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ENSAYO

TRABAJO NÚMERO 4

El 5 de marzo, el presidente Barack Obama presentó un ambicioso plan de

reforma sanitaria para, entre otros beneficios, dar cobertura médica a los estadounidenses

y regular los gastos que incurre el sistema. El principal objetivo de la Casa Blanca es

ampliar la cobertura a todos los ciudadanos del país. La arriesgada propuesta no cuenta

con el respaldo de todos los legisladores demócratas, y la mayoría de los republicanos no

la apoyan. La propuesta del presidente Barack Obama de reformar el actual sistema de

salud de Estados Unidos ha generado un fuerte debate en el país. En la actualidad, 47

millones de personas carecen de seguro médico, las pólizas de estos seguros aumentan

cada vez más, los fraudes y los errores administrativos cuestan a los seguros públicos del

Medicare y Medicaid 12 mil 300 millones de dólares al año, los médicos trabajan bajo la

presión de ser blanco de demandas por negligencia. Además, las compañías innovadoras

se quejan de que la burocracia y el costo de conseguir la aprobación de nuevos productos

y medicinas encarecen todo el proceso. A esto se le suma el voraz aumento en el costo de

medicamentos durante los últimos años. Muchos creen que el sistema está en ruinas. Y

todo esto a pesar de que Estados Unidos es el país que más dinero invierte en salud en

todo el mundo, y el único que ha ganado 87 premios Nobel de Medicina. A continuación

un breve análisis sobre éstas preocupaciones y la postura de nosotros como ciudadanos.

En estos momentos, Estados Unidos es el país que más dinero per capita invierte

en la salud de sus habitantes en todo el mundo, un total de dos millones de millones 300

mil millones de dólares ($2.3 trillion, en inglés), cifra igual al 16 por ciento del Producto

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Interno Bruto de la nación. Sin embargo, los estadounidenses no viven una vida más larga

ni más saludable que los habitantes de otras naciones. Además, hay 46 millones de

norteamericanos sin seguro médico. Para poner un ejemplo muy cercano, los canadienses

disfrutan de una expectativa de vida de 82 años, y de una expectativa de vida saludable

de 76 años. En cambio, los estadounidenses tienen una expectativa de vida de 76 años, y

una expectativa de vida saludable de 72. Estados Unidos, por el contrario, es el único país

industrializado que no tiene un sistema universal de salud pública. Eso sí, muchos

habitantes de esos otros países se quejan de que deben esperar meses por un examen

médico, que en Estados Unidos se hace en cuestión de días, y de que no pueden hacer una

cita con un especialista en un tiempo razonable. Si Estados Unidos es el país más

proempresarial del mundo, ¿por qué el estado y la sociedad obligan a las empresas a

financiar la pesada carga de la salud pública? En este país, el sistema sanitario recae

fundamentalmente sobre los hombros de las compañías privadas, que son las que

compran seguros médicos para proteger a sus empleados. ¿Es eso justo? ¿Es correcto?

para los trabajadores la protección con el sistema actual, no es del todo gratis. La inmensa

mayoría debe pagar una prima mensual, tomada de sus pagos semanales o quincenales,

hacer ciertos desembolsos al visitar a médicos generales y especialistas, y cubrir una

deducción anual acumulativa o pagar un porcentaje de los gastos totales cada año. Las

aseguradoras se defienden con argumentos también reales. Para cubrir a sus clientes,

tienen que hacer frente a gastos enormes de consultas médicas, exámenes,

hospitalizaciones y tratamientos, y a fraudes que contaminan el sistema, inclusive de

ciertos médicos, dentistas y otros profesionales de la salud que facturan servicios que no

han brindado realmente. Los médicos, a su vez, se quejan de que cada vez son más caros

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los seguros que los protegen de negligencia médica, y cada día es más costoso cubrir los

gastos de funcionamiento de una pequeña clínica o de un gran hospital, entre otras cosas

porque atienden a muchos ancianos y niños protegidos por el gobierno, y el gobierno

estableció tarifas de pagos por servicios que los médicos califican de miserables. La

industria farmacéutica estadounidense, produce medicinas muy costosas. Esta se

defiende señalando que sólo así es posible financiar el número de investigaciones y la

creación de nuevos medicamentos, al ritmo acelerado que lo hace Estados Unidos. Los

críticos de la industria devuelven el golpe con una pregunta: ¿es realmente necesario ese

ritmo de investigaciones y nuevos medicamentos, o se trata sólo de una manera de ganar

más dinero, que ha metido al país en una espiral incosteable de sus servicios médicos?

El plan de Obama para la reforma de salud costará a los contribuyentes 634 mil

millones de dólares que se colocarán en un fondo de reserva, para operar durante los

próximos 10 años. En la era supercapitalista y proempresarial del presidente George W.

Bush, el gobierno dedicó tan sólo en 2008 poco más de 698 mil millones de dólares a la

salud, un aumento de 28 mil millones de dólares con respecto a 2007. Este dinero

gubernamental se usa, básicamente, para atender a la población de bajos recursos,

financiar investigaciones y modernizar el sistema de seguros médicos públicos Medicaid

y Medicare, que cubren los gastos de los pobres y de los retirados. Obama trabajará este

año con un presupuesto de salud dejado por Bush, por lo menos en teoría, que supera los

700 mil millones de dólares.

El 22 de julio, el presidente advirtió que a causa de la crisis económica que vive el

país, miles, millones de estadounidenses han perdido sus empleos y con ello sus

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coberturas de salud, tanto pública como privada. Indicó que por causa de la recesión se

estaban perdiendo unos 700 mil empleos mensualmente. Y aseguró que las medidas

tomadas a partir del 20 de enero han permitido sacar a la economía del borde de la ruina.

Obama dijo que las medidas dieron "estabilidad a nuestras instituciones financieras", y

también se han preservado empleos y se han generado nuevos puestos de trabajo,

prolongado seguros médicos a trabajadores y los beneficios por desempleo para quienes

habían perdido el trabajo debido a recortes de personal. Obama, aseguró que la reforma

de salud afecta a todo estadounidense que ha sentido el temor de perder su cobertura si se

enferma gravemente o pierde el empleo o cambia de trabajo. Afecta a cada pequeña

empresa que se ha visto forzada a recortar su personal o el seguro que ofrece porque es

demasiado caro. Se trata del hecho que la mayor fuerza detrás de nuestro déficit federal

es el aumento vertiginoso del costo de Medicare y Medicaid. Si no se controlan estos

costos, "no podremos controlar nuestro déficit", dijo el Presidente.

El plan de Obama previene que si no se reforma el cuidado de salud vigente, las primas y

gastos propios continuarán aumentando vertiginosamente. Si no se hace nada ahora,

14,000 estadounidenses a diario seguirán perdiendo su seguro médico. Otras de las

preocupaciones que debemos analizar es que pasaría con los que ya tenemos seguro

médico. La reforma que están proponiendo según el Presidente, nos dará más seguridad

y estabilidad. Evitará que el gobierno sea parte en las decisiones sobre el cuidado médico

y nos dará a la opción de retener el seguro si están satisfechos con él. Evitará que las

compañías de seguro cancelen su póliza si se enferman gravemente. Les dará la seguridad

de saber que incluso si pierden el empleo, se mudan o cambian de trabajo, podrán tener

cobertura. Limitará la cantidad que su aseguradora puede forzarlos a pagar de su bolsillo

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por su costo médico. Y cubrirá la atención preventiva como los exámenes médicos y las

mamografías, que salvan vida. Para los ciudadanos que no poseen un seguro médico. El

mismo mandatario respondió: "Si no tienen seguro médico o si se trata de una pequeña

empresa que quiere ofrecerles seguro a sus empleados, podrán escoger un plan de salud

de calidad y bajo precio por medio de un sistema especializado de seguro médico, un

mercado que promueva las opciones y la competencia". En el caso que las personas

trabajadoras estén enfermas; el plan de salud de Obama subraya que “no se permitirá que

ninguna compañía de seguros les niegue cobertura debido a una enfermedad

preexistente”. Otra preocupación que nos cuestionamos es que si esta reforma agigantaría

el déficit fiscal. El presidente prometió el 22 de julio que la reforma del seguro médico

"no contribuirá a nuestro déficit durante la próxima década". "Y lo digo muy en serio",

señaló. "En los últimos ocho años, vimos que se promulgaron recortes tributarios en dos

ocasiones, principalmente para los estadounidenses más ricos, y un programa de

Medicare de medicamentos recetados, y en ninguno de esos casos se identificaron los

fondos necesarios. Ésa es una de las razones por las que heredé un déficit de $1.3

billones". Obama dijo que "eso no sucederá con la reforma del seguro médico".

Según la Casa Blanca, dos tercios del costo de la reforma pueden pagarse al reasignar

dinero que simplemente se está despilfarrando en programas federales de atención

médica. "Esto incluye más de $100,000 millones en subsidios injustificados a las

aseguradoras como parte de Medicare, subsidios que no mejoran para nada la atención de

nuestras personas mayores", dijo el presidente. El presidente aseguró que no, que el plan

no contribuirá al déficit a corto plazo y que "la ley que promulgue debe también

disminuir el aumento del costo de la atención médica a largo plazo". Agregó: "Nuestras

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propuestas cambiarían los incentivos, de manera que médicos y enfermeros tengan la

libertad de brindarles la mejor atención a sus pacientes, no sólo el cuidado más caro. Es

por eso que las mayores organizaciones del país que representan a médicos y enfermeros

han acogido nuestro plan". El plan de reforma sanitaria de Obama quiere constituir un

grupo independiente de doctores y expertos médicos que tenga la autoridad para eliminar

el despilfarro y la ineficiencia en Medicare anualmente, una propuesta que podría ahorrar

más dinero y asegurar el bienestar económico de Medicare a largo plazo. El presidente

dijo al respecto: "En conjunto, nuestras propuestas mejorarán la calidad del cuidado de

nuestras personas mayores y les ahorrarán miles de dólares en medicamentos recetados,

motivo por el cual la AARP ha respaldado nuestros esfuerzos de reforma".

Entiendo que el Plan de Reforma de Salud que Obama es una excelente propuesta.

Ya que mas de 46 millones de ciudadanos que residen legal en los Estados Unidos que no

tienen seguro médico lo tendrán si es aprobado por el Congreso. La Reforma del Plan de

Salud de Obama daría cobertura a millones de personas que carecen de seguro médico y

frenaría los abusos de las compañías aseguradoras. Los Republicanos en el Comité de

Finanzas del Senado criticaron el proyecto porque dijeron que estaba lleno de aumentos

de impuestos contrario a las promesas de campaña de Obama. Sin embargo no lograron

insertar cambios a este proyecto. Es casi seguro que el Comité aprobará el proyecto, ya

que los Demócratas son mayoría, en una votación final. Estos pasos abrirán el camino a

que el claustro del Senado empiece a debatir la posible Ley a mediados de mes de

octubre. La Cámara de Representantes, redacta medidas que prohibiría que las

compañías de salud nieguen coberturas o cobren más a quienes padecen enfermedades

preexistentes a la contratación del seguro. También incluye subsidios federales para que

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millones de personas puedan comprar una cobertura y buscar frenar el acelerado aumento

de los precios de servicios de salud en todo el país. Además, es importante mencionar

que es el único presidente que ha presentado una propuesta que ayudaría a resolver el

problema que existe en el área de la salud. Ya que los proyectos y propuestas

presentados anteriormente han sido un fracaso y lo que han hecho es aumentar el déficit

económico existente. Solo nos toca tener la esperanza de que aprobarse esta propuesta

todo lo que ha dicho Presidente se lleve a cabo y no caiga en manos inescrupulosas que lo

quieran es sacar su propio provecho y terminemos en un déficit aún mayor que el

existente.

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