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Taller 1 Cátedra Eduardo Umaña
Taller 1 Cátedra Eduardo Umaña
¿Cómo la movilización social de ese grupo ha logrado influir en los procesos de toma de
decisiones estatales desde afuera?
De todos modos, no quiere decir que esta nueva estructura de participación haya obtenido los
mejores resultados, ya que en el último tiempo y de acuerdo a lo mencionado por Archila en
su exposición, la cantidad de movilizaciones y protestas ha aumentado en los últimos años
debido al incumplimiento del gobierno para satisfacer las necesidades básicas de la gente en
materia de salud, empleo y educación, tanto como en el incumplimiento de la
implementación del Acuerdo de Paz con las FARC.
Los escenarios de participación política para los movimientos estudiantiles han cambiado
vertiginosamente. Lo anterior se debe, en gran medida, al alcance de las redes sociales. Se
han abierto nuevos espacios de discusión que ya no están primordialmente en el núcleo de un
partido o movimiento político. Un ejemplo de ello se ha visto con los medios de
comunicación alternativos que convergen en la virtualidad; desde una mirada crítica, jóvenes
y estudiantes exponen, interpretan y analizan los acontecimientos que se extienden en el
territorio nacional.
No obstante, las redes sociales no han sido las únicas protagonistas. La calle es
fundamentalmente un referente histórico en la participación estudiantil a través del
performance cultural y artístico.
Realicen una comparación entre las motivaciones de las luchas sociales en Colombia
entre el período del 2010-2014 (establecidas de forma detallada por la primera lectura)
y las del año 2021.
2010-2014 2021
Previamente a las marchas el gobierno de Colombia puso sobre la mesa algunas reformas un
poco cuestionables. En el primer caso se exigían garantías y oportunidades al gobierno. Esto
como principal motor llevó a miles de colombianos a buscar los distintos métodos de
participación colectiva con el fin de lograr un cambio estructural
En la segunda ocasión, fue algo un poco más concreto, el gobierno puso sobre la mesa varías
reformas un poco cuestionables. Como la reforma tributaria que planteaba ponerle impuestos
a la clase media en medio de una pandemia en la que miles de personas perdieron sus
trabajos. Además de esto se exigen garantías para todos los líderes sociales, ya que se vive un
periodo de incertidumbre y violencia en el que estos son asesinados y el gobierno no exige
ningún tipo de garantía al respecto.
En el periodo Santos, se dieron una serie de marchas en contra de las consecuencias de los
TLC celebrados por parte del gobierno, de algunos puntos clave del PND, y específicamente
en el sector académico, contra la Reforma de Educación Superior propuesta. Frente a esta
última, las organizaciones estudiantiles forman estructuras de movilización dentro de los
paros, y se crea la MANE (Mesa Ampliada Nacional Estudiantil), logrando consolidar un
espacio en la agenda de movilizaciones de dichos años. Sin embargo, los movimientos
estudiantiles también prestan un importante apoyo a motivaciones que no competen
directamente a la educación, como lo fueron el paro campesino, la extracción de materias
primas contemplada en los PND, y el protagonismo que adquirieron las empresas privadas en
la prestación de servicios públicos. En estas movilizaciones, se dio cabida a sectores que
antes no tenían tanta visibilidad en el marco de las protestas en el país, como lo fueron la
comunidad LGBTIQ+ y los campesinos, que dotaron al ejercicio de la protesta elementos
culturales y políticos, de autonomía y de dignidad.
Frente a este escenario, las movilizaciones del 2021 compartieron un pliego inicial de
peticiones claras (que más tarde se fueron desdibujando), empero, estas tuvieron una
característica en especial: acumulaban un descontento social generado a partir de las
represiones a las protestas del 2019-2020, más el agravamiento de las condiciones de los
ciudadanos en todos los ámbitos, evidenciadas a causa de la pandemia, y reiteradas en medio
del terrible manejo que se le dio en el país. Siendo su motivación inicial la Reforma, el paro
se mantuvo aún después de que anunciaran el retiro de su propuesta; en el ámbito estudiantil,
los jóvenes se manifestaron por un acceso a la educación para todos, representado en esta
ocasión en la matrícula 0, y también en fuerte medida por el desmonte del ESMAD, que
convirtió a este sector en específico blanco de represión violenta. Las marchas de este
periodo, a pesar de la contingencia, no se vieron carentes del factor folclórico que se le había
dotado en años anteriores; sectores artísticos, culturales y sociales distintos a los citadinos se
hicieron notar de forma permanente durante el paro. Las redes sociales jugaron también un
factor importantísimo en el panorama, donde ayudaron como medio de comunicación y
forma de visibilización de la situación en tiempo real de los jóvenes en las calles.
REFERENCIAS:
Archila, Mauricio [y otros siete] (2020); compilador Andrés Felipe Mora Cortés. La MANE y
el movimiento estudiantil en Colombia. Agendas, luchas y desafíos. Primera edición. Bogotá.
Editorial: Pontificia Universidad Javeriana
Cerosetenta, (2020) “21N: el desborde de la movilización en Colombia”. Recuperado
de:https://cerosetenta.uniandes.edu.co/protestar-en-colombia-es-un-oficio-de-valientes-
mauricio-archila/
Parra Ramírez, Esther; Pinzón Zárate, Néstor José. (2015) Entre la Representación y la
Movilización: Escenarios de Participación en Colombia (1991 – 2014). Recuperado de:
https://www.redalyc.org/pdf/110/11043112006.pdf