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FE Y OBEDIENCIA

Después de Moisés, Josué fue el líder de los israelitas. Él los iba a guiar a Canaán, la tierra que Dios
les había prometido. Primero tuvieron que andar 40 años en el desierto como condena por no
haber confiado en Dios, tal como lo hacían Josué y Caleb. Después de 40 años Josué recibió una
señal Dios muy clara. Se prepararon y llevaron consigo el arca del pacto.

Primero se encontraron con Jericó que estaba rodeada por un muro grande. Los habitantes de
Jericó ya habían escuchado de los israelitas, y por eso Jericó estaba completamente cerrada. Nadie
salía y nadie entraba. Entonces Dios mandó a un ángel que habló con Josué y le explicó
exactamente lo que debería hacer. Pero la manera de conquistar a Jericó era muy fuera de lo
común. No iba a ser una conquista normal de una ciudad, eso sí era seguro.

Josué contó al pueblo lo que Dios le había dicho – que iban a caminar alrededor de la ciudad una
vez. Primero puso el arca, y después sacerdotes que tocaron las bocinas y luego hombres con
armas. Todos ellos caminaron delante del arca y el resto del pueblo atrás. Así andaban, totalmente
en tranquilidad, alrededor de la ciudad una vez, y volvieron a su campamento. Esto lo repitieron
por seis días. El séptimo día iban a conquistar a Jericó. Ese día caminaron siete veces alrededor de
la cuidad, y cuando tocaron las trompetas la séptima vez, todo el pueblo empezó a gritar al mismo
tiempo. Entonces el milagro pasó.

Lo que paso en Jericó fue una de las muchas experiencias de fe que Josué tuvo con Dios. Por eso
no dudaba de lo que Dios decía, él hacía exactamente lo que Dios decía, aunque parecía raro. Así
puede ser hoy también. Muchas veces no entendemos por qué tenemos que hacer las cosas, pero
uno elige tener fe y ser obediente. Ser obediente es hacer lo que está escrito en la palabra de Dios
– a pesar de no entender por qué. Cuando elegimos ser obedientes en fe, experimentamos que fue
bueno y correcto. Y nosotros que vivimos hoy, nosotros tenemos a Jesús que nos ayuda. Él nos va a
ayudar a entender qué es lo correcto y lo malo y nos da la fuerza necesaria para hacer lo correcto.

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