Del Ángel CJ y cols.

Disinergia detrusor-uretral idiopática en perros

CASO CLÍNICO AMMVEPE
AMMVEPE 2004;
Vol. 15(3):
15, No. 3 •97-102
Mayo-Junio 2004
97
pp 97-102

Disinergia detrusor-uretral idiopática en perros.

Presentación de dos casos clínicos
Idiopathic detrusor-urethral dyssynergia in dogs. Report of two clinical cases

Javier Del Ángel Caraza,* Jorge Antonio Silva Mares,**

Raúl García Cuevas,** Néstor Israel Romero Gutiérrez***

RESUMEN ABSTRACT

El presente artículo tiene como finalidad reportar los casos de dos pacientes los
cuales presentaban retención urinaria y estranguria con un diagnóstico de disinergia
detrusor-uretral idiopática. El diagnóstico fue basado por la exclusión de evidencias
de obstrucción uretral de tipo anatómica o funcional, así como signos clínicos
comunes asociados a alteración neurológica evidente responsable de la retención
urinaria. Después del diagnóstico, los dos pacientes machos adultos de talla grande
fueron manejados con antagonistas α-adrenérgicos, relajantes de músculo esquelé-
tico y agentes procinéticos, con los que se obtuvieron buenos resultados por largos
periodos en un paciente, mientras que en el otro caso las recurrencias fueron más
frecuentes y presentó infección bacteriana del tracto urinario como complicación.
The aim of the present article is to report two cases, which had presents urinary
retention and was diagnosed as idiophathic detrusor urethral dyssynergia. This
diagnosis was obtained by exclusions of anatomic or functional urethral obstruction
evidence, beside signs relate to neurological disorders to urinary retention cause.
After diagnosis, large breed adult male were managed with a-antagonist urethral
smooth muscle relaxant drugs, skeletal muscle relaxant and prokinetic agents. In
one case, result was satisfactory for long time, but in the other case, recurrence
was frequently and the lower tract bacterial infection as a complication was ob-
served.

Palabras clave: Retención urinaria, disinergia detrusor-uretral idiopática, disiner- Key words: Urinary retention, idiophatic detrusor-urethral dyssynergia, reflex dys-
gia refleja, seudodisinergia. synergia, pseudodyssynergia.

INTRODUCCIÓN de definirse simplemente como la falta de ción anatómica, estructural o funcional

vaciamiento o bien el vaciamiento incom- uretral), o 3) ambos.
La micción puede definirse como el me- pleto de la vejiga urinaria. El volumen Las alteraciones neurológicas que ge-
canismo que regula la salida de orina pro- residual posmicción es de 0.2 a 0.4 mL/ neran retención urinaria raramente afec-
veniente de la vejiga a través de la uretra kg en perros sanos (usualmente < 10 mL tan sólo al tracto urinario, ya que en la
en periodos específicos, suceso que im- totales). mayoría de los casos es secundaria a le-
plica la alternancia de la fase de almace- La mayoría de los pacientes afectados siones de la neurona motora alta (lesio-
namiento o continencia y la fase de emi- poseen un volumen residual urinario pos- nes craneales a la L4 en perros) común-
sión o vaciamiento. Por lo que cualquier micción elevado y presentan a la palpa- mente con signos clínicos evidentes
problema en estas fases genera altera- ción una vejiga plétora. La dificultad para como la paraplejía o tetraplejía con aumen-
ciones en la micción; alteraciones en la vaciar completamente la vejiga puede atri- to o normalidad de los reflejos de los miem-
fase de almacenamiento generan incon- buirse a: 1) fallas de la contracción del de- bros. Sin embargo, ocasionalmente se pre-
tinencia urinaria y cualquier alteración en trusor (vejiga hipocontráctil, atonía del sentan pacientes con una vejiga plétora
la fase de emisión puede generar reten- detrusor o arreflexia del detrusor), 2) re- difícil de vaciar, sin signos evidentes de
ción urinaria. La retención urinaria pue- sistencia de salida inapropiada (obstruc- lesión neurológica u obstrucción, situa-
ción fuera de lo común denominada disi-
nergia detrusor-uretral idiopática.
* Académico de la Sección de Medicina Interna.
** Residente. NEUROFISIOLOGÍA DE LA MICCIÓN
*** Académico de la Sección de Cirugía. Hospital Veterinario para Pequeñas Especies de la Facultad de
Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma del Estado de México.
La micción ocurre como un simple reflejo
Sobretiros: Javier Del Ángel Caraza. Hospital Veterinario para Pequeñas Especies de la Facultad de en animales neonatos; sin embargo, el re-
Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma del Estado de México. Jesús Carranza # flejo es modificado con la madurez del in-
203, Col. Universidad, C.P. 50130, Toluca, Estado de México, México. Tel.: +52 (722) 219-5988, 280- dividuo hasta tener una acción volunta-
1083, fax 280-1084. Correo electrónico: diangel@uaemex.mx ria. El entender la fisiología normal de la
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micción es necesario para la evaluación y
un plan terapéutico apropiado para los
trastornos de la micción. La micción es
controlada por un número de complejos e
incontables centros neurofisiológicos,
vías neuronales y neurotransmisores que
controlan las dos unidades funcionales
de la micción: la unidad de reservorio y la
unidad de bombeo (vejiga) y la continen-
cia y la unidad de conducción (uretra). La
coordinación entre los controles centra-
les, simpáticos y sistema nervioso autó-
nomo parasimpático y sistema nervioso
somático es requerida para el completo
vaciamiento voluntario y coordinado. Así
que el control neurológico de la micción
es susceptible a sufrir lesiones a diferen-
tes niveles.
Durante el almacenamiento o continen-
cia la vejiga urinaria permanece relajada y
se adapta lentamente al llenado de la ori-
na debido a la activación de los recepto-
res β-adrenérgicos debido a un tono au-
tónomo simpático vía nervio hipogástrico
hacia los receptores β-activados en la ve-
jiga y a la vez generando la excitación de
los receptores α-adrenérgicos en el múscu-
lo liso de la uretra. Adicionalmente la re-
sistencia de la salida del flujo puede ser
debida por una contracción rápida de la
musculatura estriada del esfínter uretral
en respuesta a un aumento repentino de
la presión abdominal o en la contracción
voluntaria.
Conforme el volumen y la presión vesi-
cal aumentan los receptores de distensión
son activados y referidos como informa-
ción hacia los nervios sensores eferentes
y hacia el cerebro y vía nervio pélvico y
tractos espinotalámicos. Las terminacio-
nes nerviosas adicionales en la submu-
cosa de la vejiga que proyectan la sensa-
ción vía nervio hipogástrico y tractos
simpáticos. La resistencia de la salida en
un animal normal está mediada por los re-
ceptores α-adrenérgicos.
El vaciamiento es iniciado en el adulto
por una inhibición voluntaria de la conti-
nencia y relajación de los músculos pel-
vianos. Los impulsos motores parasimpá-
ticos son transmitidos hacia el centro de
la micción vía tractos reticuloespinales y
nervio pélvico hacia los receptores coli-
nérgicos (muscarínicos) en la vejiga. La
acetilcolina y otros neurotransmisores
actúan como receptores terminales. Las
entradas no adrenérgicas y no colinérgi-
cas también parecen contribuir en la fun-
ción contráctil. La coordinación de la con-
tracción del músculo detrusor es facilitada
por una transmisión rápida de los impul-
sos a través del intersticio y de las células
musculares conectadas fuertemente. La
contracción del cuerpo de la vejiga puede
ayudar a favorecer que el cuello de la ve-
jiga se abra; la contracción de los múscu-
los longitudinales del cuello de la vejiga y
de la uretra además sirven como acorta-
dores en esta área y crean un efecto de
túnel para el flujo urinario. La estimula-
ción de los receptores α-adrenérgicos del
músculo liso de la uretra y la entrada so-
mática hacia el músculo estriado son inhi-
bidos por ondas cerebrales a nivel espi-
nal; un efecto que es facilitado por
inhibición local vía interconexiones den-
tro de las terminaciones simpáticas y pa-
rasimpáticas. Los nervios no adrenérgi-
cos y no colinérgicos inhibitorios y que
liberan ácido nítrico facilitan la relajación
uretral. En ratas, perros y gatos el tono
del músculo estriado es activo durante los
periodos de vaciamiento, y probablemen-
te facilitan el flujo urinario. Los reflejos
secundarios son generados con la con-
tracción de la vejiga y por el flujo a través
de la uretra, el cual ayuda a mantener
la contracción de la micción hasta que la
vejiga urinaria es vaciada. La entrada de
la información del centro de la micción en
el centro de la pontina se requiere para la
contracción sostenida, y la inhibición sos-
tenida de los esfínteres abiertos para fa-
vorecer el completo vaciamiento. Después
del vaciamiento completo el sistema se
detiene y regresa al modelo de almacena-
miento.
En resumen, la importancia de los com-
ponentes del vaciado incluyen: 1) la sen-
sación de llenado es percibida a nivel cen-
tral, 2) la iniciación voluntaria central de
la micción y la relajación inicial de los es-
fínteres uretrales, 3) la estimulación del
nervio pélvico de las fibras del marcapa-
sos impulsadas a través del músculo de-
trusor, 4) la transmisión rápida de los im-
pulsos neuromusculares a través de la
vejiga creando una contracción coordina-
da de la vejiga y 5) la inhibición mediada a
nivel local y espinal por el músculo liso y
estriado de los esfínteres uretrales exter-
no e interno para facilitar el completo va-
ciamiento.
Cuando ocurre una alteración en cual-
quiera de estos pasos se genera un in-
completo vaciamiento y retención de la
orina.
Causas de retención
urinaria y disinergia
La obstrucción funcional uretral puede
desarrollarse secundariamente por causas
neurológicas o no neurológicas. Con le-
siones neurológicas por arriba del segmen-
to sacro (hacia el segmento L7) generan la
permanencia de la inervación del esfínter
uretral para que éste esté intacto y se vuel-
va a desinhibir conduciendo a una resis-
tencia uretral elevada. En algunas lesiones
de neurona motora alta el tono del esfínter
uretral se encuentra aumentado e impide el
vaciamiento normal e inclusive a la com-
presión manual de la vejiga.
Lesiones de neurona motora alta par-
ciales y lesiones de cauda equina también
pueden conducir a una actividad del es-
fínter incoordinada que aparece como pa-
trones de micción disinérgicos (atáxicos
o incoordinados). Es importante recono-
cer todas estas lesiones neurológicas que
no producen el patrón de micción que di-
cen los libros, las combinaciones o los
trastornos no clasificados también pue-
den ocurrir. Adicionalmente, la disfunción
del vaciamiento puede ser de representa-
ción más temprana de algunos trastornos
neurológicos ocultos, las patologías sub-
yacentes pueden probar el obstáculo para
dificultar la lesión y clasificarla.
Los patrones de vaciamiento disinér-
gicos son observados ocasionalmente sin
otra lesión neurológica. La insuficiencia
o la falla para la coordinación entre la con-
tracción del músculo detrusor y la relaja-
ción de la uretra o el incremento en la re-
sistencia de salida uretral sostenida
pueden observarse con mayor frecuencia.
La espasticidad del esfínter uretral puede
desarrollarse seguido de una enfermedad
uretral, edema, inflamación, hemorragias
o dolor.

Una inapropiada actividad del esfínter
puede predominantemente involucrar la
musculatura lisa o estriada de la uretra.
Clínicamente la obstrucción urinaria fun-
cional aparece como causas anatómicas o
neurológicas. El vaciamiento es más a
menudo caracterizado por la producción
de un chorro de orina inicial que es rápi-
damente atenuado o detenido. Los inten-
tos subsecuentes para vaciar la vejiga
aparecen similares o pueden ser progresi-
vamente menos productivos (polaquiu-
ria).
El diagnóstico es confirmado por estu-
dios urodinámicos especializados que
documentan la deficiencia en el flujo uri-
nario o la actividad inapropiada del esfín-
ter durante el periodo de contracción vesi-
cal; sin embargo, en los pacientes
veterinarios, el diagnóstico usualmente es
hecho por exclusión o la respuesta al tra-
tamiento de prueba.
El presente artículo detalla los casos
de dos pacientes, en ninguno de los ca-
sos se detectó una obstrucción anatómi-
ca subyacente o lesión neurológica.
Caso 1
Pastor alemán macho de cuatro años de
edad y 38 kg de peso con historia de que
intentó cruzarse, realizando esfuerzos sin
poder lograrlo, tres días después notaron
que la cama donde dormía estaba orinada,
notaban que sí orinaba porque había va-
rias marcas en el piso, presentaba buen
ánimo, comía de manera normal, defecaba
normal, el paciente llegó con estudios ra-
diográficos simples de columna toraco-
lumbar y lumbosacra sin cambios radio-
gráficos aparentes, en un estudio de
abdomen simple únicamente se observa
la vejiga plétora. Perfil bioquímico, hemo-
grama y urianálisis en rangos normales.
Debido a la retención urinaria en dos oca-
siones se sondeó uretralmente obtenien-
do dos litros en cada ocasión, le adminis-
tran una dosis de dexametasona/DMSO y
el paciente orinó de manera regular un día
y vuelve a presentar el problema, se inicia
terapia con nicergolina a 2 mg/kg PO TID
y cefalexina, observan una mejoría pero
continúa presentando incapacidad de va-
ciar la vejiga por completo.
Del Ángel CJ y cols. Disinergia detrusor-uretral idiopática en perros
A su ingreso al HVPE-UAEM presen-
tando al examen físico general constan-
tes en rangos normales, solamente a la
palpación abdominal se aprecia vejiga plé-
tora difícil de vaciar, no se observan cam-
bios al examen neurológico. Se realizan
nuevos estudios: estudios radiográficos
simples y con contraste de la columna
vertebral, uretra y vejiga no observando
cambios radiográficos aparentes, el estu-
dio ultrasonográfico tampoco mostró
cambios. Panel de laboratorio sin cambios.
Durante su estancia en el hospital el pa-
ciente presentaba polaquiuria, vejiga difí-
cil y en ocasiones incontinencia por re-
bosamiento y en ocasiones presentaba
micción normal. Se inicia terapia con dia-
cepam 10 mg totales 12 horas, flavoxato
200 mg totales cada 12 horas y cisaprida
0.5 mg/kg cada ocho horas, el paciente
continuaba orinando en ocasiones nor-
mal y en ocasiones polaquiuria presen-
tando ésta más comúnmente en los prime-
ros días y se sondeaba cada que se
acumulaba una gran cantidad de orina, al
salir a orinar se ayudaba al paciente con
compresión manual, logrando en ocasio-
nes vaciarla hasta en 50%, con el paso de
los días el paciente ya lograba vaciar la
vejiga por sí solo, presentando signos de
polaquiuria cada cinco días, posterior-
mente las recaídas se fueron espaciando
hasta cada 15 días, por lo que se decidió
darlo de alta y en pláticas con el propieta-
rio mencionó recaídas cada 15 días con
duración de uno o dos días, el cual men-
ciona que suspende el flavoxato e inicia
con nicergolina a 2 mg/kg cada ocho ho-
ras, en la actualidad el paciente se encuen-
tra con la micción normal y no ha presen-
tado ninguna recaída desde hace seis
meses.
Caso 2
Debido a la mayor cantidad de informa-
ción con este paciente en comparación con
el caso anterior la detallaremos en días
con la finalidad de llevar una secuencia
de todos los eventos.
Se presenta a consulta paciente macho,
mestizo con ocho años de edad y 33 kg de
peso. Alimentado con croquetas y dietas
caseras. Paciente con distensión abdomi-
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nal y estranguria con dos semanas de evo-
lución y medicado con furosemida. Inicia
la micción con un pequeño chorro y des-
pués presenta polaquiuria. Al examen fí-
sico el paciente se encuentra alerta, es evi-
dente la distensión abdominal, a la
palpación se observa una vejiga muy difí-
cil de vaciar. Al examen neurológico deta-
llado no existen cambios compatibles con
lesión neurológica común con el cuadro.
Se realiza cateterización uretral sin dificul-
tad alguna y se inicia la evacuación de la
vejiga obteniendo al final una cantidad
total de 5.5 litros de orina. A los estudios
de imagenología sólo se obtiene en la pla-
ca radiográfica la imagen de una vejiga
plétora y a la ultrasonografía la evidencia
de paredes engrosadas 4.5 mm con evi-
dencia de gran cantidad de orina, dando
la impresión de una pared muy laxa y
agrandada, ya que a menor cantidad de
orina generaba grandes pliegues, sin re-
cuperar su forma normal. En ambos estu-
dios no se observaron evidencias de uro-
litos o nódulos que generan una
obstrucción. Los resultados de los estu-
dios de laboratorio no mostraron cambios
importantes, sólo una azotemia severa con
un sugerente origen posrenal.
El manejo médico de los días uno al
cuatro consistió en terapia de líquidos,
antibióticos y monitoreo del paciente ob-
servando únicamente hematuria, la cual
fue disminuyendo gradualmente y pre-
sentando una buena producción de ori-
na. El día cuatro se realiza otro estudio
ultrasonográfico observando menor gro-
sor de la pared vesical y un menor tamaño
de la vejiga.
El día cinco se inicia terapia con nicer-
golina a una dosis de 7.5 mg totales cada
12 horas y diacepam 10 mg total cada 12
horas.
El día siete se retira la sonda uretral y
se inicia el apoyo a la micción por medio
de compresión manual de la vejiga.
El día ocho el paciente orinó en repeti-
das ocasiones por sí solo ayudado por
compresión manual inicial y termina la
micción con goteo.
Durante los días nueve a 24 se obser-
van cambios en el patrón de micción del
paciente, presenta polaquiuria y en oca-
siones la presencia de chorros no consis-
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100
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tentes, por lo que se continúa con el apo-
yo de la compresión manual. Existe evi-
dencia de retención urinaria posmicción,
ya que en un par de ocasiones fue nece-
sario sondear al paciente obteniendo 200
y 410 mL, respectivamente. El patrón de
micción fue mejorando gradualmente y se
decidió entrenar a los propietarios para
apoyar al paciente con el vaciamiento
manual de la vejiga. A lo largo de estos
días se esperaba la resolución de la arre-
flexia detrusora miogénica originada por
la distensión severa, la cual tiende a remi-
tir en un par de semanas; sin embargo, en
este caso la lesión era más severa posi-
blemente y tal vez requeriría mayor tiem-
po para remitir o bien se corría el riesgo de
quedar la vejiga con un daño parcial irre-
versible. Se decide adicionar a la terapia
médica cisaprida 0.5 mg/kg cada 12 horas.
El día 26 al paciente se le da de alta, se
indica al propietario ayudar al vaciamien-
to de la vejiga de la forma como se entre-
nó por lo menos tres veces al día y con
terapia de diacepam 10 mg totales cada 12
horas, nicergolina 7.5 mg totales cada
12 horas, cisaprida 0.5 mg/kg cada 12 ho-
ras y cefalexina 30 mg/kg cada 12 horas.
El día 35 el paciente regresa a revisión,
el propietario comenta una evolución fa-
vorable. Al examen físico se observa la
vejiga con contenido evacuando 1.2 litros
de orina. Por lo que se decide hospitali-
zarlo. Se hace más énfasis en la compre-
sión manual. Se realizan estudios de labo-
ratorio que no mostraron cambios
evidentes.
El día 39 se da de alta con la misma
medicación sólo ajustando la dosis de ni-
cergolina a 10 mg totales cada 12 horas.
El día 45 el propietario regresa e indica
que el paciente está muy bien e incluso
ya casi no le ayudan porque él orina por
sí solo; sin embargo, presenta retención
de 800 mL de orina. Se continúa con la
misma medicación. Se hace hincapié en
continuar ayudándolo a orinar por medio
de la compresión manual.
El día 59 el paciente ha orinado en al-
gunas ocasiones por sí solo y otras con
ayuda, el propietario no es constante
con el apoyo y decidió enseñar a su es-
posa, pero a ésta le cuesta trabajo. Se son-
deó al paciente obteniéndose 1 litro. Al
urianálisis se observa flora bacteriana
bacilar abundante. Por lo que se prescri-
be amoxicilina a 25 mg/kg 12 horas y fla-
voxato 200 mg totales cada 12 horas.
Durante los días 60 a 125 existieron
periodos de buena respuesta y varias re-
caídas atribuidas al pobre manejo del pa-
ciente en casa. Confirmando la poca res-
puesta de la vejiga a la contracción.
Del día 125 a 135 existe un periodo don-
de el paciente vaciaba su vejiga de forma
casi normal, sin necesidad de la ayuda
manual.
El día 136 cambia el patrón de micción
y sólo en algunas ocasiones lo hace solo
y otras presenta estranguria. Se ajustan
algunas dosis de cisaprida 15 mg totales
y de nicergolina 20 mg totales, el diace-
pam continúa a la misma dosis.
El día 175 se realiza urocultivo de con-
trol con un resultado de 250,000 UFC/mL
Citrobacter freudil confirmando infección
del tracto urinario iniciando antibioticote-
rapia con ciprofloxacino 250 mg totales cada
12 horas de acuerdo con el antibiograma.
La presencia de esta infección es común
debido a la alteración en el mecanismo de
defensa de la micción normal.
Hasta el día 190, fecha en que se escri-
be este artículo, el paciente presenta es-
tadios de micción aceptables y recaídas
constantes. Ultrasonográficamente se
observa una vejiga muy grande, laxa y con
paredes muy gruesas.
DISCUSIÓN
Ambos pacientes son machos, de talla
grande, adultos y presentan retención
urinaria, sin alteraciones evidentes al exa-
men neurológico, ambos presentan un
patrón de micción que inicia con un cho-
rro normal y cambia a polaquiuria o inver-
so en ocasiones. La vejiga plétora es difí-
cil de vaciar en ocasiones y en otras se
evacua con mayor facilidad, ninguno de
los pacientes tiene alguna historia clínica
compatible con episodios previos de obs-
trucción por alguna causa, así como de
lesión neurológica. Por lo que con base
en el descarte de otras posibles etiolo-
gías concluimos en el diagnóstico de re-
tención urinaria por disinergia detrusor-
uretral paradójica.
Esta patología es poco frecuente en
comparación con otras causas de reten-
ción y al menos en el país, donde por el
momento no contamos con centros que
cuenten con pruebas urodinámicas llega-
remos al diagnóstico por descarte y res-
puesta al tratamiento.
Debido a la incoordinación en la fun-
ción de la vejiga y la uretra en ambos
casos el manejo médico consistió en tra-
tar de relajar el esfínter uretral y activar
las contracciones de la vejiga con la fi-
nalidad de permitir un mejor vaciamien-
to de la misma. Esta medicación a base
de un antagonista α-adrenérgico como
la nicergolina cuya acción a nivel ure-
tral es la relajación del músculo liso del
esfínter uretral bloqueando la contrac-
ción mediada a través de los receptores
α del músculo en el cuello de la vejiga y
de la uretra. Otro relajante del músculo
liso es el flavoxato; con menor activi-
dad relajante a comparación con otros
relajantes, sin embargo, con algunas
propiedades analgésicas por lo que su
uso es recomendable para el alivio sin-
tomático de enfermedades que se acom-
pañan de dolor y disuria como la infec-
ción del tracto urinario como en el caso
dos, que alrededor del día 59 presenta
recaídas debidas al cambio de técnica
de vaciamiento de la vejiga por cambio
de propietario y la evidencia de infec-
ción del tracto urinario que puede gene-
rar uretritis y agravar el espasmo ure-
tral. En el caso 1 el flavoxato fue usado
como la única alternativa al alcance para
inducir una relajación del músculo liso
de la uretra, ya que la nicergolina se en-
contraba fuera del mercado, en este caso
la experiencia fue buena debido a que
fue posible vencer el espasmo uretral y
permitir un vaciamiento más constante
de la vejiga. Cabe aclarar que el flavoxa-
to tiene propiedades anticolinérgicas
que podrían provocar el relajamiento del
músculo detrusor, sin embargo, el efec-
to es mayor sobre la uretra, por lo que
según la experiencia del autor es posi-
ble utilizarlo en estos casos en conjun-
to con apoyo al vaciamiento de la veji-
ga como la compresión manual y la
combinación con agentes procinéticos
como la cisaprida.

Debido a que el esfínter uretral cuen-
ta con los tipos de musculatura en oca-
siones la utilización de los relajantes de
musculatura lisa por sí solo, puede ser
no suficiente para vencer el espasmo ure-
tral, por lo que puede ser necesario utili-
zar un fármaco relajante de la musculatu-
ra esquelética, en el país al que tenemos
más acceso es al diacepam. En la prácti-
ca, el diacepam provee una relajación
confiable de corta duración y probable-
mente es el que se utiliza más para facili-
tar la compresión de la vejiga. En la opi-
nión del autor la combinación de los
agentes relajantes de musculatura lisa y
estriada tiene una mayor posibilidad de
generar la relajación de la uretra, sin em-
bargo, los resultados se empiezan a ob-
servar en un lapso de tres a cinco días.
Por lo que antes de este periodo es reco-
mendable evacuar la vejiga por medio de
una sonda uretral, ya que si el espasmo
uretral es grave al utilizar la compresión
manual podemos llegar a lesionar la veji-
ga y agravar el problema.
Los pacientes de los casos clínicos
presentan cuadros de retención urinaria,
situación que puede generar lesión del
músculo detrusor debido a una sobre-
distensión del mismo, originando una in-
capacidad de la vejiga para volver a su
tamaño, recobrar el tono normal de la
pared al vaciar la vejiga y contraerse, si-
tuación conocida como arreflexia detru-
sora miogénica, problema que se solu-
ciona en los casos más leves con
únicamente evitar la sobredistensión de
la vejiga en 15 días. En los casos más
severos es posible que exista un desga-
rro de las fibras musculares y exista fi-
brosis en algunas áreas de la pared de la
vejiga y requiera mayor tiempo para re-
cuperarse o en casos más graves se ge-
nere una atonía vesical permanente como
en el caso dos que presenta que alrede-
dor del día 190 de manejo muestra una
vejiga muy grande, muy laxa y con una
pared vesical engrosada.
En ambos casos fue necesario esti-
mular la contracción de la vejiga, ya que
esto puede desencadenar la relajación
de la uretra y por tanto la fase de va-
ciamiento. Por lo que se ha propuesto el
uso de agentes colinérgicos como el be-
Del Ángel CJ y cols. Disinergia detrusor-uretral idiopática en perros
tanecol, sin embargo, este producto
no se encuentra en el mercado nacional
por lo que recurre a otro tipo de fárma-
cos como los agentes procinéticos como
la cisaprida. Estos agentes no han sido
probados del todo en perros y gatos,
sin embargo, su uso para la atonía de la
vejiga parece prometedor. Ya que en al-
gunos estudios en humanos se obser-
vó que la administración de cisaprida
amplifica el reflejo de la contracción de
la vejiga y reduce el tiempo de recupe-
ración de la atonía de la vejiga por so-
bredistensión en pacientes con lesión
del cordón espinal. En la experiencia del
autor la cisaprida ha dado buenos re-
sultados en pacientes con retención uri-
naria por lesión de NMA.
Debido a la alteración de la micción
normal, mecanismo de defensa del tracto
urinario la presentación de infecciones del
tracto urinario puede ser frecuente, tal es
el caso del paciente número dos, proble-
ma que debe ser detectado y tratado de
forma pronta, por medio de urianálisis se-
riados y urocultivos, ya que este proble-
ma puede agravar el cuadro y en ocasio-
nes generar complicaciones más graves
como la pielonefritis.
La intervención farmacológica se re-
quiere usualmente para los desórdenes no
obstructivos y puede ser más efectiva
cuando se inicia tempranamente en el pro-
tocolo de tratamiento como en el caso del
paciente número uno, ya que el pronósti-
co a largo plazo es mejor, además de la
menor presentación de complicaciones
como la arreflexia detrusora miogénica y
las infecciones del tracto urinario que se
presentan en el caso dos debido tal vez a
mayor grado de lesión debido a la reten-
ción urinaria inicial y tal vez a menor apo-
yo por parte de los propietarios.
Las consecuencias de la retención uri-
naria dependen de la cronicidad del pro-
blema del grado de retención urinaria. Con
una obstrucción aguda completa la azo-
temia posrenal, acidosis metabólica e hi-
percaliemia pueden ser amenazas para la
vida. El incremento de las presiones intra-
tubulares e intrauretrales pueden reducir
dramáticamente la filtración glomerular y
el flujo sanguíneo renal siendo un factor
desencadenante de la insuficiencia renal
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aguda además de la posibilidad de pre-
sentación de hidronefrosis o hidrourete-
ro. La ruptura del tracto urinario también
es posible y más aunado a la presencia de
infección del tracto urinario que debilita
la pared vesical y la compresión manual
agresiva. La atonía secundaria del detru-
sor y los cambios fibróticos uretrales pue-
den dar como resultado una sobredisten-
sión crónica de la vejiga. Las infecciones
del tracto urinario son comunes como re-
sultado de la falla del lavado urinario, las
elevadas presiones vesicales facilitan el
reflujo vesicouretral y la ascensión de in-
fecciones del tracto urinario bajo, espe-
cialmente en animales jóvenes.
Monitoreo del paciente y pronóstico
El pronóstico para los pacientes con tras-
tornos obstructivos funcionales como la
disinergia detrusor-uretral idiopática es
menos favorable. La obstrucción funcio-
nal idiopática que responde a la adminis-
tración de alfa antagonistas puede reque-
rirse indefinidamente o por un tiempo
prolongado. Un monitoreo a largo plazo
incluye evaluaciones periódicas del cho-
rro urinario y del volumen residual y eva-
luaciones de infecciones del tracto urina-
rio.
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