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Sustentantes: Matriculas:

Leidy Esteffani Ruiz Beltre 21-EPSS-6-131

Ismilda Milenia Sandoval Reyes 22-SPSS-6-108


Marolyn Franchesca Mercedes 22-MPSS-6-152
Onaysis Soriano 21-MPSS-6-127
Leandro feliz 21-EPSS-6-129
Jhonny hilario Trinidad 21-MPSS- 6-055

Sección:
981

Materia:
Tests Proyectivos

Tema:
Qué es la proyección

Maestra:
Berkis Elizabeth Castillo Polanco

Grupo: 06
Introducción

Las pruebas proyectivas son un tipo de prueba que se


relaciona con la personalidad. El propósito es lograr conocer el
funcionamiento de las personas y, de esa manera, descubrir
sus emociones o conflictos internos. Aquí el entrevistado
deberá responder a palabras, escenas e imágenes que puedan
tornarse confusas.

Estaremos indagando un puente de datos útiles y valiosos


para así obtener los conocimientos necesarios, y logran
implementar todos estos en ayuda de aquellos que nos
necesiten.
Qué es la proyección

La proyección es un término del psicoanálisis. La definición de proyección dice


que es un mecanismo que consiste en atribuir a otra persona lo que le pasa a uno
mismo. La proyección es una forma de funcionamiento que se observa en
personas que atribuyen a otro lo que le está ocurriendo a sí mismo, normalmente
de forma inconsciente. La proyección no permite hacer contacto consigo mismo ni
con los demás. Por ejemplo, muchas personas que utilizan la proyección
consideran que todas las demás personas tienen defectos pero que ellos no.
En psicología, nos servimos de la proyección para detectar determinados rasgos
de carácter, como las motivaciones, los problemas y frustraciones. Las
tendencias proyectivas de las personas se desarrollan de una manera importante
en las personalidades de tipo paranoide. Algunas de estas personas con esta
patología manifiestan una tendencia hacia la evaluación constante de los demás,
son muy sensibles y capaces de percibir el inconsciente de los demás y al
interpretarlo se olvidan de su propio inconsciente. En los casos graves, la
proyección lleva a la deformación viciosa o a una falsa imagen de la realidad
(delirio paranoide). En algunos casos, la proyección bien canalizada, puede
generar creaciones artísticas o científicas increíbles.
La proyección como mecanismo de defensa en
psicología

Hermann Hesse (1919) expresaba algo parecido a la teoría de la proyección como


un mecanismo de defensa, y lo hizo con la siguiente frase:
Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de
nosotros.
La proyección es uno de los mecanismos de defensa más utilizados en contra de
las amenazas materialmente externas, imputando la responsabilidad de nuestros
propios rasgos, sentimientos y conductas a otra persona o ambiente. El
individuo atribuye a otras personas las propias carencias, virtudes o defectos,
incluso hasta sus propios conflictos internos de ambivalencia.
La proyección como mecanismo de defensa generalmente opera en situaciones
de conflictos afectivos/emocionales o de conflictos internos, en donde se termina
atribuyendo al ambiente (personas o cosas) los propios sentimientos,
pensamientos o impulsos que resultan incómodos o inaceptables para la persona.
Además del contenido negativo, también se transmite todo aquello que garantice
y asegure las continuidades del narcicismo, el mantenimiento de los vínculos
intersubjetivos, los procesos de conservación: identificaciones, mecanismos de
defensa, ideales, dudas y certezas.
Entendemos así que la proyección puede funcionar como resistencia a
enfrentarse al contacto con la propia identidad, atribuyendo así a los otros las
emociones que nosotros mismos sentimos.
La proyección como mecanismo de defensa provoca que escupamos o
expulsemos sobre el mundo las vivencias, emociones o rasgos de la personalidad
que deseamos desalojar de nosotros mismos por el hecho de ser inaceptables.
Todo lo que es relativamente gratificante es aceptado por el yo –como algo
perteneciente a él– pero todo lo que manifiesta ser doloroso y poco gratificante
es considerado como algo ajeno al yo.
Ejemplos de proyección
La frustración que caracteriza a una persona que suele crear proyecciones de sí
mismo en las demás personas desaparece cuando comienza a creer que sus
defectos, sus deficiencias y sus fracasos también los poseen los demás, o que
son los demás los que provocan estos fracasos, deficiencias o cualquier cosa que
no desean tener. A continuación te compartimos algunos ejemplos de
proyecciones psicológica:
Robar y creer que los demás le robarán
Personas que piensan de determinada forma (por ejemplo, sobre la justificación
de un acto de corrupción) creen que los demás también piensan lo mismo. Por
ejemplo, el dueño de una tienda roba algunos cuantos gramos de cada kilo del
producto que vende, cuando este tenga que comprar en otra tienda será el
usuario (cliente) más desconfiado.
Pensar en ser infiel y tener miedo de que su pareja lo sea
En una relación, uno de los dos comienza a presentar síntomas de ansiedad (por
ejemplo refiere sentirse inseguro y desesperanzado), como consecuencia de
constantes ideas de infidelidad de su pareja, quien en repetidas ocasiones ha
intentado dejarle claro y en evidencia que está infidelidad no es real. Mediante un
análisis, se descubre que esta persona con síntomas de ansiedad tampoco le ha
sido infiel a su pareja pero que sí existen muchas personas que le han parecido
atractivas y con las que le gustaría mucho tener relaciones sexuales, pero que su
propia conciencia – y el respeto a su pareja- no permiten que lo haga. Además de
esta proyección, la persona también proyecta su inseguridad sobre su físico y
personalidad comparándose con las personas cercanas a su pareja que le
parecen atractivas. En este artículo hablamos sobre las causas de la inseguridad
y cómo superarla.
Regañar a los hijos por comportamientos que uno mismo hace
Otro ejemplo de proyección muy frecuente es la de los padres hacia los hijos,
donde, por ejemplo, el padre demanda y protesta constantemente sobre la
inmoralidad del niño y su comportamiento en contra de los principios que se le
han enseñado, y también sobre los fracasos que este niño pueda tener, los
mismos que el padre no pudo superar y principios que él en diferentes
situaciones ha transgredido, ya sea en su lozanía o en desinhibiciones actuales.
Como evitar las proyecciones

Los mecanismos de defensa implican una conducta defensiva con la que opera la
personalidad para mantener un equilibrio, es decir, una regulación de la tensión y
de la excitación.
Con esta conducta defensiva, el organismo pretende alcanzar un ajuste o
adaptación que disuelva todo tipo de inseguridad, frustración, peligro, tensión o
ansiedad. Sin embargo, la conducta defensiva no resuelve los conflictos, sino que
se limita a restringir la capacidad de actuación del yo frente a los objetos
perturbadores.
Las proyecciones son conflictos o elementos internos que se ponen fuera como
intento de disolución, pero que, evidentemente, provocan un recorrido en sentido
contrario: el sostenimiento de las frustraciones y tensiones. Es importante
un análisis detenido y dirigido por un profesional para determinar cuáles pueden
ser esos elementos internos que provocan esa inconsistencia con el ambiente.
La naturaleza histórica de los test proyectivos:

El primero en crear la expresión ¨Metodos Proyectos¨ es L. K. Frank, en 1939, en


su articulo ¨Projective Methods for the setudy of personality¨, y para designar las
pruebas psicológicas que implican la presentación de una situación estimulo que
puede ser respondida de muchas maneras y que evoca en el sujeto
características de su personalidad.
Frank aplica el concepto de ¨proyeccion¨ con objeto de mostrar como el sujeto
contempla la realidad en función de las experiencias adquiridas en el pasado y de
sus características internas:
Podemos captar la personalidad del individuo e inducirlo a revelar su manera
particular de organizar la experiencia, ofreciéndole un campo (de objetos,
materiales y experiencias) relativamente poco estructurado y poco dotado de
organización cultural, a fin de que pueda proyectar sobre ese campo maleable, su
manera de ver la vida, el sentido que tienen para él, sus valores, sus estructuras
y, sobre todo, sus sentimientos.
De este modo, se provoca la proyección del mundo interno, instando al sujeto a
que organice el campo de estímulos, lo interprete y pueda reaccionar ante el
afectivamente. Constituye otra hipótesis sobre la proyección.
Frank crea, según D. Anzieu, la expresión ¨método proyectivo¨ con objeto de
descartar el parentesco existente entre tres pruebas psicológicas ya conocidas
en esta época:
1- El test de ¨Asociación de palabras de Jung (1904,1910).
2- El test de las ¨Manchas de tinta de H. Rorschanh (1920,1935).
3- El test de ¨Apercepción temática de H. A. Murray (1935).
La investigación de L. K. Frank constituye el primer intento de sistematizar estas
pruebas, las cuales se basan en la hipótesis, denominada a partir de Rapaport
(1948, 1959), ´hipótesis proyectivas, según la cual, en cualquier percepción de una
situación externa internvienen aspectos internos, por lo que las estructuras
psicológicas (Elllo, YO. Súper –yo ) o rasgos esenciales de la personalidad (a
través del inconsciente y del contenido latente de las respuestas pueden
aparecer en el comportamiento manifiesto (respuestas a los estímulos del test).

Concepto de proyección en los test Proyectivos

El concepto de proyección que se aplica a los test proyectivos difiere del utilizado
por Freud en la primera época (antes de 1915): en ella hace sólo referencia a la
proyección remarcándola en sus aspectos inconscientes y defensivos.

En cambio, en los test proyectivos los aspectos que se proyectan son conscientes
e inconscientes, vinculados a la normalidad y a la patología. Las conclusiones
alcanzadas por Holmes, citado por Ávila (1986), señalan que en toda percepción
hay proyección y que ésta no es únicamente inconsciente, coincidiendo con lo
postulado por Freud a partir de 1915.
Haremos referencia al término proyección bajo la supervisión del Diccionario de
psicoanálisis de Laplanche y Pontalis (1986). Estos autores nos indican dos
acepciones:

1. En un sentido muy general, es un término muy utilizado en neurofisiología


y en psicología, para designar la operación mediante la cual un hecho
neurológico o psicológico de desplaza y se ubica en el exterior, ya sea
pasando desde el centro a la periferia, o bien del sujeto al objeto. Este
sentido implica acepciones diferentes.
2. En sentido propiamente psicoanalítico, la proyección es una operación por
medio de la cual el sujeto expulsa fuera de sí y ubica en el otro –persona o
cosa- cualidades, sentimientos, deseos, además de “objetos” que no
reconoce o rechaza de sí mismo. Se trata de una defensa de origen muy
arcaico que se ve actuar particularmente en la paranoia, pero también en
algunas formas de pensamiento “normales”, como la superstición.

Concepto de Proyección según Freud

Freud recurrió al concepto de proyección para explicar diversas manifestaciones


de la psicología normal y patológica:

A. Inicialmente la proyección fue descubierta en la paranoia. Freud consagra esta


afección, a partir de 1896, en dos breves trabajos y en el capítulo tercero de sus
“Nuevas observaciones sobre las psiconeurosis de defensa”. En ellos, la
proyección se describe como una defensa primaria que constituye un abuso de un
mecanismo normal consistente en buscar en el exterior el origen de un displacer.
El paranoico representa sus representaciones intolerables, que vuelven a él
desde fuera en forma de reproches: “El contenido efectivo permanece intacto,
pero hay un cambio en el emplazamiento del conjunto”.

Siempre que Freud vuelve a ocuparse de la paranoia, recurre a la proyección,


especialmente cuando aborda el caso Schreber. No podemos dejar pasar la forma
en que Freud limita en ella el papel de la proyección: ésta es sólo una parte del
mecanismo de la defensa paranoica y no se halla igualmente presente en todas
las formas de enfermedad.

B. Freud describe en 1915 el conjunto de la construcción fóbica como una

“El yo se comporta como si el peligro de desarrollo de la angustia no viniera de


una moción pulsional, sino de una percepción, y en consecuencia puede
reaccionar frente a este peligro exterior mediante las tentativas de huida que
representan las precauciones fóbicas”.
auténtica “proyección” en lo real del peligro pulsional:

C. Freud ve intervenir la proyección en lo que designa como “celos


proyectivos”, que distingue tanto de los celos normales como del delirio celotípico
paranoico: el sujeto se defiende de sus propios deseos de ser infiel atribuyendo la
infidelidad a su cónyuge; al hacerlo así, desvía su atención de su apoyo
inconsciente, la desplaza sobre el inconsciente del otro, y lo que gana en
clarividencia sobre lo que concierne al otro es equiparable a su ignorancia
respecto de sí mismo. En consecuencia, resulta a veces imposible y siempre
ineficaz denunciar la proyección como una percepción errónea.

D. En varias ocasiones, Freud insistió en el carácter normal del mecanismo de la


proyección. Así, ve en la superstición, en la mitología, en el animismo, una
proyección: “El oscuro conocimiento de los factores psíquicos y de las relaciones
existentes en el inconsciente se refleja en la construcción de una realidad
suprasensible que debe de ser re-transformada por la ciencia en psicología del
inconsciente”.

E. Sólo en raras ocasiones Freud menciona la proyección en relación con la


situación analítica. Nunca designa la transferencia en general como una
proyección y sólo emplea este último término para indicar un fenómeno particular
en relación con aquella: el sujeto atribuye a su analista palabras o pensamientos
que son en realidad los suyos propios.

De esta enumeración detallada se deduce que, si bien Freud encuentra la


proyección en diversos campos, le atribuye un sentido bastante estricto. La
proyección aparece siempre como una defensa, como la atribución a otro –
persona o cosa- de cualidades, sentimientos, deseos, que el sujeto rechaza o no
reconoce en sí mismo. El ejemplo del animismo es el que mejor demuestra que
Freud no usa la palabra proyección en el sentido de una simple asimilación del
otro a sí mismo.
Conclusión

Dando ya por terminado nuestro tema: Test Proyectivos

Podemos decir que fue de muchos interés para nosotros tanto en el ámbito
personal, como académico ya que gracias a los conocimientos obtenidos
podremos implementarlos en el momento que sea necesario.

Logrando nutrirnos de este tema, es algo maravilloso nos brindo:


conceptos, técnicas, pautas y muchos otros mecanismo para nuestro
aprendizaje.
Bibliografía

Hermann Hesse. (1919). Demian. Alianza de novelas.

www.publicacions.ub.es/refs/indices/06646.pdf

https://isfap.com › Blog de psicología

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