Introducción: El empowerment en la Psicología Comunitaria
La Psicología Comunitaria es una disciplina que surgió inicialmente como un movimiento social y político con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas y en la que el concepto de salud fue un elemento central. A mediados de los añ os 60, un grupo de psicó logos, en su mayoría de procedencia clínica, se reunieron en Swampscott (Boston) con la preocupació n de mejorar la formació n y el desempeñ o de los psicó logos en el á rea de la salud mental, y con el objetivo de ampliar el papel del psicó logo en la comunidad. Así, surge la Psicología Comunitaria con 5 ideas claves: Crítica y rechazo al modelo médico: éste reconoce a la enfermedad como déficit lo cual favorece a una relació n entre autoridad activa y enfermo pasivo, algo insuficiente si se quiere fomentar el desarrollo de una mejor calidad de vida. Importancia del modelo de desarrollo: Se tiene una visió n positiva de la salud la cual se centra en el desarrollo de capacidades y competencias en las personas a través de la acció n social planificada. Necesidad de conjugar teoría y praxis: ambas son indisolubles y deben analizarse desde una perspectiva ecoló gica que incorpore la interacció n entre personas y ambientes. Promover una psicología de interés público: se deben tratar cuestiones de relevancia social y también promover el uso del conocimiento científico en beneficio del Bienestar Social. Formación del psicólogo comunitario: debe ser generalista e interdisciplinar, y un participante directo en los escenarios comunitarios. El interés de Juliá n Rappaport reside en su preocupació n por dotar a la disciplina de una teoría vá lida que explique su campo de conocimiento y que sirva de guía a la investigació n y actuació n científicas. Formuló el concepto de empowerment como meta integradora del desarrollo teó rico de la Psicología Comunitaria puesto que en él se integran, de forma complementaria, la potenciació n de recursos, la intervenció n y los principios ecoló gicos. El concepto de empowerment presenta dos ejes principales: es elemento vertebrador de la teoría y orientador explícito de los valores en la práctica. Refleja el interés por proporcionar protagonismo a personas, grupos y comunidades en la consecució n de mayor control y dominio sobre sus vidas. Persigue el cambio social, entendido éste como una modificació n significativa en la estructura (normativa, relacional y teleoló gica) de un sistema social que afecta a la vida y relaciones (horizontales y verticales) de sus miembros. De este concepto se derivan una serie de valores: Distribución equitativa de los recursos materiales y psicológicos: el bienestar, la salud y la calidad de vida son un bien social que debe ser accesible a todas las personas. El origen de la mayoría de los problemas sociales está en la distribució n desigual de los recursos materiales, sociales o psicoló gicos. la psicología comunitaria es una disciplina socialmente comprometida que pretende superar tales situaciones de desigualdad, es proactiva, positiva y preventiva. Diversidad y relatividad cultural: reconocer al ambiente y los sociocultural como determinantes en el comportamiento implica también reconocer el derecho de las personas a ser diferentes. Fomentar el protagonismo también significa buscar espacios de reflexió n y de acció n desde sus propios marcos de referencia y asumiendo el propio etnocentrismo de los profesionales. Modelo de colaboración entre profesionales y comunidad: en contraposició n con un modelo de experto o paternalista desde la prá ctica profesional se debe desarrollar un diá logo horizontal con la comunidad a modo de colaborador o facilitador de cambio. El empowerment es, segú n Rappaport, el fin ú ltimo de la disciplina, que estimula el desarrollo de la teoría y que capta la "visió n del mundo" de los psicó logos comunitarios, sus valores y objeto de interés. El empowerment es lo que se intenta definir, comprender, explicar, predecir, crear o facilitar a través de las intervenciones y actuaciones de los científicos, mientras que la prevenció n es la forma de acercamiento al fenó meno de interés, una forma compartida por la comunidad científica de solucionar los problemas concretos. Este planteamiento no es restrictivo en el sentido de limitar el objeto de la Psicología Comunitaria a este constructo, se relaciona con un amplio abanico de variables de estudio y de intervenció n comunitaria muy sugerentes tales como la salud mental, la intervenció n educativa, la competencia social, la participació n social, el apoyo social, las redes sociales, la justicia social, los grupos de ayuda mutua, etc. ¿Qué es el Empowerment? Se refiere a una condició n de dominio o autoridad por la que individuos o grupos logran por sí mismos transformaciones dirigidas a mejorar la calidad de sus vidas y el acceso a bienes y servicios de la sociedad. Segú n Rappaport es el proceso por el cual las personas, organizaciones y comunidades adquieren control y dominio sobre sus vidas. El empowerment tiene dos componentes bá sicos: La autodeterminación individual, que se refiere a la capacidad de las personas para tomar decisiones y resolver por sí mismas problemas que afectan a su propia vida. La participación democrática en la vida comunitaria. Segú n Zimmerman (2000), la autodeterminació n se obtiene fortaleciendo tres dimensiones personales: 1. D. Interna: su sentido de control personal. 2. D. Externa: su comprensió n crítica del entorno sociopolítico. 3. D. Conductual: sus esfuerzos por ejercer un control sobre este entorno. La participación en organizaciones y actividades comunitarias pondría en funcionamiento estas tres dimensiones personales, obteniendo como resultado unas personas con un elevado sentido de competencia y bajo sentimiento de alienació n. Poder y empowerment El concepto de empowerment es la consideració n de que el bienestar, la salud y la calidad de vida son un bien social que debe ser accesible a todas las personas, para lo que es necesario una distribució n equitativa de los recursos materiales y psicoló gicos. Desde esta perspectiva, el origen de la mayor parte de los problemas sociales es la distribución desigual de los recursos. Segú n Sá nchez-Vidal (2007), el poder es la "capacidad de influir en el comportamiento de otros o a la vida colectiva a través de la amenaza o el uso real de la fuerza y de recompensas y castigos", es inherente a la relació n social y constituye el nú cleo de la desigualdad. La tenencia de poder se relaciona con el control de los recursos y, las diferencias de poder con el desigual control de los recursos. Así, el incremento de poder sería el cambio social. El empowerment implica dos componentes interdependientes: La percepció n de control personal y los esfuerzos reales por ejercer ese control. Con tal término se incrementa la percepción de poder personal. Esto se traduce en que la persona identifica los agentes causales, aquellos con poder y recursos, su conexió n con algú n aspecto específico de su vida y los factores para poder influir en las decisiones de aquéllos. También es necesaria la provisió n de recursos sociales, es decir, poder colectivo (disponibilidad de recursos en la comunidad) del cual depende la percepció n de control personal. EMPOWERMENT EN LA COMUNIDAD: organizació n y participació n de personas y grupos en estructuras sociales intermedias que median entre el individuo y las instituciones sociales má s impersonales. El objetivo es acceder a recursos que estén bajo el control de estas instituciones burocrá ticas impersonales o élites sociales ajenas al entorno comunitario. Es de este modo que el empowerment favorece un cambio social de abajo- arriba en beneficio de una distribución igualitaria de recursos y, por ende, de formas de vida también más igualitarias. La Teoría Multinivel del empowerment Rappaport proporcionó la definició n multinivel del empowerment, pero no especificó có mo se desarrollaba el proceso a través de los diferentes niveles de aná lisis. Fue Zimmerman (2000) quien lo hizo en su teoría multinivel del empowerment: en el nivel individual, la persona presenta una comprensió n crítica del entorno sociopolítico, se esfuerza por ejercer control sobre su ambiente y los recursos sociales y participa con otras personas para alcanzar objetivos comunes; el nivel organizacional incluye procesos y estructuras que posibilitan la participació n de sus miembros e incrementan la efectividad organizacional para alcanzar dichos objetivos; en el nivel comunitario, la acció n colectiva mejora la calidad de vida en la comunidad y las conexiones entre las diferentes organizaciones comunitarias. Es importante distinguir entre los procesos de fortalecimiento y los resultados que se derivan de estos procesos, ya que varían a lo largo de los diferentes niveles: Los procesos incluyen las acciones, actividades o estructuras que permiten poner en marcha los esfuerzos por obtener control y recursos que satisfagan necesidades y, también, una mayor comprensió n crítica del entorno. Estas actividades permiten a personas y grupos desarrollar habilidades relacionadas con la toma de decisiones y la resolució n de problemas. Los resultados de la potenciació n se refieren a la operatividad del fortalecimiento de modo que se pueda estudiar cuá les son los efectos producidos en funció n de los intentos llevados a cabo por tener un mayor control. Los contextos representativos del nivel organizacional son la familia y la escuela, y las instituciones y asociaciones locales. Para Zimmerman (2000) considera que estos niveles son mutuamente interdependientes, de modo que el fortalecimiento en un determinado nivel se relaciona directamente con el potencial fortalecedor en otro nivel. Ej.: el desarrollo de organizaciones participativas y responsables es consecuencia del agrupamiento de personas potenciadas en un nivel individual, siendo al mismo tiempo la base desde la cual es posible el desarrollo de comunidades competentes. Si bien las organizaciones y comunidades potenciadas no son simples agregados de individuos potenciados, es difícil imaginar una comunidad o una organizació n fortalecida con personas sin conocimiento crítico de la realidad o sin habilidades/capacidades para controlar sus propias vidas. La relación del empowerment con la perspectiva ecológica La perspectiva ecoló gica se refleja en la idea expuesta anteriormente de que el empowerment es un constructo multinivel, aplicable tanto a individuos como a organizaciones, en el que se da una influencia mutua entre los distintos niveles y cuyo contenido difiere atendiendo a los diferentes entornos, personas y organizaciones a que se refiere. Un aspecto fundamental en este aná lisis consiste en conocer las características de los entornos que facilitan o, al contrario, inhiben el desarrollo del empowerment. Si estudiamos las características de los entornos que proporcionan dominio y poder a las personas (generalmente, son las estructuras sociales intermedias tales como familias, asociaciones, etc.), estamos describiendo también las condiciones que conducen al empowerment. Si trabajamos en entornos donde no surge el empowerment , el objetivo será , en colaboració n con las personas de esos entornos, comprender críticamente sus circunstancias y favorecer un cambio social que permita crear las condiciones para desarrollar una condició n de dominio y control sobre el entorno que mejore sus vidas. El empowerment y el modelo ecológico del desarrollo humano El término ecología procede de las palabras griegas «OKO<;» (oikos: casa, vivienda, hogar) y «AYO<;» (logos: estudio o conocimiento). Podemos decir, por tanto, que ecología significa literalmente «estudio de los hogares». Supuestos generales de la Ecología Humana: • Los individuos y los grupos son esencialmente bioló gicos y sociales por naturaleza. • Los seres humanos son dependientes de su ambiente para su subsistencia (aire, agua, alimento, etc). • Los seres humanos son ciales y de esta manera son interdependientes de otros seres humanos. • Los seres humanos son finitos, y su ciclo vital junto con sus necesidades bioló gicas de subsistencia, impone el tiempo como constricció n y recurso. • Las interacciones humanas está n espacialmente organizadas. Supuestos sustentados en la idea bá sica de la interconexió n entre la persona y su ecosistema: En la segunda mitad del siglo XX, Amos Hawley (1991) definió el ecosistema como «Un orden o disposició n de dependencias mutuas en una població n en la que la totalidad opera como una unidad y, por esta razó n, mantiene una relació n viable con el medio ambiente». La idea de ecosistema contiene los elementos de totalidad y de interdependencia entre las partes. Así, por ejemplo, existe una relació n entre los cambios que ocurren en la familia y los cambios que acontecen en el entorno. De esta forma, podemos decir que entre la familia y los sistemas extrafamiliares se establece un proceso continuo de adaptació n mutua. Principios del modelo ecoló gico del desarrollo humano Urie Bronfenbrenner (1917-2005), psicó logo estadounidense interesado por el desarrollo humano y los sistemas que rodean la evolució n de la persona, es el padre del Modelo Ecoló gico del Desarrollo Humano (MEDH), una de las teorías con mayor aceptació n en la psicología actual (Evolutiva, Social y Comunitaria). El MEDH se sustenta en el axioma de que ninguna persona puede comprenderse de manera aislada de los contextos donde se integra. Muy al contrario, la comprensió n de la persona necesita de un enfoque multidisciplinar y multicultural donde se analice el desarrollo del ser humano dentro de diferentes contextos y sistemas diná micos. En su libro La Ecología del Desarrollo Humano publicado en 1987, Bronfenbrenner enfatiza que el desarrollo de la persona es el resultado de la interacción de su carga genética con la familia inmediata y con otros componentes del ambiente. No se contradice con Hawley. Los dos acercamientos son complementarios y se diferencian en lo que exploran. Hawley examina los vínculos entre partes del ecosistema y las leyes generales que gobiernan las interrelaciones de estas partes, y Bronfenbrenner examina la conducta humana individual como una consecuencia de la interacció n entre los rasgos de la persona y sus habilidades con el ambiente. Principios del MEDH: 1. Desarrollo en contexto: el desarrollo humano se encuentra profundamente influenciado por las características de los contextos que rodean a la persona. 2. Habilidad social: la persona necesita desarrollar habilidades sociales para interactuar adecuadamente con su entorno. 3. Acomodación mutua individuo-ambiente: las personas y su entorno se adaptan y ajustan mutuamente. 4. Efectos de segundo orden: algunos aspectos del desarrollo humano son resultado de interacciones modeladas y controladas por elementos que no está n en contacto directo (o efecto de primer orden) con las personas implicadas. 5. Conexiones entre personas y contextos: las relaciones que trascienden a distintas personas y contextos influyen marcadamente en el desarrollo humano. 6. Perspectiva del ciclo vital: las características de personalidad y el manejo de situaciones difieren a lo largo del ciclo vital.
Principios desde las primeras etapas de la vida:
1. Desarrollo en contexto: La habilidad de un padre de cuidar y educar con éxito a su hijo no es ú nicamente una cuestió n de «personalidad» o «cará cter», sino que es también una funció n de la comunidad y cultura particular donde viven padres e hijos, ya que modelan su comportamiento. 2. Habilidad social: Los padres necesitan una combinació n apropiada de relaciones informales (ej. con otros familiares) y formales (ej. con profesores), capaces de proporcionarles apoyo, guía y asistencia en la difícil tarea de cuidar y educar a los hijos. 3. Acomodación mutua individuo-ambiente: Esto tiene importantes implicaciones puesto que requiere de acercamientos que puedan captar los efectos interactivos, así como de estudios longitudinales que vayan má s allá de un punto en el tiempo y permitan analizar el desarrollo humano a lo largo de todo el ciclo vital. 4. Efectos de segundo orden: O efectos indirectos, indican que algo má s allá de la interacció n entre dos individuos está regulando la calidad de esta interacció n. Así, por ejemplo, lo que acontece a un padre en el entorno laboral afecta tanto al padre como a los hijos, aunque éstos nunca hayan pisado la oficina. 5. Conexiones entre personas y contextos: El acercamiento ecoló gico centra nuestra atenció n en: (1) «transiciones ecológicas», es decir, los movimientos de individuos desde un contexto social a otro (por ejemplo, podemos transitar en un mismo día por los siguientes escenarios: familia, amigos, medio escolar o laboral, por una ONG a la que pertenecemos, etc..; (2) en «díadas transcontextuales», es decir, las relaciones que existen a través de diferentes contextos (por ejemplo, cuando un niñ o es un estudiante con respecto a sus compañ eros y un vecino con respecto a un adulto de su barrio). De acuerdo con esta perspectiva, las relaciones paterno-filiales se fortalecen cuando un niñ o y su padre comparten experiencias en mú ltiples contextos. 6. Perspectiva del ciclo vital. Por ejemplo, familias altamente competentes en el cuidado y asistencia de sus hijos pequeñ os, pueden encontrar grandes dificultades en el manejo de los hijos cuando alcanzan la adolescencia. Desde el acercamiento ecoló gico, se insiste en que no existen respuestas ni soluciones correctas e incorrectas a lo largo de todo el ciclo vital, sino diferentes alternativas para una misma cuestió n, dependiendo del nivel de maduració n de las familias.
Estos principios se articulan con los componentes del MEDH:
El MEDH considera que el ser humano se halla integrado en una tupida red de relaciones que se expresan grá ficamente en estructuras concéntricas o anidadas y que representan los contextos de desarrollo o ambientes má s significativos.
Un microsistema es un patró n de actividades, roles y relaciones interpersonales
que la persona en desarrollo experimenta en sus entornos má s inmediatos, como la familia, la escuela, el lugar de trabajo, o el lugar de culto religioso. Es el nivel conformado por los sistemas con los que la persona interactú a má s activamente y má s frecuentemente. Ocurren dos efectos importantes: Los de primer orden, que se producen en el contexto de una díada -una actitud atenta de la madre hacia las necesidades de su hijo tendrá efectos psicoló gicos y sociales positivos en el niñ o- y los de segundo orden que afectan de forma indirecta a las díadas a través de la mediació n de terceros -por ejemplo, un problema con alguien de la red social de amistades, puede afectar a la diná mica familiar. Ademá s, a través del microsistema llegan a la persona en desarrollo las influencias má s distantes de otros sistemas como las instituciones sociales o los valores culturales. Un mesosistema comprende las interrelaciones de dos o má s entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente, es decir, se trata de la interacció n entre dos o má s microsistemas. Por ejemplo, en el caso del niñ o será n fundamentalmente, no exclusivamente, las relaciones entre el hogar, la escuela y el grupo de compañ eros, y para un adulto, será n la familia, el trabajo y la vida social, entre otros. Dependiendo del contexto, la persona se relaciona de una manera particular, realiza actividades concretas y desempeñ a roles particulares. Un exosistema se refiere a uno o má s entornos que no incluyen a la persona en desarrollo como participante, pero en los cuales se producen hechos o se toman decisiones que afectan a todo aquello que ocurre en el entorno que comprende a la persona (influyen indirectamente en ella). Por ejemplo, un reconocimiento profesional del padre o la madre puede influir de forma indirecta en los hijos, aunque éstos no participen activamente en ese contexto. El macrosistema consiste en un patró n cultural global que contiene el conjunto de creencias, actitudes y valores dominantes que caracterizan el entorno cultural de la persona en desarrollo. Incluye también los entornos sociales má s amplios como los modelos econó micos y la filosofía política. Todos estos elementos mantienen correspondencias constantes con los sistemas de menor orden (micro, meso y exo), puesto que penetran de diversas formas en la vida diaria de las personas. Por ejemplo, un microsistema como la familia, un mesosistema como la relació n entre los entornos familiar y escolar, y un exosistema como los medios de comunicació n, tienen unas características externas y unas reglas de funcionamiento internas muy diferentes en culturas orientales y occidentales.
En 1989, Bronfenbrenner incluye el tiempo como una parte má s integral de su teoría, lo
que ha supuesto dos transformaciones esenciales. En primer lugar, la teoría ecoló gica se debe aplicar a todo el ciclo vital del individuo, y en segundo lugar, se añ adió la idea de cronosistema: El cronosistema incorpora el tiempo como la historia del desarrollo de la persona, incluyendo eventos y experiencias y su efecto en el desarrollo. Ejemplos: cambios en la estructura familiar, en el lugar de residencia y trabajo, e incluso períodos de guerras o crisis econó micas.
El modelo ecológico y los niveles del empowerment
Tal y como señ alaba Zimmerman (2000), el resultado operativo de una potenciació n en el ámbito individual, puede ser el sentimiento de control personal, la conciencia crítica o el comportamiento participativo. Estos aspectos se encuentran a su vez íntimamente relacionados con características personales como el grado de autoestima, el sentimiento de autoeficacia, habilidades sociales como la empatía, y el sentimiento general de satisfacció n con la vida; unos aspectos que se desarrollan o inhiben, fundamentalmente, en el marco de las relaciones sociales establecidas en el microsistema de Bronfenbrenner. En el nivel organizacional se analizan las interacciones e influencias mutuas entre contextos para, desde la perspectiva del empowerment, conseguir alianzas y responsabilidades compartidas que potencien los recursos no só lo de los individuos, sino también de los grupos. Estos elementos se insertan tanto en el mesosistema como en el exosistema del MEDH. Finalmente, los procesos y resultados relacionados con el nivel comunitario tienen que ver con la participació n de las instituciones locales, las oficinas gubernamentales y los medios de comunicació n en la vida comunitaria, todos ellos elementos incluidos en el exosistema de Bronfenbrenner. El macrosistema compuesto fundamentalmente por los valores culturales dominantes y la ideología política del contexto geográ fico e histó rico determinado, se encuentra al mismo tiempo rodeando e impregnando los niveles anteriores.
El nivel individual del empowerment y el microsistema
El nivel grupal-organizacional del empowerment y el mesosistema-exosistema
La colaboració n entre la familia y la escuela La participació n en grupos de apoyo y autoayuda El nivel comunitario del empowerment y el exosistema-macrosistema