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15 El Concepto de Regresión en La Psicoterapia de Grupo
15 El Concepto de Regresión en La Psicoterapia de Grupo
lEn relación con los grupos de capacitación, se propusieron teorías suml"ares, que
no nos corresponde tratar aquí. Kaplan (1967) comparó recientemente los más un'portan-
tes problemas emocionales en los grupos terapéuticos y de capacitación. Véase también
Horwitz (1964) y Frank (1964).
260 El concepto de umaaó'n
miliza" como uno de tantos medios para contrarrestar los estímulos qUe
pueden promover el enriquecrm'iento y desarrollo individuales. Cabe señalar
que Bion no deja lugar a posibles relaciones entre los miembros del grupo;]0
fundamental aqui es el vínculo regresivo con la persona del líder. Aparte de
hacer hincapié sobre su mayor “profundidad”, en comparación con el (¡po
freudiano de regresión neurótica, Bion no se extiende mas' sobre ese pum0_
Sinembargo, cabe suponer que los conflictos reactivados en estaufasJe
on’ginaron durante loswprrm'eros seis meses de la vida, los cuales, en el sistema
de Melanie Klein (19,50), se caracterizan por luchas y ansiedades pregenitales
correspondientes a relacro'nes parcral'es de objeto. Como lo m'dique’ antes, la
fantasiosa ‘xgc‘uultura” "de grupo de Bion representa una reacción de defensa
contra estos conflictos m'fantil'es, sim'bolizados como muchas veces sucede,
por el grupo en su conjunto.
_ l Foulkes (1957), otro terapeuta de grupo, brita'm'co, considera a su pr0pia
orientación como mas' apegada a la de Bion que a la de los terapeutas de
grupo norteamericanos. No obstante, atribuye mucha mas' un'portancia que
Ca - Bion a las relaciones m'terpersonales de tipo “aquí y ahora”, lo mismo que a
la. las metas de los grupos terapéuticos. Para. las interacciones. de grupo, destacó
los cuatro niveles ¿de profundidad siguientes: l) el mv'el común, que se refiere
¡' a percepciones reahs'tas del 'lider y del grupo; 2) el nivel transferenczal', en el
que, el grupo representa a una familia srm'bólica que tiene el líder como padae-
f LW el nzv'exlhae vnHa'ge'hme’s' “corporaleüys mentales, que contiene aspectos anal’ogos
5*-
" " fantasía m'fantil', al líder “. . .se le coloca en la posición de la imagen primor-
dial rrdfe_líde.r; todo lo sabe y todo lo puede. . .” En esa fase, se mezclan
confesiones, discusiones de síntomas y expresiones de grandes esperanzas.
Nuevamente, y en una forma no muy drs'tm'ta a las “suposiciones bas'icas” de
Bion, surgen sm' causas aparentes “profundas y pnm'itivas” fantasías de grupo,
simbolos y mecanismos mentales. ÍEl terapeuta procura fomentar una mayor
' actividad en la dirección de la autopercepción y de la m’dependencia, con el
7-4 fin de encarnl'ar al grupo hacia la maduración y de alejarlo de su previa
dependencia de una autoridad irracional. En lo que se refiere a la profundidad
de los fenómenos regresivos, a pesar de mencionar la ocasional reactivación de
conflictos pregenitales kleini'anos, V____Foaulwke_ws se centra antes que nada en la
psicoterapia de grupo en cuanto a ¡situación transferencia], en la que pueden
provocarse auténticas neurosis de transferencia, siendo los pacientes irn'pulsau
. dos a proyectarse hacia la sociedad y la comunidad a la que pertenecen.
. Kaplan y Roman (1963) proponen una formulación mas' reciente de un
modelo m'tegral de desarrollo de grupo para grupos terapéuticos compuestos
El papel de la regresión en modelo: de formacró’n de grupo: 261
por adultos. El esquema teórico de aquellos autores, que m'cluye una estructu-
ración especifica, un tema y un patrón de interacción, es decididamente
mucho ma’s claro que las exposiciones presentadas por Bion y Foulkes. Según
wlan“ y, Roman, en los 1m"cios del grupo, el terapeuta representa el centro de
Jn'terés de cada uno de los miembros del grupo, y, en cierto sentido, el
comportamiento de aquéllos hacra' él se amolda al tradicional patrón de una
relación “paciente-médico”. En cambio, la preocupación común im'pli'cita es la
de depender de un líder “mágico”. En la opini"o'n de los mie'mbros del grupo,
esta percepción generaliz'ada del lider (semidiós en una mitología compartida)
fomenta la unificación del grupo hasta tal grado que los pacientes m'teractu’an
“como partes del grupo, constituido éste como unidad”. Así, el anterior deseo
de satis'facer necesidades personales a través del líder se formula de nuevo en
térmm'os colectivos. Es como si el terapeuta mago “. . .tuviera en su posesión
algo valiosísimo, capaz de curarlos como por arte de magia”. El clim'a general
es de entusiasmo, casi de adoración, sin manifestaciones de hostil'idad o
decepción. A estos acontecrm’ientos, siguen m'cipientes muestras de atención a
los demás miembros del grupo.
Kaplan y Roman no se extienden mucho sobre el concepto de regresión.
Más bien, se refieren generalmente a la formación de un grupo psicológico
como una regresión, defensiva en la que las ansiedades relacionadas con la
necesidad de un contacto i'ntrm'o en una nueva situación promueven identifi'ca-
ciones primitivas, percepciones fantasiosas y patrones de pensamiento mag'ico.
Con la excepción de esporádicas referencias a manifestaciones de tipo hijo-
padre, como parte del tema de dependencra', y a preocupaciones características
de adolescentes durante esta fase m'termedia, no llegan a tocar el tema de la
profundidad de la regresión, ni los puntos específicos de la fijación en la
mis'ma. Es particularmente notable su observación de que no “. . .pudieron
experim'entar ni expresar con palabras reacciones m'dividuales de transferencia”
srn'o después de haber tenido lugar cierta maduración, expresada por una
disolución parcial del grupo psicológico (la sesión num'ero 86 en su ¡l'ustra-
ción). Ello coincide estrechamente con diversas descn‘pciones de las fases de
desarrollo observables en grupos de capacitación (Bennis y Shepard, 1956).
Para los fines que se persiguen en la presente exposición, cabe señalar la
asombrosa sumh"'tud de las descripciones hechas en los tres modelos teóricos de
xBion, Foulkes y Kaplan, de la emotividad im'plícita en la fase regresiva 1m"cial
en la formación de los grupos terapéuticos. Los tres m'sisten en la reactivación
de tempranos ., pLOCesos de identificación, en los que los miembros del grupo
parecen buscar, En una fantasía compartida, atención y apoyo por parte de un
xlwíder'é'pfladi‘e mag'ico. En esta constelación de dependencia, la expresión de
sexuales o agresivos parece ser prácticamente nula, pudiéndose decir
lo mismo de cualquier tipo de m'terés hacia los demas' miembros del grupo. Sm'
embargo, estos autores sí expresan ciertas discrepancias en cuanto a su concep-
ción de los procesos de formación de los grupos. Por ejemplo, Bio'n, lo mism'o
que Kaplan y Roman, da una considerable importancia al alto grado de
262 El concepto de regresión
d__e.vis-t_a_ del desarrollo de una “personalidad de grupo”. Pensó que ese “común
denominador” de las características de cada uno de los miembros de un grupo
poAdL'afdiviglu'se en un ello, un yo y un superyó colectivos. El ello del grupo
correspondería a necesidades comunes de seguridad o placer. El, superyó se
Lefinr'ía a percepciones del padre-líder y de la madre-grupo, mientras que el yo
“registraría” las funciones del ello y del superyó, encargan'dose de juzgar si
sirven o no para los propósitos del grupo.
Es m'teresante observar cómo Schindler (1966) siguió a Money-Kyrle al
insrs’tir en la percepción regresiva inconsciente de la entidad grupal como
personaje materno. Spanjaard (1959) observó que la regresión en un grupo
terapéutico compuesto por adultos neuróticos era menos profunda que la
notada por e'l mis'mo en sus prácticas de psicoana'h'sis individual. Pensó que los
miembros de esta clase de grupos percibían al líder como figura materna
(remm‘iscencia de la fase fah"ca-narcisista in'fantil) al mismo tiempo que en
térmm'os de una irn'agen de líder formada en la adolescencia.
En un ensayo sobre la identificación a nivel de grupo (1964), propuse un
esquema de conceptualización para las percepciones y actitudes de cada
miembro del grupo hacia el propio grupo tomado en su conjunto. Consideran'-
close como una identificación en el sentido de un proce‘so endopsíquico que
exigiese cierto grado de compromiso individual hacia un objeto percibido o su
representación simbólica, ese proceso se distinguiría de la transferencia. Seme-
jante identificación con la entidad grupal incluiría dos elementos conexos, a
saber: l) la atribución al grupo de un significado emocional, como m'strumen-
to consciente para la satisfacción de necesidades, o, a nivel inconsciente. como
el estado de bienestar libre de conflictos, representado en la unión exclusiva
con la madre preedípica; y 2) el sacrificio de un elemento del “ego” para el
bien del grupo.
__Du__r.km' (1964) también propuso la idea de la entidad grupal siendo
percibida por los pacientes como madre preedípica. Sin embargo, su formula-
ción difiere de mi hipótesis en relación con la concepción m‘icial del grupo-
madre, fuente de satisfacción y apoyo. También discrepa con la manera en
que se describió la fase de dependencia en los ya mencionados tres modelos
teón’cos. Según ella, la sugestionabih'dad y la surms'ión notadas por Freud en el
individuo cuando nacen los grupos, corresponden a una reacción regresiva de
rm'edo. Postula como manifestaciones de transferencia las dos siguientes eta-
pas: l) la idea de un grupo, es decu", de un gran cum'ulo de poderes desco-
nocidos. conjura la adversa im'agen de la madre preedr’pica, reactivando en el
m'dividuo el miedo narcisista que expenm'enta hacia ella, y 2) como conse-
cuencia de ella, el individuo percibe al grupo en una forma distorsionada y su
conducta ante éste se asemeja a su modo de reacción ante su madre, aunque
en una “versión moderna". Por lo tanto, al mismo tiempo que un miembro
teme al grupo en su conjunto, por otro lado percibe al terapeuta como
“representación de una madre bondadosa y omnipotente”.
Esas ideas de Durkin, por su claridad y precisión, fácilmente pueden
264 El concepto de regresión
2Mann (1966) ¡d'eó un m’teresante me'todo para llevar a cabo esta clase de obser-
vaciones en grupos de capacitación.
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