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Apuntes Bloque 8 Historia 2ºbach
Apuntes Bloque 8 Historia 2ºbach
Los factores son variados dentro de lo que son la mortalidad, la natalidad, el crecimiento
vegetativo y las migraciones.
La mortalidad era la más elevada de Europa occidental (superada por Rusia, pero eso
es Europa oriental): en 1900 era aún del 27 %o (por mil), mientras que en los países más
desarrollados rondaba el 18-19% (por mil). En consecuencia, la esperanza de vida al
nacer era muy reducida: 29 años en 1860 y 35 años hacia 1900.
Esta elevada mortalidad se explica por el atraso económico y social. Los factores
principales para la mortalidad fueron: pésimas condiciones sanitarias, crisis
alimentarias o «hambrunas» (una docena durante todo el siglo) y la elevada mortalidad
infantil (niños que mueren antes de cumplir un año por causas naturales), debida a
secuelas de embarazo y parto, ausencia de vacunas y enfermedades contagiosas
(tosferina, viruela, sarampión, tifus o tuberculosis). Las epidemias de fiebre amarilla o de
cólera azotaron a la población española del XIX en oleadas devastadoras. Otras
enfermedades eran endémicas: tuberculosis, difteria, viruela y escarlatina. Apenas había
remedios para luchar contra ellas al desconocerse su origen.
La natalidad se mantuvo alta durante todo el siglo y en 1900 aún estaba entorno al
35%o, muy por encima de las tasas de los países de Europa occidental: Francia, el 21
%o, o el Reino Unido, el 29%o. Estas elevadas tasas de natalidad eran debidas a dos
factores: la pobreza del campo español y a la ignorancia sobre métodos
contraceptivos.
Todo ello definía un modelo demográfico típico del Antiguo Régimen (natalidad y
mortalidad elevadas) que solo empezó a cambiar en el último tercio del siglo,
especialmente tras la epidemia de cólera de 1885. Las tasas de natalidad y mortalidad
empezaron a reducirse, pero la mitad de las provincias españolas aún tenían una
natalidad alta (34 a 42 %) y una mortalidad muy elevada (29 a 37%o). Solo Cataluña
había iniciado su transición demográfica antes y la culminó en las primeras décadas
del siglo XX.
Respecto a la urbanización, el éxodo rural se aceleró en la segunda mitad del siglo XIX.
Los campesinos abandonaron sus pueblos, donde el nivel de vida era miserable, y se
trasladaron a localidades mayores, fundamentalmente del litoral mediterráneo. Las
zonas mediterránea y suratlántica pasaron del 39,5 % del total de la población española a
principios del XIX al 45 % en 1900 (zona de concentración de la población). Por el
contrario, la zona centro perdió población, excepto Madrid, que pasó de representar el
2% de la población española en 1787 al 4,2% en 1900.
Este éxodo potenció la urbanización, aunque lentamente, pues en 1900 solo Madrid y
Barcelona tenían más de 500.000 habitantes, cuando en Europa había 25 ciudades con
esa población y siete superaban el millón. Solo el 9 % de la población podía considerarse
población plenamente urbana. España era un país rural, a excepción de Cataluña,
donde la industrialización en Barcelona había permitido una concentración urbana
notable. Las ciudades destacadas se situaban en la periferia peninsular. Valencia.
Sevilla, Cádiz, Málaga, Vigo, La Coruña, Oviedo, Santander o Bilbao (zonas de la costa
principalmente; hoy en día en España se mantiene prácticamente igual esta distribución
Sofía Vélez Guinea, 2ºBACHILLER SAGRADOS
2 CORAZONES MIRANDA DE EBRO.
Colegio Sagrados Corazones
C/ San Francisco n° 15, 09200 - Miranda de Ebro (Burgos)
Tfno. 947 33 10 33 -- FAX 947 32 36 12
E-mail: ssccmiranda@ssccmiranda.com Web: www.ssccmiranda.com
entorno a la costa y con Madrid y Barcelona como principales
núcleos de población). La excepción era Madrid, capital del Estado y centro de la
administración.
El algodón y el hierro fueron los dos sectores que iniciaron la industrialización en España.
El textil y la siderurgia, como en el resto de Europa, fueron sectores dinámicos en la
naciente industria. El camino hacia la industrialización fue iniciado por el sector textil,
principalmente el algodón. A pesar de la escasez de carbón como fuente de energía y la
reducida demanda por la escasa capacidad adquisitiva de la población, surgieron, en
ciertas zonas, fábricas de tejidos de algodón.
Cataluña fue el centro de esta actividad textil por la abundancia de mano de obra, la
mentalidad empresarial y la política proteccionista, que alejó durante buena parte del siglo
la competencia de los productos textiles ingleses.
El resultado de ese proteccionismo (retomado en 1891) supuso la parálisis del
comercio y de toda mejora de la actividad productiva (porque no llegaba nada del exterior,
tampoco conocimientos), ya que la ausencia de competencia desincentivó la innovación y
la introducción de tecnología en el sistema de producción.
MINERÍA Y SIDERURGIA
La minería estuvo estancada durante casi todo el siglo por la escasa demanda, el atraso
económico, la falta de capitales y de tecnología y la intervención del Estado, que frenaba
la inversión extranjera. La Ley de Bases sobre Minas de 1868 y otras de carácter
librecambista (lo contrario del proteccionismo) favorecieron la minería a la vez que
crecía la demanda por la construcción ferroviaria, la arquitectura del hierro y la
mecanización de los procesos industriales. Esa expansión se apoyó en la inversión
extranjera y la llamada «desamortización» del subsuelo, es decir, la venta de minas a
manos privadas. Por ello, a partir de 1871 se fundaron más de 20 empresas británicas
para explotar el hierro vizcaíno (minas de Somorrostro, cuyo carbón era mandado a
Inglaterra, y el barco de vuelta venía con carbón de Gales), cántabro y andaluz.
En el caso de Bilbao, hay que mencionar el nombre del club de futbol Athletic Club,
nombre inglés, fundado en 1898, con entrenadores ingleses los primeros años. La
industrialización vizcaína fue financiada desde dentro por la burguesía vizcaína con la
creación de los bancos de Bilbao y de Vizcaya (bancos con objetivo industrial).
La industria principal era la siderurgia: en la empresa Santa Ana de Bolueta se construyó
en 1848 el primer alto horno y dos más en 1860. Otra empresa emblemática fue la de la
familia Ybarra (fundadores del Banco Bilbao), creada en 1827. Esta industria conoció una
gran expansión a partir de 1871, con la creación de varias empresas, como la sociedad
Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero, origen de los Altos Hornos de Vizcaya. La
industrialización en el País Vasco es una industrialización endógena, por la financiación
interna de la burguesía vizcaína a través de los bancos de Bilbao y banco de Vizcaya.
Las causas fueron varias. Un factor importante es que en Europa occidental los motores
del proceso industrial fueron la siderurgia y la industria textil. En este caso, España estaba
en desventaja, ya que el algodón era insuficiente y el carbón disponible escaso y de
mala calidad. Su extracción era costosa. España disponía de yacimientos de hierro que
se explotaban en el norte, en Vizcaya, y este mineral se exportaba al Reino Unido a
cambio del carbón galés que llegaba al puerto de Bilbao.
Otras causas y limitaciones fueron:
• A pesar de los logros de la industria española en este primer tercio del siglo XX, la
industrialización no logró superar su retraso y converger hacia los niveles de la
Europa industrial
• El desarrollo de las nuevas industrias características de la segunda revolución
industrial (industria eléctrica, química, siderúrgica; esta industrialización llegó muy
tarde a España) fue mucho menor que en otros países del continente.
• Las infraestructuras de transportes eran deficientes, influidas por el accidentado
relieve español.
• Las empresas españolas, en general, mantuvieron un tamaño relativamente
pequeño y una escasa competitividad. Orientaron su producción al mercado
interior, prácticamente reservado gracias a un elevado proteccionismo arancelario,
Sofía Vélez Guinea, 2ºBACHILLER SAGRADOS
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y renunciaron a competir en el mercado exterior. A esto hay que
añadir escasa iniciativa emprendedora de la burguesía del país en el sector
industrial.