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FORMULACIÓN CONCILIAR Y TEOLÓLOGICA DE LA ENCARNACIÓN

La formulación Conciliar y teológica de la Encarnación desde la teología católica se basa en la creencia


fundamental de que, en Jesucristo, el Verbo eterno de Dios se hizo carne (Encarnación), asumiendo así una
naturaleza humana completa sin dejar de ser divino. Esta doctrina es central en la teología católica y ha sido
definida y desarrollada a lo largo de los siglos, especialmente en los concilios ecuménicos y las enseñanzas de
los padres de la Iglesia.

A continuación, se presenta una formulación teológica de la Encarnación desde la perspectiva católica:

1. La Palabra Eterna: En la teología católica, Jesucristo es visto como la Segunda Persona de la Trinidad,
el Hijo de Dios, la Palabra eterna que existía desde el principio con Dios (Juan 1:1). Como tal, Jesucristo
es completamente divino y coeterno con el Padre y el Espíritu Santo.

2. Encarnación: La Encarnación se refiere al evento en el cual el Verbo eterno de Dios se hizo carne en la
persona de Jesucristo. Esto significa que, sin dejar de ser Dios, asumió una naturaleza humana completa,
incluyendo un cuerpo y un alma humanos. Esta unión hipostática, como se conoce en la teología,
implica que Jesucristo es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre al mismo tiempo.

3. El papel de María: La teología católica enseña que María, la madre de Jesús, desempeñó un papel
crucial en la Encarnación al aceptar ser la madre de Dios. Su "sí" en el anuncio del ángel Gabriel (Lucas
1:38) es visto como un acto de cooperación con el plan divino de salvación.

4. La Redención: La Encarnación es inseparable de la obra de redención. Jesucristo vino al mundo para


salvar a la humanidad del pecado y restaurar la comunión con Dios. A través de su vida, muerte y
resurrección, Él ofreció la redención y el perdón de los pecados.

5. El Misterio Pascual: La teología católica subraya el Misterio Pascual de Cristo, que incluye su pasión,
muerte y resurrección. La resurrección de Jesús es vista como la confirmación de su divinidad y la
promesa de la vida eterna para aquellos que creen en Él.

6. La Eucaristía: En la doctrina católica, la Eucaristía es una extensión del misterio de la Encarnación. En


la Misa, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo de manera real y sustancial.
Los católicos creen que, al recibir la Eucaristía, participan en la vida misma de Cristo encarnado.

7. El Concilio de Nicea: El Concilio de Nicea (325 d.C.) y el Concilio de Constantinopla (381 d.C.)
jugaron un papel fundamental en la formulación de la doctrina de la Trinidad, que es esencial para
comprender la Encarnación en la teología católica.

En resumen, desde la perspectiva católica, la Encarnación es un misterio central de la fe cristiana en el cual el


Verbo eterno de Dios se hizo carne en Jesucristo para redimir a la humanidad y restaurar la comunión con Dios.
Esta doctrina ha sido desarrollada y afirmada a lo largo de la historia de la Iglesia a través de concilios y
enseñanzas de teólogos católicos.

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