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Placeres ocultos y sencillos

La persona debe girar la mirada hacia el interior de si mismo. No es tanto hacer la vida mejor,
sino convertirla en algo más interesante. El único camino consiste en tratar de desterrar
prejuicios, vergüenzas y miedos, para no tener la sensación de haber malgastado la vida. Se
recomienda quejarse menos y buscar metas emocionantes que nos llenen no solo
superficialmente.

Las cosas sencillas de la vida (gestos o emociones) se encuentran secuestradas por los habitos,
los prejuicios, los miedos, la vorágine del tiempo o las ambiciones de sueños inabordables. No
nos debemos dejar engañar por los espejismos de felicidades prometidas por el mundo
contemporáneo.

En la sociedad actual la gente tiende a protegerse enmascarando sus verdaderos deseos y


olvidando los placeres sencillos y cotidianos. Estamos encorsetados en prejuicios y tradiciones
que nos llevan a convertirnos en lo que creen que quieren ser. Son en resumen engañarse a
uno mismo y autotraiciones: el prejuicio es el obstáculo mas firme a la apertura de la mente.
Los reconforta en sus creencias, los hace sentirse parte de un grupo, les da falsa autoestima y
les libra del esfuerzo de pensar por ellos mismos o de escuchar opiniones contrarias y ajenas.

Nadie habla con total honestidad hoy en dia, ni existe ninguan ley ni institución publica que
pueda hacernos realmente feliz.

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