. El concepto de
enajenación o alienación significa ser ajeno, es decir, estar fuera de uno mismo o verse a uno mismo
como alguien extraño. Mientras que el concepto de transexualidad es la identidad de género de las
personas que se consideran a sí mismas individuos del sexo opuesto al que naturalmente presentan sus
cuerpos.
1. Roles sexuales

La masculinidad no puede existir sin la feminidad. La masculinidad en sí, no tiene significado


porque es la mitad de un conjunto de relaciones de poder.
Sheila Jeffreys.

El sexo biológico se compone de 5 factores: gonadal, cromosómico, hormonal, caracteres sexuales


externos o genitales, y caracteres sexuales internos u órganos reproductores. Mientras que los roles
sexuales son aquellos estereotipos de género que se nos imponen desde el patriarcado y que definen lo
que se considera como masculino o femenino.

Por ejemplo, es común asociar el color rosa con la feminidad y el azul con la masculinidad, pero esto
no siempre fue así, hace un siglo se pensaba que el azul era femenino al ser un color pastel, mientras
que el rosa se asociaba a la sangre y se consideraba masculino.

Del mismo modo, las faldas suelen asociarse a la feminidad, pero es de todos sabido que los escoceses
usan faldas masculinas. El maquillaje también era usado inicialmente como decoración para la guerra
y era considerado sumamente masculino. El cabello largo también era común en los guerreros y se les
cortaba a los prisioneros de guerra para quitarles su identidad.
También son roles sexuales creer que las mujeres son más emocionales y los hombres más racionales,
dado que nuestra capacidad racioemocional es la misma. Tampoco existen profesiones, juegos o
actividades exclusivas de las mujeres u hombres, dado que toda mujer puede jugar ajedrez, todo hombre
puede hacer trabajo doméstico y todos los juguetes pueden ser disfrutados por ambos sexos, las mujeres
pueden montar bicicletas y los hombres pueden jugar con muñecas.

Las únicas actividades que nos dividen por sexos son las que se derivan de las funciones biológicas.
Sólo las mujeres pueden reglar, embarazarse, abortar y parir, aunque no todas lo hagan. Sólo los
hombres pueden inseminar, aunque no todos los hombres lo hagan.

En pocas palabras, mientras que el sexo biológico es natural e inmutable, los roles sexuales no son
naturales ni inmutables, sino que se aprenden mediante la cultura patriarcal y son opresivos en la
medida en que se imponen desde que se observa el sexo de alguien al nacer.

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2. Disforia de género

Las mujeres trans son mujeres. Los derechos trans son derechos humanos. Estamos ante dos
tautologías que afirman en las premisas la conclusión a la que después llegan. Todos los derechos
son humanos. Todas las mujeres son mujeres. Lo que se discute es si las reivindicaciones queer son
derechos y las personas ya son mujeres por sentir que lo son.
Errasti y Pérez

Disforia de género es el término para una profunda sensación de incomodidad y aflicción que puede
ocurrir cuando el sexo biológico no coincide con la identidad de género.

Este es un ejemplo de enajenación, en el cual el individuo se siente ajeno a su cuerpo, lo cual plantea
tres posibles soluciones, como veremos.

a) La posición conservadora. Esta postura diría que el individuo está equivocado y que debe ajustar su
personalidad a los roles sexuales que se asocian con su sexo. Es decir, se obliga a los hombres a vestirse
con ropa masculina, a que se comporten virilmente, que sólo sientan atracción sexual por las mujeres
y que hagan actividades masculinizadas como deportes de contacto. Los resultados siempre han sido
desastrozos, provocando suicidios, represión sexual y una mayor disforia.

b) La posición neoliberal. Esta postura diría que el cuerpo está equivocado y que debe ajustarse a su
personalidad. Es decir, que debe hormonarse, aplicarse bloqueadores de pubertad o hacerse cirugías de
reasignación de sexo, tales como doble mastectomía, y vaginoplastia o peneplastia e implantes de
senos, según el caso. Las consecuencias suelen ser desastrozas, dado que transicionar de sexo no
disminuye la discriminación social y existe una considerable cantidad de detransicionadores, es decir,
gente que se arrepiente del proceso, pero que ya no puede regresar al estado original, dado que las
cirugías son irreversibles y los bloqueadores de pubertad atrofian severamente al organismo.

c) La posición abolicionista del género. Esta postura sostiene que en la medida en que los estereotipos
de género son imposiciones patriarcales, nadie está agusto con el género, de modo que ni el individuo
ni su cuerpo está equivocado, sino que es la imposición de roles sexuales lo que nos produce malestar.
Es decir, la disforia de género la sufren todas las personas que se hacen conscientes de los estereotipos
que se nos imponen socialmente y la mejor forma de combatir la disforia es luchar colectivamente por
la abolición del género. Las consecuencias suelen ser la formación de colectivas feministas radicales
que luchan por poder expresar aspectos masculinos y femeninos libres de estereotipos. Así como
hombres críticos de género. Además de evitar las hormonaciones y mutilaciones corporales que son
del todo innecesarias.

Dicho de otro modo, los roles sexuales son opresivos, en tanto nos hacen creer que es nuestro cuerpo
el que está mal, por ejemplo, a las mujeres se les hace creer que la causa del acoso es el desarrollo de
su cuerpo adolescente y no los hombres acosadores, por lo que pueden creer que cambiando de sexo
van a resolver ese problema, mientras que se deja intacto el problema de los acosadores y violadores
sexuales. Pero al patriarcado no le importa el presunto cambio de sexo, dado que seguirá exigiéndoles

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trabajo doméstico y de cuidados como a cualquier otra mujer y la seguirá considerando como un objeto
sexo-reproductivo en la medida en que pueda sacar provecho de ello.

Mientras que los hombres que hagan la transición, el patriarcado los seguirá considerando sujetos
sexuales y privilegiados, por lo que jamás sufrirán la opresión de las mujeres, tales como violencia
obstétrica, feminicidio, embarazos forzados, vientre de alquiler, matrimonio infantil, planchado de
senos, ablación del clítoris, aborto selectivo de fetos, carga de trabajo doméstico y emocional o techo
de cristal, entre otras.
3. Autoginefilia

Lo personal sigue siendo político. La feminista del nuevo milenio no puede dejar de ser consciente de
que la opresión se ejerce en y a través de sus relaciones más íntimas, empezando por la más íntima
de todas: la relación con el propio cuerpo.
Germaine Greer.

Autoginofilia se define como la propensión de un hombre que se excita sexualmente por el pensamiento
o la imagen de sí mismo como femenino.

En muchos casos los hombres que desean cambiar de sexo son en realidad autoginefílicos, es decir,
sienten una fascinación sexual por verse a sí mismos como mujeres. Lo cual no tiene nada de malo y
cada quien es libre de disfrutar su sexualidad.

El problema viene cuando pretenden asumirse como mujeres biológicas y fuerzan a las mujeres
lesbianas a tener relaciones sexuales con ellos, argumentando que poseen “penes femeninos”, mientras
que las mujeres lesbianas justo son lesbianas porque no tienen atracción sexual hacia los penes.

Otro problema es el caso de las llamadas “viudas trans”, que son matrimonios heterosexuales en donde
el hombre decide transicionar y exige que su esposa acepte una relación presuntamente lésbica. En los
hechos la mujer se ve obligada a aceptar para no ser acusada de transfobia, pero vive una situación que
no desea, sobre todo en el ámbito sexual. Pero también en el ámbito doméstico, pues su esposo, lejos
de compartir labores domésticas como la mujer que se autopercibe, se enfoca sobre todo en su
autosatisfacción estética, de ahí que tales esposas se consideren viudas porque han perdido la relación
sexo-afectiva que habian consentido y deseado al inicio.

En pocas palabras, la autoginefilia puede ser disfrutada por un hombre siempre que no perjudique a las
mujeres, ya sea a su esposa en el entorno inmediato o a las mujeres lesbianas en el espacio público.

Cabe mencionar que el creador de la bandera trans (blanco, rosa y azul) es un autoginefilico y fetichista,
que escribía ficción de pedofilia. Dado que las mal llamadas infancias trans son una hipersexualización
de la niñez que tiene semejanzas con la pedofilia.

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4. Cerebro y género

Creo que cada cerebro es diferente de todos los demás cerebros, pero estas diferencias no están
determinadas por el sexo de sus dueños.
Gina Rippon

El argumento de que existen personas que nacieron en un cuerpo equivocado, se acerca más a una
postura conservadora de lo que parece. Dado que se está asumiendo un dualismo psicofísico tal como
las religiones sostienen la existencia de un alma atrapada en un cuerpo.

Es decir, ¿Qué es lo que está atrapado en un cuerpo equivocado? Ya sea un espíritu o algun tipo de
esencia masculina o femenina, se está cayendo en la enajenación transexual, dado que se está
asumiendo que somos algún tipo de entidad inmaterial que habita un cuerpo material, en este caso
equivocado.

Sin embargo, desde una concepción científica, materialista y crítica, no habitamos cuerpos, sino que
somos cuerpos pensantes y sintientes, es decir, nuestro organismo tiene la capacidad de generar una
conciencia y una identidad, a partir de nuestro cuerpo sexuado, de modo que todas las personas tienen
la capacidad de identificar si son hombres o mujeres por sus propios genitales.

El transactivismo ha pretendido manipular el caso de los intersexuales para su beneficio, pero es


completamente injustificado, dado que aun las personas intersexuales tienen predominancia hacia un
sexo y sólo existen gametos masculinos y femeninos, no hay gametos intersexuales, por lo que la
intersexualidad no constituye un tercer sexo, ni tampoco permite aseverar que el sexo viene en grados.
Al contrario, el hecho de que a las personas intersexuales se les asigne un sexo al nacer
(aproximadamente el 1% de la población), no invalida que para el resto de las personas el sexo sea
fácilmente observable al nacer y que nuestra especie está sexuada porque venimos de una evolución
sexual de 600 millones de años.

Por otra parte, se ha pretendido argumentar que la transexualidad se basa en que nuestro cerebro puede
tener un sexo distinto a nuestro cuerpo, este es un dualismo más sutil, pero sigue cayendo en la
enajenación transexual, dado que las investigaciones de la neurocientífica Gina Rippon (2020)
demuestran que todo nuestro cuerpo está sexuado, mientras que el cerebro no lo está. Es decir, un
cerebro masculino no puede nacer en un cuerpo femenino o viceversa, por la sencilla razón de que el
cerebro no tiene sexo, sino que se desarrolla en función del sexo que posea el resto del cuerpo. Dado
que cerebro y cuerpo no son entidades separadas, sino que el cerebro es parte del cuerpo, no pueden
existir los cuerpos equivocados, sino seres humanos que están inconformes con los roles sexuales del
patriarcado, como ya hemos visto.

Como no hay una entidad verificable que pueda poseer un sexo distinto del cuerpo, la teoría queer se
ha refugiado en la suposición de que ser hombre o mujer es un sentimiento personal que no puede
refutarse, con lo que se acerca mucho a un acto de fe religiosa que no puede cuestionarse sin ser
quemado en la hoguera de la censura y la cancelación.

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Conclusión

A golpe de "No se discute con el odio" están quitando derechos a las mujeres y negando la libertad
de expresión. Tampoco los talibanes "discuten con el odio", o sea, la heterodoxia. Son frases necias
diseñadas para que nadie se atreva a desviarse del pensamiento impuesto
Laura Lecuona

La realidad material es que somos seres humanos con un sexo definido al nacer, por lo que el sexo no
es un sentimiento o una identidad, mientras que el contexto histórico forma nuestra personalidad en
razón de roles sexuales impuestos por el patriarcado, de modo que las personas que padecen disforia
de género no encontrarán solución en la hormonación o mutilación del cuerpo, sino en luchar por la
abolición del género, que produce estereotipos opresivos y excluyentes.
Superar la enajenación transexual implica tomar conciencia de que no habitamos un cuerpo, sino que
somos cuerpos pensantes y sintientes, que debemos dejar de odiar nuestra corporalidad, ya sea por su
sexo, edad, peso, estatura o cualquier otra característica física. Amar nuestro propio cuerpo es amarnos
a nosotros mismos y es el primer paso para desenajenarnos.

Además de ser cuerpos sexuados, somos seres transformadores de la historia, de modo que con una
lucha política colectiva y feminista, podemos abolir el género, para que cada persona pueda expresar
su orientación sexual y su feminidad o masculinidad sin opresión, mutilación ni estereotipos.
Referencias

Aldiafem (2023) Creencias religiosas trans y los derechos de las mujeres. En:
https://aldiafem.substack.com/p/creencias-religiosas-trans-y-
los?r=7xbor&utm_campaign=post&utm_medium=web

Contra el borrado de las mujeres (2020) Sexo. Se observa, no se asigna. En:


https://contraelborradodelasmujeres.org/sexo/
Contra el borrado de las mujeres (2022) Estudios ponen en evidencia los riesgos de usar bloqueadores
de la pubertad con menores. En: https://contraelborradodelasmujeres.org/estudios-ponen-en-
evidencia-los-riesgos-de-usar-bloqueadores-de-la-pubertad-con-menores/

Errasti, José y Marino Pérez Álvarez (2022) Nadie nace en un cuerpo equivocado: Éxito y miseria de
la identidad de género. España. Deusto.
Gluck, Genevieve (2022) El creador de la bandera trans es un travesti fetichista confeso. En:
https://reduxx.info/el-creador-de-la-bandera-trans-es-un-travesti-fetichista-confeso

Lecuona, Laura (2023) Cuando lo trans no es transgresor. Mentiras y peligros de la identidad de


género. México. Edición de la autora.
Rippon, Gina (2020) El género y nuestros cerebros. La nueva neurociencia que rompe el mito del
cerebro femenino. Barcelona. Galaxia Gutemberg.

45
Supernova, Mel (2020) Ser disidente del género en la comunidad trans. En:
https://www.lunaepf.com/2020/09/05/ser-disidente-del-genero-en-la-comunidad-trans/

46
LA ANARQUÍA CAPITALISTA

Introducción

Si el dinero (…) viene al mundo con manchas de sangre en una mejilla, el capital lo hace chorreando
sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies.
Karl Marx

La burguesía suele mostrar al modo de producción capitalista como un sistema económico ordenado
con orientación hacia el progreso, mientras que señala a toda propuesta para superarlo como simples
anarquías. En este ensayo se mostrará que el capitalismo es la verdadera anarquía y que sólo puede ser
superado por un modo de producción plenamente planificado como lo es el socialismo.
1. Anarquía de la producción.
El máximo objetivo de la producción capitalista es la generación de capital, es decir, la ganancia
económica, si esto beneficia o no a la sociedad le tiene sin cuidado. Cada empresa planifica, sí, pero
en función de su propia ganancia, por lo que muchas veces produce más de lo que puede vender y esto
la obliga a destruir o tirar sus propias mercancías para que el precio de sus productos no baje. Esto
ocurre por ejemplo con los productos lácteos, ensaladas y plátanos, que son enormemente
desperdiciados en todo el mundo.

Otro ejemplo son las empresas inmobiliarias, que no construyen viviendas en función de las
necesidades de la población, sino en función de las ganancias, por lo que muchas veces construyen más
casas de las que pueden vender y llegamos a la paradoja de gente sin vivienda por no poder pagarla y
viviendas sin gente, las cuales generalmente son demolidas.

Dicha sobreproducción no sólo genera desperdicios y destrucción de las mercancías, sino severas crisis
financieras que son características de la anarquía de la producción, las cuales se caracterizan por el
conflicto entre el volumen de la producción y la escasa capacidad adquisitiva de la población. Dado
que el afán de ganancia no se orienta a las necesidades de la población, sino siempre en el lucro, por lo
que será más cómodo para las empresas generar crisis y luego hacer que el Estado las resuelva, que
planificar la economía en función de las necesidades de la población.

Mientras que, en la economía planificada del socialismo, sólo se produce lo que la población requiere
para satisfacer sus necesidades, por lo que la destrucción o desperdicio de mercancías no existe.
2. Anarquía de la apropiación.

Una de las mayores contradicciones del capitalismo consiste en que la producción es social y la
apropiación es privada, es decir, las empresas disfrutan de un alto grado de organización en el que la
división de trabajo, el trabajo colaborativo y la coordinación de todos los procesos, generan una gran
cantidad de mercancías o servicios a bajo costo, comparado con lo que produciría un solo trabajador
que hiciera todo el proceso.

47
Es por eso que las empresas fomentan el trabajo en equipo, dado que mientras mejor se coordinen habrá
mayor eficiencia y eso reportará mayores ganancias. La contradicción surge cuando se reparten tales
ganancias, dado que el dueño de la empresa se queda con la mayor parte, pese a que casi nunca participa
del proceso de producción, más que como supervisor o coordinador, si acaso; mientras que la mayoría
de la clase trabajadora gasta toda su energía en la jornada laboral y recibe un salario que sólo cubre sus
necesidades sociales al mínimo.

En la economía actual, esto implica que unas 60 familias acaparan la mayor parte de la riqueza mundial
y la gran mayoría de la población sobrevive sin una vida digna. Mientras que, en una economía
planificada socialista, los salarios están en función de las necesidades de la clase trabajadora, por lo
que nadie gana menor salario del que requiere para una vida digna y nadie gana mayor salario del que
puede valer su trabajo, dado que la generación de riqueza es suficiente para que nadie muera de hambre
o por enfermedades curables.
3. Anarquía del mercado.

El discurso capitalista del libre mercado asume que cada cual es libre de comprar y vender lo que le
plazca y que se debe reducir la intervención del Estado al mínimo. Esto no es cierto de ninguna manera,
dado que los capitalistas aprovechan cualquier oportunidad para monopolizar el mercado, de modo que
aplastan a la competencia y e imponen los precios que se les antojan, ya sea comprando las empresas
competidoras o bajando los precios por debajo del valor de las mercancías, de modo que la competencia
no soporte la caída de sus ganancias y quiebre.

Por otra parte, si el discurso de la libre competencia fuera cierto, los países capitalistas más poderosos
no bloquearían a otros países capitalistas como Venezuela y Rusia o a países socialistas como Corea
del norte y Cuba, pero la realidad es que la libre competencia sólo aplica a los países que se someten a
las políticas del gran capital trasnacional, que además implementa guerras e invasiones para controlar
el mercado.
Por lo contrario, en una economía planificada socialista a nivel mundial, los países podrían
intercambiar sus productos y servicios en función de las necesidades sociales, de modo que los países
recibieran productos y servicios que no pueden generar localmente, mientras que exportarían lo que
pueden producir como excedente.
4. Anarquía de la inversión.

En un plano ideal, la inversión capitalista se enfocaría en producir mercancías o servicios y pagar


salarios, mientras que la oferta y la demanda determinarían qué se produce y en qué cantidades. Pero
la anarquía capitalista obliga a las empresas a invertir en gastos improductivos para competir en el
mercado, tales como la publicidad, la financiación, la seguridad y la ilegalidad, como veremos.

a) En el caso de la publicidad, las empresas gastan millones de dólares en situar sus productos en el
mercado, para eso deben saturar los medios de comunicación, los espectaculares y hasta las escuelas
con publicidad. La cual no sólo anuncia un producto o servicio, sino que también nos vende el
aspiracionismo (al vendernos un estilo de vida de gente superficial), así como el racismo, el sexismo y
48
el clasismo (al mostrar en su gran mayoría a familias blancas, heterosexuales y burguesas como modelo
de ventas). Además, esos gastos millonarios en publicidad acaban elevando el precio de las mercancías,
por lo que los consumidores terminan pagando más por el mismo producto o servicio embellecidos.

b) En el caso de la financiación, las empresas suelen acudir a inversores o bancos para mantener o
hacer crecer su capital, de modo que al cabo de cierto periodo deben cubrir dicha deuda si no quieren
irse a la quiebra. Dichas financiadoras, en la medida en que cobran intereses son parásitos del trabajo,
dado que en sentido estricto no producen ninguna mercancía o servicio, tan sólo son especuladores que
viven del dinero ajeno, dado que las empresas viven de la explotación laboral y sólo pueden cubrir
tales intereses incrementando dicha explotación.

c) En el caso de la seguridad, el índice de delincuencia muestra que a mayor desigualdad mayor


criminalidad, de modo que, en países profundamente desiguales, las empresas optan por fortalecer su
seguridad privada en vez de brindar salarios dignos y empleo en abundancia, por lo que invierten en
cajas de seguridad, transporte blindado, personal de seguridad y hasta le piden al Estado que les
suministre seguridad pública. Sin embargo, cuanta más ostentación de seguridad, más evidencia de
robo al pueblo trabajador.

d) En el caso de la ilegalidad, algunos de los más grandes negocios del capitalismo son el tráfico de
armas, el narcotráfico y la trata de mujeres, por lo que la mayoría de los grandes capitalistas tienen
inversiones en esos rubros, además de la brutal explotación laboral que ejercen de manera legal, por lo
que la legalidad sólo es una fachada en la anarquía del mercado.

En pocas palabras, el capitalismo sufre de una profunda anarquía de la inversión, dado que las empresas
gastan en publicidad, financiamiento y seguridad, con lo que sólo aumentan el precio final de sus
mercancías, en vez de brindar salarios dignos y mercancías a precios justos. Además, invierten en el
mercado ilegal, con lo que evidencian el rostro salvaje del capitalismo. Mientras que, en una economía
planificada socialista, la publicidad no tiene razón de ser porque cada persona adquiere los bienes y
servicios que requiera, sin importarle qué tan embellecidos estén. El financiamiento viene del Estado
sin ningún cobro de intereses y la seguridad interna se reduce al mínimo, al no haber profundas
desigualdades. Mientras que el mercado ilegal no tiene razón de ser porque no se busca la ganancia
económica.
5. Anarquía del trabajo.

El capitalismo somete a la clase trabajadora a las leyes de oferta y demanda del mercado laboral, porque
de ese modo puede reducir el salario en función de la oferta laboral, es decir, bajo el discurso de libre
contratación, somete a los trabajadores a una competencia feroz por los puestos de trabajo, para que
puedan contratar a quien exija menos condiciones laborales dignas.

Esto genera, en consecuencia, que el desempleo y la incertidumbre laboral sean una constante de la
anarquía capitalista, ya que el llamado ejército industrial de reserva funciona para presionar el mercado
laboral y así quien tenga empleo agradezca por ser explotado y no se queje por la precariedad. Pero
esta situación arroja a millones de personas al empleo informal, la prostitución, la delincuencia común

49
u organizada y la mendicidad. Mismos que también capitaliza la clase burguesa al invertir en la trata
de mujeres, narcotráfico, tráfico de armas y la explotación clandestina.

Además, la anarquía capitalista genera la paradoja de que los empleos más necesarios para la vida
como son la producción de alimentos, de edificaciones y los servicios de educación, sean los peor
pagados, como lo muestra el bajo salario en campesinos, albañiles y docentes. Mientras que una gran
cantidad de empleos superfluos sean desproporcionadamente pagados, tales como cantantes de música
comercial, futbolistas, influencers y publicistas, entre otros. Esto ocurre porque la anarquía laboral
retribuye con mayor ingreso a quien puede obtener más dinero de los consumidores y no quien aporte
más a su comunidad.

Mientras que, en una economía planificada, el empleo es un derecho garantizado por el Estado, por lo
que no hay desempleo ni empleo informal o clandestino. Todos los países socialistas erradican o
combaten la prostitución, sus niveles de delincuencia son muy bajos y no hay gente viviendo en las
calles. Así como nadie gana un salario exorbitante por alguna actividad vistosa como deporte, música
o contenido digital.
6. Anarquía del emprendimiento.

El discurso burgués del emprendimiento dicta que cualquiera con una gran idea puede triunfar en la
vida, sin importar cuánto capital posea. La realidad es que sólo quienes poseen grandes capitales
pueden realizar un emprendimiento exitoso, ya sea con ideas propias o expropiadas de emprendedores
pobres. Ese es el caso de los grandes gurús del emprendimiento como Steve Jobs, Bill Gates o Elon
Musk, que ya disponían de un capital inicial considerable, aportado por sus familias. Mientras que la
mayoría de los pequeños emprendimientos quiebran en pocos meses, por más innovadores que sean.

Pero más allá de los mitos, la anarquía del emprendimiento se orienta en la generación de capital, no
en la satisfacción de necesidades, por lo que los emprendedores más exitosos son los que se hacen
millonarios con una gran idea de negocio, mas no con grandes ideas que generen bienestar en la
sociedad. Por ejemplo, la idea emprendedora de Travis Kalanick, creador de Uber, fue conectar a los
dueños de autos con gente que necesite un transporte eficiente, lo cual generó que una sola persona se
hiciera millonaria tan sólo por conectar conductores con usuarios, logrando la paradoja de que Uber ya
es más poderoso que las marcas de coches que se utilizan en su aplicación. Si conductores y usuarios
desarrollaran una capacidad organizativa para ponerse de acuerdo, no habrían necesitado de un
intermediario multinacional que se enriquece por una simple aplicación de celular.

Por lo contrario, en una economía planificada socialista, no se requiere esperar a que alguien tenga una
gran idea para mejorar el entorno, dado que es el Estado quien hace un análisis nacional de las
necesidades de la población y en función de eso utiliza recursos públicos para mejorar la calidad de
vida de la población. Retomando el ejemplo anterior, no necesitamos conductores individuales que
enriquezcan a un dueño de una aplicación y que incluso inflan las tarifas en función de la oferta y
demanda. Lo que requerimos es un transporte público, gratuito, eficiente y de calidad que circule a la
hora en que lo necesite la población, sin que nadie se enriquezca a costa de tal necesidad.

50
Conclusión

Hemos visto que el capitalismo es un modo de producción anárquico en todos sus aspectos: producción,
apropiación, mercado, inversión, trabajo y emprendimiento, por lo que requerimos un modo de
producción planificado como lo es el socialismo, para que la riqueza que la clase trabajadora produce
sea disfrutada por toda la población y no por un puñado de parásitos burgueses.

Para ello se requiere superar la propiedad privada de los medios de producción, que pone a competir a
los burgueses entre sí, que suelen aplastarse con prácticas monopólicas, así como pone a competir a
los trabajadores por salarios de hambre. Mientras que la revolución socialista conquistará la propiedad
colectiva de los medios de producción, para que se produzca y reparta en función de las necesidades
de la población, y no con afán de ganancia privada.

La economía planificada ha sido exitosa cada vez que se ha implementado, primero transformó a la
Unión Soviética de un país semifeudal en una potencia mundial. Luego convirtió a Cuba de un
prostíbulo yanqui al país del mundo que más invierte en educación y salud. Corea del norte derrotó a
EEUU y tiene uno de los mejores sistemas de salud del mundo. Por el contrario, países como los de
Europa del Este, perdieron drásticamente su calidad de vida cuando volvieron al capitalismo, tanto que
muchos añoran el regreso del socialismo.

Además, la razón por la que China es ahora la máxima potencia económica mundial, superando a
Estados Unidos, es que integró la economía planificada socialista al capitalismo, de modo que con su
economía mixta ha logrado erradicar la pobreza y la contaminación de su territorio.

Por lo tanto, es evidente hasta por lógica, que una economía planificada como la socialista es superior
y más deseable que una economía anárquica como la capitalista, y la evidencia histórica lo confirma,
por lo que debemos luchar por una sociedad en la que cada cual trabaje según sus capacidades y reciba
según sus necesidades, como dijera Marx.
Referencias

El Universo (2010) Corea del Norte cuenta con un sistema de salud envidiable, según la OMS. En:
https://www.eluniverso.com/2010/05/01/1/1384/corea-norte-cuenta-un-sistema-salud-envidiable-
segun-oms.html

Engels, Friedrich (1878) Del socialismo utópico al socialismo científico. En:


https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/dsusc/

Engels, Friedrich (1878) La revolución de la ciencia de Eugenio Dühring ("anti-Dühring"). En:


https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/anti-duhring/
Mudeva, Ana (2009) En el este de Europa, la gente suspira por el socialismo. En:
https://www.reuters.com/article/internacional-politica-europaeste-social-idLTASIE5AE09020091115

51
52
ELOGIO DE LA OBJETIVIDAD
Introducción

En tanto somos sujetos con sentimientos, intuiciones y creencias, poseemos subjetividad y en tanto
tenemos la capacidad de conocer el entorno y transformarlo, poseemos objetividad. El problema surge
cuando pretendemos anular la objetividad para imponer nuestro subjetivismo, es decir, cuando
renunciamos a una explicación racional de la realidad.

En esta obra se defenderá la importancia de la objetividad, ante los peligros del posmodernismo, el
marginalismo y la teoría queer.
1. La realidad es objetiva

Realidad es el conjunto de las cosas reales. Al ser una colección, la realidad es irreal. Por el
contrario, la agregación de todas las cosas reales, o sea, el universo o mundo sí es real.
Mario Bunge

Es común escuchar que cada quien vive su propia realidad o que existen tantas realidades como
personas, pero sería mejor decir que cada quien vive una parte de la realidad o que existen tantas
perspectivas de la realidad como personas, es decir, afirmar que existe más de una realidad es
injustificado, dado que, si cada quien viviera su propia realidad, viviría aislado de los demás.

En otras palabras, la realidad se compone del conjunto de los objetos reales, los cuales son reales porque
son capaces de influir o ser influidos por otros objetos. Por lo que todos vivimos en la misma y única
realidad, aunque sólo conozcamos una parte de ella.

Afirmar que la realidad es subjetiva, implica negar varios hechos científicos, como que el universo ha
existido miles de millones de años antes que el ser humano, como que si no fuera objetiva no seríamos
capaces de transformar la realidad y generar ciencia y tecnología, y como que las leyes científicas no
se inventan, sino que se descubren.

Por ejemplo, no es que Newton haya inventado la ley de la gravedad, sino que la descubrió a partir del
hecho evidente de que los cuerpos caen hacia la Tierra. Si las leyes científicas fueran inventadas, antes
de Newton la gente habría flotado en el espacio. Ya que es muy fácil desde la academia posmoderna
afirmar que la realidad es subjetiva, pero basta con pedirle a tales filósofos que nieguen la gravedad y
se avienten al vacío para que acepten la realidad objetiva de la gravedad, o si se atreven a negar la
validez objetiva de la ciencia, hay que invitarles a nunca asistir al médico, ya que la medicina sólo es
posible por la objetividad de la ciencia y la tecnología.

En consecuencia, afirmar que la realidad es una construcción social, falla porque no explica de qué es
la construcción social, es decir, tiene que haber una existencia previa con base en la cual se pueda
construir socialmente algo, es decir, no se puede construir socialmente algo de la nada y sería absurdo
decir que la realidad es una construcción social de la realidad. Por lo contrario, los seres humanos
elaboramos construcciones sociales con base en la realidad que conocemos.

53
En pocas palabras, sólo existe una realidad, la cual es objetiva porque existe por sí misma y gracias a
que podemos conocerla es que podemos transformarla mediante ciencia y tecnología.
2. El valor económico es objetivo
Es importante insistir aquí en que el valor no es determinado por el tiempo en que una cosa ha sido
producida, sino por el mínimo de tiempo en que puede ser producida, y este mínimo es establecido
por la competencia.
Karl Marx

Según la teoría subjetiva del valor o utilidad marginal, el valor de una mercancía está determinado por
la importancia que un individuo le da para lograr sus objetivos o deseos. Por ejemplo, un refresco muy
popular como Coca-Cola tiene un gran valor en el mercado porque mucha gente lo consume. Sin
embargo, esta teoría está confundiendo valor con precio, dado que el precio de una mercancía depende
de la oferta y la demanda en el mercado, mientras que su valor depende de otros factores, como
veremos.

En contraste, la teoría del valor-trabajo, que tiene antecedentes desde Aristóteles y que fue retomada
por los economistas clásicos como Adam Smith y David Ricardo, fue perfeccionada por Marx para
explicar por qué el valor de una mercancía es objetivo, en tanto puede medirse por la cantidad de trabajo
socialmente necesaria para producirla.
Para producir una mercancía se requieren fuerzas productivas, que se componen de medios de
producción como materias primas, maquinaria, herramientas, así como fuerza de trabajo. Según la
visión burguesa, un capitalista invierte en estos elementos y como resultado puede vender un producto
final a un valor mayor del que le costó cada elemento. Es decir, compra barato y vende caro. El secreto
de este proceso está en la fuerza de trabajo, que le agrega valor al producto terminado, pero como el
capitalista no puede admitir que la riqueza la generan los trabajadores, puesto que busca pagarles el
menor salario posible, se inventa que el valor de las mercancías se origina de la oferta y la demanda,
es decir, si logra vender caro o en grandes cantidades, obtendrá una ganancia que no debe retribuir a la
fuerza de trabajo.

Esa es la razón de fondo de la teoría del valor económico subjetivo, esconder el proceso de producción
de mercancías, para omitir que la plusvalía consiste en el trabajo no retribuido al obrero. Sin embargo,
el obrero no sólo es quien agrega valor a las mercancías con su fuerza de trabajo, sino que los medios
de producción también fueron producidos por obreros anteriores que tampoco fueron justamente
retribuidos, es decir, la maquinaria y las herramientas vienen de otras fábricas donde otros obreros
fueron explotados, del mismo modo que las materias primas fueron extraídas de minas donde los
mineros fueron igualmente explotados.

En otras palabras, mientras el valor de una mercancía es objetivo y se mide por la cantidad de trabajo
socialmente necesario para producirla, el precio es subjetivo y depende de la oferta y la demanda, que
a su vez se ve influida por la publicidad. De este modo, un producto o servicio que pueda producirse a
bajo costo, como por ejemplo un concierto de música de moda, puede vender boletos a precios
54
exorbitantes, debido a la publicidad y al fanatismo de los consumidores, eso no significa que aumente
su valor, ya que el valor de un concierto viene determinado por el costo de uso del escenario, los
instrumentos, el gasto de personal y la fuerza de trabajo de los artistas. Mientras que la productora de
conciertos puede hacerse millonaria en tanto el precio del concierto esté muy por encima de su valor.

En un ejemplo opuesto, la competencia comercial provoca que los monopolios decidan vender sus
mercancías a un precio por debajo de su valor, aunque les genere pérdidas temporales, ya que logran
quebrar a la competencia, porque no puede soportar precios tan bajos por tiempos prolongados. Si el
valor fuera subjetivo, no habría ninguna diferencia entre valor y precio, por lo que vender barato no
representaría pérdidas, pero las empresas saben muy bien cuál es el límite de precio para no vender por
debajo del valor objetivo de las mercancías, así como saben cuántos están ganando cuando el precio
está por encima del valor que cuesta producirlas, sólo que se les olvida cuando las ganancias pueden
ser repartidas entre todos los trabajadores, por ejemplo, en el reparto de utilidades.

En otro ejemplo, en una ocasión el precio del petróleo alcanzó números negativos, esto no significa
que su valor sea negativo o que tengan que darnos dinero por comprarlo, ya que la razón de tal
fenómeno es que se había extraído mucho más petróleo del que se podía vender, de modo que la oferta
superó a la demanda y eso devaluó su precio. Sin embargo, el valor del petróleo está determinado por
la cantidad de fuerza de trabajo que se requiere para extraerlo, de modo que en cierto momento fue
preferible no venderlo hasta que su precio alcanzara su valor, es otra evidencia de que el valor es
objetivo y el precio subjetivo, ya que de otro modo hubiera sido mejor venderlo a precio irrisorio o
negativo.

En pocas palabras, el valor económico es objetivo en tanto se constituye por la cantidad de trabajo
socialmente necesario para producir cada mercancía, mientras que el precio es subjetivo porque está
sujeto a la oferta y a la demanda, en razón de las preferencias de los consumidores. Por lo que la
objetividad del valor económico es fundamental para hacer evidente la extracción sistemática de
plusvalía que hace el capitalista, a costa de la riqueza producida por la clase trabajadora.
3. El sexo es objetivo

La causa de la subordinación de las mujeres en el patriarcado no es ninguna identidad subjetiva


sino su materialísima capacidad reproductiva.
Laura Lecuona

Hace 600 millones de años la vida en la tierra evolucionó para desarrollar el sexo como herramienta
de reproducción, la especie humana no es la excepción y por ende estamos sexuados. Sin embargo, la
teoría queer afirma que el sexo es un sentimiento, que es una construcción social, que es un espectro o
una identidad, aun cuando la evidencia biológica es contundente para determinar la objetividad del
sexo.

El sexo se compone por: cromosomas, genitales, gónadas, hormonas y características físicas como
huesos y músculos. Mientras que el género “es la definición cultural del comportamiento que se
considera apropiado para los sexos en una sociedad y un momento dados” (Lerner, 1990). Para afirmar
55
que el sexo es subjetivo, la teoría queer pretender desestimar la importancia de cada uno de los
componentes de sexo.

a) En el caso de los cromosomas, que son inmutables y plenamente binarios, la teoría queer argumenta
que no vamos por la calle preguntándonos por los cromosomas de la gente, pero eso no es lo relevante,
sino que son los encargados de determinar genéticamente el resto de las características sexuales de toda
persona. Por lo que su invisibilidad no demerita su función biológica.

b) En el caso de los genitales, la teoría queer afirma arbitrariamente que el personal médico “asigna”
un sexo al nacer, como si los genitales no fueran tan evidentes como para observar a simple vista el
sexo de nacimiento. Cabe mencionar que la teoría queer ha usurpado el concepto de “asignación de
sexo” de las personas intersexuales, que al nacer con genitales ambiguos el personal médico se ve
obligado a asignar el sexo que más se acerque a la anatomía observada. Pero que el 1% de la población
nazca con genitales ambiguos no invalida que seamos una especie sexuada ni el binarismo sexual.
Además, las operaciones de “reasignación de sexo” como la vaginoplastia o peneplastia, sólo implican
mutilaciones irreversibles que no consiguen la plena funcionalidad sexual, por lo que no es una
transición sexual, sino una anulación de la genitalidad.

c) En el caso de las gónadas, es imposible que las mujeres produzcan espermatozoides y que los
hombres produzcan óvulos, por lo que las funciones de inseminación y embarazo son estrictamente
correspondientes al sexo biológico y no pueden modificarse.

d) En el caso de las hormonas, tanto hombres como mujeres producen testosterona y progesterona, pero
en cantidades adecuadas a su sexo, mientras que la hormonación artificial puede modificar las
características sexuales externas como el vello facial o el tono de voz, pero sólo temporalmente, dado
que son hormonas externas que el cuerpo no necesita.

e) En el caso de huesos y músculos, la estructura sexuada nos permite identificar restos humanos y
saber cuál era su sexo en vida, además de que ser la razón de que el deporte se divida en ramas varonil
y femenil, dado que la estructura ósea y muscular de los hombres es más fuerte y esto les da ventaja
deportiva. Mientras que la teoría queer ha logrado infiltrar a hombres que se sienten mujeres en
competencias femeniles de manera ventajosa.

En pocas palabras, ninguna de las cinco características sexuales puede ser modificada, es decir, la
transición sexual es imposible. Ante ello, la teoría queer ha argumentado que el sexo no es biológico,
sino una identidad, de modo que existen personas que no se identifican con el sexo de nacimiento y
tienen derecho a cambiar su registro civil con el sexo sentido. Esto ha traído consecuencias desastrosas
para los derechos de las mujeres, dado que existen hombres violadores que en el juicio se dicen mujeres
para ingresar a cárceles femeniles y seguir violando, así como hombres que se dicen mujeres para
ocupar cuotas de género en espacio de poder, o para ingresar a vestidores y baños de mujeres y abusar
de ellas.
Pero, ¿Qué es sentirse mujer y qué es sentirse hombre? Si lo que les gusta a las personas trans es el
comportamiento que se considera apropiado para el sexo opuesto en la sociedad, pues simplemente

56
sufren opresión de género y lo que requieren es luchar contra los roles sexuales que nos impone el
patriarcado, pues en vez de intentar modificar su sexo, basta con ser gays, lesbianas, hombres
masculinos o mujeres femeninas.

En otras palabras, el sexo no es un sentimiento, ya que tiene una base biológica inmutable, el
sentimiento de inconformidad deriva de los roles sexuales que nos impone el patriarcado. El sexo no
es una construcción social, en tanto posee una estructura material, en cambio el género se compone de
roles sexuales que se construyen socialmente como formas de opresión patriarcal. El sexo no es un
espectro porque sólo existen gametos masculinos y femeninos, la existencia de la intersexualidad es
una anomalía estadísticamente excepcional y el sexo no es una identidad, dado que la identidad se
construye socialmente a partir del sexo observable y de las relaciones sociales.

Por lo tanto, el sexo es objetivo porque es plenamente biológico, mientras que la teoría queer pretende
diluir el sexo para imponer los roles sexuales del patriarcado. Lo que conlleva mutilaciones
irreversibles e intromisión de hombres violentos en espacios exclusivos de mujeres.
Conclusión
Hemos visto que la realidad, el valor económico y el sexo son objetivos, lo cual es fundamental para
que podamos comprender el valor de la ciencia, la lucha obrera y la lucha feminista, dado que sólo así
lograremos la emancipación de la humanidad sobre la superstición, el capitalismo y el patriarcado.
Referencias
Bunge, Mario (2017) Elogio del cientificismo. Pamplona, Laetoli.

Lecuona, Laura (2018) El género y su tiro por la culata. En:


https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/9768dc0e-bcbf-4dd5-9b5f-43cdaf34d309/el-genero-
y-su-tiro-por-la-culata
Lerna, Gerder (1990) La creación del patriarcado. Barcelona, Crítica.
Marx, Karl. (1980) El Capital. Crítica de la Economía Política. Madrid, Siglo XXI

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POR QUÉ UN LENGUAJE CRÍTICO DE GÉNERO
Introducción
El origen del lenguaje a partir del trabajo y con el trabajo es la única explicación acertada.
Friedrich Engels

El lenguaje es la capacidad propia del ser humano para expresar pensamientos y sentimientos por medio
de la palabra. Su origen reside en que los primeros seres humanos no sólo se adaptaron al medio
ambiente para sobrevivir, sino que lo transformaron mediante el trabajo, el cual generó la necesidad de
comunicarnos.

En este ensayo se analizarán los usos más polémicos del lenguaje en la actualidad, tales como el
lenguaje sexista, el lenguaje inclusivo, el lenguaje no-binario y el lenguaje transgenerista.
1. Lenguaje sexista
No hay tradición cultural que no justifique el monopolio masculino de las armas y de la palabra, ni
hay tradición popular que no perpetúe el desprestigio de la mujer o que no la denuncie como
peligro.
Eduardo Galeano

El lenguaje es un reflejo de las relaciones humanas a través de la historia, las sociedades que vivieron
situaciones de igualdad entre hombres y mujeres disfrutaban de más palabras neutras o que englobaran
a ambos sexos, mientras que el surgimiento del patriarcado fue imponiendo el masculino como el sexo
universal, de modo que nuestro lenguaje actual tiene una tendencia machista innegable. Veamos
algunos ejemplos.

Existe una costumbre de decir “el hombre” como sinónimo de “la humanidad”, que en un contexto
general se comprende que “el hombre” incluye a las mujeres, pero de manera un tanto forzada, dado
que es producto de que por siglos las mujeres han sido excluidas del espacio público, de la historia
oficial y de puestos de poder, por lo que nombrar sólo a los hombres cuando se habla de la humanidad
es producto de una historia patriarcal.
Ocurre algo semejante con el plural masculino, dado que “niños” puede significar niños y niñas en
ciertos casos, o sólo niños en otros. De modo que desde la infancia las mujeres se acostumbran a
adivinar si se les está incluyendo en el plural “niños”.

En otro ejemplo, se supone que el diccionario está ordenado alfabéticamente, de modo que la letra B
viene antes de la D, así como la A viene antes de la O. Sin embargo, cuando se buscan adjetivos como
“la astucia”, no se hallará la palabra “astuta”, sino el genérico masculino “astuto/a”, por lo que el
sexismo rompe el orden alfabético.
En el caso del participio presente, que son todas las palabras que terminan en “ente”, se disfruta de un
género neutro. Por ejemplo, sonriente se aplica tanto a hombres como a mujeres sin ninguna confusión.

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Sin embargo, cuando comenzaron a haber mujeres en la presidencia, se abrió la polémica sobre si
debían ser llamadas presidentes o presidentas, ya que aun cuando el género neutro pueda ser suficiente,
es importante resaltar que las mujeres lleguen a ese puesto máximo de poder, por lo que es más
importante resaltar políticamente que haya mujeres presidentas, a mantener el género neutro del
participio presente.

Si esto no parece convincente, habrá que sorprenderse de cuán natural hablamos de “sirvienta” durante
siglos, cuando ahí también tendría que ser suficiente el concepto neutro de “sirviente”. Pero como
“sirvienta” suele utilizarse como un adjetivo despectivo contra las mujeres, nadie se ha indignado por
el mal uso del participio presente.

En pocas palabras, nuestro lenguaje actual es sexista, dado que es el reflejo de relaciones sociales
patriarcales, que durante siglos han modificado nuestro pensamiento y nuestro lenguaje, en contra de
la dignidad de las mujeres.
2. Lenguaje inclusivo

Estos señores piensan que cuando han cambiado los nombres de las cosas, han cambiado las cosas
mismas. Así es como estos profundos pensadores se burlan del mundo entero.
Friedrich Engels

Lo más importante para combatir el lenguaje sexista, es comprender que la solución no está en el
lenguaje mismo, dado que eso sería caer en el idealismo posmoderno, el cual postula que el lenguaje
es la realidad, o que la realidad es un gran texto, o que la realidad consiste en los discursos, o que puede
modificarse mediante estos. Dado que, si el lenguaje sexista surgió como producto de una estructura
económica patriarcal, la única forma de superarlo es derrocando al patriarcado con la lucha organizada
feminista.

Mientras no haya una revolución feminista, podemos formular un lenguaje inclusivo que contribuya a
la lucha contra el patriarcado. Analicemos algunas propuestas.
a) El uso del @ o la “x”. Con estos símbolos se pretende fusionar la “a” con la “o” en una sola grafía
neutra, el problema es que sólo funciona en el lenguaje escrito, mientras que en el verbal es
impronunciable.

b) El uso de la “e”. Se pretende modificar los sustantivos y adjetivos para que su terminación sea la
“e”, de modo que se incluya a ambos sexos. Sin embargo, no sólo es una modificación muy drástica
del lenguaje, sino que sigue sin resolver el problema del sexismo, dado que el inconveniente del
genérico masculino es que excluye a las mujeres y la “e” sigue sin hacerlas visibles, es decir, tanto en
“todos” como en “todes” no se nombra a las mujeres.

c) El uso de conceptos neutros. Una solución interesante es el uso de sustantivos y adjetivos neutros
que ya existen. Por ejemplo, en vez de los alumnos o les alumnes, se puede decir el alumnado, que
carece de género; en lugar de médicos y médicas, el personal médico y así sucesivamente. El problema
es que no siempre existe el concepto neutro en cada sustantivo o adjetivo.
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d) El uso de ambos plurales. Finalmente, la mejor propuesta es nombrar ambos sexos en cada caso, lo
cual puede tener el inconveniente de ser la solución más larga, pero nadie se va a morir por ello. Es
decir, en vez de a) tod@s, todxs b) todes, c) todas las personas. Se puede decir: “todas y todos”.

Sin embargo, usar “todas y todos” no nos exime de misoginia o prácticas machistas, basta con recordar
que el expresidente Vicente Fox usaba ambos plurales y su política fue profundamente anti derechos
de las mujeres, porque el lenguaje debe ser un reflejo de nuestra práctica, de lo contrario es hipocresía.
3. Lenguaje no binario

Cuando se consideran no-binarios y categorizan al mundo en dos tipos: binario y no-binario, están
creando un sistema binario otra vez...

Hemos visto que la vocal “e” se ha intentado usar como un género neutro para incluir hombres y
mujeres. Sin embargo, también se ha intentado usar para aquellas personas que no se identifican como
hombres ni como mujeres, sino de un sexo neutro.

Esto nos lleva a una discusión más profunda en la que se requiere diferenciar entre sexo y género. El
sexo es producto de una evolución biológica de más de 600 millones de años, donde algunas especies
de plantas y la mayoría de especies animales son sexuadas. A su vez, el sexo es binario en la medida
en que sólo hay dos gametos: masculino y femenino, por lo que no hay un sexo neutro o un tercer sexo.

El sexo se compone por: cromosomas, genitales, gónadas, hormonas y características físicas como
huesos y músculos. Mientras que el género “es la definición cultural del comportamiento que se
considera apropiado para los sexos en una sociedad y un momento dados” (Lerner, 1990).

Es decir, aunque una persona no se identifique con los estereotipos vinculados a hombres o a mujeres,
su sexo es material, biológico e inmutable, por lo que por más neutral que quiera identificarse, siempre
será hombre o mujer (En el caso de la intersexualidad, además de ser una anomalía excepcional,
siempre hay una predominancia hacia un sexo).

Por lo que las personas que se dicen no binarias, sólo están creando una ficción del lenguaje, mientras
que saben muy bien si tienen que ir con el personal de andrología o de ginecología, cuando las cosas
se ponen serias. Además, sin importar cómo nos identifiquemos, el patriarcado sabe muy bien quién es
hombre para incluirlo en el servicio militar obligatorio y sabe muy bien quién es mujer para venderla
en el mercado de trata de mujeres.

En pocas palabras, el sexo binario es material e inmutable, de modo que la identidad no-binaria es una
ficción, por lo que perdemos objetividad si dejamos de identificar el sexo para referirnos a mujeres y
hombres.

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4. Lenguaje transgenerista o neolengua

Gracias al juego de los pronombres, y al gaslighting y al engaño que lleva consigo, tú no ves, como
lo vemos nosotras, a hombres invadiendo al feminismo y los espacios de mujeres.
Laura Lecuona

Hemos visto que el sexo es binario y que por ende el lenguaje no-binario es una ficción. Sin embargo,
existen personas que no se identifican con su sexo y desean ser nombrabas del sexo opuesto,
denominadas transgénero. Y cuando realizan una transición que modifique su cuerpo, se denominan
transexuales.

Esto en un principio puede parecer inofensivo, pues es un juego del lenguaje, pero las consecuencias
sociales son considerables, dado que se ha logrado impulsar leyes para el cambio de identidad sexual,
incluso de un día para otro y en menores de edad. De modo que hombres violentos se dicen mujeres y
en las estadísticas aparece que ha aumentado la violencia sexual ejercida por mujeres. Luego esos
mismos hombres que se dicen mujeres son condenados por violencia sexual y logran ser ingresados a
cárceles de mujeres, donde cometen más violaciones sexuales.

También en el deporte, hombres que se dicen mujeres compiten en categorías femeniles y la ventaja
que les brindan sus huesos y músculos de hombre, los hacen ganar medallas y romper records que a
las mujeres les ha costado tanto lograr.
Esos mismos hombres que se dicen mujeres, buscan relaciones sexuales con lesbianas o introducirse a
espacios feministas separatistas y si no se les permite, hacen acusaciones de transfobia o de violencia
de género. Aun cuando el concepto de violencia de género es resultado de la lucha de las mujeres contra
la violencia machista que ejercen los hombres.

En consecuencia, el cambio de identidad de género representa un peligro para las mujeres, como
veremos en los siguientes conceptos.

a) Mujer cis. Este concepto fue inventado por un médico pedófilo, presuntamente sirve para distinguir
a “mujeres cis” que se identifican con su sexo, de “mujeres trans” que son hombres que se identifican
como mujeres. Hemos visto los peligros de que los hombres se digan mujeres, pero esto es aún peor,
porque se asume que existen dos tipos de mujeres, de modo que las mujeres en sentido estricto pasan
a ser tan sólo una categoría de mujer. Es decir, durante años las mujeres fueron consideradas el sexo
débil, el sexo complementario o el sexo subordinado y ahora pasan a ser una categoría secundaria de
mujer, dado que se les dice cis en función de las “mujeres trans”, que son hombres, o sea que se les
sigue definiendo en función de los hombres.

b) “mujer” trans. Los hombres que se identifican como mujeres suelen preferir que se les llame mujeres
trans, pero esto es inexacto, dado que no sólo no son mujeres en sentido biológico, es decir, hembras
de la especie humana; sino que su presunta transición nunca será completa, dado que las hormonaciones
y operaciones no son funcionales, sino meramente estéticas, es decir, quien nazca como hombre jamás
podrá reglar o embarazarse y aunque no todas las mujeres reglen o se embaracen, sólo las mujeres lo

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hacen. Del mismo modo, las transiciones de mujer a hombre jamás lograrán que los “hombres” trans
inseminen y aunque no todos los hombres inseminen, sólo los hombres lo hacen. Por lo que es más
preciso llamarles hombres transfemeninos que mujeres trans, o mujeres transmasculinas que hombres
trans, pues de ese modo se está resaltando su sexo biológico en el sustantivo y su inclinación de género
en el adjetivo. Es decir, las mujeres trans no son mujeres, sino hombres transfemeninos.

c) Persona menstruante, gestante, lactante, uteroportante. Estos adjetivos suelen fundamentarse en el


sentido de que existen mujeres transmasculinas que aun con operaciones y hormonaciones mantienen
sus funciones biológicas sexo-reproductivas y como no se consideran mujeres, se ha buscado un
concepto neutro para nombrar a todas las personas con tales funciones. Esto conlleva el hecho de que
las mujeres transmasculinas nieguen la realidad material de que siempre serán mujeres y que en ello
borren la categoría política y jurídica de mujer que tanto le ha costado a la lucha feminista posicionar
en el espacio público. Con afán de ser incluyente, se borra jurídicamente a las mujeres, por lo que se
termina siendo excluyente.

d) TERF. Con este concepto se pretende denominar a las feministas radicales excluyentes de
transexuales. Es un concepto impreciso porque las feministas radicales no excluyen a las mujeres
transmasculinas, sino tan sólo a los hombres transfemeninos. Lo cual es congruente con su política
separatista para conseguir sus propios espacios como mujeres. El término fomenta la intromisión de
hombres transfemeninos en espacios de mujeres, lo cual suele conllevar abusos sexuales como en los
baños y vestidores mixtos. Además, el concepto define a las mujeres a partir de los hombres
transfemeninos que se sienten excluidos, por lo que nuevamente las mujeres son definidas en relación
con los hombres, el mismo patriarcado de siempre, pero con la bandera azul, rosa y blanco.
e) SWERF. Con este concepto se pretende denominar a las feministas radicales excluyentes de
“trabajadoras sexuales”. Lo cual es impreciso porque las feministas radicales no excluyen a ninguna
mujer de la lucha feminista, sino que luchan contra la explotación sexual donde se ven involucrados
millones de mujeres en todo el mundo. A lo que se oponen es a la trata de mujeres, la vulnerabilidad
en la prostitución y el uso de las mujeres como un mero objeto sexual, por lo que es incorrecto llamar
“trabajo sexual” a la violencia sexual pagada. De hecho, la estadística tan difundida de que la esperanza
de vida de los hombres transfemeninos es muy baja, se debe justo a que su principal fuente de ingreso
es la prostitución, por lo sólo con la abolición de la prostitución se puede realizar una verdadera
liberación sexual.

En pocas palabras, el lenguaje transgenerista ha logrado ponerle piel de oveja al patriarcado, dado que
basta con que los hombres se digan mujeres para que se introduzcan en los espacios de mujeres, se
apropien de sus luchas y justifiquen la explotación sexual con la bandera de la liberación sexual.
Conclusión

Hemos visto que el lenguaje nació por una necesidad material de comunicarnos en razón del trabajo,
luego se deformó en un lenguaje sexista en función del desarrollo del sistema patriarcal, para
finalmente reformularse como un lenguaje transgenerista en función de la reconfiguración del
patriarcado como neoliberalismo sexual, de modo que la ficción del lenguaje nos despolitiza e impide
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que comprendamos el borrado jurídico y político que se hace de las mujeres, para que sigan ocupando
una categoría inferior que los hombres.

Si bien la solución no reside en cambiar sólo el lenguaje a uno inclusivo y crítico de género, sí
constituye un primer paso para politizar el lenguaje con un enfoque feminista, que contribuya a la
organización de las mujeres en su lucha contra el patriarcado.
Referencias

Docentes Feministas por la Coeducación (2023) El lenguaje que ficciona la realidad pero que no la
cambia. En: https://dofemco.org/blog/2023/04/08/el-lenguaje-que-ficciona-la-realidad-pero-que-no-
la-cambia/

El Universal (2021) ¿Por qué algunas feministas no están de acuerdo con el lenguaje inclusivo? En:
https://www.eluniversal.com.mx/nacion/por-que-algunas-feministas-no-estan-de-acuerdo-con-el-
lenguaje-inclusivo/

Gluck, Genevieve (2022) El término “cis” fue acuñado por un médico “pedosexual”. En:
https://reduxx.info/el-termino-cis-fue-acunado-por-un-medico-pedosexual/

Lecuona, Laura (2022) Lenguaje, pronombres y libertad de expresión [1]. En:


https://tribunafeminista.org/2022/06/lenguaje-pronombres-y-libertad-de-expresion-1/?amp=1
Lerna, Gerder (1990) La creación del patriarcado. Barcelona, Crítica.

Supernova, Mel (2023) Soy lo que ustedes llamarían “mujer trans”, yo no me nombro así. En:
https://www.cronicalibre.com/feminismo-y-sociedad/soy-lo-que-ustedes-llamarian-mujer-trans-yo-
no-me-nombro-asi/

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HISTORIA DE LAS MUJERES EN EL MOVIMIENTO COMUNISTA

Introducción

La historia del marxismo está repleta de avances en favor de la clase trabajadora, infinidad de derechos
han sido conquistados por el pueblo organizado, que, bajo la dirección de los partidos comunistas, han
brindado una vida digna al proletariado. Pero esta historia tiene su lado oscuro, que reside en la
misoginia y el dogmatismo que abundan en la práctica marxista-leninista.
Se suele denominar de manera coloquial “machismo-leninismo” a las prácticas misóginas dentro del
movimiento comunista, que se haya inventado dicho apodo evidencia la importancia que ha cobrado
el machismo dentro del movimiento comunista y la relevancia de abordar tal problemática.

En este ensayo, se busca elaborar un juicio objetivo sobre los aspectos positivos y negativos que el
movimiento comunista ha generado para las mujeres.
1. Marx y Engels

Hay quien dice que Marx y Engels no consideraron a las mujeres en su teoría social, pero eso es
completamente falso. Antes que ellos, los socialistas utópicos Fourier y Saint-Simon ya habían
afirmado que el grado de emancipación de las mujeres es el termómetro de la sociedad. Marx y Engels
retomaron esa idea: Marx describió y denunció las terribles condiciones laborales de las mujeres
proletarias, mientras que Engels investigó la importancia de las mujeres en la prehistoria, así como
hizo afirmaciones que podríamos denominar feministas, en el sentido de considerar que en la familia
el hombre es el burgués y la mujer la proletaria.

Sin embargo, la vida privada de Marx y Engels deja mucho que desear, dado que Marx engañó a su
esposa, embarazó a una empleada doméstica y para guardar apariencias Engels asumió la paternidad
de ese niño, además de otras infidelidades del propio Marx.

La defensa que se suele hacer sobre el machismo de Marx y Engels, es que actuaron de acuerdo a su
tiempo, pero se supone que el marxismo es la gran teoría de la humanidad, de modo que debería ser
capaz de adelantarse a su tiempo tanto en la lucha de clases como en la cuestión sexual, pero en los
hechos ha ocurrido lo contrario, como veremos en adelante.
2. Revolución rusa

El movimiento comunista de inicios del siglo XX, disfrutó de una intensa participación de las mujeres,
al grado de que el 28 de febrero de 1909 se celebró por primera vez el día de la mujer, bajo el nombre
del día de las mujeres socialistas, tras una declaración del Partido socialista de los Estados Unidos. En
agosto de 1910 en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, se
proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la mujer trabajadora. Es decir, la fecha más
importante del feminismo, el día de las mujeres, fue creación de mujeres socialistas, tales como Clara
Zetkin y Rosa Luxemburgo.

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Dentro de la Revolución Rusa, la comunista más destacada fue Alexandra Kollontai, que en la práctica
logró el primer puesto de gobierno conseguido por una mujer en toda la historia, al ser comisaria del
pueblo para la seguridad social, así como la primera embajadora del mundo en el México de los años
30s. Impulsó el derecho al voto de las mujeres, el matrimonio civil, el aborto legal, el divorcio
incausado, las guarderías gratuitas, pensión por embarazo, los comedores populares, combatió la
prostitución e implantó la pensión alimenticia. En la teoría desarrolló el concepto de amor-camaradería,
que se adelantó a la crítica feminista del amor romántico. Podríamos decir que nunca en la historia se
han conseguido tantos derechos para las mujeres en el mundo como lo logró la revolución rusa con el
liderazgo de Kollontai.

Mientras Luxemburgo, Zetkin y Kollontai luchaban por los derechos de las mujeres en el movimiento
comunista, la gran mayoría de los líderes mantenían una posición conservadora. Lenin desdeñó las
cuestiones sexuales, Krupskaya se opuso al divorcio y al aborto, y Makarenko, el gran pedagogo que
rescataba delincuentes juveniles, manifestó una posición conservadora en la sexualidad. Y en 1930
Stalin clausuró las asociaciones de mujeres bajo la acusación de «feminismo burgués», argumentó que
generaban división y atentaban contra la unidad de la clase trabajadora.
3. Gran Guerra Patria

En el desarrollo de la URSS las propuestas de Kollontai fueron apagadas gradualmente, hasta el grado
de que, en el periodo previo a la Segunda Guerra Mundial, el partido comunista (con el liderazgo de
Stalin) decidió prohibir el aborto. Tal prohibición no llegó a situaciones tan deplorables como en el
capitalismo, dado que no se penalizaba a la mujer, sino que se aplicaba una multa a quien lo ejecutara.
Además de que el Estado brindaba todas las condiciones económicas para que las mujeres tuvieran una
maternidad digna. La razón de tal prohibición era el drástico descenso de la población, que en un
periodo de preguerra fue tan alarmante que podía provocar escasez de soldados para luchar contra los
nazis.

El caso de la homosexualidad es similar, el fervor de la revolución rusa consideró la despenalización


de las prácticas homosexuales, pero no hubo suficientes leyes que lo avalaran en toda la Unión
Soviética y con Stalin en el poder se volvió a prohibir, por la misma razón de la prohibición del aborto:
el descenso poblacional y una inminente guerra.
En la Gran Guerra Patria, la misoginia de los nazis impidió que incorporaran mujeres a la lucha armada,
mientras que la Unión soviética incluyó a las mujeres en todos los frentes. Fue así que surgieron las
brujas de la noche, que eran aviadoras que sorprendían a los nazis desde el cielo y los exterminaban,
bajo el liderazgo de Marina Raskova.

Otro acontecimiento importante es la polémica sobre las presuntas violaciones sexuales que cometieron
los soviéticos en su llegada a la Alemania nazi. Habría que considerar que las violaciones sexuales de
los otros contendientes como Inglaterra, Estados Unidos y Francia, fueron mucho más numerosas y
fueron políticas de guerra por sus Estados. Mientras que, en la Unión Soviética, Stalin indicó
tajantemente que estaban prohibidas las violaciones sexuales. En consecuencia, ningún soldado del
Ejército Rojo en servicio cometió ninguna violación en Alemania, pero hubo violaciones cometidas
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por ex soldados del Ejército Rojo y civiles soviéticos liberados de Campos de concentración alemanes
nazis. Es decir, aunque la conciencia de clase fue suficiente para que la violación sexual no fuera una
práctica sistemática, sí hubo unos treinta casos excepcionales.

En pocas palabras, en el periodo previo a la Gran Guerra Patria y en su desarrollo, la Unión Soviética
tuvo avances y retrocesos con respecto a la dignidad de las mujeres.
4. Guerra Fría

Durante la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrentaron en la carrera


armamentística y espacial. Lo que dio como resultado que los soviéticos enviaran a la primera mujer
al espacio, Valentina Tereshkova demostró que en la URSS las mujeres habían alcanzado la igualdad
de oportunidades en el ámbito educativo y laboral, por encima de la posición conservadora que
mantenía Estados Unidos y su culto al ama de casa.

En la Unión Soviética se volvió a legalizar el aborto y las mujeres alcanzaron la paridad en puestos de
poder, educación y deporte, entre otras. En 1989, un 48% del total de asalariados soviéticos eran
mujeres. Un 60% de los ingenieros eran mujeres, un 87% de los economistas, un 70% de los médicos
y profesores y un 90% de los bibliotecarios. No obstante, en el mundo académico sólo un 13% eran
doctoras. Había un embudo o techo de cristal en los altos niveles profesionales.

En el caso de la Alemania dividida por el muro de Berlín. Las alemanas democráticas disfrutaban de
mayores oportunidades que las de Alemania federal. El modo de producción socialista les garantizaba
un desarrollo laboral y familiar armonioso, mientras que las occidentales todavía tenían que pedir
permiso al marido para salir de casa. De modo que, al caer el muro de Berlín, las alemanas occidentales
exigieron que se igualaran sus derechos con los de las orientales.
Es decir, los avances en los derechos de las mujeres en la URSS y la Europa socialista en la Guerra
Fría fueron considerables, más no suficientes.
5. África.
El papel de la Unión Soviética en África es invaluable, dado que contribuyó a su descolonización y
fomentó la soberanía de los pueblos africanos. En la cuestión de las mujeres, tanto Thomás Sankara en
Burkina Faso, como Mandela en Sudáfrica, se pronunciaron en favor de la liberación de las mujeres,
con lo que mostraron que los grandes revolucionarios siempre luchan por los derechos de las mujeres.

Pero lo más trascendente de la lucha socialista en favor de las mujeres en África se realizó en
Afganistán, cuando se dio la revolución socialista conocida como Revolución Saur o Revolución de
Abril, en 1978. El gobierno socialista criminalizó los matrimonios por dinero o forzados, permitiendo
que las mujeres eligieran libremente su esposo y su profesión, y no obligó al uso del burka. Por el
contrario, elevó considerablemente la situación de las mujeres, ayudando a su desarrollo personal y
social, tal como hace siempre el socialismo en cualquier país.
Luego de la caída de la URSS, la burguesía recuperó el poder en toda África y volvieron todas las
prácticas represivas contra las mujeres, así como la brutal explotación de recursos y la extrema
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desigualdad, Sudáfrica es el país más desigual del mundo y casi nadie recuerda que Mandela fue
marxista-leninista.
6. Cuba
Antes de la Revolución Cubana, Cuba era el gran prostíbulo de Estados Unidos, luego de la revolución
todo cambió. En Cuba, las mujeres representan el 53,22 % de los puestos ocupados en la Asamblea
Nacional del Poder Popular (ANPP), máximo órgano legislativo en el país; y constituyen el 48,4 % de
los integrantes del Consejo de Estado. Según datos contenidos en el Informe presentado por Cuba al
Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos, las mujeres representan el
60,5 % de los graduados de la educación superior y el 67,2 % de los técnicos y profesionales en toda
la nación. Constituyen el 49 % de la fuerza laboral en el sector estatal civil; el 48,6 % de los dirigentes;
el 81,9 % de los profesores, maestros y científicos; el 80 % de los fiscales, presidentes de Tribunales
Provinciales, jueces profesionales y de la fuerza laboral en los sectores de la salud y la educación. Las
cubanas perciben igual salario que los hombres por trabajo de igual valor, tienen derecho a licencia de
maternidad retribuida hasta un año después de nacido el bebé; asimismo, cuentan con acceso gratuito
a servicios de educación y salud universales; sus derechos sexuales y reproductivos también están
garantizados.

Sin embargo, en el caso de la homosexualidad ha surgido una acusación contra Ernesto Guevara por
reprimir homosexuales. Dicha calumnia es falsa porque en las fechas en las que se le señala él no vivía
en Cuba. Lo cierto es que Fidel Castro sí encarceló homosexuales, pero no los torturó como se llega a
decir, dado que se les brindaba empleo y vida digna como cualquier otro recluso de los campos de
trabajo forzado. Por un lado, en esa época de 1960, la homosexualidad era mal vista y penalizada en
casi todo el mundo, incluso era considerada una enfermedad. Por otro lado, no es ninguna justificación
para que se les persiguiera y si el marxismo se jacta de una visión objetiva, debió ser la vanguardia en
lo que a la aceptación de la diversidad sexual se refiere.

Actualmente en Cuba ya no existe la homofobia, incluso en 2022 se aprobaron los matrimonios del
mismo sexo y los feminicidios son excepcionales, con lo que se demuestra el avance en derechos
humanos que realiza la revolución cubana. Sin embargo, en 2022 se aprobó en Cuba la gestación
solidaria, que es un eufemismo para la explotación reproductiva, en la cual las mujeres son usadas
como incubadoras para satisfacer los deseos de maternidad y paternidad de terceras personas. Además,
las mujeres siguen encargándose en su mayoría del trabajo doméstico, mientras que los hombres
dominan los puestos de poder más importantes.
7. Corea del norte

En Corea del norte, luego de la fundación en 1945 de la Unión de mujeres democráticas de Corea y de
la ley de igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, se fueron logrando derechos humanos para
todas las mujeres norcoreanas, dado que todas las mujeres tienen atención sanitaria de calidad y
gratuita, se libraron de la pesada carga de los quehaceres domésticos con la creación de bases de
servicio doméstico, casas-cuna gratuitas para que las mujeres puedan estudiar y trabajar si así lo desean.

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Actualmente, las mujeres norcoreanas ocupan el 35% de la Asamblea popular suprema (la media de
mujeres en cargos máximos de gobierno en el mundo es 20.3%).

Sin embargo, Norcorea es un país sumamente conservador, donde el culto a la personalidad de los
líderes permea toda su cultura, los hombres dominan los puestos de poder más importantes y donde la
familia conservadora es un pilar de su ideología.
8. China

La revolución china consiguió importantes derechos para las mujeres, donde Mao afirmó que las
mujeres sostienen la mitad del cielo. En 1950 reconoció la igualdad entre hombres y mujeres, legalizó
la igualdad de empleo y salario entre hombres y mujeres, promovió el matrimonio por libre elección,
cerró los burdeles, acabó con la práctica de vendar pies a las niñas, puso fin a la venta de niñas y al
infanticidio femenino, y estableció granjas, cultivos, cocinas y guarderías comunales en favor de la
liberación de la mujer. Lamentablemente, muchos de esos logros se han perdido con la restauración
del capitalismo en China.
9. Vietnam

Ho Chi Minh, el líder de la revolución vietnamita, también defendió que la tarea de la liberación de la
mujer está asociada a la causa revolucionaria, la liberación nacional, la liberación de clases y la
liberación humana. Condenó enérgicamente la norma patriarcal de que “las mujeres tienen que andar
en la cocina y hacer las tareas del hogar”, lo que afianza la desigualdad de género en la familia y la
sociedad.
10. Machismo-leninismo

Los partidos y organizaciones comunistas dentro de los países capitalistas han ejercido una serie de
prácticas misóginas muy lamentables, que deben ser señaladas y combatidas para que mantengan la
vanguardia del proletariado.

En muchos casos la división de trabajo al interior de los partidos es inequitativa, ya que las mujeres
realizan más tareas de limpieza y preparación de alimentos, mientras que los hombres acaparan el
micrófono y el liderazgo. Además, pocas mujeres alcanzan puestos máximos de poder.

Por otra parte, existe un grado considerable de acoso sexual al interior de las organizaciones
comunistas. Hay líderes que utilizan su prestigio para obtener relaciones sexo-afectivas con las
militantes y cambian de pareja sin ningún tipo de responsabilidad afectiva. O buscan provecho sexual
con cada nueva militante. También hay militantes que envían fotos de sus genitales, otros que ejercen
violencia sexual hacia sus parejas, también hay casos de pederastia y de gordofobia. Y suele darse con
frecuencia situaciones en los que las mujeres se convierten en el sostén económico del hogar, para que
los hombres puedan ejercer a tiempo completo su militancia.

Cuando las militantes deciden protestar ante tantos actos misóginos, la respuesta de los partidos y
organizaciones comunistas suele ser deficiente. Hay quienes defienden al agresor y culpan a la víctima
de anticomunista. También hay quienes simulan castigar al agresor, pero la práctica descompuesta se
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mantiene. Hay quienes establecen protocolos, pero son usados en favor de los agresores. También hay
quienes argumentan que es su vida privada, aun cuando Kollontai argumentó claramente que las
relaciones sexo-afectivas no son privadas, sino que se realizan dentro de una colectividad. O quienes
dicen que cualquier denuncia promueve la división de la clase obrera en favor de la burguesía.

Asimismo, la misoginia dentro de los partidos y organizaciones comunistas ha encontrado en el


transactivismo un pretexto para desahogarse y verse inclusivos. Dado que el transactivismo es una de
las vertientes del neoliberalismo sexual, el cual cosifica el cuerpo de las mujeres, ya sea en la
prostitución, la pornografía, los vientres de alquiler, el sadomasoquismo y el presunto cambio de
identidad sexual, que borra a las mujeres jurídica y políticamente. Todo aquél que fomente el
transactivismo está del lado de dicho neoliberalismo. Sin embargo, muchos partidos y organizaciones
comunistas han aceptado y abanderado acríticamente el transactivismo, con lo que muestran que en el
fondo no han comprendido la concepción materialista del mundo, ya que el sexo es una realidad
material inalterable y las mutilaciones u hormonaciones no modifican el sexo, sólo lo deforman. En
consecuencia, el transactivismo afirma que cualquier hombre puede nombrarse mujer y apropiarse de
los derechos que las mujeres han ganado con tanto esfuerzo. Además de que las operaciones y
hormonaciones constituyen un gran negocio para las farmacéuticas, que consiguen pacientes de por
vida. Debería ser suficiente evidencia que las grandes trasnacionales han adoptado el discurso del
transactivismo e incorporado la bandera queer en sus publicidades, para entender que la lucha socialista
es incompatible con esa visión inmaterial y subjetivista de la sexualidad.
Conclusión

Hemos visto que la lucha socialista ha conquistado importantes derechos para las mujeres, sobre todo
porque la participación de las mujeres socialistas ha sido fundamental en las revoluciones. Sin
embargo, el socialismo no ha sido capaz de eliminar al patriarcado, dado que persisten los estereotipos
sexuales en el trabajo doméstico, se mantiene un techo de cristal en los máximos puestos de poder y el
acoso sexual es una constante en los partidos y organizaciones comunistas, así como el transactivismo
se ha infiltrado en las agendas comunistas.

En consecuencia, el desdén histórico hacia el feminismo le ha cobrado factura a la lucha socialista.


Dado que el feminismo radical, como teoría de liberación de las mujeres, sí disfruta de las herramientas
para acabar con el patriarcado, por lo que ya es tiempo de que el marxismo-leninismo busque un
acercamiento al feminismo radical.

Inclusive, el feminismo radical surge en el periodo de la Guerra Fría, como respuesta a las constantes
prácticas misóginas dentro de los partidos y organizaciones comunistas, que no fueron capaces de
tomar consciencia de la misoginia en su interior y terminaron reproduciendo las prácticas patriarcales
que durante miles de años han oprimido a las mujeres.

Si el comunismo es el movimiento real que anula y supera al estado de cosas actual, significa que el
marxismo no es una teoría acabada, dado que tuvo un desarrollo exponencial en el marxismo-leninismo
y tendrá un potencial revolucionario infinitamente superior si sabe integrar al feminismo radical, de

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otro modo la revolución socialista está condenada al fracaso. Como suele decirse: la revolución será
feminista o no será.
Referencias
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https://blogs.publico.es/puntoyseguido/6163/la-mujer-china-involucion-70-anos-despues-de-la-
revolucion/

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en-la-urss/

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https://es.euronews.com/2019/11/07/el-exito-de-la-mujer-de-la-ex-alemania-oriental

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http://depyongyangalahabana.blogspot.com/2013/03/la-mujer-en-corea-del-norte.html
Gabriel, Mary. (2011) Amor y capital. Ediciones de Intervención cultual. España.

García Espín, Patricia (2011) ¿La emergencia de un nuevo machismo-leninismo? En:


https://rebelion.org/la-emergencia-de-un-nuevo-machismo-leninismo/

Matos Gil, Aymara Massiel (2018) Ser mujer en Cuba: garantía de derechos.
En: http://www.cubahora.cu/politica/ser-mujer-en-cuba-garantia-de-derechos
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las Mujeres. En: https://www.globalcitizen.org/es/content/nelson-mandela-champion-for-womens-
rights/

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la mujer. En: https://es.dangcongsan.vn/legado-de-ho-chi-minh-y-renovacion/aplicar-el-pensamiento-
de-ho-chi-minh-sobre-la-liberacion-de-la-mujer-en-la-causa-de-la-renovacion-la-integracion-y-el-
desarrollo-integrales-y-sincronicos-del-pais-1720.html
Sankara, Thomas (1987) La liberación de la mujer: una exigencia del futuro. En:
https://www.thomassankara.net/la-liberacion-de-la-mujer-una-exigencia-del-futuro-discurso-de-
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Senyavskaya, Elena. (2020) La profesora Elena Senyavskaya desmiente el mito de las violaciones
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https://aprendamosdelarpch.wordpress.com/2020/05/10/la-profesora-elena-senyavskaya-desmiente-
el-mito-de-las-violaciones-masivas-del-ejercito-rojo-en-alemania-1945/

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