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Historia de los macarons: las galletas

francesas de colores

La historia de los famosos macarons, las galletas francesas de colores,—crujientes


por fuera–, suaves y cremosas por dentro. Los macarons, son galletas de merengue y
almendra. Mil y un colores y sabores distintos: grosella, chocolate negro o limón y
albahaca. Una galleta que ―entra por los ojos―, como si fuera una caja de acuarelas. Si te
gustan los viajes y las recetas, te contamos más detalles de la historia de los macarons
y dónde probar estas deliciosas galletas de colores.

Su origen es italiano, pero son conocidas en todo el mundo como una galleta
francesa. Los macarons van unidos a la historia de Francia. Estas golosinas ya se
servían en los banquetes de la nobleza como en la boda de Luis XIV y María Teresa de
Austria y Borbón, infanta de España en 1660.
¿Qué son los macarons?

galletas francesas de colores tan ―chic― que hoy podemos admirar en las mejores
pastelerías del mundo, son un dulce tradicional de Francia. Se elaboran con: clara de
huevo, almendra molida, azúcar glas, azúcar blanquilla y colorante. Con estos
ingredientes se elabora la galleta —de una textura crujiente similar a espuma de
merengue—. Se monta dos mitades, y en su interior se rellenan con distintos
sabores como ganaché de chocolate, crema de vainilla o de frutas. No son fáciles de
hacer, como cualquier dulce que lleva clara de huevo , ―cogerles el punto― es todo un arte,
en este artículo puedes ver los errores más frecuentes al preparar macarons.

Historia de los macarons

Los macarons nacieron en el siglo XVI en Italia. el término ―macarons― proviene de la


palabra italiana ―maccheroni‖. Antiguamente no solo se refería a un plato de pasta al
huevo, también un tipo de dulce parecido al mazapán que se elabora con almendras.

Esta pasta de almendras se introdujo en Italia sobre el año 1500, en aquel entonces era
un dulce sencillo, sin colores ni variados sabores. De Italia llegaron a Francia a través de
la influencia de Catalina de Médicis, italiana de nacimiento que se casó con el duque
Henri de Orleans. El escritor francés François Rabelais (1494-1553) fue uno de los
primeros escritores que mencionó estos dulces como «pequeños y redondos pasteles
de almendra».

Los macarons en una boda real

En 1660, macarons producidos en Montmorillon se preparaban para ferias, y


acontecimientos especiales. Por ejemplo, como la boda de Luis XIV y María Teresa de
Austria y Borbón, infanta de España. El chef Adam preparó esta especialidad de dulces
como uno de los postres del banquete nupcial.
A partir de aquella boda los macarons se popularizaron y comenzaron a elaborarse
variantes en distintos lugares de Francia. En Amiens, en Châteaulin en Nancy o en
Reims. Los macarons habían conquistado los paladares de de la aristocracia
francesa, siendo una golosina que no podía faltar en cualquier banquete.

Se sabe que cuando Luis XVI junto con María Antonieta vivían en el palacio de Versalles,
se servían macarons de la pastelería Dalloyau fundada en 1682 . Esta emblemática
pastelería, sigue manteniendo su sede en París y más de 30 sucursales en distintos
países del mundo

El macaron se elaboraba sencillo— o de una sola cara de galleta crujiente—hasta 1830,


donde comenzó a montarse con dos galletas como una especie de sándwich. En su
interior se rellenaba con mermeladas, mantequillas especiadas, ganaches o
compotas.

Nancy, al noroeste de Francia , fue dónde los macarons se elaboraban por comunidades
religiosas. En 1792 un decreto abolió las congregaciones religiosas en Francia, y muchas
comunidades se quedaron sin nada. Gracias a la venta de los macarons se salvaron y
pudieron sobrevivir. En 1854 se creó otra nueva receta de macarons en la zona de
Boulay-Moselle, en la región de Lorena.

Los macarons— tal como los conocemos “ de doble galleta“ y con distintos colores
y sabores—. Surgieron de la receta de Louis Ernest Ladurée. Un molinero que venía del
sudoeste de Francia. En 1862 fundó la panadería « Maison Ladurée», en la Rue Royale
de Paris. Hoy la empresa tiene tiendas en más de veinte países distintos donde miles de
personas hacen cola para disfrutar de este manjar. Macarons de pétalo de rosa, de cassis
violeta, de caramelo a la flor de sal o de chocolate son algunas de sus especialidades.

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