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RESPONSABILIDAD DEL ESTADO FRENTE A LA VULNERACIÓN DE

DERECHOS DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE LA LIBERTAD EN


COLOMBIA

POR:

PAULA ALEJANDRA DIAZ SALGADO


DANIELA MARITZA RODRIGUEZ HERNANDEZ

UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE DERECHO
ESPECIALIZACIÓN DERECHO ADMINISTRATIVO

DOCENTE ASESOR:
PhD DAVID GARCIA VANEGAS

BOGOTA D.C

2022
JUSTIFICACION

La población privada de la libertad en Colombia a lo largo de los últimos años ha

sido protagonista de una profunda crisis, toda vez que se ve evidenciada una vulneración

masiva y sistemática de derechos humanos al interior de los centros penitenciarios; es por

ello que ha sido tema de importantes pronunciamientos por parte de la Corte

Constitucional, al verse reflejado un estado de cosas inconstitucional, y ha sido materia de

investigación en aras de encontrar posibles soluciones a tan grave problemática del Estado

colombiano.

Esta problemática obedece principalmente a que:

“las obligaciones de respeto, protección y garantía de derechos fundamentales de

la población privada de la libertad han sido incumplidas y violadas de manera

prolongada; se evidencia una ausencia de medidas administrativas, legislativas y

presupuestales que se requieren con urgencia en pro de la garantía de derechos

fundamentales y de descongestión del sistema judicial” (Alejandro Restrepo,

2018, Pág.57).

En consecuencia, de lo anterior, el primer llamado a responder es el Estado

colombiano, teniendo en cuenta como principal fundamento normativo de la

responsabilidad estatal el artículo 90 de la Constitución Política de Colombia, título II,

capitulo IV, según el cual el Estado deberá responder patrimonialmente por los daños

antijurídicos que le sean imputables, causados por la acción u omisión de autoridades

públicas.

Ahora bien, haciendo referencia a la imputación en la responsabilidad

extracontractual del Estado, encontramos dos categorías que le son atribuibles: La


responsabilidad objetiva y la responsabilidad subjetiva, es por ello que se debe entrar a

analizar componentes como “la naturaleza de las obligaciones a cargo del Estado frente a

los derechos de las personas privadas de la libertad, o la imponente relación de sujeción

existente de esta población frente a la administración” (Enán Arrieta, 2018, pág.75); es así

como existen diversos pronunciamientos y puntos de vista frente a este tema y que serán

objeto de nuestro análisis en este proyecto de investigación.

Debido a lo anterior, nos resulta de gran importancia y utilidad el presente trabajo

de investigación, pues si bien se han presentado múltiples pronunciamientos por parte del

poder judicial, no se ha llegado a una efectiva solución que garantice una vida digna a esta

población vulnerable, y por el contrario se han desencadenado en hechos, como los que

recientemente se presentaron en varios centros penitenciarios del país haciendo evidente

una verdadera crisis.

Por lo anteriormente dicho esperamos hacer un aporte a la academia desde una

propuesta jurídicamente viable partiendo del protagonismo y responsabilidad del estado

frente a esta problemática, y en búsqueda de evitar futuros daños irreparables como ya se

ha presentado.

Categorías:

La población privada de la libertad en Colombia. Vulneración masiva y sistemática.

Derechos humanos. Interior de los centros penitenciarios. Estado de cosas inconstitucional.

Estado colombiano. Obligaciones de respeto, protección y garantía de derechos

fundamentales. Ausencia de medidas administrativas, legislativas y presupuestales.

Garantía de derechos fundamentales. Descongestión del sistema judicial. Constitución

Política de Colombia. Daños antijurídicos imputables. Acción u omisión de autoridades


públicas. Responsabilidad extracontractual del Estado, La responsabilidad objetiva y la

responsabilidad subjetiva. Relación de sujeción. Población frente a la administración. Vida

digna a esta población vulnerable. Centros penitenciarios del país. Verdadera crisis.

Propuesta jurídicamente viable. Evitar futuros daños irreparables.

JUSTIFICATION

The population deprived of liberty in Colombia over the last few years has been

the protagonist of a deep crisis, every time a massive and systematic violation of human

rights is evidenced inside the penitentiary centers; That is why it has been the subject of

important pronouncements by the Constitutional Court, reflecting an unconstitutional state

of affairs, and has been the subject of investigation in order to find possible solutions to

such a serious problem of the Colombian State.

This problem is mainly due to:

“The obligations to respect, protect and guarantee the fundamental rights of the

population deprived of liberty have been breached and violated for a long time;

there is evidence of an absence of administrative, legislative and budgetary

measures that are urgently required in favor of guaranteeing fundamental rights

and decongesting the judicial system” (Alejandro Restrepo, 2018, p.57).

Consequently, from the foregoing, the first call to respond is the Colombian State,

considering Article 90 of the Political Constitution of Colombia, title II, chapter IV,

according to which the State must respond patrimonial for the unlawful damages that are

attributable to it, caused by the action or omission of public authorities

Now, referring to the imputation in the non-contractual liability of the State, we

find two categories that are attributable to it: Strict liability and subjective liability, which
is why it is necessary to analyze components such as "the nature of the obligations in charge

of the State against the rights of persons deprived of liberty, or the imposing existing

relationship of subjection of this population against the administration” (Enán Arrieta,

2018, p.75); This is how there are various pronouncements and points of view on this

subject and that will be the object of our analysis in this research project

Due to the above, this research work is of great importance and utility to us,

because although multiple pronouncements have been presented by the judiciary, an

effective solution has not been reached that guarantees a dignified life for this vulnerable

population, and on the contrary, they have been unleashed in events, such as those that

recently occurred in several prisons in the country, making a true crisis evident

Due to the, we hope to contribute to the academy from a legally viable proposal

based on the role and responsibility of the state in the face of this problem, and in search

of avoiding future irreparable damage as has already been presented

Categories:

The population deprived of liberty in Colombia. Massive and systematic

vulnerability. Human rights. Interior of prisons. unconstitutional state of affairs.

Colombian state. Obligations to respect, protect and guarantee fundamental rights.

Absence of administrative, legislative and budgetary measures. Guarantee of fundamental

rights. Decongestion of the judicial system. Political Constitution of Colombia. Unlawful

damages attributable. Action or omission of public authorities. Non-contractual liability of

the State, Strict liability and subjective liability. Holding ratio. Population versus

administration. Dignified life for this vulnerable population. prisons in the country. True

crisis. Legally feasible proposal. Avoid future irreparable damage


Proposiciones problémicas

Se presentan posiciones encontradas sobre la responsabilidad del Estado

correspondiente a las denuncias sobre vulneración de los derechos humanos que victimiza

la población privada de la libertad en Colombia.

Los centros penitenciarios del país actualmente presentan una verdadera crisis por

la vulneración masiva y sistemática de derechos humanos a la población privada de la

libertad, incurriendo en un estado de cosas inconstitucional y transgresión a la Constitución

Política de Colombia.

Las medidas administrativas, legislativas y presupuestales para la garantía y

protección de los derechos fundamentales de las personas privadas de la libertad en

Colombia, son insuficientes.

La violación a las obligaciones de respeto, protección y garantía de derechos

fundamentales de la población privada de la libertad se han presentado de manera

prolongada originando una responsabilidad extracontractual del estado.

¿Tiene el Estado responsabilidad en la imputación de daños antijurídicos causados

a la población privada de la libertad, dada la relación de especial sujeción existente entre

estos?

¿Qué medidas administrativas, legislativas y presupuestales son necesarias para una

efectiva solución que garantice una vida digna a la población privada de la libertad y evite

daños irreparables?
Problema de investigación

Se presentan posiciones encontradas sobre la responsabilidad del Estado

correspondiente a las denuncias sobre vulneración de los derechos humanos que victimiza

la población privada de la libertad en Colombia.

Hipótesis

El título de imputación que tiene lugar en la responsabilidad extracontractual del

Estado por la violación de los derechos de las personas privadas de la libertad debe situarse

en el régimen objetivo que tiene por fundamento la relación de especial sujeción. Resulta

necesario efectuar un análisis sobre los pros y los contras de las posiciones que se presentan

respecto a la vulneración de los derechos humanos en la población privada de la libertad

en Colombia.

Objetivos

Objetivo general

Efectuar un análisis sobre los pros y los contras de las posiciones que se presentan

respecto a la vulneración de los derechos humanos en la población privada de la libertad

en Colombia.

Objetivos específicos

Estudiar los fines y principios de la pena con respecto a la responsabilidad estatal

en la vulneración de los derechos humanos de los privados de la libertad en Colombia.

Efectuar un estudio sobre las consideraciones del Consejo de Estado en sentencias

en las que se ha reconocido la responsabilidad patrimonial del Estado por violaciones a los

derechos humanos de las personas privadas de la libertad dentro de los centros

penitenciarios y carcelarios del país.


Evaluar las medidas tomadas por entidades estatales y entes de control llamados a

responder y contrarrestar el estado de cosas inconstitucional en relación con el

hacinamiento en los centros penitenciarios.

Marco teórico-conceptual

Fines y principios de la pena con respecto a la responsabilidad estatal en la

vulneración de los derechos humanos de los privados de la libertad en Colombia.

De acuerdo con los antecedentes históricos de los fines de la pena, esta pretendía

expiar los pecados de quién cometía un acto reprochable ante la sociedad, pero con la

llegada del contrato social celebrado por los hombres, pasó a tener la finalidad de retribuir

y restaurar el ordenamiento jurídico transgredido. Posterior a ello, surgieron diferentes

teorías que buscaban explicar el por qué debían aplicarse las penas, como lo son las

absolutas, relativas y mixtas. (Ruíz, Carmen Eloisa 2019 pp 27-45).

En la actualidad, de acuerdo con la Corte Constitucional, la pena tiene una finalidad

preventiva, retributiva y resocializadora; el fin preventivo, se ve manifestado en el

establecimiento de la sanción, el retributivo en la imposición de la pena y, el resocializador

en la ejecución de la misma. (Corte Constitucional. Sentencia C-430 de 1996, M.P.: Carlos

Gaviria Díaz).

En adición a ello, en el ordenamiento jurídico colombiano, específicamente en los

artículos 3 y 4 de la Ley 599 de 2000, se consagra que los fines de la pena son los de

prevención general, retribución justa, prevención especial, reinserción social y protección

del condenado. Los cuales están bajo la plena observancia de los principios de necesidad,

proporcionalidad y razonabilidad.
En cuanto al principio de necesidad, establece la Corte que de la pena se exige que

sirva para la preservación de la convivencia armónica de los asociados y que no solo evite

o disminuya la comisión de delitos por su poder disuasivo e intimidatorio, sino que también

cuando ya cometidos por alguien, su imposición reafirme la decisión del Estado de

conservar y proteger los derechos objeto de tutela jurídica y además permita la

reincorporación del autor de la conducta punible a la sociedad. Igualmente, al momento de

ser impuesta debe respetar el principio de utilidad, es decir, que exista la necesidad social

de imponerla, ya que, si la pena no es necesaria sería una pena inútil configurándose así

una injusticia. (Corte Constitucional, Sala Plena. Sentencia C-647 de 2001, M.P.: Alfredo

Beltrán Sierra.).

Adicionalmente, que cuando se impone una pena a un determinado sujeto, el

sistema penal debe operar con un criterio esencialmente retributivo, a fin de que, exista una

proporcionalidad entre la dañosidad de la conducta, el grado de culpabilidad y la intensidad

de la pena. Así como también, que debe orientarse ante todo a la resocialización del

condenado, dentro del respeto de su autonomía y dignidad. (Corte Constitucional, Sala

Plena. Sentencia de 13 de junio de 1996, C- 261/96, M.P.: Alejandro Martínez Caballero.)

Expresa además la Corte que:

“Si bien la condición de recluso implica una restricción de los derechos

fundamentales, ello no significa que las autoridades penitenciarias puedan

disponer a su arbitrio de los mismos, pues la limitación de estos derechos debe ser

la estrictamente necesaria para lograr la resocialización de los internos y la

conservación de la seguridad, el orden y la disciplina dentro de las cárceles.”


(Corte Constitucional. Sentencia T- 705 de 1996. M.P. Eduardo Cifuentes

Muñoz.)

Por medio de la sentencia T-153 de 1998 (M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz), la Corte

Constitucional declaró el estado de cosas inconstitucional del sistema penitenciario y

carcelario en Colombia, debido a las condiciones de hacinamiento que vulneran los

derechos fundamentales de los privados de la libertad y atentan contra su dignidad, las

graves deficiencias en materia de servicios públicos y asistenciales, el imperio de la

violencia y la carencia de oportunidades, dichas condiciones impiden brindarles los medios

diseñados para el proyecto de resocialización (estudio, trabajo, etc.). Concluyó, que el

hacinamiento desvirtúa de manera absoluta los fines del tratamiento penitenciario. Y, que

por tratarse de una situación cuyas causas son de naturaleza estructural, su solución exige

la acción mancomunada de distintas entidades.

Debido al hacinamiento a la carencia de los efectivos de guardia requeridos y a la

mixtura de todas las categorías de reclusos, los derechos a la vida y la integridad física son

vulnerados o amenazados de manera inminente; por causa de las carencias

infraestructurales de las áreas sanitarias, la congestión carcelaria y la deficiencia de los

servicios de agua y alcantarillado y el derecho a la salud se transgrede; sumado a ello, al

mezclarse a los sindicados con los condenados, se quebranta el derecho a la presunción de

inocencia.

Así mismo, sostiene dicha Corporación que, el interno en un centro penitenciario

se encuentra en una relación especial de sujeción con el Estado, y que la existencia de

predominio de una parte sobre la otra no desconoce la existencia de derechos y deberes

para ambos.
Las personas privadas de la libertad en centros carcelarios se encuentran bajo la

guardia del Estado, lo que implica, por un lado, responsabilidades en cuanto a su seguridad

y, por el otro, responsabilidades en cuanto a sus condiciones de vida, lo que puede

evidenciarse en la prohibición explícita que hace la Constitución de desapariciones

forzadas, torturas, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. (Corte Constitucional.

Sentencia No. T-596 de 1992 M.P.: Ciro Angarita Barón).

Adicionalmente, ha manifestado que por la situación de debilidad manifiesta en la que

se encuentran los reclusos, el Estado tiene la obligación de proteger y hacer efectivos sus

derechos de acuerdo con el artículo 13 de la Constitución. En tal sentido, la Corte ha señalado

que “el Estado es responsable de garantizar el goce de los derechos fundamentales de los

reclusos que no hubieren sido suspendidos o limitados en razón de la pena impuesta, so pena

de comprometer su responsabilidad patrimonial”. (Corte Constitucional. Sentencia T-705 de

1996 M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz).

De otro lado, el artículo 2º de la Constitución Política consagra la obligación de las

autoridades de proteger la vida de todas las personas que se encuentren en Colombia.

En este orden de ideas, el Consejo de Estado en su Sección Tercera, en la sentencia

de agosto 14 de 1997, expediente 12.333, actor Mercedes María Parra y otros contra la Nación

y el INPEC, C.P.: Carlos Betancur Jaramillo, ha dicho que, inicialmente, esa obligación del

Estado de proteger la vida es de medio, no de resultado, porque lo que hace el Estado es

utilizar todos los medios que posea para proteger la vida de las personas, pero por encima de

ese límite el Estado no responde.

Ahora, cuando la persona no puede protegerse por sus propios medios, por encontrarse

bajo la custodia de una autoridad pública, esta obligación se convierte excepcionalmente en


obligación de resultado, presumiéndose que el Estado es responsable con la sola demostración

de que la persona no fue reintegrada a la sociedad en las mismas condiciones en que ingresó.

Tal es el caso de las personas privadas de la libertad.

Refiere además la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado en

Sentencia de abril 27 de 2006. (C. P. Alier Hernández Enríquez. Exp. 20.125(R-0135), que

el deber que tienen las autoridades de evitar que las personas detenidas sufran algún daño,

durante el tiempo que permanezcan en tal condición es llamado por la doctrina “obligación

de seguridad”, y esta comprende además la obligación de custodia y vigilancia, pues se

busca garantizar la seguridad de los detenidos, siendo deber de las autoridades estatales

tomar las medidas que sean necesarias para evitar cualquier atentado contra la vida e

integridad personas de la población privada de la libertad.

Por consiguiente, se tiene que la pena a imponer debe guardar una estrecha relación

con los principios y fines anteriormente mencionados, limitando o suspendiendo algunos

derechos de los detenidos, pero salvaguardando los otros de los que goza plenamente,

siendo el Estado el garante de ellos.

Estudio sobre las consideraciones del Consejo de Estado en sentencias en las

que se ha reconocido la responsabilidad patrimonial del Estado por violaciones a los

derechos humanos de las personas privadas de la libertad dentro de los centros

penitenciarios y carcelarios del país.

Consejo de Estado, Sección Tercera, 29 de septiembre, 2015, CP: Danilo Rojas

Betancourt, Radicación núm. 050012331000200603562-01.

Respecto de la sentencia del recurso de apelación resuelto por la sala del Consejo

de Estado se evidencia el claro ejemplo de la vulneración a la dignidad humana a una


persona privada de la libertad por parte del INPEC, situación que ha sido reiterativa en

varios centros penitenciarios del país a lo largo del tiempo; sin embargo se identifica que

no en todos los casos en que se disputa la responsabilidad del Estado por daños derivados

de un hecho determinado se deben resolver bajo el mismo criterio, toda vez que el juez

puede determinar en cada caso en concreto si existen las suficientes razones jurídicas y

fácticas que justifiquen declarar responsable al estado directa y patrimonialmente.

Sin embargo, los daños producidos a las personas privadas de la libertad

generalmente son atribuibles al órgano estatal correspondiente, en este caso específico al

INPEC con base en la conformación de una falla en el servicio, haciendo alusión al

incumplimiento de una obligación asignada por la ley y la relación especial de sujeción

que existe entre el estado y la persona privada de la libertad.

Es por lo anterior que la sala del Consejo de Estado amparó correctamente el

derecho alegado al declarar la indemnización de los daños causados condenando

patrimonial y extracontractualmente responsable al instituto nacional penitenciario y

carcelario por la vulneración del derecho fundamental de la dignidad humana del señor

Luis Álvarez; del mismo modo al ordenar la implementación de protocolos para que los

funcionarios del INPEC estén plenamente capacitados para identificar e implementar el

tratamiento correspondiente a los privados de la libertad que padezcan enfermedades de

carácter mental que requiera de un trato especial por parte de los mismos está previniendo

futuras violaciones a derechos fundamentales tal como sucedió en el mencionado caso y

salvaguardando los mínimos vitales de los reclusos.

Por consiguiente, se concluye que no existía nexo causal entre el hecho ocurrido y

la enfermedad que se le diagnosticó tiempo después al implicado, y es por lo anterior que


no en todas las ocasiones en las que estén implicados los privados de la libertad, al Estado

le corresponde indemnizar todas las situaciones adversas que se le pueden presentar a los

mismos, sino exclusivamente aquellas que se deriven de hechos concretos en que el Estado

tiene posición de garante.

Consejo de Estado, Sección Tercera, 4 de mayo, 2022, CP: Alberto Montaña

Plata, Radicación núm. 05001233100020100086001.

El Consejo de Estado al acceder a las pretensiones de la demanda indicó que el

régimen de responsabilidad del Estado frente a los privados de la libertad no admite la

conformación de causales de exclusión de responsabilidad y determinó que las

obligaciones del Estado frente a este grupo de personas son de resultado.

Es así como la configuración del hecho de un tercero para eximir al Estado o la

entidad de responsabilidad en estos casos no es posible, debido a que no se puede quebrar

el nexo causal existente, toda vez que es obligación directa del Estado garantizar por

completo la vida e integridad de las personas recluidas, brindar seguridad y rechazar

cualquier acto violento de otros reclusos o terceros particulares; es así como el actuar de

un tercero no puede considerarse como un hecho imprevisible e irresistible para el Estado

que tiene bajo su custodia la vida de personas privadas de su libertad; sin embargo, pese a

que la responsabilidad del Estado frente a los reclusos es objetiva, la victima debe acreditar

como ocurrieron los hechos y probar que el daño ocasionado es imputable a la acción u

omisión de la entidad responsable en este caso el INPEC.

De esta forma también se deja en evidencia una falla en el servicio en la presente

sentencia, frente a la falta de control del INPEC sobre los reclusos al permitir o pasar por

alto el ingreso de armas y la falta de control de los guardias durante las controversias que
se presenten. Por ende, el Consejo de Estado no debió condenar aplicando criterios

únicamente de responsabilidad objetiva porque si así lo fuera, esto significaría que la

prueba de la ausencia de falla habría exonerado totalmente al Estado, y esto no fue lo que

se vio reflejado en el fallo de la sentencia.

Consejo de Estado, Sección Tercera, 4 de febrero, 2022, CP: María Adriana

Marín, Radicación núm. 68001233300020120009601.

Mediante providencia del 27 de agosto de 2013 el tribunal administrativo de

Santander declaró al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario patrimonialmente

responsable por la muerte del señor Harbey González, la cual ocurrió durante un incendio

en el establecimiento penitenciario de mediana seguridad y carcelario de Bucaramanga por

la incineración de colchones que se encontraban en la celda por causa de pipetas de gas

lacrimógeno lanzadas por uno de los auxiliares que estaba bajo las órdenes del dragoneante

que estaba presente al momento de los hechos en ese momento.

Aunado en lo anterior, entra la sala del Consejo de Estado a decidir sobre la

responsabilidad del INPEC en relación a los hechos ocurridos y determinar el grado de

responsabilidad patrimonial y moral, que tiene la administración en este caso específico.

Así las cosas, se identifica el daño causado consistente en la muerte violenta del

señor Harbey González y resulta imputable o atribuible a la entidad demandada en este

caso específico al INPEC, bajo la configuración de una falla en el servicio, debido a que

quedó en evidencia el incumplimiento a los deberes de custodia y seguridad frente a los

reclusos para garantizar la vida, honra e integridad física de los privados de la libertad.

Es por lo anterior, que se coincide con la sala del Consejo de Estado al decir que

no se configuró la culpa exclusiva de la víctima en este caso como causal eximente de


responsabilidad, toda vez que el privado de la libertad se encontraba bajo la relación de

especial sujeción con el Estado que ya se ha mencionado en reiteradas ocasiones. Lo

anterior permite llegar a la conclusión que efectivamente el INPEC es patrimonialmente

responsable por los hechos ocurridos y que la medida de no repetición ordenada por el

Consejo de Estado es una forma diligente de la sala por evitar daños futuros a los privados

de la libertad.

Consejo de Estado, Sección Tercera, 8 de junio, 2022, CP: Maria Adriana Marin,

Radicación núm. 68001233100020110084501.3

La sala del Consejo de Estado entra a resolver el recurso de apelación interpuesto

por la entidad demandada contra la sentencia dictada por el Tribunal Administrativo de

Santander, en la cual se declara responsable administrativa y patrimonialmente a la nación

de los perjuicios causados a los demandantes como consecuencia de la muerte del señor

Hernando Pinzón Ruiz, la cual tuvo lugar por la negativa al préstamo del servicio de salud

en debida forma y por la no garantía de las condiciones mininas de salubridad en relación

a la tuberculosis previamente diagnosticada que padecía el privado de la libertad en

mención.

En función de lo anterior, es importante aclarar que tanto la jurisprudencia de la

Corte Constitucional como la del Consejo de Estado han sido enfáticas en señalar que el

Estado debe garantizar los derechos fundamentales a los internos que se encuentren

recluidos en establecimientos carcelarios y con carácter sobresaliente los derechos

intangibles como la vida, la dignidad humana, la igualdad, integridad personal y la salud,

debido a que esta categoría especial de derechos no acepta ningún tipo de limitación por
parte de la administración, al encontrarse este grupo especial de la población en un estado

evidente de vulnerabilidad.

Es por las razones anteriormente expuestas que el estado de cosas inconstitucional

en el sistema penitenciario y carcelario del país ha sido materia de reiterados

pronunciamientos por parte de la Corte Constitucional, al identificar causas generales que

ocasionan una violación sistemática, permanente y grave de derechos fundamentales de las

personas privadas de la libertad.

En este caso en concreto se ve la clara violación al derecho fundamental de la salud

del recluso y que para garantizarlo es indispensable que el Estado en su posición de garante

permita el acceso efectivo a la prestación de servicios médicos y a condiciones básicas para

garantizar su supervivencia, y es allí donde se presentan los obstáculos que impiden a la

población carcelaria el goce efectivo de sus derechos fundamentales.

Por consiguiente, la sala del Consejo de Estado al ordenar adoptar medidas de

naturaleza no pecuniaria por afectación a bienes o derechos convencionales y

constitucionalmente protegidos, consistentes en difusión de información, trata de

introducirse en la garantía de no repetición y prevención.

Medidas tomadas por entidades estatales y entes de control llamados a responder y

contrarrestar el estado de cosas inconstitucional en relación con el hacinamiento en

los centros penitenciarios.

La dignidad humana un derecho fundamental y un principio consagrado en el

ordenamiento jurídico colombiano, así como también un principio rector de la normativa

penitenciaria y carcelaria. Por lo tanto, es deber del Estado y de las autoridades adoptar las

medidas necesarias para garantizarla.


Así pues, es la Ley 65 de 1993, por la cual se expide el código penitenciario y

carcelario, la que establece como principio rector el respeto a la dignidad humana y,

teniendo en cuenta lo establecido en su artículo 5, modificado por el artículo 4 de la Ley

1709 de 2014, en los establecimientos de reclusión debe prevalecer el trato y condiciones

dignas, las garantías constitucionales y los derechos humanos universalmente reconocidos,

y además, dispone que la carencia de recursos no puede justificar, en ningún escenario, que

las condiciones de reclusión vulneren los derechos de la población privada de la libertad.

Con ese mismo fin de garantizar la dignidad humana y el ejercicio de los derechos

fundamentales de la población privada de la libertad en Colombia, se crea a través del

Decreto 4150 de 2011, la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios - SPC, la cual

posteriormente con la puesta en funcionamiento de la Ley 1709 de 2014 pasa a

denominarse USPEC, entidad especializada que, de la mano del Instituto Nacional

Penitenciario y Carcelario- INPEC, se concentra en la gestión y operación para el

suministro de bienes y la prestación de servicios para esta población, además de la

infraestructura y el apoyo logístico y administrativo que se requieren para el adecuado

funcionamiento de los servicios penitenciarios y carcelarios a cargo del INPEC.

La USPEC es la entidad pública que tiene como misión facilitar las condiciones

físicas, espacios seguros y medios adecuados para la protección de los derechos de la PPL

y su resocialización, por lo que en coordinación con el Ministerio de Justicia y del Derecho

y el INPEC, contribuye en la definición de políticas en materia de infraestructura carcelaria,

y en coordinación con el INPEC define los lineamientos en materia de infraestructura.

Realiza contratos, concesiones, alianzas, gestiona recursos y, ejecuta proyectos que sean

necesarios para la gestión penitenciaria y carcelaria.


La USPEC ha enfocado sus esfuerzos en el cumplimiento de lo ordenado en la

sentencia T-762 de 2015, en la que la Corte Constitucional le ordena que debe asegurarse

de que todos los proyectos y diseños en infraestructura carcelaria y penitenciaria cumplan

de manera obligatoria con las condiciones mínimas de subsistencia digna y humana, lo que

deriva en que se garanticen espacios con altos estándares de calidad para la PPL.

Es así como el Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022 “Pacto Por Colombia,

Pacto por la Equidad”, encabezado por el presidente Iván Duque Márquez, trazó una meta

de entregar 8.660 cupos, esto es, espacios construidos para la habitabilidad de las Personas

Privadas de la Libertad en los Establecimientos Penitenciarios, de los cuales, la entidad,

con corte a fecha de 30 de abril de 2022, había entregado 7.270 cupos.

De acuerdo con cifras publicadas por esta entidad pública, el hacinamiento

carcelario en Colombia a fecha del año 2022 es del 20% y, el 88% de los establecimientos

carcelarios tienen entre 19 y 400 años de antigüedad, por lo que es necesario construir

nuevos establecimientos de Reclusión del Orden Nacional- ERON, generar nuevos cupos

penitenciarios y carcelarios y la realización de nuevas obras.

Para ello, la USPEC, trabajó en conjunto con el Ministerio de Justicia y del

Derecho, el INPEC y el Departamento Nacional de Planeación- DNP, y lograron la

aprobación del Documento CONPES 4082- 18 de abril de 2022, el cual es un documento

de política pública que declara la importancia estratégica de proyectos de infraestructura,

garantizando su financiación y construcción, el documento CONPES tiene como objetivo

específico ampliar la infraestructura del Sistema Penitenciario y Carcelario.

La Corte Constitucional ha declarado el estado de cosas inconstitucionales en el

sistema penitenciario y carcelario (Sentencias T-153 de 1998 y T-388 de 2013, reiterado a


través de la Sentencia T-762 de 2015), evidenciando las problemáticas de habitabilidad de

las personas privadas de la libertad en los Establecimientos de Reclusión y, uno de los

factores que inciden principalmente en esas condiciones de habitabilidad es el

hacinamiento carcelario, que se encuentra estrechamente relacionado con el uso excesivo

de la privación de la libertad. De acuerdo con cifras publicadas por la Fiscalía General de

la Nación entre 2018 y 2019, el 87% de las 136.896 medidas de aseguramiento solicitadas

fueron otorgadas, y de estas, 69% fueron en establecimientos de reclusión.

Por lo anterior, cabe destacar que de acuerdo con el Plan Nacional de Política

Criminal 2021-2025, hoy día permanece ese marco institucional que condujo al deterioro

de las condiciones de la reclusión y, de continuar así se podría volver nuevamente las tasas

de hacinamiento elevadas de años anteriores, sin dar solución a los problemas de

resocialización y reincidencia persistentes.

Es por ello, que el Plan establece como uno de sus objetivos fundamentales la

humanización del trato a las personas privadas de la libertad, ello demanda el

fortalecimiento de la capacidad institucional del INPEC y la USPEC, con la finalidad de

brindar soluciones a la vulneración sistemática de los derechos de estas personas, por lo

que requiere el diseño y rigurosa ejecución de un plan de inversión adecuado para la mejora

y construcción de los ERON, y la adecuación de los centros de detención transitoria.

Asimismo, recalca la importancia de realizar asesoría y acompañamiento a los entes

territoriales para que den cumplimento a la obligación contenida en el artículo 17 de la Ley

65 de 1993, respecto de las personas detenidas preventivamente y condenadas por

contravenciones. Los departamentos y los municipios deben asumir la responsabilidad de

proveer lugares para estas personas.


Sumado a lo anterior, es de vital importancia aumentar la oferta y facilitar el acceso

a tratamientos especializados que fortalezcan la función resocializadora de la pena.

Adicionalmente, se deben perseguir y prevenir los delitos ocurridos al interior de los

centros de detención y reclusión ya que, las malas condiciones carcelarias aumentan las

redes y habilidades criminales de los reclusos.

Por todo lo anteriormente descrito, el gobierno de Colombia se compromete en este

Plan, al cumplimiento de una serie de acciones y estrategias como lo son: la promoción de

alternativas al encarcelamiento, incluyendo la disminución de la detención preventiva y la

privación de la libertad; el establecimiento de garantías para el trato humano y condiciones

dignas de habitabilidad para la PPL; la prevención y persecución de delitos dentro de los

centros de detención y reclusión; la generación de acciones de resocialización que mitiguen

la reincidencia criminal; y, el establecimiento de rutas de reinserción a la vida en sociedad

de las personas que han cumplido pena privativa de la libertad.

Por su parte, la Defensoría del Pueblo, que junto con la Procuraduría General de la

Nación y las personerías municipales, conforman lo que se denomina como Ministerio

Público, es la entidad rectora en Colombia de la defensa, promoción, protección y

divulgación de los derechos humanos, y tiene como misión ejercer el control de la actividad

de la institucionalidad pública y de algunos particulares a quienes se les ha delegado

funciones públicas, respecto de los derechos fundamentales y las garantías para ejercerlos.

En el informe sobre la situación actual de los Derechos Humanos de las personas

que están privadas de la libertad- 2022, el Defensor del Pueblo alertó la grave situación

humanitaria de los centros de reclusión y reafirmó el pedido de una reforma al sistema

penitenciario y carcelario que se había realizado anteriormente, adicionalmente, recalcó


que la reducción de las cifras de hacinamiento son un gran logro pero el grave problema

del hacinamiento se trasladó a los centros de detención transitoria, URI de la fiscalía y

estaciones de policía, esto en razón de que ante la emergencia sanitaria presentada por el

covid-19, en marzo de 2020 el INPEC tomó la decisión de prohibir el ingreso de nuevos

condenados y sindicados a sus cárceles.

Así pues, hizo un llamado urgente a todas las entidades públicas que hacen parte

del sistema penitenciario y carcelario para que de manera oportuna tomen las medidas

necesarias para que los centros de reclusión cumplan con su destinación legal y no sean

usados como establecimientos de reclusión permanente.

Además, durante el foro “La crisis de hacinamiento carcelario: avances y retos

para su superación” se puntualizó:

“Requerimos un sistema que se oriente al respeto de los derechos humanos de las

personas privadas de la libertad y que de esta manera pueda permitir que se lleve

a cabo el proceso de resocialización, el paso más importante para evitar que se

vuelva al ciclo de la criminalidad”.

Por lo que puede afirmarse que a través de las entidades que conforman el Sistema

Penitenciario y Carcelario y, los diferentes organismos de vigilancia y control, el Estado

colombiano ha implementado diversas medidas en aras de resolver la problemática del

hacinamiento en los centros penitenciarios y carcelarios del país, tales como la formulación

de políticas públicas, proyectos de infraestructura, entre otras.

Conclusiones

Con respecto al problema de investigación concerniente a la vulneración de los

derechos humanos que victimiza la población privada de la libertad en Colombia, se


encontró que en reiteradas ocasiones la Corte Constitucional y el Consejo de Estado en su

jurisprudencia se han decantado por encontrar responsable al Estado por estas

vulneraciones debido a la posición de garante que tiene frente a las personas privadas de la

libertad.

En cuanto a la hipótesis planteada, esta se pudo comprobar parcialmente ya que si

bien es cierto que en numerosas ocasiones el título de imputación que tiene lugar en la

responsabilidad extracontractual del Estado por la vulneración de los derechos de las

personas privadas de la libertad se ha situado en el régimen objetivo de responsabilidad

debido a la relación de especial sujeción existente entre estos, el título que se le imputa

también puede ubicarse en el régimen subjetivo, esto es, la falla del servicio.

Adicionalmente, resulta relevante destacar que en la actualidad no existe

jurisprudencia unificada que haga referencia a criterios que definan cómo debe declararse

la responsabilidad del Estado por la vulneración de derechos fundamentales de las personas

privadas de la libertad, pero puede afirmarse que puede declararse responsable al Estado

por estos hechos y ordenarle realizar una reparación que puede ser pecuniaria o no

pecuniaria.

También pudo identificarse respecto del objetivo general que, después de efectuado

un análisis sobre la situación de los derechos humanos de las personas privadas de la

libertad, se encontró que los derechos fundamentales de las personas no pueden

desconocerse, pero si limitarse de acuerdo a lo impuesto en el ordenamiento jurídico y en

el caso de las PPL, por la relación de especial sujeción existente entre el Estado y estas, de

la cual podemos afirmar que existe una limitación fuerte y una amplificación de deberes
que se les imponen, lo que no puede interpretarse en ningún caso como justificante para

desconocer sus derechos constitucional y convencionalmente protegidos.

Propuestas

Es necesario que se realice una reforma sustancial al Sistema Penitenciario y

Carcelario del país, que lo transforme en un sistema garantista de los Derechos Humanos,

en el que la pena cumpla con su función resocializadora, se planteen alternativas a la pena

intramural para con ello mitigar el problema del hacinamiento dentro de los

establecimientos de reclusión, y en la que no tenga cabida el populismo punitivo.

Adicionalmente, es imperioso que el Consejo de Estado unifique criterios en su

jurisprudencia respecto de los lineamientos para determinar los títulos de imputación y

régimen de responsabilidad aplicables al Estado por la vulneración de derechos de las

personas privadas de la libertad.

El Estado es responsable por la vulneración de Derechos Humanos de las personas

privadas de la libertad debido a la relación de especial sujeción existente entre estos.

Resulta necesario efectuar un análisis del grado de amplitud de la limitación de derechos

que puede imponerle el Estado a una persona privada de la libertad.

Referencias

Arrieta, E & Restrepo, A. (2018). Perspectivas multidisciplinarias sobre las cárceles.

Bogotá D.C

Consejo Nacional de Política Económica Y Social- República De Colombia- Departamento

Nacional De Planeación. Documento CONPES 4082. 18 de abril de 2022.

Consejo Superior de Política Criminal. Plan Nacional de Política Criminal 2021-2025.


Defensoría del Pueblo. Informe sobre la situación actual de los derechos humanos de las

personas privadas de la libertad en los centros de detención transitoria del país.

2022.

Fiscalía General de la Nación, Directiva 0001 de 2020 “Por medio de la cual se establecen

lineamientos generales respecto a la solicitud de medidas de aseguramiento”,

Lineamiento 13.

Gobierno de Colombia. Plan Nacional de Desarrollo 2018- 2022. “Pacto por Colombia,

pacto por la equidad”.

Ruíz, Carmen Eloisa, Teoría de los fines de la pena, Lecciones de Derecho Penal parte

general, Universidad Externado de Colombia, pp 27-45.

Normatividad

Constitución Política Colombiana.

Decreto 4150 de 2011.

Ley 1709 de 2014.

Ley 599 de 2000.

Ley 65 de 1993.

Jurisprudencia

Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sentencia de abril 27 de 2006.

M. P. Alier Hernández Enríquez. Exp. 20.125(R-0135).

Corte Constitucional, Sala Plena. Sentencia de 13 de junio de 1996, C- 261/96, M.P.:

Alejandro Martínez Caballero.

Corte Constitucional, Sala Plena. Sentencia de 20 de junio de 2001 C-647/01, M.P.:

Alfredo Beltrán Sierra.


Corte Constitucional. Sentencia No. T-596/92. M.P. Ciro Angarita Baron.

Corte Constitucional C-430 1996, 12 de septiembre de 1996, M.P.: Carlos Gaviria Díaz.

Corte Constitucional. Sentencia T- 705 de 1996. M. P.: Eduardo Cifuentes Muñoz.

Corte Constitucional. Sentencia T-705/96 M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.

Corte Constitucional. Sentencia T-153 de 1998. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.

Corte Constitucional. Sentencia C-762 de 2015. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.

Consejo de Estado, Sección Tercera, 29 de septiembre, 2015, CP: Danilo Rojas Betancourt,

Radicación núm. 050012331000200603562-01.

Consejo de Estado, Sección Tercera, 4 de febrero, 2022, CP: Maria Adriana Marin,

Radicación núm. 68001233300020120009601.

Consejo de Estado, Sección Tercera, 4 de mayo, 2022, CP: Alberto Montaña Plata,

Radicación núm. 05001233100020100086001.

Consejo de Estado, Sección Tercera, 8 de junio, 2022, CP: Maria Adriana Marin,

Radicación núm. 68001233100020110084501.

Consejo de Estado. Sentencia de agosto 14 de 1997, expediente 12.333, actor Mercedes

Maria Parra y otros contra la Nación y el INPEC, C. P.: Carlos Betancur Jaramillo.

Sitios Web consultados

https://www.defensoria.gov.co/es/nube/comunicados/10825/Defensor-del-Pueblo-

propone-reforma-al-sistema-penitenciario-y-carcelario-del-pa%C3%ADs-

hacinamiento-foro-Defensor%C3%ADa-sistema-penitenciario-reforma.htm

https://www.defensoria.gov.co/es/public/institucional/5847/%C2%BFQu%C3%ADenes-

somos.htm#_ftn2
https://www.elpais.com.co/colombia/por-crisis-de-hacinamiento-defensoria-insiste-en-

reforma-al-sistema-carcelario-y-penitenciario.html

https://www.uspec.gov.co/noticias/la-uspec-cumple-con-su-objetivo-misional-en-

infraestructura

https://www.researchgate.net/publication/328228180_La_responsabilidad_del_Estado_co

lombiano_por_la_violacion_de_los_derechos_de_las_personas_privadas_de_la_libertad

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